Iván Parro Fernández (CV)
ivanparro@ucm.es
Universidad Complutense de Madrid
RESUMEN
En este texto ofrecemos una serie de comentarios a nivel teórico y a nivel más personal sobre algunos elementos que forman parte del proceso de socialización en la infancia tales como la influencia de las tecnologías en los chavales, la educación o el modelo masculino de comportamiento, a través de autores como Mead, Schaffer, Palacio Valencia, Bordieu o Bernstein.
INTRODUCCIÓN
Los contenidos que ofrecemos en este artículo pertenecen a la lectura y análisis de ciertos artículos relacionados con temas de socialización primaria sugeridos en la asignatura “Procesos de socialización primaria”, y que ofrecen visiones diferentes desde otros tantos puntos de vista sobre aquellos aspectos que influyen con mayor determinismo en los procesos socializadores de la infancia.
En este texto conoceremos algunas de las teorías de Mead, de Schaffer o de Bordieu en temas como la educación, la influencia de las tecnologías de la comunicación y de la información en la infancia o el modelo de poder patriarcal que se impone frente a otras alternativas o modelos de desarrollo.
Hemos dividido cada uno de los autores y temas tratados en las siguientes partes:
El texto, por ello, se orienta más hacia la exposición de ideas representativas de autores y formulación de preguntas que fomenten el intercambio productivo de ideas.
Esperamos que cada uno de los autores y temas sobre socialización tratados en este artículo abran el interés, la curiosidad y el debate para seguir avanzando y profundizando en aspectos relativos a la socialización de la infancia y aquellas influencias que sienten los niños/as en sus primeros años de vida.
SOBRE GEORGE MEAD Y LA SOCIALIZACIÓN
Artículo de análisis: “Edith Tomasini, Marina: Un viejo pensador para resignificar una categoría psicosocial: George Mead y la socialización”, Athenea Digital, num. 17, marzo 2010, p. 137-156.
RESUMEN DEL ARTÍCULO
En este artículo se ofrecen una serie de ideas y sugerencias para que el término socialización tenga categoría psicosocial. Se refiere a la intersubjetividad como categoría de inclusión en distintas dimensiones; recupera conceptos desarrollados por Mead en su intento por proponer una ontología de la intersubjetividad, analizando el proceso simbólico en la construcción de la persona y la pluralidad en temas relacionados con el comportamiento, que a su vez son referentes en las acciones, y que además pueden procurar una nueva conceptualización e inclusión del término socialización como categoría psicosocial.
CONTENIDOS TEÓRICOS RELEVANTES DEL ARTÍCULO
Si bien el artículo intenta analizar algunas de las ideas de Mead sobre el ser y la socialización, lo cierto es que referido al desarrollo en las primeras etapas de la vida se destaca que Mead nos invita a evaluar al individuo dentro de la actividad grupal.
Lo cierto es que esta premisa no puede observarse durante la infancia, pero en parte sí puede observarse hacia los años finales de la misma y el inicio de la adolescencia, momentos en los cuales los niños se ven imbuidos y bombardeados por expresiones, modelos de comportamiento, publicidad engañosa, aparatos tecnológicos y hechos significativos que pueden llegar a formar parte de su self si no son bien explicados y bien expuestos. En este sentido sí podríamos estudiar al adolescente según sus movimientos en la sociedad o según sus comportamientos dentro del grupo que les obligan a seguir unas “modas” que nacen y se desarrollan en momentos puntuales, duran un tiempo determinado y luego suelen ser sustituidas por modas nuevas. Los adolescentes siguen y se apuntan a esas modas porque efectivamente se dejan llevar por lo que sucede y por lo que ven en el grupo social, lo asimilan y lo adaptan a su propio ser individual y a su personalidad. En este sentido podemos recordar el interaccionismo simbólico de Blumer.
