Carmen Magaly León Segura (CV)
babym @ sum.upr.edu.cu
Carmen Mesa León (CV)
Universidad de la Habana
Como parte de la política económica que defiende el país, frente a la coyuntura nacional e internacional en la actualidad caracterizado por la crisis alimentaria, se han destinado los mayores esfuerzos a garantizar niveles superiores de eficiencia en el sector agroalimentario, como vía para disminuir la dependencia de las importaciones de alimentos y avanzar hacia la consecución de la soberanía alimentaria.
Su producción, a nivel internacional, ha mostrado un profundo crecimiento desde los años 60, que la ubica en la primera posición dentro del ranking de productos más demandados en el mercado mundial 1.
La soya ha cobrado gran importancia en los últimos tiempos dentro las importaciones cubanas por sus características altamente nutritivas y por sus múltiples usos. Para el 2010 su importación superó la cifra de 400 millones de pesos2 . En la industria cubana se obtienen sus siguientes derivados: aceite comestible, harina para consumo humano y animal, pienso para el ganado, texturizado, lecitina para la industria farmacéutica, alimentos cárnicos, y lácteos, entre otros.
Nuestro país cuenta con amplias posibilidades para el cultivo de este rubro. Desde la década de los 60 se han desarrollado algunas experiencias de producción nacional, que han demostrado su viabilidad técnica (a partir de su siembra en rotación con otros cultivos como la caña de azúcar, el arroz y el tabaco) y su viabilidad económica (estudios experimentales del INIFAT). El presente trabajo constituye parte de una investigación mayor que tiene como objetivo fundamentar dicha viabilidad.
Palabras Clave: Sustitución de importaciones, crisis alimentaria, soya, factura alimentaria, viabilidad económica, viabilidad técnica.
La salida de la crisis que enfrentó la economía cubana en la década de los noventa exigió un cambio sustancial en la estrategia y la política económica del país, la cual se caracterizó por la instrumentación de un conjunto de medidas orientadas a una nueva reinserción en el mercado mundial, el reordenamiento de las relaciones económicas externas, en el ajuste socioeconómico y en la concentración de las inversiones en los principales programas priorizados.
El ajuste de la economía y la vida social a partir del nuevo entorno ha sido un proceso complejo para nuestro país, al que se le adicionan las tensiones que se derivan del contexto internacional en el que la crisis global, en sus múltiples dimensiones en particular la crisis de materia primas y de alimentos, tiene efectos devastadores, especialmente para los países subdesarrollados.
Aunque los precios de los productos agroalimentarios venían creciendo con gran velocidad desde la segunda mitad de la década del 90 del siglo anterior, se observó que para finales de 2011 estos disminuyeron. Sin dudas, el efecto de la crisis que abunda en las economías mundiales repercutió en la caída de los precios de los agroalimentos para diciembre del 2011. Igualmente sucedió con el índice de los precios de los alimentos de la FAO que bajó un 2,4% desde noviembre. En su nuevo nivel de 211 puntos, el índice estuvo 11,3% (27 puntos) por debajo de su pico de febrero de 2011. Sin embargo, el índice siguió promediando 228 puntos en el año, el promedio más alto desde que la FAO comenzó a seguir los precios internacionales de los alimentos, en 1990,1 lo cual no representa un desestimulo para su producción y exportación.
En la proyección de los precios de los principales productos agroalimentarios exportados en el 2009 según FAOSTAT se puede comprobar que, por lo general, mantienen cierta estabilidad en los próximos años. Solo los precios del aceite de palma y del cacao muestran una ligera tendencia al descenso, aunque sus valores se mantienen por encima de los 600 USD la tonelada, superiores al resto de los agroalimentos. En el caso de la soya, aunque el comportamiento de sus precios se proyecta estable, sobrepasa los 400 USD la tonelada, lo cual la ubica en la tercera posición dentro del ranking de precios más elevados dentro de los agroalimentos hasta el 20252 .
La UNCTAD registró que para finales del 2011 la factura de las importaciones alimentarias de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos aumentó un 27% (UNCTAD, 2011 a).
Se prevé que para el presente decenio las tasas de crecimiento sean más lentas y exista un menor dinamismo en las exportaciones de estos países, junto con una mayor inestabilidad, en especial, de los precios de los productos básicos, y, lo que es particularmente preocupante, altos precios de los combustibles y de los alimentos (UNCTAD, 2011 b).
