Ileana Peñalver Sosa*
Happy Salas Fuente **
María Elena Zequeira Álvarez ***
Universidad de Guantánamo, Cuba
happysf@cug.co.cuResumen                                      
El progresivo  deterioro de las condiciones del medio ambiente ha condicionado que las  empresas consideren en su proceso de gestión, la dimensión ambiental como una  variable estratégica, y desarrollen acciones concretas para la conservación y  preservación del mismo. Ante este contexto los sistemas de información  contables vigentes no posibilitan el control de los costos medioambientales de  manera que se puedan construir indicadores financieros-ambientales confiables  que expresen el desempeño ambiental de las empresas, situación que constituye  una necesidad perentoria en las empresas cubanas.
La presente investigación tiene como  objetivo diseñar un procedimiento para el reconocimiento y evaluación de los  costos medioambientales en la Empresa Provincial Industria Alimentaria  Guantánamo que robustezca el proceso de toma de decisiones. En el desarrollo de  la misma se emplearon un conjunto de métodos del nivel teórico y empírico como  el histórico-lógico, análisis-síntesis, revisión documental, la observación,  encuestas, entre otros, que permiten validar la propuesta realizada.
Palabras calve: costos medioambientales, contabilidad de gestión medioambiental, reconocimiento, evaluación.
Abstract
  The progressive  deterioration of the conditions of the environment has conditioned that the  companies consider in its administration process the environmental dimension as  a strategic variable and develop concrete stocks for the conservation and  preservation of the same one. Before this context the effective countable  systems of information don't facilitate the control of the environmental costs  so that reliable financial-environmental indicators can be built that express  the environmental acting of the companies, situation that constitutes a  peremptory necessity in the Cuban companies.  
  The present  investigation has as objective to design a procedure for the recognition and  evaluation of the environmental costs in the Company Provincial Alimentary  Industry Guantánamo that strengthens the process of taking of decisions. In the  development of this investigation, there were used a set of methods of the  theoretical and empiric level such as the historical-logical,  analysis-synthesis, document review, observation, surveys, among others, that  allow to validate the proposal made.  
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
Ileana Peñalver Sosa, Happy Salas Fuente y María Elena Zequeira Álvarez (2018): “Reconocimiento y evaluación de los costos medioambientales en la empresa provincial  industria alimentaria Guantánamo”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (enero 2018). En línea:
 http://www.eumed.net/rev/caribe/2018/01/costos-medioambientales.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1801costos-medioambientales
Introducción
   La preocupación por el medio  ambiente es creciente, puede  considerarse que la misma tiene una dimensión global al estar  implicados diferentes ámbitos (social,  cultural, económico, político). A nivel  empresarial, el medio ambiente  se convierte en una variable estratégica, ya que las empresas aparecen, de forma simultánea, como causantes del problema medioambiental (consumo de recursos escasos, contaminación) y como parte de la solución, al tener y deber conciliar patrones de producción y consumo  (Bansal y Roth, 2000; Brío  y Junquera, 2001; Aragón, 2002).
   La integración de la dimensión  medioambiental en el proceso económico va a suponer importantes cambios. En efecto las empresas forman parte de la realidad económica  y social, por lo que no pueden ser ajenas  a las cuestiones que afectan a ambas. Es por  ello que la aplicación de una gestión medioambiental eficiente constituye un  reto para todas las entidades que deseen y que tienen que contribuir al  mejoramiento del entorno y favorecer el desarrollo sostenible. 
   Las entidades económicas tienen un contrato  implícito con la sociedad, ya que utilizan los escasos recursos naturales y  humanos y, a cambio de ello, brindan productos, servicios y residuos a la  comunidad, de esta forma la empresa tiene una responsabilidad con el medio  ambiente. En consecuencia, quienes  toman decisiones no saben reconocer el valor económico  de los recursos naturales como activos, y el valor financiero y de negocio del  desempeño medioambiental de los bienes. Más allá de las iniciativas de buena  voluntad, existen unos pocos incentivos  en el mercado para integrar las cuestiones medioambientales en la toma de  decisiones. Sin embargo, hay una necesidad  de mejorar el proceso de toma de decisiones incluyendo información acerca de flujo  de materiales y los costos asociados para dar cuenta de los esfuerzos dirigidos  al desarrollo sostenible (Castro, 2009).
