Revista: CCCSS Contribuciones a las Ciencias Sociales
ISSN: 1988-7833


LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA Y SU RECEPCIÓN EN UNA CIUDAD CUBANA ENTRE 1936 Y 1939

Autores e infomación del artículo

Alina González Noa

Vero Edilio Rodríguez Orrego

Universidad de Cienfuegos, Cuba

vrodriguez@ucf.edu.cu

Resumen
      El presente trabajo analizó las expresiones ideológicas generadas entre las diferentes capas, clases y grupos sociales, a partir de la recepción de la Guerra Civil Española en Cienfuegos: una ciudad cubana del centro-sur del país, durante los años en los que se desarrolló el conflicto (1936-1939).Se verificó la existencia de pocas investigaciones de este tipo en el resto de las regiones y localidades del país ya que la mayor parte de las realizadas en Cuba hasta el momento han tomado a La Habana como centro de atención. Para llevar a cabo su estudio se consultaron fuentes bibliográficas, periodísticas y documentales, que a través del método general de la crítica histórica, permitieron reconstruir los aspectos esenciales del tema objeto de análisis y develar aspectos inéditos de la sociedad cienfueguera durante la etapa de referencia. Asimismo el estudio se suma a los esfuerzos por dar cuenta de las múltiples formas en que se manifestó la solidaridad internacional con la República Española.

Palabras claves: Guerra Civil Española, recepción, Cienfuegos, expresiones ideológicas, exilio republicano


Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:

Alina González Noa y Vero Edilio Rodríguez Orrego (2016): “La Guerra Civil Española y su recepción en una ciudad cubana entre 1936 y 1939”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, (abril-junio 2016). En línea: http://www.eumed.net/rev/cccss/2016/02/guerra.html

http://hdl.handle.net/20.500.11763/CCCSS-2016-02-guerra


Introducción

Durante las  décadas 20 y  30 del siglo XX,  ocurrió  un fenómeno que caracterizó el desarrollo de las naciones de la Europa Occidental: la proliferación de gobiernos dictatoriales con rasgos pro-fascistas. Los casos más conocidos y mencionados por las dimensiones de su evolución son Alemania e Italia. Sin embargo, en contraposición a  esta situación se conformó en abril de 1931 un régimen republicano en España.       
El levantamiento militar desatado en 1936 contra la 2da República Española (1931-1939) demuestra el interés de los sectores conservadores de frenar el avance de las ideas progresistas de la época, dígase democráticas, socialistas o comunistas. La intervención en esta lucha de fuerzas extranjeras,  tanto en el bando republicano como en el falangista muestra el enfrentamiento de dos concepciones ideológicas antagónicas a nivel internacional y no únicamente en el contexto peninsular. El movimiento de solidaridad con la España republicana fue apoyado por los sectores de izquierda de buena parte de los países del mundo, incluyendo a Cuba  donde asumió características específicas.
La guerra civil desatada en España tuvo una gran repercusión a nivel mundial  y específicamente en Latinoamérica. Esto produjo la extensión del conflicto a diversas localidades de Cuba, tal fue el caso de la ciudad de Cienfuegos donde se manifestó a través del accionar de diferentes grupos sociales, estimulado por la presencia de exiliados republicanos, buena parte de ellos, intelectuales. Estas acciones estuvieron vinculadas a la lucha democrática  del sector obrero, que  se manifestó desde el inicio en contra del fascismo europeo. Incluso, al culminar la guerra los obreros cubanos mantuvieron su posición antifascista ante el empuje de las potencias en pugna durante la Segunda Guerra Mundial. 
Se asume como marco temporal el período 1936-1939 porque establece, desde luego, el inicio y fin del conflicto peninsular. Además, durante el período señalado en Cuba se da un proceso de reorganización de las fuerzas políticas tras el fracaso del proceso revolucionario de los años 30 que abarca todo el quinquenio 1935-1940. Los sucesos de la España republicana sirvieron como elemento aglutinador de todas las fuerzas cubanas de izquierda de cara al  proceso constituyente que viviría la nación durante el año 19401 .
Han sido varias las investigaciones realizadas sobre la repercusión ejercida por la Guerra Civil Española en diferentes áreas del mundo. La presente investigación pretende estudiar cómo reaccionó la sociedad cienfueguera  ante el conflicto. Por tanto, lo que se propone es estudiar las peculiaridades de su recepción en una ciudad del interior de la isla 2.
Sobre las consecuencias del conflicto sobre todo para el exilio se han editado numerosas obras entre las que destacan las de Consuelo Naranjo Orovio3 . Una  de sus publicaciones más significativas es: Cuba, otro escenario de lucha. La guerra civil y el exilio republicano español. (1988). Aunque su obra es un referente obligatorio sobre este tema, es necesario destacar que, aunque brinda algunos datos aislados sobre algunas localidades del país su estudio se centra principalmente en el nivel nacional.

La mayor parte de la producción literaria cubana sobre la Guerra Civil Española está basada en testimonios, biografías y memorias de personas que vivieron o sintieron los efectos de la guerra de forma directa o indirecta. Desde el ámbito de las ciencias históricas destaca la compilación La Guerra Civil Española en la sociedad cubana. Aproximación a una época4 de la historiadora y profesora universitaria cubano-española Áurea Matilde Fernández Muñiz. El análisis de la ayuda brindada tanto al grupo republicano como al falangista, la percepción de los intelectuales cubanos, la fundación de asociaciones y la integración de los emigrados a nuestra sociedad son temas clave que se abordan en el texto. A pesar de abordar varias aristas sobre el tema uno de los elementos poco trabajados hasta el momento es cómo se manifestó la guerra en las ciudades hacia el interior del país. 

 En el ámbito regional y específicamente en la ciudad de Cienfuegos, los historiadores locales apenas han abordado el tema. La búsqueda bibliográfica realizada reportó la existencia de un trabajo investigativo titulado "El movimiento obrero en Cienfuegos". (1935-1947) de la historiadora Violeta Rovira. En éste se hace una breve reseña de las actividades contra las tendencias pro-fascistas del sector obrero en la ciudad, pero no va más allá de la mera descripción. Además, se consultaron los trabajos de la investigadora Victoria María Sueiro, en particular el artículo "Huellas y momentos cronológicos del exilio republicano español de 1939 en Cienfuegos", que aporta algunos datos importantes sobre el campo de investigación.

