UN ANÁLISIS DE LA INTERRELACIÓN DE LAS DIMENSIONES DE LA COMPETITIVIDAD TURÍSTICA Y EL DESARROLLO SUSTENTABLE DE MÉXICO, 2000-2010
Néstor Solís Jiménez (CV)
janos016@gmail.com
Andrés E. Miguel Velasco (CV)
andres.miguel@itoaxaca.edu.mx
Julio César Torres (CV)
jcesartv@gmail.com
Instituto Tecnológico de Oaxaca
RESUMEN:
El propósito de este artículo es analizar la relación existente entre las dimensiones de la competitividad turística y el desarrollo de México durante la década 2000-2010. Para la elaboración del índice de desarrollo sustentable de México se tomaron en cuenta cuatro dimensiones: económica, social, ambiental y la localización de las actividades; en el caso del índice de competitividad turística también se dividió en cinco dimensiones: el fomento a la actividad turística, los recursos humanos y profesionalización del sector hotelero, la infraestructura y accesibilidad y los servicios complementarios al turismo. La hipótesis planteada sugiere que existe alta correlación entre la competitividad turística y el desarrollo de México medido en sus entidades federativas, lo cual sugiere que estas actividades pueden incrementar favorablemente el bienestar social.
PALABRAS CLAVE:
Turismo, Competitividad Turística, Desarrollo, Desarrollo sustentable, México.
ABSTRACT:
The purpose of this article is to analyze the relationship between the dimensions of tourism competitiveness and the development of Mexico during the decade 2000-2010. To elaborate the Mexico’s sustainable development index were considered four dimensions: economic, social, environmental and location of activities; the tourism competitiveness index was also divided into five dimensions: the promotion of tourism, human resources and professionalization of the hotel sector, infrastructure and accessibility and tourism complementary services. The hypothesis suggests that there is high correlation between tourism competitiveness and the development of Mexico measured in their states, which suggests that these activities can increase social welfare favorably.
KEY WORDS:
Tourism, Tourist Competitiveness, Development, Sustainable Development, Mexico.
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I. INTRODUCCIÓN.
El crecimiento y la estabilidad de la economía son fundamentales para el desarrollo, pero su valor es limitado si no están acompañados de una distribución más equitativa de los recursos, mejor acceso a la educación, atención a la salud y políticas económicas y sociales respetuosas del impacto en el medio ambiente. El acceso equitativo a los recursos, los conocimientos y las condiciones de salud de las personas, así como la adquisición de otras capacidades fundamentales, representa la ampliación de la libertad real de las personas para elegir la forma de vida que desean (PNUD, 2008).
Como cualquier otro sector de la economía, el turismo incide en la generación de empleos, la atracción de inversiones, el impulso al desarrollo económico y sus consecuentes repercusiones positivas en la calidad de vida de las comunidades a las que impacta. El hecho de que el turismo sea un sector profesional y productivo, compuesto por empresas innovadoras y competitivas, e impulsado por un gobierno facilitador y regulador, promueve la competitividad de un estado. Cuando se presentan estas condiciones, es más probable que las riquezas naturales y culturales con las que ha sido dotado un estado puedan transformarse en un mayor desarrollo social y económico para la región (ICTEM, 2010: 16).
El turismo es uno de los sectores económicos más importantes y dinámicos en el mundo actual, tanto por su nivel de inversión, participación en el empleo,aportación de divisas, como por la contribución al desarrollo regional. En el caso de México, la actividad turística realiza una contribución importante a la economía, es la tercera fuente de divisas -tras el petróleo y las remesas de emigrantes-, las empresas de servicios turísticos y relacionadas representan el 9,3% de las unidades económicas y el 9,5% del personal ocupado, el sector genera 1,8 millones de empleos directos -de los que el 53% son mujeres y el 23% jóvenes-.