   Ante este contexto, en el  ámbito empresarial se realizan varios estudios enfocados a la preservación y/o mitigación del daño ambiental, no obstante, subsisten deficiencias, entre otras causas, por el insuficiente  nivel de conciencia, de conocimiento y de educación  ambiental, así como la carencia de una mayor exigencia en la gestión y la limitada  incorporación de la dimensión  medioambiental en los planes de desarrollo de las organizaciones  empresariales. 
   En tal sentido,  la contabilidad como ciencia social constituye un instrumento que posibilita la  medición y proporciona información confiable, relevante, así como oportuna de  datos económicos en una organización, además del perjuicio generado por el  desarrollo de la actividad operacional sobre el medio ambiente (Martín, 2016). Por consiguiente, en la década de los setenta  surge en la disciplina contable un área encargada del estudio de los aspectos  medioambientales, conocida como Contabilidad Ambiental, Medioambiental o Verde  (Lamorú, 2011, Ortíz, 2012 y Salas, 2014), la cual  se encarga de la generación, análisis y  utilización de información financiera y no financiera, destinada a integrar las  políticas económica y ambiental de la empresa, para la construcción de una  organización sostenible. 
   La Contabilidad Medioambiental sirve a la dirección de la empresa,  para contar con información fiable, verificable y periódica para determinar, si  la actuación medioambiental de la empresa se desarrolla de acuerdo con los  criterios establecidos por la citada dirección (Fundación Fórum Ambiental,  1999). A criterio de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en  inglés, 1996) y Chirino et al. (2012) dentro de esta existe un área que se encarga del estudio de los costos  medioambientales denominada Contabilidad de Gestión Medioambiental, la cual  tiene como principal objetivo la utilización de datos sobre los costos  medioambientales y el desempeño en las decisiones empresariales y las  operaciones 
   En el entorno actual del  sistema empresarial internacional, el estudio y conocimiento de los costos  medioambientales constituye una necesidad y un elemento básico, se considera  uno de los primeros pasos a seguir para lograr una efectividad en las estrategias ambientales que se propongan las  empresas, pues los mismos se pueden utilizar para evaluar el cumplimiento y objetividad de la política, los programas, objetivos y metas  trazadas en este sentido.
   Cuba no se ha cruzado de manos ante esta  realidad y ha incorporado en su marco regulatorio y legal medidas de gestión  para la protección del medio ambiente, con la modificación del artículo 27  Constitución de la República, la promulgación de la  Ley 81 del Medio Ambiente, la Estrategia Ambiental Nacional 2011-2015, las Normas Internacionales (NC-ISO 14000:2004) adaptadas  al entorno empresarial cubano y los lineamientos de la Política  Económica y Social del Partido y la Revolución (L.133 y L.134), así como prestándole una gran atención a los impactos  medioambientales.
   No obstante,  pese a los avances alcanzados en el marco legal para la conservación del medio  ambiente, el estudio efectuado al marco conceptual (Resolución  235/2005 y normas específicas del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) de  los elementos que conforman el sistema de información contable de las empresas  cubanas y a investigaciones desarrolladas por diversos autores conocedores del  tema (Pelegrín  y Urra, 2001; Ramos, Ramírez e Iser, 2005; Carrillo, Reilly, Pelegrín y Urra,  2007; Criollo y Rodríguez, 2009; Carrillo, 2010; Pelegrín y Lamorú, 2010;  Castro, 2010; Reynaldo, 2010 y 2012; Ramírez y Rodríguez, 2012; Lamorú, 2011;  Ortíz, 2012 y Rabanal, 2013), demuestra que los aportes  realizados aún presentan limitaciones para el reconocimiento, registro y  evaluación de la información contable-ambiental.
