Contribuciones a las Ciencias Sociales
Octubre 2013

REEDUCANDO ADICCIONES: EVALUACIÓN DE RESULTADOS DE UNA COMUNIDAD TERAPÉUTICA



Joaquín Alfonso García (CV)
jalfonso1973@hotmail.com
Eduardo Dopico Rodríguez (CV)
dopicoeduardo@uniovi.es
Universidad de Oviedo

RESUMEN

Este estudio tiene por objeto evaluar los resultados de un programa de comunidad terapéutica de mantenimiento con metadona.  Pretendemos evaluar los impactos provocados sobre los usuarios de este servicio para desarrollar una evaluación de resultados mediante un análisis descriptivo y un análisis situacional que permita emitir juicios ponderados sobre la utilidad del programa y orientar la toma de decisiones para su mejora. La metodología cuantitativa utilizada plantea estos dos tipos de análisis para, de una parte analizar las distintas variables seleccionadas con el propósito de conocer si se cumplen o no los objetivos propuestos por el programa y, de otra, ir más al detalle de la información que aportaran los instrumentos de recogida de datos cruzando, mediante tablas de contingencia, variables de clasificación con variables de información, tratando de buscar relaciones entre las mismas.  Con este fin, se diseñó un cuestionario ad-hoc en donde se incluyen las variables correspondientes a las áreas de intervención esenciales que se abordan en el programa: área personal, de salud y sociolaboral. Pudimos contar con una muestra de 46 personas usuarias de Comunidad Terapéutica que habían permanecido en ella un mínimo de 6 meses.
Después de tratar los datos obtenidos llegamos a la conclusión de que la estancia en programas como éste contribuye a obtener una mejoría notable en las áreas de intervención socioeducativa en los sujetos con problemas con las drogas. Esto es, el programa de comunidad terapéutica que hemos seguido facilita pautas comportamentales para que los sujetos, una vez incorporados a su vida cotidiana, ensayen con éxito la reeducación de sus adicciones.

Palabras clave: evaluación de resultados, comunidad terapéutica, intervención socioeducativa, drogodependencia, reeducación

ABSTRACT
This study has for aims to assess the results of a therapeutic community program with methadone maintenance. We try to evaluate the impacts on these service users to trigger an evaluation of results by means of a descriptive analysis and a situational analysis that allows issuing weighted judgments about the usefulness of the program and guiding decision-making for improvement. The quantitative methodology used raises these two types of analysis for, a) analyzing the different variables selected with the intention of knowing whether or not if the aims proposed by the program are fulfilled, and b) go the detail of the information provides the instruments of data collecting crossing tables of contingency, variables of classification with variables of information, trying to find relations between them. With this goal, an ad-hoc questionnaire was designed where there are included the variables corresponding to the key intervention areas that are approached in the program: personal, health and sociolabor. We could rely on a sample of 46 users of Therapeutic Community that had been on it a minimum of 6 months.
After discussing the data we conclude that the stay in programs like this contributes to a significant improvement in the areas of socioeducational intervention in people with drug problems. That is, the therapeutic community that we have followed facilitates behavioral patterns in order that the subjects, once incorporated into their daily life, can handle with successfully the reeducation of their addictions.

Keywords: Evaluation of results, Therapeutic Community, Socioeducational intervention, Drug addiction, Self reeducation



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Alfonso García, J. y Dopico Rodríguez, E.: "Reeducando adicciones: evaluación de resultados de una comunidad terapéutica", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, Octubre 2013, www.eumed.net/rev/cccss/25/drogodependencia.html

