James Alejo Munoz*
Dario Alejandro Escobar Moreno**
Conrado Marquez Rosano***
Universidad Autonoma Chapingo, Mexico
alejojam@gmail.comResumen
Las Juntas Locales de Agua Potable  (JLAP) son alternativas que se tejen a nivel local para administrar los  recursos naturales que se encuentran en los territorios donde operan. Tienen  factores relevantes que indican que su funcionamiento es el resultado de una  serie de reglas que se construyen en comunidad para brindar y dar acceso a un  bien fundamental como lo es el agua. Es así que frente al modelo general de  administración que los gobiernos adquieren para prestar tal servicio, modelo  que resulta insuficiente, ineficiente e ineficaz que trae consigo grandes  desventajas que las personas de las zonas rurales y periurbanas tienen que  soportar. Dicho esto, es importante hacer énfasis en los factores más  relevantes que hacen de la autogestión comunitaria sea eficiente, eficaz y  suficiente para prestar un servicio de calidad que permite tener acceso al agua  potable de manera democrática.
  Palabras clave:  eficiencia,  autogestión, administración, agua, comunidad. 
  Clasificación JEL: I31  L31 L95 N56 Q01 Q25 Q56
Abstract
Local Drinking Water Boards (JLAPs) are alternatives that are woven locally to manage the natural resources found in the territories where they operate. They have relevant factors that indicate that their operation is the result of a series of rules that are built in community to provide and give access to a fundamental good such as water. It is thus against the general model of administration that governments acquire to provide such a service, a model that is insufficient, inefficient and ineffective that brings with it great disadvantages that people in rural and peri-urban areas have to endure. That said, it is important to emphasize the most relevant factors that make community self-management efficient, effective and sufficient to provide a quality service that allows access to potable water in a democratic way.
Key Word: efficiency, self-management, administration, water, community.
JEL Classification: I31 L31 L95 N56 Q01 Q25 Q56
Para citar este articulo puede utilizar el siguiente formato: 
James Alejo Munoz. Dario Alejandro Escobar Moreno y Conrado Marquez Rosano (2017): "Factores de exito en la administracion y autogestion comunitaria del agua potable", Revista DELOS: Desarrollo Local Sostenible, n. 28 (febrero 2017). En linea: 
http://www.eumed.net/rev/delos/28/agua-comunitaria.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/delos28agua-comunitaria
El suministro de agua es indudablemente  el servicio básico más importante para la subsistencia del ser humano. Este  servicio ha sido desfigurado ideológica y políticamente por los gobiernos en  los países en desarrollo sin medir los efectos negativos sobre las comunidades.  Sin embargo, la relación Estado – Localidad toma fuerza cuando está última  asume la administración del recurso agua (WATER FOR PEOPLE, WATER FOR LIFE.,  2003). De este modo, la organización social garantiza a las personas el acceso  al agua en áreas donde el Estado no presta el servicio por cuestiones de  infraestructura, gestión y administración (Restrepo, 2007).
       La existencia de alternativas que  resuelven en parte el problema de acceso al agua (Jiménez, 2006), cobra  importancia en un contexto donde el modelo privatizador de los recursos  naturales, para nuestro caso el agua, han conducido a consecuencias indeseables  que explotan y contaminan el medio ambiente, acabando con los recursos  naturales en general y colocando en riesgo la salud, el bienestar y el acceso a  los mismos, desintegrando y fragmentado a las organizaciones civiles y  movimientos sociales. Con esta perspectiva se observarán las acciones que las  JLAP de Santa Inés (SI) y de San Joaquín Coapango (SJC) del municipio de  Texcoco, México (EDOMEX), han realizado para obtener más empoderamiento sobre  el manejo, autogestión y administración, acceso y el cobro del servicio de agua  potable (Jouravlev,2001). En este sentido se visualiza que la construcción de  organizaciones autónomas por medio de las JLAP (haciendo especial énfasis en la  Junta Local de Agua Potable de Santa Inés) muestra la coexistencia junto con el  Estado de alternativas que asumen la prestación del servicio que el Estado no  consigue dar por diferentes causas, como ineficiencia, ausencia de personal  especializado y sobre todo dicha especialización sea con los criterios y  características que definen a las localidades donde se pretenda llevar algún  tipo de servicio fundamental como lo es el del agua potable.
