José Fabián Fonseca Vásconez*
Mario Alfonso Arellano Díaz**
Andrea del Pilar Ramírez Casco***
economi79@hotmail.com
Profesores de la Escuela Superior Politécnica del Chimborazo, Ecuador
Resumen
La sobreexplotación del planeta y la inequitativa distribución de la riqueza, ha llevado indiscutiblemente hacia crisis económicas, y sociales, impulsando la revisión, estructuración, y restructuración de alternativas científicas y modelos económicos que reivindique la necesidad de preservar el planeta y generar las mejores condiciones de vida para la humanidad. En este sentido la presente investigación tiene como objetivo establecer un análisis sobre la concepción y tendencia del Buen Vivir para promover una correlación con las teorías de desarrollo a partir de un enfoque de la economía política. Se aplica el Método Teórico, para comprender hechos y fenómenos relevantes durante todo el proceso de investigación. Finalmente, se exponen las conclusiones del estudio las mismas que pueden promover nuevas interrogantes susceptibles de investigaciones futuras.
Palabras claves
Buen Vivir, Economía Política, Teorías de Desarrollo
Abstract
The overexploitation of the planet and the inequitable distribution of wealth, has indisputably led to economic crisis, and social, driving the review, structuring and restructuring of scientific alternative economic models and claiming the need to preserve the planet and create the best conditions life for mankind. In this sense, the present investigation aims to establish an analysis of the development and trend of Good Living to promote correlation with development theories from a political economy approach. The theoretical method to understand relevant facts and phenomena throughout the research process is applied. Finally, the study's findings that the same subject can promote new questions for future research are discussed.
Keywords
Good life, political economy, development theories.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
José Fabián Fonseca Vásconez, Mario Alfonso Arellano Díaz y Andrea del Pilar Ramírez Casco (2017): “El Buen Vivir como alternativa al desarrollo económico. Una evaluación desde la perspectiva de las relaciones sociales de producción”, Revista OIDLES, n. 22 (junio 2017). En línea:
http://www.eumed.net/rev/oidles/22/relaciones-sociales-produccion.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/oidles22relaciones-sociales-produccion
Introducción
Actualmente uno de los grandes retos para la sociedad y la economía de este nuevo milenio, sin duda, es impulsar el crecimiento y desarrollo sostenible de las estructuras sociales y económicas del ámbito local, frente al cada vez más caótico sistema globalizado que pugna por consolidarse y destruir débiles sistemas existentes, sin considerar el entorno territorial y cultural de un estado legalmente constituido.
Constituyéndose el desarrollo y el crecimiento económico en un tema de investigación y análisis de los seres humanos, por lo cual han existido diversas tendencias ideológicas, durante todo el transcurso de existencia de la humanidad, teorías que poseen sus propios parámetros para delinear el crecimiento económico, siendo fundamental su conocimiento como un antecedente para poder explicar, analizar e interpretar de forma adecuada sus postulados y estructuras económicas, para hallar una senda al desarrollo humano y crecimiento económico sostenido.
Igualmente las diversas problemáticas provocadas por el calentamiento global, han sido promotoras de diversos estudios científicos y establecimiento de políticas, cuyo enfoque deliñe que el crecimiento económico esté en armonía con el entorno natural y la población, razón por la cual y en correspondencia al tema planteado, esta investigación pretende explicar la perspectiva natural del Buen Vivir como alternativa al desarrollo y correlacionarla con las diversas tesis conceptuales orientadas al desarrollo económico y la concepción de sostenibilidad, para valorar su incidencia a partir de las relaciones sociales de producción.
Todos tenemos que ser conscientes que el desarrollo económico debe servir al ser humano y por ende a la sociedad y no a la acumulación de capital, devolviendo a la sociedad la posibilidad de reconstruir el humanismo, basado en el respeto a las diferencias fundamentales donde exista armonía entre el ser humano consigo mismo, con la naturaleza y con la sociedad alejado de toda consideración estratégica. Por eso, si el objetivo es crear un modelo económico en que la riqueza social sea distribuida en una forma más equitativa, que logre satisfacer las necesidades de todo los habitantes del país, es fundamental que esos medios de producción, o al menos los medios de producción fundamentales, no sean acaparados por unos pocos y utilizados para su propio beneficio, sino que sean de propiedad colectiva, de propiedad de todo el pueblo (1).