La soya ha cobrado gran importancia en los últimos tiempos dentro las importaciones cubanas por sus características altamente nutritivas, el aceite, las vitaminas, los minerales y los múltiples usos que de ella se derivan.
La sustitución de la importación de soya para extraer el aceite con fines domésticos y el aprovechamiento de la torta o harina para la alimentación de los cerdos son dos de los principales usos de esta oleaginosa que permitirían aliviar el difícil sustento de la factura anual de alimentos debido a la volatilidad de los precios internacionales.
El abastecimiento del mercado nacional a partir de la producción doméstica de alimentos puede ser la alternativa viable para amortiguar el efecto que, sobre la economía cubana, tienen las importaciones alimenticias. En el año 1996 estas ascendieron a más de 700 millones de dólares (Autores, 2002) y en el año 2008 sobrepasaron los 2500 millones (ONE, 2009).
En el VI Congreso del PCC, celebrado en la capital de nuestro país el 18 de abril de 2011, se analizó con rigor y profundidad la situación de la economía cubana frente a la coyuntura nacional e internacional que enfrenta el país. La voluntad política para llevar a cabo el reordenamiento de la economía y realizar todas las transformaciones que sean necesarias, se ha puesto de manifiesto con la reciente aprobación de los Lineamientos del VI Congreso del Partido, en el cual se trazan las directrices para su realización.
En relación a la necesidad de garantizar mayores niveles de eficiencia en el sector agroalimentario, como vía para disminuir la dependencia de las importaciones de alimentos y avanzar hacia la consecución de la soberanía alimentaria se ha expresado que la sustitución de importaciones en aquellos productos que seamos capaces de cultivar será un proceso gradual, pero nos encaminaremos a la recuperación del sector agroindustrial alimentario.
En el Lineamiento 87, se señala: “Propiciar un acelerado proceso efectivo de sustitución de importaciones, con mecanismos que estimulen y garanticen la máxima utilización posible de todas las capacidades de que dispone el país en el sector agrícola, industrial, en servicios y en recursos humanos” (PCC, 2011).
El presente trabajo constituye parte de una investigación mayor que tiene como objetivo fundamentar la viabilidad de la producción de soya en Cuba, lo que puede y debe convertirse en una vía para la sustitución de importaciones en el país y así tributar al cumplimiento de la estrategia de desarrollo del mismo recogida en el VI Congreso del PCC, a través del actual proceso de implementación de los lineamientos económicos, en el que se encuentra inmerso.
1.1 Orígenes, producción y comercio mundial de la soya
La soya, Glycine max (L.) Merrill, es una planta originaria de China, que ha sido cultivada desde el año 3000 a.C. La antigua literatura china muestra que presenta un alto nivel de nutrientes como alimento humano. Se propagó hacia los países asiáticos estableciéndose como principal componente de la dieta de la población.
Se traslada hacia Estados Unidos a mediados del siglo XIX, y en 1925 se obtienen 1 133 variedades del cultivo y se estudia la posibilidad de crear una industria de aceite vegetal. Posteriormente se comienza a producir el grano.
Llega a Brasil en 1882, pero no es hasta los años sesenta del siglo XX que alcanza importancia económica al llegar a medio millón de toneladas en 1965 y apenas cuatro años más tarde, a un millón. A finales del pasado siglo ocupaba un área superior a los 80 millones de hectáreas.
Hoy es un cultivo explotado en diferentes partes del mundo y es un alimento que puede contribuir a la solución de los problemas nutritivos en las regiones tropicales por sus altos contenidos proteicos. Además permite múltiples usos, lo cual la hace más atractiva ante otros cultivos. En el cuadro 1 se muestran algunos de los usos de la soya.
