Vilma Campos Perales (CV)
vilma@cug.co.cu
Raubel Moya Ricardo (CV)
moya@cug.co.cu
Departamento Metodológico de la Vicerrectoría Docente
Universidad de Guantánamo, Cuba
RESUMEN
En el contexto social actual y a partir del desarrollo de la ciencia y la tecnología, es necesario que la formación de los profesionales sea integral y que los mismos sean capaces de resolver los problemas que se presenten en los diferentes campos de acción de su perfil, por lo que es necesario que el proceso de formación se sustente en una concepción personalizada del proceso de aprendizaje y el punto de partida debe ser las características individuales de los estudiantes para lo cual es preciso la caracterización de los perfiles de estilos de aprendizaje de los mismos. En este trabajo se valora la importancia que tiene la caracterización de los perfiles de estilos de aprendizaje para lograr un proceso de enseñanza-aprendizaje personalizado.
Palabras claves: enseñanza-aprendizaje, estilos de aprendizaje, atención personalizada, diagnóstico del aprendizaje.
INTRODUCCIÓN
En la sociedad, las instituciones educacionales proyectan la cultura en la medida que cambia el contexto, aspecto que obliga a preparar a los futuros egresados para ser capaces de enfrentar con éxito los problemas existentes en la producción y los servicios en función de resolverlos exitosamente, con un alto nivel de independencia y creatividad; lograr la pertinencia de los graduados de educación superior es la misión principal de la formación de los profesionales, de ahí la valoración de la importancia que tiene la caracterización de los estilos de aprendizaje para lograr un proceso de enseñanza más personalizado.
DESARROLLO
El proceso de enseñanza aprendizaje tiene como propósito esencial favorecer la formación integral de la personalidad del educando, constituyendo una vía principal para la obtención de conocimientos, patrones de conducta, valores, procedimientos y estrategias de aprendizaje.
En éste proceso el estudiante debe apropiarse de las leyes, conceptos y teorías de las diferentes asignaturas que forman parte del currículo de su carrera y al mismo tiempo al interactuar con el profesor y los demás estudiantes se van dotando de procedimientos y estrategias de aprendizaje, modos de actuación acordes con los principios y valores de la sociedad; así como de estilos de vida desarrolladores.
A diferencia de lo anterior un proceso de enseñanza aprendizaje con énfasis en lo instructivo y con protagonismo deliberado del docente, no conduce a formar en los educandos estilos de aprendizajes activos. Con relación a ello se considera que el docente debe encaminar su preparación hacia estrategias desarrolladoras autónomas para lograr un aprendizaje independiente y creativo.
Con relación a esto, Álvarez (1999) plantea: “El estudiante se educa como consecuencia de que se prepara para trabajar, haciendo uso de la ciencia como instrumento fundamental para hacer más eficiente su labor y además conciente que satisface sus más caras necesidades a través de esa actividad”.
Fariñas G. y De la Torre N. (2002) les atribuyen gran importancia a la enseñanza desarrolladora y personalizada planteando que ésta conduce a que el estudiante se centre en la construcción de su propio aprendizaje.
Castellanos S. D. (2001) en su teoría sobre el aprendizaje desarrollador define que un aprendizaje desarrollador es aquel que garantiza en el individuo la apropiación activa y creadora de la cultura, propiciando el desarrollo de su auto-perfeccionamiento constante, de su autonomía y autodeterminación, en íntima conexión con los necesarios procesos de socialización, compromiso y responsabilidad social.
Del análisis de las ideas anteriores, así como de los objetivos declarados en los diferentes planes de estudio se infiere que en la actualidad las instituciones tienen el reto de lograr un proceso de enseñanza-aprendizaje cada vez más, motivador, con el fin de que los estudiantes puedan integrar a su personalidad conocimientos, valores, habilidades, capacidad de realizar tareas solos a través de la elevación de los niveles de autoaprendizaje, independencia y creatividad.
