Revista: Turydes Revista Turismo y Desarrollo.
ISSN 1988-5261


ANÁLISIS DEL BIENESTAR MULTIDIMENSIONAL DE LAS REGIONES DE MÉXICO Y DE LOS HOGARES QUE SE DEDICAN AL TURISMO

Autores e infomación del artículo

Adrialy Perez-Gaxiola*

Mario Camberos-Castro**

Universidad Estatal de Sonora, México

vinculacionuah@gmail.com

RESUMEN

Las múltiples dimensiones del bienestar, dan la pauta para medirlo de una manera diferente a la acostumbrada, por medio del método líneas de bienestar; en este contexto, y dado que se ha planteado la necesidad de trascender hacia indicadores que provean una visión sobre el progreso social, donde la concepción del bienestar se vincule a la del desarrollo; el propósito de la investigación radica en medir para el año 2012, según estrato urbano y rural, el bienestar multidimensional de las regiones de México, y en lo específico de los hogares que en México viven del turismo.
Para ello, se parte de la metodología de Alkire y Foster, los datos se obtuvieron de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), cuyo procesamiento se efectuó mediante el sistema estadístico Stata SE 2012. La regionalización utilizada fue desarrollada por Propín y Sánchez.
Los resultados multidimensional denotan que la población nacional urbana evidencia el mayor porcentaje de personas con bienestar, pese a ello, la población turística rural, cuantifica niveles de bienestar más altos que los mostrados por la población nacional en lo rural.

Palabras claves: Método líneas de bienestar, Bienestar multidimensional, Bienestar económico, Regionalización turística, Hogares turísticos.
Jel: D63, I31, I32

MULTIDIMENSIONAL ANALYSIS OF WELFARE BY REGIONS OF MEXICO AND HOUSEHOLDS THAT IS DEDICATED TO TOURISM

SUMMARY

The multiple dimensions of welfare, given the pattern for measuring in a different way than usual, by the method of welfare lines; in this context, since it has raised the need to transcend to indicators that provide insight into social progress, where the concept of welfare is linked to development; the purpose of the research It is to measure for 2012, according to urban and rural area, multidimensional welfare of the regions of México, and the specifics of households in México live from tourism.
To do this, it is part of the methodology of Alkire and Foster, the database used was the national survey of income and expenditure surveys (ENIGH), whose processing was performed using the Stata statistical system SE 2012. The regionalization used was developed by Propín and Sanchez.
The multidimensional results denote that the national urban population shows the highest percentage of people with welfare, despite this, the rural tourist population, quantifies levels of welfare higher than those shown by the national population in the rural.

Key Word: Welfare lines method- Multidimensional welfare- Economic welfare- Touristic regionalization- Tourist homes.
Jel: D63, I31, I32


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Adrialy Perez-Gaxiola y Mario Camberos-Castro (2017): “Análisis del bienestar multidimensional de las regiones de México y de los hogares que se dedican al turismo”, Revista Turydes: Turismo y Desarrollo, n. 22 (junio 2017). En línea:
http://www.eumed.net/rev/turydes/22/bienestar-hogares-turismo.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/turydes22bienestar-hogares-turismo


