PROPUESTA DE COMPETENCIAS PROFESIONALES PARA LOS ESTUDIANTES DE LA CARRERA DE CONTABILIDAD Y FINANZAS
Lisbel Valera Fernández
Centro Universitario “Vladimir I. Lenin” Las Tunas
lvalera@ult.edu.cu
Resumen
La concepción de una formación basada en competencias constituye un enfoque integrador cuyo punto de partida es el análisis de la “realidad” misma, el conocimiento específico de las tareas a cumplir, el desarrollo de aptitudes y actitudes comportamentales generales, en fin, una transformación radical de las prácticas tradicionales de la enseñanza-aprendizaje formal hacia el aprendizaje de por vida.
Tomando como base lo anterior, esta investigación estuvo dirigida proponer las competencias profesionales que deben los estudiantes de la carrera de Contabilidad y Finanzas del Centro Universitario de Las Tunas.
Palabras clave: competencias profesionales, Contabilidad y Finanzas
Introducción
Los sistemas educativos y de formación profesional están llamados a responder al desafío que plantea una nueva cultura del trabajo, donde el aprendizaje permanente de valores, capacidades, destrezas y competencias técnicas y organizativas, y la capacidad de emprendimiento, se están transformando en el eje articulador de las demandas de la sociedad productiva.
Esta nueva cultura del trabajo, requiere un conjunto de nuevas competencias cognitivas, sociales y tecnológicas. Estos requerimientos han puesto a la formación en los primeros lugares de la agenda de las políticas sociales y de desarrollo. La emergencia de nuevas formas de organización del trabajo y de la producción, que colocan al conocimiento dentro de la estrategia de productividad y competitividad, han hecho que la calificación sea una clave fundamental en el acceso al empleo.
Las competencias, luego de originarse en el mundo capitalista, han tenido una acelerada generalización en estos últimos años en numerosos países, lo que obliga a ser muy rigurosos en su estudio e interpretación, y mucho más en su aplicación, por lo que los modelos existentes no deben ser copiados, sino analizados, para tomar lo positivo de ellos y sobre todo aquello que se ajuste a las condiciones histórico concretas de nuestro país, pues Cuba cuenta en la actualidad con una probada experiencia pedagógica que le permite asumir su propio enfoque y concepción y, en particular, en el campo del diseño curricular, especialmente en la formación de profesionales de nivel superior.
Al analizar las definiciones de competencias y sobre todo, las que son de corte educativo, es posible reconocer que en la medida en que se ha profundizado en el estudio del término en el proceso docente educativo, se evidencia todo un proceso de perfeccionamiento del concepto en cuanto a su rigor, profundidad y amplitud. Las Ciencias Económicas igualmente han abordado el concepto de competencia.
Reconocer el concepto de competencia en el ámbito educacional, significa tener la posibilidad de incorporar al proceso docente educativo una nueva concepción, dirigida a la formación de un profesional con aptitudes y actitudes para que responda a las exigencias que la sociedad le plantea, no sólo en el marco de la profesión sino en lo social, donde de forma consecuente sea un seguidor fiel de su historia y tradiciones, reflexivo y sobre todo capaz de enfrentarse y atemperarse a los nuevos retos y exigencias de la ciencia y la técnica para transformar el medio, desarrollarlo y con ello transformarse a sí mismo.
Por lo cual ante el problema de las insuficiencias que se manifiestan en el desempeño profesional de los egresados universitarios, la Educación Superior tiene que plantearse la formación de profesionales que, además de una sólida instrucción y educación, desarrollen competencias que le permitan convertirse en verdaderos creadores y transformadores.
Pero ello es posible sólo si la práctica universitaria cotidiana se sustenta en modelos didácticos establecidos sobre bases científicas de alto nivel teórico, y que conciban al hombre en el papel protagónico que le corresponde dentro de dicho proceso, lo que significa situar al hombre como sujeto y no como objeto de este.
En las condiciones actuales resulta vital para un profesional de la Contabilidad y las Finanzas el desarrollo de las capacidades para asimilar los conceptos científico–técnicos de su campo, debiendo en su formación académica, desarrollar competencias que le permitan la aplicación de estos para solucionar problemas de su profesión.
Es objetivo de este trabajo proponer competencias profesionales que deben adquirir los estudiantes de la carrera de Contabilidad y Finanzas.
