Juan Ruiz Zambrana
ruizambrana@hotmail.com
RESUMEN
El artículo expone la importancia que está experimentando la lengua española en el escenario internacional. Para ello se ofrecen una serie de datos que nos reflejan el peso específico que el español tiene entre las primeras lenguas más importantes del mundo. Esta privilegiada situación se explica, en gran medida, por una serie de factores socioculturales e históricos que configuran nuestro idioma como uno de los más destacados en todos los ámbitos internacionales. El artículo se completa con datos de perspectivas de difusión de nuestra lengua, así como con la situación que ésta presenta tanto a nivel educativo y su enseñanza como segunda lengua en el mundo, como su presencia en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
PALABRAS CLAVES
Lengua española, enseñanza español, español e Internet, ELE, situación español,
actualidad.
El español es hoy por hoy una fuente de riqueza indiscutible cuyo valor tiene su origen, entre otros, en tres factores determinantes:
- Su potente demografía: es la cuarta lengua más hablada del mundo por detrás tan solo del chino, el inglés y el hindi, y la cifra de hispanohablantes en el mundo se situará en breve en la barrera de los 500 millones.
- Su apreciada funcionalidad: como lengua de comunicación internacional el español ocupa ya un lugar determinante en el escenario internacional al tiempo que abre las puertas del futuro profesional de todos aquellos que la estudian.
- Su reconocido prestigio cultural: el español es el vehículo idóneo para acceder al rico patrimonio cultural de España e Hispanoamérica; la lengua, en nuestro caso la española, es la puerta de acceso ala producción cultural que se genera en todos los países de habla hispana en cualquiera de sus expresiones: literaria, artística, cinematográfica…
En el presente artículo iremos tratando la situación de nuestra lengua en el resto del mundo, qué perspectivas de difusión de cara al futuro se están dando, la situación de la enseñanza del español como lengua extranjera y, como no, la situación de nuestra lengua en los nuevos medios de comunicación e información, así como en la red. De esta forma podemos tener una idea de la importante dimensión que nuestro idioma está teniendo en el escenario internacional. Pero debemos empezar prestando atención a cómo se desarrolla el español en el continente americano, puesto que es allí donde reside el núcleo más importante de hispanohablantes. Por ello creemos conveniente a modo de aclaratorio intentar aproximarnos a una definición de este concepto. Y es que son muchas las definiciones que se han dado sobre el “Español de América”, es decir el español levado a América por los conquistadores que evolucionó de distinto modo según las regiones y las zonas de influencia de las lenguas indígenas. Por este motivo, se discute sobre la uniformidad o diferenciación del español con respecto a la lengua peninsular. Y esa diferenciación se da tanto con el español de la península como con las diferencias lingüísticas que se dan entre las distintas zonas de Hispanoamérica.
El español de América es una realidad lingüística muy compleja que se presenta a los ojos de un observador imparcial como un abigarrado mosaico. En él no existen dialectos bien delimitados en los que coincidan los fenómenos fonéticos, morfosintácticos y léxicos como ocurre en Europa, donde los límites de un dialecto con otro (naturalmente, a veces con zonas de transición) son muy claros y donde cada dialecto presenta, a pesar de sus diferencias internas, que se manifiestan en subdialectos y hablas locales, una suma de rasgos comunes que lo diferencian de los otros dialectos.
Para algunos estudiosos, como Alonso Zamora Vicente, si que existe una uniformidad entre el español americano y el español peninsular; otros autores como Henríquez Ureña o Pedro Rona resaltan la diversidad y la complejidad de la realidad lingüística del español americano
Teniendo en cuenta el peso específico que supone el “español de América” tanto en número de habitantes, extensión geográfica como medio de difusión, hay que tener en cuenta sus propias características lingüísticas en todos los aspectos, así como los nuevos fenómenos que podrían originarse por tener lenguas de contacto con los propios habitantes que siguen usando la lengua nativa o por su extrema cercanía con la lengua inglesa. Pero el estudio de estos rasgos sería objeto de otros artículos que nos llevarían a un estudio más exhaustivo del español americano.
Vista la definición del concepto “español de América” y considerando sobre todo la importancia de su extensión geográfica, podemos decir que el español es una lengua que se extiende por los cinco continentes y cuenta con un considerado prestigio que le avalan los casi cerca de 500 millones de hablantes.
Además de ser la lengua oficial en España, lo es de 19 países de América y el Caribe. Cuba y El Salvador son los países que cuentan con mayor número de hablantes en español. Además es idioma nativo, total o parcial, en determinadas zonas de EEUU. Además de los países mencionados, hay que unir los correspondientes hispanohablantes de países como Guinea Ecuatorial, Filipinas o los hablantes de judeoespañol que suman unos 30 millones más. De esta forma, el español se convierte en la lengua más hablada después del chino y el inglés y es una de las lenguas más extendidas geográficamente (debemos tener en cuenta que es lengua oficial de casi todo el continente americano).