Método de investigación utilizado
La presente investigación utiliza el Método Teórico, establecido para comprender hechos y fenómenos relevantes durante todo el proceso de investigación. (Análisis – Síntesis, Inducción- Deducción, Hipotético-Deductivo, Histórico – Lógico, Modelación, Enfoque de sistema), el cual servirá para el estudio del tema planteado el Buen Vivir como alternativa al Desarrollo. Una evaluación desde la perspectiva de las Relaciones Sociales de Producción.
Resultados:
La rebelión y la lucha de los pueblos indígenas acontecida en varias latitudes de América Latina, ante la opresión y desigualdades a manos de la civilización occidental, ínsita a reclamar su derecho a desarrollarse proponiendo una alternativa al enfoque tradicional Estado-nación sobre el desarrollo; cuyo legado histórico y filosófico brota en respuesta al fracaso y debilitamiento de políticas neoliberales mercado céntricas para el desarrollo y el crecimiento económico; siendo fundamental reflexionar “en términos en los que el positivismo occidental entiende como reflexión, es decir, como una analítica de conceptos que pueden positivarse al interior un marco coherentemente estructurado de conceptos, que desde la Ilustración ha sido denominado como ciencia” (2).
En este sentido, el Buen Vivir o Sumak kawsay (SK) recoge formas de vida ancestrales de los pueblos indígenas del continente americano, en especial de los movimientos indígenas de Ecuador y de Bolivia, cuyos planteamiento establecen que la población debe vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, que garantice la sostenibilidad, en cumplimiento de principios éticos y morales, tales como: Ama Qhilla (no seas flojo), Ama Llulla (no seas mentiroso), Ama Suwa (ni seas ladrón), Suma Qamaña (vivir bien), Ñandereko (vida armoniosa), Tekokavi (vida buena), Ivimaraei (tierra sin mal), Qhapajñan (camino o vida noble), Ayllu (familia), Ayllu Llakta (comuna), Minka (trabajo colectivo), Rimanakuy (práctica del diálogo), Yuyarinakuy (acuerdos), Pacha Mama (naturaleza).
Referentes de vida de las comunidades indígenas para configurar un Estado progresista y una sociedad plural en “busca delicados y complejos equilibrios socioeconómicos y ambientales, bajo un fuerte proceso de legitimación social” (3). Saberes considerados marginados o prohibidos que incitan a la emancipación de los pueblos y una posible refundación del Estado, cuya forma de vida milenaria basada en principios sencillos como la complementariedad, la reciprocidad y la plurinacionalidad, subvierte el orden actual del pensamiento occidental porque pone al hombre como el centro del universo recuperando la humanidad, como soporte de una convivencia en la diversidad social.
Se coincide con Bretón et al (4), quien considera que el Buen Vivir es una tendencia ideológica que surge del aislamiento de la que fue objeto por más de cinco siglos y promueve actualmente la reflexión política y académica para que intelectuales y críticos de diversas tendencias ideológicas sean atraídos ante esta nueva alternativa política, económica, jurídica y natural como alternativa al desarrollo.
En tal sentido, el Buen Vivir no es una alternativa para el desarrollo sino al desarrollo, considerando que en la “cosmovisión indígena no existe aquella visión de un estado de subdesarrollo a ser superado. Y tampoco un estado de desarrollo a ser alcanzado forzando la destrucción de las relaciones sociales y la armonía con la Naturaleza” (5). Es decir esta tendencia ideológica promueve “construir una forma diferente de producción, distribución y consumo, alejada de los parámetros y de los paradigmas del pensamiento económico vigente, que ha hecho de las nociones de desarrollo, crecimiento económico, mercado, precios relativos, entre otras, no conceptos ni hipótesis de trabajo, sino realidades trascendentes a la misma realidad” (6).
Las crisis financieras, alimentarias, la utilización irracional de la energía dentro de una lógica de crecimiento sin límites, la migración, el desempleo, la miseria humana, el cambio climático, se constituyen en problemáticas contemporáneas neurálgicas a nivel mundial, orientándonos a preguntar ¿qué hacer y cómo hacer?; posiblemente existiría diversas respuestas, a partir de la perspectiva de cada tendencia ideológica, pero, quienes responden tendrían que preguntarse ¿si su estrategia para generar riqueza está dando una solución a esta crisis social, humanitaria y económica sin precedentes que se vive en diversos sectores del mundo o solo esta promoviendo el incremento mercantil por encima del ser humano? .
