Erika Patricia Cárdenas Gómez
Profesora-investigadora en El Colegio de Jalisco. Doctora en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad por la Universidad de Guadalajara, México
erika.cardenas@coljal.edu.mxResumen. El artículo tiene como objetivo analizar la actividad turística en América Latina y el Caribe en el periodo que comprende de 1945 al 2017. Aunque la investigación se centra en estudiar la evolución del turismo en tres países: Brasil, México y República Dominicana. Para ello se mencionan, a grandes rasgos, los elementos económicos, políticos y sociales tanto internos como externos que lo han impulsado así como las políticas turísticas que se han implementado para su fomento. La razón de elegir a estos tres países se debe a que el turismo de sol y playa juega un papel importante en su economía. Para una mejor organización el artículo se divide en tres apartados. En el primero se presenta un breve recuento de la actividad turística en Latinoamérica y el Caribe, en el segundo se analizan la evolución histórica que en el rubro de turismo han tenido Brasil, México y República Dominicana. En el tercero se señalan las similitudes y diferencias del acontecer en materia turística entre los países seleccionados.
Palabras clave: América Latina-turismo de sol y playa- turismo interno-políticas turísticas-sustentabilidad.
Abstract. The article aims to analyze tourism activity in Latin America and the Caribbean in the period from 1945 to 2017. Although the research focuses on the evolution of tourism in three countries: Brazil, Mexico and the Dominican Republic. The economic, political and social elements, both internal and external, that have given rise to it, as well as the tourist policies that have been implemented for its development, are mentioned in great detail. The reason for choosing these three countries is because sun and beach tourism plays an important role in their economy. For a better organization the article is divided into three sections. The first presents a brief account of tourism activity in Latin America and the Caribbean. The second one analyzes the historical evolution of tourism in Brazil, Mexico and the Dominican Republic. In the third, the similarities and differences of the events in tourism between the selected countries are indicated.
Key words: Latin America-sun and beach tourism- internal tourism-tourism policies-sustainability.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Erika Patricia Cárdenas Gómez (2017): Turismo en los principales destinos de sol y playa de Latinoamérica y El Caribe, Revista Turydes: Turismo y Desarrollo, n. 22 (junio 2017). En línea:
http://www.eumed.net/rev/turydes/22/latinoamerica-turismo.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/turydes22latinoamerica-turismo
Introducción
En la actualidad el turismo 1 se ha constituido como una de las actividades económicas más importantes a nivel internacional, regional y nacional. Así pues, a lo largo de estos 60 años ha registrado un crecimiento significativo. En el año 2016 la Organización Mundial del Turismo (OMT) señaló que la llegada de turistas internacionales a escala mundial pasó de 25 millones en 1950 a 1 133 millones en el año 2014. De igual manera, dicha organización informó que los ingresos por turismo internacional obtenidos en múltiples destinos alrededor del planeta pasaron de 2 000 millones de dólares estadounidenses en 1950 a 1 425 000 millones de dólares estadounidenses en 2014. Otras cifras importantes de la actividad turística son: 1) aporta el 9 por ciento del Producto Interno Bruto, PIB; 2) genera 1 de 11 empleos; 3) produce 1,5 billones de dólares en exportación; y 4) es el responsable del 6 por ciento de las exportaciones mundiales (OMT, 2016).
Ahora bien, dar a conocer lo que ha acontecido en materia turística en América Latina y el Caribe es el objetivo del presente artículo, donde por cuestiones de tiempo y espacio se analizan únicamente tres países: Brasil, México y República Dominicana, los cuales se han especializado en el turismo de sol y playa.
La masificación de la actividad turística a nivel internacional surge después de la Segunda Guerra Mundial debido a tres factores: a) mejoras y avances en los transportes; b) las vacaciones pagadas; y c) el aumento del nivel de vida (Mazón, 2001:98). Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas, ONU agrega otro elemento, la educación debido a que considera que con ésta se estimula el interés por conocer lugares y culturas extranjeras (ONU, 1973: 8).
