Sira Vargas Rodríguez (CV)
UNEFA-LARA
siramlr@hotmail.com
RESUMEN
La investigación es un acto humano intencional que se realiza para construir conocimientos. Éstos los usa el hombre para intervenir su medio. La educación y la investigación están íntimamente relacionadas. En la escuela el alumno debe construir competencias para investigar. El docente como adulto mediador es fundamental en esta construcción. Si el docente se percata de las competencias que posee para investigar, podría trabajarlas con los alumnos y ayudarles a que construyan sus propios conocimientos y así se conviertan en sujetos de cambio social. La autora propone las competencias para investigar como eje curricular en la seguridad que, trabajando dichas competencias desde educación inicial hasta superior de forma sistemática y articulada, el alumno se vinculará con la ciencia y la tecnología, además de formarse integralmente.
Palabras claves: Competencias, investigación, eje curricular.
THE INVESTIGATING COMPETENCES AS CURRICULAR AXIS.
ABSTRACT
The investigation is an intentional human act done in order to build knowledges up. These are used by man to intervene in his environment. The investigation and the education are closely related. At school, the student must build up competences to investigate. The teacher as mediating adult is fundamental in this construction. If the teacher is aware of the competences he/she has to investigate, he can use them with the students, and help them to build on their own knowledges, so that they become individuals of social change.
The authoress proposes the competences to investigate as a curricular axis with the certainty that working on such competences from initial to superior education systematically and articulately, the student will tie in with science and technology, besides developing himself integrally.
Key words: competences, investigation, curricular axis.
Introducción
Se comenzará definiendo los términos que se utilizarán.
La palabra investigación se usa para diversas actividades. Se usa como indagar, buscar, hallar, encontrar. Aunque el término se haya vulgarizado por esa utilización indiscriminada, no se le puede despojar de la importancia que tiene –esto se verá más adelante. Para este trabajo, se considerará la investigación como una acto humano sistemático y organizado destinado a construir conocimientos. El significado de la palabra investigación, según el diccionario de la Lengua Española (1970) es acción y efecto de investigar, siendo investigar, hacer diligencias para descubrir una cosa.
Por otro lado, eje curricular está relacionado con la articulación tanto horizontal como vertical que debe estar presente en planes de estudio a lo largo del sistema educativo. Es una estructura organizativa básica mediante la cual se lleva a cabo la gestión colectiva de la docencia en todos los niveles, según Istùriz (2006)
Competencias se relaciona con desempeño idóneo ante actividades y problemas de contexto social, profesional-laboral e investigativo, Tobòn (2006). Es una integración en el saber conceptual, procedimental y actitudinal, expresado por Sevilla (2004)
Aclarados los conceptos, se podría afirmar que el hombre ha necesitado indagar para conocer, y esos conocimientos los ha utilizado para modificar el medio, para adaptarse o para trascender.
Tomando en consideración, que los conocimientos representan verdades temporales que sirven de fundamento para construir nuevos aprendizajes, conceptos, teorías, modelos, podríamos asegurar que la investigación se sirve de los éstos para llegar a nuevos conocimientos, en una interrelación permanente.
En el mismo orden de ideas, se señala que si los conocimientos obtenidos a través de la investigación son publicados o comunicados, podrían quedarse en un grupo o trascender de acuerdo a la utilidad o importancia que se le asignen. De esta forma vemos relación que tiene la investigación con el medio social o ámbito cultural donde se produce o a donde llega.
La investigación como eje curricular.
Por otra parte, en educación, la investigación debe formar parte del quehacer docente ya que es un proceso inherente. Es por ello que se agrega al planteamiento anterior, la aseveración de los autores Cendales y Mariño (2003) quienes señalan que la Investigación resulta definitivamente ligada a los compromisos éticos y políticos del maestro, a la acción, a la transformación de lo cotidiano.