INTRODUCCIÓN

La prioridad para los gobiernos del mundo y específicamente de los países latinoamericanos ha sido que sus gestiones como líderes, contribuyan a mejorar los niveles de bienestar económico y multidimensional de sus ciudadanos, situación que no es ajena a México ya que sus gobernantes tienen como principal responsabilidad garantizar el pleno ejercicio de los derechos sociales consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, asegurando el acceso de toda la población al desarrollo social (CONEVAL, 2012).
En este contexto Camberos (2011), argumenta que la búsqueda de la satisfacción de las crecientes necesidades materiales y sociales de los individuos, las familias y los hogares para lograr el máximo bienestar ha sido el objetivo de todas las naciones en su desarrollo económico.
El termino bienestar aquí abordado se refiere, como un proceso tendiente a mejorar la calidad de vida de una población en un espacio territorial determinado, que comprende los aspectos económicos y económico-sociales, ligados al desarrollo de las capacidades de los individuos y a la expansión creciente de sus libertades (Pigou, 1932; Sen, 1991, 1998, 2002; Boltvinik y  Hernández, 2001; Bourguignon y Chakravarty, 2003; Camberos, 2011).
Dado que el concepto de bienestar comprende diversos componentes o dimensiones, es decir, se trata de un fenómeno de naturaleza multidimensional, no puede ser aprehendido, única y exclusivamente, por los bienes y servicios que pueden adquirirse en el mercado; ante esto,  Carrera, Camberos, Bracamontes y Sánchez (2013), puntualizan que en los últimos años el análisis multidimensional del bienestar ha captado la atención de investigadores y políticos por igual, en parte por la sistemática y conveniente conceptualización del bienestar desarrollada por Sen a través de su teoría de las capacidades.
En este sentido, dado que se ha planteado la necesidad de trascender el campo del bienestar económico hacia indicadores que provean una visión multidimensional del progreso social, el objetivo perseguido en esta investigación, es medir por regiones, según estrato urbano y rural, los niveles de bienestar multidimensional de los mexicanos y en lo específico de la población que en México vive del turismo.
Para ello, nos apoyamos en el índice de bienestar desarrollado por Alkire y Foster (2008); al ser una de las iniciativas de cálculo de la medición del bienestar multidimensional que ha prosperado, el cual ha sido impulsado desde la universidad de Oxford, más específicamente desde Oxford Poverty & Human Development Initiative (OPHI), lo cual se refleja en la publicación del índice de pobreza multidimensional internacional (IPM).
Para la realización de la investigación, se emplearon las bases de datos de la  ENIGH-2012, la depuración de los datos se llevó a cabo mediante el sistema estadístico Stata/SE. Los datos se agruparon según la regionalización propuesta por Propín y Sánchez (2002).
El artículo está integrado bajo el siguiente esquema: en un apartado introductorio, se expone el panorama general del tema, seguido por la sección donde se desarrolla la teoría, en la cual se presenta la conceptualización de los términos. Posteriormente, se lleva a cabo el análisis metodológico, seguido por el apartado de discusión de resultados, en la sección final se desarrollan los comentarios y conclusiones.

REVISIÓN DE LA LITERATURA

El indicador de bienestar por excelencia lo constituye el producto interno bruto (PIB). Para muchos, un incremento en éste implica un mayor bienestar para las sociedades. Sin embargo, esta creencia ha empezado a ser cuestionada por algunas organizaciones Internacionales de la talla de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Mundial (BM) y la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Debido a las fuertes críticas que ha sufrido el PIB per cápita como indicador del bienestar social, se ha producido un desarrollo acelerado en los múltiples ámbitos relacionados con la medición multidimensional del bienestar. Por una parte, el renovado interés en producir índices multidimensionales, que atiendan de la mejor manera posible los desafíos planteados por la agregación de dimensiones en un indicador único, ha dado lugar a la aparición de diversos tipos de índices y metodologías analíticas (Alkire y Foster, 2008).
Las críticas en el uso de una sola macro magnitud han sido divulgadas por muchos autores como ( Sen, 1998, 1991; Atkinson, 2003; Alkire y Foster, 2008; Camberos y Huesca, 2001) entre otros. En consecuencia, muchos trabajos han ido más lejos de los indicadores económicos, saltando al campo del bienestar social. La medición del bienestar social en este sentido incluirá dimensiones tanto del espacio del bienestar material, como indicadores de educación, salud, participación en la actividad social, para sociedades más avanzadas incluso el indicador puede contemplar el clima.
Por su parte Atkinson (2003), mencionan que ha llegado la hora de que el sistema estadístico se centre más en la medición del bienestar de la población que en la medición de la producción económica y que es conveniente que dichas mediciones del bienestar se restituyan en un contexto de sustentabilidad.
Al respecto, Fuentes y Rojas (2001), argumentan que en general los países buscan el mayor crecimiento económico posible, indicado a través de un mayor Producto Interno Bruto (PIB). Esto, sin embargo, no necesariamente quiere decir que al tener un mayor PIB la sociedad vea incremento en su bienestar.
Por lo tanto, es relevante explicar si el crecimiento económico se ve reflejado en una mejora real en el bienestar de las personas, o si simplemente lleva a un aumento en el ingreso o en la producción total del país, con efectos aun ambiguos en el bienestar.
Amartya Sen (1991) y Jasek‐Rysdahl (2001), señalan que el bienestar social es un concepto multidimensional, que incluye no sólo condiciones materiales objetivas (como la renta, los servicios de todo tipo, infraestructuras, etc.), sino también apreciaciones subjetivas o percepciones de los individuos. Por eso, hay que reconocer que resulta imposible realizar una medición cuantitativa absoluta del bienestar social.
En este sentido, Duarte y Jiménez (2007), mencionan que el bienestar social se traduce en la saciedad que experimenta el individuo de sus necesidades desde las más vitales, hasta las más superfluas, así como, la prospectiva aspiracional y su factibilidad de realización en un lapso admisible
Prácticamente los nuevos indicadores de desarrollo y bienestar que se están formulando en los últimos tiempos por parte de diversas instituciones son indicadores de tipo multidimensional. Por mencionar algunos, se encuentra el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), coordinado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el programa Your Better Life Index, desarrollado por la Organización para el Crecimiento y el Desarrollo Económico (OCDE). Con ellos se trata de configurar aproximaciones más ricas a determinados fenómenos, integrando diferentes medidas de aspectos parciales en indicadores sintéticos.
México fue el primer país del mundo en contar con una medición oficial multidimensional del bienestar que considera el bienestar económico y el de los derechos sociales.
La metodología multidimensional del bienestar, posibilita transitar hacia un esquema de desarrollo social integral, fundamentado en un enfoque de derechos, y dar seguimiento a distintas dimensiones que inciden en el desarrollo humano y que guían la generación de políticas públicas en favor de la plena inclusión social universal.