Sin duda, dichos elementos estarán presentes en América Latina y el Caribe así como otros dos más, los cuales se deben enfatizar: primero, el contexto económico. En las décadas de 1960 y 1970 los gobiernos latinoamericanos tenían la imperiosa necesidad de contar con divisas para impulsar el desarrollo de sus sociedades y vieron en el turismo una herramienta útil para obtenerlas (Martí, 1985). Asimismo, lo verán como un importante generador de empleos. Para velar por el turismo los gobiernos constituirán secretarias de estado. 2 No obstante, “las agrupaciones de prestadores de servicios turísticos fueron los primeros organismos preocupados por generar alianzas para eficientizar el funcionamiento de tan importante actividad” (Gurría citado por Ibáñez, 2014: s/p). Pero, sin duda que en este proceso de impulsar la actividad turística en América Latina y el Caribe los gobiernos han fungido un papel importante debido a que actuaran como empresarios, banqueros, hoteleros, etcétera (García, 1979 y Jiménez, 1993).
El segundo elemento es la iniciativa de Estados Unidos de contener el comunismo en la región, a través de dar a conocer el estilo norteamericano con sus artistas de Hollywood, alojados en una de las cadenas hoteleras presentes en varias ciudades latinoamericanas (Jiménez, 1993; y Machuca y Ramírez, 1994). En este marco y como lo señala Getino “los nombres de las cadenas hoteleras Sheraton, Holiday Inn, Marriott, Ramada, Hilton, etc., han pasado a integrarse al folklore de los negocios latinoamericanos y caribeños. Esa penetración ha contado con la abierta ayuda de los bancos y también de grandes corporaciones de distinto tipo” (1987: 64).
Con lo anterior se incentivará el despegue y desarrollo de la actividad turística en América Latina. Para tener una idea de su ebullición, en la década de 1960 y sobre todo en el Caribe, Enrique Savignac (fundador de Cancún, México) reconoció que en Jamaica se habían puesto en operación varios desarrollos turísticos con la finalidad de complementar las instalaciones ya existentes en Montengo y Kingston. Asimismo, en Bahamas se habían inaugurado Freeport, Paradise Island y Treasure Cay. Mientras que Puerto Rico había triplicado su capacidad hotelera. En este mismo dinamismo se encontraban las Islas Vírgenes, Martinica, Barbados, Guadalupe y Trinidad, e incluso Venezuela (Martí, 1985: 14).
Aunque cabe señalar que para esos años (como hoy día) la mayoría de los viajes internacionales se realizaba sobre todo entre países desarrollados. No obstante, lo significativo fue que a partir de 1970 los organismos internacionales reconocerán a la actividad turística como una estrategia para lograr el crecimiento económico en los países en desarrollo (ONU, 1973: 1). Para ello consideran que la planificación del turismo debe ser básica como la que realizaban para el sector agrícola y el manufacturero. 3
Así pues, a la par que se construían destinos turísticos y la infraestructura requerida para la atención de turistas, se fue incrementado el número de visitantes que llegaban a Latinoamérica así como a otras partes del mundo; lo que generaba una derrama económica. Ello lo afirma Getino quien enfatiza “el crecimiento medio anual de los ingresos del turismo internacional a nivel mundial en el periodo de 1977-1981 fue del 14.6 por ciento. Las regiones que registraron el crecimiento más rápido fueron: el Continente Americano, Asia Oriental y el Pacífico” (1987: 50).
Para esos años la participación en el negocio turístico en América Latina fue del 5.9 por ciento del total mundial; un volumen menor al que obtuvo Austria (Getino, 1987: 67). El multicitado autor menciona que de la región, para 1980, México era el país más importante en materia de ingresos turísticos pues superó lo obtenido por Yugoslavia, y se equiparó con lo que recibieron individualmente Grecia, Bélgica y los Países Bajos (Getino, 1987: 68).
Por lo anterior y por otras razones en la Conferencia Mundial del Turismo celebrada en Manila en octubre de 1980, más de un centenar de países determinaron que el turismo se había convertido en una actividad esencial de la vida de las naciones, ello por los impactos positivos que traía consigo, tales como: económicos, culturales, sociales y hasta diplomáticos (Getino, 1987: 13). 4
En resumen, se puede resaltar que el periodo que comprende de 1945 a 1986 los gobiernos de los países latinoamericanos impulsaron y desarrollaron destinos turísticos ubicados en algunos sitios de litoral, apreciados en buena parte por los turistas que procedían de climas fríos. A partir de 1987 a la fecha la situación ha cambiado, pues ha habido una diversificación tanto de sitios de interés como el perfil de los turistas. De igual manera, se dieron modificaciones en la forma de conducir la política económica de los países latinoamericanos, todos en mayor o menor han abierto su economía, lo que ha incrementado el número de actores y de intereses tanto en materia turística como de otra índole.
