La vida constitucional del país se viene dando de 1814 a 1917, las reformas institucionales tocan la Carta Magna de forma sistemática sexenio a sexenio adecuando a sus necesidades los fundamentos constitucionales a las emergencias coyunturales, orientaciones ideológicas de los partidos en el poder, o incluso a las injerencias de los organismos multinacionales como lo son el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o la Organización Internacional de Comercio.
Dos momentos álgidos destacan en las reformas post revolucionarias, las que corresponden a la administración de Carlos Salinas de Gortari de 1989 a 1992, y las de la actual administración de Enrique Peña Nieto, en especial de sus dos primero años (2012 – 1214). Reformas estructurales profundas e importantes. Las primeras orientadas a desmantelar el Estado de bienestar y venta de más de dos mil paraestatales, algunas de gran valor como lo es TELMEX, Puertos Nacionales, Ferrocarriles Nacionales, por citar algunas. Las segundas dirigidas a modificar las relaciones industriales, agrandar la base gravable y la suficiencia hacendaria del país para posibilitar la vialidad público – financiera de abrir al sector privado nacional como extranjero el sector energético de la nación (va en juego la PEMEX y CFE).
De 1914 a 1917 México ha tenido siete constituciones:
1814 (La de Apatzingan)
1824 (que nos constituye en República federalista)
1836 (Las siete leyes, conservadora que reestablecen la República central)
1843 (Las bases orgánicas, conservadora que reestablecen la República central)
1847 (Acta de reformas constitucionales que restaura el federalismo). Impuesta por los estadounidenses.
1857 Republicana, federalista y liberal.
1917 (La de la revolución mexicana, nacionalista y socialdemócrata).
A dos años de que la última constitución de los Estados Unidos Mexicanos cumpla cien años de haber sido redactada, es importante remembrar el costo de la contienda constitucional que es factura para la nación mexicana y que conlleva interés para todos los nacionales ante las recientes reformas que afectan estructuralmente, esto es, en lo económico y en la organización industrial y aparato productivo, para tomar conciencia y compromiso de las implicaciones venidas y venideras de esos devenires y vicisitudes legislativas y la actual violencia política y social que vive la nación, en razón de lo que se apuesta a fines del siglo XIX y se vuelve a apostar a fines del siglo XX en pro del paradigma liberal. Un esquema que si bien ya ensayado históricamente a escala mundial, que trayendo progreso y siendo sostenible, no obstante es reprobable en cuanto el costo en materia de desarrollo y su insustentabilidad… ya México vivió la revolución mexicana, la revisión hecha a la constitución del ´57 corrige la desavenencia liberal, las reformas estructurales dadas a fines del siglo XX la miopía histórica de la clase tecnócrata que vuelve al paradigma neoliberal. ¿Tendremos que volver a vivir otra disrupción a nivel de la de 1910 para volver a una constitución como la del ’17 para recomponer el daño liberal? Hemos de reconsiderar.
Estos son temas de interés para los estudiosos de las ciencias sociales de México. Las líneas de investigación ahora discurren en estudios de violencia y disrupción social. Un país convulso por la necesidad de promover el progreso aún a costa del desarrollo expresa una problematización muy diversa y compleja. En este número, la revista Tecsistécatl presenta otra colección de artículos que exhiben desde varias disciplinas las expresiones de la crisis social y de las convulsiones que traumatizan la vida de los nacionales en un tránsito de un estado desmantelado en razón de una economía dominada por los intereses simbólicos sobre los fundamentos reales de una vida que demanda lo estricto ante lo superfluo. Esperemos que el lector encuentre estos trabajos el resultado de lo que las implicaciones institucionales traen consigo ante reformas estructurales que comprometen la integridad nacional… próximo el centenario de la Constitución Mexicana de 1917 y dejando en claro las responsabilidades inherentes de venir afectando las leyes fundamentales que son garante de la forma de vida de una nación, esperemos que los contenidos aquí vertidos expresen que el resultado vela precisamente de mil formas problemas tales como los que aquí se presentan.
Jorge Isauro Rionda Ramírez
Director de la revista
