Leticia Sesento García
Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo
leticiasesentogarcia@yahoo.com.mxResumen
El presente texto se hace mención sobre la influencia de los medios masivos de comunicación y su aplicación para fines educativos; este término comprende todo el abanico de medios modernos de comunicación social: televisión, cine, video, radio, fotografía, publicidad, periódicos y revistas, música grabada, juegos de ordenador e internet. En los últimos años estos medios han influido en gran medida en la perspectiva que tienen nuestros jóvenes de ver el mundo. Por tal motivo a los docentes nos incumbe utilizarlos como una herramienta más para el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje. En la actualidad se responsabiliza a los medios masivos de comunicación; sobre los malos hábitos de los adolescentes de la falta de concentración, del abandono de valores, o la equivocada aplicación de la misma, del bajo rendimiento escolar. Se deja de lado el papel de los padres de familia como reguladores del tipo de programas que convienen ver desde la niñez a la adolescencia.
Es imprescindible que la educación formal se apropie de los medios masivos de comunicación, especialmente el internet este poderoso auxiliar cargado de situaciones, que pueden apoyar el aprendizaje. Pero junto a esas posibilidades, los nuevos instrumentos pueden aportar a los jóvenes otros procedimientos formativos, como puede ser la serenidad por la lectura y otros aspectos importantes en la cultura general. Es incuestionable el predominio que la tecnología de la comunicación tiene en el área de la educativa, y el papel que el docente tiene para apoyarle al estudiante a jerarquizar la información encontrada en las redes sociales para ser utilizada de forma adecuada.
Palabras Clave: comunicación, educación, información, papel y adolescente.
Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:
Leticia Sesento García (2015): “La influencia de los medios de comunicación en los jóvenes”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, n. 29 (julio-septiembre 2015). En línea: http://www.eumed.net/rev/cccss/2015/03/informacion-jovenes.html
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, no podemos negar la influencia de los medios masivos de comunicación en el desarrollo de los adolescentes, es preciso resaltar la influencia que tiene sobre la forma de expresarse, en la sociedad actual en general tiene gran influencia; ya que proveen a los jóvenes educación informal que en su mayoría es más atractiva que se presente en la escuela; ya que esto contraviene más que nunca en la educación de las nuevas generaciones, producen gustos y tendencias en públicos de todas las edades e incluso influyen en la manera como se relacionan consigo mismo, y con sus semejantes.
Es inevitable que los educadores logren hacer de los medios masivos de comunicación, un apoya para su labor educativa utilizando el manejo de los mismos; para que puedan ser utilizados como herramientas que les permita recuperar el lenguaje oral y escrito, de manera simultánea en la escuela, favorezcan una relectura crítica del mundo, por parte de los estudiantes acerca de los mensajes que les llegan habitualmente, principalmente de la televisión o de la cultura audiovisual presentes en los espacios de ocio de los estudiantes. Los medios masivos de comunicación en la sociedad de hoy muestran una creciente influencia como formadores culturales, ya que determinan en gran medida nuestras ideas, hábitos y costumbres. En este momento es posible obtener grandes cantidades de información y noticias con rapidez sin importar el momento en que surgieron, si saber si, es fehaciente o no.
Los medios de comunicación masiva, contribuyen en gran parte a fijar las maneras de pensamiento de la sociedad; a establecer la agenda de los asuntos políticos, sociales, económicos que se discuten. Son un poder porque poseen los instrumentos y los mecanismos que les dan la posibilidad de imponerse; que condicionan o pueden fijar la conducta de otros, organizaciones o individuos con independencia de su voluntad y de su resistencia. (Carpizo, 1999). Los medios de comunicación incurren más que nunca en la educación de las nuevas generaciones, modelan gustos y tendencias en públicos de todas las edades. Hoy para la gran mayoría de la población y especialmente nuestros adolescentes resulta inconcebible un mundo sin televisión, internet, televisión por cable, radio, prensa y cine, mientras que un siglo atrás, existía un público selectivo quien revisaba periódicos y libros, nuestros ancestros podían vivir con mayor facilidad el prescindir de ellos. El presente trabajo muestra una reflexión sobre de los medios masivos de comunicación y la influencia tan marcada en nuestros jóvenes de nivel medio superior y analiza la aplicación de los mismos en el quehacer educativo como una herramienta para abordar los temas en clase.