La formación de competencias profesionales
El término competencia tiene antecedentes de varias décadas atrás, principalmente en países como Inglaterra, Estados Unidos, Alemania y Australia; aparecen primeramente relacionadas con los procesos productivos en las empresas, particularmente en el campo tecnológico, en donde el desarrollo del conocimiento ha sido muy acelerado.
La Competencia Profesional se identifica en las normas a través de la definición de elementos de competencia (logros laborales que un trabajador es capaz de conseguir), criterios de desempeño (definiciones acerca de la calidad), el campo de aplicación y los conocimientos requeridos.
El concepto de competencia debe transmitir claramente la idea que los procesos educativos tienen que estar dirigidos fundamentalmente a la formación de un ciudadano que reúna condiciones que la sociedad actual está demandando, es decir, en dependencia del nivel de escolaridad de que se trate, sean sujetos con capacidad plena para el análisis, la argumentación, preparados para asumir los desempeños laborales que las distintas profesiones y oficios requieren.
Cuatro contextos son relevantes en la difusión de las competencias:
1. En la periferia de los sistemas educativos, parece que el énfasis en las competencias ha entrado por la vía de la empresa y el empleo. Muchas ocupaciones y trabajos se definen hoy mediante listas detalladas de competencias utilizadas en la selección de personal: detección de talento humano futuro, para promover a las personas, en la evaluación de habilidades, determinación de necesidades de entrenamiento, evaluación de puestos: estas listas se han formalizado, lo cual facilita discutir los conceptos, revisarlos periódicamente, adaptarlos y negociarlos.
Es comprensible que las empresas, ubicadas en contextos rápidamente cambiantes, se interesen primordialmente en su know how potencial y deban, cada cierto tiempo, realizar una evaluación de las competencias que poseen: la incertidumbre actual acerca de cómo se desarrollarán en el futuro cercano los puestos de trabajo y el empleo ha servido, por ello, para fortalecer la demanda por competencias generales.
2. El esfuerzo por una reforma del currículo en los sistemas educativos, efectuado durante los últimos 25 años, con el propósito de actualizar contenidos y adaptarlos para estar a tono con el desarrollo del conocimiento, ha dejado una sensación de insatisfacción y malestar. Insatisfacción, porque estas reformas, concentradas en añadir más contenidos, han hecho perder de vista la organización de los programas como una totalidad. Malestar, porque en un mundo en el cual el conocimiento se hace rápidamente obsoleto, las reformas curriculares nunca terminan.
Se torna necesario, entonces, emprender un proceso de definición de prioridades que trascienda la pugna entre diversos temas que deben enseñarse, hacia competencias y habilidades más generales, que lleven a utilizar los conocimientos adquiridos.
3. La aceleración en la producción de conocimientos nuevos es una tendencia que continuará en un futuro previsible. Ha surgido, entonces, la conciencia de que las generaciones tendrán que aprender a lo largo de toda su vida. Por ello, es requisito cada vez más fuerte que la educación inicial logre que cada persona sea capaz y deseosa de seguir aprendiendo.
En la sociedad del conocimiento y de la información, el conocimiento adquirido se volverá menos importante que la capacidad de adquirir conocimientos nuevos. Esto se constituye en desafío para los sistemas educativos, cuyas consecuencias no se han sopesado aún: la prioridad que debe dársele a la educación media y la aplicación del "aprender a aprender".
4. El enfoque de los sistemas educativos es parte de una lenta transformación que ha empezado a gestarse, cada vez se habla en términos de capacidades, competencias y cualificaciones que los alumnos, deben poseer. En la medida en que se habla de competencias, el énfasis se concentra en el estudiante que tiene que adquirirlas y desarrollarlas. El auge de la noción de competencias es parte del intento por encontrar una manera de administrar sistemas educativos que enfaticen los objetivos de enseñanza en términos del aprendizaje de los estudiantes.
Está claro que la educación a nivel superior debe estar orientada a desarrollar en el estudiante capacidades y habilidades que le posibiliten una participación productiva en la sociedad, y, puesto que la tendencia es hacia una sociedad del conocimiento, la educación debe apuntar a formar en el estudiante una visión científica del mundo en que vive, debe, por tanto, propiciar el entendimiento y manejo de la Lógica y, en general, de la Ciencia, debe alentar la creatividad, el desarrollo intelectual, la búsqueda de información y la adecuada selección de fuentes, debe fomentar la capacidad de identificar problemas y proponer alternativas de solución y desarrollar en los estudiantes una actitud crítica, abierta y creativa frente a la investigación y su práctica.
