Raúl Rodarte García
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo
rrodarte@uaeh.edu.mxResumen
Desde que el capitalismo se establece como sistema económico predominante, los estudiosos no se han detenido en uno de los aspectos fundamentales del sistema y que es su territorialidad. Se debe reconocer que el espacio geográfico es en primer lugar la zona de riqueza potencial para la acumulación capitalista y en ese sentido la globalización mostró que un acaparamiento de la riqueza espacial ha desencadenado una gran crisis del sistema capitalista que en la lógica de acumulación trasnacional no tiene solución.
Aunque parezca ilógico, todos aquellos investigadores o científicos sociales tienen que brindar respuestas para que la sociedad no resienta esa crisis desbordada, porque el proponer soluciones, también, plantea nuevos caminos sociales para reconstruir los territorios. Y se puede señalar que uno de ellos es regresar a fortalecer las regiones y sus capacidades.
Este trabajo tiene como objetivo valorar a la regionalización como la manera más importante para resolver la actual crisis capitalista.
Abstract
Since capitalism is set as dominant economic system, the scholars have not been detained in one of the fundamental aspects of the system and that is its territoriality. It must be recognized that the geographic space is in the first place the area of potential wealth for the capitalist accumulation and in that sense the globalization showed that a hoarding of wealth space has triggered a great crisis of the capitalist system that in the logic of transnational accumulation has no solution.
Although it may seem illogical, all those researchers or social scientists have to provide the answers for that society does not suffer this crisis overwhelmed, because the propose solutions, but also poses some new roads to reconstruct the social territories. And it should be noted that one of them is to return to strengthen the regions and their capabilities.
This work aims to assess the regionalization as the most important way to resolve the current capitalist crisis.
Palabras clave (key words): Perspectiva global, Orden económico internacional, Integración económica, globalización.
Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:
Raúl Rodarte García (2015): “Globalización y regionalización: dos formas de vivir el capitalismo”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, n. 27 (enero-marzo 2015). En línea: http://www.eumed.net/rev/cccss/2015/01/regionalizacion.html
GLOBALIZACIÓN Y CRISIS GENERAL
La globalización económica ha acelerado el agotamiento del capitalismo, las crisis de las grandes bolsas mostraron que la especulación económica, que es la base de la fase neoliberal globalizadora, mostró su incapacidad de generar riqueza dentro del sistema capitalista.
Los grandes grupos financieros se dedicaron a especular es decir a inflar los precios y servicios sin un sustento material y productivo que sostuviera el valor de esa riqueza que ellos supuestamente manejaban.
Al final de cuentas el mercado se saturó de bienes, principalmente inmobiliarios que resultaban invendibles y que estaban creando una depreciación de capitales inmobiliarios y financieros que crearon los primeros indicios de crisis general.
Para evitar un colapso general, los gobiernos de los países centrales empezaron a transferir subsidios que detuvieron la caída momentáneamente, pero no resolvieron en absoluto las razones que estaban generando el colapso.
Tal vez, esto se debió a que el pilar fundamental del neoliberalismo era la libertad total a empresas y empresarios trasnacionales y querían asegurar este funcionamiento.
Después de que las empresas recibieron los millones de dólares de rescate y prometer que se aplicarían al refinanciamiento de la actividad empresarial. Los ejecutivos no disminuyeron ni un dólar sus gastos y la reactivación se vio trunca.
Por otro lado, y como se menciono en otro trabajo, la flexibilización laboral, que fue el símbolo globalizador en la industria, al final cobro sus cuentas, al desaparecer sindicatos y prestaciones sociales originó una brusca y precipitada caída del nivel de vida de la población en el mundo.
Un régimen de garantías sociales que se habían creado a partir de la lucha y los muertos sociales, el capitalismo globalizado lo eliminó en menos de cuarenta años.
Con esto, se limitó el consumo piedra angular del sistema capitalista. Muchos de los artículos que están disponibles en el mercado para consumo masivo, tienen un valor bajo y a pesar que muchos habitantes tienen limitados recursos para adquirirlos, estos artículos han inundado el mercado y la sociedad esta imposibilitada ya para comprar nuevos artículos que en tiempo relativamente corto quedan obsoletos.
Al final, el descubrimiento de Carlos Marx que señaló que el sistema capitalista es un sistema en crisis continua por la saturación del mercado sigue siendo totalmente valido.
