Eneida María Quindemil Torrijo (CV)
eneida.quindemil@infomed.sld.cu
Universidad Agraria de La Habana
Felipe Rumbaut León (CV)
Universidad de Ciencias Médicas
Este trabajo tiene como objetivo presentar un estudio sobre las potencialidades comunitarias para la alfabetización informacional desde las instituciones de información. Se toma en consideración las multialfabetizaciones que pueden tener lugar en las comunidades considerando las personas que conviven en ella y sus carestías informativas de acuerdo con los diferentes entornos. Se diserta sobre la necesidad de aplicar la pedagogía de la alfabetización si se quiere una ciudadanía bien informada con participación social en las diferentes esferas para potenciar el desarrollo ciudadano. Se aplica como métodos el análisis documental en la elaboración de los presupuestos, así como el histórico-lógico en la plasmación de las ideas. Las consideraciones finales apuntan hacia la importancia de la multialfabetización para el desarrollo de las comunidades, regiones y naciones. Se brindan referencias sobre el tema.
Palabras clave: Alfabetización informacional, instituciones de información, comunidades, multialfabetizaciones, desarrollo ciudadano.
Los nuevos tiempos convocan a nuevas y buenas prácticas en alfabetizaciones que dependen y se insertan en diferentes contextos. En correspondencia, las comunidades tienen sus propias características, estilos de vida y niveles de desarrollo contando con instituciones que, en alguna medida, contribuyen al desarrollo ciudadano. En este sentido hay que destacar las bibliotecas en sus diferentes tipos: nacionales, públicas, escolares y especializadas; los museos; las galerías de arte; los centros de documentación, los centros de información, los archivos, los sistemas de información en el entorno empresarial. Asimismo, las instituciones tienen sus propias comunidades que laboran en ella, lo que se traduce en el conglomerado humano que potencia los mismos intereses desde el trabajo, misión, objetivos y razón de ser del centro o institución donde se desempeñan.
El tránsito hacia los distintos tipos de sociedades lleva implícito una visión de desarrollo asociado al elemento tecnológico presente, de alguna manera, ya de un modo incipiente en la sociedad agrícola, más notable en la sociedad industrial y con mayores avances en la sociedad de la información y del conocimiento donde se habla de inteligencia y ventaja competitiva; pues, obviamente, el auge inusitado de la informática y las comunicaciones ha facilitado acortar la distancia espacial y temporal entre el acceso a la información soportada en bases de datos y entre personas de todo el mundo, jugando un rol decisivo las Web en sus diferentes acepciones.
Sin embargo, constituye una preocupante de las naciones, regiones y comunidades el acceso a iguales niveles de desarrollo, a una sociedad que, siendo aparentemente informatizada, no muestra iguales índices de desarrollo ciudadano, entendido por desarrollo sostenible, desarrollo humano y desarrollo cultural. El cómo lograr el equilibrio es una interrogante pendiente para todos, por demás, cuando queda claro que a nivel planetario hay un elevado por ciento de pobladores sin acceso a los más incipientes niveles de alfabetización que se traducen en la lectura y la escritura. Más allá de esta primera alfabetización, llegan hasta nuestros días otras alfabetizaciones: mediática, computacional, visual, audiovisual, entre otras; cuyo sombrero común es la información y que prefiero llamar alfabetización informacional, por estar presente la información en cada una de ellas.
La alfabetización informacional asociada, fundamentalmente, a la competencia en información al imaginar la capacidad de las personas para reconocer la necesidad de información, identificar fuentes potenciales de información, desarrollar estrategias de búsqueda con éxito, acceder a fuentes de información utilizando las tecnologías, evaluar la información, organizar la información, integrar la nueva información en un área de conocimiento existente, utilizar la información en el pensamiento crítico y la resolución de problemas considerando cuestiones culturales, éticas, económicas, legales y sociales que rodean al uso de la información (Association of Collage and Research Libraries, 2000; ANZIL, 2003; Bruce, 2003; CILIP, 2004; Pinto, Cordón y Gómez, 2010, entre otros) refuerza en este trabajo consideraciones más abarcadoras que se insertan en la alfabetización desde el entorno institucional para la comunidad en que está enclavada la institución y para las propias personas que laboran en este entorno como vía de autoaprendizaje y autoalfabetización considerando los cambios producidos por el desarrollo tecnológico de la sociedad.