INTRODUCCIÓN
Bauman (2003) define el concepto Comunidad como un lugar social donde se comparten valores y objetivos comunes.  Las Comunidades Terapéuticas del griego “therapeutikos” “cambio”, referido al objetivo marcado (Palacios, 2004), convierten el concepto Comunidad en una herramienta metodológica, en un instrumento esencial para el tratamiento y la recuperación de una variedad de situaciones (Sainsbury, 1978). Las drogas son una de ellas. La Comunidad Terapéutica (C.T.) para la atención de drogodependientes es un espacio residencial libre de drogas que construye un contexto socioeducativo de tratamiento intenso, durante las veinticuatro horas al día. Está fundamentado en un modelo jerárquico, estructurado en etapas de tratamiento, que pretende ir consolidando niveles cada vez mayores de responsabilidad personal y social (NIDA, 2003). Los procedimentos que rigen el tratamiento en la Comunidad Terapéutica (De Leon, 2000; De Leon, 2004), conceden especial relevancia a los grupos de autoayuda, a tratar aspectos tanto personales como de mejora de la salud, a desarrollar entornos de convivencia en la comunidad de todos los usuarios de la misma. La idea de fondo es que esto es útil para rehabilitar a personas que tienen una adicción a una o varias drogas que por si solas no podrían vencer. En la intervención con politoxicómanos, las diferentes fases de atención, tratamiento y rehabilitación, implementan elementos terapéuticos-educativos (Kooyman 1996; Roldán, 2004; Booth, et al., 2004; Borisova, 2004; Bernstein, et al., 2005) en los que profesionales y residentes participan activamente en actividades individualizadas y de grupo para provocar cambios y desarrollar habilidades sociales que modifiquen actitudes, percepciones y comportamientos asociados con el uso de drogas.
Proyecto Hombre es una fundación privada que concurre a subvenciones públicas para su mantenimiento. Está formada por profesionales de la atención social, psicólogos y ex-toxicómanos que pasaron por el programa con éxito y ahora trabajan como terapeutas en los programas dirigidos a los nuevos usuarios. Una Comunidad Terapéutica para el tratamiento y prevención de las drogodependencias como Proyecto Hombre (http://www.proyectohombreastur.org/) desarrolla un “Programa de Comunidad Terapéutica con Mantenimiento con Metadona” en Asturias (España), con una duración media de 6 meses. Su base metodológica es la autoayuda personal a través del aprendizaje continuo con el resto de compañeros que realizan el programa para conseguir el desarrollo como personas que facilite la autonomía en las áreas personal, de salud y sociolaboral.  Los usuarios del Programa utilizan un sustituto legal de la heroína, como es la metadona, opiáceo sintético de actividad analgésica, como factor de control para erradicar el consumo de heroína. En evaluaciones realizadas sobre programas de dispensación de metadona y sobre Comunidades Terapéuticas para la rehabilitación de toxicómanos (Fernández Miranda, 2002; García, 2005) se recomienda también mantener con carácter ambulatorio la administración de metadona en las Unidades de Tratamiento de Toxicómanos (U.T.Ts) de los Centros de Salud
Programas socioeducativos como éste gravitan entre los impactos, los logros obtenidos mediante la aplicación del programa a un grupo de usuarios. Pensamos que si quisiéramos saber  los efectos que esta C.T. ha tenido entre las personas que han pasado por ella, necesitaríamos llevar a cabo una evaluación de resultados (Apodaca, 1999). La evaluación de resultados comenzó a tener cierta relevancia en la investigación socioeducativa a partir de los años 50 del siglo pasado en Norteamérica. Entonces se empezaba a sentir la necesidad de realizar procesos evaluativos que determinaran hasta qué punto eran conseguidos los objetivos educativos (Tyler, 1950).  En virtud de la transparencia, la necesidad de controlar en qué medida se logran los resultados previstos en objetivos predeterminados (Bonifacio, 1999) es aún más necesaria cuando se refieren a servicios financiados con dinero público. Conocer en que medida los programas cumplen los objetivos para los que fueron diseñados permite optimizar el empleo de los recursos públicos (Bañón, 2003). La evaluación de resultados por tanto, contribuye a que se puedan tomar decisiones de mejora, de continuidad o de supresión de estos programas en función de los resultados que obtengan
Las técnicas y estrategias terapéuticas del “Programa de Comunidad Terapéutica con Mantenimiento con Metadona” al que nos referimos, se fija una batería de objetivos a alcanzar con los usuarios. Esto es, se dirigen a:

  • lograr un grado suficiente de autoconocimiento que propicie la mejora individual en los planos comportamental, emocional y cognitivo;
  • mantener la vinculación con el recurso público de salud mientras sea necesario; 
  • adquirir hábitos de vida saludables en el ámbito de la higiene, las relaciones con los iguales, el ocio y tiempo libre;
  • y a establecer una red de apoyo social y familiar que favorezca la integración y reinserción de forma que les reporten estabilidad y autonomía laboral.

Los usuarios llegan a este Programa por varias vías: a sugerencia de los Centros de Salud, como refuerzo a los procesos de desintoxicación a través del tratamiento terapéutico; a iniciativa de la autoridad judicial que puede determinar el cumplimiento de una pena privativa de libertad en una C.T. con la finalidad de que el penado trate de suprimir el consumo de drogas ilegales y por iniciativa personal de quienes quieren ingresar en el Programa para recibir tratamiento terapéutico que les ayude a reducir el consumo de drogas ilegales.
Sumando todas las características descritas sobre las C.T y sobre este programa concreto, la pregunta que se suscita es si los programas de C.T. de mantenimiento con metadona para la rehabilitación de toxicómanos son eficaces, es decir si cumplen los objetivos para los que son diseñados.

MATERIAL Y MÉTODOS
Para evaluar los impactos obtenidos en los usuarios de los elementos terapéutico-educativos que dispone el “Programa de Comunidad Terapéutica con Mantenimiento con Metadona” de Proyecto Hombre Asturias, se estableció un acuerdo mutuo entre los responsables de esta C.T. y el equipo evaluador con la finalidad de realizar una evaluación de resultados que permitiera emitir juicios relativos a la utilidad o el valor del programa y orientar la toma de decisiones para su mejora (Sánchez-Carbonell, 1993; Fernández & Secades, 1999; Fernández & Secades, 2001). Para ello era necesario acceder a las personas usuarias que hubieran permanecido dentro del programa 6 meses como mínimo y lo hubieran completado. Dadas estas condiciones, se obtuvo una muestra potencial de 101 sujetos, de los cuales 57 habían completado la fase de C.T. en esos 6 meses requeridos, entendiendo que esta dimensión temporal es necesaria para que el programa alcance los objetivos que se propone.
Entrevistar a personas tóxicodependientes que han transitado por un programa terapéutico-educativo para controlar sus adicciones y reducir sus consumos requiere un instrumento de recogida de información específico. Es necesario conocer sus características, contar con unidades de análisis y variables socioeconómicas y educativas que nos revelen la especificidad de la muestra. Aquí, se adaptó un cuestionario (Fernández y Secades, 2001) rediseñado para la ocasión (Tabla 1), en función de las tres áreas de interés principales del Programa: el área personal, el área de salud y el área sociolaboral. En torno a estas tres grandes áreas se organizaron las variables en las siguientes dimensiones: datos de identificación o clasificación de la muestra, datos de información, actividades del programa y resultados en el ámbito personal, de la salud y socio-laboral (tabla 1). Este Cuestionario tenía como finalidad organizar la información que sería recogida y orientar las entrevistas para que éstas lograran capturar los datos necesarios para evaluar el Programa.

DIMENSIONES

U. DE ANÁLISIS

VARIABLES

 

 

Datos de identificación

√ Personales

● Edad
● Sexo

 

√ Sociodemográficos

● Lugar de residencia
● Estado civil
● Situación judicial
● Nivel educativo
● Situación laboral
● Responsabilidad en cuestiones judiciales 

√ Toxicológicos

● Droga principal de abuso al iniciar el Programa

 

Resultados en el ámbito personal

 

√ Comportamental

● Consumo actual de drogas ilegales
● Problemas relacionados con el alcohol

√ Emocional

● Expresión de sentimientos

 

