Eletícia Isabel Pinargote Macías
María Gabriela Chávez Loor
Universidad Técnica de Manabí, Ecuador
pochovale55@gmail.comResumen
El presente trabajo tiene como objetivo analizar la afectación que tiene la violencia de género en la autoestima de las mujeres y cómo a través de ésta, se logra llegar a distorsionar su autoconcepto en los diferentes aspectos de su vida, asimismo explica las diferentes razones por las que una mujer es presa de la relación de maltrato. La metodología utilizada es de tipo descriptiva apoyada en la técnica de la encuesta que se aplicó a las usuarias de la Fundación Nuevos Horizontes de la Ciudad de Portoviejo para legitimar los daños psicológicos que se producen al ser víctima de algún tipo de maltrato. Para corroborar los datos de la encuesta se aplicó una entrevista a la Psicóloga Clínica de la fundación y en la fundamentación teórica científica se hizo una exhaustiva revisión bibliográfica actualizada. Entre los resultados más reveladores alcanzados se puede mencionar la negación de las mujeres al ser víctimas del maltrato por consecuencia de la denigración de su autoestima provocando que estas acepten y crean merecer diferentes clases de abusos. En conclusión se pudo determinar los diversos los factores que influyen en la violencia de género, pero los principales son los patrones culturales y las desigualdades económicas y cómo estos afectan enormemente la autoestima de la mujer, la que a su vez acarrea consecuencias nefasta en la psiquis a través de los años.
Palabras claves: violencia de género, autoestima, autoconcepto, maltrato, daños psicológicos,
GENDER VIOLENCE AND ITS AFFECTION IN THE SELF-ESTEEM OF WOMEN
ABSTRACT
The present work aims to analyze the impact of gender violence on women's self-esteem and how, through this, it is possible to distort their self-concept in the different aspects of their lives, also explains the different reasons for the that a woman is prey to the mistreatment relationship. The methodology used is of descriptive type supported by the technique of the survey applied to the users of the New Horizons Foundation of the City of Portoviejo; to legitimize the psychological damages that occur when being victim of some type of abuse. In order to corroborate the data of the survey an interview was applied to the Clinical Psychologist of the foundation. An exhaustive bibliographical revision was made to base with scientific theoretical basis. Among the most revealing results achieved can be mentioned the denial of women to be victims of abuse because of the denigration of their self-esteem causing them to accept and create merit different kinds of abuse. In conclusion, it was possible to determine the various factors that influence gender violence, but the main ones are cultural patterns and economic inequalities and how they greatly affect women's self-esteem, which in turn has harmful consequences in the psyche through the years.
Keywords: gender violence, self-esteem, self-concept, abuse, psychological damage.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Eletícia Isabel Pinargote Macías y María Gabriela Chávez Loor (2017): “La violencia de género y su afectación en la autoestima de la mujer”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, (abril-junio 2017). En línea:
http://www.eumed.net/rev/cccss/2017/02/violencia-mujer.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/cccss1702violencia-mujer
Introducción
Una de las grandes problemáticas que hoy centra la atención en los nuevos conceptos de equidad es la violencia de género que surge como un movimiento a partir de una construcción social que tiene repercusiones de índole grupal y social. Esta implicación en su momento resulta muy complejo afrontar, sobre todo en las relaciones de pareja por referirse a un tema que intimida a la mujer por el temor a develar una realidad de la cual es presa y que el mundo exterior en la mayoría de los casos desconoce. Ante esta realidad, las Naciones Unidas en la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en 1994, declara la violencia de género como todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada. De acuerdo a un estudio realizado por este organismo (ONU) seis de cada 10 mujeres sufren algún tipo de violencia de género en el Ecuador. En el 2013 la Institución Nacional de Estadísticas Y Censos da a conocer que la violencia de género es una realidad que las mujeres ecuatorianas viven en su cotidianeidad. Según Alison Vásconez, especialista de ONU Mujeres, en la actualidad “la violencia de género se mantiene más o menos en los mismos niveles” que hace 20 años.
El mismo acuerdo cita que el 60,6% de las mujeres en Ecuador ha vivido algún tipo de violencia. La violencia de género sobrepasa el 50% en todas las provincias del país. El 90% de las mujeres casadas o unidas que han sufrido violencia no se ha separado de su pareja. 9 de cada 10 mujeres divorciadas han vivido algún tipo de violencia de género.
