Revista: CCCSS Contribuciones a las Ciencias Sociales
ISSN: 1988-7833


PERCEPCIÓN DE HABITABILIDAD EN LA VIVENDA PRECARIA: CASO ZONA METROPOLITANA OAXACA, MÉXICO

Autores e infomación del artículo

José Luis Caballero Montes*

María Eufemia Pérez Flores**

Laura Lourdes Gómez Hernández ***

Instituto Politécnico Nacional-CIIDIR Oaxaca

lau97798@gmail.com

Resumen
El objetivo de esta investigación fue evaluar la percepción sobre habitabilidad que tienen habitantes de viviendas precarias en colonias de la Zona Metropolitana de Oaxaca.  Se consideraron factores físico espaciales y psicosociales. Se utilizó un cuestionario validado y técnicas de observación participativa. Se encontró que uno de los indicadores que más impacta en la calidad de sus viviendas corresponde a los materiales empleados en su construcción: láminas metálicas en muros y techos. A pesar de esto la  vivienda precaria no es percibida como tal por los habitantes del estudio ya que la califican como regular y buena.

Palabras clave: Habitabilidad - factor físico-espacial - factor psico-social - vivienda precaria.                        

Abstract
The objective of this research was to evaluate the perception of habitability of people living in slum areas of the subdivisions of the Metropolitan Oaxaca Zone. Researchers focussed on the perceptions of physical space and psychosocial factors. A validated questionnaire and participant observation techniques were used. It was found that one of the indicators identified by the people that impacted the most on the quality of their housing were the materials used in its construction: metal sheets on walls. The conditions of the housing are not perceived as precarious by people in the study who qualify them as regular and good.

Keywords: Habitability - physical-spatial factor - psychosocial factor - precarious housing.


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

José Luis Caballero Montes, María Eufemia Pérez Flores y Laura Lourdes Gómez Hernández (2017): “Percepción de habitabilidad en la vivenda precaria: caso Zona Metropolitana Oaxaca, México”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, (julio-septiembre 2017). En línea:
http://www.eumed.net/rev/cccss/2017/03/vivienda-precaria-mexico.html