Al respecto, es preciso abordar los presupuestos de la pedagogía de la alfabetización si se quiere hacer entendible el cómo hacer llegar a los habitantes de nuestras regiones una panorámica contextual de lo que en materia de información pudiera alcanzarse desde las instituciones que le rodean y que inciden en la diferencia entre persona y ser humano; la notabilidad del alcance que infiere el tener una lectura aceptada y acertada de la información propia de cada sitio y su razón de ser, para de esta forma contribuir a la formación ciudadana, tanto desde el propio desempeño laboral de la persona en esa institución como del conocimiento que irradia en un ámbito social mayor, entendido por comunidad, cuyo significado hace referencia al sitio donde habitan estas personas en interacción con el resto de los pobladores. El objetivo de este trabajo es presentar un estudio sobre las potencialidades comunitarias para la alfabetización informacional desde las instituciones de información.
Con vistas a un entendimiento del término comunidad, significado que se comparte con González y Fernández (1999) y que se refiere al espacio físico ambiental geográficamente delimitado donde tiene lugar un sistema de interacciones sociopolíticas y económicas que producen un conjunto de relaciones interpersonales sobre la base de necesidades sociales que se generan: educativas, de la salud, culturales, deportivas, recreativas, entre otras, hay que considerar que los intereses y sentido de pertenencia de las personas que integran esa comunidad está mediado por su historia, tradiciones e identidad propia, jugando un rol fundamental en su vida cotidiana la actividad económica.
Tal como se puede apreciar toda comunidad constituye un asentamiento poblacional que resulta, a su vez, parte de otras organizaciones mayores. El gestionar información adecuadamente a partir de la cooperación integrada de las instituciones que comparten el escenario comunitario local hará posible el desarrollo ciudadano en esferas tan decisivas como la educación, la ciencia y la cultura. Al respecto, el grado de desarrollo alcanzado por las comunidades locales mediado por procesos de revitalización, industrialización y diversificación del sistema productivo local determinará el avance del país.
Asimismo, la sociedad actual demanda un uso constante de información en las esferas mencionadas y que va a estar condicionado por el desarrollo económico a largo plazo y la introducción de los cambios tecnológicos, cuyas características a criterio de Nick Moore cita Ponjuán (1998) y son las siguientes:
Al pensar en la gestión de la información desde la organización, circunscribiéndola a la institución donde surge y se crea información, es preciso analizarla desde la interacción que tienen los miembros de la institución con la información y cómo se comparte o no entre todos, en qué medida se crea conocimiento y si este es utilizado en el posicionamiento de la institución, en reforzar su misión y el rol que desempeña en la sociedad.
Cuando se analiza la gestión de información para la comunidad es válido revisar la definición de Woodman citado por Ponjuán (1998, p.315), quien concibe la gestión de información como todo lo relacionado con la obtención de la información adecuada, en la forma correcta, para la persona indicada, al costo adecuado, en el tiempo oportuno, en el lugar apropiado, para tomar la acción correcta.
En ambas situaciones el consumo de información tiene un alcance determinado -el de la organización- se circunscribe a los miembros de ella y -el de la comunidad- se refiere al vínculo que existe entre los individuos y la información que se genera desde las diversas instituciones que existen en la comunidad, cómo llega a cada uno, qué posición asumen ante su consumo, de dónde proviene, quiénes interfieren en su aprehensión, qué estrategias existen a nivel local para el consumo de información proveniente de estas instituciones. Cuando en una comunidad se logra identificar a un grupo considerable de individuos correctamente informados, estamos hablando de comunidades alfabetizadas informacionalmente desde diferentes enfoques y perspectivas.
Las comunidades cuentan con variadas instituciones que llevan implícitas objetivos diversos según su razón de ser. Como es lógico, en todas y cada una de ellas, está presente la información jugando un rol determinante en la toma de decisiones; sin embargo es válido detenerse en cómo la información que se genera en una institución apunta al desarrollo ciudadano y en qué medida esa institución enriquece su objeto social desde la propia información que está presente en la comunidad donde está insertada.