√ Cognitiva

● Conocimiento de aspectos a mejorar
● Conocimiento de aspectos a potenciar         

Actividades del programa

√ Áreas de intervención

● Satisfacción con el área personal

 

Resultados en el ámbito de la salud

 

√ Salud

● Hábitos de higiene
● Dieta equilibrada
● Pautas de medicación
● Utilización de servicios sanitarios

Actividades del programa

√ Áreas de intervención

● Satisfacción con el área salud

 

Resultados en el ámbito sociolaboral

 

√ Social

● Relación con personas consumidoras de drogas
● Relación con personas no consumidoras de drogas

√ Laboral

● Trabajo
● Fuente principal de ingresos 

Actividades del programa

√ Áreas de intervención

● Satisfacción con el área sociolaboral

Resultados del programa

√ Servicios
√ Equipo Terapéutico

● Grado de satisfacción general

      Tabla 1. Dimensiones, unidades de análisis y variables del cuestionario de evaluación

Del total de la muestra (n = 57), se pudo entrevistar personalmente a 46 usuarios (el 80.70% del total de la muestra). Las 11 personas restantes (el 19.30%) fueron objeto de indagación y aunque 5 de ellas resultaron ilocalizables, se pudieron recoger testimonios directos de familiares y de otros informantes claves sobre las otras 6: cinco usuarios del programa habían vuelto a consumir drogas ilegales en la actualidad, y otra de ellas había muerto cuando se empezó esta investigación.
Los sujetos entrevistados se dividen en 38 varones (82.6%) y 8 mujeres (17.4%). Cuentan con una edad media de 34 años. El lugar de residencia de la mayoría es Asturias (93,5%). Sobre el estado civil, encontramos que 25 de ellos (el 54.3%) están solteros, 8 son casados (17.4%), 6 están separados (13.0%), 5 viven en pareja (10.9), uno está viudo y uno está divorciado.
El nivel educativo de los sujetos reflejaba que el 67.4% tenía una enseñanza básica; el 17.4% contaba con estudios postobligatorios; el 4,3% tenía estudios superiores y 10.9% restante no contaba con acreditación escolar alguna.
La situación laboral predominante (17 sujetos, el 37.0%) es sin empleo y sin subsidio. En el resto de la muestra comprobamos que 12 sujetos (26.1%) trabajaban; 8 (17.4%) eran pensionistas/jubilados; 5 (10.9%) estaban en situación de demandantes de empleo percibiendo un subsidio; 3 tienen una baja médica por enfermedad permanente y un sujeto estaba a la espera de ser valorado por los organismos médicos confiando en que le concedieran un porcentaje suficiente de incapacidad laboral y consecuentemente una pensión no contributiva.
La situación jurídica de estas personas mostraba a 21 sujetos (45.7%)  tenían antecedentes judiciales y ahora estaban libres de causas. Con antecedentes judiciales y causas pendientes había 8 sujetos (17.4%). También se contaba con 16 sujetos (34.8%) que nunca habían tenido problemas con la ley y finalmente, un solo sujeto que no tenía antecedentes judiciales estaba está ahora pendiente de causas.
Por último, en cuanto a la droga principal de abuso antes de empezar el programa, 18 sujetos (39.1%) consumían heroína combinada con otras drogas; 16 sujetos (34.8%) consumía únicamente heroína; 7 sujetos (15.2%) combinaban la cocaína con otras drogas y 5 sujetos (10.9%) consumían cocaína.
Toda esta información recogida de la muestra entrevistada se volcó en el programa informático SPSS Statistics 19 para el análisis de datos. Los criterios de análisis se derivan de las variables especificadas en el cuestionario indicado en la tabla 1. Además, y con la intención de mejorar la interpretación de los datos, se realizó un análisis situacional de variables que relacionara las variables de clasificación con las variables informativas. El objetivo de esto era buscar posibles conexiones significativas entre ellas. Las variables elegidas para ello fueron: “sexo”, “situación laboral” y “droga principal de abuso cuando empezaste el programa”. Estas variables se cruzaron en tablas de contingencia con las variables: “frecuencia actual de consumo de drogas ilegales”, “consumo de alcohol por semana”, y “consumo de alcohol fin de semana”.
En un primer momento, y dado que todas las variables son nominales (Hernández Pina, 1995), se utilizó el coeficiente chi-cuadrado con un nivel de significación del 95% para realizar un análisis relacional (Gaitan y Piñuel, 1998) buscando relaciones significativas. Esta tarea tuvo que ser desechada al comprobar que había variables con categorías desiertas y se obtendrían por tanto ceros estructurales; éste tipo de análisis no tiene relevancia estadística alguna (Guba y Lincoln, 1981).  Así pues, se optó por un análisis situacional detallado mediante el cruce de las variables indicadas que, si bien no tiene la potencia del análisis relacional, sí permiten obtener conclusiones relevantes (Del Rincón et al., 1995) en cuanto a los vínculos adictivos de los usuarios del Programa antes de ingresar en él y después de abandonarlo

