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Cambio de patrones en la migración y en la distribución territorial de la población en la reestructuración económica

 

Nueva geografía en la localización de los negocios y su impacto en la migración y distribución territorial de la población

La nueva geografía de los negocios responde a dos aspectos: a los mercados internos de los bienes intermedios y finales de los negocios, como a la apertura comercial que abre nuevos horizontes de colocación y captación dentro de la esfera productiva y de circulación de los mismos. El desarrollo industrial - urbano propio de las economías que se integran al esquema económico de globalización, y en especial de las llamadas economía periféricas al capitalismo central, habla de cómo la fuerza de trabajo procura sus principales mercados, los cuales son de carácter urbano. La oportunidad económica de los negocios esta en gran parte concentrada en medios urbanos. El primer patrón a destacar es precisamente que en la nueva geografía de los negocios, la inversión tanto pública como privada se encona en centros urbanos con alto grado de integración industrial. Con esto queda claro el acelerado incremento de la población urbana respecto a las zonas rurales, lo que implica que el patrón de migración rural – urbano del periodo modernista se sostiene en el pos modernismo.

En el cuadro I.3.1 se puede ver cómo el ascenso de la población urbana en continentes tales como África y Oceanía es un hecho inminente.  La participación relativa de la población urbana de estos dos es relativamente mayor para el año 2025, según lo declara el Fondo de población de las Naciones Unidas en su publicación “El Estado de la Población Mundial, 1996”; donde s expresa que dicho ascenso corresponde más a un proceso de concentración de población que de mejoramiento en la calidad de vida en los medios urbanos.

El “desarrollo del subdesarrollo[1], genera como principal resultado el éxodo del campo a las ciudades en las naciones periféricas al capitalismo central, por lo que el ascenso antes mencionada con respecto a la población urbana en dichos continentes viene acompañada de un proceso de desintegración de modos productivos agrícolas tradicionales, y un desarticulado programa de desarrollo industrial concentrado en los principales centros urbanos, por lo que, es de esperar que en lo futuro las ciudades concentren un mayor número de moradores y las presiones demográficas serán mucho mayores en materia de problemas de marginalidad y suburbanización.


 

 CUADRO I.3.1:

Distribución regional de la población urbana en el mundo, 1995 y 2025

(en millones como dato absoluto y en porcentaje como dato relativo)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

         ABSOLUTOS

 

           RELATIVOS

 

 

1995

 

2025

 

1995

 

2025

 

 

 

 

 

 

 

 

 

África

 

250

 

804

 

9.04%

 

15.05%

Asia

 

1198

 

2718

 

43.34%

 

50.89%

Oceanía

 

200

 

307

 

7.24%

 

5.75%

América del Norte

 

223

 

313

 

8.07%

 

5.86%

Europa

 

535

 

598

 

19.36%

 

11.20%

América Latina

 

358

 

601

 

12.95%

 

11.25%

 

 

 

 

 

 

 

 

 

TOTAL:

 

2764

 

5341

 

100%

 

100%

Fuente: Estado de la Población Mundial. FNUAP (1996 y 1997). USA.

Nota: se define localidad urbana a aquella de 2 mil 500 y más habitantes.

En el cuadro 1.3.1 se observa la concentración de la población urbana en las regiones del mundo donde destaca Asia y África que son las más pobladas del mundo. Hay un descenso relativo en naciones industrializadas por el supuesto que el desarrollo de la economía de la post organización dispersa la población en ciudades medias, las que crecen a mayor ritmo de las grandes concentraciones de las megalópolis que observan también un menor crecimiento.

En el proceso de globalización del factor productivo capital, se tiene el siguiente patrón: el capital migra a las zonas periféricas con base a criterios de mejoramiento de las ventajas competitivas, y ya no lo hace en forma de inversión extranjera indirecta (créditos intergubernamentales o de organismos financieros internacionales), sino por vía de la inversión extranjera (donde se suma con la inversión local en el desarrollo de los negocios) y principalmente de la llamada inversión extranjera neutra (donde las naciones adquieren ahorro foráneo se participa en el desarrollo nacional sin crearle pasivos a la nación).

Son básicamente los países del Atlántico norte (casi todos de la Comunidad Económica Europea), quienes poseen el ahorro interno y tienen inversiones en el país. Por otro lado, están las naciones pobres como la mexicana, las que compiten con México por atraer inversión foránea a su nación.