Actualmente, la OMT informó que el continente Americano registró el crecimiento relativo más rápido de todas las regiones, con un incremento del 8 por ciento en el número de llegadas internacionales, hasta alcanzar los 181 millones (13 millones más que en 2013). Los ingresos por turismo internacional en la región llegaron a los 274 000 millones de dólares estadounidenses. Respecto al primer punto, dicho incremento se debe tomar con cautela, pues ello se debió a que México hizo un ajuste metodológico para incorporar a los turistas fronterizos y por eso aumentó de manera significativa del número de turistas que arribaron a él y por ende a la región. 5
Específicamente en el desempeño de la actividad turística América Latina y el Caribe se incluyen dos gráficos. En el primero se ilustra el número de turistas internacionales que han arribado a la región en el periodo que va de 1995 al 2014. En este lapso de tiempo se pasó de 47 millones de arribos de turistas internacionales a los 88 millones. Aunque hubo dos años en que disminuyó la tendencia del 2001 al 2002 (de 54 millones de arribos cayó a los 51 millones) y del 2008 al 2009 (de 71 millones bajó a los 69 millones). Los dos fenómenos que causaron dicha caída fueron los ataques de las torres gemelas en los Estados Unidos en el 2001 y la crisis económica mundial del 2008.
En el gráfico 2 se puede observar que América Latina y el Caribe recibieron 28 241 mil millones de dólares estadounidenses en el año de 1995 a los 85 065 mil millones en el 2014. En 19 años casi se triplicaron los ingresos por concepto de turismo, lo que indica un gran dinamismo en el sector. De igual manera, se observan altibajos.
Una vez señalado lo anterior, toca el turno de presentar las experiencias que en materia turística han tenido los países de Brasil, México y República Dominicana.
Como ya se indicó por cuestiones de tiempo y espacio únicamente se presenta el análisis de tres países, los cuales se han caracterizado por impulsar el turismo de sol y playa en sus territorios.
2.1. El caso de Brasil
Brasil ocupa casi la mitad del área total de América del Sur. Tiene una extensión territorial de 8 millones de kilómetros cuadros. La mayor parte de su territorio se ubica entre el Ecuador y el Trópico de Capricornio, por ello sus estaciones son opuestas a las del Hemisferio Norte (Do Coutto, 1991: 51).
Fue en el año de 1930 cuando se empezó a desarrollar la zona sur a lo largo de la costa de dicho país. Ello por la disponibilidad de capitales que existían en ese momento. Además, de que en ese entonces se privilegiaba la idea de vivir junto al mar. Así pues, se densificó la zona con la construcción de viviendas de varios niveles (Flamarión y da Silva, 1992: 201). 6
Ahora bien, Brasil cuenta con varios atractivos naturales y culturales importantes, tales como: la selva amazónica, las Cataratas de Iguazú, el Pan de Azúcar y las iglesias en los estados del sur, por citar algunos ejemplos. Anteriormente, la ciudad más visitada era Río de Janeiro, pero hoy día es Sao Paulo, pues recibe un total de 2 219 513 de turistas internacionales mientras que a Río de Janeiro llegan 1 207 800 turistas (Ministerio de Turismo de Brasil).
Es importante señalar que uno de los componentes clave para el despegue de la actividad turística en Río de Janeiro fue el carnaval, el cual en un inicio era parte de una de las festividades locales, pero con el paso del tiempo se fue transformando en un gran acontecimiento turístico vendido a precios altos y a grupos organizados. En otras palabras, el carnaval se convirtió en un espectáculo para los extranjeros (Flamarión y da Silva, 1992: 234).
Otro punto importante es que Brasil ha sido anfitrión de varios eventos internacionales tales como: 1) la Copa del Mundo de Fútbol en 2014; 2) y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016, lo cual ha estimulado la llegada de turistas internacionales.
Es importante señalar que la mayoría de los turistas que visitaron a Brasil en el año de 2015 procedieron de la región, Argentina, encabeza la lista, le sigue Estados Unidos, Chile, Paraguay y Uruguay. Aunque, también estuvieron presentes turistas de Alemania, Italia e Inglaterra (Ministerio de Turismo de Brasil). Quizá por esta diversificación de los países que proceden los turistas internacionales que visitan a Brasil se detona un turismo diferente al de sol y playa.