RESULTADOS

Recabada la información que el Cuestionario elaborado ad-hoc proponía, el análisis de datos proporcionó resultados que permiten realizar una evaluación de resultados de este Programa y comprobar así si se cumplen los objetivos para el que fue diseñado.
El “Programa de Comunidad Terapéutica con Mantenimiento con Metadona” propone acciones que tienen como fin mejorar en los usuarios tres áreas específicas: la personal, la de salud y la sociolaboral. Sobre cada una de ellas se realizaron dos tipos de análisis uno descriptivo y otro detallado, que arrojaron los siguientes resultados:

► Análisis descriptivo

1.- Área personal

El área personal se subdivide 3 apartados:
a) Comportamental
b) Emocional
c) Cognitivo

  • Comportamental

Sobre el consumo actual de drogas ilegales y más concretamente de heroína, tenemos que la mayoría de los sujetos, 44 (95.7%),  no la consumen nunca (tabla 2)

Consumo de heroína

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Válidos

nunca

44

95,7

95,7

95,7

cada 6 meses

1

2,2

2,2

97,8

semanal

1

2,2

2,2

100,0

Total

46

100,0

100,0

 

   Tabla 2. Consumo actual de heroína

En lo que se refiere al consumo de alcohol se pueden distinguir dos tiempos diferenciados de consumo: el consumo durante la semana y la ingesta durante los fines de semana. De lunes a jueves (tabla 3), 37 sujetos (80.4%) no consumen nada de alcohol.
De 1 a 3 U.BE (U.BE: 1 unidad de bebida Alcohólica = 10 gramos de alcohol)  la consumen 8 sujetos (17.3%). Esa cantidad es superada por un solo sujeto que reconoce ingerir de 4 a 6 U.BE. 

Consumo de alcohol

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Válidos

nada

37

80,4

80,4

80,4

1 ó 3  UBE

8

17,4

17,4

97,8

4 ó 6 UBE

1

2,2

2,2

100,0

Total

46

100,0

100,0

 

       Tabla 3. Cantidad de alcohol consumida a diario de lunes a jueves

Durante el fin de semana el consumo varía respecto a por semana: 29 sujetos (63%) no consumen nada de alcohol. Otros 9 (19.6%) consumen de 1 a 3 U.BE.
Esto se incrementa notablemente en el resto de los sujetos, así: 4 (8.7%) beben de 4 a 6 U.BE.;  2 (4.3%) dicen ingerir de 7 a 9 U.BE. y, finalmente, 2 (4.3%) consumen más de 10 U.BE.

b) Emocional  
En el apartado emocional, interesa saber si los usuarios del Programa desarrollan capacidades para contar a familiares y/o amigos cómo se perciben a sí mismos. Los resultados (tabla 4) indican que 13 sujetos (28.3%) comunican lo que sienten a su familia y/o amigos íntimos; otros 13 lo hacen casi siempre; 14 de ellos (30.4%) sólo lo hacen algunas veces; 4 (8.7%) manifiestan no hacerlo casi nunca y 2 sujetos (4.3%) explícitamente aseguran no hacerlo nunca.   

