Revista: CCCSS Contribuciones a las Ciencias Sociales
ISSN: 1988-7833


LAS TRADICIONES DE LAS FIESTAS DE SAN PEDRO Y SAN PABLO EN PORTOVIEJO – MANABÍ

Autores e infomación del artículo

Kasandra Vanessa Saldarriaga Villamil *

Oscar Eduardo Ponce Morrillo **

María de los Ángeles Ormaza Pincay ***

Universidad Técnica de Manabí, Ecuador

ksaldarriaga@utm.edu.ec

Resumen
La dinámica de la tradición de las fiestas de San Pedro y San Pablo, se da en torno a una celebración religiosa con esencia manabita que se organiza en homenaje a estos apóstoles, principalmente en los cantones Montecristi, Chone, Picoazá, Crucita, San Jacinto, San Clemente, Portoviejo, Jaramijó, Manta, Las Gilces, Los Arenales, Sucre, Pedernales, entre otros pueblos. Estas festividades son un componente destacable del patrimonio intangible de la cultura chola de la costa ecuatoriana, principalmente de los manabitas. De lo expuesto nace la idea de realizar este estudio, con el objetivo de analizar las tradiciones de estas fiestas en el cantón Portoviejo. La metodología se centra en el paradigma cualitativo, descriptivo apoyada por el método histórico lógico a partir de un análisis documental. Para fundamentar la literatura en esta temática, se utilizó la técnica de la entrevista sobre ésta importante tradición, aportaciones que sirvieron de sustento para el desarrollo de este estudio, destacando la importancia que se le ha dado a estas fiestas desde hace muchas décadas atrás, concluyendo que las festividades de las fiestas de San Pedro y San Pablo forman parte de la cultura manabita de su desarrollo socio-cultural por lo que se ha declarado como patrimonio cultural.
Palabras clave: Tradiciones - fiestas de San Pedro y San Pablo - Patrimonio intangible – religiosidad -actividades sociales.
Abstract

The dynamics of the tradition of the feasts of San Pedro and San Pablo, is given around a religious celebration with manabita essence that is organized in homage to these apostles, mainly in the cantons Montecristi, Chone, Picoazá, Crucita, San Jacinto, San Clemente, Portoviejo, Jaramijó, Manta, Las Gilces, Los Arenales, Sucre, Pedernales, among other towns. These festivities are a remarkable component of the intangible heritage of the Chola culture of the Ecuadorian coast, mainly of the Manabitas. The idea of ​​carrying out this study was born from the foregoing, with the aim of analyzing the traditions of these festivities in the canton of Portoviejo. The methodology focuses on the qualitative, descriptive paradigm supported by the logical historical method based on a documentary analysis. To base the literature on this subject, we used the interview technique on this important tradition, contributions that served as support for the development of this study, highlighting the importance that has been given to these parties for many decades ago, concluding that the festivities of the feasts of San Pedro and San Pablo are part of the Manabi culture of their socio-cultural development, for what has been declared as cultural heritage.
Keywords: Traditions, celebrations of San Pedro and San Pablo, Intangible heritage, religiosity, social activities.


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Kasandra Vanessa Saldarriaga Villamil, Oscar Eduardo Ponce Morrillo y María de los Ángeles Ormaza Pincay (2017): “Las tradiciones de las fiestas de San Pedro y San Pablo en Portoviejo – Manabí”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, (octubre-diciembre 2017). En línea:
http://www.eumed.net/rev/cccss/2017/04/tradiciones-fiestas-ecuador.html