México cuenta con una gran biodiversidad, con variedad de culturas vivas de origen ancestral y con un extraordinario patrimonio histórico, que requieren de modelos sustentables para conservarse y aprovecharse de manera que puedan generar servicios turísticos que beneficien al conjunto del sector y de la sociedad (Zepeda, 1999: 3).
Para esto es necesario que el sector turístico sea más competitivo, ya que como mencionan González y Mendieta (2009) “la prosperidad de una región o de un lugar descansa en su competitividad en diferentes sectores, incluyendo el turístico”. Y es que el incremento de la competitividad debe reflejarse no sólo en el aumento de la riqueza, sino en un mejor nivel de vida para sus habitantes. Esto es de especial importancia para México en el caso del sector turismo, si se considera que es la tercera fuente de generación de riqueza.
El desarrollo turístico puede promover el crecimiento económico, directa e indirectamente. Primero, al estimular el crecimiento de otros sectores y segundo al incrementar el ingreso doméstico y la demanda efectiva. Diversos estudios han comprobado que efectivamente existe una relación directa entre el desarrollo turístico y el crecimiento económico de las economías, esto a la par de su productividad.
Uno de los desafios que enfrenta México para mantener la industria turística es mejorar y mantener la competitividad y sostenibilidad de los destinos turísticos. La presente investigación analiza la relación existente entre la competitividad turística y el desarrollo. La hipótesis planteada es que la competitividad turística tiene alta correlación con el desarrollo en México.
II. EL TURISMO, LA COMPETITIVIDAD Y LOS MODELOS DE COMPETITIVIDAD TURÍSTICA.
En la Cuenta Satélite del Turismo de México se define al turismo como “el desplazamiento momentáneo que realizan las personas y comprende las acciones que efectúan durante sus viajes y estancia fuera de su entorno habitual”. Cuando una persona realiza un viaje sin motivo de lucro, requiere de una innumerable cantidad de servicios que van desde transporte, hospedaje y alimentos hasta distracciones, esparcimiento, o compras. Así, el turismo engloba un conjunto de actividades que producen los bienes y servicios que demandan los turistas (CESOP, 2006).
La competitividad, es un concepto amplio y multifacético que ha sido adjudicado a cada una de las actividades de los sectores e industrias en las economías. Narvaez y Fernández (2009) definen a la competitividad como la capacidad de un país, región o localidad para alcanzar la prosperidad económica sostenida, incluyendo en dicha definición aspectos tales como: la reducción de la pobreza, la desigualdad social y la sustentabilidad ambiental.
En el caso del sector turístico han sido varios los autores que han aplicado la teoría de la competitividad al sector servicios como: Dwyer y kim (2003), Crouch y Ritchie (1999), Kozak y Rimmington (1999), entre otros. Para esto, la competitividad de los destinos turísticos puede definirse como “la capacidad de un destino para crear e integrar productos con valor añadido que permitan sostener los recursos locales y conservar su posición de mercado respecto a sus competidores (Hassan, 2000).
También puede definirse, siguiendo a Crouch y Ritchie (1999) como “la capacidad de un país para crear valor añadido e incrementar, de esta forma, el bienestar nacional mediante la gestión de ventajas y procesos, atractivos, agresividad y proximidad, integrando las relaciones entre los mismos en un modelo económico y social”, a diferencia de las aproximaciones más tradicionales que vinculan la competitividad con el éxito en exportaciones (llegadas de visitantes) o cuota de mercado de los destinos turísticos.
Para el Centro de Investigación y Estudios Turísticos del Tecnológico de Monterrey, la competitividad turística de un Estado se refiere al conjunto de habilidades y capacidades que le permiten alcanzar sus objetivos en un marco de competencia frente a otros Estados, generando así desarrollo económico y social en su territorio (ICTEM, 2010). Para los creadores del ICTEM la competitividad turística implica tres conceptos básicos:
a) Rentabilidad: Generar riqueza a través del uso eficiente y eficaz de los recursos; b) Sustentabilidad: Asegurar que el desarrollo se logre en equilibrio con los recursos ecológicos, sociales y económicos de la región; c) Comparabilidad: Definir conceptos medibles y consistentes que sean comparables a través del tiempo y el espacio.
