Sheina Leoni (CV)
davidlee@adinet.com.uy
El difícil camino hacia la visibilidad.
Hace unos años año atrás concurrimos a ver una obra de teatro con mi hija, y delante nuestro se sentó otra madre con su hijo, que, de acuerdo a las características preconcebidas en nuestras sociedad parecía manifestarse como un joven “típicamente” Gay.
Al verlos, esta me sorprendió con una pregunta: ¿Que harías si te hubieses encontrado en el lugar de esa madre, y yo hubiese sido Gay?
No dudé al responderle: Estaríamos esperando el comienzo de la obra tal como estamos ahora, para mí sería exactamente lo mismo. Si tú eres feliz, también lo soy yo.
Una sonrisa en sus labios me demostró que la respuesta la había satisfecho, dándole una seguridad que todos los jóvenes del mundo deberían tener:
Siempre sería mi hija, sin importar la orientación sexual que tuviese y lo que eligiese para su vida, porque en definitiva, lo único importante es su felicidad, con quien y como, es solo una circunstancia accidental, lo verdaderamente valioso es que viva una existencia digna, y que sea respetuosa de los derechos de los demás, ese es la más significativa meta que los padres deberíamos tener respecto a nuestros hijos.
Abriendo la puerta del clóset…con la misma llave.
Aceptar la homosexualidad de un hijo puede ser contradictorio , porque seguramente implicará un cambio en la forma en cómo lo hemos visto hasta el momento. Es frecuente que los padres pensemos que los hijos son el resultado de nuestra capacidad socializadora, y tendemos, como es lógico, a poner muchas expectativas sobre ellos, sin tener en cuenta que algunas pueden llegar a ser muy frustrantes, como por ejemplo, intentar que cumplan nuestro viejo sueño de ser un profesional, o tan generales como imaginarnos como será su novia o novio cuando llegue el momento.
Cuando un hijo no responde del modo en que esperamos a éstas, puede surgir un conflicto familiar, especialmente cuando se trata de un tema tan delicado como la sexualidad.
Por eso, es preciso tener en cuenta que siempre habrá variables incontrolables que afecten la vida de nuestra prole, porque ellos no son una continuación nuestra, sino que son seres únicos e irrepetibles, tal como lo somos cada uno de los seres que habitamos el planeta.
Tenga claro: Que nuestro hijo sea Homosexual, no significa que esté enfermo, ni que sea raro, no es la vergüenza de la familia, por más que siglos de adoctrinamiento cultural lo hayan intentado hacer creer. El o ella tendrán sus propias características personales, su propia forma de ver el mundo, como también su propia orientación sexual, y esto no lo hace de ninguna manera menos inteligente ni menos encantador que lo que era antes de que nos confesara su “secreto”
Es la misma persona que ha convivido con nosotros desde siempre, es el maravilloso y travieso joven que nos ha regalado su presencia día tras día y que ha confiado lo suficiente para decirnos algo demasiado importante para seguirlo ocultando.
No lo defraudemos, sigamos a su lado como siempre lo hemos hecho, porque seguramente nos va a necesitar más que nunca…
Tampoco intentemos curarlo, no lo necesita porque como ya dijimos, no padece ninguna enfermedad, ni va cambiar, porque no hay nada que cambiar, el no eligió esa orientación sexual como tampoco nosotros elegimos la nuestra, entonces, empecemos juntos un nuevo camino…encontremos la llave del clóset, abramos juntos la puerta y veamos la luz del sol…
Enfrentando los miedos…
Una preocupación constante que tenemos los padres es el estigma que la homosexualidad pueda tener la sociedad en que vivimos. Podemos resumir los miedos en la preocupación de que nuestros hijos no obtengan un trabajo, o que sean despedidos por su orientación sexual, contraigan sida, sean insultados o quizá víctimas de un crimen , o simplemente pasen una vejez en soledad y no formen una familia.
Pero recordemos que ellos también tienen sus miedos, y son tan importantes como los nuestros. Especialmente en la adolescencia, les crea mucha ansiedad sentirse distintos a otros jóvenes; temen las burlas y críticas de sus amigos. Además, se avergüenzan de la discriminación general de la sociedad, y cómo ésta afectará a su familia.
Por eso, es imprescindible que se sientan seguros que siempre estaremos con ellos, que no les vamos a fallar, que nada cambiará el hecho de que son nuestros hijos.
Es fácil decirlo, ¿pero cómo puedo actuar ante esta confesión?
1-Aceptar y reconocer ante el hijo Homosexual que acabamos de recibir una noticia sorprendente, quizá inesperada, resaltando siempre que nadie está enfadado. Aquí no hay nada por lo que enojarse, nos sorprenderá(o no) la información; pero es la realidad con la que tendremos que vivir. Nuestro hijo no va a cambiar, y nuestro afecto hacia el o ella tampoco debe hacerlo.
Recordemos que la orientación sexual no se elige. Se desconocen los mecanismos físicos y psicológicos que llevan a una persona a tener una condición sexual u otra pero no hay ninguna duda sobre que nadie puede elegir ser heterosexual u homosexual, simplemente lo somos.