Ahora bien, Brasil para mantenerse en el mercado turístico debe resolver algunas problemáticas, tales como: 1) el mal estado en que se encuentran las instalaciones urbanas; 2) la falta de acceso de la población al suelo y a los servicios urbanos; 3) la ausencia de un transporte colectivo eficiente y suficiente; 4) la inseguridad pública; y 5) el deterioro de medio ambiente (Flamarión y da Silva, 1992: 247).
2.1.1. La política turística 7 en Brasil
Desde la década de 1960 se ha implementado una política turística en Brasil y el encargado de guiarla es el Ministerio de Turismo. A pesar de ello no se han obtenido los logros esperados, pues dicha actividad económica se ha caracterizado por ser espontánea y desordenada (Zúñiga, Castillo y Fumi, 2012: 245). Misma tónica estará presente en México y República Dominicana.
Un aspecto que se debe resaltar es que desde mediados de los años ochenta el gobierno federal autorizó la entrada de inversiones extranjeras. Anteriormente, ésta únicamente se permitía para las cadenas hoteleras. Sin embargo, dicho hecho se debe tomar con cautela porque en realidad no era inversión extranjera, pues solamente se trataba de la prestación del nombre de la cadena a los dueños de los hoteles brasileños (Do Coutto, 1991: 53).
Un aspecto que se debe resaltar es que a lo largo de estas cinco décadas en Brasil se han elaborado varios planes nacionales y programas, los cuales en un principio “fueron creados con un enfoque economicista hasta la modernización del pensamiento turístico, centrado en el aspecto humano y en el desarrollo sustentable” (Rushmann citado en Zúñiga, Castillo y Fumi, 2012: 246). Ello se ha traducido en números, pues el Reporte de Competitividad en Viajes y Turismo en el año de 2015 y 2017 informó que dicho país obtuvo altas calificaciones en dichos rubros.
Otro cambio significativo de la política turística brasileña ha sido la puesta en marcha del Programa de Regionalización al Turismo (PRT), el cual fue implementado en el año 2006 y en él se definió a 65 municipios como detonadores de la actividad turística en sus regiones. Para lo cual se requirió de los procesos de descentralización, la participación social, la integración entre gobierno, empresas y sociedad y la sustentabilidad (Tadeu, Moraes y Madeiras, 2015). Con estas estrategias se pretende diversificar la oferta turística del país. Así como impulsar el turismo doméstico, el cual es muy dinámico en el país sudamericano (Ministerio de Turismo de Brasil).
2.2. El caso de México
México se ubica en la región de América del Norte, está bordeado por el Océano Pacífico y el Atlántico. Tiene una extensión territorial de 1.9 millones de kilómetros cuadrados (INEGI, 2017). A pesar de contar con varios kilómetros de litoral; las ciudades en esta zona florecerán hasta mediados del siglo XX.
Antes de esa fecha los principales destinos turísticos del país eran la ciudad de México y Tijuana. Fue hasta 1930 cuando se impulsó el primer destino turístico de sol y playa, Acapulco, situado en Guerrero. Su éxito estuvo determinado por los elementos naturales que componen al territorio. Más el apoyo político y económico respaldado por el entonces presidente de México Miguel Alemán (1946-1952). Así como la situación externa donde el gobierno de Estados Unidos decidió enviar a sus excombatientes a recuperarse de los estragos vividos en de la Segunda Guerra Mundial y en Vietnam (Ramírez, 1986). 8
Una de las constantes de todos los tiempos es que el gobierno mexicano requerirá de divisas. Fue a partir de la década de los años de 1970 cuando vio en el turismo una solución (Martí, 1985). Para lo cual diversificara la oferta turística con la planeación y construcción de cinco Centros Integralmente Planeados, CIP´S; Cancún, Quintana Roo; Ixtapa, Guerrero; Loreto y Los Cabos en Baja California Sur; y Bahías Huatulco, Oaxaca. En la realización de dichas acciones de solicitarán préstamos a organismos internacionales (Hiernaux 1991 y Bringas, 1999).