La construcción del self entonces también se realiza en función del sentido y significado que otorguen otras personas a los comportamientos individuales tal y como estudió también Mead, es decir, que el niño o la niña van incorporando actitudes sociales particulares a su experiencia, a su ser individual, hasta que adapta esas actitudes organizadas del grupo que pasan a formar parte de su propia personalidad de forma casi permanente. Es importante en este sentido recordar que la infancia se nutre de experiencias familiares y sociales y que en su desarrollo personal también influye lo que se denomina acción intersubjetiva o modo de influenciar en la persona según las formas de actuar de otros para que puedan llevar a cabo esas mismas actuaciones aprendidas cuando aparezcan los problemas y los niños tengan que darles una respuesta.
Es entonces a través de la acción intersubjetiva como se otorga importancia a lo social en la constitución de la persona, sin menospreciar la propia experiencia, y donde Mead sitúa la categoría de socialización, argumentando que es el proceso socializador el que construye a la persona y que es en la interacción comunicativa con otros y en las relaciones comunitarias donde vamos adquiriendo rasgos de nuestra personalidad y algunas de nuestras formas de actuación.
Esa construcción del self es la capacidad de cualquier persona de auto-percibirse y conducirse en la acción social según lo que observa e interpreta de sus propios actos y de los actos de los demás. El self es una acumulación de experiencias y sensaciones del individuo y de lo que éste observa en la sociedad. Habermas, por su parte, reinterpreta el concepto de socialización al indicar que es en el proceso de adquisición de habilidades para la comunicación lingüística donde el individuo inserta la adquisición de normas y la formación de la identidad, señalando que la internalización de esas normas lleva consigo una reinterpretación del comportamiento, sugiriendo nuevos modelos de actuación ante los problemas que se vayan presentando. Mead entiende en otro sentido que el desarrollo es producto de las situaciones problemáticas a las cuales los niños deben hacer frente y que les obligan a tomar otras decisiones, construyendo nuevos modos de acción.
Mead compara el modelo de desarrollo de orientación de las acciones con el desarrollo social de la persona, indicando que el niño pequeño es fluctuante y cambiante, y que necesita del juego para tomar decisiones según el papel desempeñado en ese momento concreto. Existe una idea similar en Piaget cuando indica que hay una etapa en el niño en la que no hay continuidad ni dirección en las conductas.
Mead cree que el role taking o adopción de la actitud del otro es el medio por el cual se incorporan actitudes sociales a la experiencia. Y también que la actitud son las reacciones que dan sentido a las cosas o a las situaciones a las cuales reaccionamos. Habermas, por su parte, describe al role taking desde el punto de vista de un niño en proceso de socialización que interpreta los significados de los gestos que pueden hacer otros niños, adoptándolos para sí (lo que se llama adopción de la actitud del otro), e introduce la asimetría en el proceso comunicativo.
Mead pensaba que los niños dan sentido a sus comportamientos según las interpretaciones de otros, que los interiorizan en una especie de “coro de voces” o “diálogo internalizado”, que procurará las distintas interpretaciones ante situaciones sociales varias, construyendo lo que Mead llama el “mío”, es decir el control de los comportamientos construido por el individuo al adoptar las expectativas del otro generalizado. Este “mío” es la organización y regulación de reacciones sociales que forman parte del individuo. Contrapuesto al “mío” Mead incluye el yo, que podría definirse como la originalidad en las acciones o actitudes del individuo frente a los otros. Tanto el yo como el “mío” son importantes para la plena expresión de la persona y la utilización de uno u otro dependerá de la situación.
Mead precisa el “mío” como la posibilidad de verse a uno mismo desde el punto de vista de uno u otro miembro del grupo. El sujeto se comporta como lo que las personas de referencia esperan de él e integra las expectativas en la abstracción, proceso que facilita también la universalización de las actitudes. El yo es el centro de la conducta del individuo, el principio organizador de la acción.
CONTENIDOS DEL ARTÍCULO RELEVANTES A NIVEL PERSONAL
Tras la lectura del artículo podríamos aplicar a la familia esa expectativa por la cual los sujetos adoptan y desarrollan actitudes según se espera de ellos. Un padre espera que su hijo se acomode a los estándares masculinos, mientras que una madre querrá que su hija sea una buena madre y atenta esposa como ella. Los niños y niñas reproducen así los comportamientos y actitudes de los otros, y más en concreto, de sus referentes principales que son los padres. Pero el proceso de adopción de actitudes es largo y complejo, puesto que pueden existir esas asimetrías que mencionaba Habermas que impiden la identificación y la adopción de actitudes por parte de los niños y las niñas, hecho que produciría un desajuste entre las expectativas y la realidad y a la larga podría generar otro tipo de problemas relacionados con la conducta, problemas de interacción social o problemas de comunicación.
