Oscar Alberto Maldonado Ibarra*
Rosa María Chávez Dagostino**
Myrna Leticia Bravo Olivas***
Luis Miguel Flores Campaña****
Universidad Autónoma de Sinaloa, México
osmaldonado58@yahoo.comResumen
Los recursos naturales y culturales son determinantes para desarrollar un producto turístico, mismos que deben conservarse a fin de que la oferta se pueda mantener a futuro, por lo tanto, es fundamental establecer el potencial con el que cuenta una región para atraer visitantes. Para los intereses del presente trabajo resultó importante identificar dos puntos principales, uno donde se identificaron las necesidades más concurrentes en los visitantes de la zona y el patrimonio que consideran más atractivo, y por otra parte caracterizar dicho patrimonio en cuanto a su estado actual y elementos que lo conforman, de esta forma se podría lograr una fusión y lograr obtener resultados claros, logrando a su vez conocer las actividades de turismo alternativo que se realizan o podría realizarse en cada sitio de la Bahía de Chamela, Jalisco, México. Para esto, fue necesario elaborar fichas con las que se extrajo información del patrimonio natural más representativo y sus características, a su vez, se realizaron preguntas para obtener opiniones de la población en temas de turismo y sustentabilidad. Las actividades que más destacaron fueron el ecoturismo y el turismo de aventura, que se llevan a cabo por medio de la interacción con los atractivos naturales de la Bahía de Chamela, un territorio con una reducida extensión de litoral que comparte las mismas características naturales con las áreas colindantes, destacando que las islas que se localizan en su interior son el atractivo turístico más representativo. El potencial turístico de la Bahía de Chamela está relacionado con el patrimonio natural de su zona costera, que es de gran importancia para la economía local con actividades como la pesca artesanal, avistamiento de aves marinas y buceo. Sin embargo, en la bahía aún no se cuenta con la infraestructura turística adecuada para atender a los visitantes que arriban al lugar. Se propone la implementación de un modelo de turismo alternativo que incluya la participación de la población local en la oferta de servicios turísticos e intereses de los turistas que visitan la región.
Palabras clave: Recursos naturales, turismo alternativo, patrimonio, potencial turístico
Abstract
The natural and cultural resources are crucial to develop a tourism product; they have to be conserved to the future. It is important to the stability and potential of the region to attract tourists. The interests for this article, is to know two different points, the first is to meet about the common requirements for the tourists and the most visitor heritages that they think are important, at the same time is important to know the characteristics of the heritage, their elements and the actual situation for them; with all that information is possible to know what can of alternative tourism could be practice in Bahía de Chamela, Jalisco, Mexico. It was necessary to elaborate cards with the most representative natural heritage and their characteristics, at the same time, make questions to the visitors in relation of tourism and sustainability. The frequently activities are ecotourism and adventure tourism with interaction in the natural attractions of Bahía de Chamela, this territory is a short coast with the same natural characteristics in all the areas, the islands are in the interior of the bay, they are the best attraction in the bay. The potential to make tourism activities in Bahía de Chamela is in the natural heritage of this coast and with the local economy like traditional fishing, bird watching and diving. Bahía de Chamela doesn´t have a lot tourism infrastructure to catch visitor who arrive this place. The implantation of alternative tourism can make the participation of the local population to the tourist services.
Keywords: Natural resources, alternative tourism, heritage, tourist potential
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Oscar Alberto Maldonado Ibarra, Rosa María Chávez Dagostino, Myrna Leticia Bravo Olivas y Luis Miguel Flores Campaña (2017): “Recursos naturales y potencial turístico de la Bahía de Chamela, Jalisco, México: intereses de los visitantes en el contexto del turismo alternativo”, Revista Turydes: Turismo y Desarrollo, n. 23 (diciembre 2017). En línea:
http://www.eumed.net/rev/turydes/23/bahia-chamela.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/turydes23bahia-chamela
Los recursos naturales locales representan un sinfín de oportunidades para implementar modelos de desarrollo que permitan ingresos económicos extras en las regiones que así lo demanden, desde una perspectiva en la que el interés y necesidad de los habitantes requieran de introducir una economía alterna al sector tradicional. Entre estas alternativas se encuentra el turismo, el cual, como todas las actividades humanas, depende del medio natural y los servicios ecosistémicos que se desprenden del mismo, ya que diferentes grupos gestionan y consumen a estos bienes y servicios ambientales (Riensche et al., 2015). El conjunto de los elementos naturales que existen en una región determinada, son la base para determinar su “vocación”, no obstante, son las personas quienes a través de la puesta en valor del patrimonio natural crean la utilidad de los recursos para la satisfacción de sus necesidades fisiológicas y sociales, incluyendo las actividades primarias, de ocio y profesionales.