Cuadro 1: Usos de la soya
El grano de soya contiene entre el 18 y el 21 por ciento de grasa, y del 38 al 40 por ciento de proteína |
Se emplea en la extracción de aceite del que se confeccionan barnices, colas, esmaltes, grasas industriales, lubricantes y tintas. |
El aceite refinado |
Se utiliza para cocinar, en la elaboración de margarina y mayonesa y la producción de lecitinas comestibles e industriales |
El residuo sólido o "torta" que resulta del proceso de extracción del aceite |
Se destina a la alimentación humana, en la elaboración de productos cárnicos, lácteos, para la panificación, harina de soya, emulsiones, fertilizantes, adherentes y aislados de proteína. |
Una hectárea de soya, considerando un rendimiento en grano de 1 t/ha |
Puede dar 9 000 L de leche de soya (3% de proteína y 1,8% de grasa vegetal, sin colesterol), de la cual se produce yogurt, queso crema y helado. Dicha leche es indicada para niños que no toleran la de vaca, personas hipertensas y con otras dolencias. Además aporta 600 kilogramos de harina con 25 por ciento de proteína, lo que equivale a 150 kilogramos de proteína/ha. |
La planta entera |
Se puede utilizar como abono verde, para ensilados, en forma de forraje verde, heno o como harina deshidratada para la fabricación de "pellets". |
Otros usos |
La soya se conoce cada vez más por su papel en la prevención y tratamiento de enfermedades crónicas, entre las que se encuentran el cáncer (de mama, boca, próstata, colon), las enfermedades coronarias, la osteoporosis y la diabetes. |
Fuente: Elaboración propia a partir de (INIFAT, 2008)
Como se expuso anteriormente, la soya se puede emplear en la elaboración de numerosos productos, entre ellos los alimenticios. Esta es una de las razones por la cual es considerada una de las semillas oleaginosas más importantes a nivel mundial. Entre los múltiples productos alimenticios que de ella se derivan se pueden mencionar la leche, quesos, helados, carnes, dulces, aceites, harinas proteicas y otros, como se muestra en la figura 1.
Figura 1: Productos derivados de la soya
Fuente: Elaboración propia.
Los principales productores a nivel mundial se concentran principalmente en Estados Unidos, Brasil, China y Argentina, quienes exhiben un crecimiento sostenido de la producción desde 1961.
El año 2000 fue representativo para la soya pues su producción logró el monto de 161.3 millones de toneladas lo cual describe un aumento de 1.5 veces con respecto a lo logrado en 1990. El rendimiento por hectárea alcanzado fue excepcionalmente alto (2.17 toneladas).
Gráfico 1: Producción mundial de frijol de soya por países y años seleccionados. (UM: Millones de toneladas)
Fuente: Elaboración propia a partir de FAOSTAT (2012)
En el año 2010 se alcanzó más de 261 millones de toneladas, correspondiendo el 35% a los Estados Unidos, el 26% a Brasil y el 20% a Argentina, como principales países productores del frijol de soya. La mayor parte de esta producción mundial se destina al consumo de los propios países productores.
Gráfico 2: Producción Mundial de frijol de soya en el 2010
Fuente: Elaboración propia a partir de FAOSTAT, 2012
Según noticias publicadas por la FAO a inicios de este año, se prevé que para el período 2011-2012 la cosecha de soya en Brasil alcanzará el récord de 75,2 millones de toneladas frente a los 74,9 millones de toneladas levantadas la temporada pasada. La mayor parte del crecimiento del área plantada esta temporada se ubicará en la principal área productora del centro oeste, en los estados de Mato Grosso, Goiás y Mato Grosso do Sul, que juntos aumentarán el área en un 4 por ciento, a 11,26 millones de hectáreas. El cinturón de soya del noreste también se expandirá rápidamente, pero desde un punto de partida más pequeño de área cultivada. El noreste crecerá un 7,8 por ciento, a 2 millones de hectáreas cultivadas con soya, señaló la Bolsa de Comercio de Rosario. 3
A pesar del incremento previsto para esta cosecha, se pronostica, según datos del Departamento de Estado de Agricultura (USDA), que para períodos posteriores la producción de soya descenderá en los principales países productores (Argentina, Estados Unidos y Brasil) como consecuencia de la sostenida sequía que enfrenta la economía para el caso de Argentina y de los efectos de la crisis mundial, entre otras causas. 4
En el recién concluido 2011 se comenzaron a presentar síntomas de descenso en la producción y en los precios de la soya. Tal y como expresaron las Agronoticias publicadas en enero de 2012, por FAOSTAT: se observó que el 2011 fue un año volátil para la soya y culminó con una baja de precio del 14% en Argentina, país que ocupa el tercer lugar en la producción y exportación de la oleaginosa a nivel mundial. Esta caída de precio se produjo apenas 3 meses y medio después de que la soya rompiera las marcas y alcanzara US$ 541 la tonelada a fines de agosto. Entre el pico y el mínimo, actuaron la crisis financiera de la eurozona y las perspectivas de una caída del comercio internacional, lo que dejó a la soya valiendo un cuarto menos que hacia finales de invierno. Entre las causas que influyeron en el descenso del precio se encuentran el aumento de las temperaturas y el fuerte impacto de la sequía (ElProductor, 2011).
