José Matos Gamboa
Centro Universitario de Imías, Guantánamo
jgamboa @ imias.cug.co.cu
Resumen.
El estudio del imaginario social sobre el teatro en el contexto cultural denomina la propuesta que ha sido desarrollado en este artículo sobre la base de que el imaginario social y el teatro cubren un importante espacio social y contienen en raíz elementos que se evidencian en la sociedad como forma de asociación. Posibilitando el seguimiento de diversos problemas socioculturales, en especial aquellos que tienen que ver con la creación, la memoria y la identidad cultural procedentes de personas y grupos del entorno comunitario. Todo esto nos permite reconocer que la relación de la Teoría Sociológica con otras ciencias es eficaz, en especial con Sociología de la Cultura y la Sociología del Teatro.
El imaginario social es una estructura poco estudiada desde su vínculo con la cultura comunitaria, sin embargo este actúa como sistema y no nos percatamos de su presencia en el campo de las ideas, en la creación, las significaciones, en sentido general en el mundo del hombre expresado en lo simbólico.
La trascendencia del tema reposa en una explicación acerca de la relación lógica que se establece entre el imaginario social y el teatro en el quehacer institucional social de comunidades, de la misma manera explicar las ventajas que ofrece la integración de ambos gérmenes de los procesos de la cultura por parte de la política cultural y motivar el trabajo de los centros, red institucionales de superación, difusión y la promoción de los valores culturales en el contexto comunitario.
Abstract.
The social study of the imaginary one on the theater in the cultural context denominates the proposal that it has been developed in this article on the base that the imaginary one social and the theater covers an important social space and they contain in root elements that you/they are evidenced in the society like association form. Facilitating the pursuit of diverse socioculturally problems, especially those that have to do with the creation, the memory and the cultural identity coming from people and groups of the community environment. All this allows us to recognize that the relationship of the Sociological Theory with other sciences is effective, especially with Sociology of the Culture and the Sociology of the Theater.
The imaginary one social it is a structure little studied from their bond with the community culture, however this it acts as system and we don't notice of their presence in the field of the ideas, in the creation, the significances, in general sense in the man's world expressed in the symbolic thing.
The transcendency of the topic rests in an explanation about the logical relationship that settles down among the imaginary one social and the theater in the social institutional chore of communities, in the same way to explain the advantages that he/she offers the integration of both germs of the processes the culture on the part of the cultural politics and to motivate the work of the centers, institutional net of educations, diffusion and the promotion of the cultural values in the community context.
Palabras Claves: Imaginario social, teatro, interacción, sociocultural.
INTRODUCCION.
En el presente trabajo comenzamos haciendo referencia acerca de los conceptos imaginario social y teatro, tomaremos como autores principales a G. Ritzer, C. Castoriadis, A. Basail, T. Muñoz, entre otros y por supuesto apoyado en teorías de importantes clásicos de la Sociología, entre ellos E. Durkheim y M. Weber. Para luego interiorizarnos en sus teorías y pensamientos encargados de abordar junto a nuestras valoraciones el proceso por el que pasan los conceptos imaginario social y teatro, hasta llegar a la transformación de ambos a partir de los razonamientos para luego emprender a las diferentes formas de producción del conocimiento. Reflejaremos las diferencias y relaciones de los conceptos entes mencionados, esto es muy importante, también hacemos hincapié en sus particularidades.
Por último desarrollaremos los conceptos de imaginario social y de teatro como creadores de memorias y de identidad entre los miembros de los espacios comunitarios en ese proceso de interaccionan uno con el otro, y expresar la función de estos dentro de la sociedad que se manifiesta en seguir por el sendero de resolución compleja de problemas que vienen determinado por una secuencia de contextos de aplicación.
Para finalizar concluimos haciendo una explicación de la relación de estos conceptos con el pensamiento sociológico clásico y contemporáneo y su correlación interdisciplinar.
Las consideraciones anteriores nos permitieron plantear el siguiente objetivo:
DESARROLLO.
El estudio del imaginario social sobre el teatro, tradición sociológica y confluencia interdisciplinaria.