   Las empresas pertenecientes  a la industria alimenticia por sus características productivas generan  significativos impactos en el medio ambiente, y el control y análisis de los  recursos medioambientales para lograr relaciones de costo/beneficio acertadas,  aún es insuficiente. Todo ello, permite inducir que se necesitan alternativas  tendientes a proyectar escenarios deseados, con vista a lograr los niveles de  desarrollo, desde el punto de vista de sostenibilidad.
   Por ende, esta industria en los últimos años  desarrolla estrategias medioambientales y la implementación de Sistemas de  Gestión Ambiental (SGA), para la búsqueda de alternativas con el fin de  disminuir los efectos indeseables desde la perspectiva ambiental en su  cadena de valor.
   En el caso específico de la Empresa Provincial Industria  Alimentaria Guantánamo, mediante información obtenida de los resultados de las  revisiones medioambientales, auditorías internas, inspecciones desarrolladas  por la Dirección y el control operacional, se identificó la existencia de un  conjunto de impactos negativos1 , que  generan los procesos de elaboración mecánica, ensamblaje, pintado y tapizado de  muebles en los diferentes departamentos, además no existen procedimientos que  permitan el reconocimiento, registro y posterior evaluación de los costos de  las diferentes medidas y acciones tomadas en función de la gestión  medioambiental.
   Estos elementos evidencian la necesidad de enriquecer y  proponer un procedimiento que posibilite a esta empresa, contar con una  herramienta flexible y práctica para mejorar su desempeño económico y  medioambiental y fortalecer la toma de decisiones, desde la perspectiva de los  costos medioambientales, de ahí que se declare como problema de investigacióna resolver el siguiente: el  insuficiente control de los costos medioambientales en la Empresa Provincial  Industria Alimentaria Guantánamo imposibilita el robustecimiento de los  procesos decisorios. A partir del  problema formulado se plantea como el objetivo general: diseñar un  procedimiento para el reconocimiento y evaluación de los costos  medioambientales en la Empresa Provincial Industria Alimentaria Guantánamo que  robustezca el proceso de toma de decisiones.
  - La Contabilidad de Gestión: su evolución y papel en los nuevos estadios  de la información contable 
   La   Contabilidad   de   Gestión,   ha   estado  muy  vinculada  al  desarrollo  de  las  organizaciones,  lo  que  es evidente dado su objetivo de brindar información oportuna a la gerencia. Ha sido uno de los instrumentos más utilizados como sistema informativo para la dirección, permitiendo conocer el resultado de la empresa  y de cada una de sus   áreas, y más recientemente,  ha contribuido a responder  a las necesidades de la  misma, a partir de los requerimientos del entorno  y del proceso de toma de decisiones.
   Las necesidades de información en el siglo XXI ha tenido que variar, más allá de las rígidas  regulaciones y normas  contables, tal como se expuso en el epígrafe anterior, en donde no sólo ha tenido que cambiar el diseño  de  las  prácticas  contables,  sino  la  utilización  de  la  información  generada  por   la   Contabilidad   de  Gestión, así como el papel del contable  para hacer frente a los cambios del entorno y apoyar las nuevas necesidades de los receptores de la información.
   Esta situación  trajo como consecuencia, repercusión en los modelos tradicionales de gestión empresarial, y el papel que debían desempeñar los sistemas de información y control, y en particular la Contabilidad de Gestión. Ripoll y Balada (1994). El surgimiento de esta rama de las ciencias contables,  fue la respuesta a las  demandas   informativas   que   ya   no   eran   cubiertas   por   la   Contabilidad  de  Costos,  dado  a  que   estaba  caracterizada  básicamente,  por  suministrar  información  para  la  formación  de  los  estados   financieros   y  responder a la normativa legal  vigente, mostrando para este fin, los informes financieros y el cálculo  del costo de producción para la valoración de inventarios.
   En las décadas del cuarenta y cincuenta, los investigadores en contabilidad, además del cálculo de costos,  empiezan a plantearse  la necesidad de utilizar la información contable para la planificación, el control y la dirección.