Desarrollo:
En el presente efectuamos una breve reflexión sobre la influencia de los medios masivos de comunicación y su aplicación para fines educativos; este término comprende todo el abanico de medios modernos de comunicación social: televisión, cine, video, radio, fotografía, publicidad, periódicos y revistas, música grabada, juegos de ordenador e internet. Los medios anteriormente señalados son considerados como instrumentos mediáticos que nos presentan una realidad prefabricada del mundo como lo menciona Jean Baudrillard; entender los programas, filmes, imágenes, lugares de la red, etc., que se transmiten a través de estas diversas formas de comunicación desarrolla una forma de ver el mundo.
Los medios masivos de comunicación en los últimos años influyen en gran medida en la perspectiva que tienen nuestros jóvenes de ver el mundo, ya que ellos siente gran atracción sobre los mismos, la escuela pasa en ultimo termino en relación a sus preferencias. Por tal motivo a los docentes nos incumbe utilizarlos como una herramienta más para el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje; brindar nexos de comprensión significativos, en relación a los contenidos de nuestras asignaturas. Las imágenes en nuestro mundo son protagonistas, que establecen una relación con el mundo externo y de los protagonistas; constituyen parámetros de interpretación, modelos étnicos, estereotipos sociales y preferencias de consumo, interactúan con los que viven en su familia, el barrio o el entorno social inmediato.
La televisión, por ser el medio de pasatiempo más difundido, juega un papel muy importante en la formación de la conciencia, tanto individual como colectiva. En la actualidad se responsabiliza; los malos hábitos de los adolescentes, de la falta de concentración, del abandono de valores, o la equivocada aplicación de la misma, del bajo rendimiento escolar. Se deja de lado el papel de los padres de familia como reguladores del tipo de programas que convienen ver desde la niñez a la adolescencia.
En el siglo XX, a través del internet, en el transcurso de diez años, se ha trasformado la vida de millones de personas alrededor de la tierra, está cambiando el sentido de muchas de sus actividades, la concepción múltiples disciplinas y la dimensión de tiempo y espacio. A este tejido se han unido diversas instituciones educativas, comerciales, entidades gubernamentales y organizaciones no lucrativas. A través del internet, los jóvenes alcanzan comunicarse con mayor facilidad, sin tener que identificarse personalmente, por tal razón la información fluye con mayor rapidez. Y en algunas ocasiones el internet, es un medio para ofrecer privacidad y anonimato, sino esta adecuadamente supervisado puede ser dañina, facilita especialmente la difusión y la venta de material en ocasiones no apta para su edad. Ante estos escenarios anteriormente señalados se han obtenido, en algunos jóvenes resultados negativos. Los padres de familia tienen un papel trascendental para impedir el tránsito de material indeseable para ellos; ya que en la adolescencia es una edad vulnerable ante las situaciones que le rodean.
Es imprescindible que la educación formal se apropie de los medios masivos de comunicación, especialmente el internet este poderoso auxiliar cargado de situaciones, que pueden apoyar el aprendizaje. Pero junto a esas posibilidades, los nuevos instrumentos pueden aportar a los jóvenes otros procedimientos formativos, como puede ser la serenidad por la lectura y otros aspectos importantes en la cultura general. Es importante señalar que puede ser una excelente herramienta en la aplicación adecuada del lenguaje y en forma adversa confundir. Es incuestionable el predominio que la tecnología de la comunicación tiene en el área de la educativa, y el papel que el docente tiene para apoyarle al estudiante a jerarquizar la información encontrada en las redes sociales para ser utilizada de forma adecuada.
Por muchas razones la comunicación está, definitivamente, asociada a la educación; las modernas teorías educativas que se elaboran como respuesta a la crisis de la institución escolar ponen de relieve la necesidad del intercambio comunicativo entre el maestro, el alumno, la escuela y el contexto. Los medios de comunicación son un soporte tecnológico, que amplían las posibilidades educativas. También porque el conocimiento de la realidad no proviene exclusivamente del texto escrito y porque todos los días nuestros jóvenes se educan en mayor medida fuera de la escuela; ya que pasan el mayor tiempo especialmente en el internet. Sus referentes de conocimiento, imágenes, valores y sus posibilidades que depositan son en correspondencia inmediata con la comunicación y sus mensajes. (Cafiero, 1997).