El patrimonio natural está constituido por los componentes de la biodiversidad que se derivan de la asociación entre diversas plantas y animales, creando distintos tipos de ecosistemas complejos por la interacción entre ellos y su entorno físico (Catibog-Sinha y Heaney, 2006). La valoración del patrimonio natural se construye por el medio en el que se ubica, sirviéndose de las poblaciones que sobre ella se encuentran y la articulación hombre-naturaleza, puesto que pueden surgir diferencias en la puesta en valor de los distintos grupos sociales; un ejemplo es la visión de los grupos indígenas, quienes consideran que la naturaleza también incluye el paisaje cultural, que se construye por tierras de cultivo y la cría de animales domésticos sobre una zona en las que también se establecen personas (Cooper, 2000). Si bien existe un enfoque más ligado a los recursos naturales, es relevante observar el aspecto cultural, puesto que, en determinadas religiones antiguas, esta se vincula con elementos interconectados de plantas, animales, montañas, ríos y seres humanos. Los elementos considerados patrimonio tienen la capacidad de sintetizar los valores, las características e incluso la historia de los grupos humanos, a los que hacen referencia; ahora bien, para ser declarado, el patrimonio no sólo tiene que ser reconocido y legitimado como tal y, sobre todo, utilizado, ya sea de manera real o virtual (De la Cruz, 2004).
El sector turístico, que tiene importancia económica en todo el mundo depende de los recursos naturales, históricos y culturales y al mismo tiempo es un medio de conexión de la cultura, el patrimonio y la economía, con el fin de que el turismo sea sustentable, es necesario planificar las actividades turísticas de manera consciente y hacer un manejo de forma integrada con la gestión del patrimonio cultural que se utiliza como recurso turístico (Gultekin y Ucar, 2011). Por esto, el potencial natural, representado en actividades turísticas, resulta oportuno a medida de que se realice un uso adecuado del mismo, por medio de un modelo que facilite la sostenibilidad de los recursos locales y cubrir las cambiantes necesidades de los visitantes, considerando a su vez la importancia que tiene el identificar los sitios de mayor potencial para un sector específico del turismo, para de esta manera caracterizar las actividades que se pueden realizar de acuerdo al sitio, así como requerimientos e intereses de los turistas.
De acuerdo a datos de Osorio (2010), se observa un visible cambio en los intereses y comportamiento del turista desde principios de la década de los 90s del siglo pasado, basándose en aspectos muy puntuales como: a) Los turistas que provienen de los países tradicionales emisores incrementaron su cantidad de viajes a destinos con largas distancias, pero a su vez realizan viajes cortos de manera frecuente, en ambos casos buscando nuevos destinos y productos, b) Incrementaron los viajes de interés especial basados en pasatiempos o actividades específicas como deportes, aficiones y educación, entre otras, c) Cada vez se ha registrado un mayor número de viajeros independientes con interés en destinos ambientalmente planificados y socialmente responsables, d) Aumento del turismo religioso, de salud, de raíces étnicas y de negocios, y por último e) Los segmentos de la tercera edad y capacidades diferentes han surgido como alternativa rentable para organizar viajes específicos.
Estos cambios muestran el indicio de poder generar modelos turísticos como el “turismo alternativo” el cual se promueva en diferentes espacios como áreas naturales o zonas rurales, usualmente, este tipo de turismo se ha vuelto común en países emergentes, puesto que sus características de no requerir servicios masivos así lo permiten. Por esta razón, en sitios con recursos naturales de interés para los visitantes como sucede en la Bahía de Chamela, Jalisco, resalta como una oportunidad el que sea integrado el turismo alternativo, como actividad económica complementaria y responsable, por lo que el objetivo de la presente investigación es averiguar el potencial de la bahía para las actividades de turismo alternativo, a través del conocimiento del patrimonio local apto, y de cómo se conforma en cuanto a características físicas y la situación actual de los visitantes con fines de ocio. A su vez conocer cuáles son los de interés de los visitantes de la Bahía de Chamela, relacionado con las actividades que han realizado, infraestructura y servicios requeridos y la viabilidad de realizar cambios para mejorar diferentes aspectos que permitan mejorar las condiciones actuales.
El modelo de turismo alternativo surge en la década de los 70s del siglo pasado, sin embargo, obtuvo mayor auge durante los 90s cuando existía más difusión sobre el paradigma de la sustentabilidad (Wearing y Neil, 1999). No obstante que sus inicios fueron en Europa para después desplazarse a países como Estados Unidos y Canadá, se ha impulsado más en países en vías de desarrollo como Costa Rica, lugar que se considera uno de los que tienen mayor biodiversidad del mundo, teniendo el 25% de su territorio con algún decreto de conservación y que cuenta con una gran oferta de servicios turísticos sustentables según el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBIO, 2013).
El turismo alternativo, siendo una actividad basada en el uso de los bienes naturales y culturales, ha tomado popularidad en las zonas rurales que cuentan con recursos de interés especial. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT, 2009) define al turismo alternativo como “los viajes que tienen como fin realizar actividades recreativas en contacto directo con la naturaleza y las expresiones culturales que le envuelven con una actitud y compromiso de conocer, respetar, disfrutar y participar en la conservación de los recursos naturales y culturales”. Este modelo se divide en tres segmentos como son ecoturismo, turismo de aventura y turismo rural, los cuales tienen sus propias variaciones (Secretaría de Turismo, 2004). La finalidad del ecoturismo es realizar actividades de apreciación y conocimiento de la naturaleza como observación de flora y fauna, senderismo, educación ambiental, investigación biológica y observación de atractivos; mientras que en el turismo de aventura se realizan actividades asociadas a desafíos impuestos por la naturaleza, ya sea de aire, agua o tierra, con sus variantes como tirolesa, paracaidismo, buceo, pesca recreativa, rappel y montañismo, entre otros. Por su parte, el turismo rural busca la interacción de una comunidad rural y sus visitantes, considerando las expresiones cotidianas sociales, culturales y productivas locales, en actividades como etnoturismo, agroturismo, fotografía rural y talleres artesanales.