A mediado del Siglo XIX sirve de fraternal encuentro entre E. Goffman y H. Blumer en Berkeley, allí crearon una especie de centro de interaccionismo simbólico, sus expectativas estuvieron por debajo de las de Chicago. El interaccionismo simbólico no goza de buena suerte y Goffman hace varias publicaciones que estimulan el razonamiento dramatúrgico como variante de dicho interaccionismo. Ritzer (1989-90).
Cambia la finalidad del interés de Goffman y se les reconoce la teoría dramatúrgica, ésta la presenta en un nivel relacional, es decir, entre lo que hacen las personas en la vida cotidiana y la actividad teatral propiamente artística ¿A qué nos referimos cuando hablamos de representación teatral? y ¿acto? estos conceptos obviamente señalan niveles de análisis diferentes: La representación teatral puesta en escenas de las historias concebidas en un texto dramático que también se le llama obra de teatro, puede estar escrita o ser improvisada a partir de un tema cualquiera, en la que tiene que estar presente el actor y el público (Jiménez Izquierdo, 2000 ).
El acto de la vida cotidiana a nuestro juicio no guarda relación con la actividad teatral, porque en la vida cotidiana hay un actor y motivación, pero no hay público.
Asumimos que los análisis dramatúrgico de Goffman mantienen relación con el interaccionismo simbólico, en la medida que éste se asienta en el actor, la acción y la interacción, es aquí donde se infiere la presencia del imaginario social, se percibe la entrada en contacto con instituciones, la memoria y el actuar en toda las instancias social, a través de la interacción con vida cotidiana de los grupos en contextos comunitarios.
En el imaginario social se identifican con claridad los tres aspectos centrales del interaccionismo simbólico que plantea G. H. Mead (p- 215 Ritzer). Primero, el análisis del de la interacción entre el actor y el mundo. Segundo, una concepción del actor y el mundo como procesos dinámicos y no como estructura estática. Tercero, la enorme importancia asignada a la capacidad del actor para interpretar el mundo social. Queremos significar que nos ocuparemos del tercer aspecto en especial por la importancia que posee para el estudio del imaginario social sobre el teatro.
Las investigaciones con tendencias a las interacciones cara a cara fueron otros de los estudios de E. Goffman, (Ph. Corcuff 2003). Consideramos que este proceso le proporcionaba la manera de enlazar los sentidos subjetivos entre personas, y obtener los resultados seguidos en el acto de las relaciones con los otros. Esta forma la denominó teatro, utilizando una terminología análoga a esta expresión, y continuamos pensamos que queda claro, en el proceso interactivo existe el actor, el público, rol, la escena, otras que objetivan la acción y luego la exteriorizan como expresión de comportamientos y de identidad en los contextos comunitarios de actuación.
Atribuir capacidad al actor para interpretar el mundo social es condición potencial para tener una visión de cuáles son las principales potencialidades y debilidades que están presentes en determinado contexto comunitario. Estas son tomadas por los actores, montadas en escenas y puestas en actos que sirven de crítica para la mejora social.
¨ el análisis dramatúrgico es, sin duda, coherente con sus raíces en el interaccionismo simbólico. Se fija en los actores, la acción y la interacción1 ¨.
A nuestro juicio la objetividad de este planteamiento se hace firme a partir de que unos de los enfoques más próximos al interaccionismo simbólico es el enfoque dramatúrgico de E. Goffman y su recurrencia a estudios empíricos sobre esta, por la relación que establece con rasgos del interaccionismo simbólico planteado por H. Blumer: primero, los seres humanos actúan sobre las cosas, sobre la base del significado que dichas cosas tiene para ellos. Consideramos que los actores identifican y priorizan que cosas (vicios, costumbres, derechos, motivación) tienen la preferencia para ellos actuar.
Segundo, esos significados son un producto de la interacción social en la sociedad. Primero la sociedad creó esas cosas a modo de enlace de los sentidos como lo expresara M. Weber a modo de partida de la acción social S. Giner. Tercero, esos significados son manejados y modificados mediante un proceso interpretativo utilizado por cada individuo cuando trata con las cosas con las que encuentra. La capacidad de interpretación del actor lo valoramos anteriormente en el tercer aspecto que planteó G. H. Mead, sobre interaccionismo simbólico.
En realidad estas interpretaciones guardan complejas relaciones tanto en sus discursos como en las prácticas sociales como la define C. Castoriadis en su enfoque de imaginario social.
