Leonardo A. Caravaggio *
Universidad de Quilmes, Argentina
caravaggio@gmail.comResumen
La idea del presente trabajo surge de dos conceptos tomados de Beatriz Sarlo: “Tretas del débil” y “Giro Subjetivo”. Ambos aparecen en su libro “Tiempo Pasado”. El primero lo menciona casi al pasar, en el primer capítulo, citando a De Certeau. El segundo es central en el libro. Figura incluso en su subtítulo: “cultura de la memoria y giro subjetivo”. Se espera entonces hacer un análisis de lo que estos conceptos significan, y como se vinculan entre sí.
Palabras Clave: Giro Subjetivo, Tretas del débil, Tiempo, Filosofía de la Historia
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Leonardo A. Caravaggio (2017): “Tretas del débil y Giro Subjetivo”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, (julio-septiembre 2017). En línea:
http://www.eumed.net/rev/cccss/2017/03/giro-subjetivo.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/cccss1703giro-subjetivo
Introducción
La idea del presente trabajo surge de dos conceptos tomados de Beatriz Sarlo: “Tretas del débil” y “Giro Subjetivo”. Ambos aparecen en su libro “Tiempo Pasado”1 . El primero lo menciona casi al pasar, en el primer capítulo, citando a De Certeau. El segundo es central en el libro. Figura incluso en su subtítulo: “cultura de la memoria y giro subjetivo”. Se espera entonces hacer un análisis de lo que estos conceptos significan, y como se vinculan entre sí.
I. ¿Qué se entiende por “tretas del débil”?
I.1. Tretas del débil en Sarlo
Sarlo denomina a estas tretas del débil como “actos de rebelión cotidiana”2 . La idea la toma de Michel de Certeau. De un artículo del que dice que es “pionero de imaginativa etnografía social”3 . Como ejemplo de estas ventajas mínimas de la vida cotidiana, menciona a las estrategias inventadas por los obreros para sacar provecho propio. No como una innovación política o ideológica, sino cultural. “Usar en casa las herramientas del patrón o llevarse oculta una pequeña parte del producto”4 . Estos comportamientos son de interés para la historia porque demuestran que las personas no son meros autómatas de una conducta socialmente establecida. Existen también en los sujetos “normales”, una intencionalidad, una intervención en la historia. Y en ese sentido tienen algo para agregar, una historia que contar. Una historia que pasó desapercibida a los historiadores que se ocuparon más de los “grandes movimientos colectivos” 5: La historia de los presidentes, los reyes, y los grandes personajes. Se abre así todo un “nuevo pasado”6 , donde empiezan a aparecer hechos históricos escondidos, que pasaron desapercibidos por no formar parte del gran relato.
I.2 Tretas del débil en De Certeau
En la versión en castellano de “La invención de lo cotidiano” 7 no aparece la expresión exacta “tretas del débil”. Sarlo pone a pie de página la expresión en francés: “Faire la perruque”8 , citando luego el texto en castellano (misma edición que la aquí utilizada) y sin especificar el número de página. Se trata de una expresión del lunfardo francés que utiliza De Certeau para referirse a estas formas de “hacer trampa”. Podría traducirse como “vender material robado”, o “utilizar el tiempo del trabajo asalariado para producir para uno mismo”9 . En cambio, en la traducción citada, De Certeau habla de las “armas del débil”10 , de “ardides”11 y de “acciones”12 . Traducirlo como “tretas del débil”, parece ser idea de Sarlo.
Más adelante analiza el tratado “Sobre la guerra” de Clausewitz (que será analizado en el siguiente apartado). Lo hace porque entiende que “la táctica es un arte del débil” 13. Dice que Clausewitz le da importancia a la “astucia”: quien tiene armas, poder, o superioridad numérica (el fuerte) simplemente ejerce su poderío; pero el débil, necesita de la astucia, es su “último recurso”14 . Para De Certeau el orden está construido por el fuerte, pero a pesar de eso, el débil tiene la posibilidad de salirse con la suya, hacer su propia jugada en “el campo del otro”15 .