    Según se estipula en el Bando de  Gobierno del Municipio de Texcoco año 2016 Santa Inés y San Joaquín Coapango se  encuentra organizadas territorialmente en la Zona de la Montaña. Colindan  inmediatamente una de la otra y están a 10 kilómetros de distancia de la  Cabecera Municipal sobre la vía que conduce a Tlaxcala. El mapa 1 muestra la  localización geográfica de las dos comunidades de este informe.
El Banco  Mundial ha denominado bajo el concepto de Operadores Locales de Pequeña Escala (OLPE)  a las organizaciones civiles, públicas, privadas y mixtas que prestan  principalmente el servicio de agua a las poblaciones a donde el Estado no ha  llegado con dicho servicio (Aguilar, 2011). Experiencias en países  latinoamericanos como Colombia, Chile, Bolivia y Perú muestran que los OLPE de  diversa índole, llamadas generalmente Juntas y/o Comités, nacen cuando las  organizaciones nacionales, estatales y municipales formalmente instituidas no  pueden garantizar la prestación del servicio en áreas urbanas, rurales o  periurbanas (Ringskog, 2007). Los OLPE en muchos de los casos adquieren  reconocimiento jurídico, pero en su gran mayoría operan de manera informal,  pero son reconocidas por parte de los usuarios como organizaciones prestadoras  del servicio, siendo llamadas organizaciones informales o paralegales (Tinoco,  2014).
       México  posee un marco regulatorio respecto al agua y la prestación del servicio que  inicia desde la constitución política. Este marco nos indica que las aguas que  se encuentran dentro de los límites territoriales de México serán  administradas, preservadas y custodiadas por parte del Ejecutivo Federal, es  decir que está sujeta a una serie de disposiciones federales. Es así que el  artículo 115 Constitucional establece que la prestación de los servicios de  agua es responsabilidad de los ayuntamientos, con ayuda y apoyo de los  gobiernos estatales bajo sus respectivas leyes federales aplicables.
       Las  normas estatales regulan el funcionamiento de las organizaciones municipales  que prestan el servicio de agua. Sin embargo, existen organizaciones de tipo  informal que el Estado no reconoce, pero la comunidad sí (Tinoco, 2014). Estas  organizaciones se han consolidado en el tiempo ya que se legitiman por brindar  un servicio de suma importancia para las personas. En el ámbito municipal la  prestación del servicio está regulada por la Ley Orgánica Municipal, que se  enfoca más en el control y el establecimiento de tarifas.
       Lo  anterior muestra evidentemente que la norma se enfoca más a regular las  organizaciones municipales y no a las organizaciones paralegales. Pocas de  estas normas hacen referencia a los OLPE, Juntas o Comités de Agua. Esto nos  enseña que, en materia legal, las normas no se corresponden con la realidad de  las localidades (Aguilar, 2011).
       A partir  de la noción de gestión del agua, las localidades de SI y SJC, EDOMEX, tienen  procesos colectivos de administración (Carabias, 2005), apropiación, y  distribución del recurso; en este sentido se comprobará si el trabajo que hacen  las dos Juntas atienden a las necesidades de las localidades, además observar  la situación logística existente para la extracción, si su infraestructura está  en buenas condiciones y si los usuarios tienen una percepción favorable o  desfavorable sobre la función que las JLAP.
       Aún se  desconoce cuáles factores con llevan al éxito de las acciones de auto gestión  del agua implementados por las SI y de SJC, EDOMEX. De este modo y debido a la  ausencia de información sobre estos dos casos específicos que cuentan con  características similares es importante abordar los esquemas construidos por  los habitantes de la región que de alguna manera han resuelto la crisis local  del agua.  Hutchings et al. (2015)  Plantearon la pregunta siguiente ¿Difieren los factores de éxito, para nuestros  casos, entre los Juntas Locales de Agua de dos pueblos, de SI y SJC del  municipio de Texcoco, EDOMEX, que presentan características similares en cuanto  a prácticas de consumo, usos y costumbres, en la manera cómo gestionan,  administran y distribuyen el agua potable?