Otra definición nos dice que la competitividad para un país en condiciones libres y claras de mercado, es el grado en el que es posible producir bienes y servicios, que son aceptados en el mercado internacional elevando el nivel de calidad de vida de la población (Fajnzylber: 1988). Esta competitividad se debe ver reflejada directamente en la población por medio del incremento de bienestar social y económico. De esta forma, analizar, diseñar y desarrollar proyectos que fortalezcan y apoyen directamente a los sectores productivos para mejorar aspectos centrales de sus operaciones, son críticos para mejorar el potencial de desarrollo de economías.
De la literatura que intenta aproximar medidas de competitividad de los destinos turísticos, se pueden distinguir las siguientes aproximaciones: propuestas conceptuales y empiricas.
1. Propuestas conceptuales: como el modelo de Calgary (Crouch y Ritchie, 1999) constituye la primera y más conocida propuesta a modo de marco conceptual de análisis de la competitividad de destinos turísticos. O el realizado por el World Travel and Tourism Council (2003) que tratan de abarcar la naturaleza multidimensional de la competitividad del sector, elaborando un monitor de competitividad turística (Gooroochurn y Sugiyarto, 2005), que identifican y construyen hasta 23 indicadores que influyen en la competitividad como el precio, la apertura turística, la tecnología, el desarrollo del factor humano y de las infraestructuras, medioambiente y desarrollo social.
Dywer y Kim (2003) elaboran un modelo que pretende captar los principales elementos de competitividad de los destinos turísticos reseñados en la literatura de competitividad en general. Entre los factores que determinan la competitividad están los recursos disponibles (naturales, culturales…); los recursos creados (infraestructura, actividades que se ofrecen…); los factores soporte (infraestructura en general, la calidad de los servicios, acceso al destino) y la gestión del destino.
Sin embargo, estos modelos presentan debilidades, siguendo a Garau (2006) entre los principales inconvenientes del modelo Calgary estan: i) muchos destinos no disponen de bases de datos ni de indicadores para evaluar muchos de los elementos descritos en el modelo; ii) falta establecer un orden de importancia y ponderar el peso de cada uno de estos elementos y iii) son necesarias variables e indicadores para evaluar y medir todo aquellos aspectos que se refieren a los atributos naturales y entorno natural de un destino.
El problema de la propuesta de Gooroochurn y Sugiyarto (2005) reside en los resultados que de el emanan, a excepción de EEUU, ninguno de los otros países señalados como los más competitivos desde el punto de vista turístico, figuran en la lista de los países más visitados del mundo. Por su parte, el principal inconveniente de la propuesta de Dywer y Kim es la dificultad para su aplicación: recoger a través de indicadores o encuestas la situación en cada destino de cada uno de estos elementos seria de una gran utilidad, pero se antoja costoso y, en algunos casos, imposible por la falta de datos disponibles y comparables entre destinos (Garau, 2006).
2. Estudios empíricos: A la hora de aplicar estos marcos conceptuales y medir la competitividad de destinos turísticos concretos, los estudios se han centrado principalmente en dos métodos:
a) Estudios como el de Kozak y Rimmington (1999) o Garau (2006) que miden la competitividad, principalmente desde el punto de vista de la demanda, utilizando datos de encuestas de percepción de los turistas y opiniones sobre su experiencia de diferentes destinos.
Kozak y Rimmington (1999) clasificaron los destinos turísticos en dos grandes categorías: Rasgos Primarios que incluyen clima, ecología, cultura y arquitectura tradicional. Rasgos Secundarios del destino que han sido creados con miras al turismo, como los hoteles, catering, transporte y ocio. Ambos grupos de rasgos en conjunto contribuyen al atractivo general y a la competitividad de un destino turístico.