http://hdl.handle.net/20.500.11763/cccss1703vivienda-precaria-mexico


INTRODUCCIÓN
La vivienda concebida como aquella capaz de cubrir en forma satisfactoria las necesidades básicas -no suntuarias-, en materia de protección, higiene, privacía, comodidad, funcionalidad, ubicación y seguridad en la tenencia. Debe reunir requisitos como: estar ocupada por una familia, no tener más de dos ocupantes por cuarto habitable en el medio urbano y no más de 2.5 en el rural, no estar deteriorada, contar con servicios básicos (agua, drenaje y  energía eléctrica)1 , para ser considerada “digna”. Esos requisitos no se cumplen sobre todo en zonas en condiciones precarias, de las cuales hay un gran número en el país.
El nivel de precariedad física y social en el que se encuentra buena parte de la humanidad ha llevado a afrontar el tema de las necesidades en términos de alcanzar un consenso moral sobre una serie de estándares mínimos generales que aseguren de hecho tanto la supervivencia física como la autonomía personal de ese individuo humano en un ámbito básico como es la vivienda (Naredo, 2008:42).
La residencia en viviendas inadecuadas junto con la carencia de bienes y la falta de acceso a la educación son factores de privación que cuantifican el índice de marginación y cualifican las condiciones de desarrollo en un determinado territorio. Sin embargo, existe una necesidad compartida en cuanto a poseer un espacio para vivir, las condiciones en este primer sentido “no importan”. Los pobladores de acuerdo a sus necesidades van construyendo su vivienda, se van apropiando de la misma, compartiendo una visión comunitaria no compartida totalmente, pero presente.
A finales de los 60’s y a principios de los 70’s, en la capital de Oaxaca de Juárez se empezó a observar el fenómeno de aparición de asentamientos irregulares alrededor de la ciudad (Foster, 1971; Maldonado, 2013:97), debido principalmente al crecimiento de la población y a la migración masiva de la zona rural a la capital del estado que sobrepasa la capacidad de la ciudad y comienza a abarcar los municipios aledaños al estado (Murphy, et al., 2002).  
Los pobladores de asentamientos populares han conformado su hábitat sin contar con asesoría técnica de profesionales en este campo ni apoyo financiero, sin permisos oficiales de usos de suelo ni bajo el cumplimiento de los reglamentos de construcción. Este sector de población ha construido sus viviendas de forma progresiva que inicia con un cuarto de 12 a 15 m2 dentro de su lote, el cual funciona como cuarto redondo donde realizan actividades múltiples (Bazant, 2004). De acuerdo al reporte de Soto (2010:266) los asentamientos en la zona conurbada a la ciudad de Oaxaca presentan altos índices de hacinamiento, gran porcentaje de viviendas con materiales precarios en muros y techos, pisos de tierra y carencia de servicios básicos.
La habitabilidad es un concepto que se consigna como la cualidad que tiene un lugar para satisfacción consecuente de las necesidades y aspiraciones del habitante. Se trata de la conjunción de ciertas condiciones que permiten a un ser vivo habitar o morar en un lugar; las cuales podrán ser condiciones físicas y no físicas (Castro, 1999; Cervantes y Luna, 2007). Por su parte Hastings (2008:28) la define como el grado de adecuación entre el habitante y el espacio construido, y el nivel en que las necesidades habitacionales son satisfechas para cada familia, de acuerdo a sus condiciones económicas y su percepción.
Los pobladores de acuerdo a sus necesidades van construyendo su vivienda, y establecen vínculos  entre las personas y los espacios. La percepción del espacio es un proceso de reconocimiento de las personas por los lugares que habitan, con cierto significado y arraigo a éstos (Aragonés y Rodríguez 2005:90). En este sentido un espacio físico se convierte en un espacio psicosocial,  hogar u otro tipo de lugar. Por ello se dice que la vivienda requiere analizarse como parte de un sistema socio-espacial, integrado por la casa, el asentamiento geográfico y los estilos de vida de sus habitantes (Jiménez et al., 2009:46).
Según Silva (2008) la ciudad se construye por la percepción, definida por los sentimientos, por la representación a través de la técnica y por la representación social de la realidad. El presente artículo caracteriza la habitabilidad de la vivienda en particular en los factores físico-espaciales y psico-social de sectores precarios en el área metropolitana de la ciudad de Oaxaca, México a través de la percepción de los usuarios; así mismo explora en relación a la disponibilidad que tienen los usuarios para mejorar las condiciones de precariedad de su viviendas.  