Teniendo en cuenta que esta investigación está dirigida hacia la formación de competencias profesionales, esta autora las define como el conjunto de actitudes y aptitudes que deben regir el saber y el hacer del profesional universitario al desempeñarse en el objeto específico de su profesión.
La dinámica del proceso docente educativo permite que el estudiante adquiera y desarrolle actitudes, aptitudes y valores inherentes a su profesión, es decir, contribuye a la formación de competencias profesionales.
Estas competencias están asociadas al desempeño que se aspira del egresado de la carrera de Contabilidad y Finanzas como totalidad en su integralidad y que devienen, en la expresión didáctica integradora, por un lado, del proceso docente- educativo para su formación y, por otro lado, de la práctica social.
Ante las complejas situaciones económicas que atraviesa el país y por ende las empresas de toda la nación en lo que tiene que ver con análisis de información financiera, contable, es indispensable contar con quien explique los diferentes momentos que viven dichas empresas y lo más importante, que actúen en procura de un beneficio para ellas.
Es por esto que el contador juega un papel muy esencial en estas circunstancias, las cuales requieren una buena formación que responda a las necesidades de la sociedad frente a esto y a la gran oferta que hay en el mercado de profesionales contables es primordial pensar en una educación muy completa en el sentido que le permita ser competitivo no tanto en materia de poseer conocimiento para llevar a cabo el desarrollo de las practicas sino también que cree una responsabilidad social con el entorno en el cual se desempeñara para lo cual es importante tener una adecuada formación en valores.
En estos momentos se pretende entonces incorporar en la educación del contador los siguientes parámetros:
Formación en Competencias: al profesional contable de hoy se le hace necesario mejorar y cualificar su competencia argumentativa ya que el reto que se afronta es el de interpretar, proponer y actuar para lo cual se supone que se tiene un dominio de competencias en lenguaje, es decir, comunicativa, textual y gramatical.
En cuanto a la competencia de la profesión contable, se puede decir que es la alternativa de usar y explicar la práctica de los diferentes lenguajes de los negocios para resolver situaciones contables de la realidad económica-financiera, ambiental y social.
El contador de hoy debe asumir un papel diferente el del contador tradicional de escritorio preocupado únicamente por los soportes contables, es decir, aquel que concibe la contabilidad solo en su parte financiera, sino que ha de ser una persona capaz de entablar diálogo constante con los diferentes agentes sociales de la empresa y establecer relaciones entre el conocimiento y el entorno en el cual actúa.
Responsabilidad Social: el contador publico además de ser un profesional muy capacitado en su área correspondiente debe de actuar de acuerdo a los requerimientos del entorno, es por esto que tiene una responsabilidad social puesto que la información contable depende de las diferentes áreas de la comunidad esto es; económica, política, social, financiera, ambiental y demás; de modo que esta información adquiera su integridad mediante una relación fundamentada en valores, pautas y requisitos de cada contexto. Por consiguiente el desarrollo de cada de estos aspectos ponen de manifiesto la alta responsabilidad social que tiene la contabilidad.
Formación Ética: en la formación profesional es esencial que se tengan elementos para ejercer la profesión de forma que sean socialmente útiles y reconocidos; en la práctica profesional es indispensable que el comportamiento del contador en cuanto a sus relaciones con todos los actores que conforman el entorno en el cual se desenvuelve como colegas, usuarios, otros profesionales y el resto de la sociedad se de en términos de una honestidad e integridad para así difundir la credibilidad y confiabilidad de la información como resultado de las actividades realizadas por este.
El contador, de acuerdo con el carácter de la contaduría tiene la responsabilidad de dar fe pública sobre los documentos y estados financieros realizados por él y es la competencia profesional es el elemento que garantiza la idoneidad de un Contador o de cualquier otro profesional.
La coyuntura actual del mercado laboral, las exigencias de las nuevas tendencias contables, y el proceso de globalización que se está viviendo, exigen al contador que sea un profesional competente, con altos estándares de formación que le permitan afrontar los constantes y nuevos retos.
Hasta la fecha, son muchos los empresarios que consideran al contador una obligación legal, más no una herramienta para el desarrollo de su empresa. Algunos solo los contratan para firmar declaraciones y emitir estados financieros. El valor agregado que un profesional puede brindar a sus clientes es directamente proporcional con su competencia. Para asesorar a una empresa se requiere un amplio conocimiento y experiencia, y la única forma de conseguir estos elementos es a través de una formación e investigación continua.