http://hdl.handle.net/20.500.11763/cccss1704tradiciones-fiestas-ecuador


INTRODUCCIÓN
Si se toma en consideración que uno de los temas de trascendencia que se debate a nivel mundial, es el de la globalización, este fenómeno engloba niveles políticos, sociales y culturales; por lo tanto, es imposible permanecer inmune frente a los cambios dados, por lo que tradicionalmente el debate en torno a la Cultura Popular, ha sido planteado en relación al significado de su contenido, al igual que de sus derivaciones que dichas definiciones tendrán cuando entren en contacto con otras manifestaciones culturales. Al hablar de cultura se denota como una “práctica social simbólica y significativa, que crea y recrea la realidad y cobra vida en las propias relaciones sociales”. (Rodríguez, 2001). Así mismo la tradición “varía dentro de cada cultura, en el tiempo y según los grupos sociales; y entre las diferentes culturas” (Arévalo, 2005).
La tradición una construcción social que cambia con el tiempo, entre una u otra generación; y espacialmente, de un lugar a otro y la cultura es parte de las fuerzas productivas de los pueblos y en el caso de las zonas urbanas, es de mucha importancia la noción que remite al desarrollo científico, tecnológico y comunicacional, ya que por su propia naturaleza, estos hechos, son prácticas concretas que expresan asimétricamente las relaciones sociales dentro de una sociedad. 
Desde hace muchas décadas, la relación entre la tradición y la cultura son claramente notorias, debido al desarrollo socio económico que estas generan. Es así, que para tener una mejor descripción de estos dos términos, se ha considerado a las fiestas de San Pedro y San Pablo, cuyo nombre oficial se debe a la ceremonia conjunta de estos discípulos como una conmemoración del martirio en la ciudad de Roma de los apóstoles Simón Pedro y Pablo de Tarso, que fue celebrada un 29 de junio, desde allí se ha convertido en una de las mayores celebraciones religiosas para los cristianos católicos y ortodoxos.
Las tradiciones de las fiestas de San Pedro y San Pablo, tienen una relevante importancia para los pueblos y ciudades que lo celebran, motivados por la devoción a los apósteles, además de demostrar una forma de agradecimiento por los favores recibidos a sus devotos. En países, como en Costa Rica, estas fiestas las celebran con corridas de toro, música en vivo y cabalgatas; en México se las lleva a efecto la Feria de la Talavera, con bailes costumbristas o típicos de la región agrícola y ganadera, cada año asisten miles de personas, aprovechando el momento para realizar presentaciones de grupos musicales nacionales e internacionales. En Perú, son muy populares las danzas como las Negrerías o Pachahuaras; alegres y coloridas donde se rememoran los tiempos de la esclavitud y se festeja su abolición. En Venezuela, es muy popular la Parranda de San Pedro, patrimonio de la humanidad, se da por la tradición de dos ciudades vecinas como son Guatire y Guarenas, en el estado Miranda y de esto forma en muchos otros países de la región.
En la República del Ecuador desde hace varios años se vienen celebrado las Fiestas de San Pedro y San Pablo, por lo que en el 28 de junio del año 2007, gracias al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, en reconocimiento a los diversos procesos interculturales desarrollado en el país, desde épocas prehistórica, colonial y Republicana, en el Gobierno de la Revolución ciudadana, estas fiestas fueron declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del estado ecuatoriano, existiendo dos miembros que son el Gobierno de los Blancos y Negros.
En la provincia de Manabí se practican diversas tradiciones alrededor de las festividades de San Pedro y San Pablo, por lo que es ya un fenómeno cultural para sus habitantes, convirtiéndose en un medio para transmitir la religiosidad a través de los siglos. Sus fiestas inician desde el 24 de junio hasta el 30 de junio de cada año, siendo los sectores de: Montecristi, Colorado, Picoazá, Crucita, Los Arenales, Las Gilces, parroquia San Pablo en Portoviejo, entre otras parroquias de la provincia de Manabí, donde se vive cada año ésta manifestación religiosa de importancia para los pobladores.
El escenario seleccionado para la realización de este estudio  es la ciudad de Portoviejo, provincia de Manabí, con el objetivo de conocer las tradiciones de las fiestas de San Pedro y San Pablo, lo que permitió analizar los aspectos que conducen a una aproximación conceptual, como es la historia y la tradición de la celebración emblemática de las fiestas de San Pedro y San Pablo.
A partir de lo expuesto se consideró oportuno realizar un análisis de esta forma de cultura popular, a través de las entrevistas etnográficas realizadas a personas conocedoras y participes de estas festividades, así como también se agregan posturas textuales de historiadores y expertos en esta tradición.

 

Metodología
La metodología para este estudio fue de tipo no experimental, cuyos datos  se obtuvieron de manera prospectiva, siendo la ciudad de Portoviejo el lugar escogido para esta investigación. Los métodos aplicados para este proceso investigativo se da a través del paradigma cualitativo, descriptivo apoyado por el histórico lógico. Su objetivo fue conocer las tradiciones de las fiestas de San Pedro y San Pablo en el cantón Portoviejo, provincia de Manabí. Este proceso investigativo se lo desarrollo en dos etapas, con lo cual se dio cumplimiento al objetivo establecido. La primera hace referencia a la exploración, la cual permitió la revisión bibliográfica sobre las fiestas de San Pedro y San Pablo en la provincia de Manabí, fundamentando este trabajo con teorías científicas a través del análisis bibliográfico. En la segunda se utilizó la técnica análisis de contenidos a través de la consulta a expertos sobre el tema, haciendo uso de las entrevistas, para a través de ello construir un producto de información que guie a otros investigadores que se interesen por el tema.