Van más allá de esta reflexión al expresar poéticamente, que investigar es un acto de compromiso con la historia, asumiendo un lugar en ella.
Dada la importancia del proceso investigativo para el desarrollo de un país, de un continente y del mundo entero, ya que el uso de los conocimientos lleva a innovaciones, ciencia y a tecnología, su estudio se hace imperativo para sistematizar las competencias que se requieren y llevarlas a todos los estudiantes de cualquier nivel educativo.
La proposición de establecer la investigación como eje curricular viene determinada por la necesidad que los participantes se conviertan en sujetos de cambio social. Para ello, los docentes deben contribuir a este logro, a través de la revisión de sus prácticas y a la percepción de las competencias que ser requiere para investigar. Al percatarse de las competencias que se necesitan para investigar, podrían trabajarlas en los estudiantes .Por otro lado, construyendo conocimientos y permitiendo que los sujetos los construyan, estarían formando los investigadores que requiere el país.
En este sentido vale la pena citar a Barrera (2004) quien afirma que la educación debe formar integralmente al individuo, la investigación es parte de esa formación. Asegura además, que en la educación holistica, la investigación ocurre en todo momento, porque no se puede esperar a que la persona tenga una edad determinada para investigar.
Retomando el uso del término, la palabra investigación se ha vulgarizado como se afirmó anteriormente y paradójicamente se asocia a una élite de intelectuales con características superiores. Al respecto afirma Beveridge (1996) que los investigadores no son genios, sino personas comunes que se interesan por esta tarea que es altamente compleja y por lo tanto requieren de ayuda en el camino de la investigación.
Para complementar las ideas de Beveridge, nombraremos a Vygotsky citado por Cole,Jhon-Steiner y otros (1995), quien señala que la zona de desarrollo próximo nos permite trazar el futuro inmediato del niño, así como su estado evolutivo dinámico, señalando no sólo lo que ya ha sido completado evolutivamente, sino también aquello que está en curso de maduración. Lo que un niño es capaz de hacer hoy con ayuda de alguien, mañana podrá hacerlo por sí solo. Estas afirmaciones conducen a la importancia del profesor experimentado en la vida del escolar, y si es investigador, seguramente, mediará para que sus discípulos investiguen.
Por esta razón, se requiere que en la formación de los educadores esté presente la construcción de competencias para investigar, porque si esta actividad es natural para él, también será, para sus estudiantes. Al respecto señala Ugas (2005) citando a Bachelard que en el acto de enseñar el profesor no sólo enseña contenidos sino también una manera de pensar el mundo. Siendo cierta esta afirmación se podría expresar que de los maestros depende la forma como los participanes ven el mundo y los contenidos que aprenden. Si el maestro investiga, construye sus propios conocimientos y trabaja para proporcionar a los estudiantes las experiencias que les permitan construir competencias investigativas, éstos tampoco se conformarían con repetir conocimientos, afirmando como verdad todos los contenidos que llegan a sus manos, sino que se apropiarían de ellos de manera interactiva.
En otro orden de ideas, la autora considera que se debe desmitificar esa figura del investigador y democratizar la actividad .La educación debe ir en esa dirección: la investigación como un eje curricular, durante toda la escolaridad.
Si se concreta este planteamiento la educación generaría los movimientos que conllevan cambios, transformaciones, innovaciones, ciencia y tecnología.
Al respecto expresa Hurtado (2002) que el devenir de los pueblos dependerá de la inteligencia y la formación integral de los ciudadanos, así como de los conocimientos que permitan asegurar su calidad de vida. La educación como vía para generar investigación pasa entonces a ocupar un lugar privilegiado como fuente de conocimientos y como generadora de tecnología.
Ahora la reflexión que se extrae de las afirmaciones de la mencionada autora está el currículo como marco donde se desarrolla el proceso educativo y de la necesidad que vaya en pos de lograr ese individuo integral que se pregona.