Significativa importancia, a tal efecto, tiene el paradigma organizacional que ostente la institución u organización. En correspondencia, Hodgetts, Luthans y Lee consideran tres paradigmas de organizaciones:
Si se tiene en cuenta los paradigmas expuestos, es importante circunscribirlos a las instituciones de información en el escenario de la comunidad y analizar su tipo y posibilidades para realizar múltiples y variadas acciones de alfabetización.
Hay varios criterios en relación al término de multialfabetización ya sea porque las tecnologías de la información y la comunicación exigen formas multimediáticas de alfabetizar, es decir, en varios medios, entendidos como herramientas o recursos; por las diversas formas que la alfabetización aborda en las culturas y también reconociendo que la alfabetización independientemente de su dimensión: lectoescritura, visual, mediática, digital, ética o moral, racional o social, informática, tecnológica, bibliotecaria, documental, literaria tienen como elemento común la información con una buena dosis de aprendizaje o autoaprendizaje que lleva implícito el vocablo alfabetizar o autoalfabetizarse. (Garmendia, 2005; Cuevas y Marzal, 2007; Marín, 2010; Pasadas, 2010),
Desde esta perspectiva resulta conveniente la revisión de aquellas instituciones de información que, en el escenario de la comunidad, pueden realizar algún tipo de alfabetización o varios tipos de alfabetizaciones y, con ello, ayude a la formación de un ciudadano mejor informado. Para abordar el conjunto de instituciones se consideran las diversas fuentes y recursos de información que en ellas coexisten, teniendo a bien incluir instituciones donde el documento no es la fuente de información por excelencia y si las personas.
1.- Bibliotecas: en sus múltiples acepciones hace referencia a la información registrada en libros, revistas, microfilmes, grabaciones, películas, diapositivas, cintas magnéticas, vídeos, mapas. La fuente de información fundamental es el documento ya sea impreso o electrónico; sin embargo en las bibliotecas tradicionales es muy importante la labor del bibliotecario en la orientación de cómo satisfacer la demanda informativa, fundamentalmente, la del referencista. En esta institución pueden coexistir diferentes tipos de alfabetizaciones: bibliotecaria, documental, literaria visual, audiovisual, informática, entre otras. Hoy en día existe una tipología variada de bibliotecas:
2.- Museos: “(...) una institución permanente, sin finalidad lucrativa, al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público; que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe para fines de estudio, de educación y de deleite testimonios materiales del hombre y su entorno.” (http://www.buenosaires.gov.ar/areas/educacion/aer/pdf/tiposmuseos.pdf)
Atesoran objetos valiosos tales como obras de arte, libros, investigaciones sobre la historia local, monedas, entre otros. Tienen como propósito mostrar en diferentes salas objetos y documentos que brinden un conocimiento sobre la realidad cultural local, regional y nacional. Entre sus funciones se encuentra la de la investigación constante sobre sus líneas, conservación y exhibición de los objetos que protegen y la educación de la población. Independientemente de las variadas clasificaciones de los museos, los más conocidos son:
En esta institución pueden coexistir las alfabetizaciones documental y visual en dependencia del usuario que lo visite y la necesidad informativa que muestre. En ocasiones, las visitas dirigidas cuentan con un guía que realiza una explicación de las muestra que se exhiben en la institución; sin embargo sería muy conveniente que se trazaran líneas de acción con propósitos intencionales para brindar información sobre otros aspectos relacionados con la comprensión del arte contemporáneo, de la historia actual, en correspondencia con la línea fundamental del museo.