Es importante señalar que para lograr que estos destinos turísticos funcionaran como tales se tuvieron que sortear varios obstáculos. 9 Sin embargo, éstos se pudieron resolver, pues hoy día Cancún es un ejemplo exitoso de la política turística mexicana y a pesar de que fue planeado desde un inicio no escapa a que hoy día tenga que resolver varios conflictos de tipo económico, social y ambiental.
2.2.1. Política turística en México
De acuerdo con Hiernaux y Torres (2008) la política turística en México se puede dividir en dos grandes momentos. El primer periodo va de 1945-1975 y en el cual la directriz gubernamental tiene un carácter implícito, es decir, que únicamente se llevan a cabo una serie de acciones, pero éstas serán esporádicas y estarán desarticuladas. Otras características de dicha política serán: la fuerte participación del gobierno en dirigir la economía y el papel central que tendrán los presidentes en turno para moldearla a su beneficio.
La segunda va de 1975 a la fecha donde la política turística es de corte explícito. Para lo cual se creó la Secretaría de Turismo con la finalidad de mejorar la coordinación de la actividad.10 A este periodo también se debería señalar que desde mediados de la década de los años ochenta el gobierno mexicano, como otros países latinoamericanos, cambió de política económica. Pasó de ser uno intervencionista a otro neoliberal, donde le dejó al mercado algunas funciones básicas y ente ellas algunas relacionadas con el turismo como son: la concesión de aeropuertos, autopistas, aerolíneas, hoteles, etc.
Por lo anterior, actualmente la política turística se distingue por incorporar a la iniciativa privada en el desarrollo de los destinos turísticos. Así pues, una de las características del gobierno mexicano es el tener un afán desarrollista, el de urbanizar los miles de kilómetros que constituyen sus litorales, para lo cual sigue fungiendo el papel de constructor de infraestructura; promotor; facilitador de requerimientos para destacados empresarios del ramo turístico. Su pretensión es atraer a turistas extranjeros de altos ingresos, sobre todo estadounidenses y canadienses (Bringas, 1999); dejando de lado el turismo doméstico, el cual juega un papel importante en la economía del país.
No obstante, en los últimos años se han dado algunos intentos por cambiar el rumbo de la política turística, como por ejemplo: incluir el tema ambiental en el desarrollo de los destinos turísticos (1990). Pero desafortunadamente ello ha quedado solamente en el papel, pues en el reporte del Foro Económico Mundial recomendó al país azteca cuidar y preservar sus recursos naturales. Otro cambio significativo ha sido la creación del Programa de Pueblos Mágicos, en el 2001 ello con la intención de ampliar la oferta turística. Aunque, hace falta hacer una evaluación del programa con el objetivo de saber sí ha cumplido con las expectativas esperadas y dar cuenta de cuáles son las áreas de oportunidad.
A pesar de estos intentos es visible que México pierde competitividad en el mercado turístico internacional debido a la falta de cambios estructurales en la política turística (Gómez, 2016). Idea que también coincide la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE (2017: 10), quien recomendó al país: a) que el enfoque de la política turística debe ser más estratégico e integrado; b) fortalecer la conectividad aérea (para diversificar el mercado emisor de turistas); c) desarrollar un sistema de transporte más integrado; d) distribuir de mejor manera los beneficios del turismo; y e) enfocar recursos de financiamiento a proyectos turísticos.
República Dominicana se sitúa en el Caribe, la cual junto con el Mediterráneo, forma parte de una de las dos regiones en el mundo con mareas calientes (Aquino, 1991: 87). Tiene una extensión territorial de 48 670 kilómetros cuadrados (Agosín, et al., 2009).
Para la década de los años setenta el turismo en República Dominicana empezó a tener cierta consideración económica (Aquino, 1991: 88). Su atraso se debió: a) la escasa oferta turística; b) el retardado desarrollo de infraestructura; c) la falta de una visión estatal para reconocer la importancia de este rubro y los beneficios que aporta; y d) la ventaja existente en los países del área con relación a la República Dominicana como en el caso de Jamaica, Puerto Rico y Bahamas (Aquino, 1991: 88).
Tuvieron que pasar dos décadas para que República Dominicana desarrollará una planta turística (Aquino, 1991: 88) y lo ha logrado, pues hoy día es una de las economías con mayor crecimiento en América Latina en los últimos 20 años, con una tasa promedio de 5.1 por ciento (Agosín, et al., 2009). Uno de los sectores económicos más dinámicos es su industria turística, la cual ha experimentado un espectacular crecimiento (De Vicente, 2009: 161). Para ejemplificar, en 1978 las llegadas turísticas fueron 304 000 para el 2015 eran de cinco millones. Aunque a partir del 2002 el flujo turístico ha mostrado un crecimiento mucho más moderado (De Vicente, 2009: 161).