Los jóvenes frente al televisor, puede recorrer una gran variedad de países del mundo, recrearse con la transcripción de las obras artísticas, escuchar un fragmento de música clásica; entre otras opciones para hacerse llegar de la cultura. El progreso de la comunicación audiovisual dispone una perspectiva y un conocimiento directo, a las fuentes de información están diversificadas, la intervención y participación de posibilidades por la tecnología son ascendentes. Por ello, la escuela no puede dar la espalda a estos hechos y, por el contrario, convendrá dar cuenta, explicar, ayudar e interpretar todo esto incorporado de referente que hoy los jóvenes manejan, a fin de completarlos, conocer los diferentes lenguajes y aportaciones que en ellas se presentan y de la misma forma cuestionar los posibles mensajes que se encierran.
La creatividad del educando se alimenta de visiones, ideas y valores de distinta factura, la escuela tiene ante sí el reto de estimular nuevas formas de experimentación y creación en los educandos, haciendo uso de los instrumentos técnicos y de las posibilidades que la comunicación masiva aporta. Las imágenes que nos ofrece la tecnología en algunos casos es la virtud de atraer semblantes de lo natural no reconocido, se presenta el dialogar con los escolares junto de las posibilidades de una, otra y regresar al análisis de la realidad para percibir mejor. Esto sería la función educativa (Cafeiro,1997). Si la escuela se acerca a demostrar la realidad, la comunicación da cuenta parcial y en la mayoría de las ocasiones es incoherentemente, se estará dando un paso decisivo.
Es necesario que los educadores, se apoyen utilizando los medios de comunicación, estar al tanto de la forma de operar la tecnología, que sean capaces de interactuar con los alumnos, que estén acomodadas las experiencias para lograr un mejor desempeño con el trabajo escolar, a salir del contexto, a buscar en distintos horizontes tecnológicos, a beneficiar de forma positiva utilización de los mismos, para reconquistar el lenguaje oral y escrito de forma adecuada, la expresión artística que habitualmente se ha visto resentida, que rescaten la palabra disposición y armonioso, como representaciones de término prioritaria y sobre todo al concentrar los contenidos de la nueva tecnología en la escuela, cargo admitir un compromiso de instrucción de estos lenguajes para beneficiar una relectura crítica por parte de los estudiantes acerca de las recomendaciones que les llegan diariamente de los medios masivos de comunicación, esencialmente de la televisión o de la cultura audiovisual reciente en los lugares de entretenimiento de nuestros estudiantes (Aránea, 2001). Es indudable que tanto la educación formal o institucionalizada e informal, educan al hombre, la primera con objetivos y métodos pedagógicos definidos y la segunda sin una jerarquía normada en grados académicos y en donde el individuo asume su propia responsabilidad en el aprendizaje.
Al ser tan diversificados los medios de comunicación se puede ampliar la educación informal que se transmite a través de ellos, se obstaculiza su entendimiento y estudio, pero no por desconocerse su mediación, no debe ignorarse el valor educativo que rebasa en ocasiones a los sistemas escolarizados. Se deberá por tanto, aprovechar y utilizar cada vez más en la escuela, las nuevas tecnologías de comunicación como la radio, la televisión, el internet y multimedia, ya disponibles de manera innovadora. El desafío primordial que poseen los docentes ante este nuevo escenario es desenvolver nuevas competencias profesionales que les auxilien a utilizar la nueva tecnología como herramientas valiosas que apoye efectivamente el proceso enseñanza – aprendizaje.
El internet en más de diez años, ha transformado la vida de millones de personas alrededor de la tierra y está cambiando el sentido de muchas de sus actividades, la concepción del tiempo y la extensión del espacio. En un siglo donde los medios masivos de comunicación, se han vuelto parte de la vida de los adolescentes, la comunicación entre los miembros de la familia es menospreciada, pasan menos tiempo interactuando juntos, los jóvenes conversan menos de sus asuntos de manera espontáneamente y la comunicación se hace más difícil (Barnes y Bolsón, 1985). En la etapa de la adolescencia la comunicación con los padres, es una influencia, importante en cualquier contexto, ya puede funcionar como factor protector ante los riesgos en el pasaje de este periodo.
