María de Lourdes Vázquez Arango
Universidad José Vasconcelos de Oaxaca, México
Omar López Ramos
Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad de la Sierra Juárez, México
Resumen
La complejidad del sistema de transporte público urbano hace necesario enfocar la atención a la situación actual y proyección futura del servicio para definir estrategias que permitan agilizar la utilización del servicio optimizando el empleo de recursos para conservar la sustentabilidad del territorio. En el estudio se plantea un análisis de la incorporación de la tecnología como factor que posibilita el alcance de una planeación más completa al incorporar el elemento de una mayor integración de los componentes del sistema y también del monitoreo en tiempo real de la operación del mismo haciendo de esta manera más eficiente el desempeño que redunda al mismo tiempo, en la reducción de los niveles de congestionamiento y por ende de la contaminación ambiental, al disminuir la emisión de los gases de efecto invernadero. Esta sería la principal contribución de la mejora del diseño y operación de la cadena “TICs-gestión organizacional-mejora del sistema-menos congestionamiento-reducción de emisiones de GEI “.
Palabras clave: Transporte urbano, sustentabilidad, gestión, tecnología.
Abstract
The complexity of the urban public transport system makes it necessary to focus attention on the current situation and future prospects of the service to define strategies to speed up the use of the service by optimizing the use of resources to preserve the sustainability of the territory. The study analyzes the incorporation of technology as a factor enabling the scope of a more comprehensive planning to incorporate the element of further integration of the system components and real-time monitoring of the operation thereof is raised by This more efficient performance at the same time resulting in reduced levels of congestion and hence pollution, to reduce emissions of greenhouse gases so. This would be the main contribution to improving the design and operation of the string "ICT-organizational-management system improvement-less congestion-reducing GHG emissions."
Keywords: Urban transport, sustainability, management, technology.
Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:
María de Lourdes Vázquez Arango y Omar López Ramos (2016): “Análisis de la gestión y operación del sistema de transporte público urbano y sus efectos en la sustentabilidad”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, (enero-marzo 2016). En línea: http://www.eumed.net/rev/cccss/2016/01/sustentabilidad.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/CCCSS-2016-01-sustentabilidad
La problemática del transporte urbano
El análisis del transporte público urbano va más allá de los desplazamientos, ya que considera la facilidad del movimiento, la calidad y el logro de objetivos ambientales, sociales y económicos. (Galindo, 2009).
Para comprender la integración del sector de transporte el estudio de los diversos actores que en el intervienen, permite conocer los límites de acción de cada uno de ellos, otorgando la posibilidad de planear e integrar de manera adecuada los componentes del sistema y brindar herramientas que lo hagan eficiente.
La figura 1, muestra la interacción de los principales actores que interceden en el sistema de transporte urbano. Cada uno realiza diversas actividades que permiten la oferta y la demanda del servicio y el uso de la infraestructura proporcionada por el gobierno.
Es el gobierno el principal actor del sistema al ser el organismo responsable de la regulación de la oferta del servicio tanto en términos cuantitativos como cualitativos. Y es quien otorga a las empresas la concesión del servicio y asume de esta manera, un papel regulador en cuestiones económicas, sociales y ambientales para ofertar un servicio más económico, de mayor calidad y menos contaminante.
Por su parte consiguiente los usuarios reclaman mayor seguridad, rapidez, economía y comodidad en el servicio, y constituye un ente crítico frente al comportamiento de las empresas y del gobierno.
A partir de esta esquematización, es posible centrar entonces la problemática del transporte público urbano en causas estructurales como: la regulación inadecuada por parte del gobierno y la gestión organizacional deficiente de las empresas, que a su vez provocan problemas de la oferta en la infraestructura por su sub-utilización, deficiencia en la calidad, insostenibilidad e inequidad. De igual forma las causas estructurales provocan problemas de la oferta en los servicios debido a una sobreoferta y rutas de operación inadecuadas.
Esta problemática es mostrada de manera más clara en la figura 2, observando que los problemas de la oferta tanto en la infraestructura como en los servicios generan impactos negativos sociales y hacia los usuarios provocados por una gestión inadecuada y tecnología rezaga.