La interacción es el proceso en el que se desarrolla y, al mismo tiempo, expresa la capacidad de pensamiento2
A partir de la idea anterior, podemos asentar que esta significación instituye un imaginario social, porque su dinámica nos posibilita conocimientos y creaciones de uso socio-comunitario, de esta manera se logra alcanzar qué aspiraciones y esperanzas se desean en determinado contexto.
De la historia de la teoría sociológica han tenido roce con el imaginario social la invención y la imitación (M. Belaunde San-Pedro, 1944), estas nociones tienen desde nuestros análisis sociológico elementos que distinguen e identifican a los individuaos en sociedad. Sólo el sujeto puede inventar una religión, una expresión cultural, fijar sello de originalidad, entre otros. Estos son adaptados en los restantes miembros por imitación, convirtiéndose en hechos sociales.
¨ El hecho social fundamental, se origina de la imitación ¨3 .
Esta perspectiva de G. Tarde, nos inspira que la tomemos en consideración porque que el origen de cualquier creación social, no es más que pura invención, la que toma un proceso de generalización fijándose como hecho social, es lo que hace ocurrir la imitación, es decir cuando queda captado en la conciencia del sujeto. Análisis en la sociología de la cultura abordan que la captación de lo que es teatro desde la pompa eclesiástica hasta la corte de pelo de los Beatles, es la significación lo que suministra el principio de la socialización (A. Basail, Sociología de la Cultura T-I, p-4). En estas ideas se pueden apreciar elementos claves del imaginario social, entre ellos, creación social, hecho social, socialización, imitación, memoria invención; a pesar de que algunos de estos términos sean analizados también desde la Psicología Social.
Consideramos que el imaginario social se circunscribe en reconocer que hay huellas de todo el devenir histórico de las creaciones de los sujetos, que ha ganado espacios en todo su trayecto histórico, esto se reconoce a partir de que el sujeto ha sido el artesano de sus propios discursos y prácticas sociales, estas históricamente van cambiando, de conformidad con el medio donde ellas se realizan, no significa que la identidad sufra cambios traumáticos, por el contrario, adquiere carácter de permanencia y universalidad.
La mirada de C. Castoriadis hacia la construcción de lo imaginario tiene como base que nada social puede ser conceptualizado solamente de forma objetiva, con esta idea se proyecta introducir la subjetividad en la creación de sentido.
El imaginario es el efecto de una compleja red de relaciones entre discursos y prácticas sociales, que interactúa con las individualidades. Se constituye a partir de las coincidencias valorativas de las personas, se manifiesta en lo simbólico a través del lenguaje y en el accionar concreto entre las personas. El imaginario comienza a actuar como tal, inmediatamente que adquiere independencia de las voluntades individuales, aunque necesita de ellas para materializarse. Se instala en las distintas instituciones que componen la sociedad, para poder actuar en todas las instancias sociales.
Cada acción creada por la sociedad, dígase el traje, el calzado, los adornos, el hogar en el que se hacían celebraciones y presentaciones, la cría de animales, los instrumentos de la producción, entre otros conforman y enriquecen la historia de la localidad como facturas de imaginarios esenciales. Lo anterior responde a este enunciado de F. Bacon ¨ el universo estaba repleto de secretos de la mayor importancia para el bienestar del hombre ¨.
Atendiendo a los planteamientos anteriores se nos hace atractivo retomar la idea de que la sociología de la cultura tiene como propósitos el investigar, activa y abiertamente, acerca de las relaciones trasmitidas y asumidas, así como otras relaciones posibles y demostrables, así planteará nuevas cuestiones y aportará nuevas pruebas para el trabajo en general de las ciencias sociales A, Basail 2006.
Las causas sociales y las estructuras imaginarias son resultados reales de procesos y vínculos mutuos entre los miembros de la colectividad. Y su verdadero valor está en la veracidad con que abarca la vida humana, en la fidelidad de la creación artística de un arte dado. El teatro y la literatura, que enriquecen los estudios de la sociología de la cultura como marco teórico del imaginario social.
La sociología de la cultura en la medida de su modernización, tendrá la tarea de esclarecer la relación entre el imaginario social y el teatro para explicar que, éste como manifestación de la cultura artística muestra la realidad social, por tanto las realidades sociales se hacen cada vez más complejas y tendrán que ser más expresivas las representaciones en público. Interpretamos que la sociología de la cultura concentra su atención en los sistemas significantes, en la producción y reproducción de prácticas culturales manifiestas.