Actividades como el ecoturismo atraen a visitantes con un interés específico en la naturaleza y cultura en sitios poco conocidos, puesto que buscan lugares remotos y rurales, por lo que se requiere de introducirse en espacios que cuentan con un patrimonio local propio, debido a esto es necesario respetar puntos como el involucramiento de componentes educativos, impulsar el conocimiento, promover un comportamiento moral y ético de los visitantes y que se proporcione un benéfico respeto por los recursos locales (Ruoss y Alfaré, 2013).
A lo largo de las costas mexicanas del Pacífico existen ambientes templados y tropicales, en los que se pueden observar playas y desembocaduras de ríos que generan sistemas estuarinos como manglares, marismas y lagunas costeras, así como una gran variedad de ambientes marinos, desde mantos de macroalgas templados, hasta arrecifes coralinos típicos de los trópicos (Medina-Rosas, 2014).
En estos ambientes costeros se han desarrollado un sinnúmero de comunidades pesqueras donde el patrimonio local ha sido importante para llevar a cabo actividades del sector turismo, que han demostrado su potencial y la posibilidad de colaborar en la economía local aún y con los inconvenientes surgidos por el deterioro del medio ambiente. La pesca ha demostrado ser una actividad flexible, puesto que la forma en que se ha desarrollado la convierte en una actividad que parte del patrimonio y la cultura de una localidad, lo que a su vez logra despertar el interés de los visitantes; para México, la pesca ribereña ha sido el sector con mayor número de sistemas de pescas que operan en prácticamente todo el litoral, dedicándose a pesquería monoespecíficas y multiespecíficas, lo que logra contribuir de manera considerable en la producción del consumo humano y generación de empleos (Bravo-Olivas, Chávez-Dagostino, Espino-Barr y Rosas, 2014) de esta manera se confirma la importancia de esta actividad para las poblaciones rurales.
La costa de Jalisco tiene un gran potencial turístico, siendo los destinos de Puerto Vallarta y Guadalajara como capital del estado, los sitios con mayor cantidad de visitantes según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2013). De entre los recursos naturales de interés en la costa de Jalisco, destaca la existencia de siete áreas naturales protegidas con diferentes tipos de conservación, no obstante, es en el municipio de La Huerta el lugar en el que se concentra la mayor cantidad de recursos naturales con un decretos de protección, puesto que existen cinco áreas naturales, las cuales son la Reserva de la Biosfera de Chamela Cuixmala, los Santuarios de Tortuga Marina, El Tecuán, Cuitzmala y Playa Teopa y el Santuario de Aves Islas de la Bahía de Chamela, así como dos humedales decretados como Sitios Ramsar que son el estero La Manzanilla y la desembocadura del Río Cuitzmala.
Es dentro de este municipio en donde se localiza la denominada “Bahía de Chamela”, la cual forma parte del área que se conoce como “Costa Alegre” conformada por los municipios costeros de Cihuatlán, La Huerta, Tomatlán y Cabo Corrientes. Esta bahía se ubica a 130 km hacia el sur de la ciudad de Puerto Vallarta (uno de los destinos turísticos más importantes y desarrollados en las costas mexicanas del océano Pacífico). La Bahía de Chamela, es una ensenada con 13 km de largo, entre Punta Rivas y Punta Farallón de norte a sur (Figura 1). Su importancia radica en la gran cantidad de recursos naturales que dentro de ella existen, puesto que la conforman el Santuario de Aves Islas de la Bahía de Chamela, al igual que playas de gran interés como El Negrito, Felicillas, Las Rosadas y Chamela (ver figura 1).
Entre las zonas colindantes a la Bahía de Chamela se encuentran los terrenos del área natural protegida decretada como “Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala”, que incluye una extensión de 13,141-69-24.5 ha, que tiene distintos tipos de vegetación, tales como selva baja caducifolia y mediana subperenifolia, manglar, matorral xerófilo, palmar, el carrizal, manzanillera y vegetación riparia. Esto representa que cada zona tenga características propias de flora y fauna y aumenta su importancia natural. Esta reserva comprende terrenos propiedad del gobierno federal, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad de Guadalajara (UdG), de la iniciativa privada y una pequeña parte de ejidatarios. Los atractivos más representativos de la Bahía de Chamela son aquellos que están relacionadas a su zona costera y sus actividades tradicionales, además de que resaltan sus áreas naturales protegidas, playas e islas, entre otras.