Los niños en sus primeras etapas son “esponjas” que absorben todo sin conocer sus puntos positivos ni negativos. De ahí que sea necesaria la intervención de los padres y del resto de agentes educativos para enseñar e inculcar al niño/a actitudes, formas de expresión, comportamientos y otro tipo de habilidades sociales para que en el futuro puedan vivir en sociedad sin mayores problemas.
COMENTARIO PERSONAL Y PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN
Nuestro “yo” está formado por muchos “mi” que interaccionan en eso que se llama conciencia o coro de voces proporcionándonos claves y actitudes para desenvolvernos en sociedad y ser personas dignas y merecedoras de la atención, del respeto o de la amistad de los demás, porque no somos seres aislados y necesitamos del contacto social. Somos seres eminentemente sociales con necesidad de estar con los otros.
EFECTOS DE LA TELEVISIÓN Y LA TECNOLOGÍA EN LOS NIÑOS SEGÚN SCHAFFER
Artículo de análisis: “Ventanas iniciales: efectos de la televisión y las tecnologías computerizadas sobre los niños y adolescentes, en SHAFFER, D. Psicología del desarrollo, Infancia y adolescencia, Capítulo 16, Ed. Thomson, México, 2000”
RESUMEN DEL ARTÍCULO
El texto desarrolla algunos temas como la educación y el desarrollo de los niños/as en ciertos entornos como la familia o los grupos de pares, y cómo la escuela es un gran espacio de socialización para todos ellos, en el que experimentan nuevas conductas, aprenden nuevos comportamientos y ponen en práctica nuevas habilidades cognoscitivas y sociales, que se desarrollan durante la adolescencia, etapa en la cual conocen y experimentan otras sensaciones como es por ejemplo el sentimiento romántico.
CONTENIDOS TEÓRICOS RELEVANTES DEL ARTÍCULO
- La escuela supone una ruptura importante en el desarrollo y ofrece un nuevo ambiente diferente al hogar. Los contactos con los compañeros de clase generan un mundo de interacciones nuevas y sugerentes para los niños/as, que se amplían con la edad. En los primeros años de escuela, los niños pasan tanto tiempo libre con los adultos como con sus grupos de pares. El contacto con ellos es muy importante para el desarrollo de patrones y de comportamientos sociales adecuados. Aquellos niños/as que no consiguen relacionarse de forma correcta con sus pares experimentarán problemas de adaptación a lo largo de su vida.
- El efecto Pigmalión se refiere a la investigación acerca del rendimiento académico de los alumnos basado en diferencias raciales y étnicas, y en el origen genealógico de los padres y las expectativas del maestro. La integración facilita el desarrollo académico de personas con discapacidad y la relación de los alumnos normalizados con éstos.
- La sociabilidad entre compañeros surge hacia mediados del primer año. A medida que se hacen más mayores aumentan las interacciones sociales y su complejidad, imitándose entre sí, asumiendo roles complementarios y finalizando ciertas metas compartidas. En la adolescencia los chavales pasan mucho más tiempo con los otros y se integran en camarillas pequeñas o en grupos más amplios que les ayudan a forjar su identidad independientemente de sus familias y les permiten empezar con las relaciones románticas.
- Los padres influyen en la sociabilidad con los grupos de pares de sus hijos en tanto se convierten en agentes de reserva y supervisores de las relaciones entre ellos. Son los padres afectuosos, sensibles y con autoridad quienes crean buenos hijos y tienen buenas relaciones con sus pares. Padres muy autoritarios o poco comprometidos con sus hijos permiten adolescentes agresivos que desagradan a sus compañeros y tienen más dificultades para relacionarse con otros.