En este sentido, un ejemplo a resaltar es el del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la Universidad de Chile, que se ha propuesto el desafío de contribuir a la alfabetización visual, a la comprensión de los diversos lenguajes del arte contemporáneo y al apoyo de la labor docente de profesores y establecimientos educacionales. Para ello, cuenta con Educamac (Educación para el arte contemporáneo) cuya misión de esta unidad educativa es aportar experiencias significativas al público general y a estudiantes de distintos niveles de enseñanza con el propósito de complementar sus conocimientos a partir de las muestras y actividades del museo. A cargo de profesionales del área de las artes y la educación, Educamac desarrolla metodologías interactivas, reflexivas y prácticas, como lecturas de obra con artistas, visitas guiadas y talleres, entre otras. Su visión es la de ser un museo abierto a la comunidad, un espacio que acoja y satisfaga las necesidades educativas de docentes, estudiantes y público, generando y complementando vínculos entre las artes visuales y la comprensión de los procesos transformadores del mundo actual. Sus objetivos son los siguientes:
3.- Galerías de Arte: constituyen un espacio destinado, principalmente, a la exhibición de obras de arte, a la promoción de artistas noveles, mostrando y dando a conocer su obra, lo que permite el encuentro entre artista y público. En la actualidad, además de exhibir las obras, estos sitios facilitan la subasta o venta directa al público, admitiendo a los coleccionistas privados y a los propios museos engrosar sus fondos.
Es importante hacer referencia a las galerías virtuales que cada día tienen mayor connotación, pues proporcionan a los artistas un lugar donde poder exponer y difundir su obra de manera rápida y económica y, a la vez, ofrecen al público información de lugares donde poder realizar estudios relacionados con el mundo del arte: escuelas, academias, talleres, etc. Suelen contar también con un boletín de noticias referidas al ámbito artístico. (http://www.wikanda.es/wiki/Galer%C3%ADa_de_arte)
La coexistencia de espacios físicos y virtuales como galerías que promocionan el arte es notable, en tanto, el espacio virtual, generalmente, es utilizado para promocionar lo que se expone en el espacio físico. Sin embargo, las apreciaciones tendentes a lo educativo son menos notables en este tipo de institución que en los museos. En estas hay mayor tendencia a la venta y obtención de dinero por el valor del arte en sí que muestra o expone determinada obra, que el conocimiento que ella pueda mostrar. A pesar de ello, es importante considerar las posibilidades de alfabetización visual desde las exposiciones que se realicen como una vía de labor educativa de acuerdo con el interés del público que pueda ser alfabetizado, lo que le daría a esta institución un mayor carácter social.
A propósito de la alfabetización visual, es muy interesante la acotación de Latorre (2008), quien al referirse a los niveles de captación de la realidad hace referencia a que esta se basa en una triple metodología de estudio de las obras de arte: el análisis preiconográfico o formal, iconográfico (según los códigos comunicativos y estereotipos culturales establecidos) e iconológico, que se ocupa del estudio del contenido en su contexto histórico adecuado, aspectos que debe tomarse en consideración tanto en los Museos como en las Galerías de Arte.
4.- Centros de documentación/ información: su objetivo primordial está asociado a la entrega de documentos o informaciones a los usuarios que atiende. Pueden o no disponer de una biblioteca o de un fondo de información/ documentos propios. De esta forma pueden hacer la entrega del documento para satisfacer una necesidad informativa o evacuarla a partir de referencias, bases de datos u otro recurso informativo. (Ponjuán, 2004). En su mayoría, se especializan en diferentes ramas del saber: Agricultura, Ciencias Sociales, Medicina, entre otras, subordinándose a un alcance territorial determinado: nacionales, regionales, entre otras; siendo estas tipologías las más utilizada en la literatura consultada.
Presenta similitudes con la biblioteca especializada y se caracteriza por profundizar algunas de sus funciones, en especial el análisis documental de contenido, para lograr una mejor recuperación de la información, utilizando las nuevas tecnologías de la información. En este sentido, pueden realizarse diferentes alfabetizaciones: documental, informática tanto para los usuarios como para el propio personal que labora en el centro lo que le permitirá estar actualizado en su labor.