3. METODOLOGÍA

En la presente sección se describe los criterios metodológicos que Alkire y Foster (2008), en lo sucesivo AyF, desarrollaron para la medición multidimensional del bienestar.
El primer paso consistió en identificar a las personas con bienestar desde lo multidimensional, paso seguido se procedió a calcular los índices multidimensionales.
El proceso de identificación hace uso de dos tipos de línea de corte; la primera, es la línea de corte basada en dimensiones específicas, que identifica si una persona alcanza el logro en relación con esa dimensión. La segunda, marca cuán amplia deben ser los logros alcanzados por una persona para ser considerada con bienestar (Alkire y Foster, 2008). El paso de agregación emplea las mediciones de Foster, Greer y Thorbecke (FGT, 1984), ajustadas adecuadamente para dar cuenta de la multidimensionalidad.
Primeramente, se procedió a identificar a las personas con bienestar desde lo económico, para ello se comparó el nivel de ingreso total per cápita equivalente (YPCE), contra el precio en el mercado del conjunto de satisfactores que constituyen la línea de bienestar económico (LBE) (z), específicamente el valor de la línea de bienestar (LB), diseñada por el Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social, CONEVAL, considerando estrato rural y urbano para el año 2012.
La línea de bienestar (LB), comprende el valor monetario por persona al mes de una canasta alimentaria y una canasta no alimentaria, el costo de las canastas varía según estrato urbano y rural (tabla 1). De la comparación surge la identificación de una persona con bienestar, que se representa con la letra w,siempre que su YPCE sea mayor al costo de los satisfactores: z-ypce < 0.

Una vez que se identificó a la población con bienestar económico, a ese segmento de población se le evaluó su estado desde lo social. En la tabla 2, se muestran las dimensiones sociales empleadas, estas se establecieron de acuerdo a los lineamientos normados por la Ley General de Desarrollo Social (LGDS) para la medición del bienestar en México (CONEVAL , 2012).