En el periodo entre 1993 y 2007 el modelo turístico que se ha basado República Dominicana ha sido la oferta de destinos de sol y playa, donde quienes resultan ser los ganadores son los operadores turísticos y cadenas hoteleras extranjeras quienes venden los paquetes de todo incluido. Asimismo, en este país está presente el crecimiento de proyectos de turismo inmobiliario o residencial (De Vicente, 2009: 162). No obstante, hoy día se impulsan investigaciones con la finalidad de incentivar modalidades diferentes al turismo de sol y playa.
La mayoría de los turistas que visitan República Dominicana proceden de Estados Unidos, Canadá, Venezuela, Brasil, Argentina, Colombia, Perú, Chile, Uruguay, Rusia, España, Alemania, Inglaterra, entre otros (Banco Central de la República Dominicana).
2.3.1 Política turística en República Dominicana
El desarrollo del turismo de la República Dominicana comienza en la década de los setenta cuando intervino el Estado a través de una ley de incentivos fiscales a la inversión turística asimismo, construyó la infraestructura necesaria para atender al turista (De Vicente, 2009: 163).A pesar de ello y como sucede con los otros dos países estudiados en República Dominicana el crecimiento del sector turismo ha sido “desordeno debido, sobre todo, a la ausencia de un plan nacional de ordenamiento territorial, la inexistencia de una estrategia para el sector y también debido a la falta de implementación de planes de ordenamiento turístico en las distintas zonas turísticas” (De Vicente, 2009: 162).
La Secretaría de Turismo es la encargada de la elaboración y ejecución de la política turística. Sus funciones son: la planificación, programación y coordinación de las actividades turísticas del país. Sin embargo, en los últimos años, no ha tenido un plan estratégico para el sector turismo oficialmente reconocido y consensuado con la mayoría de los actores del ramo (De Vicente, 2009: 169).
Dentro del esquema de trabajo de la SECTUR existen otros organismos que cumplen varias funciones importantes, tales como el Comité Ejecutivo de Infraestructura en Zonas Turísticas (CEISTUR) o el Instituto Nacional de Desarrollo Turístico (Indetur). Sin embargo, la crítica recae en que no existe coordinación entre éstos, dándose una yuxtaposición de funciones. Además, de que algunos de ellos tienen la autonomía de endeudarse y ello es preocupante (De Vicente, 2009: 169).
No cabe duda que los tres países seleccionados guardan grandes diferencias, tales como: la extensión territorial, el número de pobladores, el volumen del Producto Interno Bruto, PIB, etcétera tal y como se ilustra a continuación.
En el tercer gráfico se hace un seguimiento del número de pobladores que han tenido Brasil, México y República Dominicana a lo largo de estas últimas cinco décadas. El primer país en 1960 contaba con 72 millones de habitantes y para el 2015 se contabilizaron 207 millones. El segundo tenía en 1960 38 millones de personas mientras que para el 2015 suman 127 millones. El tercero en 1960 contaba con 3 millones de personas y para el 2015 eran 10 millones (Banco Mundial).
En el cuarto gráfico se hace un seguimiento del PIB de los países seleccionados en estas tres últimas décadas. En 1982 el PIB de Brasil fue de 183 786 mil millones de dólares y para el 2015 fue de más de un billón de dólares. En dicho periodo ha tenido altas y bajas. La baja más significativa fue la ocurrida en el periodo de 2010 al 2015. El comportamiento del PIB en el caso de México ha sido más constante pasó en 1982 de 173 721 mil millones de dólares y para el 2015 fue un billón de dólares. Para el caso de República Dominicana en el año de 1862 fue 7 964 mil millones de dólares y para el 2015 fue 68 103 mil millones de dólares.
Otra de las diferencias es la aportación de la actividad turística al PIB. En el caso de Brasil la aportación es del 3.5 por ciento, para México es el 8.4 por ciento y República Dominicana es del 8.5 por ciento (Ministerio de Turismo de Brasil, Secretaría de Turismo y Banco Central de la República Dominicana).