Con el  fin de identificar los factores de éxito con los cuales los comités de agua han  logrado el suministro del recurso en sus localidades, se realizará una revisión  bibliográfica de experiencias relevantes en otros lugares (Petticrew y Roberts,  2006), donde se acotaran de acuerdo a cinco características entre las dos  localidades: 1) tienen prácticas similares de consumo del agua potable; 2) se  organizan por tradición para gestionar, administrar y prestar el servicio de  agua potable; 3)  que mediante pozos  ubicados dentro de los territorios obtienen el agua potable; 4) se encuentran  sobre un área rica en recursos hídricos; 5) que los miembros de los comités  cambian en un determinado tiempo para asumir funciones administrativas y operativas  (Tinoco, 2014).
    Asimismo,  Stauber (2016) aplicó entrevistas semiestructuradas en los hogares para  determinar la satisfacción de los usuarios frente al servicio usando la escala  de Likert (Bozal, 2005) donde las dimensiones Económica y Física tiene como  opciones de respuesta:
1.         En total desacuerdo 
       2.         En desacuerdo
       3.         Ni de acuerdo ni en desacuerdo
       4.         De acuerdo
       5.         Totalmente de acuerdo
       Del  mismo modo las dimensiones Social y Humana tienen las siguientes opciones de  respuesta:
       1.         Muy Malo 
       2.         Malo
       3.         Ni Bueno ni malo
       4.         Bueno
       5.         Muy Bueno
       Lo  anterior nos permite establecer criterios de selección sobre ítems y acotar las  características relevantes de las localidades y comités de agua de SI y SJC del  municipio de Texcoco, EDOMEX; Esta encuesta semiestructurada nos permitió ver  la percepción de los habitantes de la localidad entorno a la organización u  asociación que administra la distribución y abastecimiento.
       Las  encuestas fueron aplicadas aleatoriamente en cada comunidad y muchos de los  resultados nos dicen que hay una percepción favorable sobre el modelo local  regional de administración del agua potable. 
       Es así  que una vez capturada la información se pudo establecer en cuál de las opciones  de respuesta que numeramos entre el 1 y el 5 tiene más frecuencia por parte de  los usuarios del suministro de agua potable de las dos comunidades. Gráfica 1. 
       Por otro  lado, también el método de la observación neutral para capturar todos aquellos  datos que pudieron quedarse fuera de lo diseñado y planeado (Kawulich, 2005).  Lo anterior obedece a que por la idiosincrasia de las comunidades muchos  planteamientos propuestos previamente pueden dejar fuera indicadores relevantes  que permitan encontrar y explicar factores que en el transcurso de la  investigación aparezcan de boca de los mismos usuarios de ambas localidades.
Los dos  asentamientos poblacionales desde sus inicios se dotaban del agua  transportándola desde los manantiales. Con el tiempo estos se fueron secando y  hubo escasez. Para el caso de SI, se encontraron brotes de enfermedades  relacionadas con el agua que se consumía de estos manantiales. La disposición  de residuos sólidos y animales muertos a la rivera de los manantiales causaron  brotes y enfermedades que llevaron a la secretaria de salud a tomar algunas  medidas prácticamente para mitigar los efectos y causas de esta problemática de  salud.
       Esto  deja ver una clara ineficiencia de las instituciones legales e institucionales  para enfrentar el problema. No obstante, esta ineficiencia fortalece las reglas  que las organizaciones emergentes crean como JLAP. Se comienza con las  adecuaciones de pozos para extraer el agua a través de bombas eléctricas y así  disminuir las enfermedades causadas por el agua no tratada. Es así que estas  instituciones civiles, de orden local, se convierten en una segunda mejor  opción (Tinoco, 2014). Auto organizarse se torna en la mejor opción para  asegurar el acceso al agua y la distribución dentro de la localidad. Y, por  último, en este escenario el recurso hídrico se convierte en una variable que  dinamiza y organiza a los pobladores, los lleva a coordinar actividades que con  el tiempo se convierten en costumbre pero que les permite manejar de manera  directa el agua potable, es decir, la operación dentro de su territorio de  manera consuetudinaria, reconocida y legitimada por las personas.
