Perla Shiomara del Carpio
Ricardo Contreras Soto
Diana Caldera González
Universidad de Guanajuato
riconsoto@gmail.comRESUMEN
El contenido de este texto forma parte de un proyecto cualitativo más amplio interesado en estudiar y analizar la pobreza y exclusión de grupos vulnerables en el estado de Guanajuato. Las reflexiones que aquí se presentan corresponden a un análisis realizado a 25 personas en situación de pobreza: hombres y mujeres originarios de diferentes municipios del estado de Guanajuato, con edades y oficios diversos, la mayoría realiza su trabajo en términos informales. El análisis que aquí se presenta corresponde a la pregunta interesada en explorar si alguna vez se han sentido humillados, discriminados o tristes por su situación de precariedad económica. Dentro de los principales resultados se señala que es desde el ámbito del trabajo donde se vive, con mayor agudeza, la discriminación y exclusión por vivir en situación de pobreza, además que es desde ese ámbito donde se generan sentimientos de frustración y tristeza por no obtener recursos suficientes y realizar actividades que no gozan de reconocimiento ni prestigio social. Realizar un oficio que no es reconocido socialmente, el origen étnico, la baja escolaridad, la edad, la forma de vestir, la forma de hablar y el color de la piel, son motivos que también las personas aquí entrevistadas señalan como motivos de discriminación y exclusión. Añaden a éstos poca remuneración económica, pocas oportunidades de trabajo, asimetría en las relaciones de trabajo, acoso y hostigamiento. Una de las estrategias para construir una identidad valiosa y aspirar a un mejor trabajo que permita obtener mejores ingresos y reconocimiento social, consideran que es la formación académica, en cuyo acceso también han tenido múltiples dificultades.
Palabras clave: Análisis, Pobreza, Grupos vulnerables, Discriminación, Exclusión.
ABSTRACT
The content of this text is part of a broader qualitative project interested in studying and analyzing the poverty and exclusion of vulnerable groups in the state of Guanajuato. The reflections presented here correspond to an analysis of 25 people living in poverty: men and women from different municipalities in the state of Guanajuato, with different ages and jobs, most of them work in informal terms. The analysis presented here corresponds to the question interested in exploring whether they have ever felt humiliated, discriminated or sad because of their economic precariousness. Among the main results it is pointed out that it is from the field of work where the discrimination and exclusion for living in a situation of poverty is lived with greater sharpness, in addition that it is from this area that feelings of frustration and sadness are generated, not obtaining Sufficient resources and to carry out activities that do not enjoy recognition or social prestige. Carrying out a profession that is not socially recognized, ethnicity, low schooling, age, dress, speech and skin color are reasons that the people interviewed also point out as reasons for discrimination and exclusion. They add little economic remuneration, few job opportunities, asymmetry in labor relations, harassment and harassment. One of the strategies for building a valuable identity and aspiring to a better job that allows for better income and social recognition, considers that it is the academic formation, in which access also had many difficulties.
Key words: Analysis, Poverty, Vulnerable groups, Discrimination, Exclusion.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Perla Shiomara del Carpio, Ricardo Contreras Soto y Diana Caldera González (2017): “Historias de discriminación y exclusión: reflexiones desde el trabajo y la pobreza”, Revista TECSISTECATL, n. 21 (junio 2017). En línea: http://www.eumed.net/rev/tecsistecatl/n21/pobreza-exclusion-guanajuato.html
Handle: http://hdl.handle.net/20.500.11763/tecsistecatln21pobreza-exclusion-guanajuato
Revilla (1998) señala que el hecho de pertenecer a determinados grupos tiene influencia sobre la identidad personal. De este modo, la identidad se pone a prueba en cada interacción. Con la presentación se realiza una demanda de ser un tipo determinado de persona y de ser tratado en consecuencia (Goffman, 1959/1987). La situación exige al sujeto hacer uso de unos u otros referentes identitarios que cree relevantes para cada situación en particular. Por tanto, en cada presentación el sujeto se juega una u otra carta de identidad, ya que, dependiendo del contexto, se va suministrando información de sí mismo (La Fuente, 2008).
En el caso de las personas de este estudio se observa que el hecho de pertenecer a grupos vulnerables (por precariedad económica) influye en su identidad personal y que, en cada contexto, en cada interacción, hay una demanda de ser un tipo determinado de persona. Por ejemplo, uno de los motivos que señalan como generador de discriminación es la dimensión laboral, pues, se dedican a trabajos-oficios que no cuentan con prestigio ni reconocimiento social, sin embargo, se realiza porque tiene una función instrumental como se ha observado en múltiples oficios artesanos (Del Carpio, 2012, 2013 y 2017).
Pues sí, como uno es viene-viene, a veces, lo humillan a uno, lo rechazan (Entrevista 496, hombre, 32 años, Celaya, Gto., Primaria, “viene-viene”, casado, vive con su esposa e hijas, 6 personas).
Pues no fíjate, a veces las personas creen que como uno trabaja en el servicio pueden ofenderte, pero no me lo tomo tan a pecho (Entrevista 414, mujer, 22 años, Xochimilco, secundaria, promotora de ventas, madre soltera, vive con su hijo).
Es también en el ámbito laboral donde las relaciones patrón-trabajador están matizadas de exclusión, al respecto, personas entrevistadas indican, por ejemplo, que:
Pues triste siempre la humillación y la discriminación la hemos vivido le digo como uno no sabe nada a veces la gente o los patrones se creen superiores a veces llegan a sobrepasarse con pagarte menos o cosas así que trabajes más (Entrevista 438, mujer, 24 años, Celaya, primaria incompleta, micro comerciante, soltera, 5 personas viven con ella).