I.3 Tretas del débil en Clausewitz
El libro “De la Guerra” de Karl von Clausewitz16 es un manual de táctica de guerra, de gran influencia, publicado por primera vez en 1832. Tal vez la frase más conocida del libro sea “una guerra no puedan ser más que la continuación de la política «por otros medios»”17 . En tal sentido puede decirse que se trata más de un libro de política que de táctica de guerra. Para Clausewitz la guerra no siempre es entre iguales, y gracias a la correcta estrategia, el débil puede presentarle batalla al fuerte. Para lograr esto, el débil debe desgastar al enemigo, principalmente resistiendo sus embates 18. Esta es la idea que toma De Certeau cuando se refiere a la táctica del débil.
Por ejemplo, todo ejército tiene flancos estratégicos, que desde su propio campo presentan una debilidad. Esto puede ser una oportunidad para el ejército débil, que si logra adentrarse en el territorio enemigo, puede atacar sin necesidad de equiparar fuerzas 19. Otro de los medios de los que dispone el ejército débil es, de acuerdo a como lo explica Clausewitz en el capítulo X20 , el uso de estratagemas. Una estratagema es una forma de engaño. Es hacerle creer algo al enemigo, para que actúe de una determinada manera y así debilitarlo. Esto requiere astucia. Es la otra idea que toma De Certeau. Sin embargo Clausewitz aclara: debe considerarse que toda estratagema tiene un costo. Requiere de un esfuerzo y por eso será necesario medir bien sacrificios y beneficios. Mientras más desesperada sea la situación del ejército, más oportuno el intento de engañar al enemigo. Mientras más débil sea un ejército, más sentido tiene intentar engañar al fuerte.
I.4 Tretas del débil en El arte de la Guerra de Maquiavelo
En “El arte de la Guerra”,21 Maquiavelo hace algunos comentarios que van en línea con el texto de Clausewitz. Dice por ejemplo, que puede ser una buena estrategia para un ejército débil, si se ve atacado por fuerzas mucho mayores, dejarse rodear, y luego atacar donde el enemigo sea más débil22 .
Como ejemplo de estratagema propone la de Tito Dimio, quien durante la noche mandó a enterrar los cadáveres de su ejército. De este modo, al día siguiente el enemigo pensó que iba perdiendo (al ver que ellos tenían más cadáveres que el enemigo) y se retiró23 . U otro caso donde hizo correr una mentira entre su ejército para engañar al enemigo y darle tiempo de llegar a sus refuerzos 24. Los engaños y la astucia siempre son parte de una guerra, y es el más débil el que más provecho puede sacar de esto.
I.5 Tretas del débil en Ludmer
Hay un texto que resulta de especial interés. Lleva por título justamente la expresión que se quiere analizar: “Las tretas del débil” 25 y es de Josefina Ludmer. Allí se da la siguiente definición: “La treta (otra típica táctica del débil) consiste en que, desde el lugar asignado y aceptado, se cambia no sólo el sentido de ese lugar sino el sentido mismo de lo que se instaura en él”. Esto le permite a cualquiera, al débil en particular (y Ludmer toma a la mujer como paradigma del débil), hacer política o ciencia desde el lugar en que el poder lo haya colocado. El débil siempre va a tener un lugar privado, y en su privacidad, será soberano. El poder puede impedirle determinadas actividades para el espacio público, pero siempre puede actuar con rebeldía en la intimidad. Y esta rebelión tiene el poder de reorganizar la estructura. La treta del débil es esta rebeldía. Es posible que se produzca así un choque entre, acatamiento (en la esfera pública) y enfrentamiento (en la esfera privada). No es que no hubo en la historia una filosofía, una política, una cultura, una ciencia hecha por mujeres, hecha por los pobres y débiles, sino que fueron hechas en espacios distintos. Y si esa historia interesa, puede ser investigada. Surgen con nueva importancia entonces, a los fines de rescatar estas actividades, los géneros literarios que de otra forma no tendrían lugar: cartas, diarios, autobiografías, etc. Logran así dar el salto y salir de la esfera meramente privada. Se convierten en parte la discusión política, filosófica, y científica, pública. Como ejemplo de esto Ludmer analiza el legado de Sor Juana Inés de la Cruz.