Según el Ministerio del Interior, el 54% de casos de muerte violenta fueron por femicidio. La violencia hacia la mujer, que generalmente se da en el ámbito de las relaciones conyugales o de pareja, se sustenta en un conjunto de concepciones y modelos de ser hombre y de ser mujer que se denominan comúnmente «machismo». El varón se configura como padre, autoridad en el hogar, trabajador, proveedor, con dominio en lo público. Las mujeres se construyen socialmente centradas en la maternidad, protegidas por los varones, dedicadas al hogar y a la crianza y con dominio en lo privado (Salinas y Carvajal, 2006). Parte de ello se debe a la organización patriarcal, en donde la mujer y los hijos aparecen subyugados.
El tipo de violencia que más propicia el hombre es la violencia psicológica ya que es ésta la que se enmascara con más facilidad al inicio de una relación amorosa, el 5% de los varones utiliza la desvalorización de la apariencia física desde el primer momento de la convivencia. Este porcentaje aumenta hasta el 15% después de 4 años de matrimonio. (Álvarez.A Guía para mujeres maltratadas.2002)
Objetivos
Identificar las diferentes formas que tiene un agresor de quebrar la autoestima de su víctima y las consecuencias que acarrea esa relación de maltrato.
Explicar las situaciones de violencia de género, en sus diferentes términos y los patrones culturales que no permiten a la mujer salir de su sumisión.
Analizar la deformación del auto concepto de la mujer por la cual esta acepte vivir en una vida de violencia.
Metodología
Por la naturaleza de la temática se aplica una metodología de índole descriptiva, ya que describe hechos y realidades en torno al problema planteado, es de carácter cuali- cuantitativo, debido a que en este tipo de investigación el manejo de la información se realiza a través de pruebas que puedan verificar sus resultados y que permita la construcción de datos, asimismo en la revisión de material bibliográfico, encuestas y entrevistas personales. Para esto se tomó como radio de acción la Fundación Nuevos Horizontes; una ONG dedicada a defender los derechos de las mujeres en Portoviejo, Manabí, que trata de empoderar a las mujeres para reportar la violencia a través de canales legales y ha servido de fortalecimiento a instituciones públicas como la Fiscalía General del Estado, las Comisarías de la Mujer y la Familia (CMF), organismos de la policía que reciben, procesa y sanciona casos de violencia doméstica y acompaña a las usuarias a través de procesos legales e identifica cuellos de botella. La Fundación Nuevos Horizontes promueve políticas más sensibles al género, ha creado procesos más transparentes y ha incrementado la eficiencia en el tratamiento de esta problemática social.
Las condiciones de las mujeres que asisten a este albergue padecen de vulnerabilidad y desconfianza por el mismo hecho de ser abusadas de una u otra forma en sus vidas, pero a través de la terapia psicológica y asesoría legal esta fundación procura crear un clima Psicosociológico positivo en las mujeres que acuden a este centro.
Para la obtención de información primaria se aplicó encuesta a quince mujeres que son usuarias de esta organización y que son o han sido víctimas de algún tipo de maltrato. Asimismo, se aplicó una entrevista a la psicóloga de la institución, quien facilitó información centrada en la comprensión del problema desde el punto de vista profesional; los resultados alcanzados han permitido tener la convicción de cómo el maltrato desvaloriza el autoconcepto de la mujer.
Desarrollo
La violencia en contra de las mujeres ha sido denominada por las Naciones Unidas (ONU) como “El crimen encubierto más numeroso del mundo” Larraín y Rodríguez, 1993). En relación a este crimen se puede destacar que en la realidad sociocultural hispana se considera un aspecto del día a día ya que, el "verdadero hombre" debe tener ciertas particularidades para que se lo considere como tal y no como afeminado u hombre a medias. Las características que sobresalen del macho con su heterosexualidad son en su carácter sexual y su agresividad. El hombre debe sobresalir y demostrar su capacidad fálica en sus conquistas y su fuerza al momento de no dejarse mandar por el sexo opuesto ya que él lo considera débil e inferior.