2-Apoyar emocionalmente a nuestro hijo, piense que seguramente ha estado sufriendo en silencio por no poder mostrase tal cual era, y ahora, por el miedo de enfrentarse a los padres. La familia es el principal apoyo para todos los adolescentes , y muy especialmente los homosexuales, si confían en nosotros vamos a entenderlos y defenderlos serán muchos más felices, y su integración a la sociedad más sencilla.
3-No buscar culpables o responsables, fuera ni dentro de la propia familia, porque no los hay. No se trata de un juicio ni de señalar delitos, porque no los vamos a encontrar .Como padres, no tenemos nada que perdonar ni ocultar, no nos corresponde, simplemente escuchar y respetar lo que nuestro hijo ha manifestado.
4-Siempre ha existido la homosexualidad. En todas las culturas y en todas las épocas han existido personas homosexuales, más públicas o más privadas, de acuerdo al grado de tolerancia que han demostrado las sociedades en cuanto a dicha orientación sexual.
Pensemos en ell@s
1-Muchos adolescentes se sienten culpables cuando descubren su homosexualidad. Debemos hacer que entiendan que no son responsables de nada; la homosexualidad, como la heterosexualidad, no es ni mala ni buena, somos las personas, independientemente de nuestra condición sexual, las que somos buenas o malas, No viene mal recordarlo de vez en cuando.
2-No saben a quién contárselo. Consideremos sus miedos: ¿cuál es el momento adecuado’? ¿Quién es la persona adecuada para hablar sobre esta inquietud? El propio joven es el que debe decidir a quién, cómo y cuándo hablar de su condición sexual. Los padres debemos respetar el derecho de nuestros hijos a hablar de este tema, así como también debemos tener claro que tienen el mismo derecho a no hablar sobre ella. Jamás presionemos a nuestros hijos a hablar sobre su intimidad, seguramente lo harán cuando s e sientan seguros.
3-Se sienten discriminados Una de los problemas más grandes de la sociedad es la discriminación hacia los Homosexuales .Es muy frecuente que los chicos Gays sean discriminados e incluso maltratados. Eso puede ocurrir en muchos sitios, incluso la Escuela o Liceo. Es importante estar atentos para actuar siempre que s e produzca cualquier tipo de discriminación o de acoso. Si esto no puede frenarse, lo mejor es hablar con profesionales que ayuden a combatir esta situación. Lo fundamental, e s que tangan claro que no están solos, cuentan con su familia, amigos y muchas otras personas cercanas que los apoyarán.
4-Pueden no tener la información suficiente sobre el tema. Es importante leer material adecuado, actualizado y real sobre la homosexualidad, conocer otras personas con la misma orientación sexual para tranquilizarse y apoyarse ante distorsionadas ideas que se tienen sobre el tema, debido a su desconocimiento y los prejuicios.
Seguramente sea efectivo aprender sobre grandes personalidades del mundo que fueron o son homosexuales, y muy especialmente, comprender que hay una gran cantidad de personas en la sociedad que quiere conocerlos y recibirlos, respetándolos tal como son, sin tener en cuenta su orientación sexual.
Abriendo la puerta a la Sociedad
Si su hijo es un adolescente, sufrirá cambios de carácter continuamente, tal como les sucede a todos los jóvenes en esta etapa de la vida, pero es cierto que si todavía es Gay, podrá tener que enfrentar tener ciertas dificultades añadidas.
Estas contrariedades, no las provocará el propio joven, sino la sociedad, al exteriorizar diversos prejuicios o discriminar a las personas homosexuales.
Pero no debemos tener miedo al enfrentarnos a ésta con la noticia de la identidad sexual de nuestro hijo; orientemos nuestro esfuerzo en hacer comprender a quién quiera saberlo que es la misma persona que todos conocen, nada ha cambiado… Realmente ,la sexualidad de cada uno es algo demasiado íntimo y privado para que lo demás se otorguen el derecho de opinar o juzgar sobre ésta, pero lamentablemente las personas muchas veces olvidan que tienen demasiadas situaciones propias que resolver antes de intentar solucionar la vida de los demás.
Resumiendo, ¿su simpático y genial hijo adolescente le acaba de confesar que es Gay?
Sorpréndase, si ya no lo sospechaba, pero no lo rechace, no le agregue un contratiempo más a los que tendrá que enfrentar en el futuro.
Disfrute la vida junto a él como hasta el momento, sigue siendo encantador y genial como siempre, y responda con una mano en el corazón:
¿Es tan importante la diferencia?
Guía bibliográfica: Padres, Familiares y Amigos de Lesbianas y Gays (PFLAG) es una organización nacional de familias cuya meta es luchar por los derechos civiles de personas Gays, lesbianas, bisexuales y transgéneras (GLBT). Fue fundada el 1973por madres y padres de personas GLBT. PFLAG es una organización no gubernamental, estrictamente laica, no afiliada con ninguna institución política ni religiosa.