Rodrigo Espinoza Sánchez (CV)
rodrigoe@pv.udg.mx
Edmundo Andrade Romo (CV)
Rosa Ma. Chávez Dagostino (CV)
Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de la Costa, México
Resumen
La educación superior universitaria representa para el ciudadano la principal
formación que le ayudará a alcanzar objetivos en su vida personal. El profesor
universitario es el generador de escenarios propicios para que el estudiante
desarrolle capacidades y habilidades que le permitan ir creciendo como ser
humano y a la vez como un profesional en potencia. El trabajo colectivo de la
academia genera sinergias para el análisis teórico metodológico de las
diferentes disciplinas que integran un plan de estudios universitario, mismo que
incide o impacta en la sociedad donde el plantel universitario esta inmerso. La
lógica laboral se convierte en un continuo aprendizaje significativo, y donde la
relación estudiante profesor adquiere sentido y ética.
Palabras clave: Educación Superior, Profesor Universitario, Trabajo Colectivo,
Lógica Laboral.
Introducción
Con el devenir, el ser humano ha buscado siempre su desarrollo dentro de su
propio contexto, esto le ha permitido estar en diferentes estadios y realidades
que lo envuelven y desenvuelven, que lo encantan y desencantan, pero que al
final lo llevan a encontrar ciertas posturas en el espacio y en el tiempo,
mismas que afincan en él su desarrollo integral y auténtico. El mundo académico
universitario ha enfrentado retos y desafíos que lo han orillado a plantear y
replantear corrientes de pensamiento que fundamenten su praxis educativa, acorde
a ciertas ideologías correspondientes a una época determinada. El sistema
educativo de nivel superior se encuentra en una encrucijada planteada desde el
centro con influencia en la periferia, esto induce a la reflexión que posibilite
trazar nuevos umbrales que le den un sentido humano a la educación que ahí se
imparte, dejando un lado el “Sentido del Depósito Bancario” que se presenta como
un continuo en el espacio áulico (Freire, 1970). Acorde a todo esto el presente
documento pretende hacer un breve acercamiento reflexivo a la realidad de la
educación superior en México.
Discusión
La educación superior que brinda la Universidad Pública en la Región Bahía de
Banderas, México, se remite a las determinaciones constitucionales que enmarcan
varios postulados: como su nombre lo indica es de acceso para todos sin
distinción de sexo, raza o clase social, sin embargo, desde sus albores la
educación a formado parte importante de movimientos sociales que han orillado a
que las reformas a las legislaciones vigentes se hagan en pro del crecimiento y
desarrollo profesional del individuo, camino único para que éste, pueda tener un
sentido crítico ante determinadas situaciones de interés personal y colectivo,
sólo basta, recordar el Art. 3º. de la Constitución de los Estados Unidos
Mexicanos para enmarcar esta jerarquía de la educación, sin embargo, el discurso
oficial atiende a políticas de corte neoliberal que hacen que dichos referentes
constitucionales se conviertan en lo que menciona Giroux (2004) de manera
textual “…este neoliberalismo apuesta a que el mercado debe ser el regulador y
equilibrador de las decisiones relacionadas a las políticas sociales y
económicas...que ponen en riesgo al estado benefactor…”
Con lo mencionado en el párrafo anterior, se puede comprender que la educación
universitaria que se brinda en los diferentes planes de estudio que se ofertan a
la sociedad que atiende se enfocan específicamente a formar seres humanos para
el trabajo, sin un sentido crítico que promueva una transformación individual y
de contexto dentro de los espacios que ocupa, ya que se le enseña más no se le
educa, y la educación es una dimensión cuyas implicaciones van más allá de esa
simple idea o concepción de transmitir información como se ha hecho de manera
tradicional, sino todo lo contrario, se debe problematizar para generar el
estado gnoseológico que requiere el ser humano como individuo transformador de
realidades (Freire,1970; Massam, 2000).
Los planes y programas educativos de esta casa de estudios, se hacen con la
intención de responder a una demanda creciente de matrícula, sin tomar en cuenta
las grandes asimetrías existentes entre la composición de la población de la
sociedad de la región en la cual esta inmersa, ya que al ser un Centro de
Educación Superior que funge como máxima casa de estudios, ésta debe impactar a
toda la región vista como un espacio geopolítico importante y aludido a la vez,
como polo de desarrollo turístico, no visualiza la diversidad, la
multiculturalidad y las diferencias que se reencuentran dentro de la practica
formativa ocasionando desigualdades e inequidades escolares (Bourdieu, 1986;
Roger, 2008).
Lo anterior, conlleva a hacer un alto, y reflexionar acerca de la realidad que
atañe al colectivo universitario, para encontrar la congruencia que debe existir
entre el decir y hacer, aspecto importante en la Pedagogía Critica (PC), ya que
ésta busca involucrarse en el esquema mental del docente como un agente de
cambio que transforma la realidad social en la cual esta inmerso y, que esa
transformación conduzca a la liberación de aquellos que todavía tienen la
ilusión o la esperanza de que si hay nuevas formas para encontrar el desarrollo
integral del sujeto sujetado (Huerta, 2004; Roger, 2008; Quiroz, 2008).
