Maribel Rodríguez Núñez
maribel571122@yahoo.es
Juana Daudinot Gamboa
Resumen:
El trabajo responde a una experiencia profesional que posibilita dar solución a los problemas del aprendizaje de los estudiantes del Programa Nacional de Educación. El presente material responde a la necesidad de contribuir como asesoras cubanas a la preparación técnico-metodológica de los facilitadores con vistas a contribuir al desarrollo de los encuentros presenciales ya que en el mismo se abordan elementos esenciales, referidos al Taller como forma en que se puede organizar el proceso de enseñanza aprendizaje.
INTRODUCCIÓN.
Actualmente se enfrentan nuevos y complejos retos en la práctica pedagógica no sólo por los cambios que se manifiestan en el Sistema Educativo sino por los nuevos conceptos que se incorporan a partir de la puesta en práctica de las diferentes Misiones Educativas.
Elevar la preparación de los triunfadores en la Misión Sucre es una exigencia, por lo que cada facilitador tiene la responsabilidad en su labor pedagógica de lograr que sus estudiantes se formen con un espíritu de independencia en la búsqueda de nuevos conocimientos y vías para alcanzar su auto actividad, convirtiéndose en sujeto activo de su propio aprendizaje en la medida en que sepa aprender a construir y aplicar lo adquirido.
En tal empeño influye la impartición de docencia con calidad, desempeñando un rol determinante la exigencia en el papel activo de los sujetos que intervienen en el proceso. Esta actividad tendrá su efectividad en la medida que se realice la utilización más racional del trabajo independiente y que en nuestro material lo abordamos a partir del encuentro como forma organizativa de la enseñanza.
Es por ello que el presente material responde a la necesidad de contribuir a la preparación técnico-metodológica de los facilitadores con vistas a contribuir al desarrollo de los encuentros presenciales ya que en el mismo se abordan elementos esenciales, referidos al Taller como forma en que se puede organizar el proceso de enseñanza aprendizaje.
DESARROLLO.
Uno de los retos de la sociedad venezolana actual está en la formación de un hombre que no sólo sea capaz de comprender el mundo en que vive, sino además de transformarlo y transformarse a sí mismo. Esto, unido al desarrollo de la Revolución Científico-Técnica y a las características de la lucha ideológica contemporánea, exige la preparación de un profesional con un elevado nivel de desarrollo de la independencia cognoscitiva y del pensamiento creador.
Es por ello que las exigencias de estos tiempos, en la que se incorporan nuevos programas y tecnologías y a las cuales nos insertamos progresivamente, la municipalización de la Universidad, está llamada hoy a ser la vía para un logro más integral de nuestros egresados, por cuanto constituye una vía más masiva y en la que el estudiante y profesor desde la escuela pueden y deben revertir los resultados de su formación para poder satisfacer necesidades: sociales, políticas, culturales, educativas y formativas, profesionales y económicas; enfrentándose a ese mundo cambiante en que vivimos y en el cual, nuestro país aspira a elevar el nivel cultural de todo el pueblo.
Estas exigencias determinan la necesidad de introducir nuevas formas de trabajo en los docentes, provocando ineludiblemente un proceso de modernización y perfeccionamiento del accionar profesional. Un modo de lograrlo es retomando los encuentros presenciales y su perfeccionamiento.
El encuentro presencial resulta una vía idónea para el desarrollo de la independencia cognoscitiva de los y las triunfadores y su eficacia depende mucho de la manera en que el facilitador lo conduzca, lo oriente y lo controle de forma tal que provoque el mecanismo de reacción adecuada de los/las estudiantes, sin cuya respuesta activa resulta un fracaso completo.
La clase, sea cual sea su tipología, siempre llevará su sello clásico, y es que trabaja con grupos, donde lo personológico, lo individualizado, no puede perderse en el terreno grupal y viceversa. El proceso de aprendizaje grupal debe permitir enseñar al alumno a aprender y a interactuar con los demás miembros del grupo y con el contenido objeto de aprendizaje. (E. Chehaybar y Kurí, 1989).
Es evidente que en la didáctica de la clase contemporánea, una alternativa diferente para abordar el conocimiento, como forma básica de aprendizaje grupal, es el Taller, donde lo esencial está en discutir distintos problemas sobre la construcción del conocimiento, adquiriendo igual importancia los componentes del proceso.
A partir de este planteamiento, se considera igualmente, que el Taller como alternativa metodológica para organizar el proceso de enseñanza–aprendizaje adopta determinadas características y momentos.
Características fundamentales.
1.- Vivenciar el conocimiento.
Significa conectar el conocimiento con su esquema cognitivo previo. (experiencias, conocimientos, vivencias afectivas con respecto al tema que se aborda)
Proporcionar instrumentos para transformar el conocimiento en algo abierto a nuevos contenidos, aplicarlo a situaciones nuevas, descubrir el conocimiento.
Enfrenta al estudiante con textos que les enseñen formas de pensar y construir el conocimiento. Propiciar el tránsito del conocimiento común al pensamiento científico.