Se utilizaron los métodos cualitativos descriptivos, así como herramientas cuantitativas. A partir de la información bibliográfica y comunicación directa se identificaron los bienes naturales de la región. Luego se elaboraron fichas donde se registraron las características específicas del patrimonio natural en base a lo propuesto por Gutiérrez (1993), donde clasifica los bienes naturales en físicos y biológicos. Los aspectos registrados fueron el tipo de vegetación, fauna significativa, paisaje del entorno, acceso y conservación. La calidad del recurso (originalidad, único), el grado de interés (si es visitada por locales, nacionales o extranjeros) y potencial turístico alternativo. Estas fichas resumen el patrimonio local con potencial para actividades de turismo alternativo. A su vez se aplicaron cuestionarios con preguntas cerradas a 32 turistas que estuvieron disponibles en la región y aceptaron participar entre durante los meses de julio y agosto de 2013. Se pidió que especificaran los sitios que consideran importantes para visitar, cuáles son los que más destacan y por qué, sus intereses y los servicios que han requerido en la costa para tener una estadía placentera. Esta muestra fue determinada de acuerdo a Anderson (2006) y con base a la estimación de visitantes en la Costa Alegre, Jalisco, según informes del Anuario Estadístico de la Secretaría de Turismo (2011). De acuerdo a estos datos, la Bahía de Chamela registró un 0.17% del total de visitantes, determinando una proporción de 767 turistas del total anual en la bahía. A su vez, se estableció un listado sobre las actividades de turismo alternativo descritas por la Secretaría de Turismo (2004), para obtener datos sobre el conocimiento que tienen los turistas sobre esta actividad y cuáles son las que más realizan en la bahía. Aunque las encuestas se aplicaron en la zona de la Bahía de Chamela, estas se realizaron en su mayoría en la comunidad de Punta Pérula por ser el lugar donde llegan gran parte de los visitantes de la bahía. Se realizó una revisión de literatura centrada en las actividades económicas preponderantes en la región, así como de los proyectos relacionados al turismo y protección del medio ambiente, sus características; por otra parte, se analizaron conceptos sobre turismo alternativo y sus orígenes.
En el municipio costero de La Huerta, la población activa económicamente es del 48.5%, de la cual el 36% se dedica al sector primario, en su mayoría en la producción agropecuaria y la pesca, el sector secundario (19%) trabaja en las actividades de industria manufacturera y construcción, y es dentro del sector terciario en el que se incluye al turismo con el 43% en su mayoría en hotelería, restaurantes y comercio. La actividad turística en la costa del municipio da empleo a alrededor de 900 personas de manera directa y una cantidad no determinada de empleos indirectos, contribuyendo con el desarrollo social y económico de la bahía, aunado a esto, es de señalar que de las poblaciones que conforman la Bahía de Chamela, son tres los que superan la cantidad de 600 habitantes como son Punta Pérula, Francisco Villa y Emiliano Zapata, que suman alrededor del 79% de la población de la bahía, siendo en la comunidad de Punta Pérula en la que existe más infraestructura y servicios, por lo que representa el sitio con mayor número de visitantes (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, 2008)
El origen del turismo en la región se remonta a la llegada de Gian Franco Brignone en 1968, entonces la costa de Careyes tuvo grandes cambios que repercutieron en las zonas colindantes como la Bahía de Chamela, debido a que el empresario adquirió una importante cantidad terrenos costeros, en los que desarrolló infraestructura turística, siendo el 15 de septiembre de 1976 cuando se inauguró el Hotel Plaza Careyes (Tello, 2006). A su vez, el empresario ha invertido en fundaciones e instituciones para la conservación de los recursos naturales, esto infundado en el sector privado.
Además de este sitio, durante las últimas décadas la Bahía de Chamela y sus zonas colindantes se han visto expuestas a la posibilidad de implementar desarrollos turísticos debido al gran potencial con el que cuenta, puesto que la presencia de playas y acantilados de gran riqueza natural despiertan el interés del sector político y empresarial, desde la fecha de declaración de la Reserva de la Biosfera de Chamela-Cuixmala en 1993 y los Santuarios como áreas naturales protegidas, se han intentado desarrollar por lo menos siete centros turísticos en proyectos como “El Faro”, “Farallón”, “Caracol”, “Marina Careyes” “Rancho Don Andrés”, “La Tambora” “Las Rosadas Club de Golf & Polo”, los cuales han sido objetados por instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México y la Fundación Ecológica de Cuixmala, con argumentos científicos y legales donde demuestran que dichos desarrollos no cumplen con los requisitos necesarios en base a la sustentabilidad y protección del ambiente, (Boege et al., 2009); a su vez, existe la tentativa de construir el proyecto “Zafiro” el cual durante los últimos años se ha encontrado en un debate, debido a los impactos que este puede generar en la región, pero que es un desarrollo que en la actualidad continua en discusión y con posibilidades de realizarse.
El programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de la zona costera de Jalisco (POET) enfatiza en el potencial turístico en la zona y la necesidad de ordenar los desarrollos bajo criterios de sustentabilidad con la finalidad de evitar problemas ambientales como a los que ya se enfrentan con los actuales desarrollos turísticos de la bahía; no obstante su potencial, existen otros inconvenientes que limitan la creación de proyectos turísticos como son la falta de agua e infraestructura y servicios adecuados, aunado a esto los problemas de tenencias del territorio (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, 2008).
Los sitios que resultan de mayor interés para los turistas son los que están relacionados con los recursos naturales, principalmente en las áreas acuáticas, debido a que son el motivo principal por el que los turistas visitan la Bahía de Chamela. Los atractivos que más visitan los turistas durante su estadía son las playas (43.8%), el mar durante los recorridos acuáticos (21%) y las islas de la Bahía de Chamela con el 18.8% (ver figura 2). Aunado a esto, existen otros lugares que despiertan el interés de los turistas como los ríos, los esteros y las zonas de montaña, entre otros sitios. El recurso natural que más destaca de la Bahía de Chamela es el Santuario de Aves “Isla de la Bahía de Chamela”, puesto que en ellas se realizan múltiples actividades. Estas islas se consideran como el primer santuario de aves en México que se decreta como área natural protegidas (DOF, 2002; CONANP, 2008).