La desigualdad salarial está también presente en México, la miseria como salario mínimo que no permite la reproducción social de la misma clase, es decir, los hijos de los trabajadores, no pueden ser trabajadores, en esas condiciones no pueden terminar la escuela técnica, con esos salarios no se puede mantener una familia: en comida, en vivienda, en educación, en salud, otros aspectos básicos. En contraste, las otras formas de vida de los dueños y de los ejecutivos a una menor escala, que tiene que ver con la vestimenta (diferencial) y los modos de vida.
Sí me he sentido muchas veces humillado, porque no es posible que un obrero con el sueldo. Tenga el sueldo que tiene y una persona ya porque tiene estudios o es hijo o compadre de algún alto mando en la empresa tengan unos sueldazos, eso sí es humillar al pobre (Entrevista 459, mujer, 45 años, San Juan de la Vega comunidad de Celaya, viuda, primaria, comerciante, vive sola).
Otro motivo de discriminación en el ámbito laboral es la edad. También el capital cultural juega un papel importante en el mercado laboral, la ausencia de éste puede generar mayor discriminación en la búsqueda de trabajo.
A veces, porque no quieren contratar a un viejo (Entrevista 85, Hombre 50 años, unión libre, vive con 2 miembros de su familia, desempleado).
Si, cuando he ido a pedir trabajo y no me lo dan por mi nivel de estudios. (Entrevista 22, mujer, 28 años, casada, vive con 5 miembros de su familia, desempleada).
Hay un mercado laboral estratificado, una forma de discriminación económica laboral, que genera la distancia social y económica entre las personas, esta estratificación está dada principalmente por la naturaleza del trabajo y el requerimiento en capital cultural, se expone en sus actividades por el tipo de tarea, sus salarios, el nivel de cualificación – descualificación, por ejemplo, los oficios de trabajadora doméstica, albañil, ayudante de albañil, peón, jardinero, estibador, vigilante de condominio, etcétera, son trabajos a los que nos referimos. Pero también hay “trabajos” descualificados como son los llamados “viene - viene”, los “mil usos”, entre otros. Hay un fenómeno simultáneo que se llama la “etnizaciòn del trabajo” que en la división étnica – técnica internacional de trabajo en el capitalismo se ha “estratificado de manera natural” los trabajos de los grupos indígenas y raciales, se ha analizado este fenómeno complejo en el sistema mundial partiendo de la migración en Contreras (2013) y en el estudio de los grupos indígenas en Guanajuato (Contreras y Caldera, 2016).
Sí, cuando trabaje de afanadora (Entrevista 64, mujer, 74 años, casada, vive con 1 miembro de su familia, vende dulces).
Sí, más de servidumbre, hasta los hijos de las personas con las que he trabajado me hacen el feo, pero cuando me conocen más hasta me sacan plática y se encariñan con uno. (Entrevista 48, mujer, 46 años, casada, vive con 7 miembros de su familia, trabaja de empleada doméstica).
El trabajo doméstico es uno de los reductos de un trabajo “esclavizante”, “sumiso” el servicio, despreciado y despreciante, manifiesto en su denominación: “gata”, “fámula”, “criada”, el trabajo poco dignificado de un estrato social. Hasta hace poco se le ha tratado de reconocer y mejorar las condiciones de su desempeño.
En algunos trabajos sí, como te digo, el hecho de que seas de limpieza, hay patrones que hasta te avientan la escoba y te dicen límpiale allí de una manera que no es, entonces tienes que andar metiendo la mano en los baños y agarrando popo para destapar un baño, situaciones así, pero ese es mi trabajo y es a lo que voy, pero hay patrones que dé a tiro te humillan con cosas como de es su trabajo, límpielo que para eso está usted aquí, o a veces te ignoran y así como que es la de limpieza, yo creo que el departamento de limpieza es algo muy importante en cualquier lugar, por eso ahora le digo a mis hijos que me siento bien pinche valorada y lo hago con mucho amor (Entrevista 268, mujer, 47 años, Celaya, estudiante, limpieza, soltera, 4 miembros de su familia).
Si realizamos una revisión de la conceptualización histórica del trabajo, podremos observar que como resultado de este proceso histórico, como señala Kelly (2000), la palabra trabajo soporta en la actualidad una sobrecarga de significados semánticos e implicaciones conceptuales. Los elementos claves son esquematizados por este autor de la siguiente manera:
1) Instrumental/utilitario: Trabajo para la supervivencia o la subsistencia, para el enriquecimiento personal, para la seguridad y la abundancia de la comunidad y trabajo como factor de producción.
2) Individual: Trabajo como imperativo psicológico, inherente a la naturaleza humana, como expresión de la creatividad, como afirmación personal, como vía de poder y como defensa contra la ociosidad, el tedio o la tentación.
3) Ético: Trabajo como vocación espiritual y fuente de redención, como testimonio de haber sido escogido por Dios, como obediencia sacramental a la voluntad de Dios y como medio para llegar a un ideal universal.
4) Social: Trabajo como contrato implícito de obligación social, como proceso de socialización, trabajo para establecer la identidad social y para mantener la solidaridad y la cohesión social.
5) Institucional: Trabajo como palanca de autoridad y control, como el mecanismo convencional de reparto y como la piedra de toque de la responsabilidad pública.
El trabajo es una realidad social que ha tenido diferentes conceptualizaciones y representaciones. Inclusive dentro de una misma cultura o país también es posible encontrar diferencias en la representación que tienen del trabajo distintas personas y grupos sociales (Del Carpio, 2010).
Es necesario, entonces, tal y como indica De la Garza (2010), un concepto ampliado de trabajo, que considere a la vez sus dimensiones objetiva y subjetiva. Es decir, se requiere partir de la idea de que el trabajo es una forma de interacción entre hombres y entre estos con objetos materiales y simbólicos, que todo trabajo implica construcción e intercambio de significados. El mundo capitalista suele considerar trabajo solamente al que se realiza en términos contractuales (empleo), sin embargo, hay múltiples oficios que se realizan, en otros términos, como los realizados por las personas aquí entrevistadas, también es trabajo, pero, desafortunadamente, no gozan de prestigio ni del reconocimiento social que merecen. Además, la vulnerabilidad de este sector incrementa dado a que al realizar su trabajo por “cuenta propia” no gozan de pensiones, de vacaciones, de jubilaciones, de prestaciones, de servicios médicos u otros servicios básicos. Señalan también exclusión y discriminación en la relación patrón-trabajador.