El Commodity Weather Group indicó que el 40% de las plantaciones en Argentina y Brasil padecen de estrés hídrico, situación que no se revertiría fácilmente por las escasas lluvias previstas para los próximos periodos. Por tanto, la Guía Estratégica del Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario calculó que la cosecha soyera 2011/12 tendría una caída de 1,6% en las estimaciones de producción, hasta 48,5 millones de toneladas. El cálculo está hecho sobre la base de la siembra de 18,8 millones de hectáreas con soya, igual que el año anterior, y una baja de rendimientos de 1% (CampoLíder, 2011).
En el 2010 los principales importadores del cultivo eran China con un 55%, Japón, México, Alemania, los Países Bajos y España con un 4% cada uno y Tailandia con un 2%. En relación con las exportaciones se conoce que alcanzaron alrededor de 82 millones de toneladas a nivel mundial. Correspondió a Estados Unidos, Brasil y Argentina el 93% de las exportaciones mundiales para el año 2010.
Gráfico 3: Principales importadores y exportadores de frijol de soya en el 2009
a) Países importadores b) Países exportadores
Fuente: Elaboración propia a partir de FAOSTAT, 2012
A partir del frijol de soya se puede extraer aceite, que al igual que otros comestibles de origen vegetal contiene varios ácidos grasos saturados e insaturados en diversas proporciones. En el cuadro 2 se muestran datos que ilustran las proporciones inferiores de ácidos grasos saturados en el aceite de soya con respecto a la manteca.
Entre los múltiples usos del aceite de soya se destacan los comestibles y los industriales. Los primeros comprenden la fabricación de alimentos enlatados y deshidratados (sopa de tomate), coberturas de confitería, dulces, productos lácteos y cereales; mientras que los segundos se refieren a la fabricación de pinturas, barnices, resinas y plásticos, linóleo y hules y como aditivos en plaguicidas.5
Cuadro 2: Contenido de ácidos grasos del aceite de soya y la manteca
Ácidos grasos |
Soya |
Manteca |
Saturados |
||
Palmítico |
6 – 10 |
28 – 30 |
Esteárico |
2 – 4 |
12 – 18 |
Insaturados |
||
Linoleico |
50 – 59 |
6 – 7 |
Oleico |
19 – 21 |
41 – 48 |
Linolénico |
4 – 8 |
|
Fuente: Botti (1997)
Al igual que en el frijol la producción de aceite ha marcado un crecimiento sostenido en el tiempo. En el año 2008 se alcanzó un total de 37 millones de USD de producción mundial. Los mayores productores coinciden con los productores del frijol y representan el 83% de la producción global.
Gráfico 4: Principales productores de aceite de soya, 2010
Fuente: Elaboración propia a partir de FAOSTAT, 2012
En el análisis de los principales importadores del aceite de soya se constata que China y la India, a pesar de ser grandes productores, no alcanzan a abastecer sus mercados nacionales y necesitan cubrir sus demandas internas con las importaciones. Le siguen Marruecos, Bangladesh, Irán y Argelia que representan el 16% del total global; luego Corea, Perú, Francia y Venezuela con el 12% del total global y finalmente, quedan un sinnúmero de países que no alcanzan el 3% de las importaciones mundiales cada uno.
En las exportaciones se destacan nuevamente Argentina (45%), Brasil (16%) y Estados Unidos (13%) como principales exportadores. Los Países Bajos y Alemania también contienen altos porcentajes, evidenciando que importan frijol de soya para la producción de aceite que finalmente exportan.
Gráfico 5: Principales importadores y exportadores de aceite de soya, 2009
a) Países importadores b) Países exportadores
Fuente: Elaboración propia a partir de FAOSTAT, 2012
1.3 Evolución de los precios internacionales de la soya y el aceite de soya
Las proyecciones de los precios mundiales, según OECD-FAO (2012), para el frijol, el aceite y la harina de soya hasta el 2025 muestran una tendencia estable. Los valores se mantienen por encima de los 460, 870 y 350 USD la tonelada, respectivamente. En el caso del frijol de soya, el precio pronosticado para el 2025 supera en 19 USD/t al precio con que cerró el 2011.