Garau (2006) hace una propuesta para la medición de la competitividad de los destinos de sol y playa del mediterráneo, a través de la construcción de dos índices: Por un lado, los factores relacionados con la capacidad de atracción del destino y la capacidad de satisfacer al consumidor (factores de competitividad turística de la demanda). Por otra parte, los factores que tienen que ver con la capacidad de una economía determinada de prestar unos adecuados servicios y entregarlos al consumidor (factores de competitividad de la industria turística). Realiza índices de competitividad de la demanda y la oferta que ofrecen perspectivas complementarias sobre la situación de competitividad.
b) Los realizados desde el ámbito de la oferta, bien a partir de datos publicados como el de Dwyer et al (2000a, 2000b) o bien a partir de encuestas a empresarios implicados como los de Enright y Newton (2005).
Enright, y Newton (2004) subrayaron que un destino es competitivo si puede atraer y satisfacer a turistas potenciales, y que esta competitividad se determina tanto por los factores específicos del turismo, como por un abanico más amplio de factores que influyen en los proveedores del servicio turístico. Crean modelos cuantitativos para generar formas de medir la competitividad, de manera más general, y así ver la utilidad del enfoque para los profesionales del turismo y los políticos.
III. METODOLOGÍA.
El área de estudio del presente articulo son las 32 entidades federativas de México, país ubicado en la region norte del continente Americano. Limita al Norte con Estados Unidos de América, al Sureste con Guatemala y con Belize, al Oeste con el océano Pacífico y al Este con el golfo de México y con el mar Caribe.
Para determinar el grado de desarrollo regional sustentable del país se tomarán en cuenta las variables que inciden en las dimensiones económicas, sociales, ambientales y de localización de actividades en el periodo 2000-2010. Para lo cual la función a utilizarse se esquematiza como
Donde S: es el índice de salud; E: es el índice de educación; I: es el índice de ingreso; A: es el índice ambiental; L: es el índice de localización de actividades medido a través del índice de empresas.
Para calcular el índice ambiental se combinan los índices de agua suministrada y el de residuos sólidos urbanos con una ponderación de dos tercios para el índice de agua suministrada y un tercio para el índice de residuos sólidos urbanos, como se muestra a continuación:
Ai= 2/3 (índice de agua suministrada) + 1/3 (índice de residuos sólidos urbanos)
El índice de agua sumistrada se obtiene al utilizar el logaritmo del agua per cápita suministrada al día, para reflejar la importancia decreciente del agua suministrada conforme la cantidad de agua es mayor. Se penalizan los estados que suministren más de 200 litros per cápita al día, mediante la siguiente fórmula:
Donde: “E” es la magnitud de la penalización por consumir más agua que el máximo establecido, cuanto mayor sea el valor más penalización recaerá en los estados o regiones que lo sobrepasen. El valor de “E” es 2, este valor asigna una penalización moderada a la desigualdad en cuanto a distribución de agua se refiere.
Para obtener el índice de residuos sólidos urbanos, se calcula en primer lugar la cantidad de residuos sólidos urbanos generados por habitante al día, posteriormente se utiliza la misma fórmula que se utilizó para calcular el índice de agua. Cabe resaltar que no existe consenso sobre el máximo de residuos sólidos generados por habitante por día para impactar negativamente el desarrollo. La producción de residuos sólidos es una variable que depende básicamente del tamaño de la población y de sus características socioeconómicas. Una variable necesaria para dimensionar el sitio de disposición final es la llamada Producción per cápita (PPC). Este parámetro asocia el tamaño de la población, la cantidad de residuos y el tiempo; siendo la unidad de expresión el kilogramo por habitante por día (Kg/hab/día).