Muchos de los problemas actuales de esta profesión son derivados de la falta de competencia profesional. No son muchos los Contadores con estudios de especialización y menos de maestría [¿cuantos con doctorado?]. Tampoco son muchos los Contadores que acuden a seminarios, simposios, congresos. Son pocos los Contadores que escriben libros, revistas.
Corresponde a todos asumir mayor responsabilidad y compromiso con la formación de competencias profesionales, pues la contabilidad ha sido y siempre será una herramienta imprescindible para toda empresa y por consiguiente para el desarrollo económico de un país, y de ahí la gran importancia de impulsar la calidad de sus profesionales.
Propuesta de las competencias profesionales que deben adquirir los estudiantes de la carrera de Contabilidad y Finanzas.
En su artículo “Reinvención de la Universidad” Tünnermann afirma que, debido al cambio en la concepción del hombre y de su universo, la educación debe enfatizar sobre la formación básica general y priorizar los procesos de aprendizaje, de suerte que el futuro graduado esté dotado de los recursos para seguir educándose por sí mismo. Después de analizar macrotendencias y de leer autores sobre el tema, concluimos que, para que el profesional pueda ser competitivo y sea capaz de seguir autoeducándose, debe:
Desempeñarse adecuadamente en distintas situaciones comunicativas: Competencia comunicativa
Tener disposición y capacidad para construir sus propios conceptos: Competencia Cognitiva
Saber identificar, acceder y manejar fuentes de información, según los requerimientos y mantener una actitud crítica y reflexiva frente a hechos o fenómenos: Competencia Indagativa.
Fijar posiciones claras y sustentarlas adecuadamente. Competencia Argumentativa.
Identificar y formular problemas y desarrollar y presentar propuestas de solución: Competencia propositiva.
Sobre esta base se proponen las siguientes competencias profesionales para un egresado de la carrera de Contabilidad y Finanzas:
Competencia comunicativa:
Facilidades de comunicación oral y escrita.
Trabajo en equipo.
Liderazgo.
Capacidad de desarrollar relaciones públicas.
Suministrar datos de calidad, oportunos, comprensibles y transparentes.
La comunicación es un aspecto de gran importancia en la vida en general. En las investigaciones de los últimos tiempos es considerada como el fenómeno externo de las interrelaciones personales, como el proceso de su realización y modo de manifestarse; además constituye el mecanismo interno de la vida social en grupo. En la comunicación se da la unidad de lo cognitivo y lo afectivo, por eso se ha precisado que las palabras corresponden predominantemente al componente cognitivo, y los gestos al afectivo.
Un profesional de las ciencias contables y financieras debe ser capaz de transmitir a las personas interesadas los resultados de su trabajo con claridad y de forma oportuna, debe trabajar en equipo para lograr un mejor ambiente de trabajo y fluidez en la comunicación, capacidad que debe potenciar las relaciones con colegas de otras entidades y la promoción de los productos de la suya.
Competencia Cognitiva:
Gestión de proyectos.
Iniciativa.
Creatividad.
Adaptación al cambio.
Formación jurídica.
Independencia.
El conocimiento siempre está en constante evolución, por lo que su adquisición y aplicación es continua. El licenciado en Contabilidad y Finanzas, haciendo uso de sus conocimientos debe ser capas de asimilar cambios, de emitir criterios e informaciones de forma independiente y creativa. Además debe ser conocedor de las leyes, normas y regulaciones que le son imponibles a su profesión; cuestiones que le son necesarias para gestionar proyectos y para contribuir a cumplir las metas de la entidad a la que pertenece.
Competencia Indagativa:
Dominio de tecnologías de la información.
Analista financiero.
Diseño de sistemas contables y de control interno.
Manejo de la documentación primaria.
Pertinencia.
Pertenencia.
Ofrecer diagnósticos sobre riesgos y rentabilidad de la empresa.
Con los permanentes cambios que se suceden en el mundo en los ámbitos económico, tecnológico, financiero, todo profesional debe estar apto para asumirlos y actuar en consecuencia. El graduado de Contabilidad y Finanzas debe ser y sentirse parte de la entidad en la que trabaja, pero a la vez actuar de tal forma que sus opiniones y acciones sean notadas y de utilidad dentro de esta. Para ello, no solo a la contabilización de las operaciones y a la presentación de informes está encaminado su trabajo, sino que sobre esa base debe analizar y diagnosticar los diferentes hechos, internos o no, que afecten el buen funcionamiento de su entidad.