- Los niños varían en la consideración hacia sus pares: niños populares, niños rechazados, niños controvertidos, niños ignorados y niños de posición promedio. El niño rechazado es el más solitario y quien muestra más problemas de adaptación a lo largo de su vida.
- El comportamiento de los niños/as ante sus compañeros es el baremo que éstos utilizan para la aceptación o el rechazo. Los niños más populares son más afectuosos, cooperativos y comprensivos; los niños ignorados experimentan ansiedad y los niños rechazados son molestos, desagradables y poco prosociales.
- Los niños establecen amistades con uno o más miembros de un grupo. Los niños pequeños se consideran compañeros de juegos y los adolescentes los ven como compañeros íntimos a los cuales pueden proporcionan apoyo emocional y social. Las amistades íntimas mejoran el desarrollo en tanto proporcionan seguridad y apoyo social, promoviendo el surgimiento de habilidades sociales y estimulando sentimientos compasivos que son la base de las relaciones amorosas posteriores.
- Los compañeros influyen tanto como los padres en los niños/as y adolescentes, reforzando, discutiendo y presionando en los comportamientos y en los valores. A menudo los valores coinciden y se desaprueban ciertas conductas antisociales. La socialización del adolescente es entonces una combinación de influencias entre padres y compañeros que intentan procurar lo mejor para él.
- No está totalmente demostrado que pasar mucho tiempo viendo televisión tenga efectos en el desarrollo cognoscitivo, en el rendimiento académico o en las relaciones entre los compañeros de clase. Es más, en tiempos y dosis adecuados, puede ser provechoso para mejorar el alfabetismo televisivo, aunque se deba realizar una buena educación en entornos y contenidos televisivos para que niños y adolescentes sepan discernir lo bueno de lo malo, lo real de lo irreal, lo verdadero de lo falso, y no lleven a confusiones que deriven en otro tipo de problemáticas. En este sentido podemos hacer referencia a la violencia y a los comportamientos agresivos que los niños pueden interiorizar como normales y necesarios y que pueden producir indiferencia cuando aparecen estos comportamientos. La televisión puede además transmitir una serie de estereotipos que influyen sobre sus creencias, dado que los niños en general son más fácilmente manipulables.
- La televisión también puede promover actitudes prosociales y solidarias que deben reforzarse y estimularse por parte de los padres. Programas como Barrio Sésamo ayudan a estimular ciertas habilidades cognoscitivas básicas, que se ven reforzadas cuando un adulto comparte con ellos lo que han visto en el programa. Suelen facilitar la atención, la memoria, la adquisición de nuevas palabras y además enseñan comportamientos.
- Los niños se benefician del uso de ordenadores. La instrucción asistida por ordenador mejora las habilidades académicas de los niños, estimula las habilidades de escritura y la programación de ordenadores facilita el desarrollo cognoscitivo y metacognoscitivo. Los ordenadores impulsan el pensamiento, el interés o la curiosidad en vez de inhibir o reprimir conductas, aunque puede que los niños/as no asimilen bien sus beneficios y promocionen la agresión. El uso inadecuado de Internet les puede producir daños y pueden tener problemas de acoso escolar o grooming, por ejemplo.
- Para mejorar las necesidades educativas se podrían ampliar los programas bilingües y multiculturales e intensificar los métodos de aprendizaje cooperativo en las clases (más participación de todos, mayor trabajo en equipo, colaboración en la consecución de un proyecto común).
CONTENIDOS DEL ARTÍCULO RELEVANTES A NIVEL PERSONAL
La socialización en la escuela es uno de los grandes desafíos de los niños/as, pero no sólo de ellos, sino también de las familias y de los profesores llamados a conocer, a transmitir y a desarrollar nuevos comportamientos, nuevos valores y nuevas conductas. La escuela es el tiempo de los grupos, de los compañeros, del contacto y relación entre ellos y de experimentar cosas nuevas, positivas y productivas. La socialización de los niños/as está también influida por otros elementos externos, de ámbito tecnológico en su mayoría, como son la televisión, el móvil o los ordenadores.