Interrogantes que enfatizan la importancia y contribución del Buen Vivir, cuyo acicate filosófico de los pueblos indígenas latinoamericanos, orienta a recuperar esa relación armoniosa entre los seres humanos y su entorno, entre la humanidad y sus semejantes, producto de una sucesión de crisis del capitalismo comenzando en la década de los 80, considerada la década perdida para américa latina; propuesta que no es una alternativa plenamente excluyente ni fácilmente complementaria, sino una tendencia y opciones al desarrollo y la modernidad que se entrelazan complejamente en la realidad de las confrontaciones políticas actuales.
Propuesta que determina reprogramar el entendimiento de progreso, mal entendido como la acumulación de bienes, cuestionando de esta forma la noción básica de crecimiento económico donde la mercancía es el eje de toda actividad económica, en este sentido reconfigura las estructuras políticas para rebasar la matriz monocultural, cuya construcción social de plurinacionalidad e interculturalidad con pleno reconocimiento de la unidad en la diversidad; como bien se ha podido demostrar en las investigaciones realizadas por diversos autores que han profundizado en la temática (6, 7, 8)
Se coincide con Houtart, (9), al considerar que en el corto plazo desde un enfoque filosófico el Buen Vivir contiene una base de orientación a la vez de sentido común y de crítica al modo de desarrollo capitalista, en el mediano plazo la regionalización de las economías permitiría encontrar sinergias, aportando garantías contra las repetitivas crisis y la recuperación de los recursos naturales, y en el largo plazo las proposiciones pueden parecer utópicas, porque son, con frecuencia, difíciles de ponerlas en práctica y suponen cambios de orden filosófico, porque no es solamente una cuestión de racionalidad sino de lucha social.
Es decir es imperiosa la utilización duradera de los recursos naturales, el valor de uso por encima del valor de cambio, la generalización de la democracia, la multiculturalidad, considerándose también como eje de construcción social la plurinacionalidad por su contexto. Cuya orientación y nueva racionalidad pueda edificar una alternativa al desarrollo en contraposición a, “las visones estado céntricas que han fracasado y las visiones mercado céntricas han fallado; hay que tener una economía con mercado y no una economía de mercado” (8).
En tal sentido el Buen Vivir delinea su visión ideológica en los siguientes parámetros:
Es responsabilidad social en todo conglomerado humano organizado que cada uno de sus integrantes sea participe activo de cada actividad que ahí se realiza para evitar que la democracia representativa sea deficitaria y pierda credibilidad; razón por la cual para extender el espacio de la responsabilidad del ciudadano, “es necesario la aplicación de numerosas fórmulas posibles como: el presupuesto participativo, la rendición de cuentas o, incluso, de referendos, la transparencia en los procesos de integración, caracterizada por la dialéctica entre la creatividad y la organización” (9).
La subordinación entre culturas, ha llevado a profundos procesos de exclusión social, desigualdad económica, discriminación y desconocimiento de la concepción y el contexto general de las sociedades, por esta razón la interculturalidad propone el dialogo entre iguales tomando lo mejor de cada sociedad y sistema económico. Es decir, la interculturalidad se convierte en una de las formas más convenientes para supera el desarrollo y transitar hacia el Buen Vivir (7, 10).
Conceptos que fueron ideados por Marx, entendiéndose como valor de uso es el valor que un objeto tiene para satisfacer una necesidad, desde las más biológicas como comer, hasta las más espirituales como las que se refieren al ocio y el mundo de la cultura. El valor de cambio es el valor que un objeto tiene en el mercado y han pasado al lenguaje común. En tal sentido es necesario que “el predominio del valor de uso se alargaría la duración de la vida útil de los productos, su prolongación permitiría utilizar menos materias primas y menos energía, producir menos desechos y, por ende, proteger mejor el medioambiente natural, además permitiría también disminuir la influencia del capital financiero (9).
La plurinacionalidad es promover la existencia de múltiples naciones en un estado, reconocimiento la relación a la construcción política del estado-nación, y entendiéndose que el concepto de plurinacionalidad es una “pieza fundamental para enfrentar y subvertir los ordenamientos socioeconómicos y políticos, que en definitiva propugna el Buen Vivir, debido al contenido de sus principios fundamentados en la complementariedad, la reciprocidad, la relacionalidad y la correspondencia” (3). Tendencia de desarrollo democrático, teórico-político, fundamentado en la diversidad de la plurinacionalidad.