Un hombre machista aplicará de una u otra manera algún tipo de violencia, por creerse poseedor del sexo femenino “Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada” (Aranda y Alguacil, 2005). Corrobora este argumento la Organización Mundial de la Salud (OMS) que define a la violencia como el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otras personas o un grupo o una comunidad. (OMS 2008).
Al respecto es común escuchar al hombre vanagloriarse de su fuerza y cómo ésta crea dominio e intimidación en la relación hombre - mujer; existen en el mundo muchas mujeres subyugadas a este pensamiento que la despoja de su propio yo para convertirse en un instrumento del sexo opuesto, así lo confirma el Diccionario de la Lengua española. 2005 Espasa-Calpe, al definir al machismo como actitud y comportamiento de quien discrimina o minusvalora a las mujeres por considerarlas inferiores respecto a los hombres. Si se hace una mirada al pasado se puede observar que el machismo es producto de una sociedad patriarcal en donde todo el aspecto de relaciones estaba al mandato del hombre, una sociedad que estereotipó el comportamiento de la mujer “sumisa” avasallada bajo la dominación del varón, el macho el hombre, concepciones que obedecen a construcciones culturales que marcaron de manera radical el sitio de la mujer en la sociedad.
Las mujeres han logrado importantes avances en diferentes ámbitos, uno de ellos es el mejoramiento de sus condiciones económicas, sin embargo persisten desigualdades y discriminación en esferas tales como empleo, ingresos, acceso a recursos económicos que redunda en la falta de autonomía y empoderamiento económico. Las desigualdades económicas reducen las capacidades de las mujeres de actuar y tomar decisiones incrementando las condiciones propicias para las violencias basadas en el género, puesto que crean, refuerzan y exacerban las prácticas y creencias culturales sobre el “deber ser” de hombres y mujeres. La violencia intrafamiliar está particularmente vinculada a la falta de empoderamiento económico de las mujeres que se traduce en la normalización cultural de las conductas violentas al interior del hogar. Este factor “puede determinar que para una mujer sea difícil o peligroso abandonar una relación en la que se producen malos tratos”.
Partiendo de una visión sociológica el género es una variable que debe ser estudiada dentro de las relaciones y estructuras sociales, entendida como una construcción social que estudia las diferencias de roles que se generan entre las mujeres y los hombres, sus relaciones, perspectivas e identidades que alude a determinantes socioculturales (Valdez 2012).La cultura está conformada por valores, prácticas, relaciones de poder y procesos sociales, políticos y económicos, que se entrelazan en la vida cotidiana de las personas y de las comunidades creando patrones culturales de comportamiento que no son de manera alguna un conjunto estático y cerrado de creencias y prácticas.
Para el alcance de resultados más precisos referente al machismo, la violencia de género, sus consecuencias y todo lo que engloba para que este tipo de afectaciones aún existan en la sociedad se partió de los siguientes cuestionamientos:
¿Cómo los hombres disminuyen la confianza de las mujeres para usarlo a su beneficio, cuáles son los mecanismo que aplica?
¿Cómo la sociedad influye a través de los roles socioculturales en la sumisión de las mujeres, ante el maltrato?
¿Cuál es la importancia del auto concepto en el comportamiento de las mujeres en la toma de decisiones para seguir siendo víctimas de la violencia de su cónyuge?
Estas interrogantes, han servido de norte para recabar la información relevante y necesaria para revisar de manera exegética el por qué permanece anquilosado del pensamiento machista en la sociedad y con él las afectaciones en la psiquis de la mujer y su rol en la sociedad, sobre todo la cultura latinoamericana.
Varias investigaciones muestran que existen altos índices de maltrato alrededor del mundo, pero según ONU Mujeres (el organismo de Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer), de los 25 países en los que se comete un mayor número de homicidios y agresiones a la mujer por cuestiones de género, 14 son latinoamericanos. En el Diario digital ecuadorinmediato.com, se presentan cifras elevadas en los casos de violencia de género: Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) del Ecuador, 6 de cada 10 mujeres del país ha sufrido algún tipo de violencia del total de afectadas, además, se estima que el 76% ha sido violentado por su pareja o expareja.