5.- Archivos: se le llama al conjunto orgánico de documentos que han sido producidos por una institución o persona. Es importante que la documentación se conserve respetando el orden natural en que fue producida. Válida es la delimitación del ciclo de vida del documento de archivo: fase de creación, fase de mantenimiento y la fase de expurgo. En relación a su tipología hay varios criterios: -criterio del sujeto productor, pueden ser públicos (administrativos, de justicia) o privados (personales y familiares); -criterio de ámbito de actuación: locales, provinciales, regionales y generales, utilizada fundamentalmente para los archivos históricos; -criterio de acuerdo con el ciclo de vida de los documentos: de gestión, central, intermedio e históricos. (Mena, 2006). En la literatura suelen aparecer otras clasificaciones tales como: archivos de prensa, archivos fotográficos, entre otras. Al ser esta una institución donde priman los documentos como su razón de ser, el tipo de alfabetización a realizar sería la alfabetización documental y si se trata de archivos fotográficos, la alfabetización visual sería muy necesaria. No se puede perder de vista la alfabetización informática por la implicación que tienen las tecnologías en la actualidad. En correspondencia, la autoalfabetización sobre el valor de los documentos y el ciclo de vida debe ser una constante para el personal que labora en los archivos, de modo que el expurgo sea controlado y necesario.
5.- Sistema de información empresarial: están llamados a facilitar la toma de decisiones de la empresa a partir de la entrega de información precisa y oportuna. A decir de (Ponjuán, 2004), la información de las empresas tiene que ver con sus niveles de dirección:
En cuanto a las funciones típicas de la empresa se encuentran las relacionadas con la estrategia y planificación, las que tienen que ver con el desarrollo de productos y marketing de los mismos, las relacionadas con la producción, las de desarrollo de aplicaciones y planificación de proyectos, las vinculadas con las operaciones y distribución y las del servicio al cliente.
Las empresas tienen diferentes sistemas de información: sistema de bases de datos, sistemas de información para la gestión, entre otros. De acuerdo con ello, es muy importante la alfabetización documental y la alfabetización informática, fundamentalmente. En este sentido, las comunidades que integren las empresas deben tener un alto sentido de autoalfabetización para ver quiénes son los competidores y cuáles son los avances a nivel internacional, nacional y local que van teniendo lugar. Como es de suponer, las ventajas competitivas y logros que obtenga determinada empresa incide en el desarrollo local de la comunidad donde se encuentre insertada, ayudando al desarrollo ciudadano.
6.- Instituciones docentes: incluye las escuelas en todos los niveles de enseñanza hasta la academia. El desarrollo del proceso docente educativo adquiere diferentes dimensiones en correspondencia con el nivel que se trate. Este tipo de institución debe mantener vínculos muy sólidos entre la familia y su razón de ser; pues en los estudios primarios, de nivel medio y medio superiores es fundamental el poder que pueda ejercer el medio familiar sobre el aprendizaje y la educación del individuo. Es la escuela la responsable de alfabetizar a los alumnos en la lectura, la escritura, en el uso de las tecnologías según el grado, en la alfabetización visual y audiovisual producto de la educación plástica y musical que se realice; en la alfabetización ética y de mantener informado a los padres de estos resultados. En estos centros confluyen múltiples alfabetizaciones, por lo que juega un papel fundamental en la comunidad para el desarrollo ciudadano y es importante y necesaria la autoalfabetización de los docentes que laboran en ellas. Es válido enunciar que cada institución de este tipo tiene una biblioteca, la que de conjunto con el claustro docente puede incidir en ello.
7.- Emisoras radiales/ Canal de Televisión/ Prensa/ Internet: los tres primeros medios pueden tener alcance local, regional, provincial, nacional o internacional. Estos medios son muy utilizados en la información al ciudadano en sus diferentes edades, profesiones y ocupaciones. Los objetivos que persiguen en cada país son diferentes, dependen de los intereses de las clases en el poder y del poder sobre los medios de difusión masiva, pero en cualquier sociedad la influencia de los medios sobre la población actúa como catalizador de las reacciones populares. (González, 1989). Sin embargo, cabe reconocer que las nuevas generaciones fundamentan sus valores, opiniones y actitudes en medios que no se interesan propiamente en su educación, que no tienen un carácter pedagógico, y sin embargo, muchas veces influyen más en la juventud que la propia escuela. (Linares, Mora y Correa, 1996). Es válido apuntar que en Cuba hay dos canales de televisión con corte educativo donde se imparten diversos programas asociados a diversas áreas del conocimiento, incluyendo cursos de idiomas.