  • DESARROLLO
  • Tradición

La idea común que se tiene sobre la tradición etimológicamente proviene del término del latín “tradere”, que en otras palabras es lo que viene transmitido del pasado e acuerdo a las diferentes culturas; es decir, es el conjunto de conocimientos que cada generación entrega a las futuras generaciones. “La tradición, de hecho, actualiza y renueva el pasado desde el presente. En términos de adaptación sociocultural, es consustancial a toda sociedad; continuamente se crean nuevas formas de expresión cultural” (Arévalo, 2004). En pocas palabras, la tradición no se hereda genéticamente; esta se transmite de forma social y se deriva de un proceso de escogimiento cultural.
La tradición, equivale al concepto de cultura como la han concebido los antropólogos en un determinado momento, en la actualidad se está produciendo una profunda revisión de lo que es tradición, esto desde una  reorganizada perspectiva. Se considera entonces que la tradición es cada una de las pautas que han permitido la convivencia dentro de una comunidad y que forman parte integral de sus usos y costumbres, sin embargo, los cambios sociales a través de los tiempos, han alterados el conjunto de elementos que conforman la tradición. “Por un lado, la tradición ha sido considerada como una expresión de la permanencia en el tiempo de una comunidad; en este sentido es una de las formas que asume la memoria colectiva y una generadora de identidad” (Medrazo, 2005).
La tradición es una reconstrucción social que cambia de forma temporal de una generación a otra; y principalmente  de un lugar a otro. La palabra tradición hace referencia a todo aquello que se hereda de los antepasados, así como de los actos que se repiten en el tiempo o que provienen de otras generaciones. Esta forma de asumir la tradición hace que se representen en actos religiosos, festivas, técnicas, estéticas, culinarias, comunicativas, normativas, recreativas, entre otros. Es entendida como factor de diversidad, un sector de las tradiciones y sus objetivaciones han sido asumidas en el mundo globalizado como parte del patrimonio inmaterial de la humanidad en la medida en que tenderían a enriquecer la diversidad cultural y la creatividad humana” (UNESCO, 2004).  
Lo expuesto permite entender que la tradición varía dentro de cada cultura, en el tiempo y según los grupos sociales; y entre las diferentes culturas, por lo que esta actitud ante las tradiciones en forma alguna es un síntoma de tradicionalismo retrógrado; tratados en sectores políticos de signos ideológicos muy diversos encuentran en lo nativo de los pueblos, como una respuesta a la cultura transnacional que borra la idiosincrasia de una nación, en tal sentido representan la identidad cultural de los pueblos, aun en la actualidad no deja de representar todo lo anterior, sin embargo se suma el punto de vista de los mercados, el consumo, las inversiones, entre otros.

  • Patrimonio y cultura.