A partir de lo antes declarado, se pueden precisar las siguientes carencias: el tema en Cuba ha sido mayormente tratado desde la literatura y en menor medida desde el punto de vista historiográfico. Los estudios sobre la repercusión de la Guerra Civil Española en la sociedad cubana,  abordados desde la perspectiva ofrecida por la historiografía regional y local son escasos, particularmente en la ciudad de Cienfuegos. En tal sentido, el presente artículo se propone analizar la recepción de la Guerra Civil Española, a través de las expresiones ideológicas de las distintas clases, grupos y sectores sociales en la ciudad cienfueguera entre 1936 y 1939

El Apoyo cubano a la República de España y la otra cara de la moneda: posturas nacionalistas

Al desatarse la sublevación fascista en España, en Cuba las organizaciones de la clase obrera, los estudiantes, los intelectuales progresistas y los partidos de izquierda se encontraban en la clandestinidad. Tal situación tuvo su origen tras el fracaso de la huelga de marzo de 1935, debido a la brutal represión desatada por Fulgencio Batista5 . El pueblo trataba de conquistar sus derechos y las libertades democráticas,  la ansiada amnistía para los presos políticos y la convocatoria a una Asamblea Constituyente.

A estas luchas en las que estaba el pueblo cubano enfrascado,  vinieron a sumarse las grandiosas movilizaciones de solidaridad y ayuda a la República Española. Éstas, por la espontaneidad  y fuerza que tomaron, fueron imposibles de detener por  el ejército batistiano. De este modo, resultó que las mencionadas consignas de combate contra los gobiernos  reaccionarios y pro-imperialistas  se fusionaron en la práctica con las manifestaciones de solidaridad a la España agredida 6.

Desde muy temprano, la prensa reflejó el sentir del pueblo, y comenzaron a aparecer escritos de numerosos cubanos a favor o en contra de la causa republicana. Entre los órganos de mayor divulgación hubo varias publicaciones periódicas, tanto revistas como diarios, en los cuales se publicó una gran cantidad de artículos de destacadas personalidades de la intelectualidad cubana. En tal sentido, se destacaron en la defensa de la república las revistas Bohemia, Mediodía, Carteles, Islas (de la Universidad de Las Villas), la revista de la Biblioteca Nacional, entre otras 7.

En todo el país se crearon cientos de organizaciones que tenían a su cargo recoger el aporte solidario del pueblo en centros de trabajo como fábricas, industrias, centrales azucareros, puertos, centros estudiantiles y otros. Entre los centros fundados en La Habana  se encuentra La Casa de la Cultura y la Asistencia Social, que agrupó a intelectuales cubanos y españoles. Su propósito fundamental era impulsar la solidaridad con la causa de la democracia en España y en contra del fascismo 8.

      Otra forma importante de ayuda fue la organización de la Brigadas Internacionales bajo la dirección del Partido Comunista de Cuba 9. A las Brigadas se incorporaron numerosos jóvenes revolucionarios cubanos, llegando a constituir una de las más numerosas entre los países de América Latina. Esta información fue ratificada por los intelectuales cubanos Enrique Cirules y María Mercedes Santos luego de su acceso a los materiales desclasificados del Archivo Estatal Ruso de Historia Política y Social donde verificaron que Cuba aportó 1 225 combatientes10 . Expresión de ese internacionalismo fue Pablo de la Torriente Brau11 , por solo citar un ejemplo paradigmático.

      En España pelearon revolucionarios y comunistas de diversas provincias cubanas, tanto obreros, intelectuales como estudiantes. Decenas de ellos, procedentes de las organizaciones y sindicatos antifascistas del país, integraron las filas del Partido Comunista de España. El trance bélico vivido por  esa nación sirvió como  elemento de unidad para todas las fuerzas antifascistas12 . Como parte de esta ayuda solidaria se cuenta  también el apoyo de destacados escritores e intelectuales cubanos que tuvo un carácter masivo e incondicional. Sus defensores desarrollaron numerosos proyectos en función de llevar las más diversas manifestaciones del arte a las masas, a la vez que intensificaron su producción intelectual con el objetivo de enriquecer la cultura española.

       Durante la propia contienda el éxodo masivo de españoles fundamentalmente hacia América Latina, favoreció el asentamiento en nuestra isla de gran parte de la intelectualidad hispana que emigró. Tras el triunfo de las fuerzas franquistas muchos de estos exiliados  se asentaron definitivamente en Cuba. Personalidades destacadas, como Manuel Altolaguirre, Bernardo Clariana, Luis Amado Blanco, Juan Chabás, José Luis Galbe y Concha Méndez, encontraron en la isla un ambiente favorable a pesar de las trabas legales y la difícil situación económica  que  debieron enfrentar 13.

Los intelectuales exiliados no se manifestaron únicamente en el ámbito literario. Esto significa que desplegaron una labor profesional asociándose o fundando diversas instituciones. Un ejemplo destacado, fue la Casa de la Cultura, que por su definida posición política,  experimentó un incremento notable de sus miembros procedentes del exilio y la colonia española en Cuba 14.

Sin dudas la Guerra Civil Española despertó desde temprana fecha profundos sentimientos de adhesión con la causa de la República. Las primeras manifestaciones organizadas de solidaridad e internacionalismo fueron expresión del alcance de estos sucesos. Sin embargo, no toda la población sentía y pensaba de la misma manera. El bando nacional o fascista también captó partidarios en Cuba.

En Cuba, al igual que en muchos países del mundo, también  se desarrolló una enconada lucha en contra de la República Española. Entre los emigrantes españoles radicados en la isla se polarizaron las fuerzas: unos apoyando a los militares sublevados, unidos a muchos sectores cubanos de la alta sociedad, mientras otros se lanzaron a la defensa de la república. Incluso en las asociaciones regionales españolas se manifestó esta lucha15.

El apoyo a favor de la sublevación fascista  se manifestó de igual forma a través de organizaciones y publicaciones periódicas. Los primeros impactos de la guerra se hicieron sentir con fuerza en la prensa nacional, medio de publicidad que de manera general mostró una imparcialidad temporal frente a las noticias  cablegráficas procedentes de la península. Así y todo, esta regla tuvo por  excepción al Diario de la Marina, rotativo que pronto  transitó de la postura mediadora hasta la identificación plena con los rebeldes16 .

En junio de 1936 se fundó la Sección Cubana del Partido Falange Española de Cuba. Participaban en ella las élites cubanas y españolas, grandes propietarios, un sector de la oligarquía cubana y el clero católico17 . Esta organización contó con el apoyo de José Ignacio Rivero (Pepín), director del periódico Diario de la Marina, el más leído por la colectividad española y la burguesía cubana. También se creó el Comité Nacionalista Español de marcado sentido fascista, además de la Casa de España, lugar de encuentro de los franquistas cubanos y españoles. Esta última fue creada en junio de 1937 con el objetivo de unificar a todos los españoles de derecha 18.