Lo precedente implica, comprender claramente que la educación es un concepto
cuya génesis es de corte política, y que las instituciones educativas responden
a un sistema estructurado para ostentar el poder, y en esa lucha constante de
perpetuación la visión de la formación integral queda en la retórica del
discurso, el CUCOSTA no es la excepción al respecto, por lo que se hace evidente
que requiere de esos seres humanos denominados profesores e investigadores que
le den empoderamiento a los desprotegidos con el objeto de aliviar la justicia
social (McLaren, 1980; Roger, 2008).
Con lo expuesto anteriormente, se infiere que la práctica académica es un acto
educativo, en el cual el proceso de aprendizaje es interminable, es decir, no
tiene un punto final, sin embargo, es aquí donde se forjan las esperanzas de
hacer cambios o revoluciones que ayuden a la obtención de un mundo mejor para
todos, esto sólo se puede lograr cuando el académico universitario reflexione
acerca de su propia existencia, de su yo interno, de esa reflexión que implique
la búsqueda del otro yo, esto le permitiría generar una conciencia, que se
recree en si misma para poder entender al otro en sus múltiples facetas que lo
hacen diferente, original pero a la vez interesante (Marx, 1857).
Todo lo anterior, soporta el hacer un alto en el camino y autocuestionarse: ¿Qué
debe hacer un profesor investigador universitario dentro de este contexto?, ¿Qué
posición debe asumir? Importante cuestionamiento que conduce a hacer una
reflexión más profunda, y poder sustentar la respuesta ante esta realidad que se
vive en el mundo universitario, que a cada día se ve constreñido y atrapado como
institución de educación superior sujetada por políticas de restructuración
encaminadas al control de los individuos y sus formas de pensar, sin embargo,
como dijera Freire en voz de Huerta (2008) “… podrán encerrarme físicamente, más
mi conciencia sigue trabajando dentro de este especio reducido...”
Lo antes aludido, implica que aunque la educación universitaria pública formal
se fundamente en políticas, programas y que sus discursos se incrusten dentro
del neoliberalismo, eso no ha mermado el trabajo de formar seres humanos de
manera integral, ya que la misión como profesor e investigador (PI), no es
únicamente el dar clases presenciales, sino también asesor, tutorar, colaborar,
e investigar, aspectos estos que han ayudado a que el académico crezca como
persona y entienda al otro, y que ese otro interiorice en su conciencia
reflexiva el lado humano que encuentra en los escritos de investigación del PI o
en las interacciones físicas que se dan dentro del espacio de la sociedad
académica universitaria. Además de lo anterior, con la generación de Cuerpos
Académicos desde la SEP, la formulación e implementación de proyectos de
investigación de éste PI permite involucrar alumnos que les interesa formarse en
investigación, y que ahora se encuentran terminado maestrías en Europa y aquí
mismo en México.
Lo aludido en el párrafo anterior, conduce a pensar y repensar la acción
educativa como algo dinámico y engendrado en el desarrollo de las vidas de las
personas que anhelan opciones diferentes para crecer y desarrollar sus propios
espíritus, estas personas son los estudiantes con los que se comparten
conocimientos, pero a la vez, planteamientos de problemas que ayuden a su
desarrollo humano y que estos lleven ese mensaje al tejido social al que
pertenecen, porque es ahí, donde los impactos se verán reflejados (Huerta,
2009).
Adhiriendo a todo lo pronunciado, se ve dentro de este espacio educativo, como
la labor del docente revolucionario cambia su entorno, porque es a través de sus
acciones como se logran los avances del conocimiento, y no es con la transmisión
de los contenidos temáticos de un programa, si no de las revoluciones
intelectuales que genera en sus estudiantes al hacerlos sujetos sentidos (Roger,
2008). Es pues de gran relevancia, entender los hechos sociales en el contexto
en el cual se ubica el docente, pero es más encomiable todavía, lograr en el
estudiante aspectos que le den significado a sus vidas para que estos puedan
encontrar respuestas humanas a sus propios cuestionamientos y al del otro u
otros con los que interactúa, porque es ahí en ese momento o en esa
multiplicidad de momentos en los que la conciencia se hace presente en lo
concreto de la realidad (Huerta, 2004; Giroux, 2004; Marx en Huerta, 2008).
La búsqueda del desarrollo integral del individuo es una tarea compleja, sin
embargo, la educación es un camino mediante el cual el ser humano intenta
alcanzarlo, y en esta constante búsqueda, se asimilan las grandezas y las
miserias que las estructuras de gobierno han hecho de las sociedades, si a esto
se le añade la clasificación de las mismas, entonces se encuentra con temas que
duelen pero que hacen repensar en lo oculto o el transfondo de las sociedades
desarrolladas y las no desarrolladas, y donde ambas sufren de algo en común como
es la incertidumbre y el miedo mediatizado como estrategia de poder, que
avasalla, que hostiga y castiga a los más desprotegidos y por ende los más
débiles mostrando un Darwinismo Social desmesurado (Huerta, 2004; Giroux, 2004).