Boltvinik agrega que “la automatización total de los procesos productivos (no sólo en la industria, sino también en muchos servicios) sólo puede ser una amenaza para un sistema social en el cual no es el bienestar humano el propósito de la producción sino la acumulación de ganancias. En cualquier otra sociedad, la automatización total sería una bendición radical que pondría fin a la maldición bíblica de “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, liberando la energía humana para fines más elevados como la creación y el amor al prójimo” (Boltvinik Julio: 2010. http://www.jornada.unam.mx/2010/09/24/index.php?section=opinion&article=026o1eco.).
El problema fundamental de la globalización se debe a que esta es una fase manejada por y para las grandes trasnacionales.
Desde los años cincuenta las grandes trasnacionales llevaron un proceso gradual para desmontar todas las trabas para implantar procesos productivos y de acumulación deslocalizados.
Descubrieron que los bajos costos de mano de obra de los países subdesarrollados junto con la baja en los costos de mano de obra les permitía obtener mayores márgenes de ganancia que necesitaban repatriar fácilmente. A este proceso se le oponían muchos factores pero los más importantes eran los gobiernos nacionalistas y las barreras arancelarias (sin menospreciar las organizaciones sociales).
En ese sentido, la primera etapa fue poco a poco cambiar los gobiernos de todo el mundo para que se apegaran a sus objetivos. Los ideólogos de esta etapa capitalista señalaron que la globalización al abrir las fronteras a la comunicación aceleraría la formación de la conciencia política de la población y principalmente para aquellos habitantes de países autoritarios que supuestamente eran un estorbo para la globalización.
Se debe estar seguros que ese proceso de disminución de la capacidad del Estado y del gobierno inició en los países desarrollados y el primer llamado de atención ocurrió en los mismos Estados Unidos de América con el asesinato del presidente Robert F. Kennedy, como se recordará en las investigaciones surgió un enredo entre las grandes corporaciones militares y la mafia que se confabularon para evitar el retiro de las tropas americanas de la guerra de Vietnam.
Con el presidente Lyndon B. Johnson se amplió el presupuesto militar y la presencia de Estados Unidos a esta guerra.
En la década de los setenta se fue disminuyendo el peso de los grandes sindicatos en las industrias americanas y empezó a aparecer el empleo sin prestaciones y a destajo.
El gobierno de estos países impulsaron y apoyaron la expansión de sus grandes empresas al exterior y muchas veces sacrificaron a las pequeñas y medianas empresas como una forma de eliminar la competencia.
Con el supuesto de no debilitar a los Estados Unidos dentro de la competencia económica mundial la influencia y la orientación económica fue determinada por representantes al congreso abiertamente financiados por las grandes compañías.
Este proceso se fue perfeccionando lentamente hasta que abiertamente declaran al mundo que la nueva etapa capitalista funcionara necesitaba abiertamente la libertad total a la intervención de las grandes compañías por todo el planeta, que las barreras arancelarias, las garantías sociales y la soberanía de los Estados eran obsoletos porque no permitían el flujo económico y de ideas por el orbe.
Se estableció que en la globalización la sociedad llegaba a su máximo esplendor y que solucionaría los problemas sociales (Beliaev Mikhail: 2003, http://globalization.icaap.org/content/v3.1/04_beliaev.html).
Aquí cabe preguntarse, porque los habitantes de los países desarrollados no se opusieron. Esto es simple de contestar, porque esta fase generó durante la década de los ochenta y parte de los noventa el sueño de grandes sueldos y la puerta abierta a consumos extravagantes y caros para aquellos empleados que aceptaran trabajar por “productividad”, el supuesto es que mientras más ganancias generes para la empresa más salario se tendría. Así, se reforzó la imagen del ejecutivo activo y dinámico que tenía el mundo abierto con el apoyo de su empresa.
Pero al final, algún día la factura tenía que cobrarse y desde el principio del nuevo milenio, los ingresos de esos ejecutivos han bajado en una caída vertical. El temor por el desempleo está generando un pánico inusitado porque estos estratos sociales educados profesionalmente no tienen posibilidad de insertarse en mercados de trabajo bajos con poco salario y con conocimientos laborales manuales.