Trasladando la problemática al caso específico de la zona metropolitana de la ciudad de Oaxaca, la tabla 1 muestra de manera general los principales problemas que afectan al sistema de transporte, señalando como causas estructurales las problemáticas sobre las que existe una mayor dificultad de intervención por los costos y tiempos, y como operativas en los que es más viable una intervención por los principales actores del sistema.
Transporte y sustentabilidad
Desde un punto de vista sustentable, es posible definir al transporte como el medio que mantiene la libertad de movimiento, la salud, la integridad y la calidad de vida de los ciudadanos de la generación actual y futura, es ecológicamente eficiente y sostiene una economía dinámica e integradora que da acceso a todos los servicios y oportunidades, incluyendo a los menos favorecidos. (Centre for Sustainable Transportation de Canadá, 1998)
En este sentido Fernández (2008) menciona que el transporte muestra retos claves plasmados en tres ejes fundamentales: sustentabilidad –relacionada con hacer frente de manera adecuada a los retos ambientales-, equidad –enfrentando los retos sociales para una mejor distribución de los recursos y servicios para cubrir las demandas generadas por los usuarios de transporte- y competitividad – enfrentando los retos económicos y en donde intervienen de manera más directa los prestatarios del servicio-. Estos elementos plasmados en la figura 3, pretenden generar una mejor gestión del sistema procurando crear una mejor coordinación social entre los actores para de esta manera interactuar de manera armónica y satisfactoria para todos.
Siguiendo este misma directriz, es viable determinar que la sustentabilidad está integrada por tres dimensiones fundamentales: ambiental, social y económica como se muestra en la figura 4, que permite revelar el papel de la movilidad urbana sustentable producida en la intersección de las dimensiones propuestas por la UITP-International Association of Public Transport (2008) y en donde las intersecciones generadas con cada dimensión revelan problemas que deben ser resueltos para una dinámica adecuada.
La intersección que comprende las cuestiones ambientales y económicas componen la degradación del medio ambiente urbano involucrando: a) el consumo generalizado de espacio y energía, en donde el petróleo representa más del 95 % de sus necesidades energéticas, b ) la congestión , causada sobre todo por el uso inadecuado del automóvil c ) el uso indebido de la infraestructura vial y d ) la degradación del espacio urbano que se expresa en el deterioro y el agotamiento de las regiones centrales .
La inequidad que comprende la intersección entre el desarrollo social y económico se puede ver en : a) falta de acceso en donde la clase baja tiene menos posibilidades de acceso por bajos ingresos y mayores costos de transporte b ) la segregación socio -espacial , en donde las zonas periféricas debido a las distancias tienen menos ventajas en las condiciones de transporte volviendo el suministro deficiente y segregado c ) en accidentes de tráfico provocados por un mayor uso vehículos de motor d ) las des-economías causadas por los atascos de tráfico , causando pérdida generalizada de tiempo , el aumento de los costos de operación de transporte público , además de comprometer las actividades urbanas.
La contaminación expresa el problema ambiental social de la movilidad, que afecta a la salud de las poblaciones. El ruido generado por los modos motorizados constituye un problema de salud pública en las ciudades. En la movilidad urbana, el uso de combustibles fósiles emite diversos gases contaminantes, cuyos efectos sobre el medio ambiente agrava el desequilibrio climático.
En este sentido, Flechas (2007) señala que para generar sustentabilidad la logística de transporte debe comprender un nivel de planeación integral del territorio según se muestra en la figura 5. Para ello se considera el uso del suelo y los flujos de transporte interactuando de manera cíclica para brindar un adecuado servicio. A nivel sectorial la logística del territorio además de la planeación integral, toma en cuenta la infraestructura existente para la prestación del servicio urbano y las características del transporte en la ciudad para provocar una movilidad adecuada a nivel sectorial.
Por lo tanto, para hacer posible la sustentabilidad en el transporte es necesario tomar en cuenta la intervención de los actores oferentes - gobierno y empresas - para generar la integración en red que brinde a los usuarios el acceso a los servicios básicos –educativos, de salud, administrativos, sociales, jurídicos- garantizando una planificación integral de rutas que supere la problemática de congestión, costos de operación de vehículos, tiempo de traslado, desgaste innecesario de combustible e incremento de tarifas.