       Una de  las cosas más importantes es que durante décadas han mantenido la propiedad y  autogestión del agua para que el líquido no sea transportado a otros lugares.  Lo anterior en la actualidad es una amenaza, ya que los dos asentamientos están  cerca Ciudad de México (CDMX) y la expansión urbana lleva a que puedan por una  norma de orden federal desde San Jerónimo, una comunidad más al este de Texcoco  donde están las fuentes y válvulas principales de agua, se hagan las obras de  extracción para darle suministro a la CDMX.
       De este  modo los derechos que SI y SJC de extraer, acceder, distribuir, de venta y  transferencia se han logrado mantener por que han asumido una postura de  empoderamiento, que consigue dar permanencia por medio de los usos y costumbres  que han practicado por décadas que les permite tener agua en cantidades mínimas  durante 2 o 3 días a la semana, pero, bajo la deliberación y decisión que se  dan en las asambleas. 
    El 41%  de las percepciones (496), se ubican los usuarios del servicio de agua potable  que considera bueno y están moderadamente de acuerdo con la política de  administración que se ejecuta por parte de las JLAP. Gráfica 1. 
Esto  equivale a aproximadamente 30 años de funcionamiento y organización en donde  cualquier persona puede llegar a fungir en cualquiera de los cargos dentro de  la JLAP. Es un modo de participación social que los ha llevado a consolidar un  modelo alternativo sin ánimo de lucro.
       El 61%  de los encuestados tienen una percepción favorable sobre la manera como se  establecen las tarifas. En las dos comunidades se paga una tarifa de MXN$50  pesos mensuales, que es considerada justa por la mayoría de los usuarios. Cuadro  1.
El 53% de la muestra, están de acuerdo  en que la infraestructura para el suministro del agua potable es adecuada, sin  embargo, esto contrasta con un 43% de los usuarios de las dos comunidades  encuestadas, consideran que en ninguna de las JLAP se hacen mejoras a la  infraestructura. 
       En Santa Inés el 40% considera que la  JLAP realiza una buena gestión. Por otro lado, en San Joaquín Coapango el 43%  la considera mala. Lo anterior obedece a que en SJC la JLAP no ha realizado los  trámites necesarios para recibir la concesión y el permiso de extracción de  agua por parte de CONAGUA. En SI, los usuarios desconocen en gran parte el tema  de legalización del pozo y es por este motivo que considera buena la gestión de  la Junta.
       Por la inexistencia de campañas que  promuevan el uso racional y ahorro del agua, el 69% de los usuarios encuestados  considera como muy mala la gestión de ambas Juntas. También en campo se pudo  observar que de forma indirecta las personas adquirieron hábitos que dependen  de los horarios y días en los cuales tienen el servicio disponible y también de  la capacidad del depósito de agua que tienen dentro de sus casas. El 53% de los  usuarios encuestados participan de manera directa en las actividades (faenas)  que las JLAP organizan para el mantenimiento de las redes de acueducto. Lo  anterior se constituye como un requisito para poder adquirir y conservar una  toma de agua. Los usuarios que no participan de manera directa lo hacen con un  aporte monetario anual de MXN$300 pesos. 
       El 30% de los usuarios considera que el  cumplimiento de sus deberes en cuanto al pago de sus tarifas y participación en  las faenas es muy bueno, mientras que un 50% lo considera bueno debido a que  está al día en sus pagos, pero no participa en las faenas, tienen fugas y  dentro de sus casas se encuentran tinacos deteriorados.
Después de haber aplicado las encuestas  a los usuarios para conocer la percepción que tienen sobre la Administración  que las JLAP de SI y SJC, las iniciativas y acciones que emprendieron hace  décadas dieron resultados ya que las enfermedades por temas relacionados al  agua prácticamente se mitigaron, el 100% de los encuestados manifestaron que en  los últimos 5 meses no han acudido al centro de salud y que gracias a la  administración, gestión, que las Juntas hacen es eficaz para tener agua tratada  en sus domicilios.