A partir de esta proyección se observa claramente que los precios se mantienen elevados y sin síntomas de decrecimiento, lo cual sugiere que la soya y sus derivados continuarán conservando los primeros lugares dentro de las exportaciones e importaciones mundiales de agroalimentos.
Gráfico 6: Proyección para los precios mundiales de frijol, harina y aceite de soya, UM: USD/t (1980-2025)
Fuente: Elaboración propia a partir de FAOSTAT (enero, 2012).
Especialistas en el tema y las propias autoridades económicas han identificado dos grupos de posibles causas para fundamentar la posición alcanzada por estos productos dentro del comercio mundial: las de tipo estructural y las de tipo coyuntural. 6
Entre los factores estructurales se destacan el aumento tanto de la población como del ingreso, los que se asocian a la creciente demanda de alimentos y a la rápida industrialización asiática.
Entre los factores coyunturales OECD-FAO (2008) apuntan los siguientes:
El aumento en los precios del petróleo, que incrementa a su vez el costo de las atenciones fitosanitarias, industriales y de transportación.
La búsqueda de proveedores más cercanos para las importaciones como resultado de los elevados costos de transportación y la poca capacidad en el transporte marítimo.
La utilización de productos básicos en la producción de biocombustible.
A pesar del incremento de los precios, tanto la oferta como la demanda de aceite vegetal y semillas oleaginosas continuarán creciendo en los próximos años por el amplio uso que tienen en la alimentación y en su destino como biocombustibles. En el caso del aceite vegetal, el comercio crecerá más rápidamente que la producción. En el caso de las semillas oleaginosas la situación es la contraria: su comercio decrece mientras que la producción sigue aumentando.
Cuadro 3: Proyecciones de la oferta, demanda y comercio de semillas oleaginosas UM: miles de toneladas (exportaciones e importaciones) y millones de toneladas (producción y consumo) |
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Años |
2009 |
2010 |
2011 |
2012 |
2013 |
2014 |
2015 |
2016 |
|
|||||||
Exportaciones |
32612 |
32586 |
31097 |
29875 |
29789 |
30089 |
30347 |
30356 |
|
|||||||
Importaciones |
30855 |
31084 |
30188 |
29397 |
29141 |
29427 |
29751 |
30261 |
|
|||||||
Producción |
123,9 |
125,9 |
127,7 |
128,9 |
130,3 |
131,5 |
133,7 |
135,1 |
|
|||||||
Consumo |
120,4 |
123,5 |
126,2 |
127,8 |
129,4 |
130,8 |
132,9 |
134,5 |
|
|||||||
Fuente: (García, 2010) |
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Cuadro 4: Proyecciones de la oferta, demanda y comercio del aceite vegetal |
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Años |
2009 |
2010 |
2011 |
2012 |
2013 |
2014 |
2015 |
2016 |
||||||||
Exportaciones |
2459 |
2696 |
2897 |
3220 |
3459 |
3607 |
3642 |
3735 |
||||||||
Importaciones |
15495 |
16874 |
17547 |
18434 |
19920 |
19831 |
20480 |
20833 |
||||||||
Producción |
27,6 |
28,4 |
29,1 |
29,6 |
29,9 |
30,3 |
31,0 |
31,5 |
||||||||
Consumo |
39,4 |
41,5 |
43,3 |
44,2 |
45,2 |
46,2 |
47,2 |
48,3 |
||||||||
Fuente: (García, 2010) |
II:Factibilidad de la producción de soya en Cuba
Las primeras experiencias comenzaron a inicios del siglo XX, en la Estación Experimental de Santiago de Las Vegas, la cual declara en 1905 la aclimatación a nuestras condiciones de 50 variedades de soya, pero comercialmente no se cultivó durante las primeras seis décadas.
En las décadas posteriores los principales investigadores de la Estación realizan importantes estudios sobre nuevas variedades como "Biloxi", "Otootan", "Improved Pelican", entre otras, para la producción nacional ya que sujetaban mayores rendimientos y calidad de la semilla. Ya en 1955 se publica el folleto titulado "El cultivo del frijol soya".