Para la construcción del índice de competitividad turística se requiere identificar las variables que mejor representen o den cuenta de los factores que explican ese concepto y por otra parte que existan estadísticas disponibles y periódicas de las variables seleccionadas. Para esto se identifican los factores relacionados con la conformación de la competitividad turística, estos son: fomento turístico, recursos humanos y profesionalización del sector hotelero, infraestructura y accesibilidad y servicios complementarios al turismo.
El índice de competitividad turística de cada Estado es una media geométrica de los índices de desempeño en cuatro factores: fomento turístico, recursos humanos y profesionalización del sector hotelero, infraestructura y accesibilidad, servicios complementarios al turismo.
Para calcular el Índice de Competitividad Turística (ICT), es necesario crear un índice para cada uno de los componentes mencionados en el parrafo anterior, para lo cual se utilizan los valores mínimos y máximos de cada uno de los estados, con los que se compara el logro del estado o región en cuestión, en cada dimensión.
El desempeño de cada componente se expresa como un valor entre 0 y 1, al aplicar la siguiente formula (PNUD, 2012):
La manera de agregar los componentes es mediante una media geométrica que se obtiene de la interacción de cada uno de los índices, reduciendo con ello el grado de sustitución entre estas dimensiones. Se calcula el ICT a partir de la siguiente expresión.
ICTX= a1FTx1/4+ a2 RHPx1/4+ a3 IAx1/4+ a4 SCx1/4
Donde: P: índice de fomento turístico; RHP: índice de recursos humanos y profesionalización del sector hotelero; IA: índice de infraestructura y accesibilidad; SC: índice de servicios complementarios al turismo. Los parámetros a1, a2, a3, a4, tales que a1 +a2 +a3 +a4=1, representan el peso de cada uno de los índices o factores por grupo en el ICT. Estos ponderadores se obtendrán al aplicar la técnica estadística de componentes principales a cada uno de los cuatro índices o factores.
La prueba de hipótesis se realiza a través de la obtención del coeficiente de Pearson, en base a la siguiente valoración de la correlación: Muy alta 0.81 a 1.00; alta de 0.61 a 0.80; media de 0.41 a 0.60; baja de 0.21 a 0.40; muy baja de 0.00 a 0.20. La hipótesis se acepta si la correlación obtenida posee un valor de 0.61 en adelante, con una significancia de al menos el 95%.
IV. RESULTADOS.
El desarrollo en México según informes de desarrollo humano, ha mejorado a pesar, que en el año 2006, México se encontraba en el lugar número 53 de un total de 177 países, según el informe sobre desarrollo humano de aquel año. En el 2011, México ocupó el lugar número 57 de un total de 187 países con un desarrollo humano alto. Con una tasa de crecimiento del 0.64% del 2000 al 2011. Desde 2006 México sólo ha avanzado dos lugares en el índice de desarrollo humano, lo que no corresponde a su potencial como País.
Según Magdy Martínez-Solimán, representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en sólo un año (2010-2011), México perdió 23 por ciento en su nivel de desarrollo humano, al retroceder 15 lugares en la distribución de la riqueza. México pierde hasta 23 por ciento en su desarrollo debido a las diferencias en educación, salud e ingreso, afirma Martínez-Solimán (cit. por González, 2011).
Martínez-Soliman advierte que la deforestación, los desastres naturales y el cambio climático pueden hacer retroceder varios años los logros alcanzados. En México, advierte, sequías e inundaciones hicieron retroceder el índice de desarrollo humano (IDH) de los municipios afectados en alrededor de dos años, y aumentaron la pobreza extrema en casi 4 puntos porcentuales. También, acota que, si al IDH se le agrega un cuarto elemento, si se facturan sus niveles de desigualdad entre la gente muy rica y la muy pobre, México queda peor de lo que estaba, porque pasa del puesto 57 al 72.