La congestión vehicular principal factor de contaminación ambiental atribuible al transporte urbano de pasajeros
El crecimiento constante del parque vehicular público y privado origina congestionamiento vial, incrementa los niveles de contaminación en calles y avenidas y aumenta los tiempos de traslado, generando a su vez más emisiones por kilómetro recorrido. El resultado es una creciente atrofia urbana y la exposición de las personas a altas concentraciones de contaminantes en calles y avenidas congestionadas durante un mayor periodo. (García, Acosta y Vázquez, 2010)
Tal como señala Ian Thomson (2007) la congestión de transito es responsabilidad principalmente de los automovilistas, ya que la evidencia señala que las horas de mayor demanda en la ciudades de América Latina cada ocupante de un automóvil ocasiona una congestión doce veces mayor que la que produce quien se desplaza en un autobús. De ahí que los pasajeros de los autobuses al no ser responsables de la congestión, sería justo mantenerlos fuera de ella, asignándoles un espacio vial exclusivo a los autobuses.
Abordando el caso de la ZMCO los problemas de congestionamiento son causados por el alto número de transporte de carga y el transporte público los cuales realizan muchas maniobras sin control y operan a bajas velocidades debido en muchos de los casos por las malas condiciones de la superficie de rodamiento, elevando los volúmenes de emisión de contaminantes.
Es importante señalar que en este caso el transporte público tiene registrado un parque vehicular de 1,325 autobuses, de las cuales, según cifras de la Empresa Cal y Mayor (2009), 980 circulan en el área urbana de la ciudad.
Tal como se observa en la tabla 3, el 58.1% de los autobuses en circulación tienen una antigüedad mayor a los 10 años (plazo considerado como el de la vida útil de un autobús de pasaje urbano) y que casi el 10% tiene una antigüedad entre los 15 y 20 años. Sin embargo se ha observado que las dificultades para el financiamiento de la compra de autobuses y una rentabilidad insuficiente que no estimula la reinversión de los empresarios del sector tienden a mantener en el paso de los años esta misma estructura.
Esta estructura de la antigüedad del parque de autobuses se suma a los problemas de congestión vehicular contribuyendo al deterioro ambiental al incrementarse significativamente la emisión de gases de efecto invernadero, en conjunto con la las bajas velocidades con las que opera el sistema.
En este tenor, datos reflejados por SEDESOL (2000), muestran que la velocidad promedio es de 14 Km./hr., con una máxima de 22 Km./hr y la mínima de 8 Km./hr. Siendo así que las rutas operan a velocidades prácticamente menores de los 20 Km./hr; si se tiene en cuenta que una velocidad aceptable es de 40 a 60 Km./hr, indica que operan en condiciones de circulación lenta agravando los problemas de congestión.
Es entonces que las acciones que involucran a los actores del sistema de transporte público urbano para disminuir la congestión comprenden los siguientes ámbitos (Thomson y Bull, 2002):
En estas tres variables el gobierno y las empresas pueden intervenir para su mejora. Sin embargo en términos operativos del sistema la variable en juego es la congestión vehicular que se puede definir como:
Congestión vehicular = ¦ diseño y operación del sistema de transporte
Expresado de otra manera consiste en que la gestión organizacional tanto pública y privada que incorpora una determinada tecnología podrá diseñar y operar un determinado sistema de transporte que tendrá repercusiones en la contaminación ambiental.
Asumiendo entonces que la principal fuente de contaminación ambiental en es atribuible a los problemas de congestión vehicular, Thomson y Bull (2000) señalan que los efectos de contaminación en el medio ambiente, depende de lo siguientes factores:
Enunciando así que la:
Contaminación ambiental del aire (transporte) = ¦(antigüedad vehicular, calidad del combustible, congestión vehicular).
Por consiguiente los contaminantes generados por el transporte de manera general son mostrados en la tabla 4, resaltando que el consumo energético del transporte a lo largo de la última década ha mostrado un incremento de un 47%, en donde las ciudades medias muestran un crecimiento del 10% anual con impacto directo en el aumento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero.
El uso del diésel como principal combustible hace inevitable la generación de emisiones de contaminantes y la suspensión de partículas suspendidas, en el caso específico de la zona metropolitana de la ciudad de Oaxaca, fue posible estimar que el consumo de diésel por unidad es de 65 litros al día por autobús, las empresas operadoras tienen en su totalidad un 980 unidades en operación, por lo que el consumo diario de diésel es de cerca de 64,000 litros que emiten 1,5 toneladas de CO2.