Su enfoque requiere nuevos tipos de análisis social de formaciones específicamente culturales. Lo que hace confluir estos elementos es, específicamente, una sociología, pero, en función de la convergencia, una sociología de nuevo tipo 4.
En las consultas a varias fuentes acerca de las relaciones entre distintas esferas de la cultura (la religiosidad, la vida cotidiana, la psicología social, los imaginarios,los fenómenos comunicativos, la identidad, entre otros, no se muestra en ningún momento la manifestación de los presupuestos teóricos que conectan la presencia del hombre con el rostro pintado de fango, atributo extraño en mano y en un acto ante sus semejantes que disfrutaban imitando el combate con el animal que al otro día cazaría; es decir, el teatro como la primera manifestación artística ( Artilles, R. Leal).
Los imaginarios hacen parte del complejo de representaciones del sujeto, por la insistencia de que las practicas culturales no se derivan simplemente de un orden social, sino que son, en si misma, elementos de la propia naturaleza del imaginario. Es aquí la constitución de un campo complejo en el sentido antropológico y sociológico de la cultura, que se implica en todas las formas de la actividad social como significante.
En la medida que nos adentramos en la teoría sociológica nos percatamos que el registro del imaginario social está sembrado en la tierra fértil de la sociología de los clásicos, es aquí donde se puede apreciar el inicio de las relaciones prácticas entre las formas artísticas y sociales. La comedia ¨ La Guarda cuidadosa ¨ considerada una las mejores piezas cortas jamás escritas por M. Cervantes, en ella se expresa de una manera objetiva los sentimientos, el acto de preservar la parroquia y sus habitantes de malhechores (Artilles-2005).
La sociología de la cultura esta ocupada de los procesos sociales de toda la producción cultural, (razón que nos hace reafirmar que además, que es área de producción del imaginario social) las instituciones esto es centro de sus campos, (A. Basail-2006) Además de ocuparse obviamente de formas artísticas específicas, el drama. La sociología del drama debe estar interesada por las instituciones (los teatros y sus predecesores y sucesores), los actores o formaciones (grupos de dramaturgos, movimientos dramáticos y teatrales), las relaciones formadas (audiencias, incluyendo la formación de audiencias dentro de teatros y su formación social más amplia)5 .
Ante estas ideas se continuarán los estudios de los significados (representación –actor- público) el impacto en la conciencia, no solo en el sentido de sus relaciones con las concepciones del mundo y sus estructuras en el orden cultural, sino también en el sentido más amplio y dinámico, que se consolida con el paso de lo imaginario como verdadero ejercicio de consideración y de análisis, desde lo individual, objetivado el consenso colectivo.
La sociología clásica aprehendió la modernidad a través de los procesos o movimientos culturales que la distinguían históricamente6 .
El estudio de aspectos relacionados con temporalidad, digo, presente-pasado-futuro de fenómenos socioculturales fueron uno de los caminos que los clásicos tomaron para lograr un modelo general de lo sociocultural, destaco la interacción como expresión de acción en la mente de las personas, lo que permite influencias a la renovación en la construcción de un verdadero fenómeno social como la modernidad.
Por estas mismas razones, la socióloga norteamericana Diana Crane afirma que desde los 70 “la sociología de la cultura está siendo virtualmente `reinventada´”,7 (A. Basail 2006) es decir, saliendo del “encubrimiento” con el que se trataba una “cultura” hacia el reconocimiento de cada espacio desempeños culturales, en tanto, el imaginario incorporado con el estilo de discursos y prácticas como productor de sentido.
En Sociología de la cultura, A Basail, toma a Fracoise Rabelais, investigador que profundizo y dominó la literatura cómica popular, para demostrar lo inexplorado de lo cómico en la obra de este autor. Lo cómico representa a una expresión teatral, la comedia, muestra al público una crítica a las costumbres sociales y a las instituciones, basado en caracteres cómicos donde el conflicto son las debilidades humanas en situaciones absurdas, siempre tiene un final feliz. Está representada por una mascara sonriente (Jiménez Izquierdo).