El pago inferior, ante trabajos inestables, eventuales, muestra también la vulnerabilidad de las personas que, en la reproducción social, es lo que permite mantener un ejército de reserva (cuando son jóvenes y con ciertas capacidades) y una población de personas que no se van a contratar o a ocupar (pero tienen que vivir). Después de tiempo que se busca el trabajo y no se encuentra, por lo general sigue la pepena, o en algún espacio de la ciudad cuidar autos en la calle, pedir limosna, otros.
El acoso sexual, juega entre los silencios e insinuaciones, de la seducción al imaginario caprichoso que perdió el diálogo (se volvió sordo), en los tiempos de trabajo que el compañero o el jefe se vuelve hostigador, una frontera frágil que gravitó de la atracción se vuelve obsesión para una de las partes y malestar para otra, terminando en violencia y humillación, que atenta las relaciones sociales en el trabajo.
Algunas ocasiones, humillada con la persona que me acosó en mi trabajo, porque no se me hacía bien que me ofreciera dinero y que me llevara a mi casa y así (Entrevista 267, mujer, 22 años, Comonfort, preparatoria, soltera, vive con 5 familiares, trabaja como cajera).
Tener pocas oportunidades para trabajar también es considerado como motivo de exclusión.
Pues que subiera el salario y que hubiera un poco de más trabajo, más obras para solventar nosotros nuestros gastos y que todo lo que son las cosas para el mandado fuera más barato (Entrevista 362) (Hombre, 27 años, Michoacán, primaria incompleta, chalan de albañil, soltero, vive con 12 personas).
Dígase también que la discriminación de la pobreza es una relación social de diferenciación peyorativa (señalar- denominar), generalmente es una relación social que adquiere objetividad en la puntualización de esa relación: de clase, de grupo, de familias, de vecinos, de colonias, de ciudades, de países, etcétera. Algunos testimonios, al respecto señalan que:
Sí, ha habido mucha gente que nos ha querido hacer menos (Entrevista 371, mujer, 42 años, Celaya, secundaria, empleada, casada, vive con 3 personas).
Pues la gente siempre señala, la sociedad, a los pobres. Siempre serán señalados (Entrevista 396, hombre, 41 años, Rincón de Tamayo, secundaria, intendente, casado, vive con 8 personas).
El texto clásico de Goffman “Estigma: Notas sobre el manejo de la identidad deteriorada” (1963/199), nos muestra las implicaciones que tiene en la identidad personal un contexto de exclusión y discriminación, y nos permite comprender a autores como Álvaro (2003) cuando señalan la premisa del interaccionismo simbólico, que defiende que: “No existe sociedad al margen de los individuos, ni individuos al margen de la sociedad”, resulta, pues, relevante la influencia social, esa mirada simbólica “constructora o destructora”, que impacta en el ejercicio de intentar construir una identidad valiosa. Resulta difícil realizar dicho ejercicio en un contexto como el que señalan las personas participantes en este estudio:
(…) Luego los hacendados de la hacienda si nos hacían un poquito menos, y pues en cuanto a eso no teníamos muchos privilegios que ellos tenían (Entrevista 385, mujer, 56 años, Tanquián, Primaria, ama de Casa, viuda, vive con 6 personas).
La discriminación de pobreza se da principalmente por las formas de vestir, existen también cuestiones fenotípicas que la identifican como es el color de la piel , la forma de hablar y los recursos del habla (capital cultural), las prácticas sociales y los consumos. La forma de vestir es una de los criterios inmediatos que va a resaltar en la distinción social.
Sí, siempre va uno a algún lugar y se le quedan mirando por no vestirse bien, se lleva uno pues lo que tiene, pero la gente no, lo ve a uno mal (Entrevista 467, mujer, 45 años, Celaya, secundaria, ama de casa, 3 personas viven).
Como se observa: El rechazo y la exclusión tiene consecuencias sobre los menos favorecidos. Otro motivo de discriminación, esta vez originada por “ciertos pobres” es la resistencia a personas de tez blanca. Un testimonio, en este sentido, señala que:
Sí (fui) humillada y discriminada, en primaria, se escuchará un poco egocéntrica, pero en la primaria era uno de los primeros lugares en conocimientos y era humillada por eso, por el color de mi piel, por ser blanca, por ser güera, eso me deprimió muchísimo y tuve que hacer muchísimas cosas para poder ser aceptada en un círculo social. (Entrevista 479, mujer, 23 años, Apaseo el Grande, bachillerato, soltera, vive con 5 personas).
Otro motivo de discriminación es el origen étnico. Fábregas (2010), en este sentido, señala que México ha sido un poco indiferente al futuro indígena. Este sector por muchos años ha estado marginado, rechazado y, a veces, olvidado (Del Carpio, 2012). La discriminación es, pues, un factor que no posibilita la integración de las personas indígenas en la sociedad de un país como México cuyas relaciones con este sector han estado matizadas de rechazo. En nuestra población de estudio encontramos personal que se sienten estigmatizadas socialmente por el hecho de ser indígenas. Son conscientes de esta situación de desigualdad.
Sí, con mi patrona que me dice que soy una india, que no se leer (Entrevista 28, mujer, 35 años, separada, vive con 7 miembros de su familia, realiza limpieza en casas).
La discriminación parte de la percepción sobre las personas identificadas (identidades hetero percibidas) como grupo con atributos repudiables: ignorantes, feas, retrogradas, etcétera, son los llamados “indígenas”, que la denominación del grupo queda implícita en la asociación de dichos tributos en concatenación referencial y que ahora como ofensa se da solo en su mención.