       Las tarifas son establecidas por medio  de una asamblea, prácticamente son la negociación entre las JLAP y los  representantes del patronato, la delegación y los usuarios. La propuesta que  las JLAP hacen es expuesta y explicada con las razones por las cuales debe  aumentarse tarifa. Esta a su vez se somete a consideración de la asamblea en  pleno y al finalizar se hace un acuerdo social local con el precio  incrementado. El criterio principal para establecer la tarifa es el costo de  consumo de energía eléctrica mensual y el mantenimiento que sea necesario  hacerse por personal especializado, es decir, cualquier tipo de reparación que  requiera la compra de repuestos y la mano de obra. Lo importante es que esta  tarifa se ajuste al salario promedio de los usuarios con menos opciones, para  que puedan cumplir con este deber y no se les estrangule la toma de agua. Esto  conllevó a que las dos JLAP cobren en la actualidad MXN $50.00.
       El dinero producto del recaudo es de  total uso autónomo de las JLAP ya que como se mencionó anteriormente la  Asamblea por mayoría establece el monto y esto respalda y otorga autoridad a  las JLAP para que la comunidad respete la forma de administrar el dinero. En  caso de que una familia reporte 3 meses de retraso el Presidente toma la decisión  de suspender el servicio normal, estrangulando la toma de agua. Para SI este  procedimiento se puede llevar a cabo de manera particular en cada predio; en  SJC si un titular de toma de agua está atrasado en el pago, al estrangularse la  toma le suspende el servicio a los que están alrededor, lo anterior con el fin  de que los mismos vecinos ejerzan cierta presión para que todos estén al día en  sus pagos. 
       La percepción general es favorable en la  dimensión económica. Los titulares de una toma de agua sienten que lo que pagan  y el método que se usa para establecer las tarifas es adecuado ya que la  Asamblea es la que tiene la última palabra. Los usos y costumbres les han dado  la capacidad de concordar y una vez tomadas las decisiones son respetadas por  todos, dándole a las Juntas la autoridad para realizar acciones pertinentes  para mejorar el servicio.
       En la foto 1 se aprecia el terreno de  donde se extrae el agua con la que la JLAP de SI provee a sus titulares de toma  de agua. Fue comprado y piensan ampliar y mejorar las instalaciones para  brindar un servicio de más calidad. Las personas dentro de sus domicilios  también hacen su parte, la mayoría afirma que el modo en que reciben el  servicio los lleva a tomar medidas de ahorro del agua. 
   
    Si bien las JLAP hacen lo necesario para  que las redes existentes funcionen permanentemente, estas se ven limitadas al  tratar de mejorar infraestructura, ya que las mismas obras del gobierno  municipal de Texcoco se convierte en obstáculo y el dinero producto del recaudo  solo les alcanza para pagar el costo de la energía eléctrica y el pago de los  auxiliares. Estas acciones no tienen en cuenta la infraestructura existente que  las comunidades han construido y terminan pavimentando sin ninguna planeación  imposibilitando en el futuro la ampliación y mejoramiento del servicio.
 Construir redes de agua en terrenos donde la  topografía es estrellada fue un reto para las dos comunidades. Desde el inicio  no contaron con un apoyo pleno de las instituciones públicas, ya que las  asesorías técnicas y civiles se fueron dando por la misma gestión y esfuerzo de  los miembros de cada localidad. En la actualidad se cuenta con pozos (Foto 1)  que extraen el agua por medio de bombas que funcionan con energía eléctrica  (Foto 2) y que requieren cierta mantención. Actualmente las tuberías prestan un  servicio regular y las dos Juntas están de acuerdo es que deben aumentarse la  potencia con bombas eléctricas nuevas y colocar tubería con un calibre de al  menos 4 pulgadas.
   
       Los ayuntamientos no los tienen en  cuenta para armonizar los sistemas de redes de agua por ejemplo con la  construcción de vías, ya que cuando las construyen, pavimentan por encima de  donde está la tubería y cuando alguna de las dos JLAP se ve precisada a estrangular  una toma de agua debe “rascar”  el  concreto, es decir, romper la vía pública para hacer este procedimiento. Esto  en cierta medida crea un descontento con las diferentes organizaciones internas  que ven que políticas impuestas los excluyen y dejan por fuera sin tener en  cuenta el sistema interno de planeación que va a más acorde a sus necesidades. 