En 1958 el Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba (BANFAIC), en coordinación con la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas, dan a conocer sobre las áreas de extensión del cultivo ubicadas en las sabanas de Santo Domingo, provincia de Villa Clara; en la finca "Pablo", en Ciego de Ávila, y en la zona arrocera del sur de Pinar del Río, con el nuevo objetivo de extraer aceite para sustituir las importaciones de ese producto y el uso de la torta para la alimentación del ganado.
A inicios de los años 60 se intentó desarrollar el cultivo en varias provincias, aunque se obtuvieron muy bajos resultados. El década posterior, se evaluaron 14 variedades de soya entre las que se destacaron la Improved Pelican, Abura y Calzadilla No 1. Entre 1972 y 1976 se inicia un programa de selección dentro de la variedad Improved Pelican, obteniéndose las líneas 229-2, 502 y Casado, las que en pruebas biométricas realizadas en siembras de agosto y enero mostraron superioridad en rendimiento y calidad de la semilla, respecto a la variedad original (INIFAT, 2008).
Cuadro 4: Variedades cubanas de soya seleccionadas
VARIEDAD / MES |
CONTENIDO |
CICLO DIAS |
|
Proteínas Aceite |
|
CUBASOY-23 |
40% 21% |
90 - 100 |
CUBASOY-120 |
40% 21% |
100 - 110 |
INIFAT-V9 |
41% 20% |
100 - 110 |
INIFAT-382 |
40% 22% |
110 - 120 |
INCASoy-1 |
38% 20% |
85 - 95 |
INCASoy-24 |
35% 18% |
95 -105 |
INCASoy-27 |
36% 19% |
90 -100 |
INCASoy-35 |
38% 20% |
105 - 115 |
DUOCROP |
41% 20% |
105 |
WILLIAMS-82 |
40% 20% |
90 - 100 |
JUPITER |
42% 21% |
110 |
Fuente: Robaina (2009)
Durante el período 1981-1996, en el INIFAT, se formularon estrategias en estudios investigativos que marcaron la posibilidad de obtener variedades de soya que puedan ser sembradas en diferentes épocas, productoras de granos, forrajes, o ambos, con características apropiadas para la cosecha mecanizada y con buena tolerancia a las principales enfermedades y plagas que atacan a este cultivo. Actualmente se dispone de las variedades INIFAT-V9, INIFAT-70, Cubasoy-23, Cubasoy-120, INIFAT-382, Júpiter, Williams, y Duocrop entre otras (ver cuadro 4).
Es importante destacar que a pesar del clima caliente y húmedo y de los días cortos, que constituyen características desfavorables para la producción nacional de soya, se han realizado enormes esfuerzos para desarrollar variedades específicamente adaptables a estas condiciones, en lo cual Cuba también ha dado su aporte y constituye un paso importante en el camino hacia una sustitución de importaciones de este rubro.
Desde el último cuarto del siglo XX se demostró la viabilidad de producción de soya en climas subtropicales e incluso en zonas más cercanas a la línea ecuatorial, lo que indica que la producción nacional de soya pudiera incluirse dentro de la alternativa de sustitución de importaciones. Todo esto unido a que existen amplias posibilidades de aprovechar los suelos a partir de las rotaciones con otros cultivos. Al ser la soya un cultivo de ciclo corto posibilita rotarla con cultivos principales que ocupan grandes extensiones, como son la caña de azúcar, el arroz y el tabaco, fundamentalmente.
Los grandes productores de la soya corroboran el hecho de que esta permite un mejor aprovechamiento de la tierra y de que hay que adaptarla a las características que impone el cultivo principal como son: tipo de riego, implementos y equipos para la preparación del suelo, atenciones culturales y fitosanitarias, entre otras.
La rotación de la oleaginosa con otros cultivos trae ventajas con respecto al control de insectos, plagas y malezas. Posibilita el uso más eficiente de los nutrientes. Maneja eficazmente el fertilizante aplicado en exceso al cultivo precedente. Generalmente fijan más nitrógeno que el que usan. Este hecho sugiere que los cultivos que requieren altas dosis de nitrógeno deberían seguir a la soya en la rotación.
En Cuba se han estudiado diversas variantes para la rotación de la soya. Las más importantes han sido soya-arroz, soya-caña de azúcar y soya-tabaco.
Soya - Arroz:
Las áreas arroceras ocupan grandes extensiones de tierra en Cuba, sin embargo una parte considerable de estas queda libre en invierno, lo que propicia que se aproveche este período para el cultivo de la oleaginosa ya que es la época de menos precipitaciones, lo que disminuye los riesgos de exceso de humedad.