En la Bahía de Chamela existen recursos naturales importantes y que representan una oportunidad para realizar actividades turísticas con un enfoque sustentable; por lo tanto, tomando como referencia las opiniones de los visitantes sobre los sitios visitados en la bahía y las actividades turísticas que han realizado se identificaron tres sitios de interés que tienen las características adecuadas y de gran potencial para ser aprovechados dentro de un modelo de turismo alternativo.
5.1- Santuario de Aves Islas de la Bahía de Chamela
Descripción: Es un santuario de aves que se forma por las Islas Pajareras, Cocinas, Mamut, Colorada, San Pedro, San Agustín, San Andrés y Negrita, así como por los islotes Los Anegados, Novillas, Mosca y Submarino. Dentro de este santuario destacan las islas Pajarera y Cocinas para el desarrollo de actividades de turismo alternativo, debido a que son las únicas sobre las que se puede desembarcar de forma segura y son las de mayor tamaño (ver figura 3).
Tipo de vegetación: Tiene vegetación xerófila en las zonas de acantilados y vegetación arbustiva y arbórea en zonas bajas.
Fauna: Se pueden observar poblaciones de aves, así como colonias de murciélagos (insectívoros y nectívoros) y reptiles. Los animales que más destacan son las aves marinas como el pelicano, bobo patas azules, bobo patas amarillas, al igual que reptiles como iguana negra, iguana verde, lagartijas y culebras.
Paisaje: Es una característica importante, puesto que se considera la bahía con más islas en su interior, se conforma por acantilados los cuales se pueden observar al visitar el lugar, ya que forman un paisaje único.
Calidad del recurso: Está en buen estado, la inexistencia de asentamientos humanos ha permitido su conservación.
Grado de interés: Sus características singulares lo convierten en un lugar interesante, por lo cual es visitado por turistas internacionales, nacionales y locales, la mayor cantidad de visitantes provienen del estado de Jalisco, sus características físicas han despertado interés para realizar actividades de investigación.
Acceso: Es posible ingresar a las islas por medio de transporte acuático, como las lanchas, el viaje se realiza principalmente desde la comunidad de Punta Pérula, así como de la playa de Xametla.
Conservación: Como se trata de un área natural protegida, con el decreto de “Santuario de Aves” existen actividades de conservación que se encuentran bajo responsabilidad de la “Reserva de la Biosfera de Chamela Cuixmala” junto con la Universidad Nacional Autónoma de México y la Fundación Ecológica de Cuixmala.
Potencial turístico: Se considera el principal atractivo de la bahía, por sus características es viable para realizar actividades de turismo alternativo, actualmente se realizan paseos en lancha alrededor de las islas, senderismo, avistamiento de aves, actividades de educación ambiental e investigación, así como camping sobre las islas Pajarera y Cocinas. Sin embargo, todas las actividades en esta zona están normadas por el decreto correspondiente y su programa de manejo (DOF, 2002)
5.2- Playa Punta Pérula
Descripción: Se encuentra sobre el litoral de la Bahía de Chamela en la comunidad del mismo nombre y a 118 km de la cabecera municipal. Es en este sitio en donde se localiza la mayor cantidad de servicios turísticos como restaurantes, hoteles y locales comerciales que requiere la población local y los visitantes. Es a su vez la playa más concurrida de la bahía por su facilidad de acceso (ver figura 4).
Tipo de vegetación: Se pueden encontrar gran variedad de maderas finas tropicales como caoba, cedro rojo y blanco, su vegetación es similar a la que se encuentra dentro de la “Reserva de la Biósfera de Chamela Cuixmala”.
Fauna: Se puede observar especies de tortuga marina en ciertas temporadas, así como el cocodrilo americano puesto que la playa colinda con un estero.
Paisaje: Se conforma por elementos antropomórficos antrópicos, debido a que se trata de una comunidad habitada y constituida por casas e infraestructura turística dentro de una zona con vastos recursos naturales.
Calidad del recurso: La playa se encuentra en buen estado, no obstante, su frecuente uso por parte de los visitantes y locales, ya que se aplican actividades de educación ambiental, limpieza y de protección de flora y fauna. El ancho de la playa es de 10 a 15 m de distancia entre la infraestructura y la zona marina.
Grado de interés: Por su ubicación y conformación resulta de gran interés, pues se trata de la zona de donde se realizan las salidas de tours hacia las islas con actividades de, buceo o pesca. Se reciben visitantes internacionales, nacionales y locales, entre los que destacan por su mayor cantidad los turistas que pertenecen al estado de Jalisco.
Acceso: Es de fácil acceso, se puede llegar por una carretera, un kilómetro hacia la comunidad de Punta Pérula.
Conservación: Sus actividades de conservación se enfocan en la tortuga marina y las especies de flora y fauna de su alrededor.
Potencial turístico: Tiene un importante potencial turístico, puesto que la playa se encuentra dentro de la comunidad más desarrollada en cuanto a servicios turísticos.