       El pozo de Santa Inés se encuentra en  medio de la comunidad, pero, con ayuda de la bomba eléctrica llena dos tanques  (Foto 3) que se encuentran en una ubicación topográfica más elevada, y por  gravedad lleva el agua a los predios que cuentan con una toma de agua potable.  Lo importante es que a través de las faenas   los habitantes mantienen un control constante sobre el estado de las  redes, están a vista de todos porque han entendido que el agua potable es un  recurso necesario para la vida. 
    
       Lamentablemente, en la visita a SI se  pudo observar que una parte de los usuarios no cuenta con redes de aguas  residuales, quedando estas al aire libre como se muestra en la figura 1,  pudiendo a futuro provocar brotes de enfermedades relacionadas a las mismas. 
       En SJC al igual que en SI, la JLAP están  pendientes de resolver la legalización del pozo. CONAGUA no les ha otorgado el  permiso de extracción de agua, y esto a largo plazo puede quitarles la  administración del agua en sus territorios si el gobierno federal toma medidas  jurídicas.
 
       La inexistencia de campañas que  promuevan un uso más eficiente del agua, ha llevado a la comunidad a que  coaccionados por los días y horarios en los que reciben el servicio, adquieran  hábitos de ahorro. Se pudo observar que existían predios en donde el agua era  reutilizada para el traspatio. Por otro lado, la comunicación sobre cuestiones  administrativas, notificaciones a los deudores y cortes del servicio por  efectos de mantenimiento es eficiente.
       La infraestructura es un tema de  conocimiento de todos, la participación en las faenas les ayuda a ver el estado  de las redes. Los mismos miembros tienen intenciones de mejorar y ampliar estas  redes, sin embargo, para el caso de Santa Inés el trabajo será más difícil  debido a que las obras del ayuntamiento no se coordinan ni armonizan con las de  la comunidad, a futuro cuando se pretenda cambiar la tubería por otra de más  pulgadas se verán en la obligación de romper el pavimento. Dentro de los  predios las personas en su mayoría cuentan con tinacos que en promedio tienen  la capacidad de almacenar entre 1000 litros hasta 2000.
       Como anteriormente se mencionó, la  participación de los usuarios en las faenas, además de ser un requisito para  ser titular de una toma de agua, también es un requisito para ser considerado  ciudadano de sus respectivas comunidades. Los “ciudadanos” que incumplen, cometen  alguna falla en contra de los usos y costumbres de SI y SJC, pueden seguir  viviendo en sus predios, pero pierden muchos de sus derechos, como por ejemplo  tener el servicio de agua potable al estrangularse la toma de suministro.
       Lo general de la Dimensión Social nos  muestra que la percepción de la labor que hacen las JLAP en SI es más  favorable, después de que la nueva administración tomara medias para recuperar  la cartera haciendo campañas de negociación con los deudores, acordando  acciones en las que se les daban opciones para ponerse al día en los pagos. En  San Joaquín Coapango la situación es, al contrario, el último comité ha dejado  porcentajes de percepción desfavorable que sumados dan una 60,81% entre muy  malo y malo. En los dos casos ninguno lleva talleres ni actividades que les  enseñen a las personas a hacer un uso más racional para que sea más eficiente.
       La Dimensión Humana en el trabajo de  campo se pudo percibir que las personas tienen iniciativas para que el servicio  del agua potable sea todavía de más calidad, tienen prácticas de reciclaje de  agua para regar sus plantas y en algunos casos los predios contaban con un  numero de tinacos que les daba para tener traspatio y cultivar sus propios  alimentos. La situación de suministrar durante 2 y 3 días en ciertos horarios  han hecho que las personas ahorren agua. A la vez el control social que se  hacen los unos a los otros por los usos y costumbres permite un mayor  empoderamiento del recurso convirtiéndose un factor importante de éxito
       El estudio encuentra una similitud en la  parte de la organización interna de las dos JLAP. Así como muestra en la  gráfica 2 el número de miembros en SI es mayor que en SJC. La JLAP de SI cuenta  con dos auxiliares más quienes son llamados de manera coloquial como poseros;  mientras tanto en SJC hay solo uno, en las dos juntas ellos cuentan con una  remuneración por la labor que hacen ya que esta es constante, atienden  directamente las peticiones de los titulares de toma de agua, cortan las tomas  clandestinas y dan mantenimiento a las redes de agua para evitar fugas; además  suspenden el servicio por indicación del presidente que consiste en estrangular  la tubería del predio y con esto permiten que los predios reciban agua pero en  mínimas cantidades. 