En este sentido, adquiere una importancia vital la alfabetización mediática; sin embargo, la alfabetización ética del individuo sienta las bases para discernir sobre lo válido o no del mensaje que ofrezca el medio. De ahí la importancia de las instituciones educativas, explicación dada en el punto anterior.
8.- Casas de Cultura: funcionan en el entorno cubano para potenciar la alfabetización artística del individuo desde los primeros años. La enseñanza de la danza, la música, las artes plásticas, la literatura y el teatro cultiva el gusto en los pobladores por estas manifestaciones del arte y los educa. De conjunto con las instituciones docentes fomentan su formación integral.
9.- Club de computación: funcionan en el ámbito cubano para fomentar la alfabetización computacional del individuo desde los primeros años. El uso de las tecnologías, permite la formación de habilidades en los pobladores. De conjunto con las instituciones docentes fomentan su formación integral.
10.- Salas de Vídeo y Cines: instituciones que funcionan en Cuba asociadas a la alfabetización audiovisual. En muchas de ellas se realizan programas de actividades conjuntas con las bibliotecas públicas, tales como libros-películas-debate, con el propósito de fomentar el hábito por la lectura y de que el ciudadano adquiera habilidades, que pueda realizar valoraciones y comparaciones entre lo que ve y escucha y lo que lee. Tal como esgrime (Latorre, 2008, p. 65) al referirse a la educación estética del alumnado esgrime que: “no es tanto el analfabetismo visual como la falta de habilidad para lograr lo que podríamos llamar una ecología visual adecuada; una actitud crítica que les permita seleccionar lo más aprovechable de la cultura visual dominante y hacer de esta experiencia algo personalmente enriquecedor”. Se trata, precisamente, de fomentar esa actitud crítica y responsable ante lo que se muestra.
Los presupuestos anteriores permiten imaginar los sitios donde se insertan instituciones de las citadas realizando un trabajo comunitario integrado donde confluyan las multialfabetizaciones a las que se hace referencia y se destaque la participación ciudadana ya sea en la toma de decisiones que le competen a la comunidad, en la búsqueda de igualdad de oportunidades entre los diferentes actores sociales, así como en la mejora de la calidad de vida personal y del grupo.
Las buenas prácticas participativas dependen de las acciones conjuntas que se puedan realizar y donde cada persona es protagonista. Se alude así a la implicación en procesos que implican profundos cambios sociales para la gestión pública, donde el ciudadano actúe como protagonista y como sujeto social, estando presente los valores de la participación, la solidaridad y la convivencia. (Camps, 2000).
En consecuencia, Elbord (2008, p. 107) esgrime que: “ser miembro de una comunidad significa reconocer y participar en los acontecimientos de alfabetización; conociendo los códigos utilizados por la comunidad y las costumbres y convenciones en juego”
La incidencia de la globalización a nivel planetario y el creciente uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) han causado un gran efecto que se ha hecho sentir en diferentes esferas de la vida. Desde esta perspectiva, el concepto de alfabetización, referido hasta la era de los años 70 a la lectura y la escritura, tiene ahora nuevos matices, se trata de adquirir habilidades asociadas a las tecnologías en toda su dimensión: lo digital, mediático, visual, audiovisual. El triunfo no se limita a la palabra impresa y a la oralidad, hay entonces que buscar nuevas formas y maneras de alfabetizar.
Si bien sigue siendo recurrente el hecho de comunicarse oralmente, de escuchar de manera productiva y crítica, de negociar, de utilizar habilidades de pensamiento de orden superior y de cooperar, ello no es suficiente para ejercer el derecho ciudadano en la actualidad. A propósito, (Anstey y Bull, 2006, p. 44) plantean que “los alumnos no deben solamente leer y producir textos, sino involucrarse en prácticas de alfabetización que utilicen textos en diversas situaciones, que requieran comportamientos e interacciones diferentes con grupos sociales y culturales cambiantes. Cada vez más, necesitarán trabajar en colaboración con otros para la concreción de objetivos comunes. Por lo tanto, la pedagogía de la alfabetización debe enseñarles a ser flexibles, tolerantes de las opiniones de los demás y capaces de solucionar problemas, analizar situaciones y trabajar estratégicamente. Deben ser capaces de identificar los conocimientos y recursos que poseen y de combinarlos y recombinarlos para cumplir con el propósito, atendiendo siempre al contexto. Como resultado, las aulas de las escuelas y la pedagogía los docentes deben alentar, modelar y reflejar este tipo de comportamientos”.