5.3 Playa Xametla
Descripción: Esta playa es utiliza por la cooperativa de pesca de Cuixmala, combinando las actividades pesqueras con los servicios turísticos, se localiza frente a las Islas de la Bahía de Chamela (ver figura 5).
Tipo de vegetación: Existe gran variedad de maderas finas tropicales como caoba, cedro rojo y blanco, sus especies son similares a las de la Reserva de la Biosfera de Chamela Cuixmala.
Fauna: Se puede encontrar por temporadas anidamientos de tortuga marina, así como reptiles y aves.
Paisaje: El paisaje se forma por elementos naturales y algunos elementos antropomórficos como ramadas y casas hechas con materiales de la región. Desde la playa se pueden observar las islas.
Calidad del recurso: Se encuentra en buen estado de conservación, puesto que los escasos asentamientos han afectado su estado actual.
Grado de interés: La playa es de gran interés para la población local, así como para las personas que visitan la zona, no obstante, no es tan concurrida como la playa de Punta Pérula.
Acceso: La playa no es muy visible, no obstante, es de fácil acceso, se debe ingresar por una calle de terracería por un camino de uno a cinco minutos de duración, es de acceso libre, para el caso en que se quiera acampar se debe pagar una cuota específica.
Conservación: No se realizan actividades de conservación.
Potencial turístico: No obstante, a que la playa es poco conocida, tiene gran potencial turístico por su ubicación: Se tienen áreas específicas de acampado y servicios turísticos como recorridos hacia las islas. Su poca infraestructura permite que sea visualmente atractiva, se tienen los servicios básicos, pero no se ofrecen servicios de alimentación. Predominan los turistas nacionales, principalmente del estado de Jalisco.
6. Servicios turísticos de la Bahía de Chamela
En la región de la Bahía de Chamela se localizan dos desarrollos turísticos importantes, que son de carácter privado el Hotel “Las Alamandas” en la comunidad de Quémaro y el “Hotel Careyes” que se ubica en el Pueblo Careyes, ambos establecimientos se encuentran en los extremos de la bahía. Sus instalaciones corresponden a centros de hospedaje denominados como de “gran turismo”, sus áreas verdes y playas son privadas y son sitios concurridos regularmente por personas con alto poder adquisitivo. De acuerdo a los registros de la Dirección de Turismo de La Huerta, Jalisco, existen 12 hoteles, de los cuales tres se encuentran en el pueblo de Chamela, uno en Quémaro y ocho en la comunidad de Punta Pérula.
Los servicios que más requieren los visitantes son los de hospedaje y alimentación, no obstante, estos son escasos debido al poco desarrollo social. Se realizan recorridos turísticos por la zona, sin embargo, es necesario introducir guías especializados y mayor oferta en los servicios de alimentación. Las personas que visitan la Bahía de Chamela han requerido diversos servicios de las comunidades cercanas, entre los que más han necesitado son hospedaje con 40.6%, servicios de transporte con 18.8%, así como guías especializados, servicios de restaurantes y de transporte (ver figura 6). Entre otros requerimientos de los turistas también se pueden observar la venta de productos básicos y servicios para actividades acuáticas.
6- Turismo alternativo en la Bahía de Chamela, Jalisco
En la bahía se ofrecen algunos productos de turismo alternativo que están relacionados principalmente con las actividades acuáticas. La importancia de los recursos naturales como las islas y los bosques posibilitan este modelo turístico. De acuerdo a la opinión de los visitantes el 61% menciona que dentro de la Bahía de Chamela se realiza el turismo alternativo, no obstante, existen algunas actividades como ecoturismo y turismo de aventura y rural que son de mayor notoriedad entre los visitantes (ver figura 7).
Ecoturismo: Los turistas mencionan que las actividades que más se realizan dentro de la bahía son las de observación de flora y fauna, el 60% de los turistas contestaron afirmativamente, seguida por las actividades relacionadas con algún proyecto de investigación científica (50%), o bien sobre rescate o conservación de flora y fauna (43%).
Turismo de aventura: La práctica de actividades de este segmento se realizan frecuentemente por los turistas en la bahía, puesto que el 67% realizó actividades como paseos acuáticos y espeleísmo, mientras que el 63% realizaron alguna actividad relacionada con rappel y montañismo
Turismo rural: Se realiza poco de acuerdo a la opinión de turistas, ya que la fotografía rural (23%) y el agroturismo (13%) fueron los más populares.
Los atractivos turísticos que existen a lo largo de la Bahía de Chamela incluyen sitios de interés y características especiales, en lo que se refleja la importancia que tienen no sólo para las poblaciones locales, sino también para los visitantes de la zona, por lo que en una corta extensión de espacio se observa un patrimonio propenso a ser aprovechados con el uso de actividades como el turismo alternativo. Existen sitios similares en donde se pueden observar importantes recursos sobre pequeños territorios, como sucede con la costa asturiana, en España, sobre las regiones del Arco Atlántico europeo, lugar que tiene un litoral con un relevante patrimonio natural, tomando como referencia de que en la franja de un kilómetro medido desde el borde, el cual representa casi el 3% del superficie de la región, se ubica la tercera parte de los lugares de importancia comunitaria; por otra parte, existen atractivos culturales debido a la antigüedad de las poblaciones con vestigios de la cultura castreña, a su vez en el territorio existen pequeñas poblaciones pesqueras sobre puertos de refugios naturales que en conjunto son de gran interés cultural, muchos de ellos decretados como Bienes de Interés Cultural (Núñez-Cornú y Carrero, 2012).