En busca del desarrollo los países considerados pobres al igual que los ricos, arrasados por la tendencia globalizadora que promueve la competitividad de forma indiscriminada han incurrido en la explotación desmedida de los recursos naturales; siendo determinante (8), dotarle de derechos a la Naturaleza significa, entonces, alentar políticamente su paso de objeto a sujeto; lo central de los Derechos de la Naturaleza es rescatar el derecho a la existencia de los propios seres humanos.
El Buen Vivir, propone la incorporación de la naturaleza al interior de la historia, no como factor productivo ni como fuerza productiva, sino como parte inherente al ser social, propone varios marcos epistemológicos que considera la existencia de tiempos circulares que pueden coexistir con el tiempo lineal de la modernidad. (6).
EL establecer un análisis sobre el Buen Vivir, se constituye una noción crítica del desarrollo convencional entendida como crecimiento económico. Se coincide con Cortez (11), Dávalos, (2), al considerar que gobiernos progresistas siguen explotando la naturaleza y persiguiendo el crecimiento económico pero al mismo tiempo establecen políticas públicas activas relacionadas con educación, salud, bienestar social, e incluso, compensaciones ambientales.
Es de gran importancia el descubrimiento y análisis de las leyes económicas que determinan el desarrollo de la sociedad para dar respuesta teórica y coherente a las nuevas tendencias y paradigmas del desarrollo económico, caracterizado por el incremento del bienestar social, el mismo que se constituye en uno de los objetivos de toda sociedad. “El desarrollo de la sociedad tiene por base las leyes económicas que expresa toda diversidad de relaciones de producción”. (12).
El desarrollo económico, siempre será una problemática sin resolver para todos los pueblos del mundo, en consideración que el ser humano, nuca satisface sus necesidades y los recursos son escasos y agotables; ante este escenario diversas perspectivas científicas, han puesto en consideración de la sociedad su filosofía, con el objetivo de maximizar el uso y beneficio de los factores de la producción coadyuvando a mantener la prosperidad económica y social, erradicando la miseria y eliminando la pobreza. “El concepto de desarrollo es tan fuerte que alguna vez se propuso una taxonomía entre regiones del mundo desarrolladas y otras que no lo eran y que serían denominadas como subdesarrolladas, o más cortésmente “en vías de desarrollo. Hubo, y aún hay, al respecto una extensa literatura que establecía una serie de recomendaciones a los países denominados como subdesarrollados” para que superen esa condición e imiten a los países que habían alcanzado el desarrollo”. (2)
Un país no puede considerarse en crecimiento económico, si ese crecimiento no conduce a que el número de pobres e indigentes se reduzca, para que así las condiciones de desigualdad se minimicen. Los procesos históricos han ratificado la ley de desarrollo desigual, confirmado por el marxismo, en particular su enriquecimiento teórico por Lenin (13). “Esta desigualdad en el desarrollo ocurre a escala mundial, con la concentración de la riqueza y la tecnología en economías altamente industrializadas de Occidente, a costa de los países en subdesarrollados del Tercer Mundo o Sur, que en eufemismo se llaman en vías de desarrollo”(14). Si bien lo citado es absolutamente cierto, también se puede decir que el desarrollo desigual mundial creciente existe entre y al interior de los países ricos y pobres.
Al ser la Economía Política quien estudia y desentraña las leyes que presiden el desarrollo, es decir, las relaciones de producción entre los hombres, en el proceso de producción de los bienes materiales, cuyas “leyes gobiernan la producción y la distribución de los bienes materiales en la sociedad humana a lo largo de diversas fases de su desarrollo” (12). Es necesario comprender que, los modos de producción, es la aleación de las fuerzas productivas y las relaciones de producción; y que históricamente la sociedad reconoce cinco tipos fundamentales de relaciones de producción: la comunidad primitiva, el esclavismo, el feudal, el capitalista y el socialista como primera fase del comunismo.
Las relaciones de producción, ha conllevado al debate intelectual por su concepción y dimensiones intrínsecas de cada una de ellas durante los diferentes procesos de desarrollo, las cuales son cimentadas en pensamientos ideológicos que han influido en la historia del mundo. En tal sentido el presente estudio considera relevante analizar los enfoques del desarrollo del liberalismo, keynesianismo y el marxismo, por ser tendencias ideológicas validadas y bases de nuevos paradigmas para el desarrollo como la sostenibilidad.