En estas valoraciones defendemos que el propósito es establecer conexiones entre el imaginario social y lo cómico popular cuestión esencial en la comprensión, el consenso y disenso que deben caracterizar el estudio del imaginario sobre el teatro en la contemporaneidad, como reto del proceso integrativo de la culturas pre y posmoderna.
La risa popular y sus formas, constituyen el campo menos estudiado de la creación popular 8.
La concepción del imaginario nos posibilita observar el uso social de las representaciones, la risa es expresión de un acto cómico, es parte del humor popular, sin embargo en investigaciones realizadas de las obras populares, la risa no ocupa sino un lugar sencillo. El entorno específico de la risa se le aplica nociones muy ajenas. A. Basail en su tomo II, Sociología de la Cultura específica respecto a la idea anterior que: Esto nos permite afirmar, sin exageración, que la profunda originalidad de la antigua cultura cómica no nos ha sido revelada.
De conformidad con la idea de la ¨ no revelación de la antigua cultura cómica ¨ A. Basail en sus análisis coloca en escenario abierto y a manos de las ciencias sociales y en especial a la sociología de la cultura, entendida en análisis cultural y como una ciencia interpretativa, la busca de significaciones potenciales, empleando el estudio positivo para encontrar la producción y las prácticas culturales sabidas pero no conocidas; y lo importante, no pierde de vista las relaciones entre actores, productos y sociedad como hecho profundamente cultural.
Al entrar en las tensiones que enfrentamos a la hora de comprender si existe claridad o no en determinada creación cultural nos preocupa caer en batallas ideológicas desacertadas, lo esencial de la creación no es el descubrimiento, sino su constitución real. Siempre tratamos de entrar por el dominio del imaginario social que se funda en la identidad, el sentido de diferentes ámbitos de la vida y como nuevo espacio simbólico y escenarios pensados; en este sentido el estudio del teatro por el imaginario no nos satisface en el orden del conocimiento.
A pesar de todas las contradicciones que orbitan en la interpretación y la exclusión de algunos elementos de si pertenecen o no a los fenómenos culturales analizados por la sociología de la cultura en sus diversas expresiones, el sociólogo Polaco F. Znaniecki afirma que:
Todos los hechos desatendidos por las ciencias naturales e investigadas por las ciencias humanas y sociales, pueden ser unidos por el concepto general por cultura. En este sentido las ciencias que investigan la religión, el lenguaje, la literatura, las costumbres, el arte el derecho, organización social, la técnica creadora, la economía estatal, la filosofía y la ciencia son ciencias de la cultura9 .
El principio cómico que presidía los actos carnavalescos en la Edad Media estaba desprovisto de carácter encantatorio, pero su representación definida se relaciona con formas artísticas, es decir, con las formas del espectáculo teatral.
La cultura no puede ser si no es social y pública al mismo tiempo 10
Somos partidarios de la idea Geertz, porque todos los procesos culturales pertenecen a los espacios públicos, con un contenido esencial, un sentido profundo expresando siempre una noción del universo que rodea al hombre. A esto agregamos que, guarda relación profunda con el tiempo natural, cómico e histórico porque generalmente se ligan a periodos de crisis, de trastornos en la vida de la naturaleza, de la sociedad y del hombre. (A. Basail, 2006) p-20 Soc. Cult. Tomo II.
El teatro desde nuestra perspectiva solo puede ser, si es donde se aprende haciendo uno de otros. Es una transformación social, por ello esta puede cambiar su situación y la de su contexto comunitario.
En este mismo sentido unos de los aspectos relevantes de estos procesos creadores y recreadores del teatro esta el ejercicio contínuo de recuperación de la memoria. H. Halbwachs dice, la memoria tiene siempre un carácter social, ya que cualquier recuerdo aunque personal, existe en relación con un conjunto de nociones que nos dominan más que otras, con personas, grupos, fechas, palabras, y forma del lenguaje, incluso con razonamientos e ideas con la vida material y moral de las que hemos formado parte (Vicente Huici: articulo memoria colectiva y el tiempo).
La sociología de la cultura considera al teatro como complemento de celebraciones, como medio para divulgar ideas políticas o para difundir propaganda a grandes masas, como entretenimiento y también como arte. Rodolfo Usigli (Mexicano) reconoce el teatro una rama de la literatura, una forma más de narrativa. Pero en otros hay una mayor preocupación por los aspectos de la producción escénica. En algunas culturas se valora el teatro como medio para contar historias; en otras como manifestación religiosa, espectáculo o distracción.