  1. CONCEPTOS BÁSICOS

Con la finalidad de adentrarnos al tema de manera clara y precisa, es necesario definir algunos términos tendientes a explicar el trabajo que se aborda.
Cuando hablamos de la vivienda nos estamos refiriendo a uno de los elementos más importantes a la hora de definir las condiciones de vida de la población. Sin embargo, en comunidades marginadas sean urbanas o rurales se presenta la producción de espacios con características de vivienda precaria, este concepto se ha definido de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) como la vivienda carente de servicios públicos (agua potable, luz eléctrica o drenaje sanitario), con algún nivel de hacinamiento y con pisos, techos o paredes construidos con materiales de baja calidad.
La definición anterior la comparte Bazant (2003) quien la considera como aquella que se construye en su mayoría con materiales de desecho o producto de demolición, además que es de tenencia irregular, no tiene servicios entubados, forma   básicamente un cuarto redondo de 20 a 30 m2, con familias extensas, con ingresos familiares cercanos al equivalente de dos salarios mínimos oficiales. Este tipo de vivienda se genera en su mayoría mediante un proceso de autoconstrucción, en el cual se interviene mediante acciones llevadas a cabo por los propios habitantes, individualmente o en grupos, con sus propios recursos, según su propio criterio, sin aportes específicos de las instituciones o de otros sectores sociales, y con posibilidades limitadas (Pelli, et al., 1994:26).
El concepto de habitabilidad que toma relevancia en esta investigación se asume compuesto por dos factores, el primero, esquematizado por Mena (2003:299), es relativo a los aspectos socio-culturales (dimensión cultural) del contexto en el cual el proyecto se inserta. El segundo, como coinciden Espinoza y Gómez (2010:60) involucra al factor de lo físico-espacial. Ambos factores representan las condiciones mínimas de bienestar, confort, salud y seguridad física para que se pueda dar lugar a procesos eficaces de convivencia y de apropiación.
Para Castro, “la habitabilidad se interpreta como la capacidad de los espacios construidos para satisfacer necesidades subjetivas y objetivas de individuos que ocupan, usan y habitan esos espacios determinados”. Mientras que para Espinoza y Gómez (2010:59), “la habitabilidad es una categoría esencial del espacio habitable, llámese lugar o escenario, interior o exterior, de escala urbana o doméstica, que amalgama tanto lo físico como lo psicológico y social, y que no pierde de vista su interacción con los procesos medioambientales”.
En términos de poder evaluar la habitabilidad en la edificación destaca el trabajo realizado por Jirón et al. (2004:14), quienes a partir de factores físico-espaciales, psicosociales, de confort, además de los relacionados a la seguridad y mantención, establecen una propuesta de evaluación de las condiciones de habitabilidad de la vivienda en sus diferentes escalas.
La Figura I, muestra un modelo conceptual tomado de la Guía de bienestar habitacional (2001:15), para analizar las condiciones de habitabilidad de viviendas, basado en seis factores básicos. El modelo señala los factores que inciden en la habitabilidad de la vivienda en sus diferentes escalas: vivienda, entorno inmediato y conjunto habitacional. Por la amplitud del tema, aquí sólo se presentan algunos aspectos de dos de ellos; del físico-espacial y el psicosocial.
Físico-espacial: Condiciones de diseño relativas a la estructura física de la vivienda, evaluadas según las variables de dimensionamiento, distribución y uso.
Psicosocial: Comportamiento individual de los habitantes asociados a sus características socioeconómicas y culturales, según condiciones de seguridad e identidad.

2. METODOLOGÍA
2.1 Descripción del área de estudio
El escenario de aplicación de este estudio fue la Zona Metropolitana de  Oaxaca (ZMO), es el área metropolitana formada por la ciudad de Oaxaca de Juárez, el municipio del mismo nombre y 19 municipios más del estado de Oaxaca. La ZMO está ubicada a 550 kilómetros al sureste de la ciudad de México, ocupa un valle entre los cerros de San Felipe del Agua y Monte Albán. Tiene una población de 593, 522 (INEGI, 2010). La selección de esta zona fue en virtud de presentar características, en su proceso de urbanización, que son comunes con gran parte del resto de las zonas urbanas del país.

2.2 Tipo de estudio
Se realizó un estudio transversal cuali-cuantitativo con una muestra no probabilística por conveniencia, mediante la técnica de bola de nieve (Hernández, 2006:568) en cada uno de los municipios correspondientes al área conurbada de la ciudad. Para la obtención de la información se consideraron los factores físico-espaciales y psico-social (Tabla 1).

Los criterios de selección de la muestra fueron: vivir en alguna de las colonias marginadas de los municipios de la zona conurbada de Oaxaca, habitar en alguna vivienda con muros y techos construidos con materiales poco resistentes como láminas metálicas, lámina de cartón y madera, ubicación de la colonia en una área con calles sin pavimento, ser física y mentalmente capaces de responder a las preguntas planteadas, haber habitado en la vivienda por lo menos un año, ser mayores de 18 años y manifestar verbalmente aceptar participar  en el estudio.

2.3 Sensibilización
El estudio incluyó una etapa de sensibilización, para ello, primeramente fue necesario una entrevista con las autoridades de los municipios, se hicieron recorridos, con la finalidad de lograr que las personas que participaron en el estudio reconocieran al equipo de trabajo, en el transcurso de estos recorridos se aplicó observación participativa (Taylor, 1990:58) en visitas domiciliarias, se les explicaba cuáles eran nuestras actividades y nuestras intenciones; el objetivo fue lograr establecer rapport (Taylor, 1990:55) entre la gente y los participantes de la investigación,  por medio de esto establecer confianza y sinceridad, así como no crearles falsas expectativas, ya que en Oaxaca como en otras áreas rurales de la república, la desilusión de los programas gubernamentales han hecho que la gente tenga desconfianza con las personas externas.