Esas similitudes permiten observar como el potencial turístico de una región no depende de lo extenso de su territorio sino de sus recursos naturales y del análisis e interpretación del patrimonio local apto para el desarrollo de un modelo de turismo en el cual pueda hacerse uso de utilícenlos recursos naturales con medidas de sustentabilidad. El hecho de que existan zonas o poblaciones que cuentan con mayor número de servicios que otras es un punto relevante, ya que puede marcar el inicio para que otras comunidades logren desarrollar actividades; ejemplificando lo anterior se puede mencionar lo que acontece con la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, en donde uno de los ejidos que trabajan con sus atractivos llamado “El Capulín” destaca sobre el resto, puesto que los diversos atractivos de su alrededor demuestran un potencial idóneo para las personas que gustan de hacer actividades de turismo alternativo por lo que dicha comunidad cumple con las características necesarias en cuanto a servicios y sitios de interés (Rogel-Fajardo et al., 2011). Caso similar sucede con la comunidad de Punta Pérula, que destaca por ser el lugar más concurrido por los visitantes que requieren de algún servicio en específico, su importancia no sólo depende de estos, sino también de los recursos naturales que la conforman, teniendo la oportunidad de implementar lo ejemplificado en el ejido “El Capulín”, colaborando en el impulso de las actividades turísticas para extenderlo al resto de la bahía.
El patrimonio local de la Bahía de Chamela es adecuado para implementar servicios de turismo alternativo puesto que los recursos naturales con los que cuenta, entre sus playas e islas despiertan el interés de los visitantes; para impulsar y mejorar las actividades actuales se requiere de utilizar herramientas que permitan tomar medida en pro de la obtención de beneficios económicos e impulsar el potencial turístico, tomando a consideración las necesidades y características del sector de mercado que suele realizar actividades turísticas bajo un enfoque sustentable. De acuerdo a la opinión de los visitantes, las actividades que más realizan se enfocan a aquellas en relación al mar, lo que origina un interés especial sobre los territorios cercanos a la costa no sólo de los turistas y habitantes locales, sino también de inversiones externas lo cual ha generado dificultades para el desarrollo de la zona, aunado a esto, las limitaciones de la bahía para impulsar el turismo alternativo están enfocadas a la escasez de la infraestructura y servicios, debido a que no existe el suficiente desarrollo del turismo enfocado en la organización así como de la captación de visitantes puesto que a pesar de la existencia de recursos naturales de interés, es fundamental trabajar en la implementación de programas que mejoren la infraestructura, servicios y planeación para el sector turismo.
Un agradecimiento a la Universidad Autónoma de Sinaloa y al Cuerpo Académico Análisis Regional y Turismo de la Universidad de Guadalajara, por el apoyo brindado. A la Dirección de Turismo del municipio de La Huerta, Jalisco, y a los turistas de la Bahía de Chamela que compartieron su tiempo para responder las encuestas. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por apoyar el proyecto de maestría “Desarrollo local y turismo alternativo en la Bahía de Chamela, Jalisco”, trabajo del cual se desprende el presente artículo.
Referencias
Aceves-Calderón, O., y Riemann, H. (2008). “Paisajes culturales”. En: Danemann G., y Ezcurra E. (Edit.). Bahía de los Ángeles: recursos naturales y comunidad. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Instituto Nacional de Ecología, Pronatura Noroeste A, C., San Diego Natural Histoy Museum. Ensenada, México, pp. 93-118.
Anderson, D. (2006). “Estadística para Administración y Economía”. CENGAGE Learning. 10a ed. Distrito Federal, pp. 256-257
Bravo-Olivas, M.L., Chávez-Dagostino, R. M., Espino-Barr, E., y Rosas-Puga, R. (2014). “Huella de la pesca ribereña”. En: Cifuentes-Lemus, J. y Cupul-Magaña, F. (Coord.). Temas sobre investigaciones costeras. Universidad de Guadalajara. Puerto Vallarta, México, pp. 110-142
Boege, K., Castillo A., García, A., Vega, J., Miranda, A., Ruíz, A. y Rueda, R. (2010). Dictamen técnico de la manifestación de impacto ambiental del proyecto de desarrollo turístico Zafiro.Identificación de posibles impactos a las áreas naturales protegidas de la región. Fundación Ecológica de Cuixmala, A.C., Universidad Nacional Autónoma de México. Distrito Federal, pp.7-8.
Catibog-Sinha, C. y Heaney, L. (2006). “Biodiversidad de Filipinas: Principios y práctica”. Manila: Fundación Haribon, pp. 495
Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) (2008). Programa de conservación y manejo: Santuario de Islas de la Bahía de Chamela, México, pp. 33-36
Cooper, N. (2000).” ¿Cómo lo natural es una reserva natural? Un estudio de la ideología de la naturaleza en la conservación de los paisajes”. En Biodiversidad y Conservación 9(9), p. 1131-1152.
De la Cruz, R. (2004). “Patrimonio Natural y Reservas Marinas”. En PASOS, Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, 3(2), p. 179-192.