       Lo anterior es una muestra clara de que  a pesar del incumplimiento en los pagos cada JLAP entiende que el servicio es  esencial para la subsistencia de sus usuarios, saben que es un derecho  fundamental que debe prestarse pese a las dificultades que a cada titular de  toma de agua se le presenta. 
El tesorero es quien lleva en un libro  el control de las personas que son deudoras y entrega informes permanentes para  llevar un mayor control financiero, el secretario lleva el orden de las actas y  mantiene en orden el archivo. El presidente es quien representa a la JLAP la  Delegación, Junta de Mayordomos y COPACI, indica y toma decisiones respecto a suspensión  y ocasionalmente toma asesoría externa para emprender acciones que le permitan  desarrollar y mejorar el servicio de agua potable.
       La elección de estos miembros se hace en  una asamblea general por voto y las consideraciones relevantes para poder ser  electo en uno de estos cargos son estar al día en los pagos, ser titular del  predio en donde la JLAP presta el servicio, y tener las constancias de la  delegación, Consejo de Participación Ciudadana (COPACI), Junta de Mayordomos y  Comisionado Ejidal (Solo en caso de ejido). Una vez la asamblea ha deliberado y  tomado decisiones por mayoría las funciones se asumen por un periodo de tres  años en los cuales deberán administrar, cobrar y ajustar tarifas (en este caso  por aprobación en la asamblea), darles mantenimiento a las redes de agua,  suspender el servicio en caso de atraso en los pagos entre otros (la suspensión  consiste en estrangular la toma, es decir no se deja a un usuario sin  servicio). 
       Estas Juntas tienen la capacidad de  gestionar y coordinar las acciones necesarias para brindar acceso al agua; las  practicas o procesos que realizan tienen legitimidad porque son reconocidas por  sus poblaciones respectivas, esto hace que se tenga más sentido de pertenencia,  empoderamiento en la administración siendo una de sus principales  características. Las normas creadas por las JLAP se han construido en el  tiempo, ya que saben que el agua es una prioridad para la vida, es esencial y  las comunidades las asumen como una expresión de valores que adquieren delante  de la comunidad toda la legitimidad sin necesidad de sujetarse a una norma  estatal o federal. Sin embargo, la lucha de las Juntas ante las leyes escritas  es constante ya que estas se constituyen en una amenaza para que a futuro sean  despojados de la administración y apropiación del recurso hídrico. 
       El factor de rotación de los miembros de  la Junta elegidos por un periodo de 3 años permite a cualquier persona de cada  localidad conozca los riesgos y amenazas y también las ventajas y la  importancia de que ellos mismos sean quienes tengan el derecho y a la vez el  deber de administrar el servicio en sus territorios. Ante lo anterior uno de  los miembros de la Junta de Santa Inés dice:
  “Por el hecho de  administrar nosotros mismos este recurso, es que no se lo llevan a otros  lugares, sabemos que, si cualquier persona falla, es porque está fallando toda  la comunidad y esto nos coloca en la tarea de mejorar para que entre todos  saquemos adelante nuestras iniciativas que apoyadas y fundamentadas en los usos  y costumbres fortalecen los valores de todos los que aquí vivimos”.
En cada localidad existen en cierta  forma unos requisitos o reglamentos por escrito, que no son tan  conceptualizados ni sofisticados como lo son los reglamentos que un operador  privado de agua potable podría elaborar, pero, es la comunidad que por medio de  los usos y costumbres (Giménez, 2007) buscan armonizar en gran medida el  funcionamiento y prestación del servicio. En este sentido reglas que piden un  cumplimiento como titulares de una toma de agua se deben hacer para poder  contar con el servicio. En los dos casos lo principal es que el miembro de la  localidad tenga y demuestre que es titular y dueño del predio y obtener el  visto bueno de la Delegación, COPACI, Comisionado Ejidal (solo en caso de ejido)  y Junta de Mayordomos, este último requisito en San Joaquín Coapango no es  necesario.