A diferencia del bando republicano, que desde mediados de 1936 y hasta el cierre de 1937, acaparó la atención de no pocos medios de divulgación en el país, el bando falangista tuvo su momento de esplendor entre 1938 y 1939. La Casa de España en su constante accionar continuó aferrada a la captación de adeptos, al envío de dinero y productos a la zona nacionalista además de una vigorosa campaña de reafirmación incondicional a Francisco Franco 19.

Otro sector de ayuda  incondicional a los sublevados fascistas fue la Iglesia Católica de Cuba, tanto desde los púlpitos como a través de las escuelas religiosas. El claustro de profesores de esas escuelas estaba formado mayormente por monjas y sacerdotes españoles de franca filiación franquista. Los hijos de gran parte de la burguesía española y cubana asistían a estos centros educacionales, razón por la cual muchos de ellos se identificaron con esta vertiente20 .

Al igual que en la otrora metrópoli los españoles en América tomaron partido a favor o en contra del franquismo y así lo manifestaron en sus centros regionales.  Así se evidenció en el Centro Gallego de La Habana21 con la división en dos partes antagónicas representadas por los partidos ya existentes. A la par que en las otras agrupaciones regionales de españoles en Cuba, la élite económica-social de los gallegos controló las funciones directivas del Centro y desplegó una política de apoyo a sus intereses. Los representantes de la ultraderecha española tenían el poder político dentro de la mayor institución regional de los gallegos en Cuba, y desde luego, adoptaron una clara postura de apoyo a las ideas de Francisco Franco22 .

Conforme avanzó el conflicto, los antagonismos propios de una guerra comenzaron a aflorar dentro del entorno hispano-cubano, afectando desde luego, intereses económicos  y comerciales. No obstante, si bien las presiones iniciales en el terreno económico y político no modificaron la posición de Cuba, el reconocimiento pleno del presidente Miguel Mariano Gómez al Gobierno del Frente Popular cambió nueve meses después por la administración de Federico Laredo Brú hacia el “no-intervencionismo”. La posición de neutralidad asumida por el Estado cubano no fue más que la imitación de la política llevada  a cabo por el gobierno norteamericano.

   La importación en tierra caribeña del conflicto  peninsular estuvo presente en cada rincón de la isla. Aunque gran parte de la población apoyó incondicionalmente al bando republicano, no es menos cierto que desde Cuba se desató un fuerte movimiento a favor de los nacionalistas. En las distintas ciudades de  nuestro país, como Cienfuegos,  las expresiones ideológicas a favor de uno u otro bando se manifestaron por   las distintas capas, clases  y grupos sociales.

Escenario socioeconómico político y cultural en la ciudad de Cienfuegos entre 1935 y 1940

Entre 1935 y 1940 la vida político - social  cubana sufrió varias modificaciones. Según la autora Francisca López Civeira: “la aplicación de políticas reformistas se haría desde distintas posiciones y con diversas perspectivas, pero el reformismo se adueñó del escenario político cubano”23 . Los partidos políticos sufrieron transformaciones en concordancia  con los  cambios producidos. El debilitamiento de los partidos tradicionales llevó a una política de alianzas que predominó en los procesos electorales a partir de entonces. Sin embargo, aunque distintas figuras  ocuparon la primera magistratura de la nación, el poder se mantuvo bajo la égida de Batista, quien al frente del Ejército, gozaba del apoyo del gobierno norteamericano.

La realidad cienfueguera fue el reflejo del panorama nacional descrito. Desde 1936 y hasta 1937 existió una gran confusión política en el territorio.  Contribuyeron a ello  factores como la influencia del político Carlos Mendieta en la zona, los intereses de los seguidores del derrocado Gerardo Machado y la existencia de organizaciones obreras, femeninas, campesinas y estudiantiles con actitudes y dirigentes de muy diversas tendencias políticas e  ideológicas24 .

        La vida económica de Cienfuegos continuó caracterizada por las dos actividades fundamentales que la habían definido desde etapas anteriores: azúcar y comercio exterior, pero afectada por la crisis estructural25 .  Los efectos de esta crisis mundial incidieron en el radical descenso de las importaciones en la ciudad cienfueguera. La burguesía prefirió invertir sus capitales en la industria azucarera abandonada por el capital yanqui, y mantuvo  los latifundios.

      La situación económica que caracterizó a Cienfuegos durante el período señalado, evidencia la división de las diferentes clases como reflejo de una Cuba mediatizada y ampliamente controlada por intereses extranjeros. Aunque en la ciudad predominaron los grupos de presión vinculados al capital norteamericano es esencial señalar que la colonia española radicada en la zona tiene una importante participación en la vida económica, política y social citadina.

Tanto españoles como  sus descendientes, participaban en el quehacer diario de la ciudad, así como en organizaciones e instituciones de relevancia social.  Muchas veces intereses culturales fueron utilizados para encubrir los intereses políticos. Es así como se identifica la táctica utilizada para movilizar a la  juventud: partió de la creación de la sociedad titulada Juventud Cultural Deportiva Obrera de Cienfuegos26 . Alrededor de esta asociación creada el 11 de junio de 1929 se fueron nucleando los jóvenes para constituir la Liga Juvenil Comunista.

Al  comenzar 1935 el proceso de desestabilización del gobierno Batista – Caffery – Mendieta era un hecho. La agitación política era mantenida pues la persecución, la represión y los registros por medios violentos eran práctica sistemática del régimen. La situación en Cienfuegos era difícil y  el desempleo era alarmante.    Después del fracaso de la huelga de marzo de 1935  persistió durante meses  el malestar popular en Cienfuegos27 . Contribuía a profundizar ese malestar la reacción anti-obrera desatada. Fueron disueltas las organizaciones del proletariado como en todo el país, primero las participantes en la huelgas y luego el resto de ellas.

La represión de aquellos años se reflejó de igual forma en la cultura cienfueguera. En todos los sectores se mostró la deformada vida económica política y social. Esta situación motivó protestas contra la inserción de costumbres  y tendencias foráneas que trataban de imponerse mediante mecanismos ideológicos. La mayoría de los  artistas e intelectuales cienfuegueros, aunque de procedencia burguesa, se sentían comprometidos con la tradición patriótico-nacionalista y los rasgos distintivos de la identidad nacional cubana. Ante los sucesos de la España agredida, las actividades culturales fueron utilizadas como catalizador del apoyo moral hacia el pueblo español.  Muchos de los eventos realizados en esos años manifestaron de una forma u otra el sentir ante esta situación de los cienfuegueros y la colonia española asentada en la ciudad.    