Los CAI arroceros poseen una importante infraestructura para la producción de soya, como son las combinadas cosechadoras y los secaderos. Debido a las características de los suelos arroceros, la dificultad mayor radica en la posibilidad de encharcamiento.
Variedades como INIFAT-V9 y Cubasoy-120 se adaptan muy bien para estas siembras. Esta época, unido a que los suelos arroceros no tienen una gran fertilidad, hacen que los rendimientos en estas condiciones no sean tan altos como en otras rotaciones, especialmente las de primavera, aunque sí aceptables.
Soya - Caña de azúcar
Práctica heredada de vecinos como Brasil y México y podría ser la de mayor importancia para nuestro país porque anualmente se repone cerca de un 15% del área dedicada al cultivo de la caña de azúcar, 7 de la que una gran parte permanece en barbecho por espacio de hasta seis meses.
La primavera es la época más adecuada para sembrar la soya por ser el momento en que se libera la mayor cantidad de tierra por demolición hasta que se realice la nueva siembra de caña y donde los rendimientos agrícolas son más altos debido a que las plantas de soya alcanzan un mejor crecimiento y desarrollo.
Se recomienda que para esta rotación la duración del ciclo de la planta no sobrepase los 100 días, para dejar tiempo suficiente para preparar y realizar la nueva siembra de caña después de cosechada la soya. Las variedades cubanas recomendadas para esta rotación son CUBASOY-23, INCASoy-1, WILLIAMS-82 y INCASoy-27.
Soya - Tabaco:
Esta rotación también propone a la primavera como época ideal para el cultivo de la soya debido a las características propias de las áreas tabacaleras y a que la atención que reciben las plantas propicia elevados rendimientos de la soya en grano.
Se deben seleccionar las áreas de menores índices de infestación de plagas (menor del 30%) en la cosecha anterior de tabaco, luego prepararlas adecuadamente con la destrucción de los restos de las plantas de tabaco y emplear la variedad de soya de menor susceptibilidad a las plagas y de mayor rendimiento en grano en las condiciones de primavera.
Las variedades de soya adecuadas para esta rotación son la INIFAT-382 (siembra del 15 de febrero al 20 de marzo); Cubasoy-120 (para siembras del 1ro. al 30 de marzo) y Cubasoy-23 (para siembras de abril y mayo). Se han obtenido buenos resultados con la variedad G7R-315 en intercosecha con tabaco tapado en suelo ferralítico rojo. Resultados similares se alcanzaron con tabaco rubio.
Para realizar un acercamiento a los posibles costos de producción para producir una tonelada de soya nacionalmente se analizan los costos proyectados por diversos autores (ver cuadro 5).
En la década del noventa se reportaron estudios (Pico y Vieira) que mostraron que el costo de producir una hectárea de soya era 384,73 USD en condiciones experimentales. Por tanto, la producción de una tonelada de soya alcanzaba la cifra de 256.49 USD, asumiendo un rendimiento comercial de 1,5 t/ha. Este costo estimado resulta inferior si se le compara con el precio de la soya importada, que en aquel entonces fue de más de 550 dólares por tonelada. Con un rendimiento de hasta 0,69 t/ha se hubiera conseguido una producción de soya costeable (en divisas).
Cuadro 5: Viabilidad Económica de la soya en Cuba, costos proyectados
|
en USD/t |
Rendimiento agrícola en t/ha |
umbral vs. |
||||
Precio de importación |
Costos de producción |
reportado |
comercial |
umbral para costeabilidad |
reportado |
comercial |
|
Pico y Vieira (1990) |
558,30 |
256,49 |
|
1,50 |
0,69 |
|
46% |
INIFAT (2006), con SM-fert. |
251,16 |
173,28 |
2,5 |
1,25 |
0,86 |
34% |
69% |
INIFAT (2006), precios 2006 |
|||||||
con fertilizantes importados |
251,16 |
208,77 |
2,5 |
1,25 |
1,04 |
42% |
83% |
además con riego |
238,16 |
1,19 |
47% |
95% |
|||
INIFAT (2006), precios 2011 |
|||||||
con fertilizantes importados |
540,92 |
337,87 |
2,5 |
1,25 |
0,78 |
31% |
62% |
además con riego |
382,09 |
0,88 |
35% |
71% |
|||
INIFAT (2006), precios proyectados para 2017 |
|||||||
con fertilizantes importados |
467,98 |
325,84 |
2,5 |
1,25 |
0,87 |
35% |
70% |
además con riego |
381,97 |
1,02 |
41% |
82% |
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INIFAT
En posteriores estudios se comprobó que los costos de cultivar una hectárea de soya empleando fertilizantes de producción nacional y a muy bajos costos (inferiores a 1,00 USD/ha) ascenderían a 216.60 USD, si el fertilizante empleado fuera totalmente importado,8 el costo en divisas se situaría alrededor de los 338 USD por hectárea y si además se usara riego se obtendrían alrededor de 382 USD por hectárea. Considerando que el costo de una tonelada de soya en el mercado mundial (precios del 2011) es de 540,92 USD, el rendimiento agrícola puede situarse en 0,78 t/ha (sin riego) y 0,88 t/ha (con riego) y la producción nacional se mantiene costeable en divisas. Por lo que, se concluye que es rentable producir la soya en el país.