Lo anterior se prueba al agregar la dimensión ambiental y de localización de las actividades al índice de desarrollo humano porque pasó de 0.819 en promedio en el periodo 2000-2010 a 0.678 en promedio con esta cuarta dimensión. Lo que muestra la pérdida en el nivel de desarrollo al considerar más elementos.
El crecimiento de las dimensiones que componen al índice de desarrollo sustentable en el periodo analizado fue de 0.89% para la dimensión ambiental, 0.38% dimensión social, 0.26% dimensión económica y 0.17% la dimensión de localización de las actividades.
El crecimiento del índice de desarrollo sustentable para el periodo 2000-2010 fue de 0.46% al pasar de 0.663 en el año 2000 a 0.695 al final del periodo. Las entidades federativas que más crecimiento tuvieron son el estado de Oaxaca con 1.80%, seguido por Querétaro y Chiapas con 1.18% y 1.08% respectivamente. Las entidades federativas que en lugar de crecer perdieron parte del terreno ganado fueron Campeche (-0.28%), el Distrito Federal (-0.39%) e Hidalgo (-0.66%).
Las entidades federativas con mayor índice de desarrollo sustentable en el periodo 2000-2010 fueron el Distrito Federal con 0.843 a pesar de no haber tenido crecimiento, seguido por el estado de Jalisco (0.799) y el estado de México (0.772). Los estados con el menor índice de desarrollo sustentable fueron Zacatecas (0.596), seguido por Chiapas (0.581) y Oaxaca (0.507). En el mapa 1 se puede observar el comportamiento del Índice de Desarrollo Regional Sustentable en el periodo 2000-2010.
Durante los primeros seis meses de 2011, la llegada de visitantes internacionales al país fue de 38.2 millones. En el periodo de enero de 2007 a junio de 2011, el turismo de internación, principal variable del turismo internacional por la cantidad de derrama económica que genera, aumentó 17.8 por ciento respecto al mismo periodo del sexenio anterior (enero de 2001 a junio de 2005) (SECTUR, 2011).
Los turistas internacionales que ingresan al país han pasado de 20.6 millones a 22.3 millones en el periodo 2000-2010 teniendo un crecimiento del 0.95%. La derrama del turismo internacional ha crecido 4.68% en el mismo periodo, pasando de 6,435.82 a 9,894 millones de dólares al final del periodo, haciendo un gasto medio de 407 dólares en promedio en el periodo.
El gasto medio del turismo receptivo se ha incrementado en el periodo 2000-2010, pasando de 549.2 dólares en el año 2000, hasta 732.5 dólares en el 2010, con un crecimiento del 74.97%. Para los seis primeros meses del 2011 el gasto medio de los turistas de internación fue de 747.4 dólares, el de los turistas fronterizos de 53.8 dólares, el de los excursionistas fronterizos de 29.9 dolares, y el gasto medio de los pasajeros en crucero fue de 90.9 dólares.
La captación de divisas pasó de 8,294.2 millones de dólares en el año 2000 a 11,871.9 millones de dólares en el año 2010, mostrando un crecimiento del 69.86% en el periodo 2000-2010. Para el periodo enero-junio de 2011, la captación de divisas por visitantes internacionales a México sumó 6 mil 179 millones de dólares, de los cuales, 84.1 por ciento correspondió a turistas internacionales, y el restante 15.9 por ciento a excursionistas fronterizos en crucero.
De las dimensiones que componen al índice de competititvidad turística las que mayor crecimiento tuvieron son recursos humanos y profesionalización del sector hotelero (3.77%) y servicios complementarios al turismo (3.60%), las que menos crecimiento tuvieron son fomento turístico (1.39%) e infraestructura y accesibilidad (1.14%) en el periodo analizado.