La nueva geografía de los negocios responde a la colocación de inversión en las áreas que pueden aportan ventajas competitivas a los procesos productivos según sus etapas, con ellos se tiene que las naciones se integran en un esquema de producción compartida al que corresponde el modelo de producción flexible.

Con esto es evidente que las naciones que pretenden atraer capitales a sus países tienen que laxar mucho sus legislaciones en materia laboral, ecológica, fiscal, desregulación económica, y dar otros atractivos. Las presiones demográficas de tales países son fuertes y la finalidad es crear fuentes de empleo suficientes como para retraer los flujos migratorios que hoy día se presentan en todo el orbe de sur a norte, del oeste al este.

La relación entre los factores productivos trabajo y capital ante el cambio tecnológico y organizacional de la lógica post fordista, es propiamente el cambio en la composición técnica del capital y su asimilación geográfica con base a la dotación (densidad) en que existen estos factores y la intensidad en que se usan en los diversos procesos y fases productivas de los negocios con base al nuevo orden tecnológico y organizacional. Dado que en las naciones ricas que abunda el capital respecto al trabajo que es relativamente escaso, y que en las naciones subdesarrolladas existe bajo nivel de capitalización y abundante fuerza de trabajo, la propuesta es relocalizar los negocios que usan intensivamente el factor trabajo en las áreas periféricas, para que por una parte, contribuyan al desarrollo de las naciones que se integran, en unas se adicionan con el ahorro local en la creación de empleos, y en otras, se contrarresta la tendencia descendente de la tasa general de ganancia de los negocios al disminuir los costos de los procesos productivos en materia de la masas salarial.

Para las naciones subdesarrolladas la opción (según se piensa), radica en captar Inversión Extranjera Directa que genere los  empleos necesarios y el ingreso para recomponer los balances macroeconómicos de la nación.

Para ello, desde 1991 se hicieron radicales modificaciones en materia de legislación ambiental, fiscal, laboral y de regulación económica, especialmente en materia de regulación de inversión extranjera. La finalidad es presentar una buena oferta institucional para atraer a los inversionistas extranjeros. La desregulación económica no sólo implica el abierto concesionamiento del sector público al privado, sino al extranjero.

El fenómeno es mundial. Resulta ser que de donde proviene la Inversión Extranjera Directa, de las naciones industrializadas, la migración de sus capitales locales a otras latitudes de la periferia capitalista implica la pérdida de empleos en tales naciones. Se supone que la colocación de estas inversiones en la periferia del desarrollo occidental capitalista va a frenar, e incluso a repatriar, a los migrantes de tal orbe.

La globalización no sólo viene en detrimento de la remuneración de la fuerza de trabajo de los países en desarrollo, sino de aquella de las naciones industrializadas en vista que los capitales industriales de estas buscan reubicarse en otros territorios donde adquieran ventaja competitiva con base en la oferta normativa que las naciones pobres presentan. El bajo salario de las naciones de reciente industrialización presiona en términos reales los salarios de los países industrializados, por lo que la globalización se traduce en un abierto respiro a la capitalización de las burguesías centrales como periféricas, incentivando el crecimiento económico global a costa de generar serias contradicciones como lo es la extrema pobreza en ambos tipos de nación.

Las naciones industrializadas de Europa occidental y América del Norte son exportadoras netas de capital. Su nivel de ahorro interno es tal que no sólo permite financiar su desarrollo de manera endógena, sino que son países acreedores de otras naciones que dado su nivel de ingreso bajo, no están en posibilidades de contar con suficiente ahorro interno para financiar su desarrollo, por lo que se ven en la necesidad de solicitar créditos al exterior. El caso de México y de las naciones de reciente industrialización del este asiático presenta esta situación.

La deuda externa de las naciones pobres crece a dimensiones que en la mayoría de los casos supera el valor de su Producto Nacional Bruto anual. Sujetas a este estigma, son las naciones presionadas por organismos internacionales de financiamiento al desarrollo tales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, para que procuren garantizar la liquidez internacional de sus monedas, y su solvencia económica ante sus acreedores por medio de la promoción de las exportaciones.

Resultado de lo anterior es que estas naciones se ven en la necesidad de reorientar su vocación industrial a la producción de productos que presenten ventajas competitivas. Muchas de estas a costa del des abasto nacional.

Aún este esfuerzo, ante la carencia de ahorro interno, el país no esta en la posibilidad de tener un nivel de inversión capaz de garantizar montos suficientes de exportación que le den base al peso y a la liquidación de deuda y pago de intereses. Se des-regularizan a la inversión extranjera muchos sectores productivos del país, con la idea de captar inversión extranjera directa.