Hoy en día los niños se mueven entre pantallas, y más que realmente, los niños de hoy se socializan virtualmente, utilizando las pantallas de la televisión o los monitores de los ordenadores para encontrar nuevos modelos y conductas, o para adquirir nuevos conocimientos que si son mal orientados pueden convertirse en graves problemas a medio plazo, provocando desórdenes psicológicos o de comportamiento en los menores, sobre todo cuando se sienten acosados o controlados a través de esas pantallas. Es un grave problema este del acoso, tanto el buillyng como el grooming, que provocan el crecimiento de niños y de adolescentes inseguros, frágiles, temerosos y manipulables. La tecnología es un gran avance y proporciona nuevas habilidades cognoscitivas, pero lo cierto es que cada vez son más los menores que se dejan arrastrar por la fascinación de esas pantallas que pueden no ser tan útiles y positivas como parecen cuando los niños y adolescentes no están educados en los riesgos y los problemas asociados a la tecnología. Las pantallas proporcionan un nuevo mundo de sensaciones y oportunidades que si son bien aprovechadas pueden ayudarnos durante todas las etapas de la vida. Hay un problema de educación en las nuevas tecnologías, que padres y educadores-maestros trabajen en el tema y transmitan correctamente a los niños las bondades y los peligros de un uso inadecuado de estas herramientas, porque niños mejor informados serán niños más sanos, menos manipulables y más seguros.
COMENTARIO PERSONAL Y PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
La familia y la escuela aparecen como los grandes espacios de socialización infantil. En ellos crecen y se desarrollan conductas y valores que los niños/as y adolescentes asimilan, interiorizan y pueden formar parte de sus vidas para siempre.
- ¿Se debe incluir en la programación escolar de los colegios una asignatura sobre educación en nuevas tecnologías o esta educación debe ser transversal? ¿Qué contenidos deberían tratarse en esta posible asignatura?
- ¿Qué modelos y valores deben transmitir las pantallas más importantes (televisión, móvil, ordenador) para que los niños/as y adolescentes no adquieran malos hábitos y comportamientos?
- ¿Cómo pueden influir de forma positiva los padres y los compañeros en la socialización y el desarrollo de más niños populares y de posición promedio, de tal modo que haya más niños que agraden en vez de niños desagradables y con problemas conductuales o de otro orden?
SOCIALIZACIÓN MASCULINA Y PODER PATRIARCAL
Artículo de análisis: Palacio Valencia, María Cristina, La socialización masculina: ¿un drama oculto del ejercicio del poder patriarcal?, Nómadas (Col), Universidad Central Colombia, núm. 11, octubre 1999, pp. 166-171
RESUMEN DEL ARTÍCULO
El artículo ofrece algunas ideas sobre el proceso de socialización masculino resultado de una investigación llevada a cabo con un grupo de once adultos varones entre los 19 y los 40 años, heterosexuales, de estrato medio urbano, profesionales y estudiantes universitarios, en el municipio de Manizales (Colombia), en el año 1998, y cuyos resultados preliminares indican la existencia de patrones culturales y de género en todo el proceso de formación de la identidad (pensamiento y comportamiento) por parte de los hombres de esa región colombiana.
CONTENIDOS TEÓRICOS RELEVANTES DEL ARTÍCULO
- La formación de la personalidad masculina no está exenta de peligros y dificultades de orden cultural y de imposición familiar principalmente.
- El patriarcado legitima el poder del padre y del privilegio masculino, orientando las prácticas y los discursos, las formas y los estilos de las relaciones entre hombres y mujeres.
- Las identidades de género son construcciones socioculturales que definen conceptos como masculino-femenino según los modelos y estereotipos de la cultura patriarcal.
- El proceso socializador consiste en hacer del niño/a lo que la sociedad espera de él según los modelos reconocidos socialmente.
- En el hombre se desarrolla una combinación de poder y privilegios, de dolor y carencia de poder. Goza de poder social y reconocimiento, pero a la vez está aislado y alienado. No es capaz de desarrollarse con total libertad.
- Algunos hombres mutilan la expresión de sus sentimientos (Badinter) como respuesta a la racionalidad competitiva y a los privilegios propios que le otorga el poder patriarcal.