2.4 Instrumento para obtención de datos
La información se obtuvo a través de una encuesta previamente validada que constaba de 108 reactivos, cuya aplicación quedó a cargo de personal previamente capacitado. La encuesta  incluyó preguntas con respecto a: 1) datos personales (nombre, domicilio) y características socio-demográficas del hogar (edad, género, parentesco, origen, nivel educativo, número de integrantes del hogar;  2) factor físico-espacial de la habitabilidad: tenencia de la vivienda, área del terreno, área de construcción, antigüedad de la vivienda, número de habitaciones, material de la construcción en techo y muros, ventilación e iluminación,  equipamiento y servicios hacinamiento y saneamiento básico de la vivienda; 3) factor psico-social de la habitabilidad: Esta información se obtuvo a través de observación participativa y por medio de una matriz de  preferencia y autoevaluación. Dicha matriz era llenada por las (os) jefas (es) del hogar (172) quienes fueron visitadas en su domicilio. La percepción de la habitabilidad de la vivienda comprendió variables sobre toma de decisiones en el hogar, gustos y preferencias para el diseño de la vivienda,  disponibilidad de los integrantes de los hogares para la mejora física de la vivienda, la comodidad  y la seguridad.

2.5 Análisis de datos
Los datos fueron capturados y analizados por medio del paquete estadístico SPSS versión 21. Se calcularon estadísticos descriptivos para las variables cuantitativas mencionadas, tales como: media aritmética, desviación estándar mínimo, máximo, así como para las preguntas nominales se calculó: frecuencia y porcentaje. Se analizó la información, agrupándose de acuerdo a los ejes temáticos en tablas informativas y algunos indicadores representativos fueron graficados.  

3.  RESULTADOS  Y DISCUSIÓN
3.1 Características del usuario de la vivienda
El trabajo se realizó en 26 colonias correspondientes a 12 municipios conurbados de la ciudad (tabla 2 y figura I)  con un total de 172 participantes  y sus viviendas; las personas eran en su mayoría mujeres (56.4%), los hombres en menor proporción (43.6%), el promedio de edad fue de 41.57 años, con un mínimo de 18 años y un máximo de 83 años.
Nuestros resultados coincidieron con los reportados por Reyes (1999:15) y Murphy, et al.  (2002), hallándose que la mayoría de las viviendas estudiadas (63.3%) dijeron ser provenientes de alguna de las regiones rurales del estado y en menores porcentajes los originarios de la ciudad de Oaxaca  (32.6%), de otro estado de la República Mexicana (2.3%) y del Distrito Federal (0.6%). No se reportaron hogares con origen extranjero.
Los hogares de las 24 colonias encuestadas tienen en promedio 4.2 integrantes, encontrándose casos  mínimos de uno y máximos de nueve integrantes por hogar, resultado muy semejante a  lo reportado por INEGI (2010) a nivel estatal (4.1). El nivel educativo de los integrantes de los hogares de la muestra está medio año por arriba del promedio estatal. Las mujeres presentan valores más altos en promedio de escolaridad que los hombres encontrándose casi un año más que el promedio nacional (tabla tres).
 
3.2 Factor físico-espacial
De acuerdo a la información recabada en esta investigación se describe lo siguiente del factor físico-espacial: las dimensiones de los terrenos con que cuentan las personas tienen en promedio 313.17 m2, oscilan entre 24  a 1000 m2, dichos terrenos cuentan con una media de 21.08 m de largo y 16.54 m de ancho; en cuanto al área que abarca la construcción tienen una media de 67.67 m2 con un mínimo de 10.00 m2,  y un máximo de 250.00 m2, todas las viviendas están construidas en un solo nivel. El número de habitaciones promedio sin contar cocina ni baño fue de 2.8 habitaciones con mínimo de una habitación  y máximo de seis, de estas habitaciones se ocupaban para dormir solamente 2.05 habitaciones en promedio.
La antigüedad de la vivienda fue de 4.4 años en promedio, en la tabla cuatro se muestra la antigüedad de la viviendas por categorías, así como el régimen de la vivienda y número de cuartos por categorías.