La mejor oferta de los países es un régimen institucional des regularizado y liberalizado, y una abundante y medianamente calificada fuerza de trabajo, muy barata.

Como se afirma en líneas anteriores, las naciones compite por captar inversión extranjera directa con otras naciones como son las del este asiático, europeo, África y América latina, lo que implica aún un mayor esfuerzo en la crear condiciones propicias para hospedar este tipo de inversión donde destacan como principales iniciativas la des-regulación económica en materia de inversión extranjera, y congelamiento del salario real.

La estrategia del gobierno es crear empleo aunque se incremente la tasa de explotación. Esto no debe verse como un problema de la demografía, sino del reparto económico.

No se olvide que el neoliberalismo es la propuesta de los países ricos al Mundo en general para "fomentar" el desarrollo de las naciones pobres (con las administraciones de Margaret Thacher y Ronald Reagan). Esta propuesta consiste en que las naciones pobres encuentran sus posibilidades de crecimiento bajo la tónica del interés del desarrollo de las economías de las naciones ricas, solamente bajo ese contexto. De otra forma no es posible. Una re expresión más del llamado de la dicotomía expuesta por Frank (op.cit): "desarrollo del subdesarrollo y subdesarrollo del desarrollo".

Lo cuestionable aquí es que se está financiando el desarrollo de las naciones ricas a costa del depauperio económico de las naciones periféricas al capitalismo central, cuya expresión más fehaciente es la inflación que ocasiona el paulatino y permanente deslizamiento del peso ante el dólar, todo en pro de la transnacionalización de la economía mexicana (Ibáñez y Farías, 1999).

La plusvalía fluye de las áreas periféricas del capitalismo a las grandes metrópolis de las naciones post industrializadas, donde la terciarización de su economía se explica por la administración y realización del capital financiero y comercial a costa de la pobreza de las naciones periféricas al capitalismo central que por cierto, representan el 80% de la población mundial.

Con lo anterior se puede exponer que los cambios experimentados en la estructura económica son el principal causal que explica el cambio de los patrones migratorios y la distribución territorial de la población, el cual es parte de un desarrollo más global y sistémico. La estructura económica internacional viene a ser el marco por el que se debe comprender cómo la migración, tanto en un nivel interno como externo y la localización de la población en el territorio, obedece a los cambios experimentados en la re orientación de mercados y regiones comerciales en un nivel mundial.

1.      Por que según sea el tamaño de la economía y su inserción en la rede de relaciones internacionales necesariamente es en esta misma dirección que las ramas de actividad económica encuentran su oportunidad económica en la geografía mundial en referencia a la nacional, de lo que se deriva la localización industrial en mucho.

2.      Los mercados internacionales, nacionales de proveeduría y destino conforman patrones de inversión pública, privada y externa que implican la localización de los negocios en el territorio nacional.

3.      Los cambios experimentados en la re orientación de mercados y regiones comerciales a nivel mundial necesariamente tienen un efecto interno en las economías nacionales en diferentes aspectos destacando los mercados laborales y su ubicación.

4.      La re estructuración económica internacional a efecto del nuevo esquema post fordista, crea una nueva especialización internacional económica de las regiones, así como supone una nueva división internacional del trabajo, que es parte del nuevo orden económico internacional.

El nuevo orden internacional que procura la globalización de las estructuras de mercado llevan consigo el componente del cambio en la especialización internacional del trabajo, así existe una nueva configuración en el orden internacional y su lógica de desarrollo es el contexto donde se mueven los nuevos patrones migratorios y la distribución territorial de la población, que responde a la nueva localización geográfica de los negocios.


 

[1]] Frase aportada por Frank (Op. cit.) muy célebre  dentro de bagaje de los economistas. No obstante esta tesis ya es bastante antigua, ante la globalización, se viene dando lo que se denota como “el desarrollo del subdesarrollo y el subdesarrollo del desarrollo”, debido a que la actual migración de capitales que radicaban en orbes del desarrollado a otras áreas de la periferia de las naciones de reciente industrialización como México, implica que existe en el nuevo orden económico internacional una nueva especialización internacional del trabajo, lo que supone que la migración del capital a áreas de mayor pobreza y atraso económico frena la migración de sus habitantes en búsqueda de trabajo en mercados de naciones industrializadas.