El patrimonio es algo que ha sido heredado, es aquello que comprende lo que la gente piensa, por lo que se crean modelos normativos de comportamiento o formas de vida y lo que produce o crea. “El patrimonio debe ser concebido como “un legado que se recibe de los ancestros y que deber ser transmitido a futuras generaciones” (ICCROM, 2006). Por lo tanto se los considera como una serie de componentes que han sido heredados y actualizados, con carácter universal y particular.
El Patrimonio Cultural en la actualidad representa la preocupación por no perder el pasado que se ha ido acrecentando en los dos últimos siglos, con una marcación de algunos sectores por retener la memoria de sus herencias familiares, creando una dualidad en el punto gubernamental de preservar el pasado sin dejar de construir el futuro, es decir conciliar la cultura con el desarrollo. (Guano, 2008, pág. 26).
La creciente actividad turística que atrae un patrimonio y cultura, presenta nuevos enfoques que llevan a cuestionar la puesta en marcha de proyectos turísticos como un medio de desarrollo socio económico y potenciación de sus culturas y tradiciones. Estudiada la realidad del patrimonio y cultura como de forma conceptual, es preciso analizarlo en el todo contexto de su significado.
En el devenir del tiempo la evolución de la cultura, esta es un proceso de aprendizaje social; es decir, la población se apoya en el pasado histórico, por lo que la cultura es considerada una creación del ser humano que se ha organizado de forma colectiva, cuyos instintos están canalizados  por pautas e ideas culturales. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la cultura es el: "Resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanos y de afinarse por medio del ejercicio de las facultades intelectuales del hombre" (RAE, 2014). Hay un significado mucho más antiguo y común en el cual piensa muchas personas cuando se pronuncia la palabra cultura:
La de cultura como atributo del hombre cultivado. Este último es reputado por dominar los saberes que le permiten ir más lejos en el conocimiento de todos los aspectos de lo real, así como los métodos y equipamientos mentales que le permiten multiplicar y profundizar esta ciencia. Por otra parte, se le atribuyen posibilidades del mismo orden en el campo de lo imaginario, donde llega a ser capaz, por ejemplo, de comprender y gustar formas de arte inaccesibles a los otros, así como de crear él mismo otras nuevas. Resumiendo, este tipo de cultura abarca un cuerpo de informaciones y de valores privilegiados por el grupo a los cuales el individuo accede gracias a un sistema de aprendizaje particular que le da además el poder de enriquecerlos a su vez.  (Malo, 2006);
Pensar en la cultura como un sistema de símbolos y significados viabiliza la observación de cualquier tipo de acción social como práctica cultural, sin que se pierda los cambios que se dan con el pasar de los años. De acuerdo a lo expuesto, se dice que el hombre crea cultura y a su vez depende de ella, dado a que su comportamiento está sujeto a las ideas, creencias y pautas de conducta del grupo en el que se desenvolvió. A decir de Delgadillo (2003), la cultura, como categoría social, ha sido conceptuada de diferentes formas: “como comportamiento aprendido, como una esfera institucional dedicada a la fabricación de significados, como creatividad o agencia, como un sistema de símbolos y significados y como práctica.10 Me detendré en las dos últimas, por ser las que me interesan de manera especial”.
La cultura está por lo tanto compuesta de procesos ideas y formas de vida de los habitantes y los productos de esos procesos tales como: edificios, artefactos, arte, costumbres, el ambiente o atmósfera de determinados lugares. “Paralelamente se plantean problemas económicos generados por el alto costo de mantenimiento de un patrimonio que no siempre genera los recursos financieros que hagan posible su total aprovechamiento” (Guano, 2008, pág. 26).
La cultura, ha tenido una presencia común y usual en los medios actuales de difusión de información tales como la televisión, radio, prensa escrita y como parte del proceso de enseñanza aprendizaje en las en escuelas e institutos educativos. “La cultura es todo aquel conocimientos, tradición, costumbre y hábito inherente a la persona dentro de una sociedad, al ser perteneciente de esta” (Grimson, 2008)
La cultura es una expresión social que se adapta, evoluciona junto con el hombre, en tanto que los cambios por los que los aspectos culturales pasan son tanto sociales como tecnológicos. “El integrar el bien cultural al fortalecimiento de la identidad y realidad social implica revalorizar, identificar y caracterizar la singularidad cultural e histórica”. (Guano, 2008, pág. 26).
Para Harris (2011) “La cultura, en su sentido etnográfico, es ese todo complejo que comprende conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre en tanto que miembro de la sociedad.”
La cultura en sí engloba las actividades que se realizan, dando respuesta a los diferentes problemas que el hombre ha planteado durante su vida; por lo tanto, la cultura ha llegado a convertirse en una industria de producción. Influenciada por los cambios económicos, tecnológicos y estructurales de los pueblos.