Desde ésta perspectiva es importante el análisis del lugar que tiene el diagnóstico de los estudiantes como vía para la atención personalizada. Con relación a ello, existen muchas definiciones, no obstante en este trabajo hay coincidencia con los que exponen que el diagnóstico pedagógico integral es un proceso que se caracteriza por ser dinámico e inacabado, que requiere de reactualización estable y científicamente fundamentada, Abreu (1990)) , (González 1998) . Es esta actualización continua la que se utiliza como punto de partida para planificar las acciones pedagógicas, que con carácter de sistema, constituyen el proceso formativo en el que se desarrolla el estudiante. Por lo que el diagnóstico pedagógico integral es proceso y es resultado a la vez, es conclusión de un análisis que permite trazar un «punto de partida» González. M. (1998), sobre la base del cual se diseña el proceso pedagógico en la institución educativa.
Imbert, N. (1996) citado por Aguilera. E. (2007) refiriéndose al diagnóstico propone tres niveles en los que señala la importancia del mismo desde un plano general hasta llegar a las particularidades individuales de cada individuo.
1. Macronivel: conocimiento relacionado con el funcionamiento interno, la relación con el entorno y las posibles vías que les permiten un mejor desempeño a la sociedad, las instituciones y las empresas. Es un diagnóstico de relaciones intergrupales en el contexto institucional.
2. Mesonivel: relacionado con el funcionamiento de los grupos sociales dentro de una determinada organización. Es un diagnóstico de relaciones intragrupales que brinda conocimientos del funcionamiento interno del grupo, sus mecanismos y las vías para alcanzar niveles superiores.
3. Micronivel: referido al diagnóstico en el plano individual, al diagnóstico en el contexto de la personalidad. Debe brindar un conocimiento de la personalidad del sujeto o de alguna de sus partes integrantes, dirigido a detectar y caracterizar sus potencialidades o dificultades para transformarlas en desarrollo, y así elevar la eficiencia personal y el valor social.
El diagnóstico en los tres niveles aquí aceptados es significativo para contar con la caracterización integral de una institución, una carrera, un año, un grupo y cada uno de los estudiantes que integran un grupo; sin embargo se coincide con Aguilera. E. (2007) cuando plantea que para realizar la atención personalizada de los estudiantes durante el proceso de enseñanza-aprendizaje es necesario que en el micronivel la caracterización sea aún más estricta detallada, profunda y se considera además que esta debe integrar necesariamente a los estilos que los estudiantes utilizan para aprender formando ésta caracterización de estilos uno de los elementos a tener en cuenta en el proyecto de vida del educando.
Stouch C. (1993 citado por Cabrera. A. (2004) evalúa a los estilos de aprendizaje como una de las principales formas que tiene el estudiante para “aprender a aprender”, se coincide con lo planteado cuando valora que es una posición teórica que limita su valor didáctico ya que a través de las estrategias que utilice el docente, también integra el “aprender a enseñar.” De manera que las estrategias utilizadas en el proceso integren las acciones de los estudiantes y las del docente. En tal sentido es importante reflexionar en la pregunta siguiente:
¿Qué sucede en la práctica pedagógica cuando el proceso de caracterización de los estilos de aprendizaje es superficial o no se tiene en cuenta?
Una de las consecuencias es que se pierde demasiado tiempo tratando de resolver algunos problemas pedagógicos cuya génesis se desconoce y otra es que los docentes se apoyarían en el empirismo pedagógico y cuando se les pregunta ¿cuáles son las preferencias de este alumno para aprender?, enuncia algunas características aisladas, dirigidas fundamentalmente a su aprovechamiento académico, pero no pueden dar una explicación acabada de las causas del problema, ni enunciar las estrategias didácticas que funcionan mejor y las más acertadas para estimular el desarrollo del estudiante. De ahí la importancia que tiene el dominio de la caracterización de los estilos de aprendizaje para la planificación adecuada de las estrategias didácticas.
Al analizar etimológicamente la palabra estrategia se puede decir que procede de la voz griega estrategos (general) y que, en principio sirvió para designar el arte de dirigir las operaciones militares. En la literatura científica se pueden encontrar heterogéneos términos asociados y se tiende a la utilización de diferentes palabras (política, táctica, técnica, práctica, experiencia, procedimiento, etc.), para hacer referencia a las estrategias, lo que trae como resultado dificultades en la interpretación.
Se asume el juicio que “(…) un conjunto de tácticas interrelacionadas conforma una estrategia (…)” (Addine Fernández. y otros, 1999:) y que “(…) una táctica es un procedimiento específico que se aplica y tributa a todo el proceso, a la estrategia en general”. (Addine Fernández y otros, 1999:).