La violencia de pareja adopta diferentes manifestaciones. La mayoría de los abusos físicos solo aparecen cuando la mujer se resiste a la violencia psicológica y en muchas ocasiones la mujer no tiene conciencia de estar sufriendo abuso. Cuando la violencia física no parece intencionada la mujer no siempre la reconoce como tal, sobretodo en sus inicios (pequeños empujones, agresiones menos graves…) (Hirigoyen, 2006).
Varias investigaciones muestran el impacto de la violencia de género en los diferentes aspecto de la vida de la mujer ya sea laboral, en la salud, en el bienestar emocional de su núcleo familiar, otros. En la experiencia del proceso de recabación de información se pudo evidenciar cómo las usuarias de la FNH tienen estos rasgos característicos en su vida cotidiana, con frecuencia son sometidas al mandato del cónyuge o esposo, son víctima de la dependencia económica, la humillación, la sumisión en cuanto a la toma de decisiones, entre otros, fue fácil detectar que la mayoría de ellas no son conscientes de esta subordinación, pues consideran como algo normal e incluso justifican los maltratos sintiéndose merecedoras de ese trato, que denota la baja valoración que tienen de sí misma.
Es importante enfatizar que este comportamiento obedece a la falta de autoestima de las que son presas las féminas; entendida ésta como la valoración que hacemos de nuestro auto concepto. La autoestima está estrechamente relacionada con la inteligencia con el nivel cultural, con el nivel socio-económico, con el sexo, con la edad, ya que según el Psicólogo Abraham Maslow, En su obra “Motivations and Personality”, publicada por Harper and Row en 1954, la "Auto-realización", es la manera de alcanzar la felicidad y bienestar. Esto conllevaría a una alta autoestima ya que elevaría el nivel general de aceptación que una persona tiene respecto a si misma y en cambio el no poder tener reconocimiento por los propios logros, puede llevar a la persona a sentirse inferior o fracasada.
Vale la pena detenerse y ahondar en el tema de la autoestima, ya que es el pilar donde se asienta el ideal del ser humano y es el motor que mueve sus aspiraciones y le impulsa a alcanzar sus metas; sin embargo, ésta se distorsiona y coarta ante los eventos repetitivos que son parte de la cotidianeidad de una mujer que es víctima de abusos y maltratos. Según la teoría de la intermitencia (Dutton y PAinter, 1993) el agresor logra que su víctima mantenga una dependencia emocional a través de la destrucción de su autoestima, según esta teoría la intermitencia entre los tipos de trato en sus formas más extremas es uno de los factores que intervienen en la perpetuación de la relación abusiva. En consonancia con lo citado en el párrafo anterior, la afectación de la autoestima y sus consecuencias en la víctima se encuentra la teoría de la indefensión aprendida (Seligman, 1975; Walker, 1979), la que sostiene que la víctima se mantiene pasiva dentro de la relación, sin la esperanza de que la violencia acabe, ya sea por miedo de que el castigo aumente o porque crea que al final de cuentas esta merece ser castigada, por cuanto su opresor se ha encargado de destruir su confianza en sí misma.
El síndrome de la mujer maltratada Nieves (2007), lo define como una adaptación a la situación aversiva caracterizada por el incremento de la habilidad de la persona para afrontar los estímulos adversos y minimizar el dolor, además de presentar distorsiones cognitivas, como la minimización, negación o disociación; por el cambio en la forma de verse a sí mismas, a los demás y al mundo. También pueden desarrollar los síntomas del trastorno de estrés postraumático, sentimientos depresivos, de rabia, baja autoestima, culpa y rencor; y suelen presentar problemas somáticos, disfunciones sexuales, conductas adictivas y dificultades en sus relaciones personales. Uno de los principales problemas que acarrea una mujer que ha sido víctima de maltrato es la baja autoestima y las consecuencias que trae consigo esta sintomatología a lo largo de su vida son nefastas como mantener una relación tóxica producto de su agresor o involucrarse en otra relación con las mismas condiciones llegando así a convertirse en un círculo vicioso. Otro efecto de la baja autoestima es que se vuelven mujeres inseguras, les es difícil relacionarse con los demás o hablar de sus pensamientos y sentimientos por temor a ser tema de burlas y humillaciones; otra consecuencia es la incapacidad de proyectarse por sí mismas con metas y objetivos, son objeto de pensamientos negativos. Las consecuencias antes mencionadas afectan en gran escala el autoconcepto ya que está ligado a la autoestima. La distorsión del autoconcepto conlleva a problemas de personalidad manifestado en la distorsión de la autoimagen teniendo como resultado desinterés y apatía por la vida, problemas alimenticios, dificultades para conciliar el sueño lo que acarrea depresión y ansiedad.