1.3. La cultura popular
Es casi imposible pensar que las personas estén totalmente aisladas de los demás, dado a que la vida social es imprescindible dentro de la condición humana, aun cuando cada personas posee su propia personalidad, donde la cultura forma parte de este complemento de acuerdo a los componentes que presenta y que los identifican, por lo que el termino cultura “tiene varios significados; uno de ellos se identifica con cultivado, de lo que se deduce que hay personas cultas e incultas. Con una visión antropológica la cultura es esencial al ser humano por lo que no cabe hablar de incultos” (Cordero, y otros, 2012).
Por ello en este apartado, lo que se pretende es  observar las diferentes acepciones que se han realizado respecto a la cultura popular. La cultura, las formas de vida material, social e ideacional de los pueblos, las sociedades y los grupos humanos, es a la vez universal y particular, múltiple y diversa en la experiencia humana. De lo expuesto se parte para decir que la cultura popular proviene del mestizaje entre los tipos de cultura la elitista que es la que se comporta como miembro de una élite, manifestando gustos y preferencias diferentes a los demás; y, popular son los considerados los otros por lo que es relevante ya que implica  diferencias en la dinámica cultural. Cabe destacar que “la Cultura popular se contrapone a cultura elitista” (UNESCO, 2002).  El antagonismo arranca de situaciones históricas y sociales, que con el pasar del tiempo  juega un importante papel el fenómeno estratificación. De esta forma, hablar de cultura elitista y popular no supone un juicio de valor ni la afirmación implícita de que la primera es superior a la segunda. Por tal razón, la cultura popular funciona de forma más vital y espontánea. Por lo tanto, cada uno de los tipos de cultura, tiene sus pautas y las excelencias o pobrezas de las mismas, por lo que deben ser juzgadas de acuerdo con sus estructuras internas.
De lo expuesto, se hace mención a un dato muy importante, reiterando que sobre todo en “los países del tercer mundo, la cultura popular supera a la elitista en autenticidad y vitalidad ya que la segunda, en la mayoría de los casos, se reduce a copiar -con fortuna más mala que buena- corrientes y realizaciones de los países denominados desarrollados” (Malo, 2006); y no es que falten normas ordenadoras del comportamiento y las realizaciones humanas, sin embargo se encuentran más fundidas con el hacer y su conformación, que obedece a una acumulación y enriquecimiento lentamente forjados por la tradición de los pueblos.
hay varias formas de conceptualizar a la cultura popular, debido a que existen determinadas situaciones que se viven, se presentan de forma naturalizada, sin que estas sean cuestionadas, aceptando las condiciones que dadas sin que interesen de donde vienen. Sin embargo, las formas de la vida, las creencias y tradiciones son el resultado de un entramado complejo, que muchas veces contrasta con aquello que es presentado como lo cierto.
Todo esto debido a que dentro de la historia existe un compromiso entre la la teoría cultural con la cultura popular tratados desde sus diversos modos. La Cultura y la cultura popular, son dos términos que han sido conectados de forma teórica dentro del contexto social e histórico particular.
En este contexto, se puede observar que la cultura popular ha estado expuesta al impacto de lo que se conoce como el proceso de modernización, que no ha logrado borrarla de la faz de la tierra. Más bien lo que se observa es un proceso de emergencia de la misma bajo nuevas formas de tipo particular: nacionales, regionales, locales, religiosas, étnicas, entre otras”. (Rodríguez, 2001).
Algunos grupos tienen el poder de fijar el sentido: construyen el saber “oficial”, desde las escuelas y universidades, desde instituciones estatales y privadas y también desde los medios masivos que tienen la capacidad de la persuasión. Esta imposición y administración de una determinada visión del mundo frente a otras posibles se logra mediante el consenso, resultado de la aceptación general de la sociedad, sin necesidad de acudir a la violencia.

  • Etnografía de las fiestas de San Pedro y San Pablo en la República del Ecuador

En la República del Ecuador al igual que otras fiestas populares, cada año entre 28 y 29 de Junio se celebran las fiestas en honor a San Pedro y San Pablo, coincidiendo con el santoral católico. Estas fiestas religiosas se realizan en algunas provincias del país, y aunque hay variaciones en cada lugar, lo común en todo es la religiosidad. Cabe destacar que esta celebración se mueve entre lo pagano y lo católico, lo místico y lo agrario, lo ancestral y la mezcla con matices contemporáneos y mestizos. Las fiestas de San Pedro y San Pablo se las denominan de diferentes maneras, sin embargo se las celebra con intensidad, en la costa, pero más en la Sierra, específicamente en las zonas norte y centro.
En el año 2007, la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo o de Blancos y Negros fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado ecuatoriano, por ello esta festividad de origen local tiene una connotación a nivel nacional, pro el complejo tramado social y económico que ésta genera en todo el año para su organización. (Manifiesto-de-la-Biblioteca-Escolar-UNESCO/IFLA, 1999)
Las fiestas de San Pedro y San Pablo forman parte del patrimonio cultural inmaterial declarado por el Estado ecuatoriano. Ante este reconocimiento se debería dar mayor realce a través de la coordinación y planificación de cada uno de sus eventos, puesto que los elementos que se exponen en cuanto a este tipo de fiesta, son de suma importancia debido a que revelan aspectos importantes de la cultura, mismas que aun en la actualidad se conservan. De acuerdo al Mandato de Ley de conformidad con el Art. 7 literal g) de la ley de Patrimonio Cultural, se pudo conocer que:
El tema de la Cultura Popular, en la república del Ecuador, se lo ha llevado a efecto considerando a uno de sus elementos fundamentales el proceso de mestizaje vivido por un muy significativo conglomerado social. Cabe considerar que este no es el elemento el único o el definitorio, sin embargo es él que ha tenido un peso específico y muy significativo para debatir sobre este tema.