La expresión de tener dinero en los distintos mercados - espacios son señales de recursos de poder, es la expresión simbólica que muchas veces se reduce a este fetichismo social. Y esta es la creencia ideológica, que poseer dinero (sin señalar o pensar en su génesis social), es por sí mismo sinónimo de ser rico y tener poder en el capitalismo.
Sí, seguido más cuando uno sale con amigo, si se da cuenta que pues en todos lados es la “feria” lo que mueve, es como la carta de presentación (Entrevista 416, hombre, 24 años, Xochimilco, secundaria, soltero, vive con 4 personas).
Pues sólo cuando hay problemas de dinero, otras veces no (Entrevista 310) Mujer, 54 años, Irapuato, primaria, trabajadora doméstica, casada, vive con 8 personas).
Dígase también que la valoración social de las personas es la primera expresión de la distancia, donde se encuentran los casos de discriminación.
Sí, a veces, por comentarios de la gente (Entrevista 2, mujer 30 años, casada, vive con tres miembros de su familia, trabajadora doméstica).
A veces, ya ve que algunas se creen de mucho dinero y son las que ni cooperan (Entrevista 314, mujer, 29 años, Guanajuato, primaria, ama de casa, casada, vive con 3 personas).
Las manifestaciones de discriminación a los pobres se dan por el insulto, burla, exhibición, rechazo, desprecio, etcétera.
Sí, por la gente que me dice de cosas (Entrevista 91, hombre, 22 años, soltero, vive con 3 miembros de su familia, roba el tren).
Sí, algunos se burlaban de mi situación (Entrevista 87, hombre, 37 años, casado, vive con 2 miembros de su familia, limpia parabrisas).
Cabe señalar aquí la teoría de la identidad social de Tajfel (1984), quien define a la identidad social como aquella parte del autoconcepto de un individuo que deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo social (o grupos sociales) junto con el significado valorativo y emocional asociado a dicha pertenencia. La identidad social permite situar al individuo en un marco más amplio, cómo reconoce Tajfel (1984) al conceptualizar el término como una autodefinición en un contexto social. Desde la teoría de la identidad social se asume que una vez que se produce el proceso de categorización social, al individuo le resulta fundamental mantener o acceder a una identidad social positiva como miembro de su endogrupo (Tajfel y Turner, 1986).
De esta forma, los teóricos de la identidad social precisan que es por medio de comparaciones sociales favorables al endogrupo como se puede contribuir a lograr una distintividad positiva y mantener una identidad social valiosa. Sin embargo, cuando la identificación con el endogrupo no es favorable, como sucede con algunas de las personas de este estudio, se puede llegar a abandonar elementos distintivos (como la ropa) como estrategia que permita ser incluido o “aceptado” por otro grupo (de la sociedad que excluye) con los cuales han tenido relaciones de desigualdad y discriminación. Se observa aquí, entonces, un uso estratégico de la identidad (Gergen, 1991). Están, pues, buscando un lugar en un mundo sujeto a cambios y a transformaciones en el que tienen que encontrar su ubicación, para sentirse parte de él. Sin duda, la reflexión de la otredad resulta importante, pues, existimos en tanto los “otros” nos permiten saber que existimos, es decir, la nulificación (por discriminación) es un golpe fuerte en este ejercicio de construcción identitaria. Cuando la diferencia social cataloga a las personas de manera inferior a tal grado que se les niega su presencia como una expresión extrema de la discriminación que busca no reconocer o la condiciona políticamente a verla inferior de manera condescendiente (esa amabilidad forzada que ubica al sujeto a ser parte del repertorio con capacidad subordinada ) aunado a todos los atropellos derivados de ello.
Sí, a veces le habla uno a las personas y lo ignoran a uno, como si no estuviera ahí, y pues es feo eso (Entrevista 7, mujer, 38 años, casada, vive con 4 miembros de su familia, es obrera).
No pues de repente, pero ya tanto año uno se acostumbra, así nos tocó (Entrevista 11, hombre, 46 años, casado, vive con 3 miembros de su familia, trabaja en auto lavado).
La escolaridad ha llegado a ser considerada como un proceso de credencialización que proporciona acceso a empleos. Se ha considerado al capital cultural formal, como una forma de permanencia y movilidad social. Los conocimientos juegan un papel importante en las actividades económicas: les da un oficio o una profesión, les permite hacer operaciones básicas para la ejecución de un oficio o de una tarea económica: medir superficies, leer instrucciones, comparar componentes, medir ingredientes, calcular proporciones, estimar costos, calcular materiales, entender composiciones, leer procesos, reportar resultados, hacer solicitudes, etcétera. Se requiere de conocimientos para realizar tareas laborales tanto creativas como requeridas.
Sí porque muchas veces pretendemos tener un mejor nivel de vida y buscamos una mejor oportunidad, por desgracias no se puede por falta de conocimientos (Entrevistas 423, mujer, 32 años, Apaseo el Alto, ama de casa, media inconclusa, vive con 3 personas).
Aun cuando la educación en México es gratuita, las personas tienen límites económicos para ir o para enviar a sus hijos a la escuela.
Sí, triste por la falta de estudios y oportunidades (Entrevista 90, mujer, 48 años, casada, vive con 4 miembros de su familia, obrera).
Sí, por no tener estudios (Entrevista 129, mujer 38 años, casada, vive con 4 miembros de su familia, trabajadora doméstica).
Otro de los problemas es el nivel de estudio, según el nivel de estudios obligatorio en México es hasta nivel medio superior. Pero el rezago educativo reportado por la SEP en el 2015 se estima en México es de 5% son analfabetas son 4, 443,673 personas en toda la república.