Entendiéndose que el liberalismo como doctrina económica que considera la mínima injerencia del estado en la economía, y que su origen estructurado de forma sistematizada proviene de expositores como: “J. Locke, D. Hume, A. Smith, A. Ferguson, E. Bunker, H. Espencer, L. Acton, J.B.Say, B. Constant, y W. von Houmboldt” (16).
Autores como Marchesi & Sotelo, (17), consideran que el liberalismo es una teoría social y política que puede alcanzar el progreso económico de la sociedad y su bienestar material, teniendo el Estado que limitarse a cuatro funciones: a) favorecer la libertad económica; b) fomentar la inversión privada; c) suministrar servicios de interés general; d) proporcionar una seguridad limitada.
El liberalismo considera que el mercado es la institución económica más eficaz para coordinar, en régimen de libertad, los distintos planes de los individuos cuyo bienestar se consigue cuando los individuos disfrutan de la máxima libertad posible, de forma que les permita utilizar sus ideas y sus recursos económicos como mejor les convenga. En este sentido Adam Smith (1.759), considera que el mercado tiene la propiedad de autorregularse según la teoría de la Mano Invisible.
En esta misma tendencia, los países subdesarrollados alcanzaran el desarrollo a través del capitalismo mediante varias fases como lo hicieron los países desarrollados, es decir incrementado su producción, acumulando riqueza y con innovación tecnológica, lo cual coadyuvaría a abastecer las necesidades de la población; sistema de crecimiento económico que impone su pensamiento liberal Laissez Faire, Laissez Passer, máxima entendida como dejar hacer dejar pasar. A partir de la teoría del liberalismo establece las raíces ideológicas para la estructuración del neoliberalismo y el pos neoliberalismo (18).
Entendiéndose a partir de estos preceptos el crecimiento económico como fin de desarrollo no como medio para el desarrollo, coincidiendo con Gómez (19), quien considera que los criterios de la teoría clásica son nefastos al aplicarlos a hechos reales, porque sus postulados sólo son aplicables a un caso especial diferente con la situación económica real
Posterior al liberalismo surge el enfoque keynesiano, aproximadamente en la década de los años 30, en respuesta a la fallas del liberalismo económico que dificultan el desarrollo de los países, producto de ello la Gran Depresión; “crisis de superproducción habían emergido como el principal peligro de la economía capitalista, el Imperialismo se consolidaba como la nueva fase de desarrollo y se desplegaba la internacionalización de las relaciones económicas”. (20)
El pensamiento ideológico de John Maynard Keynes, plasmado en su obra Teoría general sobre el empleo el interés y el dinero, centró su análisis en la demanda agregada y la relaciona con el empleo y el ingreso, para mantener en equilibrio los sectores de la economía, considerado que la perspectiva de la autorregulación no existía siendo un peligro dejar solo al mercado (21). Por lo cual el Estado no tiene que concentrarse solo en el impulso de políticas fiscales expansivas sino también se centre en realizar inversiones en obras públicas para generar nuevos empleos.
En tal sentido las recetas económicas para el desarrollo sugeridas por Keynes de enfoque capitalista, en la época que vio la luz su teoría nos orienta, a comprender que el camino para el desarrollo es la productividad, cuya meta es el poder de ingreso de la clase burguesa; lo cual fue criticado por Marx (1950), quien afirmo que el capitalismo es un régimen social de producción cuya lógica de funcionamiento depende de la búsqueda de ganancias.
Karl Heinrich Marx, considerado el padre y estandarte de los hombres ideólogos del socialismo, su principal obra “EL Capital”, su teoría es conocida como el marxismo; crítico de la llamada dictadura burguesa capitalista, sostiene que los países desarrollados impiden el desarrollo de los países subdesarrollados.