  • Naturaleza de las fiestas de San Pedro y San Pablo en la provincia de Manabí

Con fecha movible pero siempre cercana al 29 de Junio se celebra la fiesta de San Pedro y San Pablo en muchos cantones de la provincia de Manabí, reconocidos Santos fundamentales dentro de la Iglesia Católica. Las particularidades que recoge la fiesta mencionada, no se las conoce con certeza, además, de que existen una serie de variaciones de acuerdo al lugar donde se la desarrolle.
Por lo general la mayor parte de las fiestas se fundamentan en una leyenda, cuyo origen es desconocido, en las cuales se resalta que “los habitante negros de una lejana región llamada Nueva Guinea o la República de África devota de San Pablo, resolvieron visitar a la República de los blancos encomendados a San Pedro. La misión de los blancos era brindarles hospitalidad, comodidades, alimento, fiesta y a su vez hacerles partícipes del gobierno mismo, entregándoles el poder a mitad de la celebración para que los negros tengan oportunidad de retribuir la hospitalidad brindada en un ambiente de confraternidad y regocijo” (Naranjo, 2002).
Haciendo una reseña a la religiosidad prehispánica de los territorios de la provincia de Manabí, los indios del génesis habían desarrollado una religiosidad un poco complicada, por lo que la organizaron de acuerdo a sus preceptos de la siguiente manera:
De un lado había una religiosidad individual y de otro colectiva continúa; en función, de una religiosidad que tenía como objetivo conjurar fuerzas naturales para resolver el problema de la supervivencia, estaba el espacio y el tiempo sagrado. El espacio estaba constituido por la red de sitios sagrados donde se tomaba contactos con los dioses a través de rituales sagrados colectivos y eventualmente individuales. El calendario era la sucesión de tiempos sagrados, durante los cuales se realizaban ritos tradicionales. Estos tiempos eran concomitantes con las estaciones y ciclos climáticos. En parte estos antecedentes explicarían principalmente las fiestas religiosas, considerando las mismas como un producto de la transculturación entre la cultura aborigen y la cultura española. Casi siempre la persona decide participar para presidente de Blancos o Negros, por una manda (pedido u ofrecimiento realizado a los Santos). Es la fiesta principal del pueblo. Más que a Pedro se celebra a Pablo, sus símbolos son la cadena y la culebra, hay temor a la culebra. (Hidrovo, 2002, pág. 113)
Dentro de esta reseña, se encuentra la parroquia Picoazá del cantón Portoviejo, la misma que se establece como un lugar donde se da origen de las fiestas de San Pedro y San Pablo, tradición que se viene celebrando desde el siglo XIX, con esto no quiere decir que sea Picoazá la primera parroquia en realizar estas celebraciones. Dentro de la memoria colectiva de Picoazá, a estas celebraciones se las reconoce como una de las más antiguas, aunque no se llega a determinar una fecha exacta, se reconoce que la fiesta de San Pedro y San Pablo de Montecristi antecede a la fiesta celebrada de Picoazá. Se puede anotar entonces, de acuerdo a investigaciones realizadas en la Provincia de Manabí, es en Montecristi donde se celebraron por primera vez estas fiestas y posteriormente vía loma del viento, dado principalmente por las relaciones comerciales y familiares entre los habitantes de esa época. Después comenzaron las  celebraciones en Manta, Jaramijó y ciudadela de San Pablo en Portoviejo y posteriormente en otros lugares de la provincia de Manabí. Hay muchas versiones entre los pobladores sobre la celebración de esta fiesta, es algo que dentro de la memoria colectiva de los parroquianos de Picoazá se ha ido perdiendo, la gente mayor recuerda mucho esta festividad desde que eran niños, además de los detalles de la misma. (Pareja, 2004, págs. 4-17)
Como se puede observar en los fragmentos antes citados, se hace notoria la realidad histórica vivida en la Provincia de Manabí a través de las famosas fiestas de San Pedro y San Pablo. En la parroquia Crucita, en el recinto Los Arenales estas fiestas se las celebra desde el 24 de Junio, se inician con una procesión en barco que les realizan a los santos de San Pedro y San Pablo, como un tributo y agradecimiento a la pesca y agricultura con la cual son bendecidos cada año. El recorrido es desde los arenales, recinto perteneciente a la parroquia Crucita, hasta el límite cantonal de Jaramijó y desembocadura del río Portoviejo. Durante el recorrido se lleva en barco a los santos, acompañados por música o banda de pueblo, comida y bebida que se brinda a los invitados que participan de la procesión y de las posteriores celebraciones.
Para conocer un poco más acerca de estas fiestas, se recurrió a la realización de una entrevista dirigida conocedores de estas celebraciones, obteniendo importantes criterios. Para el Padre Plaza (2017) la tradición de las fiestas de San Pedro y San Pablo en la provincia de Manabí tiene como objetivo celebrar con fiestas y actividades religiosas a los apóstoles. En ella se hace memoria de las virtudes de éstos dos grandes de la Iglesia Católica, el cual siempre mantiene unidos a los participantes principalmente en la evangelización.