Ludmer no cita a De Certeau. Su escrito es tres años posterior a la primera edición (en francés) de “La Invención de lo Cotidiano”. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, la expresión exacta “tretas del débil” no aparece en De Certeau. Tampoco Sarlo cita a Ludmer: “Tiempo pasado” es dos décadas más nuevo que “La Sartén por el mango”, y Ludmer es lo suficientemente conocida como para pasar inadvertida. De hecho son públicas las posiciones encontradas de las dos críticas literarias. Da más la sensación de que Sarlo la ignoró ex profeso. Y que cita a De Certeau (aunque la frase no sea de él) para pasar inadvertida. Tal vez como una suerte de guiño, queriendo decir que la idea es buena, pero no es de Ludmer (aunque aparentemente, sí el nombre). Para el caso, tampoco es de De Certeau.
II. ¿Qué se entiende por “Giro Subjetivo”?
II.1 Giro Subjetivo en Sarlo
Uno de los temas principales del libro de Sarlo26 es el “giro subjetivo”. Lo define como el incremento del interés de historiadores y científicos sociales, desde las décadas del sesenta y setenta, por todas aquellas situaciones que se presenten como refutaciones de las imposiciones del poder material o simbólico27 . Esto es, por un lado “la brujería, la locura, la fiesta, la literatura popular, el campesinado, las estrategias de lo cotidiano” 28. Buscando el detalle excepcional, lo que hace justamente que estas actividades sean raras y diferentes. Lo que las aleja y opone a la regla, a la normalidad. Y por otro lado las subjetividades que se distinguen por esta anomalía (“el loco, el criminal, la posesa, la bruja”29 ). E inmediatamente después de esto, propone como ejemplo del giro subjetivo, el aumento del interés por las “tretas del débil” 30 (citando a De Certeau).
El giro subjetivo es una revalorización del relato en primera persona, la subjetividad, y la cultura. Es la sombra del giro lingüístico (que se analizará en el siguiente apartado). Sarlo explica 31 que es una democratización de los actores de la historia. En el sentido en que más personas empiezan a tener relevancia para describir lo sucedido. Para el giro subjetivo, la historia no es solo la de los grandes personajes, sino la de todos. En especial, le da la palabra a los excluidos, a los débiles, a los que antes no tenían voz. Como acontecimiento histórico paradigmático de este proceso se menciona el Mayo del 68, como momento a partir del cual las ciencias humanas, como así también los medios de comunicación, comienzan a exigir la voz del “hombre de la calle”32 . Para Sarlo el giro subjetivo es más que solo una etiqueta para un conjunto de “relatos de la memoria”. Intenta, en cambio, describir todo un proceso cultural. Esta nueva cultura es la que permite el desarrollo de nuevas historias, tanto a nivel académico, como a nivel del “mercado”33 .
II.2 ¿Qué es el giro lingüístico?
Lo primero que habría que aclarar respecto del giro lingüístico es que presenta un cambio en el devenir epistemológico. No como una ruptura con el paradigma anterior, sino más bien como un giro. Un redireccionamiento. El primero en hablar de “giro lingüístico” fue Gustav Bergman 34. Pero quien hizo famosa la expresión fue Richard Rorty35 . El primer filósofo al que podría ubicarse en esta corriente es Gottlob Frege (1848-1925). Y sus exponentes más conocidos Nietzsche, Wittgestein, Heidegger, Carnap, Copi, Austin, Searle, y Derrida. Se trata de la influencia ejercida por la lingüística en la filosofía primero, y en la historiografía después. El lenguaje se convierte en el objeto de estudio, y en el origen de nuestros actos. Tal vez sea en este sentido que Sarlo compara el “giro lingüístico” con el “giro subjetivo”. Las palabras adquieren nueva relevancia, la subjetividad comienza a ser tenida en cuenta. Algunos autores hablan también de “giro teórico” para referirse en conjunto a todos estos procesos que se conocen como "giro lingüistico", "giro narrativo", "giro biográfico", "giro subjetivo", "giro filosófico", "giro cultural" 36.
