Contribuciones a las Ciencias Sociales
Octubre 2013

DE LA MEMORIA A LA HEGEMONÍA



Maximiliano E. Korstanje (CV)
International Society for Philosophers
MKorstanje@milletrentacar.com.ar

Resumen
Los sobrevivientes de tragedias y desastres elaboran formas específicas de duelo; entre ellas el nacionalismo y el etnocentrismo se perfilan como dos procesos obligados que ayudan a que la comunidad no se desintegre. Este fenómeno puede observarse por ejemplo en el caso mediático que vincula al futuro legislador argentino Juan Cabandié en donde tras una discusión con agentes de tránsito,  pasó a relucir su estatus de “hijo de desaparecidos”. En este contexto, proveemos los elementos conceptuales objetivos no solo para comprender la forma en la cual el joven legislador considera su estar en el mundo, sino la psicología de las víctimas luego de un desastre moral como lo ha sido la desaparición forzosa de disidentes políticos en el Proceso de Organización Nacional 76/82. El sobreviviente compensa su dolor por medio de la idea de excepcionalidad. Al darse cuenta que no todo está perdido a pesar de la situación, el sobreviviente elabora un proceso de resiliencia en donde el sentimiento de superioridad es una opción necesaria.

Palabras Claves. Miedo, Desastre, Etnocentrismo, Superioridad, Suerte, Destino.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Korstanje, M.: "De la memoria a la hegemonía", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, Octubre 2013, www.eumed.net/rev/cccss/26/etnocentrismo.html

El tema de los disidentes políticos “desaparecidos” y los juicios a los responsables por los delitos cometidos, es una de las cuestiones irresueltas en la moral colectiva de todo el continente. En los últimos años el gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner intentó hacer una reivindicación del tema, continuando las políticas de R. Alfonsín. Los “desaparecidos” como colectivo abstracto pero bien presente no solo ha calado hondo en la forma de hacer política, sino que ha puesto en el tapete de la discusión la validez de los “derechos humanos”.

Juan Cabandié es hijo de desaparecidos, sus padres fueron cooptados y seguramente asesinados por la última dictadura militar 1976/1982. Su nacimiento fue en cautiverio en la antigua Escuela de Mecánica de la Armada el 16 de Mazo de 1978. Junto a diversos grupos de “derechos humanos” ha trabajado incansablemente por la recuperación de la identidad de varios nietos e hijos, quienes como él no han conocido a sus padres. Hace apenas algunas semanas, Cambandié, el cual encabeza la lista a primer diputado por la ciudad de Buenos Aires en el partido Frente para la Victoria, fue sorprendido en una cámara oculta grabada por un agente de gendarmería donde se lo ve ofuscado discutiendo con un agente de tránsito. Según lo que puede apreciarse, se le cuestiona su última cuota de seguro paga en un peaje, hecho por el cual la agente de tránsito pretende secuestrarle la unidad. Luego de una discusión de minutos, Cabandié increpa a la agente diciendo “te quisiste hacer la guapa, y yo soy más guapo que vos, porque yo me banqué la dictadura, porque yo soy hijo de desaparecidos, …”.

Esta discusión no solo fue grabada por uno de los agentes presentes, sino que fue subida a Internet a semanas de las elecciones legislativas. Para quienes son afines al Frente para la Victoria, claramente, se ha tratado de una operación política de la oposición con miras a desprestigiar al candidato a legislador nacional, para otros grupos alternativos de “derechos humanos” un exabrupto, o expresión de abuso de poder. Para nosotros, por el contrario, no se trata de una ni de otra cosa. Simplemente es una prueba empírica de lo que hemos llamado “psicología del sobreviviente”. La actitud de Cabandié parece no ser tan diferente a la de otros sobrevivientes de desastres.