Claro está que el accionar de la pedagogía de la alfabetización está en relación con el tipo de alfabetización que se trate. Si bien la lectura y la escritura resultan alfabetizaciones tradicionales y básicas, no se puede obviar el hecho de que los textos pueden plasmarse en diferentes medios: visual, auditivo, táctil. “Leemos imágenes en la misma forma en que leemos textos…”(Elbord, 2008, p.106)y se habla de una gramática del diseño visual.
La multialfabetización o alfabetizaciones múltiples está condicionada a cambios sociales, a la multiplicidad de discursos, de lenguajes y significados, de culturas y medios de comunicación; la pedagogía tiene como reto centrarse en crear las condiciones de aprendizaje que permitan a los ciudadanos adaptarse a los cambios en las diferentes dimensiones que infieren en su accionar cotidiano, a interiorizar una y otra alfabetización para llegar a ser un individuo socialmente responsable que colabore como miembro activo en la determinación de las ventajas sociales para el desarrollo de su comunidad, región y país. En consecuencia, un indicador del desarrollo ciudadano, entendido como desarrollo sostenible, desarrollo humano y desarrollo cultural, es el dominio de las multialfabetizaciones provenientes del entorno comunitario donde confluyen las personas.
Hablar de ello implica revisar los postulados inherentes al término desarrollo de forma holística; si bien el desarrollo sostenible involucra un sistema de valores que exige responsabilidad, voluntad y compromiso de los seres humanos en la erradicación de la pobreza, protección del medioambiente, eliminación de los sistemas de producción y de consumo insostenible, el logro de la participación de los actores sociales en la solución de problemas comunes, la igualdad de géneros, los valores e ideales y el respeto a las identidades culturales satisfaciendo las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer las oportunidades y capacidades de las futuras; cuando nos referimos a desarrollo humano este concepto incluye y complementa al anterior, se hace referencia de esta forma a la distribución equitativa de beneficios, potenciar a las personas ampliando sus opciones y oportunidades y permitiéndoles su participación en decisiones que afectan sus vidas; está en correspondencia al nivel de bienestar alcanzado, las personas tienen oportunidades económicas, políticas y sociales.
La visión del desarrollo cultural acude al apelativo de cultura desde su sentido antropológico y sociológico, que incluye tanto la cultura simbólica como la material, la social y la ambiental. En este sentido, las dimensiones culturales de la vida humana no se reducen al bienestar económico, sino que constituye un elemento del desarrollo humano. La armonía entre cultura y desarrollo, respeto por las identidades y diferencias culturales y la igualdad socio-económica son elementos fundamentales para el desarrollo cultural. (Cambra y González, 1999)
Para que tenga lugar una multialfabetización en el escenario de la comunidad con enfoque de desarrollo ciudadano, es preciso tener presente:
La multialfabetización o alfabetizaciones múltiples subyacen bajo el denominativo de alfabetización informacional si se tiene en cuenta que en todo tipo de alfabetización, está presente la información. Este proceso es clave si se quiere un desarrollo ciudadano desde el ámbito comunitario y para la comunidad, cuyas potencialidades se insertan en las diferentes instituciones de información que coexisten en el escenario comunitario. Desde esta perspectiva, la vía más aceptada es la de la pedagogía de la alfabetización como modo de aprehensión y como forma de enseñarles a las personas a ser flexibles, tolerantes de las opiniones de los demás y capaces de solucionar problemas, analizar situaciones y trabajar estratégicamente en grupo por intereses comunes.
El gestionar información adecuadamente a partir de la cooperación integrada de las instituciones que comparten el escenario comunitario local hará posible el desarrollo ciudadano en diversas esferas contribuyendo de manera significativa al avance del país.
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