Capas, clases y grupos sociales cienfuegueros a  favor de la República Española
Hacia la década del 30  del siglo XX en Cienfuegos existían variados espacios con el fin de establecer lazos de sociabilidad entre sus miembros. Estaban dirigidos a diferentes fines: de instrucción y recreo, culturales, deportivos, de beneficencia, socorro mutuo, económicos, profesionales y fraternales. Los emigrantes españoles se agruparon con el objetivo de ayudarse y perpetuar sus tradiciones. Sociedad emblemática y símbolo de lo antes planteado fue el Casino Español Centro de la Colonia Española28 .

Estos espacios de sociabilidad fueron el medio a través del cual se manifestaron las más disímiles expresiones tanto ideológicas como políticas. Pero no sólo ello, muchas de las actividades que se desarrollaron en estos ámbitos eran divulgadas por las publicaciones periódicas locales principalmente los diarios La Correspondencia y El Comercio los cuales propiciaron la conformación de los distintos estados de opinión con respecto a la Guerra Civil Española.

 Debido a la numerosa colonia española asentada en la ciudad habitualmente se publicaba en las páginas de estos diarios noticias relevantes de la nación hispana. Desde el propio inicio del año 1936 se seguía con marcado interés los comicios electorales que definirían la prolongación o no de la Segunda República Española 29. A pesar de la difícil situación en la que se encontraba España, en Cuba y específicamente en Cienfuegos las autoridades españolas, dígase Cónsul y Vicecónsul se mantenían en funciones.

Por eso con motivo de la visita a Cienfuegos del embajador de España en Cuba Luciano López Ferrer asistieron como invitados de honor el Cónsul General de España, el Cónsul de España en Cienfuegos y los presidentes del Casino Español y Club Asturiano de la ciudad. En esta ocasión fue el Club Rotario el organizador del homenaje. 30Al igual que en la celebración del 5to aniversario de la República meses después, destacó en este acto las palabras del joven  orador Enrique Leiguarda 31 una de las figuras más representativas de esta asociación.

Los sucesos que tuvieron lugar en España a partir del 18 de julio de 1936, fueron seguidos con el mayor interés por el resto del mundo, incluso en la ciudad de Cienfuegos. Fue esta una reacción lógica  si se toma en consideración los estrechos vínculos históricos, culturales, religiosos, e incluso familiares entre españoles y cubanos32 . También  existía  una numerosa e influyente comunidad de naturales de España con importantes capitales que desempeñaba un sobresaliente papel en la economía del territorio.

Como es de saber, por razones de origen, donde repercutió con más fuerza aquel alzamiento que pronto derivó en lucha encarnizada fue en el seno de la comunidad española sobre todo en el interior  de sus agrupaciones, las de connotación política y las de carácter benéfico, instructivo y recreativo, que por principio debían mantenerse al margen de las luchas partidistas.  Mas esa imparcialidad fue difícil de mantener en la mayor parte de los casos y las pasiones políticas desbordaron a más de una de aquellas organizaciones.

Tal es el caso del ya mencionado joven orador cienfueguero de origen español   Enrique Leiguarda del  Club Rotario de la ciudad, quien da a conocer junto a Francisco Rodríguez Miyar la creación del partido   Izquierda Republicana Española (IRE)33 en Cienfuegos, siguiendo los pasos de la IRE y el Círculo Republicano Español  de La Habana que de inmediato a través de actos, declaraciones a la prensa  y mensajes escritos trataron de movilizar a toda la opinión pública nacional a favor de los legítimos gobernantes españoles. Apenas una semana después de creada la IRE en Cienfuegos es publicado un amplio artículo en el periódico La Correspondencia dando a conocer los objetivos  de la organización.

      Casi un año después de comenzar la lucha en España, las delegaciones de las embajadas y consulados continuaron respondiendo al gobierno republicano. Por tal motivo al conmemorarse un aniversario más de la  Segunda  República el encargado de negocios de España en La Habana señor Jaime Montero informa por orden del gobierno de su país que quedaban suprimidos los actos de festejo34 . Asimismo quedaron suspendidas las actividades en Cienfuegos a petición del Vice-Cónsul español Sr. José M. Álvarez35 .

En Cienfuegos como en toda la isla, el año 1937 fue el más fructífero en cuanto a movimiento a favor de la República. En este año la ciudad fue sede de varias conferencias impartidas por los elementos más progresistas de la ciudad. Sobresalen entre éstas las del Cónsul de España en Cienfuegos, Luis Aguado Victoria quien ofreció el 18 de julio de 1937 en el teatro Luisa un acto-conferencia  sobre el tema “La situación actual española”. Este acto fue radiado por la emisora C.M.H.J en 1160 kilociclos del Hotel Bristol.  Estuvieron presentes elementos de la colonia española, autoridades, prensa y representaciones del Cuerpo Consular36 .

 El discurso  del Cónsul tenía propósitos bien definidos: duró dos horas y cuarto y en este tiempo se refirió a los orígenes y desenvolvimiento de la guerra en su país, y a su vez  al conflicto internacional que había generado37 . Por último y no menos importante hizo un llamamiento a los españoles de América para que cooperaran al triunfo de las armas izquierdistas38 . La realización de este evento perseguía ganar la adhesión de españoles y cubanos al gobierno legítimo de España y en términos prácticos buscaba recaudar  fondos para enviar al bando de los leales, contribuyendo a consolidar su base logística al poder comprar armas, víveres y otros aseguramientos necesarios para resistir el embate de los nacionalistas.

Los cienfuegueros también aportaron combatientes a la lucha contra el fascismo. El día 20 de julio de 1937 se dio a conocer en las páginas del diario El Comercio la salida de un grupo de jóvenes cubanos y españoles que se dirigían a España a pelear al lado de los leales. El grupo estuvo capitaneado por el cienfueguero Alejandro del Valle Suero, quien iba como corresponsal de la Revista Habanera Carteles, plenamente identificada con la causa republicana39 .

 A pesar de que el inicio de la guerra afectó profundamente el comercio entre las dos naciones, se mantuvo abierto el vínculo con el gobierno republicano.Con este motivo entró al puerto cienfueguero el vapor de bandera republicana “Aralla-Mendi”, que tenía por objetivo  cargar azúcares de las marcas “Caracas”, “San Agustín”, “Pastora” y “Soledad” 40. Estas   reconocidas marcas de azúcar cienfueguera que salieron con destino a puerto español representan un modesto aporte a la causa republicana ya que la mayor parte de esta carga estaba destinada a abastecer a las tropas del Ejército Leal.