       La categoría de miembro en cualquiera de  las dos localidades se obtiene cuando se cumplen estos requisitos, además de  realizar Faenas (Gelles, 1984) las cuales consisten en actividades de  mantenimiento de las redes de agua potable, medida muy importante que ayuda a  que las personas conozcan cómo funciona el suministro de agua; del mismo modo  este tipo de actividades ayuda a detectar las fallas existentes como por  ejemplo tomas clandestinas y fugas.
La misma comunidad al conocer sus redes,  constantemente están controlando para mejorar el servicio, una de las luchas es  encontrar las tomas clandestinas, las fugas en las tuberías, las personas que  usan bombas caseras que hacen que exista poca presión, el sabor a cloro y el  agua turbia.
       En estos aspectos las Juntas tienen una  oportunidad para mejorar y brindar un servicio más adecuado; ante una toma  clandestina hay una denuncia pública, la cual consiste en que los miembros de  las comunidades sepan quién es el trasgresor y así se les presione para que se  regularicen y cumplan con sus obligaciones y requisitos. Las fugas del mismo  modo se informan a las Juntas y se procede a la reparación para dar una solución  adecuada y definitiva.
Los OLPE juegan un papel importante  dentro de cada comunidad, es una alternativa sustentable al desarrollo  capitalista, que democráticamente y basada en lo usos y costumbres propias de  cada comunidad, se han consolidado durante más de 30 años y se sostienen  gracias a que los recursos naturales para este caso el agua, son visto y  entendidos como fundamentales para la existencia y calidad de vida.
       La aceptación y percepción es favorable,  en cuanto a las tarifas que se fijan en las dos comunidades. Por medio de las  Asambleas se establece el precio a pagar por el servicio del agua potable, las  comunidades aceptan y respetan las responsabilidades que las JLAP adquieren;  esto les permite tener autoridad para administrar y auto gestionar la  distribución del recurso.
       Al mismo tiempo se percibió que carecen  de capacitación en temas como uso eficiente y racional del agua, limitación que  se da porque no cuentan con el dinero para adquirir talleres que los orienten  en este aspecto. El dinero que se obtiene es para pagar la electricidad que  consume la bomba de extracción y esto imposibilita el mejoramiento tanto de la  infraestructura como el de capacitación. Tanto en SJC como en SI es importante  establecer canales de comunicación que alienten a un uso más eficiente del agua  a través de talleres lúdicos cartillas didácticas que tengan en cuenta el modo  de vida de las localidades; Lo anterior, debido a que los usos y costumbres se  constituyen en la pieza fundamental de sus formas organizativas para la  apropiación de la administración del agua.
       La comunidad es consciente y tiene  sentido de pertenencia, realiza prácticas de reciclaje del agua, pero, son  iniciativas individuales que pueden más adelante reproducirse para que estas  prácticas sean más frecuentes dentro de los titulares de una toma de agua  potable.
       La infraestructura es necesario que  tenga mantenimiento y mejoramiento ya que la expansión urbana de la CDMX podría  ser una amenaza que reduzca el goce y explotación del recurso liquido en sus  territorios.
       No se encontraron evidencias de que  legalmente los pozos de SI y SJC tuvieran los permisos de CONAGUA para extraer  el recurso. Por otro lado, las JLPA en un inicio solamente eran reconocidas  consuetudinariamente y en la actualidad ya cuentan con reconocimiento legal. Es  por eso que se recomienda hacer un estudio jurídico para encontrar diferentes  formas de proteger este tipo de organizaciones comunitarias que administran sus  propios recursos naturales. Se deben buscar los mecanismos que a futuro les  permitan continuar con la autonomía, autodeterminación que les protejan de  cualquier amenaza privatizadora o que en algún punto geográfico desvíen los  causes o extraigan del subsuelo el agua para transferirla o transportarla a  otros sitios del estado.
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** Dr. en Economia Ecologica por la Universidad Autonoma de Barcelona (2006). Funge como director de Tesis y es el primer co-autor.
*** Dr. En Desarrollo Rural, Universidad de Tolulouse Le-Mirail, Francia (2006). Funge como Asesor de tesis.
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