- Los estereotipos de socialización masculina son: capacidad providente; protección de los considerados débiles; respuestas al patrón del padre; búsqueda de recursos públicos y tiempo libre fuera del hogar (las mujeres se dedican fundamentalmente al hogar).
- La responsabilidad de cuidar y proteger está asociada en el hombre a una forma de ejercicio del poder.
- El hombre debe aceptar una especie de castración afectiva y emocional para cumplir su rol social.
- La socialización se basa en dos ejes principales: responsabilidad económica y ejercicio amplio de la heterosexualidad.
- Existe pánico al afeminamiento, debiendo demostrar permanentemente la virilidad y masculinidad, alejándose de símbolos femeninos y conquistando a su vez a las mujeres.
- La construcción de identidades es un proceso relacional en el cual cada género tiene que dejar a un lado comportamientos o actitudes para ganar otros, en un proceso mediado por el espacio social y la cultura.
- En la adolescencia, al contrario que en la infancia, se promueve el acercamiento a los grupos de pares, que generan en el sujeto peligros y dudas, debiendo crear límites y distancias afectivas en sus compañeros, a la vez que se fomenta el acercamiento a las mujeres a través de la seducción y la conquista con el objeto de poseerlas.
- La identidad masculina es poder y privilegio, pero también negación y ruptura.
CONTENIDOS DEL ARTÍCULO RELEVANTES A NIVEL PERSONAL
Quizá sea producto de la educación recibida (patriarcal y luego mixta), o bien del cambio de mentalidad generado por las situaciones vividas, pero el hecho es que me ha sorprendido (diríamos de forma negativa) el texto sobre socialización masculina, en el cual ser hombre, ser un macho (o macho alfa) es lo máximo, el culmen. El hombre y la mujer en la sociedad deben ser lo que ellos quieren que sean. Tienen asignados unos roles predeterminados. Sus comportamientos y sus acciones deben ser aquellas acordadas socialmente, y toda desviación o comportamiento inadecuado es objeto de algún tipo de sanción o de castigo.
Podemos en este punto preguntarnos: ¿el hombre nace o se hace? Si tenemos en cuenta lo que se explica en el artículo quizá deberíamos decir que al hombre lo hacen: lo hace el entorno familiar y social; lo hace la cultura; lo hace el miedo o el temor a ser reprendido, a no poder llorar, a limitar la expresión de sus sentimientos, algunos de los cuales no se consideran propios del género masculino. ¿Pero por qué un hombre no puede llorar si es una de las expresiones emotivas más sinceras y liberadoras? ¿Por qué el hombre o la mujer no pueden ser lo que ellos quieren ser? ¿Por qué se coacciona tanto a las personas en su derecho a la libertad y a la libre expresión de sus ideas y sentimientos?
El texto me ha supuesto una vuelta a mentalidades antiguas, a medios de control y de dominación de siglos pasados en los que había poco lugar para el cambio o la renovación. Esas personas del estudio viven en un ambiente cultural donde claramente impera la mentalidad patriarcal, como en la mayoría de sociedades actuales, donde la voz del padre o del macho aún pesa mucho. Pero quizá en este siglo XXI sea momento de cambiar y dar más chance a las mujeres. De hecho, poco a poco, ya se van insertando en los medios de poder político y económico. Son muchas las que tienen poderes de decisión equiparables a los de los hombres, pero aún queda mucho camino por recorrer para que hombres y mujeres convivan justamente y en libertad.
El texto nos recuerda que volver al pasado, a la educación machista, no soluciona mucho sino que más bien puede ser motivo de miedo y de temor, también de involución social para todos. Creamos en el hombre, creamos en la mujer, creamos en las personas tal cual son y no impongamos nada, porque en la diversidad está la riqueza, porque en la diversidad está el futuro de la Humanidad. 3
COMENTARIO PERSONAL Y PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
La socialización masculina no es tarea fácil para los hombres (pero pasa igual con las mujeres), dominados todos ellos por la estructura social y la cultura imperante, con poco espacio para la libertad y la rebeldía, pero con mucho determinismo y con miedo a fallar o a no cumplir el rol asignado en la sociedad.