De lo expresado anteriormente, se presume que el desarrollo integral del ser
humano es difícil en todo tipo de economía, sin embargo, se observa que es en
las economías emergentes o periféricas donde existe más: opresión,
desigualdades, meritocracia, necrofilia, injusticia social, pobreza,
discriminación entre otros que hacen que el desarrollo sea exclusiva de una
minoría de clase, que fragmenta y aísla las acciones de transformación social
que se pueden y deben iniciar dentro de la praxis educativa desde la postura de
la pedagogía Critica (PC), ya que el espejo de esta es el binomio compuesto por
el PI y el estudiante que se funden en uno sólo a través de la dialogización y
de manera consensuada transformar sus propias realidades y situaciones del
contexto (Mclaren, 1989 ; Huerta, 2004; Gitoux, 2004; Roger, 2008; Quiroz,
2008).
Lo anterior, conduce a encontrar coincidencias que ayuden a que el curriculum y
la fundamentación teórica de la PC coincidan para que la praxis de la vida
académica áulica sea el escenario inicial de las congruencias que requiere la
sociedad actual, que vive en un mundo globalizado y donde las políticas
neoliberales se ejercitan con prontitud dentro de las instituciones educativas,
mismas que responden de forma vertical a un mandato, y como tales generan en sus
núcleos el poder para que sus prácticas se perpetúen en sentido mercantilista.
La práctica de esta PC se requiere dentro del mundo universitario de carácter
público, pero no de manera aislada o en forma de burbuja como actualmente se
observa, sino que, acorde a su realidad debe propagarse y concatenarse en el
tejido académico como dialéctica, para después engendrarse y desarrollarse en el
dinamismo educativo entre profesor y alumno o entre alumno y profesor, donde lo
importante no es su orden, sino la interacción e interacciones de ambos que
posibiliten la transformación social de los que sufren y que son rezagados
(McLaren, 1989; Huerta, 2004).
A manera de cierre reflexivo
Con la intención de concluir, se puede decir que se debe promover en la praxis
educativa de nivel superior una nueva forma de ver el desarrollo del individuo
iniciando por el sentido ontológico, epistemológico con el objeto de poder
entender la intención del discurso oficial formalizado en los planes y programas
de las diferentes carreras que se enfocan al soporte del corporativismo y al
tecnicismo, que como resultado arroja seres vacíos de humanidad, de
inspiraciones de colaboración comunitaria, y donde el homus ecomicus es el más
importante (Navarro y Cabral, 2006). Con esto no se esta cumpliendo con una
formación integral critica del profesionista universitario que este comprometida
con las situaciones desequilibras de su contexto, sino que se esta dando
empoderamiento a los conservadores y no a los que lo necesitan desde la postura
de la PC.
Referencias Bibliográficas
- Bourdieu, P. 1986. La escuela como fuerza conservadora: desigualdades
escolares y culturales. En Cuadernos de Pedagogía Critica No. 1 de la Fundación
Peter McLaren para la Pedagogía Critica.
- Freire, P. 1970. La pedagogía del oprimido. En Cuadernos de Pedagogía Critica
No. 1 de la Fundación Peter McLaren para la Pedagogía Critica.
- Giroux, H. 2004. Neoliberalismo y la muerte de la democracia: Resucitando la
esperanza en tiempos de Oscuridad. Artículo presentado en el Seminario de
Pedagogía Crítica, Currículo. Impartida por el Dr. Luis Huerta. CUT. México.
- Huerta, L. 2004. Una Breve Historia de la Pedagogía Crítica: La Experiencia
Norteamericana. En Cuadernos de Pedagogía Critica No. 1 de la Fundación Peter
McLaren para la Pedagogía Critica.
- Huerta, L. 2009. Docencia, Pedagogía Crítica y Currículo. Cátedra impartida en
el Doctorado en Educación. Universidad de Tijuana, Centro Universitario de
Tijuana. México.
- Massam, B. 2000. Conditions of the Civic State. The Halbert Centre for
Canadian Studies, The Hebrew University, Magnes Press. Jerusalem.
- McLaren, P. 1989. El surgimiento de la pedagogía crítica. En Cuadernos de
Pedagogía Crítica. No. 1. Fundación Peter McLaren para la Pedagogía Crítica.
- Navarro, M. y J. Cabral. 2006. Poder, Conflicto y Colaboración en
instituciones educativas. Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de la
Costa. México.
- Quiroz, S. 2008. Ocho Ensayos parala reconstrucción de la Utopia del Siglo
XXI: otro mundo es posible. Promografig. México.
- Roger, E. 2008. Introducción a la Filosofía de las Ciencias Sociales y
Humanas. Universidad Católica de Manizales. Colombia.
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