Además, si se analiza el pronóstico de los precios para los próximos cinco años se evidencia que el costo de producción en divisas se ubicaría en 326 USD la hectárea y si se utiliza el riego en 382 USD/ha. El costo de la producción disminuye tanto si se utiliza riego como si no. Por tanto, el rendimiento agrícola sería de 0,87 t/ha y si se empleara riego de 1,02 t/ha. La producción continuaría siendo costeable pues el precio de importación de la tonelada de soya se predice en 467,98 USD.
La crisis global que atraviesa el mundo capitalista desde finales del siglo XX, incrementa la factura alimentaria de los países subdesarrollados, condicionando la necesidad impostergable de buscar formulas efectivas de solución y diseños de políticas económicas que permitan solucionar o aliviar la tensa situación creada en relación al acceso de alimentos-nótese que no es un problema de insuficiencia de alimentos- y mejorar la situación de la balanza de pagos de estos países.
Cuba, a diferencia de la mayoría de los países subdesarrollados, cuenta con vastas posibilidades que le permiten optar por la aplicación de diferentes alternativas, sobre todo en las producciones de semillas oleaginosas y sus grasas, y aplicar estrategias encadenadas a lograr la sustitución de importaciones en el sector agroalimentario.
Los estudios realizados han confirmado que la producción de la oleaginosa en el país y de algunos de sus derivados es factible en el orden técnico y económico.
El análisis y proyección de los costos de la producción del rubro en el país verifica que la misma no solo es costeable sino que incluso es rentable, considerando la tendencia al alza de los precios de estos productos.
Incrementar el área de cultivos de la soya, estimular su producción en suelos alternándola con otros cultivos como el arroz, la caña de azúcar y el tabaco también puede contribuir a mejorar los rendimientos del suelo y el uso más racional de los recursos.
La producción de soya en nuestro país aún es incipiente y tiene un largo camino por recorrer. La posible sustitución de su importación, para nuestra nación, contribuiría a aliviar el peso que tienen los agroalimentos dentro de las importaciones totales, siendo al mismo tiempo una de las formas que tributará al proceso de implementación de los lineamientos económicos y sociales del VI Congreso del PCC.
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1 Nota publicada en la página principal de la FAOSTAT para el año 2012.
2 Estimaciones de las autoras a partir de la proyección de los precios de FAOSTAT, 2012
3 Para profundizar se puede consultar (FAOSTAT).
4 Para mayor información ver: (Robaina, 2009)
5 En (Botti, 1997) se muestra una descripción más detallada sobre los múltiples usos del aceite de soya.
6 Para profundizar ver (Barrios, 2009)
7 Estas áreas llegan a totalizar un millón 141 mil hectáreas, según reporta la Oficina Nacional de Estadísticas en el Anuario Estadístico de Cuba del 2008 para el cierre de 2007. Esta superficie tampoco está adecuadamente aprovechada. El propio anuario publica como área cosechada en la zafra de 2007-2008 un total de 380 mil hectáreas. Asumiendo que el 85% del área es la que se lleva a zafra (se demuele 15%), el área total bajo caña debería ser de unas 447 mil hectáreas, apenas una tercera parte del total reportado.
8 Se ha utilizado para esta actualización los precios mundiales de los productos básicos que reporta el Banco Mundial: (BM) (http://econ.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/EXTDEC/EXTDECPROSPECTS/) para el 2011.