Frente al análisis de los diferentes enfoques de los autores citados que “La mujer víctima de un abusador no lo elige, sino que es resultado del antifaz que cubre el verdadero rostro de su victimario que la envuelve con su manipulación, al ser seducida, engatusada y engañada mediante la técnica del “amor”, el chantaje moral, que con frecuencia el hombre machista utiliza en la relación afectiva, todas sus acciones tienen un fin pre determinado, sus acciones son premeditadas al entrar en la vida de su víctima con una máscara que va quitándose de a poco hasta mostrar su verdadero ser, cuando ya la victima ha caído en su trampa, siente que su vida le pertenece a él y le es difícil alejarse del victimario que es la persona que escogió como pareja, esposo, compañero, porque ya tiene una venda en los ojos que le impide ver la realidad o tiene esta falsa ilusión que cambiará, que volverá hacer el mismo hombre que conoció al principio de la relación y en consecuencia la víctima siente miedo de abandonarlo por temor a represalias y amenazas considerando que la mejor opción es callar, aguantar, perdonar… olvidar y entrar en negación o asume un estado de racionalización donde crea una narrativa falsa para justificar el hecho de ser agredida por su opresor.
Resultados
La muestra está compuesta por un total de 15 mujeres usuarias de la Fundación Nuevos Horizontes, que es una ONG sin fines de lucros que ayuda a estas mujeres con asesoría legal, intervención psicológica y de trabajo social. Todas ellas han participado en un programa de intervención psicológica y socioeducativa sobre la violencia de género e intrafamiliar. Para la selección de la muestra se han tenido en cuenta los siguientes criterios de inclusión: ser mujer y usuaria de la fundación , ser mayor de 18 años, no padecer ningún trastorno mental grave, no existir abuso actual de consumo de sustancias y participar de manera voluntaria en el programa.
Dentro del contexto de la pregunta uno, se puede analizar que la mayoría de mujeres han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, pero con mayor porcentaje esta violencia Psicológica, que es la que mayor afectación en la autoestima y por ende del auto concepto.
Al respecto a la apreciación de la apariencia física se puede evidenciar que las mujeres encuestadas tienen baja autoestima, el mayor porcentaje lo obtuvo la opción regular, se puede considerar que este criterio obedece al daño ocasionado por algún tipo de violencia, los resultados denotan una seria insatisfacción con su imagen personal; factor primordial en la seguridad confianza en sí mismo. El no sentirse agraciada las hace sentirse inferior, poco importante y por ende enquistarse al lado de una persona de la que solo recibe malos tratos.
A partir de los resultados que refleja el cuadro 3 se puede visualizar que la mayoría de mujeres sienten frustración, sin lugar a dudas este estado se debe al hecho de ser víctimas de maltrato lo que provoca inseguridad o sumisión, esta frustración se debe a varias causales como el no haber estudiado o no alcanzar alguna meta personal por falta de decisión o apoyo de su pareja o en un momento determinado.
La economía ha sido siempre una de las causales de mayor relevancia de sumisión de la mujer hacia el hombre. En el cuadro citado se puede verificar que la mayoría de mujeres consideran al hombre como la base del sostenimiento económico del hogar, situación que las condiciona a vivir sometidas, humilladas, maltratadas, acarreándoles secuelas en su autoestima que son irreversibles a largo plazo.
Con respecto a los resultados del cuadro 6 se puede confirmar que la mayoría de mujeres que han sido maltratadas padecen todas las sintomatologías citadas por cuanto marcaron todas las anteriores; se revela en este cuadro un marcado maltrato Psicológico que quebranta a la mujer afectando a su psiquis y acarreando diferentes afectaciones en su persona.