Uno de los sectores de la población que mayor interés prestó a los sucesos españoles fue  la juventud. En este sentido,  la Hermandad de Jóvenes Cubanos (HJC) en la ciudad de Cienfuegos jugó un papel destacado. Entre las principales acciones que desempeñó esta organización, se encuentra el acto desarrollado en el cine-teatro Luisa el domingo 5 de septiembre de 1937 a las 9:30 de la mañana.  A este acto estuvieron invitados el joven Dr. Salvador García Agüero, uno de los oradores comunistas de mayor reputación en Cuba, quien asistió junto a Eledia León, ambos delegados de este organismo ante el Congreso Modelo de la Juventud Americana celebrado días antes en los Estados Unidos 41

 El referido acto de propaganda desarrollado con amplio carácter político, ratificó la esencial condición  programática de la HJC: luchar por la democracia.  García Agüero expresó que fue acuerdo del Congreso tomar partido y apoyar al gobierno español radicado en Valencia, por entender que es un gobierno producto del pueblo. Terminó Eledia León al exhortar a la cooperación resuelta de la juventud cienfueguera  en el movimiento cuyo lema fue: “Por la paz, por la democracia y la libertad”42 .

 Las actividades en pro de la República Española  se realizaban en espacios públicos tales como el  cine-teatro Luisa Martínez Casado, el parque Villuendas o el teatro Tomás Terry. Cada evento de este tipo se efectuaba con gran solemnidad  y de manera más sutil, en algunos, o con mayor vehemencia y claridad, en otros, se conminaba a los habitantes de la ciudad a identificarse con la causa republicana. Entre las principales organizaciones que se encargaron de realizar estos actos se encuentra La Hermandad de Jóvenes del Pueblo, el Partido Comunista, y los sindicatos obreros.

 Uno  de los  mayores actos a favor de la república celebrado en la ciudad fue la velada homenaje auspiciada por la Asociación de Auxilio al Niño Español (AANPE)43 en Cienfuegos, a combatientes cubanos procedentes de España que disfrutaban de una merecida licencia por el Estado Mayor del Ejército Republicano. Se encontraban entre éstos el comandante Francisco H Maydagán y el Capitán Pedro Dalmau ex oficial del disuelto Ejército Nacional Cubano.

 Esta importante actividad desarrollada en el teatro Tomás Terry a la que asistió numerosa representación de todas las clases sociales, evidenció la activa participación de una significativa cantidad de organizaciones y partidos políticos que simpatizaban con el lado de los leales. Entre los más significativos que enviaron representaciones se encuentran los siguientes: Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), Unión Revolucionaria, Partido Español Socialista, Partido Agrario Nacional (PAN), Organización Auténtica (O.A), ABC, Jóvenes del Pueblo y Bloque Revolucionario Popular. Ocupó  asientos en la mesa el Dr. Luis Aguado Victoria, Cónsul de España en Cienfuegos, y  los combatientes cubanos anteriormente citados 44. Sin dudas fue la Asociación de Auxilio al Niño del Pueblo Español, no sólo a nivel nacional, sino también  en la ciudad de Cienfuegos, una de la organización de mayor capacidad de convocatoria y efectivo aporte a la España republicana.

Como resultado de la difícil situación en territorio  hispano, a inicios del año 1938 el Cónsul de España en Cienfuegos cesó definitivamente sus funciones  para ser trasladado a Barcelona. Fue relevado temporalmente por el Canciller Francisco Robles Macías. Meses más tarde fungió como Cónsul en la ciudad Ramón R. Prieto, quien al seguir la trayectoria republicana de su antecesor, en ocasión del séptimo aniversario de la Gloriosa República Española recibió en sus oficinas  a la Colonia Española para recoger firmas de adhesión. No sólo acudieron numerosos españoles y cubanos de todas las clases sociales sino también una Comisión del cuerpo diplomático compuesto "por los señores cónsules de Norte América (sic), Inglaterra, México y Santo Domingo"45 .

 La labor del nuevo cónsul español no se limitó sólo a esto sino también determinó un horario para recibir a todos aquellos que quisieran aportar donativos en metálico para auxiliar a los milicianos. Participó además en los actos de simpatía a la República Española organizados por el Comité Local de la AANPE en el Teatro Terry el domingo 3 de julio de 1938. Para asistir a  este evento llegó desde de la urbe capitalina el intelectual comunista Juan Marinello Vidaurreta, acompañado del Dr. Joaquín Meruelo, integrante del Partido Comunista de la ciudad46 .

La inauguración de la sede de la Casa de la Cultura y la Asistencia Social en la ciudad de Cienfuegos no tuvo lugar hasta bien entrado el año 1938. A partir de ese momento las actividades se intensificaron, ya que en ella concurrieron destacadas personalidades provenientes de otras agrupaciones como fue el caso del joven Osvaldo Dorticós Torrado, quien asumió el cargo de Secretario General de la Delegación de la Casa de la Cultura en Cienfuegos47 .

Los ejemplos del activismo de García Agüero, Marinello y Dorticós, constituyen una muestra manifiesta de que la causa de la República Española, contribuyó a forjar la conciencia política de la joven intelectualidad revolucionaria cubana y cienfueguera, permitiéndoles al propio tiempo que expresaban su apoyo al bando progresista dentro del conflicto peninsular, enfrentarse a los gobiernos de turno, caracterizados por su sometimiento a los dictados neocoloniales del gobierno estadounidense.
    
  A partir del año 1939 ante el inminente avance de las tropas franquistas en territorio español, apoyadas por las fuerzas fascistas, las acciones de las sociedades falangistas en la sociedad cubana tomaron auge en  el escenario político. Sin embargo las acciones a favor de la República continuaron por parte de la Casa de la Cultura y Asistencia Social 48. Fue así como se puso en circulación a petición del Vice-Cónsul español en Cienfuegos Manuel Martínez Méndez  el “carnet de  ayuda a España” en la ciudad 49.  También fue muestra de ello el homenaje a Pablo de la Torriente Brau 50 efectuado el 4 de marzo en el Frontón, organizado por las agrupaciones HJC y Jóvenes del Pueblo 51.

 No obstante toda la solidaridad con que contaba en el extranjero, los pilares de la República Española se derrumbaban. Se imponía el poderío militar de las fuerzas sublevadas, y al caer Barcelona en poder del ejército enemigo comenzó a dibujarse con rasgos más precisos el vencedor de aquella contienda. El éxodo hacia la frontera se hizo masivo. Más allá de las fronteras españolas se encontraban miles de desplazados políticos al culminar la guerra el 1 de abril de 1939: el llamado “exilio republicano español de 1939”.

La etapa final de aquel enfrentamiento armado fue seguida en Cienfuegos con tristeza  por unos y júbilo por otros. Algunas sociedades españolas cuya directiva se hallaba en manos de simpatizantes de los sublevados  hicieron saber públicamente su alegría por el desenlace. La principal asociación a la que se hace referencia es el Casino Español, que desde el propio inicio de la contienda se declaró abiertamente nacionalista.