La apuesta a la globalización trasnacional, se reflejo en un empobrecimiento regional, desde los años noventa los obreros industriales americanos y europeos vieron desaparecer sus garantías laborales y sus empleos. Estos se fueron a instalar a países subdesarrollados con bajos costos de mano de obra.
Excepto las ciudades globalizadas, el resto de los espacios vieron desaparecer el poderío de sus ciudades centrales regionales y convertirse en ciudades fantasmas donde el desempleo y la desaparición de pequeñas y medianas empresas es el pan de cada día. Es decir con la globalización el planeta ha pasado por un intenso proceso desregionalizador. La dinámica regional se ha debilitado mundialmente, esto es una gran crisis espacial en la medida en que la pobreza social esta deconstruyendo las regiones.
La migración interna e internacional es un fiel reflejo de esta sin razón geográfica al exponer a grandes flujos poblacionales a la mendicidad, la esclavización y a la muerte.
Pero, el abandono de los espacios no ayuda a restaurar los paisajes naturales abandonados, sino que acelera los procesos destructivos en el momento que la euforia globalizadora extrajo las riquezas naturales y no mira ni se detiene en restaurar la riqueza que ha destruido.
Si este problema ha sido destructivo en los países desarrollados, que al final de cuenta han paliado la pobreza social con los grandes flujos de capital de los países subdesarrollados. Para las naciones del tercer mundo se volvió algo desolador. Desde los años ochenta la crisis modernizadora que representó la generalización mundial del proceso globalizador y que destruyó el potencial industrial y productivo locales aniquiló el proceso regionalizador de estas naciones.
Se debe considerar que las naciones subdesarrolladas nunca terminaron de construir regiones sanas y bien desarrolladas tal como sugiere la teoría regionalizadora de Christaller. En el momento en que casi todo el tercer mundo fue considerado un gigantesco espacio extractivo de explotación, las empresas y naciones desarrolladas exigían que todos los recursos nacionales se pusieran a trabajar en beneficio de ellas y en función de la velocidad de extracción de capital. De esta manera la mayor parte de naciones desarrolló ciudades parasitarias que formaban el centro de extracción económica por donde las grandes empresas extraían la riqueza (en estas se incluyen los puertos marítimos).
A pesar de esta realidad las poblaciones locales en su afán de desarrollo fueron creando empresas locales que se dedicaban a fabricar aquellos bienes que necesitaban para su subsistencia, así mismo se reafirmaron aquellos espacios urbanos que por siglos habían sido lugares de intercambio comercial autóctono.
Desde los años cincuenta ese dinamismo local creó lazos que forjaron unas protoregiones que afianzaron el desarrollo local.
Pero desde los años setenta y ante el ímpetu nacionalista que representaba el desarrollo regional las naciones desarrolladas aprovecharon apoyar a las élites criollas y conservadoras que dependían del impulso y las dinámicas trasnacionales. Así en estos años casi todas las naciones subdesarrolladas vivieron un intenso periodo de desestabilización con cruentos golpes y regímenes militares que como lastre se oponían al proceso de desarrollo regional y social, una forma de centralizar el poder y controlar el capital para repatriarlo desde el centro.
Un ejemplo es los Estados Unidos y como lo afirma Amin “la soberanía de los intereses nacionales de los Estados Unidos esta colocada por encima de todos los otros principios que enmarcan el comportamiento político considerado como medio legítimo”. E. U. “no acepta incluso ni el concepto de un derecho internacional superior a lo que consideran ser las exigencias de la defensa de sus intereses nacionales”.
Y continúa diciendo que, “la clase dirigente de los Estados Unidos proclama sin reticencia alguna que ella no tolerará la reconstitución de ninguna potencia económica o militar capaz de cuestionar su monopolio de dominación del planeta y se adjudica, con esta finalidad, el derecho de conducir guerras preventivas”.
En la década de los ochenta el desarrollo económico capitalista globalizador entra a una etapa del control espacial total del planeta, las empresas trasnacionales consiguen debilitar y derribar las barreras arancelarias de los países y esto les permite vender sus mercancías a bajo costo por todo el planeta. La adquisición de los bancos del planeta permite repatriar sin problema las riquezas mundiales.
Las trasnacionales se volvieron esos gigantescos parásitos que extraen la riqueza mundial y que la concentran en sus bancos donde se especula libremente.