El folklor que tiene la gente en las comunidades se la demuestra con la parte festiva utilizando como pretexto a los apóstoles Pedro y Pablo, por lo que cada año continúan con esta tradición cultural, propia de muchos de los pobladores de la provincia de Manabí, quienes aprovechan la oportunidad para generar turismo y a través de este el desarrollo socioeconómico de las comunidades participantes.
Es curioso que las fiestas de los apóstoles Pedro y Pablo se den en el margen de la provincia de Manabí, hacia a dentro muy poca ramificación. Como se puede dar cuenta en el cantón Portoviejo, este tipo de celebraciones se dan con mayor frecuencia en las comunidades que están más cercanas al mar. Entre las comunidades que realizan mandas están la de los pescadores, los cuales hacen celebraciones en el mar como una nueva forma de expresión cultural religiosa, sin embargo no es evangelizada. Tanto así que se tienen las fiestas de Jaramijó, Manta, Crucita, Puerto López y en el cantón Portoviejo con las parroquias que tienen el nombre de Pedro y la otra de Pablo, parroquias que están reinando estas fiestas religiosas, siendo la parroquia Picoazá el fenómeno más grande de la provincia de Manabí por su ambiente festivo y religioso.
La tradición de las fiestas de San Pedro y San Pablo en lo que respecta al ambiente festivo no es objeto de preocupación dentro de la cultura manabita, lo que sí es una preocupación es el ambiente folclórico que debe ser evangelizado. Las fiestas son muy importantes para las comunidades, porque brindan momentos de distracción, ayudan a dar ánimos a los habitantes, tal como dice el salmo “vino alegría en el corazón de los hombre, deberían ser todo moderadamente al nivel social y religioso”. Es decir, existe  preocupación por la cultura, no porque son un pueblo acogedor, ya que la esencia de Manabí son estas fiestas.
Entre las actividades y/o estrategias que se propone para implementar la práctica de la tradición de las fiestas de San Pedro y San Pablo en Portoviejo-Manabí, están en que las autoridades deben participar en las programaciones festivas para dar mayor énfasis y ambiente cultural, así como también la iglesia debe enviar sus propias propuestas para mantener estas festividades acompañada de la parte religiosa.
La forma en que la iglesia se convierte en el espacio emblemático para mantener la tradición de las fiestas de San Pedro y San Pablo es transportando valoraciones religiosas a las nuevas generaciones a través de las diferentes celebraciones, entre ellas las  misas ofrecidas a los apóstoles y a las cuales deben todos participar, todo esto forma parte de la dinámica de los pueblos manabitas.
Las fiestas de San Pedro y San Pablo forman parte de la dinámica de la identidad de los pueblos manabitas, sin embargo, hace falta más evangelización y organización sobre todo en hacer más publicidad, realizar folklore, para que hayan más turistas visitantes, así como también motivar a la familia a que participe de estas festividades.
Entre los elementos que se puede enunciar para desempeñar y comprender las estructuras de las fiestas de San Pedro y San Pablo, están en que la iglesia si está ayudando en ciertos aspectos, pero deberían dar signo de evangelización con mayor fe, debido a que el espacio celebrativo debe estar acompañado de misas, de otro modo las comunidades no están conforme porque hace falta la parte eucarística y un poco más de dialogo con los Gabinetes Blancos y Negros.
Para el presidente de la parroquia 18 de Octubre, Briones (2017) la, se debe seguir con la tradición parroquial, donde fue fundado y reconocida a la parroquia Picoazá como la gestora del nacimiento de estas grandiosas fiestas y desde donde se fue propagando a los otras parroquias y cantones de la provincia de Manabí.
Las fiestas de San pedro y San Pablo, en muchos de los lugares donde se las celebra son muy bonitas, por las actividades que se realizan como misas, bailes, juegos pirotécnicos, quema de castillos, baño de perfume a los presidentes de los gobiernos negros y blancos, gastronomía, entre otros, son muy visitadas por turistas nacionales y extranjeros. Cabe destacar que la fastuosidad de estas fiestas y el dispendio de la misma en grande y en muchos de los casos exagerado.
Estas fiestas, son objeto de preocupación para muchas personas, considerando que estas son un medio de desarrollo para los pueblos, además porque son consideradas patrimonio cultural del Ecuador y no siempre se tiene el apoyo de las autoridades locales para mantener el orden y la planeación de las actividades donde, como autoridad, resalten la importancia de mantener esta tradición para que sea transferida a las futuras generaciones.
Las fiestas son selectivas de cada sector, ya que tienen sus ocho palacios, existen cuatro palacios presidenciales y cuatro palacios de vicepresidentes, los cuales abren sus puertas a todas las personas, tanto locales, nacionales y extranjeras.