El imaginario social, unidad compleja de elementos y de estudio, necesariamente busca la perspectiva de un análisis de las interrelaciones existentes en la producción y distribución cultural y social del teatro, tiene que ver mucho en esta actividad con tres niveles: como entretenimiento popular, como importante actividad pública y como arte para la élite. Estas ejecutan diversas formas de representaciones, historias y texto dramático cómico.
La sociología de la cultura se interesa, también, por integrar las instituciones de producción cultural, los actores involucrados, las relaciones constituidas entre las prácticas culturales y los procesos de significación que devienen como lenguajes, representaciones e interpretaciones del orden social.
Las teorías sociológicas, que buscan aprehender el comportamiento del hombre en sociedad, intentan abordar de una forma clara, la creación, desarrollo y consolidación del lo establecido, de lo institucional (A. Basail, Soc. de la Cult).
Tradicionalmente la sociología ha mantenido por objeto explicar y comprender las conductas de los actores sociales, mediante el análisis de las relaciones que mantienen entre sí, los cambios que se suceden en los contextos culturales, así como la subjetividad de los actores.
Al decir de N.G. Canclini, la conciencia artística e ideológica del renacimiento, esta rotura no ha sido totalmente consumada, lo inferior, lo material y corporal cumple sus funciones como antes. Esto significa a nuestro juicio que la cuerda que une el entorno natural con el hombre aún no esta roto, continúa el sentimiento con el tiempo, la historia y las contingencias.
Corrientes sociológicas tradicionales han puesto énfasis en la estructura social, parte de la cual conforman las instituciones culturales. Uno de los contextos especiales de estudio de la sociología de la cultura es ocuparse de los hábitos sociales de la comunidad, los hechos culturales como sistemas cognitivos, estructurales y simbólicos, en relación social compleja y multilateral entre la realidad, la personalidad de los actores y del público; y dentro de esta, el teatro constituye un excelente marco para llevar adelante este tipo de estudio.
La sociología de la cultura se ocupa del establecimiento de la naturaleza comunicativa de la cultura en general, por ser éste un valor o sistema de valores que tienen significación subjetiva, y como tal, es objeto del hombre, por eso lleva su contenido social al terreno de procesos de influencia cultural y social, a los diferentes estratos y niveles artísticos que provocan acciones sociales vinculadas con el arte como fenómeno sociológico.
Los estudios que se han realizado desde la sociología de la cultura se clasifican en tres grandes grupos: 1) la teoría cultural europea, 2) estudios culturales británicos, 3) sociología cultural estadounidense. Cada uno de ellos contiene una serie de características específicas. La teoría cultural europea: unifica autores como Jurgen Habermas, Michel Foucalt, Jean Braudillard, Jacques Derrida o Claude lévi- Strauss. En estados Unidos denominada “Alta teoría”, está dirigida a una audiencia amplia empleando métodos que combinan filosofía, semiótica o sociología. En esta cultura predomina un debate más político, amplio y ambicioso. No suelen identificar causas y efectos, huyendo de construcciones positivistas, y tienen un tinte poco empírico. (SMITH, 1988: 1)
Los estudios culturales británicos están representados por autores como Stuart Hall, Tony Jefferson, Dick Hebdige o Paul Wills. Son interdisciplinares y derivan sus esfuerzos a abordar problemáticas con carácter político. Realizan un análisis de la cultura desde la estructura social, utilizando teorías de alcance medio poco positivista, por lo que tienen preferencia por los métodos cualitativos, y son más empíricos que la teoría cultural europea (A. Basail. Sociología de la cultura T-I).
Hemos considerado, cuando hablamos de aproximación en la sociología de la cultura que se trata de puntos de contacto entre el pensamiento general y el individual para el análisis cultural en el sistema social, pero también comprenderlo y transformarlo. La sociología de la cultura es la envoltura teórica que recrea el imaginario social en la expresión teatral. Ella pone en mano de este arte creaciones culturales que han tenido un tiempo en el vacío, sin remisión a un lugar para su florecimiento; por eso la sociología siempre va a disponer de una dimensión cultural.