   Más   adelante   en   los   años   sesenta,   se   produce   una   serie   de   sucesos,  que  provocaron   la   necesidad   de  disponer  de  mecanismos  de  gestión  para  poder  hacer  frente  a  la  toma  de  decisiones  y  utilizar  la información  de  costos   para  el  control   y   la   planificación,  que  añadieran  un  enfoque  administrativo   y   de  gerencia,  es   decir,  un  enfoque  para  la  dirección.  Según  Sáez  (1993c),  en  este   período,   la  Contabilidad de Costos se desmarca en gran medida del estrecho margen que le permitía  su acatamiento anterior  a  la  Contabilidad  Financiera,  y  pasa  de  esta  forma  a  asumir  nuevos  desafíos  denominándose Contabilidad de Gestión.
   En los finales de la década de los setenta, se han producido  cambios significativos en el contexto de las  empresas  tales  como:  la  celeridad  de  los  cambios  tecnológicos,  la  globalización  de  la  economía,  el creciente  papel   de   la   competencia   en   los   mercados,   que   afectan   tanto   el   output   como   el   input   de   las  mismas. Estos aspectos conllevan a modificar  las políticas económicas y la desregulación de las economías nacionales, también, paralelamente se observan cambios  en las actitudes y preferencias de los clientes  y de forma vertiginosa en la tecnología. Este contexto generó modificación y disminución del ciclo de vida de los procesos y productos, cambios en las estructuras de las organizaciones, incremento de las inversiones, otra visión del plazo de decisión, entre múltiples consecuencias.
   Estos cambios condujeron a cuestionarse el papel de la Contabilidad de Gestión en las nuevas condiciones  empresariales, debido al importante rol que siempre había desempeñado dentro de las organizaciones y a que  tradicionalmente   su   evolución  ha  estado  condicionada por las   necesidades   de   las   mismas   en   las  diferentes etapas de su desarrollo.
   En resumen,  puede afirmarse que la Contabilidad de Costos, desde finales de los setenta  y principios de los ochenta, tenía limitaciones para su aplicación en las nuevas condiciones, que garantizaran su actuación  como instrumento de control y para la toma de decisiones debido, principalmente, a no hacer demasiado  énfasis en el entorno y a los indicadores cualitativos y a largo plazo, fundamentales en el éxito empresarial.
   Por consiguiente, su carácter rutinario  le impide poder enfrentarse a la flexibilidad, creatividad e innovación que  requieren  las  empresas  en  el  nuevo   entorno   y   a   que   su  formalización  no  promueve  la  motivación  individual ni la identificación con la empresa, pudiendo dar preferencia a sus objetivos  en detrimento de los  de la organización.
   Para Ripoll (1995), la Contabilidad  de Gestión, consecuentemente, debe buscar más allá de la información de costos basada en transacciones,  para saber si las decisiones generan beneficios y debe desarrollarse  un nuevo sistema de información con vistas a lograr este objetivo. 
   Al respecto  Araujo (2003), plantea  que la Contabilidad  de  Gestión   debe   ser   la   disciplina   central   en   el   diseño   y   evaluación  de  los  sistemas   de  información  y  control,  donde  su   afirmación   se   sustenta   en   la   necesidad  de  suministrar   información   a   la  gerencia, basada en variables  que posibiliten un seguimiento de la estrategia adoptada,  lo que ha originado una  demanda   de   información   adicional   a   la   aportada   tradicionalmente  por  los  sistemas  de  costos,   para  poder  facilitar  una  eficaz   gestión   de   la   empresa,   así  como  su  adecuación   a   las   exigencias  externas impuestas por el mercado.
   Además, debe señalarse que en la actualidad los factores críticos de éxito, no sólo están relacionados con la  minimización  de  los  costos,   sino   también  con  la  satisfacción  del  cliente,   la   calidad,  la  flexibilidad,  el mercado, etc., lo cual hace necesario tomar en consideración no sólo factores  financieros, sino también indicadores  cualitativos,  tanto  internos   (satisfacción   al   cliente,   calidad,  plazos  de  entrega,   productividad)  como externos (competencia, innovaciones tecnológicas, cambios en la legislación).