3.3 Material de la vivienda
En cuanto a los materiales con que están construidas las viviendas predominan materiales poco seguros y resistentes como la lámina y la madera (figuras III y IV). Desafortunadamente estos  materiales que se usan para techos y paredes han cambiado y ahora se usan pocos materiales  propios de las zonas rurales como el carrizo y el adobe (Reyes, 1999:18). 

3.4 Ventilación e iluminación
Las viviendas aún no cuentan en sus totalidad con todos los servicios como lo podemos observar en la tabla 5; en lo que se refiere a la iluminación y ventilación el 94.2% cuenta con estas características, las ventanas en promedio son 2.6 y las puertas 2.8 horas.

3.5 Equipamiento y servicios
Según Reyes (1999:13), cuando hay carencia económica, los recurso se dedican a la alimentación y educación dejando en otro termino el equipamiento de la vivienda, a ello atribuimos el escaso  equipamiento de las viviendas en el estudio, ya que el 47% llegan a tener dos aparatos que son la estufa y refrigerador y solamente el 0.6% llega a atener además de estos últimos TV, CD, y lavadora.

3.6 Saneamiento básico
La distancia entre las instalaciones de riesgo a contaminación y la vivienda son poco recomendadas ya que se encontró una distancia media de 6.5 m. entre las letrinas y la vivienda y 10.04 m. entre el corral de los animales y la vivienda.  El 74.4% almacenan agua, esto lo hacen en tinacos (34.3%), tambos (26.2%) piletas (6.4%), cisternas (5.2) y otros recipientes (2.3%); el agua para consumo humano en su mayoría es de garrafón (52.3%), seguido de agua de la llave (19.8%), agua de pipa (9.9%) y agua de pozo (10.5%).
 

3.7 Factor psico-social  
Según las respuestas proporcionadas por los participantes del estudio, cuando hay que tomar una decisión para los asuntos relacionados con la vivienda es el padre de familia quien en la mayoría de los casos toma la decisión (37.2%), seguido del matrimonio (21.7%), esposa (15.1%), otros parientes (2.3%),  en el caso de que la casa sea rentada el dueño (1.7%) y solamente en un porcentaje menor (1.2%) participan en la decisión todos los integrantes del hogar. Para Arnott (1987) y Green (2001:131), las decisiones con respecto a la vivienda está influenciada por cinco fuentes: “la búsqueda de seguridad o de protección contra riesgos, la gestión efectiva de la vivienda, las causas financieras, la movilidad esperada del individuo y la segmentación del mercado”. De acuerdo al contexto de este estudio consideramos que las tres primeras son las principales influencias que de acuerdo a la percepción de las personas manifestaron en la encuesta.
La vivienda tiene patrones de uso con respecto al factor tiempo, que se dan en función del momento y el rol que juegan sus habitantes en el hogar (Aragonés y Sukhwani, 1994:71), en coincidencia con estas afirmaciones se halló que los entrevistados, en su mayoría mujeres, permanecen en la vivienda periodos largos que van entre dos y 24 horas con un promedio de 12.2 horas, esto debido quizás a las actividades propias del hogar, sin descartar la posibilidad de que se sientan a gusto en su hogar.
Para identificar las percepción que los habitantes tenía con respecto a la comodidad de la vivienda se encontró que en su mayoría evalúan positivamente este factor (véase tabla 7), aunque este dato no es determinante,  si nos permite inferir que a pesar de tratarse de viviendas   precarias, los moradores de ellas las evalúan como “cómodas”. Este resultado es consistente con lo que ha especulado Valera (1997:7) considerando que las personas y grupos se atribuyen las cualidades del entorno como definitorias de su identidad.     
Galaviz (2014:65) propone que el aspecto de seguridad está asociado a los objetos o bienes materiales dentro de la vivienda, en este caso la percepción de la seguridad, mostro que pocos pobladores parecen sentir inseguridad dentro de sus casas (tabla 7), esto se puede explicar ya que al tener poco equipamiento  por tratarse de hogares con bajos recursos económicos, es bajo el temor a perder objetos valiosos, porque no se tienen. En forma general los pobladores perciben su vivienda de buena a regular (Figura VII).