El gráfico 5 es interesante porque muestra el arribo de turistas internacionales a los países estudiados en el periodo que va de 1995 al 2014. Llama la atención la participación que ha tenido México porque supera por mucho a Brasil y a República Dominicana. Aunque es preocupante que estén a la par estos dos países debido a la extensión territorial que cuentan cada uno. No cabe duda que la isla caribeña se somete a un importante desgaste de recursos naturales con la llegada de millones de turistas. Las cifras son las siguientes a México en el año de 1995 arribaron 20 millones de turistas internacionales y para el 2014 fueron 29 millones. En Brasil en 1995 se contabilizaron 1.9 millones de arribos internacionales y en el 2014 sumaron 6.4 millones. Cifras parecidas a las que se observan en República Dominicana, en 1995 pasó de 1.7 millones a 5.1 millones en el 2014.
No obstante, también los habitantes de Brasil, México y República Dominicana abonan a los flujos turísticos internacionales una cantidad nada despreciable. Para el caso de Brasil la balanza turística ha sido negativa en los años de 2010 y 2015, pues han sido más los brasileños que han salido que los turistas internacionales que han arribado a él. Mientras que para México y República Dominicana la balanza es positiva. Aunque la salida de sus habitantes muestra una tendencia a la alza.
En el gráfico 7 se ilustra el ingreso que han obtenido los países seleccionados por concepto de turismo en el periodo que va de 1995 al 2014. México es líder el grupo. En 1995 recibió 6 847 mil millones de dólares para el 2014 fueron 16 mil millones. Ello se explica por la gran cantidad de turistas extranjeros que año con año recibe. Por su parte Brasil y República Dominicana se encuentran en una situación similar. El primero en 1995 recibió 1 085 mil millones y para el 2014 fueron 7 403 mil millones. Mientras que para el segundo fueron 1 571 mil millones en 1995 y para el 2014 sumaban 5 637 mil millones.
Otro elemento a considerar en el estudio del turismo en Brasil, México y República Dominicana es el Reporte de Competitividad en Viajes y Turismo, del Foro Económico Mundial. Éste clasifica a 141 países en 14 apartados y en el cual deja entrever sus fortalezas y debilidades. Para el 2017, de los tres países seleccionados, México resultó mejor calificado, pues en el ranking regional se situó en el lugar 3, mientras que en el global en el 22. En seguida se ubicó Brasil, en el 4 lugar del ranking regional y 27 del global. México obtuvo una destacada calificación en los rubros de: ambiente de negocios, recursos humanos y mercado laboral, así como en tecnologías de información, tal y como se ilustra en el cuadro 2. 11
En el cuadro 3 se aprecia que México únicamente es fuerte en el rubro apertura al exterior. Mientras que Brasil obtuvo mejor calificación en competitividad en precios, así como en medio ambiente y sustentabilidad. Por su parte, República Dominicana lidera en el aspecto en prioridad en las tecnologías.
En el cuadro 4 se observa que México y Brasil son fuertes en infraestructura aérea. Aunque éste último lo es también en servicios disponibles a los turistas, en recursos naturales y culturales disponibles en el entorno. Mientras que República Dominicana resultó mejor posicionado en infraestructura portuaria.
Conclusiones
A lo largo de este artículo se dio cuenta de la evolución que ha tenido la actividad turística en América Latina. La cual tuvo su origen después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, su desarrollo por iniciativa por el Estado sucedió hasta la década de los años de 1960 y 1970, donde se constituyeron las secretarías de Estado o Ministerio para su conducción. Pero a pesar de ello, aún se observa cierto descontrol y desorganización en dicho sector económico. Quizá por eso los países latinoamericanos seleccionados (Brasil, México y República Dominicana) no lideran los rankings mundiales. Una de las áreas de oportunidad es lograr la conectividad entre los puntos emisores y los destinos turísticos.
México es un país que por varias décadas ha tenido una participación destacada en la actividad turística, pero entrar al top ten de la Organización Mundial del Turismo, en el 2014, por un ajuste metodológico es preocupante. Ello, ya lo deja entrever el índice de competitividad turística del Foro Económico Mundial donde obtuvo bajas calificaciones en temas de: sustentabilidad y la disponibilidad de recursos culturales en el entorno.