En el momento que se apropian de las empresas y los espacios nacionales se vuelven los grandes dioses universales al controlar el empleo en el orbe. Cuando una sociedad o un gobierno nacionalista trata de reimplantar su soberanía, las trasnacionales la amenazan con el desempleo y la fuga de capitales.
Así, también, en sus centros metropolitanos han logrado contratar a los políticos como gerentes locales que cuidan sus intereses como perros guardianes.
Es bueno regresar a las palabras de Klein y señalar que “hoy el método preferido para remodelar el mundo, bajo los intereses de las empresas multinacionales, es sistemáticamente explotar el estado de miedo y desorientación que acompaña los momentos de gran shock y crisis. El globo terráqueo es sacudido por múltiples shocks, parece ser un buen momento para ver cómo y dónde es aplicada la estrategia”.
Las grandes potencias, en la disputa de los territorios, pueden llegar al uso de las armas, pero en la explotación del mundo subdesarrollado, en las presiones y las injerencias armadas siempre actuarán de común acuerdo, porque lo esencial en el sistema es garantizar la explotación.
Con esta estrategia garantizan la sumisión sobretodo de las naciones subdesarrolladas dominadas por élites sin conciencia nacional, ejemplos son los de México, Colombia, Irak, Georgia, etc.
Los discursos impuestos para saquear naciones como nuevos corsarios son netamente deterministas resaltando la incapacidad de los gobiernos y las sociedades de explotar y aprovechar recursos o incluso de gobernarse ante la explosión violenta.
Los imperios por un lado ofrecen “ayuda humanitaria” y por el otro amenazas y chantajes para abrir fronteras y permitir el libre tránsito de capital e inversiones y la repatriación de riquezas.
Por ejemplo, las medidas europeas que implican el cierre de sus fronteras son un medio para limitar la crisis y es detener la importación de productos que ellos consideren que “no respetan las normas ambientales”. Y abiertamente se declara que “los países ricos no cederán a las exigencias de los países emergentes, si éstos, en contrapartida, no recortan las tarifas a la importación de bienes industriales en aproximadamente un 63 por ciento, y no aceptan el mantenimiento de una cantidad limitada de productos sensibles -aquellos de los que se limita la importación, en caso de que afecten la producción local” (La Jornada: Celso Amorim: 2008).
México es el país que muestra con mayor profundidad la crisis regional y se ha reflejado con los intensos flujos migratorios hacia Estados Unidos. Este flujo ha debilitado profundamente el desarrollo regional nacional ya que con los migrantes se fue riqueza y potencial humano para el desarrollo.
México utilizó un gran capital para alfabetizar y capacitar esa mano de obra y que ahora rinde su riqueza a los espacios extranjeros y empresas trasnacionales que se aprovechan de esta sin haber gastado lo mínimo para su reproducción.
No conforme con ello las trasnacionales comerciales como virus se han esparcido por todo el país con sus tiendas de conveniencia que han provocado la desaparición de innumerables micro y pequeños negocios. Estas compañías han arrendada grandes espacios agrícolas para producir exhaustivamente los campos para brindar al mercado mundial productos a bajo costo y cuando esos espacios ya no son rentables (que su capacidad agrícola ha desaparecido como efectos de la desertificación) emigran y se instalan en nuevo espacio.
Y esto con la plena complicidad de los gobiernos locales. Esto se debe que la formula que experimentaron en sus naciones de financiar a los políticos y a sus partidos les funcionó de maravilla, hoy la vecindad con los Estados Unidos de América ha sido determinante en la realidad actual del gobierno, los partidos y la política nacional mexicana.
Si para 2006 y de acuerdo a los mensajes de wikileaks las elecciones para presidente del país estuvieron sometidas a una influencia muy grande del gobierno Estadunidense, el futuro no se presenta halagüeño.
Con los mensajes nos enteramos que candidatos, líderes y representantes de partidos en las cámaras se reunieron con miembros del gobierno americano en su embajada. Y en sus entrevistas las preguntas a su forma de gobernar en caso de ganar o sus puntos de vista sobre sociedad y país siempre fueron determinantes para que el gobierno de Estados Unidos fijara posturas y presentara sus apoyos.