         Para identificar a la población con bienestar desde lo multidimensional, se seleccionó a aquella población que mostró un ingreso igual o superior al valor normado por la línea de bienestar y que alcanzó el logro en al menos cuatro de las seis dimensiones sociales analizadas.
         Es conveniente señalar que el número de dimensiones, no se seleccionaron de forma arbitraria, lo anterior obedece a que el CONEVAL considera que una persona con un ingreso inferior a la línea de bienestar y que presente carencia en al menos tres de los siete indicadores contemplados, está en pobreza, por lo que, para concebir una persona con bienestar consideramos el inverso, seleccionando así a aquellas personas con un ingreso igual o superior al valor de línea de bienestar del CONEVAL según costos al 2012 (Zu,r), y que presente el logro en al menos cuatro de las siete dimensiones sociales contempladas  (K=4).
Una vez que se identificó a las personas con bienestar desde lo multidimensional, es decir, que cuantificaron bienestar económico y que tenían satisfecha al menos cuatro de las seis dimensiones sociales, se procedió a calcular los índices de bienestar multidimensionales.
El primer índice calculado es el índice de bienestar (W), este índice representa el porcentaje de personas con bienestar (w) respecto a la población total (n), con 0>W>1. W= w/n                       (1)
Si bien el índice W, tiene la ventaja de que es muy fácil de interpretar, también es cierto que esté índice tiene la desventaja de hacer iguales a todas las personas con bienestar, cuando en la realidad son desiguales, por otro lado, si una persona con bienestar alcanza el logro en una dimensión nueva en la que anteriormente sufría privaciones, W permanece sin modificaciones. Esto viola lo que llamaremos monotonicidad dimensional.
Después se procedió a calcular el vector censurado de recuento de logros, el cual representa el porcentaje de posibles logros alcanzados por una persona con bienestar i y, por lo tanto, el promedio de la proporción de los logros entre las personas con bienestar está dado por A (amplitud)
 A= |(l/k)|/(w/d)                                                                                                                                     (2)
A diferencia del índice de bienestar (W), la amplitud del bienestar (A), es sensible a los cambios en los logros alcanzados entre las disminuciones de las personas con bienestar y registra un aumento cuando se eleva el número de logros de una persona con bienestar.
El tercer índice multidimensional calculado, está dado por la tasa de recuento ajustada, M0 (Incidencia multidimensional). M0= WA.                                                                                                                     (3)
M0, combina información sobre la prevalencia del bienestar (W) y el alcance promedio de los logros de una persona con bienestar (A), es decir, es sensible a la frecuencia (W) y a la amplitud del bienestar multidimensional (A). En particular, esta medición satisface claramente la monotonicidad dimensional, ya que, si una persona con bienestar comienza a satisfacer nuevas dimensiones, entonces A aumenta al igual que lo hace M0.
La tasa de recuento ajustada, se basa en una división dicotómica de los datos en dimensiones de logros y privación, y, por lo tanto, no satisfará el requisito tradicional de monotonicidad en el sentido de que el bienestar debería aumentar en la medida que una persona con bienestar deja de sufrir privaciones en cualquier dimensión.  Por lo que, a continuación, fue necesario llevar a cabo cálculos que fueran sensible a la magnitud de los logros.
Paso seguido se procedió a calcular las brechas de los logros promedio de las personas con bienestar, y que está dada por: G= |g1(k)|/|g0(k)|.  
(4)
Este cálculo nos permite conocer la proporción de la población que cumple de manera sobrada con el bienestar normado para esta investigación. Si los logros de una persona con bienestar se hacen más amplias en cualquier dimensión, entonces la g1ij(k) respectiva aumentará y, por lo tanto, también lo hará M1.
Consideremos la siguiente medida del bienestar multidimensional M1(y;z) como la medida de la brecha de los logros ajustada dada por la ecuación siguiente: M1= W*A*G  ó  M1=M0*G.            (5)
La cual combina información sobre la prevalencia del bienestar (W), el espectro promedio de los logros (A) y la magnitud promedio de los logros promedio de las personas con bienestar (G).
En consecuencia, M1 satisface la monotonicidad, sin embargo, también es cierto que el aumento en un logro, tiene el mismo impacto sin importar la magnitud del logro alcanzado en esa dimensión, por la persona con bienestar.
Por lo anterior se procedió a calcular g2 (déficits normalizados elevados al cuadrado y su versión censurada g2ij (k)). Estas matrices brindan información sobre la proporción de la población que tiene el más alto bienestar dado los niveles de bienestar estándar del país. En lugar de utilizar la matriz g1(k) para complementar la información de M0, podemos utilizar la matriz g2(k), que suprime las brechas más pequeñas y enfatiza las más grandes.
La medición que nos permite conocer a las personas con el más alto nivel de bienestar en México, está dada por:  S= |g2(k)|/|g0(k)|.                                                                                                                     (6)
La siguiente medición de bienestar multidimensional M2(y; z) combina información sobre la prevalencia del bienestar, la amplitud y magnitud de los logros. M2, es por lo tanto el producto de la tasa de recuento ajustada M0 y el índice de severidad promedio S; también puede ser expresada como:  M2= μ(g2(k)).                                                                                                                             (7)
En consecuencia, el índice M2 enfatiza las condiciones de las personas con mayor nivel de bienestar dentro del grupo en condiciones de bienestar en la sociedad.