El Casino Español y la Sección Local de Falange Española como centros reaccionarios.

Como se ha podido constatar, en Cienfuegos hubo una activa manifestación a favor de la causa republicana por parte de las organizaciones progresistas y de izquierda que incluía al  sector obrero,  estudiantil y los intelectuales.  No obstante, las clases y sectores adinerados como la burguesía, ya fuera española o cubana, y la Iglesia Católica, se manifestaron principalmente a favor de la causa nacionalista al igual que en el resto de la isla.

Para encauzar el proceso unitario que constituía una evidente necesidad para las fuerzas progresistas y revolucionarias locales, tuvo el Partido Comunista de Cienfuegos que librar una campaña de desenmascaramiento de elementos reaccionarios y pro-fascistas que hasta el momento actuaban libremente ante la indiferencia, o más bien, la complacencia de las autoridades. Un factor de importancia que influyó en esta situación fue que muchas de estas personas pertenecían a la Colonia Española de Cienfuegos, que se hallaban como es lógico suponer, estrechamente  vinculada al Casino Español, al Comité Local de la Sección de Falange Española, o al Sub-Comité Nacionalista Español.

Estas dos últimas organizaciones fueron creadas en la ciudad como extensión de las creadas previamente en La Habana. Componían la membresía de estas organizaciones en Cienfuegos, un grupo importante de comerciantes y hombres de negocios, sacerdotes de los colegios religiosos, especialmente los jesuitas y algunos trabajadores que seguían a sus patrones52 .Estos grupos eran abiertamente reaccionarios. Realizaban actos y manifestaciones provocadoras y de amplio carácter franquista, además de reunir grandes sumas de dinero que en su mayoría superaban las colectas a favor de la causa republicana.  Estos tenían sede en el Local del Casino Español y almacenaban en el Hotel San Carlos las ropas y comestibles que recogían para enviar a la España agresora mediante el llamado Comité Nacionalista de Cienfuegos53 .
      Aunque se tienen evidencias de su presencia y quehacer en la ciudad, ciertamente, no fue Cienfuegos lugar preferencial de asentamiento para los exiliados republicanos, pues el Casino Español era abiertamente reaccionario y poderoso, y no existió, una institución que pudiera protegerlos y apoyarlos exiliados políticos. Esta fue una de las particularidades esenciales que distinguió a la ciudad en lo que a la recepción de la Guerra Civil Española se refiere 54.

 A diferencia del bando republicano, que desde mediados de 1936 y hasta el cierre de 1937 acaparó la atención de no pocos medios de divulgación en el país, las asociaciones creadas para promover la ideología nacionalista no tuvieron más opción que ceder terreno y actuar en la retaguardia. Sus miembros decidieron aguardar las órdenes de la Península y así mismo continuar su constante lucha por el liderazgo, la captación de adeptos, el envío de dinero y de productos a la zona nacionalista además de la vigorosa campaña de reafirmación incondicional a Francisco Franco.

Sin embargo, a partir de 1937 las actividades de carácter falangista comenzaron a hacerse cada vez más seguido y tuvieron una mayor repercusión. Muestra de ello, lo constituyen los actos celebrados en abril del propio año, organizados por el Sub-Comité Nacionalista Español de Cienfuegos y presididos por José Rives López, que resultaron de los más importantes eventos de propaganda a favor del nacionalismo español en Cienfuegos. En ellos se concentraron simpatizantes de los Comités Nacionalistas de  La Habana, Camagüey y Santa Clara55 .En el Club Asturiano se celebró un almuerzo al cual asistieron cerca de 300 comensales. Al final del mismo se rifó incluso, un retrato del general Franco que quedó en manos del comité nacionalista de Cienfuegos.

También en ese año  se puede mencionar el discurso pronunciado por el joven militar Capitán Julio de la Torre quien llegó a Cienfuegos junto al Dr. Francisco Almodóvar y Juan Muriz, Jefe de la Falange Española de La Habana. La presencia de estos señores removió a todos los simpatizantes de la causa nacionalista. Tanto cubanos como españoles concurrieron  al Hotel San Carlos  a darles el saludo de bienvenida a los huéspedes. En este acto participó José Rivas López, como presidente del Sub Comité Nacional Español en esta ciudad y una representación del diario  “La Correspondencia”56 , con el objetivo de reseñar los hechos allí acontecidos.

 En 1938, próximo a la victoria franquista, el cuerpo diplomático republicano reflejó un abatimiento total. Como bien se señaló en el epígrafe anterior el traslado del conocido Cónsul Español en la ciudad de Cienfuegos Luis Aguado Victoria obedeció a esta situación. Asimismo, la directiva del Casino Español fue renovada en esos días y quedó como nuevo Presidente Pedro Monasterio, quien estuvo a cargo de organizar el programa de actos y fiestas por la conmemoración de los 50 años de fundada tan prestigiosa Asociación Española en el año 1939 57.

 A pesar de la fuerte resistencia que imponía el ejército leal, era cada vez más inminente el avance de las tropas franquistas. Al igual que en España, hacia el año 1939, en Cienfuegos las manifestaciones de los círculos reaccionarios  se mostraban mucho más sólidas que en años anteriores. Un ejemplo de ello fue la presentación de una película sobre la Guerra Civil Española en el teatro Tomás Terry. Esta actividad fue organizada por el comité de Falange Española en la ciudad y, por sus características, aglutinó una numerosa concurrencia compuesta por simpatizantes y curiosos, que llenó casi todo el sitio 58.

En la película se mostraba la organización de los ejércitos nacionalistas en la retaguardia, la reedificación de las ciudades, villas y aldeas destruidas, el trato a los prisioneros en los campos de concentración y la labor de socorro que realiza la organización Auxilio Social atendiendo a la alimentación del pueblo, particularmente de los niños. Por supuesto, se trató de una magnífica propaganda a favor del gobierno de Franco, cuyos simpatizantes cienfuegueros, en su mayoría, mantuvieron esa posición luego de terminadas las hostilidades59 .

A las puertas de la inminente victoria franquista se entregó el inmueble de la sede diplomática republicana española en Cienfuegos a la alcaldía. El Alcalde Municipal se hizo cargo por inventario del Consulado de España y  Manuel Martínez Méndez 60,  quien desempeñaba el cargo de Vicecónsul se retiró. Según la Secretaría General debía esperar la indicación para  entregar el cargo  por el cambio de régimen operado en la nación hispana.