Solo triste por no leer y escribir mucho, pero, pues, he tenido trabajo y me he encontrado con gente buena (Entrevista 248, mujer, 59 años, Cuitzeo, sin estudios, empleada, Unión Libre, vive con 1 persona).
Mientras que el rezago educativo en número de personas que no terminaron la primaria a nivel federal es 9, 611,415 y representa el 10.9%.
Si, por solo tener primaria. (Entrevista 53, hombre, 36 años, unión libre, vive con 3 miembros de su familia, trabaja como obrero).
El reconocimiento oficial de instituciones educativas se requiere para poder acceder a trabajos, se puede tener los conocimientos de oficios de gremios, pero laboralmente se requiere de los documentos oficiales. Como se observa, la escolaridad ha llegado a ser considerada como un proceso de credencialización que proporciona acceso a empleos. En oficios artesanales, podemos observar lo anterior. En Chenalhó (Chiapas) por ejemplo, Chen (1991) encontró que muy pocas mujeres y niñas sabían bordar. Una respuesta común a la pregunta de por qué las niñas no estaban tejiendo era: por la escuela. Las niñas no tenían tiempo para tejer porque asistían a la escuela. Al preguntar esto a las niñas ellas respondían que no tejían porque no les gustaba y que preferirían encontrar un trabajo para que pudieran comprar ropa. Esto mismo es lo que encontramos en comunidades artesanales ambareras del norte de Chiapas (Del Carpio, 2012). Las niñas quieren ir a la escuela para posteriormente tener un empleo. Observamos que las mujeres jóvenes disminuían la frecuencia con la que realizaban artesanías y querían seguir recibiendo formación académica para, en un futuro, acceder a una actividad laboral más o menos estable, más o menos segura.
Además, mientras la escuela genera o estimula individualismo e independencia, la producción artesanal, en el caso de los textiles realizados en casa, fomenta la interdependencia familiar. A este respecto Greenfield (2004) señala que un mecanismo por el cual la escolaridad puede tener tal impacto es la creación de dos autoridades separadas, la escuela y el hogar. En el caso que aquí nos ocupa observamos también que el interés o intención de recibir formación académica es considerada valiosa para poder acceder a mejores trabajos, con mayor reconocimiento social y remuneración económica. También la certificación de conocimientos, resulta importante.
Nombre, pues, uno es trabajador, y siempre lo ha sido lo único que nos faltó fue el papelito para poder tener mejores trabajos (Entrevista 15, mujer 41 años, casada, vive con 5 integrantes de su familia, cuida a su nieta y pone un puesto en la calle).
Como se observa, la desigualdad educativa se muestra en los niveles de estudio por clases sociales, es decir, corresponde el problema a la desigualdad social.
Las dificultades económicas son de las dificultades más señaladas como impedimento para poder acceder a la formación educativa.
Sí, muchas veces en lo económico, me sentía mal por no estudiar y pues para todo se necesita dinero, por no poder hacerlo que yo quiera para solventar mis gastos (Entrevista 389, mujer, 21 años, Salvatierra, Bachillerato, Hogar, Casada, Vive con 7 personas).
También se observa la persistencia de un sueño de movilidad, de tener mejor educación para tener mejores trabajos con mejores sueldos.
Que yo fuera alguien más alto, que conforme vaya estudiando pueda tener una carrera para ayudar a mi familia (Entrevista 394, mujer, 34 años, Salvatierra, Primaria, Empleada Doméstica, Soltera, Vive con 9 personas).
A veces se encuentran nichos laborales que a pesar de que no se tienen más estudios se puede tener un lugar digno y con cierto reconocimiento social.
No, pues a veces porque uno no estudia o no tiene una carrera nos hacen menos, pero en el tianguis soy un buen vendedor y no he tenido un problema de ese tipo. (Entrevista 408, hombre, 20 años, Celaya, Preparatoria, Soltero, Vive con 2 personas).
La distancia social se amplía, entre los que saben, los que estudiaron y los que se quedaron.
Bueno, pues los amigos, de que ellos que sí tienen buenos trabajos y pues están en empresas de gobierno pues sí, sí como quien dice sí, por no tener estudios. (Entrevista 302, hombre, 60 años, San Miguel Octopan, primaria, reparación de compresores, vive con su esposa).
La distancia social no es dada por descifrar códigos, es por inhabilitar de instrumentos para ser, pensar y hacer a ciudadanos.
Pues sí, porque pues ahora sí que a veces por la ignorancia de uno, siente uno que a veces este o no puede uno como, no sabe cómo exigir sus derechos (Entrevista 356, mujer, 45 años, Celaya, Gto., Secundaria terminada, Ama de casa, Casada, vive con 3 personas).
La brecha generacional se incrementó, por la incomprensión de entender otras cosas (matemáticas, física, música, historia, lenguas, química, geografía), entre quienes tuvieron la oportunidad de estudiar y los que no.
A lo mejor a veces, como se podrá decir, no saber por decir, estos chavos que ya saben más, y el no saber yo como que sí me saca de onda, quisiera saber. (Entrevista 449, hombre, 26 años, Celaya, secundaria, empleado, unión libre, vive con 4 personas).
También está la otra historia, la del ultra esfuerzo, que se concreta en la creación propia de espacios.
Me costó mucho trabajo cuando era joven sacar adelante a mi familia y estudiar para comenzar mis negocios (Entrevista 303, hombre 57 años, Celaya, técnico, empleado, soltero, vive solo).
La mayor parte de los aspectos relacionados con el mundo del trabajo y de las organizaciones, e incluso, de las sociedades en su conjunto, suelen definirse en términos económicos (rentabilidad, beneficio, eficiencia, productividad y competitividad), sin embargo, resulta necesario reconocer que el significado que tiene el trabajo para las personas no puede concebirse en términos solamente económicos, ya que, como defiende Alcover (2004), sus evaluaciones del trabajo se basan, en otros dos factores importantes: los niveles de satisfacción obtenida y los valores que sustentan sus acciones. Temas relevantes para, por ejemplo, la psicología organizacional y del trabajo se ha interesado por estudiar los efectos del trabajo sobre la salud física y psíquica, comprender las variables determinantes de su valoración y analizar sus consecuencias en el desempeño y productividad (Orejuela, 2014).