II.3 Biografía en Arfuch
Una gran fuente de Sarlo es el texto “El Espacio Biográfico” de Leonor Arfuch,37 editado por primera vez en 2002. Se trata de un estudio cultural sobre la biografía, y la autobiografía como expresiones de una serie más amplia de formas culturales de reflejar la “propia” experiencia. Estas formas, en las que también se incluyen las cartas, y las entrevistas, dan voz al “actor social”38 . Esta “narrativa vivencial”39 despierta, desde hace un tiempo, un mayor interés y respeto. Para Arfuch no se trata solo de un cambio simple debido al despliegue de los medios de comunicación, sino de un verdadero “giro”, una verdadera “reconfiguración de la subjetividad”40 . Reconfiguración que lleva implícita también una transformación de las esferas públicas y privadas. Hay una revalorización del aspecto privado, vinculado con la caída de los grandes relatos, y las utopías sociales. Frente a esto, la autora decide colocarse en un lugar intermedio entre la esfera pública y la privada. “Espacio Biográfico” debe entenderse así como un “umbral” entre lo público y lo privado. “Biográfico” en el sentido de la particularidad de una experiencia (privada). “Espacio” en el sentido de lo compartido, lo común (lo público).
Arfuch también (como Sarlo) vincula todo este proceso con el llamado “giro lingüístico”. Lo que en filosofía es el enfoque pragmático/narrativo de Rorty, tiene su paralelo en la reconceptualización narrativa histórica (a la luz de Hayden White), o en la indagación de Clifford Geertz. Todo esto es “giro lingüístico”. También la escritura de la historia de Michael De Certeau (también citado por Sarlo), o el análisis de Ranciere41 .
II.4 El “Giro Autobiográfico” de Giordano
El escritor argentino Alberto Giordano define un concepto que puede ser útil a los efectos del presente trabajo: “giro autobiográfico” 42. Se trata de un concepto similar, pero en este caso desde una perspectiva meramente de la crítica literaria. Intenta englobar de esta manera a todo un grupo de textos de la literatura argentina donde lo privado cobra relevancia. Las llama también “escrituras del yo”. Un movimiento que incluye diarios íntimos, cartas y confesiones, también blogs y relatos, donde lo que se busca es diluir la frontera entre la literatura y la vida real.
Una característica particular de este enfoque, es que Giordano diferencia entre la esfera privada y la intimidad. Impone así un límite al giro autobiográfico. No cualquier cosa que esté relatada en primera persona, o relate intimidades, forma parte de este movimiento. Y en este sentido, critica la banalización de la intimidad.
En un libro posterior43 , Giordano amplía su concepto, entendiendo que el movimiento que intentaba definir formaba parte de un proceso más amplio, y toma para ello el nombre que utiliza Sarlo (citándola): “Giro subjetivo”. No se trata ya solo de un movimiento literario, sino que se describen ejemplos provenientes de otros espacios de la cultura, y la ciencia.
III. Vinculación y Conclusiones
III.1 Relación entre “tretas del débil” y “giro subjetivo”
Sin giro subjetivo, las tretas del débil hubieran pasado desapercibidas. El giro subjetivo implicó muchos cambios en diversos ámbitos de la cultura y la subjetividad. En particular, dentro de la academia, permitió el desarrollo de un interés por la individualidad de la vida privada. La historia de la vida privada, también es historia, y es relevante para explicar la actualidad. El sentido de la historia, de escribir historia, de investigar lo que sucedió, está en el presente y no en el pasado 44. Las vidas privadas del pasado, que se conservan en cartas, diarios, expedientes judiciales 45, u otros medios, cobran interés porque en el presente también aumenta el interés por las vidas privadas.
Uno de los descubrimientos que fueron posibles gracias a este nuevo interés, es la existencia de las tretas del débil. La historia no es un relato único y monolítico. No es la historia de los grandes personajes, sino que cada historia es parte de la historia. Las tretas del débil muestran que el orden constituido por el poder no es ineludible.