De manera más específica, para determinar las masas de contaminantes en la ZMCO se tomaron en consideración aquellos puntos en los que existe un mayor grado de congestionamiento en horas pico mostrados en la tabla 5, observando que el monóxido de carbono presenta mayores rangos que van de 69 a 810 Kg/h.
Es visible que la Zona Centro es la que contribuye en mayor medida al deterioro de la calidad del aire. El 60% de las rutas generan emisiones mayores a 200 Kg de monóxido de carbono por hora, el 20% genera entre 200 y 100 Kg de monóxido de carbono por hora y el otro 20% menos de 100 Kg de monóxido de carbono por hora.
Independientemente del consumo de combustible, las emisiones atmosféricas del sector del transporte dependen de factores, como el tamaño de la flota de vehículos, la edad de las unidades, la tecnología, los kilómetros recorridos y las formas de conducir. Por lo que de manera general la tabla 6 muestra los impactos en el medio ambiente provocado por el transporte urbano, la acción que resulta tener mayor afectación al ambiente de acuerdo a los calificadores considerados; obstrucción (O), grande (G), media (M), débil(D), y muy débil(MD)
Es posible observar que se tienen dos grados de afectación negativa señaladas con el signo, donde el 50% son de nivel grande y el otro 50% son de nivel medio.
Se resalta que las emisiones de los vehículos automotores no se pueden eliminar al 100% sin embargo si pueden reducirse sus efectos hasta ser calificados como grados de afectación débiles a través de reducirlos en los niveles alcanzables con las tecnologías de control y los programas de mantenimiento disponibles, combinados con las mejoras en los promedios de velocidad.
Gestión y operación del transporte, la implicación de la tecnología en la organización
La gestión encuentra en la tecnología que permite incrementar la eficiencia operativa, posibilitando la planeación e integración de los componentes del sistema, para reducir los índices de congestionamiento que disminuyan los índices de contaminación.
El apoyo que se brinda por las tecnologías de la información y comunicación permite a los empresarios del sistema de transporte público urbano monitorear el movimiento de las unidades, para tener el control del aforo y recaudo, el control de los gastos de combustible, la operación en rutas, la aceleración de los vehículos,
La aplicación de la tecnología a los sistemas de transporte se ha venido incrementando a lo largo de los últimos años, implantando así una nueva generación de Sistemas inteligentes de transporte denominado ITS por sus siglas en inglés, poniéndose en marcha proyectos relacionados con la gestión integrada de tarifas, Mejora de la gestión de la relación transporte/ Usuario; predicción del tráfico; mejora de la gestión del transporte y el tráfico, información al viajero y servicios de asesoramiento, cobro por uso de las carreteras de peaje y tarifas de estacionamiento variables y por su puesto las bondades generadas hacia la reducción de emisiones de gases provocando una sustentabilidad y mejora ambiental. (Molina y de San Benito, 2008)
De acuerdo a Molina y de San Benito (2008), las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) pueden tener repercusiones en el transporte, ya sea mediante la incorporación a vehículos y sistemas de control de tráfico, o a través de la reducción de la demanda de desplazamientos con el uso de servicios apoyados en las tecnologías de la información.
La implicación de las TICs en la desmaterialización de procesos, permite el acceso a la información ahorrando recursos, presentándose como medio y a la vez ejemplo del avance de la sociedad en todos los ámbitos posibles que permitan una generación de sustentabilidad ambiental.
María del Carmen Arco (2009), señala que las TIC pueden aplicarse directamente sobre los elementos de transporte para influir en su sustentabilidad, enfocados al control de tráfico de forma remota y automatizada, que permite disminuir los efectos sobre la disminución de congestionamiento y concentraciones altas e incluso nocivas de CO2 debidas a los tubos de escape de los vehículos.
Por su parte investigadores como Finquelevich, Karol y Kisilevsky (1996), señalan que las TIC juegan un rol fundamental en las estrategias utilizadas para resolver la gestión dinámica del transporte urbano; por lo que las TIC más innovadoras posibilitan el intercambio de la información necesaria entre los vehículos y el centro de control con rapidez y seguridad.