Se obtiene como respuesta esencial que siempre en las discusiones que se generan en la relación ellas tienen sentimientos de culpa, pero esto ocurre por el mismo estado psicológico en que se encuentran, sin duda, aquí se puede observar a mujeres sumisas y que están aceptando el error de otro como si ellas siempre estuvieran erradas
Los resultados revelan que la gran mayoría de mujeres piensan que depende de la situación de cómo se debe manejar una relación, pero lo sorpresivo es que solo tres mujeres que corresponden al 20% contestaron equidad en la relación, dando así una pauta para creer que fue una respuesta enmascarada que dio el 73,3% de las mujeres, ya que equidad sería lo más justo en una relación de pareja que se consideran iguales.
Dentro de las respuestas del cuadro 8 se puede analizar que la mayoría de las mujeres han experimentado diferentes tipos de tratos en una relación sexual ya sea de una forma positiva como negativa, es decir que la gran mayoría ha sido instrumento de abuso sexual por parte del hombre y que muchas mujeres ignoran el hecho.
El presente cuadro revela que la mayoría de las mujeres encuestadas se inclinan en tener a su lado un buen padre que con un buen esposo, resultado que permite deducir un gran grado de sumisión de la mujer, como ya se evidenció en el cuadro 4 puede deberse al miedo de quedarse sin una figura paterna para sus hijos o carecer de la ayuda económica.
Conclusiones
Luego del análisis de los resultados de los instrumentos aplicados y la revisión bibliográfica se puede determinar que las mujeres soportan los maltratos producto de su baja autoestima, se sienten frustradas y fracasadas; los diferentes tipos de maltratos que tienen que vivir no dejan que ellas reaccionen y no permitan los abusos a los que son sometidas en su cotidianeidad. Estas mujeres maltratadas por lo general asumen como normal el comportamiento machista, desconocen el nuevo rol que tiene la mujer en la sociedad, una convivencia en equidad dada por la ley, pero que se sigue imponiendo la violencia del hombre ante cualquier sugerencia de una relación diferente.
El hombre maltratador tiene como arma principal quebrantar a su víctima en la destrucción de su autoestima, al principio con críticas e insultos enmascarados, luego insultos abiertos, humillaciones y burlas, acompañado de golpes, agresiones sexuales y por último infundir miedo por medio de amenazas para tener el control absoluto de su vida. Se puede prescribir que la desvalorización de la mujer violentada distorsiona su autoconcepto desde el punto de vista de su victimario, convirtiéndose en un ser sumiso, desconocedora de la protección y oportunidades que la sociedad actual le puede ofrecer.
En la entrevista realizada en la Fundación Nuevos Horizontes a la Psicóloga Clínica del lugar Delia Montero, manifestó que los factores de la violencia son diversos como el alcoholismo, Ignorancia, La falta de comprensión en las parejas, La drogadicción, el empoderamiento del hombre en la sociedad machista, la negación, otros. A lo largo de la investigación se ha podido corroborar el testimonio de la entrevista debido a que la violencia de género existe en muchas formas posibles y a veces es difícil detectarla o aceptarla como tal, las familias en muchas ocasiones son las que repiten el circulo de la violencia con patrones socioculturales, se puede identificar que existen dos grandes causales determinantes en la violencia de género como son los patrones culturales y las desigualdades económicas, causales que conllevan a efectos que marcan consecuencias cognitivas y psicológicas en la mujer, lo que imposibilitan su normal desenvolvimiento en su contexto social.
Es importante reflexionar frente a este fenómeno que en pleno siglo XXI sigue arraigado en la sociedad, se debe tomar conciencia y asumir una posición más crítica y sensibilizadora. Hasta ahora se han experimentado avances en los problemas de género desde la legalidad, sin embargo, la realidad es otra, hay un gran porcentaje de mujeres violentadas que desconocen sus derechos. Es importante que se creen procedimientos que promuevan la práctica de una equidad de género con marcos conceptuales más abiertos y flexibles, entendiendo que el hombre no es diferente a la mujer sino que el uno es complemento del otro.
Referencias bibliográficas
** CHAVEZ LOOR MARÍA GABRIELA EGRESADA DE LA CARRERA DE PSICOLOGÍA CLÍNICA L AÑO 2016
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