  • Actividades propuestas para implementar la práctica de la tradición de las fiestas de San Pedro y San Pablo en Portoviejo – Manabí.

Entre las actividades que se proponen están:

  • Seguir promocionando las fiestas a nivel local y nacional y exterior, a través de redes sociales, cuñas radiales, hojas volantes, medios de comunicación escrita, hablada, entre otros, como una forma de dar a conocer las tradiciones culturales de la provincia de Manabí.
  • Continuar con la asignación de grupos de personas que se reúnen de forma frecuente en cada festividad de San Pedro y San Pablo, representados por un jefe para que las actividades programadas no se desvíen de las fechas asignadas.
  • Que las autoridades locales, presten mayor atención a estas festividades y apoyen con la logística de control durante los días de celebración.
  • A pesar de que muchas personas consideran a las fiestas de San Pedro y San Pablo como fiestas paganas, la iglesia continúe realizando celebraciones eucarísticas y a través de las cuales se promueve el desarrollo de esta tradición.

Conclusiones
La cultura es un sistema de significados construido de forma social, es el resultado de un proceso dado a lo largo de la historia, siendo esta cambiante, caracterizada por la interpretación y reinterpretación que los seres humanos hacen de esos significados y que da sentido al mundo. Para su mejor entendimiento se hizo necesario, revisar trabajos referidos que permiten observar posturas divergentes ante lo que es tradición, cultura y cultura popular, para de allí tener una idea más clara de lo que son las fiestas de los Santos emblemáticos de San Pedro y San Pablo, mismos que  se han convertido en una tradición manabita y se las organiza en homenaje a estos apóstoles, mismos que son considerados dentro de la Iglesia Católica, aunque el aspecto sagrado, comparativamente tiene mucho menor peso que el profano, de acuerdo al criterio de muchas de las personas que no comparten su celebración. A pesar de todos los comentarios, según la información obtenida durante el estudio realizado, estas festividades se han venido realizando desde el siglo XIX, principalmente en la parroquia Picoazá, aunque su origen en si aún es incierto.
Como fue explicado dentro del contenido de este artículo, las tradiciones de las fiestas de San Pedro y San Pablo en el cantón Portoviejo, provincia de Manabí, aun pese a todos los actos de naturaleza profana, o no religiosa, a través de esta, se trata de expresar una identidad popular colectiva, donde se mezclan elementos del acervo popular de acuerdo a las tradiciones del cholo pescador y agricultor.
Estas ceremonias y procesiones congregan a miles de devotos de estos santos, en tal razón, a estas fiestas se las ha considerado ya un elemento destacable del patrimonio intangible de la Cultura Chola de la Costa ecuatoriana y manabita especialmente, principalmente porque mueven el turismo y la economía de muchos de los sectores donde se las celebra como las parroquias Crucita, San Pablo, Picoazá, entre otras, que cada año son visitadas por turistas locales, nacionales y extranjeros.
Referencias bibliográficas

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*Tercer Nivel Profesora de Segunda Enseñanza Especialidad Ingles, Cuarto Nivel Magister en Administración de Empresa
** Estudiante Universidad Técnica de Manabí. Ecuador
***3 Tercer Nivel Licenciada en Ciencias de la Educación Mención Administración Educativa, Cuarto Nivel Maestra en Ciencias de la Información

Recibido: 19/12/2017 Aceptado: 22/12/2017 Publicado: Diciembre de 2017

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