En la actualidad, nos encontramos en un mundo globalizado, que ha enfocado sus esfuerzos por desarrollar competencias indispensables en los estudiantes, atendiendo esta guía rectora a nivel nacional que marcan las directrices, existe en los adolescentes, la necesidad de desarrollar esfuerzos para el fortalecimiento en una competencia vital en la contemporaneidad, la competencia comunicativa. Revelando esta necesidad con el contacto directo en el desarrollo de los alumnos en este nivel.No debemos dejar de lado el papel protagónico que han tenido los medios masivos de comunicación en la actualidad, en la sociedad moderna; ejercen gran influencia, ya que ofrecen a niños y jóvenes una educación informal que en ocasiones consideran más llamativa e interesante que la obtenida en la escuela.
Incidiendo en esta situación diversos factores; la globalización, el uso de los medios de comunicación; la competitividad empresarial, donde se buscan los mejores perfiles para el ámbito laboral; la crónica, es una necesidad y una característica inherentes al ser humano; el plan de desarrollo nacional, que enfoca sus guías rectoras en pro de las competencias en el ámbito educativo; el contexto de los alumnos que incluyen su ciudad de origen, su familia, situación, socioeconómica; la migración educativa, que conlleva costumbres, modismos valores, ideas; los contenidos de la educación, sus metodologías; los alumnos, su compromiso, esfuerzo, perfil de ingreso, su psicología, su nivel cognitivo, el aprendizaje; los profesores, su propia formación, la didáctica, recursos pedagógicos, vocación y motivación. La comunicación como una competencia corresponde ser investigada entonces, desde varios ámbitos, pasando por el aprendizaje, teorías, estrategias a implementar, en el alumno (será tomado como un comunicador), el profesor y el análisis de la realidad de los adolescentes. Es necesario establecer la pieza clave en el desarrollo del ser humano la familia es el más básico de todos los grupos humanos, en donde se fomenta la comunicación. Y además es el gran maestro de todos los símbolos y las reglas de significación, que son los cimientos de la vida social. Por tanto, ésta suele suponerse un germen significativo del aprendizaje.
La importancia de la comunicación interpersonal en los adolescentes
Es importante la revisión de dicho tema, por la relevancia inherente que implica la naturaleza misma de la comunicación, trascendiendo al contexto educativo porque corresponde ser parte de toda formación, el dominio de una ama de casa con tal impacto, como lo es el habla y no solo el lenguaje, sino informar, advertir, convencer, persuadir, cualquiera que sea el propósito. En un mundo actual tan globalizado; en donde los medios masivos de comunicación, las redes humanas o sociales, el capitalismo con su mercadotecnia, el desarrollo y competencia profesional; se caracteriza por ser voraces y exigir un perfecto desarrollo del ser humano, y que éste tenga todas las habilidades necesarias y competencias para la vida. Es vital el estudio de nuestras primeras cartas de presentación como individuos, la capacidad de expresarnos adecuadamente con cualquier objetivo en mente.
Menciona Parra (2001:17) de la voz latina comunicare, que significa “poner en común”. Comunicación es acción y efecto hacer a otro participe de lo que no tiene; descubrir, manifestar o establecer alguna cosa. Es el proceso mediante el cual se transmiten significados de una persona a otra. La comunicación es un fenómeno social sujeto a los cambios en el hombre, a las modificaciones en su lenguaje. Algunos de los estudiosos de la comunicación hacen referencia, a la a transaccional, donde se proporciona un reciprocidad de ideas; es emprendedora, porque no se refleja y siempre fluye; e influye mutuamente, por la interacción humana y los encuentros con los hombres. Si por naturaleza somos seres comunicativos, entonces es un proceso natural en el ser humano, es compartir algo de nosotros, para tener ese acercamiento con nuestros congéneres, para tratar de establecer vínculos, mediante distintas maneras, a las cuales llamamos formas de expresión. El comunicar no es solamente utilizar el lenguaje o expresarnos, implica tener una intencionalidad, para recibir una respuesta de los demás, para saber si fuimos comprendidos. Y es todo un proceso, en donde lo ideal es que existan distintos elementos, como el emisor, mensaje, canal, receptor, un contexto y retroalimentación principalmente. Cuando se tiene la intención de comunicar algo, siempre es por un propósito. Las funciones básicas del lenguaje, sugiere Fonseca (2000:13-14), se usarán para cumplir los propósitos de la comunicación, se citan los cuatro generales:
El propósito de informar utiliza la función representativa del lenguaje, ya que con él se intenta explicar algún suceso.