A partir del 1 de abril, la guerra había terminado y sobre las cenizas de la República se cimentaba el nuevo Estado español. Desaparecidos los últimos vestigios de la bandera tricolor Cuba quedó libre de escoger el único camino posible: reconocer  el gobierno de Francisco Franco. No obstante el escalón más fácil resultó ser el más complejo y dilatado. La Isla comenzó a verse presionada por la rapidez con que los gobiernos del continente actuaban, entre ellos los Estados Unidos.

 La demora propició un clima de inseguridad entre las más importantes corporaciones económicas,  mercantiles e industriales de la capital. Éstas dirigieron sus inquietudes al Presidente de la República y al coronel Fulgencio Batista apenas cinco días después de la toma de Madrid 61. El peso del contexto internacional americano favorable a la aceptación del Jefe de Estado Español forzó a la administración insular a designar  su primer representante diplomático y aceptar de manera oficial a la España franquista. Así fue como en  mayo, a más de un mes de legalizado  el gobierno de Franco en España se designaban sus  representantes   en Cuba, cuando ya la mayoría de las naciones del continente lo habían hecho 62.   

 En Cienfuegos la noticia no se hizo esperar y apenas unos días después de reconocido el gobierno del general Franco, la colonia española de la ciudad en acto de solemnidad izó la bandera rojo y gualda en el edificio del Casino Español en señal de júbilo por el triunfo franquista. Presidió la actividad el vicepresidente del Casino  Eusebio Sureda, quien actuó de presidente por  no haber podido concurrir  Pedro Monasterio 63
 
Al mes siguiente quedaron normalizadas según informó la Cancillería, las relaciones diplomáticas entre Cuba y España64 . La Embajada Española en La Habana  celebró oficialmente en julio el Tercer Aniversario de la revolución franquista. Con motivo de este acto cientos de españoles desfilaron por el edificio de  la embajada.

 La  Guerra Civil Española en la ciudad de Cienfuegos aunque tuvo  un amplio respaldo popular a favor de la Segunda República fue sede de importantes actos y manifestaciones a favor de la causa franquista. Como se ha podido constatar, entre los principales sectores de la sociedad que apoyaron el Franquismo se encontró una parte importante de la burguesía industrial y comercial cienfueguera, así como el clero católico y los grupos y sectores íntimamente vinculados a este. El movimiento nacionalista liderado por  instituciones como el Casino Español,  la Sección Local de Falange Española, y el Sub-comité Nacionalista Español,  realizó campañas apoyadas por el clero local que lejos de abogar por la paz y la concordia, promovió  las ideas fascistas.
       

Consideraciones finales
A tenor de lo arriba descrito y analizado, se definen las siguientes ideas que pueden asumirse a modo de conclusión de este trabajo:

  • El sentido y carácter de la Guerra Civil Española implicó para Cuba la participación de diversos grupos sociales en ella, y  condicionó  el apoyo   a la causa republicana de un amplio sector de la sociedad, mientras otros sectores económicamente fuertes le brindaron su apoyo a los sublevados.
  • En Cienfuegos, en del movimiento republicano se manifestaron principalmente las capas populares, dentro de las cuales tuvieron una fuerte presencia el movimiento obrero y los estudiantes, junto a el sector más radical de la intelectualidad,  a través de actos de propaganda y colectas de dinero y víveres. Estos sectores progresistas consideraron la Guerra Civil Española como una continuidad en su lucha contra el fascismo y por la democracia. Los actos políticos que desarrollaron sirvieron como elemento aglutinador en su trabajo de unificación en vísperas a la Asamblea Constituyente de 1940.
  • Por el contrario, la élite urbana integrada por solventes industriales, comerciantes y hombres de negocios y sacerdotes de los colegios religiosos, especialmente los jesuitas se manifestó  abiertamente a favor de la causa nacionalista y se agrupó alrededor del Casino Español  y la Sección Local de Falange Española de la ciudad. Sus expresiones de apoyo fundamentales se manifestaron  a través de actos y campañas anticomunistas a la vez que lograron recolectar copiosas sumas de dinero, que superaron las de los seguidores republicanos.
  • La prensa local tuvo una función medular en la difusión tanto de las informaciones sobre el conflicto peninsular como de los acontecimientos que su recepción generó en la urbe sureña. Particularmente los periódicos La Correspondencia y El Comercio jugaron un papel fundamental en la conformación de matrices de opinión que surgieron a favor de uno u otro bando.

Fuentes Consultadas

Bibliográficas

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Periodísticas:

  • Periódico La Correspondencia. (Ejemplares 1936 -1939).
  • Periódico  El Comercio (Ejemplares 1937-1939)

1 La Constitución de 1940 fue firmada en Guáimaro, Camaguey, el 1 de julio de 1940. Se trataba de una Constitución avanzada, progresista para su momento, modernizadora del Estado y sus funciones. Desconocida en sus elementos esenciales, su práctica fue casi nula, siendo  luego sustituida durante la dictadura de Fulgencio Batista. Se restablece con las modificaciones necesarias para el ejercicio del poder revolucionario a partir de 1959, como fuente de derecho, lo que posibilitó la adopción de la Ley Fundamental de 7 de febrero de 1959, que se mantuvo hasta que en 1976 se aprobó la primera Constitución socialista.

2 Ciudad localizada en la región centro-sur de Cuba, en la actualidad es el centro cabecera de la provincia del mismo nombre.Se le reconoce indistintamente como la Perla del Sur o la Linda Ciudad del Mar. La etapa neocolonial estuvo caracterizada en Cienfuegos por una intensa actividad política dentro del movimiento obrero y estudiantil en oposición a los gobiernos de turno de tendencia proyanqui.

3 Investigadora principal del Grupo de Estudios Comparados del Caribe y del Mundo Atlántico, y  del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid (CSIC).Otras obras publicadas: “La isla dividida: republicanos y falangistas en Cuba, 1936-1939”, La Literatura y la Cultura del exilio republicano español de 1939 (2002), “La emigración española a Iberoamérica: análisis cuantitativo”. Historia de la  emigración española a Iberoamérica (1992).

4 Realizada a partir de las ponencias presentadas en el “Coloquio Internacional 70 años del Inicio de la Guerra Civil Española. En defensa de la Humanidad”

5 Instituto de Historia de Cuba. La Neocolonia. Organización y Crisis desde 1899 hasta 1940. 2002 [La Habana]: Félix Varela p.361

6 Alberto Alfonso Bello. El mártir de Majadahonda. Pablo de la Torriente Brau y su época. [La Habana]: Ciencias Sociales, 2003. p.164

7 Áurea Matilde Fernández Muñíz. (Coordinadora General) La Guerra Civil Española en la sociedad cubana. Aproximación a una época. [La Habana]: Ciencias Sociales.2010.p.11

8 Áurea Matilde Fernández Muñíz (Coordinadora General). Ob. Cit. p.11

9 Ramón Nicolau (Coordinador General). Cuba, y la defensa de la República Española (1936-1939). 1981 [La Habana]: Editora Política. p.10

10 Luis Hernández Serrano. Expedientes Cubanos de gloria en guerra civil española. Abril 2011.  [cited 24 Noviembre 2011]. Available from World Wide Web:  <http//www.juventudrebelde.cu.>.