Sin duda que los tres países seleccionados tienen gran potencial para impulsar y aprovechar la actividad turística (internacional y doméstica) y con ello lograr el tan anhelado desarrollo para sus comunidades. No obstante, existen temas pendientes, como son: la seguridad pública, la salud, la renovación de algunos de sus destinos, incentivar la competitividad y lograr los encadenamientos productivos. Sin descuidar el aspecto medioambiental. Pero para ello se requiere la participación de la sociedad civil, los empresarios y el gobierno.
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* Profesora-investigadora en El Colegio de Jalisco. Doctora en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad por la Universidad de Guadalajara. Con domicilio 5 de Mayo No. 321, Zapopan, Jalisco, C.P. 45100. Correo electrónico: erika.cardenas@coljal.edu.mx
1 Sin duda alguna se requiere una mayor conceptualización del término de turismo. Sin embargo, por fines heurísticos se adopta la definición que propone la Organización Mundial del Turismo “es un fenómeno social, cultural y económico relacionado con el movimiento de las personas a lugares que se encuentran fuera de su lugar de residencia habitual por motivos personales de negocios/profesionales”.
2 En “Brasil se formó una autoridad turística federal en la que el gobierno y los sectores privados compartirían responsabilidades generales; en Argentina la autoridad turística fue instituida como Secretaría de Presidencia; en Uruguay y su tratamiento fue elevado a nivel de Gabinete con la creación del Ministerio de Transportes, Comunicaciones y Turismo; en Colombia, Perú y Venezuela se dieron pasos decisivos para fortalecer las entidades y organizaciones a cargo del turismo otro tanto ocurría en México y países de Centroamérica y del Caribe”(Getino, 1987: 76 y 77).
3 La ONU en el año de 1973 estableció que los gobiernos de los países en desarrollo para impulsar el turismo deberían llevar a cabo lo siguiente: a) investigaciones y estudios generales sobre el turismo incluida la reunión de las estadísticas indispensables para la investigación y para la formulación de la política; b) realización o patrocinio de estudios del mercado turístico, con miras a determinar el potencial del país; c) estudios de los recursos y atractivos turísticos del país; d) la elaboración de una estrategia general de fomento del turismo a la luz de lo dispuesto en los apartados b y c, que abarque cuestiones tales como la utilización de los terrenos y la ordenación del territorio, la determinación de las zonas del país que deben disfrutar de prioridad en la asignación de recursos para el turismo y la prestación de asesoramiento en cuanto al tipo de turismo que se considera conveniente, por razones económicas o de otra índole; e) evaluación de las probables necesidades de alojamiento y otros servicios correspondientes a la demanda prevista en el contexto de la planificación general; f) campañas de comercialización y publicidad a fin de atraer turistas al país; g) organización de programas de formación de persona, o ayuda para ellos; h) reglamentación y fiscalización de los diversos componentes de la industria turística en la medida en que se considere necesario en bien del público en general, de la industria misma o de los turistas nacionales o extranjeros; e i) suministro de los servicios de infraestructura básica exigidos por el aumento del turismo (ONU, 1973: 28).
4 Años más tarde surgirán trabajos académicos que evidenciaran que el turismo también trae consigo externalidades negativas.
5 México en el 2013 contabilizó 24 millones de extranjeros que arribaron al país mientras que para el 2014 fueron 29 millones.
6 Hoy día la mayor parte de la población se encuentra concentrada a lo largo de la Costa (Do Coutto, 1991: 51).
7 Una política turística es una política sectorial. Por lo tanto es una política que se enfoca a entender una parcela concreta de la actividad económica aplicada, en este caso, a la actividad turística (Monfort, 2000: 8).
8 Para esos años, Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Cuba y al no tener tanta competencia en el Caribe, Acapulco despegará como destino turístico (Hiernaux, 2010: 104).
9 Uno de estos obstáculos, por ejemplo en el caso de Cancún, el arquitecto Javier Solórzano refiere: “No era un proyecto fácil. La isla tenía una longitud de 17 kilómetros, una distancia equivalente a la que separa Xochimilco del Zócalo. Pero en algunas partes no tenía ni 50 metros de ancho. Y ahí querían que metiera grandes hoteles, centros comerciales y un club de golf” (Martí, 1985: 27).
10 Por su parte Cárdenas (2017) clasifica a la política turística en México en siete fases, ello de acuerdo a las diferentes administraciones nacionales que la han llevado a cabo.
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