El propósito general de entretener usa la función expresiva del lenguaje, ya que con él se intenta lograr el encuentro y comprensión entre hablante y oyente.
El propósito general de persuadir usa la función apelativa del lenguaje, ya que la persona, al comunicarse quiere influir al pensamiento del oyente.
El propósito general de actuar, que se realiza también mediante la función apelativa, intenta dirigir o llevar al oyente a un grado de motivación que lo impulse a generar una acción.
En la enseñanza no se hace mención dichos componentes, o no de todos, se llega a omitir el propósito de la comunicación, tal vez porque es un proceso tan inherente al ser humano, es obvio el camino a seguir y los procesos que conllevan que se omiten y solo se tratan como una generalidad. Ya lo dice la programación neurolingüística y la inteligencia emocional, que los seres humanos debemos aprender a comunicarnos, porque pensamos que el simple hecho de aprender un lenguaje y decir las cosas que pensamos, que eso es comunicarnos.
Ahora hablemos sobre este proceso en nuestros adolescentes, cuando se les muestra el amplio panorama de sus palabras de las intencionalidades con las cuales pueden hacer uso de ellos; se despiertan en él interés innato por querer aprender a comunicar dichas cosas que son de su convivencia. En este período, en donde el sentimiento de incomprensión y la búsqueda de una personalidad, son fuertes motores. El joven puede relacionarse por cómo comunicarse con sus iguales, porque esto le dará más herramientas para desenvolverse.
Por diversos motivos la comunicación está relacionada a la educación. Una de las razones es porque las modernas teorías educativas que se elaboran como respuesta a la crisis de la institución escolar colocan la necesidad de un intercambio comunicativo entre el maestro y el alumno, entre la escuela y la realidad. Por otra, parte la informática, proporciona a la comunicación y su soporte tecnológico, adyacente a las posibilidades de la misma, amplía los sucesos educativos. En ocasiones podemos observar que el conocimiento de la realidad no proviene del texto escrito y porque el conocimiento de la realidad no proviene únicamente de textos escritos; ya que los jóvenes se educan en gran medida fuera de la escuela. Sus concernientes de conocimientos, sus imágenes sus valores y sus esperanzas guardan relación cercana con la comunicación y sus mensajes (Cafiero, 1997).
En la realidad académica a los alumnos solo se les enseña el modelo básico de la comunicación oral, sin más elementos enriquecedores, o las funciones de cada uno, alcance y las imitaciones de éstos. Para poder aprender, se tiene que tomar de nuestras decisiones en actos de comunicación y de sus resultados, es tener conciencia de lo que pensamos, decimos y hacemos. Para Parra (2001) La comunicación oral en su mayoría de las comunicaciones orales que efectuamos a diario es interpersonal, es decir, de persona a persona, es una comunicación abierta, impar, flexible y dinámica. Donde se desempeña el proyecto de interactuar socialmente y llevar a cabo algún propósito específico. Pero es más allá de solo dar un mensaje, es establecer confianza, es compartir sentimientos, influir en el estado anímico de otra persona. De ahí la importancia de estar conscientes sobre el acto de hablar, ya que no es solo que el adolescente aprenda quién es el emisor, quién el receptor, o cuáles son las barreras de la comunicación.
La situaciones más curriculares para nuestras vidas ocurren en situaciones tan comunes que con frecuencia, ni siquiera pensamos que en ellas se involucren habilidades para la comunicación y muy raramente hacemos un análisis para poder comprender todas las razones por las que una persona ha fracasado en comunicarse en una situación interpersonal, según menciona Fonseca ( 2000:72).