Como señala este psicólogo organizacional, cuando reflexiona sobre las causas del sufrimiento desde la perspectiva de las clínicas de trabajo, el sufrimiento –según Dejours (1987)-, como experiencia subjetiva podría tener origen en el desfase entre las condiciones de trabajo y el orden del deseo de los sujetos. El trabajo, en esos términos, puede llegar a ser una experiencia de sufrimiento cuando no es experimentado como una actividad que compromete los deseos del sujeto y la realidad del contexto en el que el trabajo debe ser desarrollado.
Dígase a este respecto que el bienestar social no puede lograrse sin tener en cuenta el bienestar psicológico y psicosocial de las personas que constituyen una comunidad, lo que implica que el trabajo como medio principal de alcanzarlos cumple una serie de funciones y posee s más significados, además del económico (Alcover et al., 2004). En este sentido, así como el trabajo también puede ser disfuncional y tener consecuencias negativas para las personas, es importante conocer las múltiples funciones positivas que éste cumple, las cuales se encuentran relacionadas con el significado que tiene el trabajo para las personas y los grupos sociales (sobre significado del trabajo véase Del Carpio, Álvaro y Garrido, 2014).
Por ello, vivir en condiciones de precariedad y no tener estabilidad laboral genera múltiples consecuencias en el bienestar psicológico de las personas aquí entrevistadas. Al respecto véanse los siguientes testimonios:
Triste, sí (Entrevista 38, hombre, 30 años, soltero, vive solo, desempleado).
Sí se sentía triste (Entrevista 82, mujer, viuda, vive con 2 miembros de su familia, desempleada).
Sí, triste en algunas ocasiones (Entrevista 323, hombre, 39 años, Santiago Papasquiaro, bachillerato, obrero, casado, vive con 3 personas).
Si, muchas veces triste (Entrevista 153, hombre, 36 años, casado, vive con 5 integrantes de su familia, comerciante).
Cuando el trabajo no cumple, pues, las expectativas de los trabajadores, éste “es insatisfactorio, indignante, inútil o sin significado, se constituye en una fuente de displacer por la sobrecarga psíquica que implica. El sufrimiento tiene por causa el bloqueo de la relación hombre/organización de trabajo en términos de la posibilidad de una experiencia de libertad para el ajuste de las condiciones de trabajo de acuerdo con los deseos de los operadores” (Orejuela, 2014, p. 181). Los testimonios de este estudio expresan discriminación, tristeza y desesperanza.
Sí, creo que todas (Entrevista 205, mujer, 384 años, primaria, intendente, casada, vive con 5 personas).
Pues triste sí, pero humillado no (Entrevista 403, hombre, Mendoza, Primaria Trunca, Jornalero, Vive con 2 personas).
Sí, me sentí mal porque me ofendían (Entrevista 174, hombre 28 años, soltero, vive con tres miembros de su familia, no especifica en que trabaja).
El trabajo que realizan no es fuente de reconocimiento ni de prestigio social, más bien es motivo de exclusión y ofensa. La precariedad económica genera también frustración por no poder adquirir servicios o productos a los que se desea acceder.
Triste a veces por falta de dinero (Entrevista 439) (Mujer, 40 años, Apaseo el Grande, primaria, costurera, vive con 3 personas).
Pues triste porque no tengo muchas cosas que me gustaría tener (Entrevista 98, mujer, 42 años, casada, vive con 6 miembros de su familia, ama de casa).
Pues humillada no, triste si porque me gustaría tener un nivel de vida mejor (Entrevista 361, mujer, 30 años, Celaya, secundaria, intendencia, soltera, vive con 4 personas).
La tristeza va acompañada de angustia, impotencia e incertidumbre Lo más sólido se desvanece. “El sufrimiento no se ve. El dolor tampoco” (Dejours, 1987, p. 59). Dejours (2007) también señala que el temor a la incompetencia y trabajar sin esperanza de reconocimiento (indiferencia) puede ser fuente de sufrimiento en el trabajo.
Más que triste, preocupada (Entrevista 380, mujer, 35 años, Salvatierra, Secundaria, secretaria, Casada, Vive con 2 personas).
Probablemente triste por la incertidumbre. (Entrevista 481, Mujer, 20 años, Celaya, preparatoria, empleada, soltera, vive su madre con ella).
Empieza con los sentimientos, un poco de tristeza incertidumbre, etc. (Entrevista 480, mujer, 23 años, Celaya, estudiante de licenciatura, soltera, vive con 2 personas).
Sí alguna vez (me sentí) triste, por no poder hacer mis pagos, pues presionada más que nada (Entrevista 405, mujer, 22 años, San Juan de la Vega, Preparatoria, Casada, Vive con 2 personas).
Sí, cuando no sé qué hacer me siento triste, porque a veces no encuentro la solución y me siento inútil. (Entrevista 477, hombre, 23 años, Apaseo el Grande, preparatoria, estudiante, soltero, vive con 5 miembros).
Triste, porque hay veces que no es fácil darle solución (Entrevista 299, mujer, 25 años, preparatoria, soltera, vive con 6 personas).
Realizar un trabajo que no cumple las expectativas del trabajador y que no permite reconocimiento social ni ingresos económicos suficientes, hace subrayar la incapacidad de la realización de metas vitales de las personas aquí entrevistadas. Como señala Clot (2007), cuando el trabajador percibe que lo que realiza no tiene trascendencia sociocultural alguna, cuando su trabajo es fuertemente simplificado o intensificado, éste se torna fuente de sufrimiento (Orejuela, 2014).