Comunica sentimientos

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Válidos

nunca

2

4,3

4,3

4,3

casi nunca

4

8,7

8,7

13,0

algunas veces

14

30,4

30,4

43,5

casi siempre

13

28,3

28,3

71,7

siempre

13

28,3

28,3

100,0

Total

46

100,0

100,0

 

  Tabla 4. Comunica los sentimientos

c) Cognitivo
Por último, en el apartado cognitivo y en la variable “eres consciente de aspectos personales que podrías mejorar”, la mayoría de los sujetos, 27 (58.7%) dicen conocer solamente “algunos”.  En cuanto a la variable “recursos positivos que podrías potenciar”, la mitad de los sujetos 23 (50%) dicen conocerlos casi todos.
La satisfacción general respecto al área personal valorada de 1 a 10 por los sujetos entrevistados obtuvo una media de 8.17, con una puntuación mínima de 5 y una máxima de 10.

2.- Área de salud
En la variable “sigues manteniendo las pautas de higiene aprendidas durante el programa”, la mayoría de los sujetos, 41 (89.1%) dicen que “siempre” las mantienen. 
Sobre la calidad de la alimentación que siguen los usuarios al finalizar el Programa, poco más de la mitad de los sujetos, 27 (58.7%), dicen llevar una dieta equilibrada tomando toda clase de alimentos.
La pauta de medicación (tabla 5) que tienen asignada los sujetos (5 de los usuarios no la tienen) al finalizar el Programa (metadona y/o tratamiento psiquiátrico), es seguida siempre por 38 sujetos (92.7%) y casi siempre por 3 sujetos (7.3%).


Pauta de medicación

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Válidos

casi siempre

3

7,3

7,3

7,3

siempre

38

92,7

92,7

100,0

Total

41

100,0

100,0

 

 

 

 

   

Tabla 5. Disciplina pauta de medicación

Los servicios sanitarios, si los necesitan, son utilizados “siempre” por la mayoría de los sujetos, 33 (71.7%) y “casi siempre” por 9 (19.6%).
La satisfacción general respecto al área de salud valorada de 1 a 10 por los sujetos entrevistados obtuvo una media de 8.00, con una puntuación mínima de 1 y una máxima de 10.

3.- Área Sociolaboral
En este apartado son relevantes las variables “Relación con personas consumidoras de drogas” y “Relación con personas no consumidoras de drogas “
La mayoría de los sujetos 42 (91.3%) conviven con personas que nunca consumen drogas ilegales (tabla 6).

Convivencia con consumidores

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Válidos

nunca

42

91,3

91,3

91,3

 

algunas veces

2

4,3

4,3

95,7

 

casi siempre

1

2,2

2,2

97,8

 

siempre

1

2,2

2,2

100,0

 

Total

46

100,0

100,0

 

Tabla 6. Consumo de drogas ilegales por las persona/s que convives

Además de ello, excepto 4 sujetos, todos tienen amigos que no consumen drogas ilegales.
En el apartado estrictamente laboral tenemos a 13 sujetos (28.3%) que están trabajando en la actualidad y todos asisten regularmente al trabajo.  De estos 13 sujetos, 3 (23.1%) tienen una satisfacción muy buena con el trabajo, 9 (69.2%) buena y un sujeto muy mala (tabla 7)

Satisfacción en el empleo

Frecuencia

Porcentaje

Porcentaje válido

Porcentaje acumulado

Válidos

muy mala

1

7,7

7,7

7,7

buena

9

69,2

69,2

76,9

muy buena

3

23,1

23,1

100,0

Total

13

100,0

100,0

 