DOF- Diario Oficial de la Federación (2002). Decreto por el que se declara área natural protegida con la categoría de santuario a las islas La Pajarera, Cocinas, Mamut, Colorada, San Pedro, San Agustín, San Andrés y Negrita, y los islotes Los Anegados, Novillas, Mosca y Submarino, situadas en la Bahía de Chamela, frente a las costas del Municipio de La Huerta, Estado de Jalisco, con una superficie total de 1,981-43-93.200 hectáreas. Publicado en el Diario Oficial de la federación el día 13 de junio de 2002. Disponible en http://siga.jalisco.gob.mx/assets/documentos/normatividad/anpbahiachamela.htm . Consultado en 26/10/2017 a las 14:35.
Godínez, C., Schroeder, N., Galicia, C., Pujadas-Botey, A., y Martínez-Hernández, L. (2009). “El bosque tropical seco en riesgo: conflictos entre uso agropecuario, desarrollo turístico y provisión de servicios ecosistémicos en la costa de Jalisco, México”.En Interciencia, 43(12), p. 844-850.
Gultekin, E. y Ucar, A. (2011). “Natural and cultural heritage tourism potential and sustainable planning proposal for Elmali”. En Antalya 5(5), p. 669-677.
Gutiérrez, J. (1993). “Recursos Naturales y Turismo”. D.F. México: LIMUSA NORIEGA
INBO -Instituto Nacional de Biodiversidad (2013). Biodiversidad en Costa Rica. Disponible en: http://www.inbio.ac.cr/es/biod/bio_biodiver.htm .Consultado en 26/01/2017 a las 16:40.
INEGI -Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2013). Censo y conteo de Población y Vivienda. Disponible en: http://www3.inegi.org.mx/sistemas/iter/consultar_info.aspx . Consultado en 26/01/2017 a las 16:40.
Li, F.M. (2008). “La cultura como un factor determinante en el desarrollo del turismo de China”. Temas actuales de turismo. 6(11), p.492-513
Medina-Rosas, P. (2014). “Estado actual de los estudios y conocimiento sobre los corales arréciales del Pacífico mexicano”. En: Cifuentes-Lemus J., y Cupul-Magaña F. (Coord.) Temas sobre investigaciones costeras. Universidad de Guadalajara. Puerto Vallarta, México, pp. 82-98.
Núñez-Cornú, F. y Carrero-Roa, M. (2012). “Fragilidad”. En: Núñez Cornú, F., Rodríguez- Gutiérrez, F. y Chávez-Dagostino, R. (Coord.). Gestión integrada de paisajes litorales: Hacia una metodología comparativa, caso Asturias, España y Bahía de Banderas, México. Plaza y Valdes, México DF., pp. 93-139.
Osorio, M. (2010). “Turismo masivo y alternativo: Distinciones de la sociedad moderna/posmoderna”. En Convergencia, Revista de Ciencias Sociales 17(52), p. 235-259
Riensche, M., Castillo, A., Flores-Díaz, A. y Maass, M. (2015). “Tourism at Costalegre, México: An ecosystem services-based exploration of current challenges and alternative futures”. Futures, 66, p. 70-84.
Rogel-Fajardo, I., Rojas-López, A., y Ortega-Vega, S. (2011). “El turismo alternativo como estrategia de conservación de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca”. Quiver 13(2), p. 115-133
Ruoss, E. y Alfaré, L. (ed.) (2013). Sustainable tourism as driving force for cultural heritage sites development. Enhancement of Cultural Heritage through Environmental Planning and Management, p. 66
Sáenz-Chávez, M. y Danemann, G. (2008). “Análisis de la problemática ambiental en las áreas naturales protegidas y marinas de la región de Bahía de Los Ángeles, Baja California”. En: Flores-Campaña L.(Ed.) Estudios de las islas del mar del golfo de California. Universidad Autónoma de Sinaloa, Facultad de Ciencias del mar, Centros de estudios y conservación de las islas. Dirección Editorial, Culiacán, México, pp. 183-192
SECTUR -Secretaría de Turismo de Jalisco (2011). Anuario Estadístico de la Secretaría de Turismo de Jalisco, pp. 32-152.
SECTUR -Secretaría de Turismo (2004). Como desarrollar un proyecto de ecoturismo. SECTUR Distrito Federal: Serie de turismo alternativo, pp. 7-116
SEMARNAT -Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (2009). Manual técnico para beneficiarios: Turismo de naturaleza. SEMARNAT Distrito Federal, pp. 7-24
Tello, C. (2006). “La magia de Careyes”. Turner Editorial, Fundación G.F. Brignone, México, pp. 47-56
Torreblanca-Ramírez, E., Muñoz-Ramírez, S., Danemann, G. y Smith, F. (2008). “Pesca deportiva”. En: Danemann, G. y Ezcurra E. (ed.) Bahía de los Ángeles: recursos naturales y comunidad. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Instituto Nacional de Ecología, Pronatura Noroeste A, C., San Diego Natural Histoy Museum. Ensenada, México, pp. 603-630.
Wearing, S. y Neil, J. (1999). “Ecotourism : Impacts, Potentials and Possibilities”. Butterworth Heinemann, UK.
Recibido: Noviembre 2017 Aceptado: Diciembre 2017 Publicado: Diciembre 2017