III.2 Conclusiones
Sería un riesgo pensar a la historia como una realidad sin fisuras. Creer plenamente en el relato de la historia que el poder quiso transmitir. Tal vez, mirando el presente sea más fácil advertir que hay cultura, estructuras, y formas que escapan a lo hegemónico. Pero es posible que el riesgo de hacer historia así, lleve a pensar que también el presente es chato, y carente diversidades.
En particular cuando se advierte que fragrante y deliberadamente quien escribió la historia quiere borrar parte de ella, se hace indispensable el giro subjetivo que permita prestarle atención a la parte de la historia que no se contó. Y cuando contar esa parte de la historia estuvo prohibido (hasta incluso, so pena de muerte) es necesario recabar en los rincones de lo que sucedió pero nadie se atrevió a contar. Releer las cartas, los diarios íntimos escondidos, y todo lo que revele que hubo subjetividades que se intentaron acallar. Buscar las “tretas del débil” que muestren cómo se intentó escapar, eludir, y hacer, aunque estuviera prohibido 46.
Bibliografía
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VON CLAUSEWITZ, KARL “De la Guerra”, Agebe, 2004
2 Ibíd. Pág.18
3 Ibíd.
4 Ibíd.
5 Ibíd.
6 Ibíd. Pág.19
7 MICHEL DE CERTEAU, La Invención de lo Cotidiano. 1.Artes de Hacer, Nueva edición, establecida y presentada por Luce Giard, Universidad Iberoamericana, México D.F., 1996.
8 Literalmente “hacer la peluca”.
9 https://fr.wiktionary.org/wiki/faire_la_perruque
10 MICHEL DE CERTEAU Op. Cit.. Pág.28
11 Ibid. Pág.30
12 Ibid. Pág.40
13 Ibid. Pág.43
14 Ibid. Pág.44
15 Ibid. Pág.46
16 KARL VON CLAUSEWITZ, “De la Guerra”, Agebe, 2004
17 Ibid. Pág.291
18 Ibid. Pág. 45
19 Ibid. Pág.275
20 Ibid. Pág. 210
21 NICOLÁS MAQUIAVELO, “El Arte de la Guerra”, Luis Navarro (traducción), Miguel Saralegui (notas), Escuela Superior del Ejercito, Madrid, 1975.
22 Ibid. Pág. 205
23 Ibid. Pág.185
24 Ibid. Pág.223
25 JOSEFINA LUDMER, “La Sartén por el mango”, “Las tretas del débil”, Ediciones El Huracán, Puerto Rico, 1985.
26 Cf. BEATRIZ SARLO Op. Cit.
27 Cf. Ibíd. Pág.17-22
28 Ibíd. Pág.17
29 Ibíd. Pág. 18
30 Ibíd.
31 Cf. Ibid. Pág.160-162
32 Ibíd. Pág.161
33 Ibíd. Pág.162
34 GÉRARD NOIRIEL, Sobre la Crisis de la Historia, Traducción de Vicente Gómez Ibañez, Ediciones Cátedra, Madrid, 1996. Pág.139
35 En particular por: RICHARD RORTY, The Linguistic Turn: Essays in Philosophical Method, University of Chicago Press, Chicago, 1992.
36 CRISTIÁN GONZALEZ, IIIº Encuentro Internacional: "Giros Teóricos. Fronteras y perspectivas del conocimiento transdisciplinario", Hist. educ. anu. vol.10, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2009.
37 LEONOR ARFUCH, El espacio biográfico, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2007.
38 Ibid. Pág. 17
39 Ibíd.
40 Ibid. Pág. 247
41 Ibid. Pág.191
42 ALBERTO GIORDANO, El giro autobiográfico de la literatura argentina actual, Mansalva, Buenos Aires, 2008
43 ALBERTO GIORDANO, Vida y Obra. Otra vuelta al giro autobiográfico, Beatriz Viterbo, 2013
44 Cf. BEATRIZ SARLO. Op. Cit. Pág. 159
45 P.Ej. CARLO GINZBURG, El Queso y los Gusanos. El cosmos según un molinero del siglo XVI, Traductor: Francisco Martín Arribas, Ediciones Península, 2016
46 Cf. BEATRIZ SARLO. Op. Cit. Pág. 162
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