Un ejemplo es que en el 2000 el gobierno americano trianguló dinero por el organismo “amigos de Fox”. Y para el 2006 fue escandaloso, la transferencia de recursos a través de los organismos empresariales a la campaña panista.
Estos recursos fortalecieron financieramente al Partido Acción Nacional y lo presentaron como el partido preferido por los Estados Unidos y lo confirma la defensa que hizo Felipe Calderón al defender la injerencia americana.
Por otro lado los partidos políticos se mostraron como órganos de un sistema político putrefacto. Estos al final de cuentas son los garantes del funcionamiento de un sistema corrompido y que se ha alejado totalmente de garantizar un desarrollo nacional que beneficie a toda la población.
El contubernio entre gobierno-elites y mafias ha mostrado a la sociedad un Estado autoritario que en los hechos funciona como una dictadura sustentada en el ejército, la policía y los grupos de sicarios del narcotráfico que conjuntamente tienen un frente abierto contra la sociedad y sus garantías sociales.
Es obvio que los explotados y desfavorecidos no tienen voz ni representatividad en este sistema.
Los partidos reconocidos Según Gérard Deneux tienen el objetivo impuesto por el sistema de romper todas las formas y fuerzas de ruptura (anarcosindicalismo, la autogestión, el comunitarismo), es decir todos aquellos síntomas que representen las aspiraciones populares (Deneux Gérard: 2002. http://amd.belfort.free.fr/24partis.htm).
De esta manera, se constituye una elite partidista y es esta realmente la intermediaria entre el Estado y los partidos.
Al final de cuentas el partido político se convierte en el formador político de los individuos que requiere el Estado capitalista y no la sociedad. Gérard Deneux va más allá al afirmar que en la sociedad actual, los partidos políticos tienen el papel de ser “maquinas electorales” para colocar ejecutivos que funcionen para el capitalismo global. Ejecutivos que representen su palabra y su poder y de regular las aspiraciones populares y de civilizar la explotación capitalista.
Esta realidad desemboca en otra que ante las canonjías que brinda el sistema a todos aquellos que fielmente defienden la marcha económica les brinda la posibilidad de perpetuarse en los cargos y representaciones electorales, tanto para su vida útil como para sus descendientes. De esta manera los partidos se han vuelto negocios familiares sumamente rentables que por sí mismos ya no buscan la mejoría de sus electores, sino la posibilidad de encaramarse en posiciones económicas mejores (Chomsky Noam: 2011, http://www.jornada.unam.mx/2011/08/08/mundo/032a1mun).
Gustavo Esteva afirma que “el neoliberalismo al desnudar cínicamente el carácter del régimen político construido por el capital para imponerse…. Es un dispositivo de dominio al servicio del 1 por ciento” (Esteva , Gustavo:2012, http://www.jornada.unam.mx/2012/04/16/opinion/019a2pol).
Conclusión
La construcción regional necesariamente debe pasar por una toma del poder por la sociedad, no se trata de regresar a un ultranacionalismo que niegue la realidad que se vive en un mundo ya culturalmente único, un mundo que necesariamente y a pesar de las fuerzas en contra es multicultural y que esta recuperando los valores humanos, pero para ello tenemos que pasar a “la acción directa organizada, la acción de hombres y mujeres ordinarios que se afirman en su dignidad para crear la nueva sociedad en el vientre de la que muere” (Esteva , Gustavo:2012, http://www.jornada.unam.mx/2012/04/16/opinion/019a2pol).
Así que, la democracia va a dejar de ser utopía en el momento que la población, la sociedad o la comuna tengan la posibilidad de constituir su gobierno en el que todos los miembros de la sociedad puedan y deban formar parte de él.
Pero para que esto ocurra se debe reconocer que hay que construir las bases de una nueva sociedad dentro del sistema capitalista que gobierna al mundo con todos los que luchen por una visión humana, tolerante y comprometida con el planeta.
Como, construyendo las asambleas populares dentro de los partidos, abrir a la sociedad la gestión partidaria como un medio para eliminar a las élites políticas y por el contrario atraer a las organizaciones sociales a los partidos para que así, las minorías tengan posibilidad de expresión social.
Y principalmente disminuir el peso electoral como un objetivo primordial a uno secundario para ponderar el apoyo y la organización de la sociedad en resistencia a la degradación de la vida social capitalista.
Bibliografía
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