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La Nueva Fase de Desarrollo Económico y Social del Capitalismo Mundial
José de Jesús Rodríguez Vargas
II TEORÍAS DE FLUCTUACIONES ECONÓMICAS
EL DEBATE SOVIÉTICO
La discusión, sobre el tema del ciclo largo del capitalismo, empezó realmente con el artículo de Kondrátiev de 1922; aunque el tema había sido tocado anteriormente por Parvus (1901), Kautski (1901-02) y Van Gelderen (1913) por el lado marxista , y Lescure, Aftalion, Moore, Spiethoff, Laton, Cassel, por el no marxista. Sin embargo, la mayoría de los historiadores plantea que el trabajo de Kondrátiev establece el marco para la discusión. León Trotsky fue de los que reaccionó inmediatamente en un artículo publicado en abril-junio de 1923 expresamente dirigido a criticar la posición de los ciclos largos. Trotsky, en su calidad de Comisario de Guerra y uno de los principales líderes políticos del Partido y la Internacional Comunista, critica al “profesor” Kondrátiev con motivo de “plantear un nuevo concepto del ciclo llamado el “ciclo mayor” comprendiendo aproximadamente cincuenta años”; la critica se puede sintetizar en los siguiente puntos:
a. Es una “obvia falsa generalización de una analogía formal” entre los ciclos “menores” y los “mayores”.
b. Los “segmentos mayores” de la curva capitalista, en su carácter y duración, no están determinados (como si lo están los ciclos menores) por la “interrelación interna” (dinámica interna) de las fuerzas capitalistas, sino por las “condiciones externas” y por factores superestructurales.
c. Prefiere llamar “segmentos” o “periodos” a las “fases largas de cincuenta años” en vez de ciclos, como “el profesor sin precaución (infundadamente) (les) llama”. Parece una diferencia semántica, pero en realidad los que niegan el término “ciclo” rechazan el carácter “regular” o la repetición de fases de manera “rígida” o “rítmica”, como se reconoce por todos los marxistas que funciona el ciclo industrial.
Además, de las tres diferencias claves, Trotsky, aprovechó para increpar, sin mencionar nombres, a los “economicistas”, a los “vulgares esquematizadores”, a los “autollamados marxistas” que adulteraban el marxismo, que mellaban el “acero marxista” y habían sacado “conclusiones caricaturescas” . Así se debatía cuando se trataba del futuro de la revolución mundial.
No fue casualidad que, Trotsky haya reaccionado tan agresivamente; conocía de economía y de fluctuaciones. Como líder de la Internacional Comunista había presentado el Informe sobre la Situación Económica Mundial en el Tercer Congreso, en junio de 1921; en el critica a los economistas burgueses y a los reformistas que presentan al capitalismo de manera favorable; reconoce que el capitalismo vive “entre crisis y alivios”, “como vive el hombre aspirando y expirando alternativamente”, y aunque seguía sufriendo de fluctuaciones no estaba aún muerto, a pesar de vivir en una etapa decadente (senil); por primera vez plantea la famosa curva, a partir de datos del Times, que reflejaba el desarrollo del capitalismo en los últimos 138 años, con cinco “periodos” claramente delimitados, que coinciden casi exactamente con la periodización de Kondrátiev, misma que sería expuesta posteriormente en el artículo de 1923; en este sentido, fue precursor en el tratamiento de “periodos” largos, diferentes a los ciclos “menores”.
El Congreso de la Tercera Internacional Comunista se realizaba en el momento de la crisis cíclica de 1920-21 y Trotsky preveía que “la curva de desarrollo capitalista tendrá tendencia a bajar, no a subir”, ya que el último periodo de la curva, había empezado en 1914 y mostraba una tendencia “al fracaso del capitalismo”. Para los revolucionarios las relaciones entre la situación económica y el desarrollo de la revolución proletaria “era de gran interés teórico y práctico”, y mucho más en un momento en que presagiaban “guerra civil” en los países capitalistas; Concluía su Informe, recalcando que “la situación mundial y las perspectivas del porvenir son profundamente revolucionarias” . Fue, esta una de las últimas arengas optimistas, porque la fase revolucionaria -dentro de la onda descendente del ciclo largo- que había empezado en 1917 estaba por concluir; dos años después reconocería que empezaba un fase de retroceso revolucionario a partir de la derrota del proletariado alemán en 1923.