Las estrategias de aprendizaje constituyen un proceso que comienza cuando existe un problema, continúa cuando se aplica el plan de solución previsto, se regula a partir de situaciones fortuitas que afloran y finaliza cuando se ha solucionado el problema o cuando se comprueba la imposibilidad de resolverlo y con la valoración de lo realizado.
En este proceso complejo no solo es necesario las estructuras de los conocimientos acumuladas a lo largo de la existencia del individuo, sino también la búsqueda de los medios para alcanzar el objetivo de manera eficaz, ello presupone que el aprendizaje no solo es la adquisición de conocimientos sino también la búsqueda de cómo alcanzar el objetivo, con relación a ello, (Burón. J. 1994) valoraba (…) Este acercamiento al aprendizaje supone dar un giro en la enseñanza pues exigiría enseñar no solo contenidos o datos, sino estrategias para aprenderlos y usarlos”.
En cuanto a estrategias de enseñanza han existido diferentes términos para referirse a ellas, tales como estrategias de enseñanza, estrategias didácticas, estrategias metodológicas, etc. No obstante, existe consenso que cualquiera de los términos anteriores denomina diferentes formas de enseñar.
Los términos, estrategias de enseñanza, estrategias metodológicas son referidos fundamentalmente a las acciones del docente durante el proceso de enseñanza–aprendizaje y esta última incluida en el método como componente del proceso, de manera que es necesario asumir el término estrategias didácticas, que incluye a las formas y procedimientos de enseñar y los procedimientos, técnicas y habilidades con que cuentan los estudiantes para aprender, pero estas acciones de los alumnos y los docentes se incluyen dentro de los componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje.
CONCLUSIONES
De manera general se concluye que la planificación de estrategias didácticas que proporcionen a los alumnos motivación hacia la profesión y por el estudio, el desarrollo de un pensamiento independiente y flexible en la búsqueda de soluciones de problemas que se presenten en el contexto, puede facilitar en los mismos niveles elevados de creatividad y lograr con esto que cuando egresen de la Universidad posean el modo de actuación que exige su perfil y la pertinencia en las esferas de actuación y se considera que esto depende de la concepción teórica que sobre los estilos de aprendizaje posean los docentes.
La conclusión planteada anteriormente además de todos los criterios asumidos epígrafe, tiene fundamentación didáctica en la primera Ley de la Didáctica: Relaciones del proceso docente-educativo con el contexto social. La escuela en la vida .
Esta Ley declara la relación entre el proceso de enseñanza–aprendizaje y la necesidad social. A partir de la necesidad social, las instituciones educativas establecen el fin, que tiene su concreción en el proceso de enseñanza– aprendizaje, pero si en el proceso no se utilizan las estrategias didácticas que propicien la preparación adecuada de los estudiantes no se resuelve la contradicción entre el problema social y el objetivo propuesto, de ahí la importancia que se le concede a la caracterización de los estilos de aprendizaje para la atención personalizada como un elemento necesario durante el proceso.
En tal sentido Álvarez. Z. C (1999) plantea. Preparar al hombre para la vida” en la escuela no es formarlo sólo para cuando deje a esta y se enfrente a la vida, es, ante todo, educarlo participando en la vida, en la construcción de la sociedad; es prepararlo para resolver problemas ya que durante su estancia en la institución docente aprendió a resolverlos.
BIBLIOGRAFÍAS
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COBAS, O. C. Los estilos de aprendizaje: un punto de partida para que todos aprendan. Ponencia, Pedagogía 2007. La Habana, Cuba.
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FARIÑAS LEÓN, G. Psicología, Educación y Sociedad un estudio sobre desarrollo humano. Editorial Félix Varela, C. Habana, Cuba 2005.
GARCÍA, B. G. Compendio de Pedagogía. Edita: Pueblo y Educación. La Habana, 2002.
GARCÍA, R. J. Estrategias y estilos de aprendizaje para la comprensión textual, la formación de conceptos y la resolución de problemas matemáticos en la Secundaria Básica. Universidad Pedagógica “José Martí” Camagüey. Ponencia, Pedagogía 2007. La Habana, Cuba.
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