Los estados con mayor competitividad turística en el periodo 2000-2010 fueron el Distrito Federal (0.5108), Quintana Roo (0.4594) y Veracruz (0.3813). Los estados con menos competitividad turística fueron Zacatecas (0.1165), Aguascalientes (0.1087) y Tlaxcala (0.0884). La tasa de crecimiento del índice de competitividad turística en el periodo analizado fue de 2.32% al pasar de 0.1907 a 0.2398, los estados con la tasa de crecimiento más alta en este periodo fueron Querétaro 7.89%, Durango 7.71% y Guanajuato 7.10%; los estados que en lugar de crecer perdieron competitividad fueron Puebla -0.04%, Michoacán -0.15%, Baja California -0.89%, Tamaulipas -1.70% y Colima -1.78%. El comportamiento del índice de competitividad turística se puede apreciar en el Mapa 2.
En la figura 1 se puede observar las relaciones existentes entre cada una de las dimensiones que componen a los índices que se están analizando, de manera interna los indicadores que componen al índice de desarrollo regional sustentable y tienen relación son: salud, educación e ingreso los cuales forman parte de las dimensiones social y económica, estos con una correlación significativa al nivel 0.01 (bilateral). Las dimensiones del índice de competitividad turística tienen relación entre ellas a excepción de Recursos Humanos y Profesionalización del Sector Hotelero con Infraestructura y Accesibilidad.
De las dimensiones que componen al índice de desarrollo sustentable las únicas que mantienen relación con las dimensiones del índice de competitividad turística son la económica con la de fomento turístico y la dimension de localización que tiene relación con todas las dimensiones que integran la competitividad turística.
El desarrollo sustentable tiene relación con las dimensiones de fomento turístico, recursos humanos y profesionalización del sector hotelero, y la dimensión de servicios complementarios al turismo, es decir, que todas las inversiones que se realizan en el sector turístico, los centros de capacitación y los servicios con que se cuenta tienen un impacto directo en la población y el lugar de destino de estas. En lo que respecta a la competitiividad turística, ésta tiene relación unicamente con la dimensión de localización que integra al desarrollo sustentable.
V. CONCLUSIONES.
Del presente trabajo se pueden extraer algunas ideas interesantes:
La dimensión que más peso tiene en el índice de desarrollo regional sustentable es el ingreso, el cual juega un papel importante para determinar las otras dimensiones porque el ingreso determina el nivel y la calidad de educación a la que pueden aspirar las personas, también determina la calidad de los servicios de salud y la esperanza de vida que puede ser alcanzado por las personas, por último, es determinante importante para el acceso al agua potable, puesto que el sector con más recursos es la que cuenta con más servicios.
La educación es un ascensor de la movilidad social de abajo-arriba y la salud es un freno de la movilidad social de arriba-abajo; el ingreso es un igualador en México que evita que los gastos catastróficos de salud lleven a una familia de clase media a la pobreza o una pobre a la pobreza severa (Gónzalez, 2011).
La relación existente entre turismo y desarrollo resulta compleja si se toman en cuenta los costos económicos y sociales que esta actividad supone para las poblaciones anfitrionas. La actividad turística representa una fuente de empleo para los territorios en los cuales se realiza. Sin embargo, una alta carga laboral, dependencia de las temporadas y falta de protección social son algunas de las características típicas de estas relaciones laborales.
La competitividad es un elemento clave en cualquier actividad económica, incluidos el turismo, la competitividad turística genera desarrollo económico y social en su territorio.
A partir de este estudio, se puede afirmar que la relación entre la competitividad turística y el desarrollo local arroja un valor de correlación promedio de 0.62 con una significancia de 0,01, lo anterior nos invita a realizar una investigación para probar esta relación a nivel de destinos turísticos, agregando otras dimensiones a la medición de competitividad turística como la seguridad, la promoción al turismo, los recursos naturales, culturales y otros que a nivel estatal no fue posible agregar por la falta de datos estadísticos existentes.
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Recibido el 12 de Marzo de 2013
Aceptado el 11 de Mayo de 2013
Publicado en Junio de 2013
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