   Existe,  por tanto, una  estrecha  relación  entre   los   Sistemas   de   Contabilidad   de   Gestión   y   la   cultura  empresarial,  hay  dependencia  entre  ellos,   y   se   hace  evidente  la  necesidad  de  que  la  Contabilidad  de Gestión  debe   participar   en   la   gestión   estratégica   de   la   empresa,   no   solamente   en   lo   relacionado   con   el  análisis interno y externo  de la misma, sino también en la formulación de las acciones  a emprender por esta para  alcanzar sus objetivos.
   Se observa, entonces, que la evolución de la Contabilidad de Gestión  hasta los momentos  actuales se ha visto  condicionada por las alteraciones que se han  producido en las condiciones en que se mueven las organizaciones actualmente, condiciones que la han llevado a la búsqueda de nuevas formas de gestión  y han  sido  la  causa  fundamental  de  las  transformaciones   experimentadas   por   ella,   que  debe elevar su respuesta informativa, corresponder a los nuevos  requerimientos de la gestión  y ser útil para la toma de  decisiones,  garantizando  la  posición  competitiva   de   una   entidad  y  elevando  su  papel  como   disciplina  económica.
   Cuba   no   ha   estado   alejada   del  desarrollo   evolutivo   de   la   Contabilidad  de  Gestión  en  el  ámbito internacional, y su principal  accionar ha estado en ir creando las bases para la integración económica del país mediante el proceso de perfeccionamiento de su regulación contable.
   La   normalización   de   la   Contabilidad   en   Cuba   se   fundamenta   en   disposiciones  legales  dictadas  por  los diversos  órganos  del  Estado   y   su  administración  central,  así   como   otras   que   se   dictan   por   entidades estatales  a  través  de  leyes,   decretos-leyes,   decretos  y  otras  disposiciones  de  la   Asamblea   Nacional   del  Poder Popular, el Consejo de Estado y el Consejo de Ministros,  Resoluciones e Instrucciones del Ministerio  de Finanzas y Precios, órganos  rectores de la contabilidad del país, Resoluciones e Instrucciones de los  Ministerios Ramales para el cumplimiento de las empresas  y dependencias subordinadas o patrocinadas, y disposiciones complementarias de la banca en Cuba.
   A pesar de tener la práctica contable en Cuba una rica trayectoria, iniciada desde finales del siglo XIX, con su  máximo  esplendor  en  la  década   de   los   años   cincuenta,   en   coincidencia   con   el   surgimiento   de   la  Contabilidad  de  Gestión,  esta  práctica   se   ve   debilitada   por   los   cambios  ocurridos  en  la  vida   económica  nacional, con concepciones que son reconocidas más tarde como errónea. A pesar de volver a renacer  en el período de 1975, dicha práctica  era muy dependiente de los antiguos países socialistas de Europa del este,  al ser parte Cuba del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), ocurrieron sucesivos cambios que la enmarcan, según definición dada por Borrás  y López (1996),  Armenteros y Vega (2000) y Baujin  (2005) en tres etapas y una cuarta etapa  sugerida por los autores de la presente investigación:
  1ra  etapa: (1977-1986)
2da  etapa: (1987-1992) 
   El   lenguaje   no   era   equivalente  con  el  que  regía  en  el  ámbito  internacional  dada   la   herencia   de   la  participación  de  Cuba  en  el  CAME,  lo  que  entraba  en  contraposición  con  los  cambios   en   el   contexto  mundial y la proyección inmediata  y futura de la economía cubana. Es la etapa de entrada en vigor de la Contabilidad orientada a la toma de  decisiones y del inicio de la  armonización contable en Cuba.
  3ra  etapa: (1993- 1996) 
   El   modelo   contable  general  no  presenta  un  resultado  consolidado,   sino   un   desarrollo   evolutivo   en  diferentes períodos.