2.- La organización de la actividad grupal y no frontal.
Para la realización del taller como alternativa metodológica, se sugiere entre otras cuestiones:
Ofrecer (con suficiente tiempo de antelación al encuentro) a los estudiantes, en una guía orientadora, a través de tarjetas u otro medio, lo siguiente:
1. Temática a abordar.
2. Objetivo de la actividad.
3. Bibliografía disponible sobre la temática.
4. Métodos y técnicas para el estudio y el trabajo independiente.
5. Metodología a seguir en el taller.
6. Fecha del taller.
Selección y aplicación de técnicas para organizar la actividad cognoscitiva en función de la producción del conocimiento para aprender a pensar, interactuar con el grupo con el conocimiento, las de dinámica del grupo a través de juegos didácticos e intelectuales.
3.- La realización del taller precisa los diferentes momentos:
I- Introducción.
Significa el momento del encuadre de la actividad.
Organizar al grupo a partir de la información previa sobre las formas y técnicas a utilizar para trabajar la temática.
Explicar con claridad y explicitar qué debe hacer y qué espera de los estudiantes y del grupo, así como qué va a hacer y qué pueden esperar los estudiantes del profesor, o sea, definir los roles a desarrollar, lo que obviamente está relacionado con la orientación hacia el objetivo.
II- Desarrollo.
Se dedicará al tratamiento de la temática en dependencia de la orientación previa que posee el alumno y de lo que ya quedó explicitado en la orientación.
Deberá ir registrándose las intervenciones de los estudiantes, para poder hacer análisis valorativos, evaluar y / o controlar los resultados de la producción del conocimiento, sobre todo irlos conduciendo a la reflexión metacognitiva.
El profesor estará lejos de arbitrar para elaborar situaciones de aprendizaje que sirvan de puntos de reflexión sobre la temática, de modo que el estudiante llegue por sí mismo a la verdad objetiva.
Las temáticas van cerrándose por consenso y colaboración grupal, constituyéndose conclusiones parciales.
Ser consecuente con la metodología orientada, sin descuidar que pueden aparecer, en la actividad, situaciones, reflexiones inesperadas típicas y normales en el proceso de construcción del conocimiento, donde otros aportan y han pensado de otra manera.
III- Conclusiones.
Este momento es inviolable, pero si en el desarrollo, el grupo va llegando a conclusiones parciales que abordan diferentes aspectos, la conclusión final estaría referida, no al conocimiento en sí, sino a la dinámica de la actividad de aprendizaje para otorgar el carácter educativo y formativo de esta.
Es necesario descartar algunas ventajas que el taller como variante o alternativa metodológica para organizar el proceso de enseñanza – aprendizaje posee:
Facilita la preparación previa del grupo sobre una temática determinada, desarrollándose la solidaridad, colectivismo, laboriosidad.
Permite el vínculo de la teoría con la práctica, del conocimiento común con el conocimiento científico, de la educación con la vida, de lo afectivo con lo cognitivo y de lo individual con lo grupal, entre otras.
CONCLUSIONES.
La actividad independiente de los estudiantes como condición previa al desarrollo de las diferentes formas de organización del proceso en los encuentros presenciales facilitará entre otros aspectos: la independencia cognoscitiva, la reflexión, el intercambio, un aprendizaje vivencial y significativo, un proceso más dinámico.
La guía de estudio, materiales didácticos, técnicas participativas, consultas, constituyen complementos indispensables para el desarrollo exitoso de las diferentes formas de organización del proceso de enseñanza – aprendizaje, fundamentalmente en los encuentros presenciales.
El taller como alternativa metodológica favorece cualidades de la personalidad entre los miembros de una comunidad de aprendizaje.
BIBLIOGRAFÍA.
1. Cueto, Vidal: “ La educación: un fenómeno de masas en la Revolución cubana” (ponencia), La Habana, 1984.
2. Chehayban y Kurí, Edith: Técnica para el aprendizaje grupal. CISE. Universidad nacional autónoma. México, 1995.
3. García, Gilberto. Compendio de Pedagogía, Ed. Pueblo y Educación, C. Habana, 2003.
4. Iberón, Francisco. La Formación y desarrollo profesional del profesorado. Hacia nueva cultura profesional. Biblioteca Aula, Ed. Grao de Sarvais Pedagógica, 1era edic.
5. Matos Columbié, Ceila y Zulema. El taller como forma organizativa del proceso de enseñanza aprendizaje. Material de consulta. 1999.
6. Ortiz Ordaz, Fidel: La conferencia taller una vía para la creatividad e independencia cognoscitiva. Folleto, ISP Pinar del Río S/a.
7. Osorio Barcelay, Maida. Reflexiones sobre el trabajo independiente. Manual de consulta. ISP Gtmo. 2001
8. ___________________. Tesis de Maestría sobre Acciones para perfeccionar el Trabajo independiente. ISP Guantánamo. 2003.
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