En este marco -la critica de Trotsky, los primeros síntomas del fin de la etapa revolucionaria y aún con libertad de expresión en la naciente Unión Soviética- empezó el debate con los economistas. Después del líder Bolchevique, se publicaron reseñas, análisis y criticas de autores como M. Bronsky, A. Kon, N. Osinsky, S. Falkner, en el año 1923. Kondrátiev dio respuesta expresa a todos ellos, en especial al más acerbo Osinky en el artículo Cuestiones Controvertibles... de 1923. Estos economistas retomaron e hicieron suya la posición de Trotsky, de tal manera, que la respuesta puntual de Kondrátiev era directa al dirigente soviético. Una diferencia fundamental entre ambos fue a partir, paradójicamente, de una coincidencia acerca del equilibrio del capitalismo; Trotsky concebía al equilibrio como un “fenómeno complicado” en donde el capitalismo construye, rompe y reconstruye el equilibrio; las crisis eran las rupturas y el restablecimiento del equilibrio ; para Kondrátiev, también, con base en la definición clásica de Marx, veía “la crisis como una ruptura del equilibrio en un sistema cambiante” y el resultado del desequilibrio o de la crisis era “una liquidación temporal de las contradicciones existentes y el restablecimiento del equilibrio” (ver II.1.2.2).
La diferencia práctica fundamental con Trotsky y con los críticos se produjo con respecto a la definición y las consecuencias de la crisis coyuntural de 1920-21; para Kondrátiev la crisis no era excepcional, y rechazó considerarla como el principio de la descomposición del capitalismo, y, en consecuencia, preveía que seguiría la restauración del equilibrio del capitalismo . Para el dirigente soviético, afines de 1922, el análisis de los economistas burgueses y socialdemócratas sobre el “restablecimiento del equilibrio” era simplemente la “voluntad de alterar los hechos y la falta de perspicacia de los lacayos del capital”, ya que a pesar de una “expansión industrial” no era posible prever, “aún en un futuro lejano”, el restablecimiento del equilibrio. La conclusión del Cuarto Congreso de la Tercera Internacional –escrito por Trotsky- era que “actualmente, el capitalismo está viviendo su agonía. Su destrucción es inevitable” . En este ambiente de triunfalismo revolucionario el debate se convirtió en un juicio con acusaciones y adjetivos severos y ruines, como acostumbraban los revolucionarios rusos para templar el acero, que en pocos años se volverían peligrosos para Kondrátiev : apologista del capitalismo, dominado por el “idiotismo burgués-académico”, “ideas preconcebidas”, “parcial”, “mala fe”, “economista vulgar”, “optimista” con respecto al futuro del capitalismo. Obviamente Kondrátiev rechazó tales epítetos y descalificaciones. El tiempo le daría la razón a Kondrátiev: simplemente, el capitalismo sigue vivo.
Posteriormente, en 1926, Kondrátiev discute principalmente con Oparin y con Bogdanov, Spektator, Pervushin, y se publican las conferencias y las discusiones en un libro de 1928; pero la producción teórica continuaría, hasta a fines de la década, en donde se sumarían las aportaciones de Sujanov, Eventov, Gernstein, Granosvsky, entre otros. Con base a la ponencia de Kondrátiev se puede deducir que la polémica encendida desde 1922 permaneció sobre las mismas diferencias planeadas por Trotsky, aunque algunos autores como Louca señalan que la discusión fue importante desde el punto de vista metodológico y estadístico; en la Bibliografía Comentada de Kenneth Barr se confirma el interés de los participantes por la metodología, y, también se refleja la apabullante oposición a las tesis de Kondrátiev .
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