11 Mercedes Santos Moray. La leyenda de Carlos Rojas. 1989 [La Habana]: Pablo de la Torriente Brau.

12 Luis Hernández Serrano. Expedientes Cubanos de gloria en guerra civil española. Abril 2011.  [cited 24 Noviembre 2011]. Available from World Wide Web: <http//www.juventudrebelde.cu.>.

13 Luis Hernández Serrano. Expedientes cubanos de gloria en Guerra Civil Española. Abril 2011.  [cited 24 Noviembre 2011]. Available from World Wide Web: <http//www.juventudrebelde.cu.>.

14 Dolores Guerra López. Cuba y la Asociación de Auxilio al Niño del Pueblo español. En: Áurea Matilde Fernández Muñíz (Coordinadora General). Ob. Cit. p.51

15 Yolanda B. Vidal Felipe. El Centro gallego de La habana durante y después de la Guerra Civil Española: crisol de pasiones. En: Áurea Matilde Fernández Muñíz (Coordinadora General). Ob. Cit. p.84

16 Ibídem, P.89

17 Ibídem, P.90

18 Ibídem, P.91

19 Áurea Matilde Fernández Muñíz (Coordinadora General). Ob. Cit. p.8

20 Ibídem, P.11

21 Yolanda B. Vidal Felipe. El Centro Gallego de la Habana durante y después de la guerra Civil Española: crisol de pasiones. En: Áurea Matilde Fernández Muñíz (Coordinadora General). Ob. Cit. p.85

22 Jorge Domingo Cuadriello. El exilio republicano español en Cuba. [La Habana]: Ciencias Sociales, 2012. p.34

23 Francisca López Civeira. Cuba entre 1899 y 1959. Seis décadas de historia. [La Habana]: Pueblo y Educación, 2007.pág. 145

24 Colectivo de Autores. Síntesis Histórica Provincial. Villa Clara. 2010 [La Habana]: Historia. Pág. 186  

25 Oscar Pino Santos. Cuba. Historia y Economía. Editora de Cuba. La Habana 1982. pág. 382.

26 Violeta Rovira González, Historia Provincial de Cienfuegos. Período Neocolonial. (1902- 1958). Inédito. 1992. p.31

27 Colectivo de Autores. Síntesis histórica provincial de Cienfuegos. [La Habana]: Historia, 2010. p.190

28 Ibídem

29 La Correspondencia. Viernes 14 de febrero de 1936

30 Grandioso ha de ser el homenaje de los rotarios al embajador de España. La Correspondencia. Lunes 17 de Febrero 1936.pág. 1

31 Dignamente se conmemoró el quinto aniversario de la República Española, ayer. El Comercio. Miércoles 15 Abril 1936.

32 Jorge Domingo Cuadriello. El exilio republicano español en Cuba. [La Habana]: Ciencias Sociales, 2012.

33 Se constituye en esta ciudad la “Izquierda Republicana Española”. La Correspondencia. miércoles 17 de Junio 1936.

34 No festejará la embajada de España el 14 de abril. El Comercio 13 de Abril 1937.

35 6to Aniversario de la República  Hispana. El Comercio. 14 de Abril 1937.

36 Ofreció una conferencia ayer en el Teatro Luisa el Sr. Cónsul de España. El Comercio 19 de Julio 1937.

37 Ibídem

38 La conferencia del Doctor Aguado Victoria. La Correspondencia 20 de Julio de 1937  pág. 3

39 Domingo Cuadriello, Jorge. Ob. Cit. p.24

40 Llegará hoy un vapor republicano español a Cienfuegos. El Comercio 26 de Agosto 1937.

41La juventud de América ante los sucesos de España. La Correspondencia 4 de Septiembre 1937.

42 La Hermandad de Jóvenes Cubanos. La Correspondencia 6 de Septiembre 1937.

43 Conferencia  Mañana  en el Terry a favor de las víctimas Hispanas. La Correspondencia 18 de Noviembre 1937.

44 Ibídem

45 El 14 de abril en el consulado de España en Cienfuegos. El Comercio 16 de Abril 1938.

46Homenaje a la República Española en el Teatro “Tomás Terry”. La Correspondencia 2 de Julio 1938.

47 Inaugurada anoche con lucido acto la Casa de la Cultura. El Comercio 1 de Septiembre 1938, pág. 8.

48   Homenaje al niño español mañana día 29. La Correspondencia 28 de Enero 1939, pág. 1.

49 El Carnet de ayuda a España. La Correspondencia 15 de Febrero 1939.

50 Intelectual Comunista cubano que participó como corresponsal en la Guerra Civil Española.

51 El homenaje a Pablo de la Torriente  Brau el día 4. El Comercio 1 de Marzo 1939, pág. 8.

52 Violeta Rovira González. El movimiento obrero en Cienfuegos. 1935-1947.  Inédito.

53 Ibídem

54 Victoria María Sueiro Rodríguez. Huellas y Momentos Cronológicos del exilio republicano español de 1939 en Cienfuegos.(Inédito) p.6

55   Actos de afirmación nacionalista celebrados ayer. El Comercio 26 de Abril 1937.

56 El Capitán de la Torre en el banquete del San Carlos. La Correspondencia 29 de Octubre 1937.

57  Positivos beneficios ha experimentado el Casino Español. La Correspondencia 28 de Julio 1938.

58 Una película de la Guerra Civil española fue exhibida ayer en el teatro Terry. La Correspondencia 20 de Marzo 1939, pág. 1.

59 Violeta Rovira González. El movimiento obrero en Cienfuegos. 1935-1947.   Inédito.

60 El sábado se hará cargo la alcaldía, por inventario, del consulado local de España. La Correspondencia 6 de Abril 1939, pág. 1.

61 Katia Figueredo. Cuba en el concierto diplomático de la Guerra Civil Española. En Áurea M Fernández Muñíz. Ob. Cit.

62 Cuba reconocerá en breve el gobierno nacionalista de España. El Comercio 5 de Mayo 1939.

63 Ayer se izó en el Casino la bandera del nuevo gobierno español. El Comercio 29 de Mayo 1939.

64 Normalizadas ya las relaciones entre nuestro país y España. El Comercio 22 de Junio 1939, pág. 1.


Recibido: 15/12/2014 Aceptado: 20/05/2016 Publicado: Mayo de 2016

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