El español, por tanto, es el vehículo de comunicación de un espacio cultural extremadamente rico y variado, con una variedad étnica, climática, enorme patrimonio cultural, literario, artístico, etc… Además junto al inglés y al francés es uno de los tres “idiomas de trabajo” de la ONU y uno de los seis “idiomas para reuniones oficiales” con el árabe, el chino y el ruso. El español se considera lengua oficial en decenas de organismos oficiales (UNESCO, OMS, FAO, etc…) Se emplea como vehículo de comunicación en relaciones comerciales, laborales, diplomáticas y ha sido incluida en las grandes autopistas de la información como Internet.
El español ha desarrollado un progresivo peso internacional que lo ha ido adquiriendo desde el primer tercio del siglo XX y lo ha ido dotando de las características que hacen que una lengua cuente fuera de su medio y que pueden resumirse en una palabra: utilidad. Nuestra lengua está afianzando su papel como lengua de comunicación internacional a ritmo vertiginoso: la creciente demanda de cursos de español por parte de los profesionales de todos los ámbitos y de los más diversos países así lo demuestra.
Además debemos mencionar que nuestra lengua está presente de forma muy importante por razones especialmente históricas en Filipinas y en la comunidad judía. Veamos estos casos:
Las islas Filipinas pertenecieron a España entre 1578 y 1898 que pasaron a depender de EEUU y se implantó el inglés como lengua oficial. El español entonces fue eliminado de los programas oficiales de enseñanza, comenzando un gran declive en el número de hablantes. A pesar de ello, el español fue considerado hasta 1935 como lengua cooficial del país. En la actualidad, el inglés comparte oficialidad con el tagalo, como lengua propia de las islas, y con el español. El español nunca se impuso de forma homogénea allí porque la colonización fue muy tardía. En este momento, cuenta con un millón de hablantes aproximadamente y es la lengua de la minoría culta, con un gran prestigio social, pero en retroceso según los últimos estudios. Además más de medio millón de personas hablan el chabacano, una mezcla entre el español y los dialectos indígenas.
Por su parte, el judeoespañol es la lengua que desciende de aquella que hablaban los judíos expulsados de España en 1492 por haber decidido conservar su fe y no convertirse al cristianismo. A estos judíos se les llamó sefardies, porque España se llamaba Separad en hebreo.
En la actualidad esta lengua se hablan en comunidades judias diseminadas por todo el mundo: Argentina, Egipto, EEUU, Israel, Grecia, Turquía, Bulgaria, etc… aunque el núcleo de población más importante se encuentra en Israel.
El judeoespañol ha conservado el castellano que se hablaba en los siglos XV y XVI, sin que llegue a afectarle el reajuste fonológico de mediados del XVI. Actualmente se encuentra en proceso de decadencia y sólo se empleo en el ámbito familiar.
- Perspectivas de difusión del español
Durante el siglo XXI el español seguirá considerándose como una lengua expansión. Las causas de este crecimiento serán, además de las socio-históricas y políticas ya sabidas, otras como:
• El elevado índice de natalidad de los hablantes de castellano iberoamericanos.
• El interés (casi siempre comercial en primer lugar y cultural en segundo) de otros estados no castellano-parlantes por esta lengua.
• El mantenimiento como idioma oficial en instituciones internacionales clave.
Además de estas razones, podemos tener en cuenta otras como:
a. Se trata de una lengua con una tradición literaria española e hispanoamericana muy importante
b. Es un idioma relativamente uniforme por su sistema vocálico simple o por tener un léxico básico compartido
c. Es una lengua geográficamente compacta: la mayor parte de los países hispanohablantes ocupa territorios contiguos.
d. El esfuerzo de las distintas Academias de las lenguas por aunar criterios
La difusión del español, además del Instituto Cervantes, se da en las Universidades, profesores y profesoras internacionales de "castellano como segunda lengua", TVE INTERNACIONAL, RNE INTERNACIONAL, INTERNET, OFICINAS DE TURISMO, CONGRESOS, EXPOSICIONES, LITERATURA, CINE, etc.
En la actualidad se desarrollan numerosos programas de difusión de la cultura y la lengua española por el mundo, con este fin se creó en 1991 el Instituto Cervantes, una institución que cuenta con centros repartidos por todo el mundo, además dispone de un centro virtual que imparte cursos interactivos de español y otros materiales didácticos.
Además de la gran labor de esta institución, debemos tener en cuenta que la difusión del español depende en gran medida de dos factores especialmente importantes: la enseñanza del español como lengua extranjera, así como la presencia de nuestro idioma en la red.
La enseñanza del español en el mundo
Según el último anuario del Instituto Cervantes, son más de 90 países donde se estudia el español; con un total de 14 millones de estudiantes que lo estudian como lengua extranjera. Obviamente, es el continente americano el que tiene mayor demanda. En Europa estudian español casi 3 millones y medio de estudiantes distribuidos en 38 países diferentes, sin incluir a un número considerable de estudiantes que nos visitan cada año para aprenderlo. La expansión del español en África vive un momento crucial. Más de medio millón de africanos estudian español como lengua extranjera a lo largo y ancho del continente en más de una quincena de países. La situación del español en Oriente Próximo arroja resultados igualmente esperanzadores si tenemos en cuenta la inestabilidad política y por tanto económica que atenaza a la zona en los últimos años: más de 15.000 alumnos cursan estudios de español en toda el área. Asia y el Pacífico Sur suponen el mayor reto que afronta nuestra lengua en los albores del siglo XXI. Frente a cifras como los 60.000 universitarios japoneses que demandan cursos de español o los más de 20.000 estudiantes de español en Filipinas, llama poderosamente la atención el escaso número de estudiantes en China (unos 9.000 alumnos). Es claro el desafío que nuestra lengua tiene que afrontar en China, dada su importancia estratégica, pero también resulta evidente que las perspectivas son óptimas y que todo indica que en los próximos años se producirá un fortísimo aumento de la demanda.