  4ta  etapa: (1997 hasta la actualidad) 
   Es  una etapa caracterizada por:
En esta etapa se destacan los sucesos siguientes:
La Contabilidad de Gestión se perfila como uno de los sistemas de  información más importantes de las empresas y, para favorecer  el proceso de toma  de decisiones empresariales, debe incluir las  variables medioambientales  y ser capaz de medir y valorar los  efectos producidos  por la organización en el medio  ambiente, desde el proceso de diseño de un producto hasta su posterior  eliminación después de ser consumido por el cliente (Ripoll y Crespo, 1997), surgiendo así un área encargada del  estudio de esta relación conocida como Contabilidad de Gestión Medioambiental  (CGMA). 
   -  La Contabilidad  de  Gestión Medioambiental: marco conceptual y evolución 
   La CGMA (Environmental  Management Accounting por sus siglas en inglés), es el proceso de identificación,  recolección y análisis de información medioambiental, principalmente  para propósitos internos, para apoyar al negocio en la toma de decisiones con  visión de futuro (EPA, 1996). 
   Según la Asociación Española de Contabilidad y  Administración de Empresas (AECA,  1996) no existe una CGMA como una  disciplina  independiente de   la   contabilidad   de  gestión,   sino  que  se  trata   de registrar, valorar, racionalizar y  en la medida de lo posible controlar, a través de  la contabilidad de gestión, la proyección ambiental de la empresa, con el fin de suministrar  a la  organización   la    información   relevante    para   la   toma   de decisiones empresariales. 
   Mientras  Calvo (2006),  justifica la   necesidad  de   una CGMA mediante dos argumentos: 
Otros autores como Triana (2007); Llena (2008); Paradelo (2012); Mejía, Mora y Montes (2013), abordan la importancia de la CGMA para la utilidad en la toma de decisiones empresariales y plantean que se debe superar el enfoque clásico de la contabilidad. Los estudios consultados muestran no solo las definiciones e importancia de la CGMA, sino también, sus principales características como las que consideran, Masanet (2002) y Chirinos et al. (2012), que se destacan a continuación:
La  CGMA, pasa por ser un  sistema de información  basado en la cuantificación y valoración  de una serie de hechos, circunstancias u operaciones, así como, el  reflejo de la  situación de una  unidad económica, siempre en  concomitancia y de forma consecuente  con dichos  hechos. 
   No obstante,  los autores del artículo destacan, que no  necesariamente la medición y cuantificación debe realizarse en términos  monetarios; aunque la monetarización de las magnitudes, frecuentemente puede clarificar  y hacer entender mejor las cosas  al usuario  de la  información, en muchos casos, no son  útiles las magnitudes monetarias, ya que pueden introducir factores  de subjetivismo  e inestabilidad en los  cálculos, y generar además ruido  en la  información, dando lugar a distorsiones que restan validez a la misma (Lizcano, 1995).
   Por  su parte Blanco (1996),  señala que, la CGMA,  es aquella  que tiene  en cuenta  el impacto  del medio ambiente,  de manera que dicho impacto es recogido  en el ámbito de la contabilidad  de costos,  y racionalizado en el  ámbito de la contabilidad  de gestión,  permitiendo, obtener una evaluación de la gestión medioambiental de la empresa en función  tanto de sus características cualitativas como cuantitativas.
   Por consiguiente, la emisión  de informes  medioambientales, constituye un elemento fundamental de la CGMA,  ya que,  por medio de ellos incluye información importante sobre el desempeño medioambiental de la empresa, sus costos y beneficios, que debe ser analizada por  las partes  interesadas tanto externas, como internas, y tomada en cuenta para la toma  de decisiones,  con el  propósito de lograr la ecoeficiencia,  producir bienes y servicios más  útiles, a la vez que  se reducen  los impactos medioambientales negativos,  y el consumo  de recursos  naturales, apoyando así el desarrollo  sostenible.