SOCIALIZACIÓN EDUCATIVA Y REPRODUCCIÓN CULTURAL SEGÚN BORDIEU Y BERNSTEIN
Artículo de referencia: Ávila Francés, M. Socialización, educación y reproducción cultural: Bordieu y Bernstein, Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, Zaragoza, 2005
RESUMEN DEL ARTÍCULO
Este texto nos explica y desarrolla las teorías relacionadas con la socialización educativa planteadas por Bordieu y Bernstein. A pesar de venir de escuelas de pensamiento diferentes (Francia, Gran Bretaña), sus teorías se unen en algunos puntos y se distancian en la mayoría de ellos, ya que si bien Bordieu es más estructuralista (estudia la estructura de la reproducción cultural), Bernstein se ocupa del proceso de transición cultural. Dicho de otro modo: Bordieu se decanta por estudiar el contexto y Bernstein por estudiar el medio. Así llegan a formular las teorías de la violencia simbólica y la teoría de los códigos de comunicación.
CONTENIDOS TEÓRICOS RELEVANTES DEL ARTÍCULO
El texto ofrece dos visiones sobre la socialización educativa en los niños: socialización por la violencia y socialización por los códigos. El concepto de violencia simbólica de Bordieu es el método por el cual las instituciones educativas perpetúan modelos, hábitos y prácticas sociales impuestos por una clase determinada que suele ser la más poderosa, la clase alta o la que cuenta con mayores y mejores recursos: la clase dominante suele imponer mediante una serie de mecanismos su propia cultura, reproduciendo su estructura social y sus relaciones de clase, que los niños aprenden y asimilan en la escuela. El examen se convierte para Bordieu (y también para Passeron, Marx, Weber o Veblen) en el mejor mecanismo para legitimar y ocultar las ventajas que tienen las clases dominantes. Aprobar o suspender es la metáfora asociada a los privilegiados y a los desfavorecidos, disimulando de esta forma una especie de enlace entre las clases alejadas entre sí.
Para Bordieu la educación reproduce la cultura, la estructura social y la económica a través de las estrategias de clase, que pueden ser: intervención (la clase media interviene en la cultura para mejorar su estatus social); conservación (la élite cultural quiere permanecer en esa posición privilegiada) y reconversión (la clase económica dominante transforma su capital económico en capital cultural). Según cada estrategia seguida y adoptada por cada clase tendrá también un sentido u otro la educación.
En el libro Los estudiantes y la cultura, Bordieu y Passeron resaltan las desigualdades en la escolarización y en el éxito académico según la clase social de pertenencia: “La influencia del origen social perdura a lo largo de toda la escolaridad y se hace especialmente sensible en los grandes virajes del recorrido escolar”. Y en la reproducción demuestran o más bien intentan mostrar el plan preparado para que quienes son de clases dominantes alcancen el triunfo escolar. Además ven a la escuela como reproductora del orden social, sin capacidad de cambio o de transformación, quedando como medio de legitimación de las jerarquías sociales (pensamiento que fue rebatido por las teorías de la resistencia posteriores).
Según Bernstein es el lenguaje el que organiza la estructura social del individuo. Cada clase social utiliza códigos diferentes de comunicación, y es esta variedad de códigos la que provoca que algunas clases no sepan sacar provecho de la escuela a pesar de tener los medios o la formación adecuada para ello, o bien que no sepan interpretar las señales y los códigos de las otras clases para poder responderles de manera adecuada y correcta, encontrando así un hueco en su hábitat social que es prácticamente impenetrable. Entiende los códigos como principios reguladores que no pueden ser aprendidos y como medios de selección y de combinación.
Para Bernstein la distribución de poder y del control entre las clases producen medios de comunicación desigualmente distribuidos. Hacen falta reglas o pautas de reconocimiento para interpretar y saber qué significan esos códigos, ya que las clases sociales tienden a realizar acciones según los significados.