De todas estas cifras, la conclusión principal que se extrae es que el español ocupa hoy el segundo lugar como lengua extranjera más estudiada del mundo, por detrás tan solo del inglés. La demanda de español es también la que más ha crecido en la última década, pareja de nuevo a la demanda de inglés.
Al margen de cifras, la enseñanza del español como lengua extranjera que sirve como base fundamental para su difusión en el mundo viene íntimamente ligada a los usos de las nuevas tecnologías como soportes de los nuevos conocimientos y herramientas didácticas para aprender el idioma. Por ello, si aprendemos una lengua extranjera sin poder optar al modelo optimo de aprendizaje cultural y lingüístico, es decir, en inmersión, disfrutando de una estancia en el país elegido, resulta muy motivador y enriquecedor ofrecer a los estudiantes la posibilidad de participar en listas de distribución o realizar intercambios de correo electrónico y chat con hablantes de la lengua meta (para lo que habrá que adquirir las destrezas necesarias que permitan escribir, por ejemplo, esos correos electrónicos). A esto se añade Internet como una fuente de recursos que permite contextualizar el aprendizaje de lenguas modernas con todo tipo de información sobre cualquiera de los temas de su interés.
El español en la red
Como decíamos al principio, la presencia del español en Internet es una garantía de difusión de nuestro idioma al resto del mundo. Internet está considerado como «el medio de comunicación masiva más democrático inventado hasta la actualidad». Es evidente que tales sistemas de comunicación necesitan de soportes lingüísticos. El importante desarrollo del uso del español en estas autopistas de la información de los últimos años ha magnificado su importancia en el mundo actual. Esta circunstancia conlleva, sin embargo, diversos requisitos, que han sido juzgados de manera muy desigual por los lingüistas. Es un hecho incuestionable que, para que una lengua viaje con éxito por las ondas, tiene que ser «comprensible » para todos, o, al menos, para la gran mayoría de quienes la conocen en el mundo. Lo que preocupa a muchos —aun a los que reconocen estos hechos fundamentales— es que la necesidad de homogeneizar al máximo nuestras variedades dialectales fuerce a crear un «español neutro». Para muchos autores, la amenaza de ese “español neutro” llegaría con el uso de un lenguaje de “mínimos”. Además las cifras de usuarios internautas hispanohablantes son muy escasas frente al inglés.
En cifras generales, según el propio Instituto Cervantes, se calcula que hay unos 500 millones de internautas. De ellos, 22 millones utilizan el español (el 4,5%) frente a 220 millones (el 45%) que usan el inglés: Se calcula que hay unos 2.200 millones de páginas web: 1.400 millones están en inglés, y 120 millones (el 5%), en español. Este hecho nos hace reflexionar sobre la influencia, cada vez mayor, del idioma anglosajón en el español, algo que se va incrementando cada vez más en los países hispanoamericanos sobre todo. Debemos tener en cuenta que el desarrollo de las nuevas tecnologías no es tan avanzado en estos países hispanoamericanos que, sin embargo, cuentan con el español como lengua de uso que ayudaría por otro lado a incrementar la presencia del español en la red.
Muchos autores consideran que, a pesar de las grandes diferencias entre el inglés y el español en cuanto al uso de la red, lo que realmente importante es la presencia de nuestro idioma en Internet, hecho que lo convierte en potencial de desarrollo y queda constancia en el mundo de las nuevas tecnologías, adaptándose a los nuevos escenarios de comunicación global y presente así en todo el mundo.
Lo que si queda claro es que la presencia del español en la red sirve en gran medida como fuente de difusión no sólo de nuestro idioma, sino también de nuestras culturas lo que le convierte en un instrumento más, quizás el más importante, en la globalización de medios junto a la televisión o la radio. Por último no debemos olvidarnos de otros medios que ayudan a la difusión del español en el resto del planeta como son la música, el cine, etc…
BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS WEB
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El español de las dos orillas. Mapfre. Madrid. 1991
COSERIU, E. El español de América y la unidad del idioma.
HENRÍQUEZ UREÑA. Observaciones sobre el español de América. Revista de Filología Española.
INSTITUTO CERVANTES. El español en el mundo. Anuarios.
LAPESA, R. Historia de la lengua española. Gredos. Madrid. 1983
ROSENBLAT, A. Nuestra lengua en ambos mundos. Salvat Estella. 1971
ZAMORA VICENTE. Dialectología española. Gredos. Madrid. 1995.
WED DEL INSTITUTO CERVANTES: www.cervantes.es
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