Competencia Argumentativa.
Buen negociador.
Facilitador de la toma de decisiones.
Explicar situaciones contable – financieras utilizando lenguaje de negocios.
Interpretar situaciones contable – financieras, medioambientales y sociales y actuar en consecuencia.
En todas las instituciones, sea presupuestada o no, el contador no sólo debe reducirse a emitir informes numéricos, con su trabajo debe facilitar la toma de decisiones y el buen logro de los negocios, basándose en la interpretación y análisis de las informaciones que elabora desde los puntos de vista contable, financiero y social. Para ello sus cualidades de buen comunicador y de conocedor de su ciencia le serán de utilidad, porque no solo se trata de dar una información o una serie de datos, sino argumentar los criterios emitidos sobre esa base y hacerlos comprensibles para las personas que lo rodean.
Competencia propositiva
Identificar situaciones problémicas de su profesión.
Formular un banco de problemas inherentes a su profesión, atendiendo a las características de su entorno laboral.
Conjugación del desarrollo teórico con capacidades, habilidades y recursos para atender las necesidades de la sociedad.
Resolución de problemas dados en su ámbito profesional utilizando avances científico – técnicos de su ciencia.
Asumir responsabilidad frente a las soluciones propuestas.
La identificación y formulación de problemas de una profesión contribuye a perfeccionarla, y de paso, responder a las necesidades de la sociedad. El papel del contador en una entidad, además de emitir, explicar y analizar informaciones contable – financieras, incluye la resolución de problemas dados en su ámbito profesional utilizando avances científico – técnicos de su ciencia y basándose en los conocimientos y experiencia adquiridos en su formación y en su vida laboral.
Teniendo en cuenta la necesidad de que en la universidad se forme el capital humano en cuanto a tareas de investigación y producción de conocimientos, se hace necesario entonces asumir la investigación como metodología que le enseña al estudiante a buscar y construir el conocimiento, desde la perspectiva del papel protagónico que tiene en el proceso de construcción de saberes, actitudes y valores.
Por lo que se define como competencia investigativa el manejo de herramientas básicas de investigación, a la identificación y formulación adecuada de problemas que el profesional debe resolver, accediendo a la información con eficacia y estando en posibilidad de transformarla en conocimiento.
Competencia investigativa
Uso de métodos de investigación científica en su esfera de actuación.
Participar en eventos científicos en los que muestre los resultados obtenidos en la resolución de problemas dados en su ámbito profesional.
Cursar estudios de postgrado para la actualización en los principales avances científico - técnicos de su ciencia.
Cursar estudios de postgrado para obtener grados científicos.
Se proponen competencias investigativas para el licenciado en Contabilidad y Finanzas para contribuir al perfeccionamiento de la profesión a través del uso de la investigación científica, y de esta manera resolver problemas de su profesión respondiendo a las necesidades de la sociedad. Para ello este profesional debe cursar estudios de postgrado que le permitan apropiarse de las herramientas para hacerlo efectivo.
Implícitos en todas estas competencias propuestas para el profesional de la Contabilidad y las Finanzas, están los valores que le corresponden a este. Entiéndase por valores características personales que orientan al hombre a actuar de acuerdo con las normas morales, éticas e ideopolíticas de la sociedad cubana de hoy.
Se considera que los que debe tener un graduado de las ciencias contables y financieras debe tener los siguientes: honestidad, responsabilidad, patriotismo, colectivismo, la ética más rigurosa como ciudadano y profesional, en relación con el cumplimiento de los principios morales vigentes y las leyes y reglamentaciones establecidas por el sistema legal; la puntualidad en todos los aspectos relacionados con sus funciones; la excelencia en el desarrollo de su trabajo; la creación de hábitos de investigación y perfeccionamiento constante en la actividad que realiza; la honestidad en su comportamiento; la pulcritud en el vestir y en el desarrollo de su trabajo.
Conclusiones
Las competencias profesionales constituyen la base para lograr la formación integral del estudiante universitario, al ser la representación de los conocimientos, habilidades, valores y actitudes que deben reunir los egresados de Educación Superior.
De forma general, la propuesta realizada en este trabajo permite unificar las características que debe reunir el profesional de esta rama del saber para su desenvolvimiento en las distintas esferas en que actuará una vez graduado, y resalta la necesidad de perfeccionar su profesión utilizando la investigación científica.
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Ciencias Pedagógicas Holguín, 2003.
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