Triste porque me gustaría no tener tantos problemas económicos (Entrevista 103, mujer, 43años, separada, vive con 4 miembros de su familia, trabaja en una salchichería).
Triste, pues después de tantos años sigo con problemas económicos (Entrevista 105, hombre, 46 años, casado, vive con 5 miembros de su familia, trabaja de mesero).
No pos si uno se siente triste, uno quisiera estar mejor pero nomás no se puede (Entrevista 404, hombre, 19 años, San Juan de la Vega, Secundaria, Jornalero, vive con 7 personas).
Robbins (2004) indica que la satisfacción laboral es una actitud más que un comportamiento si se considera que la cantidad de recompensas que los trabajadores obtienen dista de la cantidad de recompensas que ellos consideran debería de recibir. Como indican García y Forero (2014), este autor, subraya que unas variables que determinan la satisfacción laboral son: recompensas justas, condiciones favorables, trabajo mentalmente desafiante, apoyo de pares, compatibilidad entre la persona y el puesto, factores hereditarios. La satisfacción laboral tiene como efecto una mayor productividad, disminución de ausentismo y rotación. En los casos que aquí nos ocupan observamos que el trabajo no cumple las expectativas de los trabajadores, tanto en las condiciones en las que lo realizan como en los ingresos que reciben por éste, dado a que consideran no logran satisfacer sus necesidades personales ni familiares.
Pues sí, cuando no me alcanza para darle lo necesario a mis hijos, pues si uno se siente triste (Entrevista 429, mujer, 37 años, Apaseo el Alto, primaria, empleada, 3 personas viven con ella).
Me he sentido triste por la situación, porque a veces no he tenido para darles de comer a mis hijas, o cuando se enferman (Entrevista 312, mujer, 27 años, Juventino Rosas, secundaria, ama de casa, casada, 5 personas viven con ella).
Pues sí, es como todo, pues, por ejemplo, cuando no hay venta, pues te sientes triste y te pones a pensar que voy a hacer, qué voy a comer en este día, qué voy vestir a mis hijos (Entrevista 349, mujer, 30 años, Estado de México, Secundaria terminada, Producción y comercio de alfarería, Casada, vive con 6 personas).
Del trabajo se busca que haya una remuneración justa, que pueda las personas atender sus necesidades ¡No da! ¡No puede! ¡No alcanza! Hay casos que la dependencia económica entre las personas es total, desde el miembro familiar que mantiene a las personas, hasta las personas externas que apoyan a los pobres.
Pues triste sí ¿Veda? porque, pues si vez que trabajas y no sales a delante y te estás, ora sí que, te quedas en un solo lugar verdad, porque, por la falta que tienes (Entrevista 457, mujer, 55 años, primaria, soltera, Celaya, corte y confección).
Pues triste, porque te atienes a lo que las demás personas te puedan dar (Entrevista 99, hombre, 46 años, casado vive con 7 miembros de su familia, es jardinero).
Con la pobreza se tiene muchas limitaciones, se requiere mucho esfuerzo para sobrevivir, hay muchas incomodidades en la vida cotidiana.
Triste, porque me gustaría tener más comodidades. (Entrevista 101, hombre, 45 años, casado, vive con 6 miembros de su familia, trabaja en una herrería).
Tristes, por no tener más cosas que me gustaría tener. (Entrevista 102, hombre, 48 años, casado, vive con 5 miembros de su familia, trabaja en construcción).
Ante la dificultad de obtención de ingresos en el ámbito laboral, algunas personas del estudio señalan que han considerado la posibilidad de acceder a programas de apoyo, sin embargo, consideran que éstos no llegan a quienes realmente lo necesitan, subrayan el manejo político de la pobreza (clientelismo) y la corrupción política.
No, nunca me he sentido así, pero si me he sentido triste, porque algunas “las becas no se han dado a quien de verdad lo necesitamos” (Entrevista 478, hombre, 23 años, comunidad de Apaseo el Grande, estudiante de profesional, soltero, 4 miembros viven con él).
Las capacidades de adquisiciones son menores para la mayoría de la población (que es pobre), dada por la desigualdad social, es para quien produce en la pequeña y micro empresas y comercio, sobre todo en el ámbito artesanal, se compra barato y los insumos necesarios son caros. Esto genera desigualdad social, desde la economía.
Triste no, yo soy muy feliz como vivo. Me gustaría vivir mejor, pero hay que trabajar más y el gobierno no nos ayuda. Abusado sí porque todo lo pagan muy barato y lo que consumimos está muy caro (Entrevista 363, hombre, 43 años, Tamayo, sin estudios, ganadero, casado, vive con aproximadamente 10 personas).
En algunos casos, hay esperanza de cambiar condiciones, mejorarlas y tratar de resolver los problemas. La capacidad de resiliencia y la mirada esperanzadora sobresale en algunos fragmentos de entrevista, como los que se muestran a continuación:
Triste sí, pero todo tiene solución (Entrevista 25, mujer, 40 años, divorciada, vive con 3 miembros de su familia, vende periódicos en los cruceros).
A veces triste, pero de lo malo hay que sacar lo bueno (Entrevista 335, hombre, 37 años, Celaya, profesional trunca, mecánico, 2 personas viven con él).
Triste, pero uno tiene que salir adelante (Entrevista 344, mujer, 35 años, León, secundaria, ninguna, casada, vive 8 personas vive).