Cuando una persona experimenta un evento traumático que le genera un gran dolor, debe movilizar toda una serie de recursos con el fin de poder mitigar ese dolor y restaurar el equilibrio. En la psicología de toda víctima post desastre, existen dos etapas sucesivas. La primera se encuentra vinculada al dolor por la pérdida ya sea de seres queridos, familiares o amigos. En esta fase, la persona se encuentra aturdida y en busca de poder formar nuevos lazos sociales. Todos los desastres implican un gran impacto para la comunidad y sobre todo para sus víctimas. Empero, a pesar de todo ese dolor, tienen la esperanza (segunda fase) de que no todo está perdido. Después de todo el caos y la destrucción, el sobreviviente es un elegido de los dioses, del destino, de la suerte o cualquier otra fuerza extra-humana. El sobreviviente entra, entonces, en un proceso de apoteosis donde se cuenta asimismo su propio relato. Su fortaleza, su virtud han sido, entre otros, factores que lo han ayudado a sobrevivir. La posición de la víctima queda en un peldaño de privilegio respecto a quienes no han podido seguir viviendo. De esta forma, se construye una pirámide de legitimidad en donde la autoridad se encuentra conferida por la cercanía de los integrantes del grupo, respecto a los sobrevivientes originales.

Luego de un desastre, quienes sobreviven, conforman un círculo de exclusividad, honor y virtud en donde se conjugan todas las condiciones del acto político. Como observamos en otros estudios, no es extraño darse cuenta que luego de un desastre natural surgen expresiones radicales de nacionalismo y etnocentrismo, que vinculan la cultura con la fortaleza y la habilidad. Sin este proceso de sacralización de la víctima, la comunidad se desintegraría. En efecto, la muerte masiva tiene ese efecto, ya sea reforzando o debilitando totalmente los lazos sociales. Para no extenderse demasiado, si bien por un lado, este tipo de fenómenos alcanzan a todas las culturas y grupos humanos, los etnocentrismos pueden oscurecer y ejercer un diagnóstico errado de las causas que llevaron al desastre (Fernández Montt & Korstanje, 2010; Korstanje & Fernández Montt, 2011). Como consecuencia última, cada desastre se encuentra condenado a repetirse.

En perspectiva, para muchas personas que han sido vejadas, torturadas, humilladas y agredidas física y simbólicamente, el golpe de estado puede ser recordado como un verdadero desastre moral.   Un cataclismo que no solo los ha marcado a fuego a ellos, sino a su propio comportamiento. Es por eso, que nada raro parece ver como alrededor de este evento traumático primigenio se ha construido toda verdadera casta cuyo sentido último y ejemplar de pertenencia es el dolor. La primera condición que demanda esta casta de “sobrevivientes” es devoción por su causa, la segunda adoración. Claro que muchos argentinos parecen no verse comprometidos o interesados por conocer más sobre esta parte de la historia nacional. Aquello que Cabandié simboliza, ya sea por apoyo o repudio, no es en sí una adscripción a determinados partidos, sino un discurso que se encuentra presente en todos aquellos que de forma directa o indirecta se presentan como sobrevivientes de la tragedia, cualquiera sea su tipo. En la actualidad, ser “hijo de un desaparecido” denota un gran sufrimiento, sino una moral ejemplar por medio de la cual se ha construido una forma específica de poder, subordinación ideológica y hegemonía. El aguante representa una forma de “resistencia” a poderes que ya no existen, pero que re-simbolizados constamente permiten formas reales de adoctrinamiento. En otros términos, “porque lo que ha sucedido es terrible, y me paso a mí, es que ahora puedo yo decidir sobre el futuro de los demás”. Lejos de cualquier eufemismo, abordar al Frente para la Victoria en forma objetiva es mirar a la tragedia a la cara y comprender sus consecuencias más directas. Por desgracia, el futuro legislador es prueba directa de la validez de nuestra teoría. La modernidad tardía fabrica víctimas y caracteres heroicos como formas discursivas de hegemonía global. A la vez que denuncia por fuera ciertas violaciones a los derechos de ciertos colectivos, permite en forma cínica que esos derechos continúen siendo vulnerados para mantener la estructura política.

Referencia
Fernández-Montt, R. & Korstanje, M. (2010) “El discurso nacionalista en la tragedia. Evaluación ex post terremoto del 27/02”. Sincronía. A Journal for the
Humanities and Social Sciences. Spring Issue. Universidad de Guadalajara,
México.

Korstanje, M. & Fernández Montt, R. (2011) “Desastres y nacionalismo: Un análisis del show mediático Chile ayuda a Chile”.  International Journal of Zizek Studies. Vol 5 (4): 1-20

Korstanje, M. (2013) “Una introducción a los derechos Humanos”. Argus-A. Artes & Humanidades. Vol. 9 (1): 1-20