El currículo por competencias surge entonces como una necesidad, pero añadiendo, que se requiere un currículo por competencias para investigar.
Para que la investigación se convierta en un eje curricular en todo el sistema educativo venezolano, es necesario que el alumno en todos los niveles recorra los caminos que recorren los científicos, descubriendo la importancia de la ciencia y la tecnología para él y para el país. Además, que se apropie de los procesos para hacer ciencia, vinculando la teoría con la práctica para intervenir de la realidad. Así mismo, que construya competencias para investigar.
Ahora, ¿cuáles serían esas competencias para investigar?
Al respecto Tamayo (2005) afirma que no hay diferencia alguna en razón de competencias entre un niño, un adulto o un investigador formado, la diferencia entre estos radica en los niveles de sistematización de los procesos que se desarrollan.
La primera condición para hablar de competencias es estar inmerso en la realidad.
A partir de estas debemos llevar a los niños a desarrollar su capacidad de observación (primera competencia) lo cual les permitirá hacerse preguntas y descubrir cosas (segunda competencia) y descubriendo cosas, podrán explicar lo que ven (tercera competencia) para luego poder predecir algunas cosas en torno a los objetos que se observan, (cuarta competencia).
Según este autor las competencias básicas son:
1. Observar 2. Descubrir. 3. Explicar 4. Predecir.
A partir de estas cuatro competencias se desarrolla la estructura del conocimiento, ya sea vulgar o científico y es lo que hay que tratar de fomentar en los niños.
Las ideas de Tamayo coinciden con la fórmula hermenéutica de Dilthey citado por Ugas (2002) quien hace énfasis en tres conceptos: la experiencia, la expresión y la comprensión. Explica el autor citado que la antes de hacer algo racionalmente con un objetivo práctico tenemos que entender qué es, es decir describirlo, por qué es así, explicarlo y cómo puede comportarse, lo que equivale a predecir.
La autora considera que las competencias para investigar están relacionadas con los procesos de pensamiento tanto básicos, como superiores así como también las competencias comunicativas y otras de acción que estarían ubicadas en la dimensión afectiva-emocional del individuo.
CONCLUSIONES
Concluyendo se podría afirmar que la investigación como eje curricular vendría dada por la articulación de todos los niveles, a través de todas las asignaturas y contenidos presentes en los planes de estudio para la construcción de competencias investigativas.
El maestro investigador estaría en disposición de mediar para que los alumnos alcancen su potencial en la construcción de conocimientos.
En la medida que el docente investigue y reflexione sobre su práctica educativa se percatará de las competencias que se requieren para investigar y podrá trabajar en ellas, tanto a nivel personal como a nivel de los alumnos. El proceso educativo permite que los educandos construyan competencias y si éstas están relacionadas con la investigación, podría lograrse transformaciones de forma y fondo en nuestra realidad. La ciencia y la tecnología dejarían de ser un sueño inalcanzable para convertirse en un hecho tangible.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Beveridge, W. (1996). El arte de la investigación Científica. Caracas Universidad Central de Venezuela. Cuarta Edición.
Cole, M.,Jhon-Steiner V. y otros. (1995). Los Procesos Psicológicos Superiores. España Editorial Crítica.
Hurtado, Y. (2002). Formación de Investigadores. Bogotá. Colección Holos. Magisterio.
Real Academia Española (1970). Diccionario la Lengua Española. Madrid Editorial Espalsa-Calpe.
Tamayo, M. (2005). El proceso de la Investigación Científica. México. , Editorial Lamusa. Grupo Noriega Editores.
Tobòn, S., Rial, A y otros (2006). Competencias, calidad y educación Superior. Bogotá. Cooperativa Editorial Magisterio
Sevilla, J. (2004). Docentes y Alumnos Investigadores. Perú. Revista
Umbral Ugas, F. (2005). Epistemología de la Educación y la Pedagogía. Ediciones Del Taller de Formación Permanente de Epistemología. Táchira
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