LA GUERRA DEL FUTURO (Y EL FUTURO COMIENZA EN EL PRESENTE), MÁS QUE PROBABLEMENTE SEA UNA “GUERRA ECONÓMICA”, “UNA GUERRA MUDA”
Oscar Edgardo Etiez
Montevideo – Uruguay
edgardoetiez427ee@gmail.com
Y No por “menos audible” sea:
“MENOS LETAL Y SI TAL VEZ, MÁS PELIGROSA, Y ECOGEOPOLÍTICAMENTE –AHORA SI-
ABSOLUTAMENTE MUNDIAL Y TOTAL”
“La Historia a desarrollarse es el resultado de la ecuación: probabilidad menos
imponderables. Por ende, con una hipotética previsibilidad de sólo 24 horas”.
Para citar
este artículo puede utilizar
el siguiente formato:
Edgardo Etiez, O.::
"La Guerra del futuro (y el futuro comienza en el Presente), más que probablemente sea una “Guerra económica”, “UNA GUERRA MUDA”"
en Observatorio de la
Economía y la Sociedad de
China Nº 14, diciembre
2010. Accesible a texto
completo en
http://www.eumed.net/rev/china/
El que escribe es Oriental, pero del Río Uruguay, país chico, con una densidad
poblacional también muy escueta. Voy sin embargo a incursionar intelectual,
política, histórica y económicamente con un tema que involucra a “los otros
Orientales”, al país Más Grande del Mundo Territorial y Demográficamente
hablando y a quien desde hace poco se lo considera (muy merecidamente por cierto
la “Segunda Potencia Económica Mundial” . En cuanto a lo mencionado, quizás nada
más a las antípodas. A estos pesares creo poder introducir argumentos que
desarrollados conformen una tesis económica que considero hasta ahora inédita y
que no reviste grado comparativo con nada que a pesar de mi interés en el tema,
haya podido encontrar ni siquiera semejante.
Hasta hace muy poco tiempo, y aun considerando elucubraciones de expertos, el
camino Chino estaba entre “el dulce Panda” y el “temible Halcón” y creo que
sería razonable pensar que la dicotomía planteada se volcó en los últimos
tiempos con absoluta seriedad, más hacia el lado del ave rapaz que al tímido
mamífero, y económicamente los datos sólo avalan la figura del poderoso alado.
La predictibilidad de algunos ecónomos dice que alrededor del año cuarenta el
actual uno-dos se revierta, colocando a los Orientales en la sima del Mundo
Capitalista. Otros igualmente “expertos” nos hablan de “recalentamiento”,
desgaste, desaceleración, y ponen densas nubes de duda sobre la marcha de China,
como si iguales agorerismos y apocalipcismos no pudieran ser manejados con igual
seriedad futurística sobre el ya discutido Imperio Norteamericano, al que ya
sólo –no tan solo por supuesto- indiscutidamente, le queda de tal, lo militar.
La gran pregunta es: ¿Será tan así lo del recalentamiento de la economía China?
Hay un par de cosas que me gustaría acotar sobre este tema. Primero. Cuando Karl
Marx pensó en su propia tesis de los Modos de Producción , noto que esa parte
del mundo tenía disonancia con el resto, de ahí surgió aquello del “Modo de
Producción Asiático” y me tomaría el atrevimiento de acotar, más preferentemente
aún el “Modo de Producción Chino”, y más aún hay un “Modo de Consumo Chino” y
también un “Modo de Filosofía Chino”, que no es ni semejante, ni parecido al
“Modo de Vida Occidental” más inscripto a la Tesis de Huntington de “Guerra de
Civilizaciones” o al desarrollo de las ideas ya esbozadas y también consolidadas
de Paul Kennedy en su “Auge y caída de las Grandes Potencias”. Inventores
ancestrales de la burocracia estatal, ya antes de Confucio y Sun Tsu – entre
cuyo nacimiento sólo mediaban siete años en el siglo sexto ANE- los chinos no
eran individualistas, ni su “mentalidad” presuponía un modelo consumista. Sin
Recalentamiento a los teóricos del defenestre chino se les complica el argumento
y por lo expuesto sería dable suponer que si tal mal es correlativo a el impulso
mencionado y éste no existe por lo menos en la magnitud necesaria para
activarlo; de no mediar esa crisis, la potencialidad de crecimiento sería más
segura, estaría menos coartada, que si fuera esa una sociedad occidentalizada.
Por otra parte los chinos a pesar de su enorme demografía no son una sociedad
que aspira económicamente a la autarquía sino más bien dirigen sus aspiraciones
a consumarse como sociedad exportadora, y aprecian muchísimo su moneda para el
occidente muy depreciada (más de 6 a 1, con el dólar, y más-menos 4 a 1 con el
Euro) que les da un notable margen de maniobra en sus metas de abarcar y copar
los mercados que le interesan. Aspiran a consolidar el Petroyuan, con el mismo
derecho e igual deseo que el de la Comunidad Europea con el Petroeuro y con la
cada vez más alicaída pretensión del Petrodolar. Los movimientos de “juegos de
piezas políticos _ ver caso de la India- de los chinos en política internacional
han sido geniales y su ambición y consideración energética abarcan, y desde ya
algunos años, a los biocombustibles. Para que “el mundo occidental” se preocupe
e inquiete, en esa década (40-50) los chinos contarían con el máximo de
posibilidades de ser Primera Potencia Económica Mundial, y ejercerían en el
mundo de los Biocombustibles al menos idéntica primacía a la que hoy ostentan
los Estados Unidos en y con el Oro Negro.
Además parafraseando a Huntington, los “quiebres de frontera” riesgosos
económicamente serían entre Exportadores y quienes Superlativizan su Mercado
Interno – más aún que sus importaciones- y hoy por hoy los EEUU estarían
oscilando.
Las naciones que apuestan a exportar, desean mantener bajas y sumamente
competitivas sus monedas –ver preocupaciones en ese sentido de Alemania y Japón-
y es económicamente muy legítimo propender capitalisticamente hablando, al mayor
beneficio. Los que presionan el yuan a la baja son aquellos que preferentemente
juegan sus opciones al mercado importador o a su amplio mercado interno. La
política económica de los Estados Unidos hacia el 2015 pretende ser las de un
mercado exportador, abandonando su presente económico; pero ese cambio de
orientación- como muy bien le han contestado los chinos-, debiera de depender de
si mismos y no de apreciaciones de monedas extranjeras.
El mundo está cambiando y acelerándose a pasos agigantados, se encimatizan los
acontecimientos fulgurantemente, pero sigo sosteniendo que tanto Historiadores,
Economistas y Financistas sólo tenemos una predictibilidad “lógica” de 24 horas
por el presupuesto viable de la ocurrencia de Imponderables. A esos por propia
definición no los puede considerar “casi nadie” sino aquel o aquellos con el
poder de “patear el tablero” y aún así eso sucesos se les pueden escapar de
contexto. Hay algunos otros considerandos que involucran otras ideas dentro de
esta pre-teoría, pero que, en verdad, cada vez que la pienso me parece más
sustentable con la realidad en que se va desarrollando el presente.
Solicito desde ya que si a alguien, estos puntos de vista estudiados
concienzudamente, le parecen comentables me lo haga saber a mi correo
electrónico