3.1 Regionalización

La regionalización implementada en esta investigación fue desarrollada por Propín y Sánchez (2002), la cual obedece a flujos turísticos.
Estos autores, para llevar a cabo la regionalización, consideraron 4 tasas para evaluar el impacto de la intensidad, la penetración, la densidad y el predominio del turismo extranjero
En la tabla 3, se muestra la agrupación de las entidades federativas de México por regiones.

Antes de proceder a explicar el contenido de las tablas donde se cuantifica por regiones y estrato la población de estudio, es importante mencionar que se consideró únicamente a los integrantes del hogar (no se contempló a trabajadoras domésticas ni huéspedes), en este sentido y por definición, los huéspedes y trabajadoras domésticas no son considerados como miembros del seno familiar, aun cuando vivan dentro de la misma vivienda; por otro lado, al excluirlos, se están respetando los lineamientos marcados por el  CONEVAL (2012) para la medición del bienestar en México.
Dado que el estudio diferencia los resultados según estrato, se considera como población urbana, las localidades con 2,500 o más habitantes, y rural las inferiores a 2,500 habitantes. Este criterio de clasificación, fue acatando el juicio de selección por tamaño de localidad determinado por el CONEVAL (2012).

ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS.
Datos Utilizados

En la tabla 4, se muestra la distribución per cápita de la muestra de la ENIGH-2012 de cada una de las regiones, tanto a nivel nacional como de la población turística, considerando estrato urbano y rural.
Para la selección de la población turística se partió de una población total nacional de la cual se eligió aquellos hogares cuyo ingreso monetario del hogar proviniera mayormente de los integrantes que se dedican a la actividad turística, segmento que en adelante llamaremos, población turística. Para identificar a la población turística, se apoyó en las claves proporcionadas por el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte, 2007 (SCIAN) (INEGI, 2008).
Con las aseveraciones anteriores, se aprecia que a nivel nacional se trabajó con 117,284,429 personas, de las cuales el 77% habitan zonas urbanas y el 33% restante áreas rurales.
El 61% de la población estudiada se ubica en la región V, el 18% en la región IV, el 11% en la región II, el 6% en la región I y el 4% restante en la región III.
En el análisis intra regional se observa que la región que tiene una mayor concentración de personas en lo urbano es la IV con el 88%. Por otro lado, es la región II la que contabiliza el mayor porcentaje de personas en sus áreas rurales con el 48%.
Por otro lado, en cuanto a la distribución de la población turística se puede comentar que la población total con la cual se trabajo es de 11,070,547 personas, de las cuales el 64% se ubica en la región V, el 14% en la IV, el 11% en la II, un 8% en la I y el 4% restante en la III.
La población turística representa el 9.4% de la población total nacional. El 89% de la población turística vive en áreas consideradas como urbanas y el 11% restante en áreas rurales. En el análisis intra regiones considerando la población que habita áreas urbanas y rurales, se observa que la región IV es donde habita el mayor número de personas en lo urbano con el 97%, seguida por la región I con el 87%. En lo rural es la región III la que contabiliza el mayor número de personas con el 21%, seguido por la región II con un 18%.

Análisis e Interpretación de Datos

Los datos que se muestran en las tablas siguientes contienen información referente a los índices W, A, M0, M1 y M2, según estrato rural y urbano para cada una de las cinco regiones.