Un aspecto que consideramos esencial y aportativo sobre la sociología de cultura radica en reconocer la ubicación del sistema de costumbres, símbolos y prácticas culturales en el contexto comunitario, lo que perfecciona el estudio desde la esfera social creando un estado favorable al imaginario social como elemento fundamental de la cultura teatral. Las colectividades están sujetas a prácticas sociales-discursivas propias de nuestros días guiados por la creación colectiva, como la reproductora de cada manifestación cultural que surgen en cada sociedad.
El teatro como movimiento cultural constituye el medio de expresión de determinados grupos sociales, de partidos políticos, de sindicatos obreros, de determinadas minorías culturales, nacionales, raciales, y otros. America Latina es un escenario ideal de ello, en general la producción latinoamericana hasta la independencia, a principios del siglo XIX, estuvo influida en gran medida por el teatro español. El advenimiento de las teorías de Bertold Brecht (1898-1956) con un floreciente imaginario social abonado por el estudio del marxismo y la influencia del expresionismo como reacción frente a los modelos prevalecido en Europa desde el renacimiento. Esto hizo que sus obras expresaran su preocupación por la justicia; halló un buen campo de cultivo en Latinoamérica, aquejada por problemas políticos y con la necesidad de concienciar a su localidad. (Teatro Latinoamericano)
La sociología de la cultura además del análisis que hace en la interpretación del la cultura, es una ciencia del funcionamiento y el destino de la cultura, éste es el punto de vista desde el cual nos apoyamos para continuar el análisis de los problemas sociológicos, específicamente del teatro, como manifestación integrativa de las diversas manifestaciones de la cultura artística.
Para Max Weber lo social es complejo, cultura, relaciones entre los miembros de una sociedad. El objeto básico de estudio de la Sociología es la acción social. Esta es interacción de unos individuos sobre otros, es ese proceso, pura creación y producción sociocultural.
Extendemos estos análisis abordando que la significación de los fenómenos socioculturales es exteriorizado por medio de vehículos de las más extensas series de significaciones, entre los que consideramos el leguaje, oral o escrito, los gestos, la pantomima, la música, objetos materiales e inmateriales, entre otros, que llevan incorporados a nuestro juicio, el imaginario social como resultados de la interacción significativas de los seres humanos.
Siguiendo la idea de las interacciones significativas tenemos que agregar que estas no son posibles sin los medios que la conducen, no importan las distancias y el tiempo, siempre los transportadores están en acción, sean vivos o muertos, el legado de los muertos (obras, monografías otras) los medios de comunicación, entre otros conductores 11, tomamos el pantomímico para reavivar la presencia, el roce de la temática del imaginario en el teatro: (T. Muñoz, p-44 Hist. Crit. Teo, t-II) utilizado como guía para llevar los gestos y movimientos expresivos corporales, esta representación es antigua en la que se produce una mezcla entre juegos, acrobacia y comedia logrando satirizar personajes, animales en escenas cómicas, uno de sus exponentes lo fue Charles Chaplin, entre otros.
La tradición sociológica que aborda los fenómenos socioculturales, a nuestro juicio lo pedemos estimar desde la escuela psicológica, el análisis de algunos factores, como las ideas, la creación, entre otras, al ser analizados en los procesos sociales, su estudio cae dentro criterio psicológico; por tanto la colindancia entre Sociología y la Psicología Social es indefinida (Teresa Muñoz).
Teóricos reconocidos como, G Tarde, V. Pareto, G. Lobón, F. Nazniecki entre otros, sus obras fortalecen nuestro conocimiento en la rama psicológica más fecunda en la sociología encerando en ésta muchos aspectos del mundo sociocultural (Teresa Muñoz. P-38 a 44)
El estudio del universo sociocultural constituye precisamente la tarea fundamental de la escuela sociológica o sociocultural12 . Sólo esta escuela nos da un preciso sentido del término. Otras escuelas consultadas dígase: cosmosociología, la biosociología, la psicosociología son disciplinas que a nuestro juicio sólo nos brindan una proximidad interdisciplinar, y para ser más estricto con la terminología sociocultural.