Las relaciones socioeconómicas entre los hombres, es la base del desarrollo y, en cualquier fase del desarrollo que se hallara, la producción siempre ha tenido dos aspectos las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Marx señalan que las épocas económicas se distinguen unas de otras no por lo que se produce, sino por los instrumentos que se emplean en la producción de bienes materiales, entendiéndose que el trabajo es una actividad racional del hombre encaminada a la producción de bienes materiales (12)
La filosofía marxista enfoca su análisis en la mercancía, considerada como eje central de la sociedad capitalista, con el objetivo de darle un orden lógico, a partir de lo cual el marxismo propone una serie de etapas o pasos que se debían seguir para alcanzar la sociedad humana desarrollada, la misma que elimine las desigualdades, siendo necesario un cambio radical de las economías que producían plus valor, es decir, había que consolidar el Estado socialista.
No existe una teoría acabada del desarrollo marxista, más el estudio metódico de su doctrina económica evidencia que se refirió en determinados momentos del capitalismo ya que Marx no vivió lo suficiente como para ver que el capitalismo evolucionaría hasta su fase superior de desarrollo, tarea esta que le tocó a Lenin investigar científicamente (22).
Marx concebía el Modo de Producción Capitalista como transitorio, y su propias contradicciones, ocasionaran en el largo plazo que el sistema se destruya, plantea en su pensamiento un sistema distinto al desarrollado después del esclavismo, un sistema más justo sin desigualdades sociales (sin clases) y donde existe un desarrollo del hombre y todos los hombres son iguales en cuanto a las oportunidades que cada uno tiene para desarrollar sus capacidades. Un sistema donde el desarrollo intelectual y del conocer científicamente la realidad que nos rodea, le permita al hombre alcanzar mejores niveles de vida (23). Conjunto de saberes del marxismos que nos enseña que una vía al desarrollo frente al capitalismo es el socialismo.
Se coincide con Dávalos (2), al decir que teoría marxista, su discurso del desarrollo se inscribía en una visión que asumía la totalidad del capitalismo como un sistema históricamente determinado, y en el cual existían relaciones sociales de producción en el ámbito mundial, sustentadas en el imperialismo
El Desarrollo Sustentable tiene sus orígenes en el año 1972, en la publicación del Informe al Club de Roma, los Límites del Crecimiento: Un Informe del Proyecto del Club de Roma, sobre el predicamento de la humanidad, el cual señalaba la existencia de límites físicos al crecimiento, debido al agotamiento previsible de los recursos naturales y a la incapacidad global de asimilación de los residuos del planeta (24)
Después de mantenerse veinte años en el debate internacional, a través del Informe elaborado en 1987 la Comisión Brundtland, considerando las diferentes deliberaciones, definió el Desarrollo Sustentable, como “aquel que provee las necesidades de la generación actual, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para solventar sus propias necesidades”
Actualmente al hablar de desarrollo se promueve múltiples formas y definiciones (Desarrollo endógeno, local, sostenible, a escala humana) orientados en obtener competitividad territorial y gestionar el riesgo para garantizar la seguridad de las unidades sociales, sus actividades económicas, infraestructuras, servicios y medio ambiente, en este sentido se coincide con Fernández (25) quien cita algunos teóricos que plantean que el desarrollo sostenible consistiría en sostener los recursos naturales (Carpenter, 1991), sostener los niveles de consumo (Redclift, 1987), o lograr la sostenibilidad de todos los recursos: Capital humano, capital físico y recursos ambientales, (Bojo, 1990).
La mayoría de interpretaciones del desarrollo sostenible, coinciden en que las formas y acciones para lograr eficiencia económica deberán respetar el medio ambiente y ser socialmente equilibradas como una alternativa a los modelos que han propiciado la degradación del ambiente, a partir de la búsqueda de respuestas creativas para corregir las fallas y evitar nuevos problemas; en este contexto promueve la interacción entre tres ámbitos: el ecológico, el económico y el social.
Se coincide con López, (26) quien cambia la visión clásica del concepto del Desarrollo Sostenible, que considera solo tres ámbitos ecológicos, el económico y el social; adicionando a los anteriores el ámbito institucional, para el análisis de realidades territoriales complicadas del mundo físico y social, en el cual se enmarca factores normativos y jurídicos.
Igualmente se considera fundamental para que exista sistematización armónica entre los entornos que interviene para la existencia de sostenibilidad, la mediación, la negociación lo cual facilita el diálogo entre actores con objetivos distintos.
DISCUSIÓN.