En las tablas 5 y 6, Se puede observar en el análisis urbano y rural, que a excepción de la región turística IV en lo rural (90%), el resto de los escenarios cuantifica mayores porcentajes de personas con bienestar multidimensional a nivel nacional.
Resulta interesante en el análisis de los totales, que el porcentaje de personas con bienestar en lo turístico rural es 9%, superior a lo cuantificado en el área rural a nivel nacional.
En los análisis totales, a nivel nacional, se cuantifica un 52% de personas con bienestar desde lo multidimensional, siendo 4% menor el porcentaje contabilizado por la población turística.
A nivel nacional y población turística es la región IV la que contabiliza el mayor porcentaje de personas con bienestar, incluso superior a lo contabilizado en el cálculo total nacional y total turístico, respectivamente, por el contrario, la región II, cuantifica el menor porcentaje.
Para conocer la fracción de dimensiones posibles (K) en las cuales las personas con bienestar económico alcanzan logros sociales, se calculó el índice A. (tabla 7)

En el análisis de la tabla 7, se observa que la población nacional tiene satisfechas, un mayor número de dimensiones comparada con la población turística. En promedio totales, la población turística tiene satisfecho 5.91 indicadores de los 7 analizados, es decir, alcanza el logro en el 84% de las dimensiones estudiadas, por otro lado, la población nacional satisface 6.12 indicadores, lo que equivale a decir que cubre el 87% del total de indicadores contemplados.
En la misma tabla se aprecia que la población nacional y turística en lo urbana, satisface un mayor número de indicadores sociales en comparación con su población rural.
Con la información proporcionada por el índice A y W, es posible calcular la tasa de recuento ajustada M0. Este índice satisface la monotonicidad dimensional, ya que, si una persona con bienestar, amplía sus logros a otras dimensiones donde antes sufría privaciones, entonces A aumenta al igual que lo hace M0.
En el comparativo de los porcentajes totales, se observa que la región I de la población turística, contabiliza porcentajes de bienestar desde lo multidimensional, más altos que los cuantificados a nivel nacional.
Por otro lado, comparando los resultados de la población turística versus la nacional, según estrato urbano y rural, se aprecia que la población turística, muestra para las cinco regiones, porcentajes de bienestar superiores en lo rural que lo visto por la población rural nacional.

Con el objetivo de enriquecer el análisis, en la tabla 9, se hace un comparativo de los resultados obtenidos tanto para el índice M0 como el W, a nivel población turística y nacional. En todos los casos se observó que los porcentajes de personas con bienestar cuantificados por M0 son menores que los calculados por el índice W; esto como consecuencia de que M0 es sensible no solo a la frecuencia, como lo es W, sino también a la amplitud de los logros (A).

Con el objetivo de obtener cálculos que fueran sensible a la magnitud de los logros, se procedió a calcular las brechas de los logros promedio de las personas con bienestar, que está dada por G. G denota el bienestar sobrado, en este sentido, en la tabla 10, podemos apreciar el porcentaje con el cual la población de estudio, sobrepasa las líneas de corte dimensionales dentro del espacio económico y social.
Se observa que la población turística cuenta en promedio con un nivel de bienestar 11% superior al valor normado. A nivel nacional la población está en promedio un 14% por arriba de los valores establecidos para este estudio.

Con los resultados de G, es posible calcular M1 (tabla 11). M1, denota el porcentaje de personas que cuentan con un bienestar sobrado, es decir, un bienestar superior al valor normado. Aquí se puede observar que, en promedio, el porcentaje de personas con bienestar sobrado cuantificado por la población turística es menor en un 3%, al porcentaje de personas contabilizado a nivel nacional, donde es del 7%.
Para todos los escenarios tanto a nivel población turística como nacional, es superior el porcentaje de personas con bienestar sobrado en lo urbano comparado con lo rural.
Los resultados encontrados confirman que la pobreza en México sigue siendo un problema abismal ya que un muy reducido porcentaje de personas tanto a nivel población turística, como nacional, evidenciaron vivir con un bienestar superior a lo normado desde la perspectiva multidimensional.

Para conocer el porcentaje de la población que cuantifica los más altos niveles de bienestar, dado los estándares de bienestar multidimensional establecidos para esta investigación, se procedió a calcular M2. La siguiente medición de bienestar multidimensional, combina información sobre la prevalencia del bienestar, la amplitud y la profundidad de la magnitud de los logros.
En la tabla 12, se puede observar que el 1% de la población nacional goza del más alto nivel de bienestar, según los lineamientos de la medición multidimensional aquí demarcados, lo que equivale a decir que 1,172,844 personas en todo México son los que gozan del más alto nivel de bienestar. En el mismo estudio, pero ahora de la población turística, se observa que el 0.5% de la población es la que disfruta del más alto nivel de bienestar según los criterios aquí normados, lo que representa a 55,353 personas.