Tabla 7. Satisfacción con el trabajo

De los 33 sujetos que no trabajan, 17 (51.5%) de ellos no buscan trabajo ningún día. Hay 2 (6.1%) sujetos que dicen buscar trabajo pocos días; 5 (15.2%) lo hacen algunos días; 4 (12.1%) dicen hacerlo casi todos los días y 5 (15.2%) rotundamente afirman que buscan trabajo todos los días.
La satisfacción general respecto al área sociolaboral valorada de 1 a 10 por los sujetos entrevistados obtuvo una media de 7.06, con una puntuación mínima de 1 y una máxima de 10. 
El análisis descriptivo concluye con una valoración de 1 a 10 acerca de la satisfacción general con los servicios prestados por el programa y la atención recibida por el equipo terapéutico. Aquí, se obtiene una puntuación media de 8.82 con una puntuación mínima de 5 y una máxima de 10.

► Análisis situacional de variables
Con este tipo de análisis de datos buscábamos cruzar las variables de clasificación con las variables informativas. El propósito era obtener resultados que indicaran de manera fiable y válida cómo se manifiestan en la actualidad las adicciones a las drogas ilegales y al alcohol con respecto a las drogas principales de abuso consumidas antes de iniciar el Programa.
Al relacionar la variable sexo con la frecuencia actual de consumo de drogas ilegales, comprobamos que: de los 39 varones, 28 (71.8%) no consumen ningún tipo de drogas ilegales y 11 (28.2%) si.  De las 7 mujeres, 6 (85.7%) no consumen ningún tipo de drogas ilegales y una (14.3%) si lo hace.
La situación laboral genera diferencias importantes con respecto al consumo actual de drogas ilegales. Los sujetos que obtienen mejores resultados son los que están trabajando con contrato, ya que de estos hay 10 sujetos (83.3 %), que no consumen ningún tipo de droga ilegal.  También los sujetos que están al paro sin subsidio obtienen buenos resultados, 14 (82.4%) no consumen.  Los que obtienen peores resultados son los que están al paro con subsidio ya que el 40% consumen drogas ilegales.
En cuanto a la droga principal de abuso antes de empezar el programa, en relación al consumo actual, se observó que los sujetos que abusaban, antes de empezar el programa, de heroína combinada con otras drogas (hachís, principalmente), son los que menos consumen en la actualidad, 15 (83.3%). Los que abusaban de cocaína combinada con otras sustancias son los que peores resultados obtienen, 4 (57.1%).
En relación al consumo de alcohol, tenemos que los consumos varían en función de que se hagan durante la semana, sólo los fines de semana o en relación a la droga consumida
Durante la semana, la mayoría de los varones, concretamente 31 (79.5%) no consumen nada. Las mujeres obtienen mejores resultados, 6 (85.7%) no consumen alcohol y una (14.3%) consume de 1 a 3 UBE.
Los sujetos que abusaban de la heroína son los que mejores resultados obtienen al cruzar la variable de consumo de alcohol durante la semana: 14 de ellos (87.5%), no consumen nada de alcohol. Sin embargo, los que abusaban de heroína combinada con otras drogas son los que más alcohol consumen, 5 (27.8%) toman de 1 a 3 UBE.
En fin de semana, los que menos alcohol consumen son los que abusaban de la cocaína ya que 4 sujetos (80.0%) no consumen nada.  Los que más consumen son los que abusaban de la heroína, 6 sujetos (37.5%) consumen de 1 a 3 UBE.

CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN
A la vista de los resultados obtenidos, se deduce que el programa evaluado es eficaz en tanto que cumple los objetivos para los que fue diseñado. Como se ha visto, en torno a las tres áreas sobre las que pivota el programa (personal, de salud y sociolaboral) la mayoría de los usuarios que lo finalizaron mejoraron su control individual sobre las adicciones que padecían.   
Si correlacionamos la calidad de un programa como la satisfacción de los usuarios con respecto al mismo, estamos hablando de un programa de calidad.  Así lo demuestran los resultados obtenidos en las puntuaciones otorgadas por los usuarios con respecto tanto a cada área de intervención como a la satisfacción general mostrada acerca de los servicios prestados por el programa y la atención recibida por el equipo terapéutico.
Podemos llegar a entender que con estos datos los usuarios del programa obtienen una mejoría notable en las áreas personal, de salud y sociolaboral. Si así es, concluiríamos que el programa de comunidad terapéutica ha facilitado pautas comportamentales para que los sujetos, una vez fuera del mismo, ensayen con éxito la reeducación de sus adicciones. Por extensión, los resultados obtenidos serían generalizables siempre y cuando se tuvieran en cuenta tanto las condiciones de partida como los contextos sociales aludidos en el programa evaluado.
Aún más se reforzaría esta primera conclusión si en la investigación socioeducativa pudiéramos atender a la necesidad de realizar evaluaciones de resultados a largo plazo. Necesarias y esclarecedoras a nuestro entender en este ámbito de las drogodependencias. Pero la mortalidad experimental, esto es, la pérdida del universo muestral (Hernández Pina, 1995), la gran cantidad de recursos necesarios para llevarlas a cabo y el tiempo a emplear en ello, las hacen difíciles de realizar. En todo caso, supera el marco de este estudio quedando como posibilidad abierta para otras investigaciones.
De igual manera, podrían reforzarse las investigaciones de este tipo si se uniera a la evaluación de resultados, una evaluación del proceso (Luengo et al. 2001), en donde se pudiese valorar los diversos aspectos terapéuticos empleados por el programa en la rehabilitación de los usuarios.
El programa evaluado es un “programa piloto” por lo que la cantidad de usuarios que recibieron terapia en el mismo no es muy elevada, lo que impide obtener mayor número de casos diferentes. No obstante, los casos manejados permiten señalar que las posibilidades de reeducación de las adicciones se correlacionan con diferencias de género, con la situación laboral y con la droga de abuso principal consumida antes de iniciar el programa.
Hay constatadas diferencias de resultados en función de género (Marina González, 1992; Fernández Miranda, 2002, entre otras), sobre abuso y deshabituación de drogas. En la evaluación llevada a cabo aquí, los varones entrevistados obtienen peores resultados en cuanto a consumo de drogas ilegales y de alcohol. También existen referencias de los efectos de la situación laboral y los consumos (Bell et al.1995; Booth et al. 2004) y así lo hemos corroborado con los usuarios objeto de esta investigación.
En este estudio se destacan las diferencias acerca de los resultados de tratamiento en personas toxicómanas según sea la droga principal de abuso antes de empezar el programa (Bernstein, et al. 2005). Los sujetos que obtienen mejores resultados de tratamiento son los que abusaban de la heroína. Los que abusaban de heroína combinada con otras también obtienen resultados notables. Sin embargo, una parte importante de los sujetos que abusaban de la cocaína antes de iniciar el Programa, consumen drogas ilegales en la actualidad. La proporción aún es mayor entre los que abusaban de cocaína combinada con otras drogas.
Finalmente podemos afirmar que el tratamiento de “Comunidad Terapéutica” para usuarios que estén siguiendo un tratamiento de metadona mejora la calidad de vida de estos, incrementando su bienestar en las áreas: personal, de salud y sociolaboral. Pensamos que reforzando los elementos terapéutico-educativos de los programas que se llevan a cabo en ellas con los resultados obtenidos en evaluaciones como la que  presentamos, se contribuye a afianzar las posibilidades de reeducación de las adicciones.

REFERENCIAS
_ Apodaca, P. (1999). Evaluación de resultados y del impacto. Revista de Investigación Educativa, 1, Págs. 363-377
_ Bañón i Martínez, R. (2003). La Evaluación de la Acción y de las Políticas Públicas. Madrid: Editorial Díaz de Santos
_ Bauman, Z. (2003). Comunidad: En busca de seguridad en un mundo hostil. Madrid: Siglo XXI
_ Bell, J.; Chan, J. and Kuk, A. (1995). Investigating the influence of treatment philosophy on outcome of methadone maintenance.  Addiction, 90. Págs. 823-830
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