Complejas y contradictorias son estas historias que nos muestran la importancia que sigue teniendo el ámbito laboral en la creación de sentido de las personas, sin embargo, nos muestran que es, principalmente, desde allí –desde ese espacio- donde viven mayor discriminación y exclusión. Por una parte, porque se dedican a trabajos que, al no realizarse, muchas veces, en términos contractuales, carecen de seguridad social, préstamos, jubilaciones y múltiples servicios. Por otra, la mayoría de personas tuvieron pocas oportunidades para recibir formación académica y se dedican a trabajos con poca remuneración y prestigio social. Subrayan, por ello, la necesidad de credencializar sus saberes. Además, hay testimonios que señalan acoso laboral y relaciones laborales marcadas por una profunda discriminación. Añádase a ello la poca remuneración, las pocas oportunidades de trabajo, la exclusión por la edad y otros motivos que nos hacen subrayar la vulnerabilidad de este sector. Se mueven, pues, en arenas movedizas laborales que nos hacen pensar en el título del texto de Suárez, Bajoit y Zubillaga (2013), (viven estos trabajadores en la) “Sociedad de la incertidumbre”. Y son quizá, “los trabajadores que no existen”, como se refiere Turner (2013) a los trabajadores de unas cafeterías que estudió para conocer sus estrategias de resistencia y emancipación.
CONCLUSIONES
Los testimonios aquí presentados que versan sobre discriminación, pobreza, precariedad, poco reconocimiento social de oficios, etc., nos muestran que las personas de este estudio tienen una profunda necesidad de construir una identidad laboral positiva. Desafortunadamente, es en el ámbito del trabajo donde viven, con mayor agudeza, la discriminación y exclusión por vivir en situación de pobreza, además que es desde ese ámbito donde se generan sentimientos de frustración y tristeza por no obtener recursos suficientes y realizar actividades que no gozan de reconocimiento ni prestigio social. Realizar un oficio que no es reconocido socialmente, el origen étnico, la baja escolaridad, la forma de hablar, la forma de vestir y el color de la piel, son motivos que también las personas aquí entrevistadas señalan como motivos de discriminación y exclusión. Indican que tener pocas oportunidades laborales los hace sentirse excluidos. Sus relaciones de trabajo también han estado matizadas de discriminación, además de que hay testimonios que señalan acoso y hostigamiento. Una de las estrategias que consideran importante, para construir una identidad valiosa y aspirar a un mejor trabajo que les permita obtener mejores ingresos y reconocimiento social, señalan que es la formación académica. Nos surge ante ello la pregunta de ¿Hasta qué punto es una esperanza ilusoria pensar en que estudiar, dejar la comunidad o vestirse de manera diferente, les permitirá obtener un mejor trato, cambiar de estrato social y acceder a trabajos más remunerados en esta sociedad de la incertidumbre?
A pesar de ello, estos testimonios nos recuerdan la necesidad y la capacidad que las personas tienen para intentar re-inventarse a pesar de la pobreza, la exclusión y la discriminación.
REFERENCIAS
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2 Pierre Bourdieu (1988) en su libro denominado “La Distinción”, hizo un estudio muy completo sobre la clase dominante sus prácticas y representaciones dónde la apariencia (capital simbólico), juega un papel estratégico dentro de la clase dominante, se da por las distintas cuestiones: la capacidad desenvolvimiento seguridad, gallardía, (que tiene que ver con el capital cultural incorporado), va a ser lo que lo va a distinguir de las otras clases y grupos, así como dentro de la misma clase.
3 Feria, coloquialmente, hace referencia al dinero.
4 Denominamos política del reconocimiento político a estas formas de discriminación, dónde se condiciona el reconocimiento a una función inferior social. Reconocerlo como graciosos, extraño, útil, servicial, etcétera. No con facultades de pensar o actuar auto determinarse colectivamente.
5 El 10 de junio del 2013, se publicó la siguiente noticia: “Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer el decreto por el que se reforman diversas disposiciones de su Ley General, en la que se incluye la obligatoriedad del Estado para prestar servicios educativos hasta el nivel medio superior. El acuerdo, publicado este lunes en el Diario Oficial de la Federación, establece reformas a los artículos tercero, cuarto, noveno, 37, 65 y 66, así como las adiciones del 12 y 13 a dicha legislación. En ellos se dispone la obligación de los mexicanos de hacer cursar a sus hijos la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior; así como quienes ejercen la patria potestad o la tutela obtener inscripción en escuelas públicas para que reciban formación hasta ese nivel”El Informador MX http://www.informador.com.mx/mexico/2013/463742/6/educacion-obligatoria-hasta-nivel-medio-superior-sep.htm
6 Secretaria de la Educación Pública, Dirección de Planeación, Administración y Evaluación, Subdirección de Información y Estadística, Departamento de Prospectiva e Información Externa, Estimaciones del rezago educativo, al 31 de diciembre de 2015.
http://www.inea.gob.mx/index.php/serviciosbc/ineanumeros/rezago.html
http://www.inea.gob.mx/transparencia/pdf/Estimacion_rezago_2015.pdf
7 A nivel nacional se ha corrompido los programas de pobreza. “Afecta corrupción impacto de los recursos para combatir la pobreza en Chiapas”, escrito por Isaín Mandujano, 31 marzo, 2016, de la Revista Proceso, en este artículo se denuncia que mucho de los apoyos destinados a disminuir la pobreza han sido desviados por cuestiones de corrupción por el aparato burocrático en los tres niveles de gobierno. Hay una mencionan un informe dónde se menciona: En el informe se señala que “Chiapas es considerada la entidad con mayor concentración de población en situación de pobreza y pobreza extrema. Como consecuencia, es el estado que más recursos ha recibido en programas de combate a la pobreza durante los últimos 20 años. Sin embargo, las mediciones muestran que está no se ha reducido, sino que parece incrementarse de manera lenta pero sostenida”. La arquidiócesis de México denunció en el artículo: “Los programas contra la pobreza, un fracaso” Periódico La Jornada, Lunes 3 de agosto de 2015, p. 18 publicado por la redacción en dónde se informa: “Criticó a los servidores públicos y a grupos políticos por su cinismo inmoral y escandaloso; están más preocupados por su enriquecimiento y autocomplacencia; viven en medio del despilfarro y con lujos insultantes, en tanto más de la mitad de la población tiene niveles de vida inferiores a la línea de bienestar”. Hay más ejemplos.
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