Las crisis económicas que ha sufrido la humanidad, producto del desequilibrio de las relaciones de producción y las fuerzas productivas ocasionan un freno para el desarrollo, problemática analizada por las leyes sociales que rigen la producción y distribución para satisfacer las necesidades humanas. Por tal razón siempre que se hace referencia a las relaciones de producción, entendemos en el ámbito académico de las ciencias sociales y económicas que el tema de análisis es economía política.
Si bien algunas doctrinas planteadas para el desarrollo han tenido su época de auge, producto de una visión cortoplacista, hoy se las puede considerar a algunas de ellas como inicuas porque si se las llega aplicar en cumplimiento de sus principios de concepción serian generadoras de pobreza, desigualdad y miseria; por ejemplo la teoría Laissez-Faire, Laissez-Faire, considera como la máxima depredación moral donde destaca la ignorancia por nadie en su sano juicio puede propugnar la inhibición, que todo siga su curso, sin que intervenga pesante voluntad, la cual no tenga como centro de toda actividad económica al ser humano.
En este sentido cuando se analiza las variables macro y microeconómicas, en distintos periodos estructurados por ciclos, se puede determinar que la crisis del capitalismo es integral, porque: “abarca la crisis financiera, la crisis real clínica, la crisis energética, la crisis alimentaria, la crisis ecológica, la crisis agresiva de política exterior, la crisis ideológica, la crisis moral, la crisis de gobernabilidad, la crisis del consumismo desenfrenado, la crisis de su economía política, que mescla el neoliberalismo y recetas Keynes, antes desechadas. (14)
Intervencionismo que plantea como disyuntiva que fuerzas ciegas antihumanitarias denominada, Mano Invisible controle y regularice el mercado automáticamente, ideología propia de un enfoque de desarrollo liberal, que promueve el modo de producción capitalista, sistema económico en el cual el control de la producción y la distribución de los recursos reales y financieros están basados en la propiedad privada de los medios de producción.
La causa de todas las crisis es la pobreza, la limita el consumo, escases, miseria cuyo producto final es la degradación del ser humano y su habitad, “La historia del capitalismo ha demostrado, por el contrario, que las políticas “keynesianas” de regulación y mayores márgenes de intervención estatal, a las que recurrió y recurre la burguesía frente a las crisis, no pueden evitarlas y tampoco eliminar las contradicciones propias de este modo de producción” (15).
A partir de la crisis del capitalismo sus defensores omnipotentes, han ideado diferentes alternativas para el desarrollo, las cuales les permita mantener el mismo modo de producción mercantilista donde impere la explotación discriminada de las fuerzas productivas, siendo incluso científicamente válidas las recomendaciones de las teorías del desarrollo en un mundo competitivo que interrelaciona los procesos actuales económicos con los tradicionales.
Esto lleva a que el neoliberalismo establezca sus propias propuestas para el desarrollo, cambia de denominación a “mercados emergentes” a los países “subdesarrollados”, aquellos cuya economía ha crecido en función del PIB. Según, Dávalos (2) , el neoliberalismo es más modesto con respecto a la pretensión que tenían las tradicionales teorías del desarrollo, y solamente se limita a demostrar por la heurística del crecimiento del PIB, la manera por la cual las reformas liberales en la economía pueden conducir al crecimiento económico, entendiendo a éste solamente como el crecimiento cuantitativo de la economía por la taumaturgia de mercados libres y competitivos, todo lo demás, para el neoliberalismo, se resolverá gracias a la epifanía de los mercados.
Desde el enfoque del marxismo, “la finalidad de las teorías económicas es poner al descubierto el mecanismo a través del cual actúa el capitalismo como sistema de explotación y demostrar que el capitalismo, como todos los sistemas económicos que le precedieron, genera inevitablemente fuerzas que llevan a su destrucción y sustitución” (27). Siendo fundamental identificar que la teoría científica de Marx se enfocó hacia las leyes que rigen la producción capitalista, constituyéndose los postulados marxistas como los principales críticos del capitalismo.
Vencer la pobreza es el imperativo moral de la sociedad y la economía, cuyo objetivo de desarrollo “es proporcionar a todos los seres humanos la oportunidad de vivir una vida plena, la incumbencia fundamental del desarrollo son los seres humanos y sus necesidades” (28). Si bien lo anteriormente citado es verdad, también se coincide con la teoría marxista que considera al desarrollo más como un problema político que como una cuestión puramente económica.