La identificación de los gustos y preferencias nos permiten evidenciar las motivaciones para el cambio en la vivienda. Para nuestro estudio encontramos que los pobladores gustan más del dormitorio y la sala de estar que de otros espacios  (tabla 8), tal resultado quizás debido a que la mayoría de las viviendas cuentan con dos cuartos, sin embargo las diferentes respuestas muestran la necesidad de contar con áreas específicas, relacionadas a la comodidad como área para lavado, cochera y terraza (tabla 8).   

3.8 Participación
Algunos estudios como los de Pérez (2001:75), Romero et al. (2005:128), Altés (2011:101), y Enet (2012:206) han demostrado que es importante la participación solidaria entre los vecinos para la mejora de la vivienda, en linealidad con estas estudios los encuestados dijeron en su mayoría (75%) estar de acuerdo en decir que es importante la solidaridad entre los vecinos para el mejoramiento de su vivienda, mientras que solamente el 25% considera que no es importante dicha actividad (Figura VIII y IX).

Según la opinión de los encuestados, en general se cree que es poca la colaboración de los vecinos para la construcción y mejora la vivienda entre ellos: es de llamar la atención que un porcentaje considerado alto por los autores de este trabajo tienden a no comprometerse con alguna calificación, esto quizás debido a experiencias pasadas con los vecinos.
                                                                                                                      
La percepción de los entrevistados con respecto a los apoyos para vivienda y la mejora de la vivienda provenientes de dependencias gubernamentales y no gubernamentales fueron considerados escasos, implícitamente la mayoría de los encuestados dijeron no haber  recibido el apoyo de dependencias gubernamentales para la construcción y mejora de su vivienda (figura X. Pero acerca de la percepción sobre la participación para la mejora de la colonia, se encontró una cantidad importante referente a este factor (figura XI).

CONCLUSIONES
Derivado de la investigación realizada en la ZMO se concluye, que la percepción de la vivienda precaria en zonas urbanas y suburbanas, se lleva a cabo a través de; a) la satisfacción de una necesidad de vivienda, las condiciones de esa vivienda como tal, pasan a un segundo término. b) La vivienda precaria tiene su fundamentación en el hogar,  donde se desarrolla la historia de vida de las personas, por tal motivo contar con ese espacio de convivencia es fundamental, independientemente de las condiciones. c) La mayoría de los participantes en el estudio tienen vivienda propia,  aun cuando las condiciones de precariedad son evidentes el 47.7 % de las personas la consideran como regular (no es mala para ellos), el sentido de propiedad fortalece el proceso de apropiación. La apropiación de la vivienda se da durante el proceso de su conformación mediante el cual las personas se apropian de su espacio físico, mismo que les proporciona seguridad, arraigo, identidad,  y fortalece su rasgo cultural de participación, solidaridad y comunidad. Las carencias de servicios, aparatos electrónicos y condiciones de los materiales con los que han construidos sus casas  no son un factor que influya en una mala percepción  de sus viviendas aún que estas no cumplan con las condiciones mínimas de habitabilidad. d) Existe disponibilidad para colaborar en comunidad para el mejoramiento de las viviendas, esto vinculado a que se tiene presente que las condiciones de su vivienda puede mejorar, como consecuencia mejorará la calidad de vida de las personas que en ellas habitan. Por lo anterior este estudio provee información estructurada a planeadores de gobierno, sector privado y organizaciones no gubernamentales que están involucrados en el desarrollo de proyectos de vivienda con enfoque social, para que impulsen el mejoramiento y la construcción de espacios habitables de calidad en sectores precarios de la ZMO.

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* Profesor investigador de tiempo completo Instituto Politécnico Nacional-CIIDIR Oaxaca josecamontes@hotmail.com
** Profesor investigador de tiempo completo Instituto Politécnico Nacional-CIIDIR Oaxaca mperezf@ipn.mx
*** Profesor investigador de tiempo completo Instituto Politécnico Nacional-CIIDIR Oaxaca lau97798@gmail.com
1 Definición propuesta por COPLAMAR. Véase Siglo XXI-COPLAMAR-Necesidades esenciales en México, situación y perspectivas al año 2000.

Recibido: 01/06/2017 Aceptado: 16/08/2017 Publicado: Agosto de 2017

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