Entre las tecnologías e infraestructuras innovadoras, hay que señalar todo un conjunto de recursos que posibilitan rutas y modos de transporte que contribuyen a reducir el tiempo y el recorrido de los desplazamientos al tiempo que procuran mayor fluidez de tráfico, mejor nivel de servicio de las vías y la racionalización del consumo y de las emisiones. Se trata, pues, de una serie de cambios en la concepción del desarrollo del transporte, de carácter tecnológico y que, al no implicar restricciones en la movilidad de la población, son generalmente bien aceptados por la población.
Las limitaciones institucionales han estado acompañadas de una inadecuada definición de las relaciones público privado; por lo que la superposición de ámbitos territoriales supone, asimismo, una elevada fragmentación de funciones no coordinadas, con superposición de rutas y empresas concesionadas .
Para que exista una adecuada planeación del transporte es necesario que las autoridades establezcan alianzas con el inversionista privado, para identificar en conjunto el tipo de mercado a satisfacer, las innovaciones que se deben implementar para una adecuada prestación del servicio.
Las implementaciones tecnológicas generadas por las empresas se dan principalmente en aspectos mostrados en la tabla 7 como: la reducción de la conducción - que permite una disminución del tiempo el funcionamiento del motor-,los sistemas de navegación - que permite aminorar el desgaste del combustible y en consecuencia la emisión de Gases efecto invernadero- y la comunicación entre vehículos- que permite informar entre otras cosas las condiciones del flujo de tránsito.
Como se ha venido mencionando, el uso de las TICs en el transporte urbano, permite una mejor gestión y un manejo eficiente de flotas, redundando en una disminución de los tiempos de desplazamiento y las distancias recorridas que conlleven a una mejora en la congestión para su contribución a una menor contaminación.
La tabla 8 hace una señalización de las TIC que impactan en el transporte público, y la forma en que se miden los impactos con determinadas implementaciones tecnológicas en los aspectos de gestión y medio ambiente. Hecho que permite una incorporación sistemática y coordinada del gobierno y empresas para optimizar las aplicaciones tecnológicas en pro de una beneficio del sistema en su totalidad.
o: Sin impacto o de poca importancia
ü: Impacto importante
«: Gran impacto
Es de observar que los impactos generados por las TIC en la gestión del transporte público son significativos, y que dependiendo de la aplicación y administración que de él se manejen contribuirán al medio ambiente.
Conclusiones
Al examinar la cadena “TICs-gestión organizacional-mejora del sistema-menos congestionamiento-reducción de emisiones de GEI “, se ha encontrado que un eslabón esencial en la reducción del congestionamiento vehicular y por ende de la contaminación ambiental, lo constituye la gestión organizacional.
La incorporación de las TICs, en el proceso de gestión tanto en sus fases de diseño y estrategia, permiten, -por sus características de centralización, procesamiento y monitoreo en tiempo real-, de construir sistemas más integrados y de mayor desempeño.
El presente trabajo abordó desde esta lógica el problema de la sustentabilidad sobretodo ambiental, del transporte urbano de pasajeros. Se asume que ya existen evidencias de sistemas de transporte de mayor desempeño y menos perjudiciales al medio ambiente.
Sin embargo, aceptando que esos sistemas con mejores logro ya operan y que en este trabajo se analiza la cadena que vincula al transporte con la sustentabilidad ambiental, y que se indica que la tecnología permite elevar la compatibilidad entre los rendimientos económicos, la equidad y la sustentabilidad ambiental, entonces la pregunta que persiste es ¿por qué estos sistemas integrados tienen poca aplicación en las ciudades medias del país?
Quizá falta abordar un cuarto elemento de la sustentabilidad que algunos autores incorporan, se trata de la sustentabilidad institucional, que buscaría principalmente de la construcción de acuerdos entre los actores para transformar los sistemas tradicionales imperantes y desarrollar a partir de los mismos, mejores sistemas que respondan a un transporte urbano de pasajeros sustentable.
El señalamiento anterior reclama el diseño y operación de un sistema de transporte que incluye carriles exclusivos para los autobuses que serían lo que se denomina rutas troncales que son abastecidas además por una serie de rutas alimentadoras. Como se ha visto en las experiencias existentes una infraestructura vial adecuada y una estructura organizacional auxiliada por las TICs, definen los elementos básicos de un sistema de transporte más sustentable, más económico y de mayor equidad.
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