Dado el contexto multidimensional de la investigación, donde aunado al análisis económico, se estudió el contexto de los derechos sociales; en la tabla 13, se muestran los porcentajes de personas que alcanzan el logro según indicador social. Por practicidad, se muestran únicamente los totales, no se desglosa a nivel regional.
En este sentido, en la tabla 13, se observa que, tanto en la población turística, como nacional, el acceso a la seguridad social, cuantifica el menor porcentaje de personas que alcanzan dicho logro; siendo más preocupante la situación en lo rural comparado con lo urbano, por otro lado, la población turística cuantifica menores porcentajes de personas que alcanzan dicho logro, comparado con la población nacional.
En la misma tabla, se aprecia que el indicador calidad y espacio de la vivienda es el que contabiliza el mayor porcentaje de personas, tanto a nivel población turística como nacional; siendo mayor el porcentaje en lo urbano comparado con lo rural.

CONCLUSIÓN.
Existe un consenso creciente respecto a la necesidad, de que los países dispongan de mediciones multidimensionales del bienestar, a fin de contar con información complementaria a la obtenida mediante los métodos convencionales, basados en los ingresos monetarios.   (CEPAL, 2013)
En el análisis se encontró que en promedio el 52% de la población nacional y el 48% de la población turística denotan vivir con bienestar multidimensional, al cuantificar bienestar económico y tener satisfechas al menos 4 de las seis dimensiones sociales analizadas.
De los resultados encontrados, se puede inferir que los bajos porcentajes de personas con bienestar multidimensional cuantificados por la población turística rural (43%), se deben a los bajos porcentajes de logros en el espacio social, y no tanto a los calculados en el espacio económico.
Si bien la población turística rural (43%), cuantifica desde lo multidimensional un menor porcentajes de personas con bienestar, que los reportados por la población turística (49%) y nacional (57%) en lo urbano; en el comparativo rural, la población turística cuantifica mayores porcentajes que la población nacional (34%).
Lo encontrado en la población turística rural, nos habla de la importancia del turismo como una herramienta en favor de los más vulnerables en México, sobre todo en lo rural, áreas geográficas que cuantifican el mayor porcentaje de personas en pobreza en México según lo reportado por (CONEVAL, 2012; Camberos, 2012; Faiguenbaum, 2003); y si bien observamos que uno de los bienes de los pobres son su tradición, folklor, cultura, su patrimonio silvestre, bellos paisajes, recursos que pueden ser capitalizables a través del turismo.
En este sentido, el turismo ofrece la oportunidad de crear negocios de pequeña envergadura, pero mucha mano de obra, más que cualquier otro sector, salvo la agricultura (UNWTO, 2002; Scheyvens, 2007; Mendoza et al, 2014).
La situación de bienestar multidimensional que vive la población rural, tanto a nivel turismo como nacional, se puede explicar en el hecho de que, tal como lo plantea el INEGI (2012), las áreas rurales, son zonas que generalmente se caracterizan por tener un limitado acceso a los servicios básicos en México, estas zonas, abarcan más del 80% del territorio del país, y alojan aproximadamente a 38 millones de personas, es decir, el 36% de la población total.
El mismo organismo, puntualiza que los municipios con mayor pobreza se encuentran ubicados en zonas montañosas y de difícil acceso, lo que encarece la construcción de infraestructura y el suministro de servicios públicos. Estas condiciones dificultan, entre otros aspectos, el acceso a servicios básicos como la educación, la salud y los servicios básicos de la vivienda.
En México, los programas de asistencia social, se enfocan en el segmento de población conocido como pobre, sin embargo, vemos con tristeza, según los resultados encontrados, que un importante número de personas (52%), pese a que no son consideradas como pobres en México, requieren del asistencialismo por parte del gobierno, ya que muestran carencias desde lo social, en alguno de los casos incluso tan seberas como la población pobre.
En este sentido, se encontró que, el porcentaje de personas que tienen satisfechos los indicadores sociales, tanto para la población turística y nacional, en lo urbano y rural, en ninguno de los casos es superior al 50%, lo cual es preocupante, y nos habla de la limitada capacidad del estado como proveedor en materia de servicios públicos.