Desde el enfoque de la economía política, los ideólogos liberales, neoliberales y keynesianos, no han logrado definir el problema de las crisis económicas existentes en el mundo, y tampoco han podido prevenirlas; la historia confirma que la búsqueda de alternativas para el desarrollo se ha establecido después de grandes crisis, es así que el desarrollo sostenible surge como una alternativa para el desarrollo sin deteriorar o agotar los recursos que lo hacen posible. “El Marxismo – Leninismo enseña que todos los fenómenos de la naturaleza y la sociedad guardan relación entre si y se condicionan mutuamente” (12)
Proceso histórico de nuestro planeta que confirma la visión apocalíptica que promueve la explotación del hombre por el hombre cuyas propuestas autoritarias e irracionales, sostenían que “…para contentar al pueblo aun en su mísera situación, es necesario que la gran mayoría siga siendo tan ignorante como pobre” Mandeville (1705). Criterio enfocado en la concentración de la riqueza consumista, apreciación de la mercancía y decadencia de la humanidad.
Como la génesis de un nuevo paradigma, critico al capitalismo y a sus métodos para el desarrollo alrededor de distintas visiones, proyectos y políticas, en busca de la igualdad, solidaridad y la armonía, proponiendo que el crecimiento económico es el medio para mejorar la existencia de los seres humanos mediante un proceso de oportunidades que prolongue una forma de vida sana y saludable, con acceso a la educación, en armonía y respeto a los derechos de la naturaleza, respeto a la interculturalidad y plurinacionalidad, los pueblos andinos proponen el Sumak Kawsay (S.K.), o Buen Vivir, el cual, “no solo es una crítica sino una propuesta al desarrollo de gran calado, de mucha complejidad y que no se agota en una visión de corto plazo” (3).
Propuesta al desarrollo que establece una crítica y es contraria a la noción básica del crecimiento económico, la cual impone la mercancía sobre el ser humano, promoviendo una sociedad consumista que ha dominado la mente y los corazones de millones de personas, sustituyendo a la religión, a la familia y a la política, cuya consecuencia ha sido la degradación social ambiental.
Alternativa al desarrollo y no para el desarrollo, porque son conocimientos que ya existían en la cosmovisión de los pueblos indígenas antes de ser conquistados y colonizados, y no han surgido como otras alternativas por al fracaso de doctrinas de desarrollo o como producto de la evolución económica y social, saberes que han estado ocultos que reclaman la emancipación de su conocimiento al mundo, conocimientos que tienen más afianzamiento con el socialismo porque son críticos al capitalismo.
Se coincide con Mariátegui (29), al decir que el socialismo de América latina no tiene que ser un calco y copia de otros países socialistas. Debe ser la creación heroica, dando vida a su propia realidad, en su propio lenguaje el socialismo indoamericano. En tal sentido el S.K., a criterio de los autores se lo pudiera también llamar Socialismo del Buen Vivir, porque al igual que el socialismo son doctrinas de índole social, que defiende los derechos colectivos, coincidiendo con el pensamiento de Nikitin, (12) al establecer que los modos de producción, las leyes económicas pueden actuar y manifestarse como un necesidad hecha conciencia.
El socialismo del Buen Vivir combina las dos transiciones: del capitalismo al socialismo, del colonialismo a descolonización, pone fin al racismo y exterminio e inferioridad cultural, fortalece el criterio de democracia liberal al establecer la democracia, participativa, comunitaria, además se reconoce los derechos de la naturaleza. Demostrando la importancia de los conocimientos de los pueblos indígenas, al crear un proceso de socialismo incluyente donde genera procesos de democracia sin fin (30)
El marxismo – leninismo, impulsa el socialismo con afianzamiento de la soberanía y la independencia nacional, propuesta que también lo establece el S.K. cuando hace referencia al respeto de la pluriculturalidad y la nacionalidad, promoviendo un sistema económico distinto al de mercado, con la constitución de relaciones de independencia a través de la solidaridad, la consolidación a largo plazo de nuevos sujetos políticos populares, para la creación de un modelo de economía popular y solidaria, donde el mercado (8), no sea el centro de acopio de mercancías y egoísmo como nos ha enseñado el capitalismo; sino como un centro de intercambio y conocimiento multicultural.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
** Ingeniero de Empresas, Magister en Dirección de Empresas, Magister en Dirección de Empresas
*** Ingeniera en Contabilidad y Auditoría CPA. Magíster en Auditoria Integral
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