Desde luego, no todo es la palabra oral, ya que tiene un mayor peso el tono de voz y el lenguaje corporal, acciones que por lo general ignoramos, y los neurlingüistas nos explican que son más importantes aún que la misma palabra en sí. Se debe a esta ignorancia, que a veces tenemos errores en nuestra comunicación, y tendemos a perder energía, enojamos, contraer conflictos, frustraciones y toda clase de acciones negativas que nos pueden perjudicar.
Según Parra (2000:29), nos dice que la comunicación está asociada a un tipo específico de inteligencia: la interpersonal. “Es un arte y una ciencia tener éxito en las relaciones con los demás, porque el conocimiento que hemos adquirido a lo largo de la vida no es una garantía para que nuestra forma de comunicación sea correcta”.
Definitivamente la comunicación depende de las habilidades de cada persona, pero es cierto que éstas se pueden desarrollar, y como profesionales de la educación es necesario aprenderlas, practicarlas, aplicarlas y llevarlas a nuestra práctica docente, pero lo que es más importante aún, es dar herramientas a las nuevas generaciones, más allá de que este o no este dentro de los planes de estudios. En nuestra sociedad todos desempeñamos papeles, donde todos tenemos conductas establecidas para el cumplimiento de una función específica, por medio de la comunicación, así que todos llegamos a ser comunicadores.
Estas conductas que se esperan del comunicador; interactuar y enfatizar, según Roger (1961) interactuar es la obligación ser del comunicador. Para establecer una comunicación oral corresponde existir primero en la intención de hablar, sin olvidar el sentido bilateral o de intercambio del proceso comunicativo y reconocer los efectos que se van producir. Enfatizar que la conducta puede ser, que un comunicador consigue ponerse en el lugar de la otra persona para comprender mejor sus ideas, sentimientos y lograr una comunicación más efectiva.
Se dice también que el que lleva la conversación no es el que habla, sino el que escucha, así que el papel de cada uno de nosotros como comunicadores, está relacionado con nuestra forma de escuchar. Que importante, enseñar a nuestros adolescentes la importancia de la escucha activa, el entablar una conversación profunda, en donde desempeñemos nuestra capacidad de empatía y a la vez estemos creando vínculos sociales, esto nos hace desarrollarnos como seres humanos y da pauta para que desde algo cotidiano, desarrollemos la habilidad comunicativa.
Desarrollar habilidades para llegar a ser un comunicador competitivo exige llevar a la acción aptitudes, esas cualidades o capacidades que tenemos para el buen desempeño de algo. Así las aptitudes, actitudes y habilidades influirán en nosotros, en nuestra comunicación oral. Sabemos que existen habilidades innatas y junto con las aprendidas, establecen una relación directa con; algunos elementos visuales, como los ademanes en nuestro cuerpo; con elementos vocales, nuestro tono de voz, ritmo y otros; y los elementos verbales, que es el uso que le damos al lenguaje. Esto es lo que genera el impacto en nuestro receptor o receptores y frecuentemente es lo que descuidamos.
Es importante mencionar, que al hablar de actitudes, ser un comunicador ético implica responsabilizarse del resultado de la comunicación, considerando que la palabra debe promover siempre buenas, acordes a los valores de nuestra sociedad, y así reconocer las intenciones y las fuerzas positivas y negativas que impulsan o echan abajo el cumplimiento de su función. Por ejemplo, los valores y actitudes que desarrollan fuerzas positivas, son la voluntad, la confianza, el autodominio, la justicia, sus contra valores forjan fuerzas negativas, como el miedo, la prepotencia y la mentira.
No podemos perder de vista que día a día la creatividad de los adolescentes se sustenta de ideas y valores de distinta detalle, la escuela tiene ante sí el reto de estimular nuevas formas de experimentación y creación en los educandos, haciendo aplicación de instrumentos técnicos, de las posibilidades que la comunicación masiva aporta. Si la imagen tecnológica tiene en algunos casos la virtud de captar aspectos del perfil natural no permitía, tratar de dialogar con los estudiantes sobre las posibilidades de captar aspectos que la imagen natural no facilita, se trata de brindar las posibilidades de dialogar con los escolares sobre las posibilidades de una, otra y volver al examen de la realidad para comprenderla mejor. Tal es la función educativa (Cafeiro, 1997).
CONCLUSIONES:
Bibliografía
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