Tanto en la población turística como nacional, se aprecia, que el acceso a la seguridad social, cuantifica el menor porcentaje de personas que alcanzan dicho logro; siendo más preocupante la situación en lo rural comparado con lo urbano, por otro lado, la población turística cuantifica menores porcentajes de personas que satisfacen dicho indicador, comparado con la población nacional.
Por otro lado, se encontró que el indicador con el mayor porcentaje de personas que alcanzan el logro, es el indicador social de calidad y espacio de la vivienda, esto se observa tanto a nivel nacional como población turística; siendo mayor el porcentaje de logro en lo urbano comparado con lo rural.
En el análisis entre regiones a nivel población turística y nacional, denota que a excepción de la región I (turística), el resto de los escenarios muestran porcentajes de bienestar menores en la población turística comparados con los cuantificados a nivel nacional.
Los resultados de M1 muestran que solo el 4% de la población turística y el 7% nacional, evidenciaron un bienestar que se puede considerar sobrado.
Ahora bien, los resultados para M2 evidencian que existe una mayor concentración del ingreso a nivel población turística, que lo mostrado a nivel nacional. En este sentido, se puede mencionar, que el 1% de la población nacional goza del más alto nivel de bienestar, según los lineamientos de la medición multidimensional aquí demarcados, lo que equivale a decir que 1,172,844 personas en todo México son los que gozan del más alto nivel de bienestar. En el mismo estudio, pero ahora de la población turística se observa que el 0.5% de la población es la que disfruta del más alto nivel de bienestar, lo que representa a 55,353 personas.
Lo anterior denotan, que pese a que México por su cultura, tradición, flora, fauna, historia, folklor, ubicación, etc.; tiene el potencial para encontrar en el turismo una herramienta que contribuya de manera significativa a erradicar la pobreza; este sector (turismo), y las ventajas que ofrece como herramienta pro poor, en México, es muy poco aprovechado como beneficio para todos, y se concentra en oportunidades para unos cuantos. 
Los resultados propios a nivel nacional concuerdan con los reportado por Esquivel (2015), en el informe de la OXFAM., donde se señala que el 1% de la población en México recibe 21% de ingresos de todo el país, esta comparación se hizo considerando a 23 países, lo que denota que en México los ricos se hacen más ricos.
Sin duda los resultados de bienestar multidimensional encontrados, dan respuesta del porqué en México el problema del reducido bienestar, sigue siendo mayúsculo, ya que si bien el crecimiento y la generación de empleo son una condición necesaria,  no son suficiente para elevar los niveles de bienestar en la población, por lo que, aunado a lo anterior se requiere de  inversiones más eficientes en los indicadores sociales, no sólo para ampliar o universalizar la cobertura, sino también asegurando mejoras importantes en la calidad de la provisión.
Por último, es conveniente mencionar que los indicadores incluidos en las dimensiones aquí estudiadas podrían ampliarse, lo que de ello implicaría tener una visión del bienestar aún más integral; por ejemplo, podrían contemplarse indicadores tales como, las horas de ocio, calidad del medio ambiente, equilibrio en el trabajo y la vida (horas de trabajo y ocio), integración social, participación ciudadana y gobernanza, seguridad personal, bienestar subjetivo, entre otras.

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* Licenciada en Administración de Empresas Turísticas por el Centro de Estudios Superiores del Estado de Sonora, Maestría en Administración de la Calidad, por el Centro de Estudios Superiores del Estado de Sonora, Doctorado en Ciencias por el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. Profesor Investigador de Tiempo Completo en la Universidad Estatal de Sonora.

** Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Baja California, unidad Tijuana, actualmente se desempeña como investigador titular "E", SNI nivel II; en el departamento de Economía, coordinación Desarrollo Regional y es profesor titular de materia en el departamento de Economía de la Universidad de Sonora, unidad Hermosillo. La línea de trabajo en la cual desarrolla sus investigaciones es Política Económica, Bienestar, Mercados Laborales y evaluación de Políticas Públicas.


Recibido: Febrero de 2017 Aceptado: Junio de 2017 Publicado: Julio de 2017

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