La escuela sociocultural estuvo representadas por obras de notables teóricos como: E. de Roberty, E. Durkheim, C. Cooley, M. Holbwachs y otros pusieron en claro que lo sociocultural proviene de la interacción intercelebral de los seres humanos. Este proceso ocurre a partir de que los individuos conociendo la sociedad y la cultura donde han tenido un desarrollo armónico se pueden percibir rasgos del imaginario social como, las creencias, las ideas, convicciones, gustos, preferencias, actuación, costumbres y prácticas sociales en calidad de formas de vida.
Existe un decisivo mensaje de E. Durkheim en su proyecto científico, en la que frecuentemente afirmaba que la sociedad es creación del hombre. Decía que los primerizos modos de interpretación social determinados por la biología, la geografía, o la divinidad tenían que dar paso a los que se centraban en la actividad humana.
Lo anterior nos ha servido para comprender la existencia del valor científico-social establecido por E. Durkheim en acentuar la prioridad ética del individuo sobre la sociedad.
CONCLUSIÓN.
Desarrollado el trabajo, Estudio del imaginario social sobre el teatro, tradición sociológica y confluencia interdisciplinaria, ofrecemos como conclusión la siguiente.
La comprensión del imaginario social necesita ser entendido como interacción entre los individuos en el proceso formativo de conductas, valores, apreciaciones, gustos y los ideales, sujetados a las prácticas sociales y discursivas de nuestro tiempo, lo cual significa estar adjunto al sistema de valores y principios que expresan tradiciones culturales.
El análisis de las relaciones entre el mundo natural y hombre queda enunciado en lo simbólico, y agregamos sin alterar el propósito epistemológico del tema, si una persona se siente enferma, su imaginario social indica que lo mejor es consultar un médico, el imaginario social nos revela que esa condición es adecuada; si ocurriera la misma situación a una persona atraída por el hechicerismo, el imaginario social le indicará, consultar el hechicero (el todo poderoso sobrenatural).
Debemos completar diciendo que el imaginario no esta impuesto por la sociedad, sino que cada individuo participa inconscientemente primero, para formar el imaginario individual, que luego se transforma en colectivo, en la medida que exista coincidencia valorativa entre las otras personas.
La atención del imaginario y su interconexión con elementos teatrales desde la sociología de la cultura están implícita, el gran reto, identificarlas, es aquí lo atractivo; el imaginario social expresa utopías y también símbolos, alegorías, rituales, creaciones de individuos o grupos y mitos, es depositario de la memoria que la familia, y los grupos recogen de sus relaciones con lo cotidiano. Es un término moderno, sin embargo no aborda el teatro de una manera explícita como ya vimos, lo deja en el plano de las valoraciones; indiscutiblemente esta ahí, en las creaciones (la expresión, la tradición, el canto, literatura, dramaturgia, otras) de los individuos o grupos de diferentes instituciones y en diversos contextos comunitarios.
La triangulación imaginario-sociología de la cultura –teatro, a la espera de la investigación sociológica en los procesos culturales.
1 Ritzer. G. Teoría Sociológica Contemporánea (Primera y segunda parte) p-83-84.
2 H. Blumer, en Ritzer. p- 239
3 G. Tarde, Frances (1843-1904) Psicólogo Social.
4 A. Basail, D. Álvarez. 2004. Sociología de la cultura Tomo I. 84-p
F. Znaniecki, sociólogo polaco en su obra Ciencia de la Cultura
5 A. Basail y D Alvares. Sociología de la cultura, Selecciones y Lecturas.
6 Ibiden. En la tradición sociológica algunos clásicos apuntaron el papel de las ideas en la historia de la vida social de los hombres, entre ellos Georges Simmel, Karl Marx, Max Weber, Emile Durkheim, Pitirim Sorokin, Karl Mannheim y Norbert Elías.
7 Diana Crane,
8 A. Basail , Sociología de la Cultura; Selección y lecturas T-II, p-15.
9 F. Znaniecki, sociólogo Polaco.
10 Geertz
11 T. Muñoz, p-44( conductores sonoros, lumínicos, térmicos, mecánicos, químicos, electrónicos y de radios, objetos materiales)
12 Teresa Muñóz y otros autores: Historia y Crítica de las Teorías Sociológicas. Tomo-II, 1ra parte. P-26
BIBLIOGRAFIAS
Gente Nueva, 2005. 165 p.
La Habana, Félix Varela, 2006. 286 p.
Ucacia, 1944, 358p.
1990. 101 p.