La teoría de Bernstein encuentra diferencias en la selección e integración de significados, contextos y realizaciones. Distingue dos tipos de códigos principales: el código restringido (típico de la clase obrera, de frases cortas y significados dependientes del contexto) y código elaborado (típico de la clase media, con gramática algo más compleja y expresión de significados independientemente del contexto). Atendiendo a esta clasificación se distinguen dos tipos de familias: posicionales, donde el estatus y la autoridad la determinan la posición de los miembros y no sus cualidades, y familias basadas en la persona, donde el estatus no lo determina tanto la posición sino las cualidades personales.
En la transmisión cultural se introducen y mantienen principios de conducta (relación), carácter (identidad) y modales (orden social). Si no se siguen las reglas impuestas se producen estrategias de exclusión o de castigo, por lo que las reglas deben ser visibles para que la persona sepa en todo momento y circunstancia a qué atenerse y en qué entornos se debe mover y actuar. Bernstein distingue entre pedagogía visible (la de los objetos, la de las funciones de cada uno de los objetos, la de la poca importancia del factor tiempo) y la pedagogía invisible (sin reglas de regulación definidas y donde se prioriza el espacio y el tiempo). La crítica a estas teorías vendrá por la falta de sustento empírico.
También se resaltan las órdenes culturales expresivas e instrumentales y sus medios de clasificación y categorización en las escuelas, llevando a la ritualización (permanencia del orden social) o a la división del trabajo (control social). Los problemas aparecen cuando familia y escuela utilizan distintas pedagogías y el niño/a no sabe a qué atenerse o a quién seguir (si apostar por el éxito o ser uno más en la cadena social).
CONTENIDOS DEL ARTÍCULO RELEVANTES A NIVEL PERSONAL
Leído el artículo me han venido a la mente episodios y formas de educar en la escuela primaria que ahora podría entender mejor. En colegios mixtos es cierto que quizá pueda haber más interés hacia los hombres, no poniendo en un lugar secuandario a las mujeres pero sí quizá no reconociendo su trabajo o su esfuerzo como verdaderamente se merecen.
Esa apuesta por el hombre, por lo masculino, quizá también tenga que ver con los roles asignados socialmente (hombre: trabajo, y para trabajar hay que tener educación (formación reglada y titulaciones); y mujer: hogar, casa, familia, niños). Pero ya desde hace mucho tiempo se están modificando y cambiando esos roles tradicionales y apenas sin sentido, y cada vez son más los niños/as de clases menos afortunadas los que terminan sus estudios secundarios, estudian en la Universidad y acceden al mercado laboral en condiciones similares a las de los niños/as de clases dominantes, quienes hoy en día, en algunos ambientes y contextos, siguen valiéndose del amiguismo, del caciquismo o del origen de cuna para conseguir buenos puestos laborales o influir en otras personas con menos posibilidades.
También es interesante observar cómo la escuela ya no reproduce tanto esos modelos (ricos y pobres, hombres y mujeres), sino que apuesta por la igualdad y el intercambio enriquecedor, buscando la construcción de sociedades buenas para todos. La diferencia de géneros no existe, se trabaja y se colabora por el bien común, y muchas mujeres ocupan cargos importantes en la Administración y siguen luchando por defender y comunicar su papel en la sociedad a pesar de que sigamos bajo la influencia de sociedades patriarcales en las que la palabra del hombre va a misa. Renovarse o morir definitivamente. Es lo que deben hacer en muchas regiones, pueblos, ciudades o países, y dar un paso más creyendo y apostando por un futuro mejor para todos sin distinciones.
COMENTARIO PERSONAL Y PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
La escuela no debe ser el lugar de reproducción de la estructura social de la clase dominante. La escuela no debe ser el capricho de las clases adineradas. La escuela debe educar, transmitir, informar, suscitar interés y crear preocupación por conocer mejor lo que está a nuestro alrededor. La escuela junto con la familia deben ser las maestras de la vida que ayuden a los chavales a crecer con confianza y seguridad ante los retos que el mundo, y en especial la sociedad, le irán marcando en cada etapa de sus vidas. Escuela para la vida y no escuela del desánimo y de la muerte social. Escuela de todos y para todos y no escuela de unos pocos privilegiados.