   La  información recogida mediante este sistema, se utiliza para planificar, evaluar y controlar  de diversas  maneras (EPA, 1996): 
La CGMA al igual que la contabilidad de gestión convencional por sus características propias de  adaptación, según el tipo de organización donde se aplique, no se rige estrictamente por normas contables, a pesar de, algunas  organizaciones a nivel internacional  han emitido  diversas normativas  que, aunque no son de  obligatorio cumplimiento, sirven de guía para la elaborar informes medioambientales,  que posibiliten recolectar, cuantificar, registrar y analizar la  información financiera y no financiera relacionada con los  aspectos medioambientales que afectan a la  empresa. 
   Entre las principales experiencias, se destaca la propuesta de la EPA en el año 1996, pese a que no tiene competencias  sobre la materia,  ha demostrado su interés en el fomento de la  contabilidad  medioambiental  mediante  la  publicación  de dos  documentos guía, “An introduction to environmental accounting  as a business management tool: Key concepts and terms” (EPA, 1995) y “Valuing potential environmental liabilities form an aerial  decision-making: A review of available techniques”. 
   En la primera de sus publicaciones la EPA (1995), establece la justificación, definición, alcance y clasificación de la contabilidad  medioambiental, además, de la definición  de una serie de términos  clave para su aplicación  y, un resumen de cómo se puede  emplear la contabilidad de gestión medioambiental para la asignación de  costos, presupuesto  de capital y diseño de productos  o procesos.
   En la segunda (EPA, 1996), presenta los de una investigación realizada  sobre diferentes enfoques y técnicas para la valuación de  pasivos medioambientales. Las técnicas consideradas, no necesariamente  son  acordes  a los  estándares contables para la presentación de estados financieros, ya que, el  informe se enfoca en la valuación de pasivos con el objetivo de  proporcionar información  útil para la toma de decisiones.
   En España,  la Asociación  Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA),  publicó en 1996, el Documento No. 13 de su serie de Principios  en Contabilidad de  Gestión, que trata exclusivamente sobre la contabilidad de gestión  medioambiental, con el principal  objetivo de sensibilizar a los directivos empresariales, sobre la importancia  de este  tema y de ofrecerles unas pautas metodológicas  y de cuantificación  de esta  importante vertiente de la gestión empresarial.
   En  el plano  multinacional, destacan la labor de  la Conferencia  de las Naciones Unidas, sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la  Federación Internacional de Contadores (IFAC)  y la Iniciativa del Reporte Global (GRI).
   La  UNCTAD  (2004),  publicó  “A  Manual  for  the  Preparers  and Users of Eco-efficiency  Indicators”, un manual, para  los preparadores y usuarios de  indicadores de ecoeficiencia, con el  objetivo de describir el  método que las empresas pueden  utilizar, para proporcionar información sobre el  desempeño ambiental en relación con el desempeño financiero, de una manera sistemática y consistente durante varios períodos. 
   En este manual, se proporciona  orientación sobre  cómo   definir,   reconocer,  evaluar y   divulgar la  información  ambiental  y  financiera,   tal  como  se  especifica  dentro de los marcos  tradicionales de contabilidad y presentación de informes; y,  sobre  cómo mejorar y armonizar los métodos  utilizados por las empresas,  para que  sean capaces  de presentar  indicadores de ecoeficiencia, en un formato estandarizado, de modo  que sean  significativos para la toma de  decisiones y puedan ser comparados  entre diferentes empresas.
   La  IFAC (2005),  publicó el “Environmental  Management Accounting.  International  Guidance  Document”.  Este   documento, no es un  informe de investigación,  ni una  norma con requisitos definidos,  que los  organismos miembros de la IFAC  deben seguir, o adoptar como parte de sus responsabilidades, sino, que pretende  ser un documento de orientación, como punto medio, entre  los requisitos reglamentarios, las normas y la información; su objetivo,  es reducir parte de la confusión  internacional, sobre este tema tan importante, al proporcionar un marco general y un conjunto de definiciones para la contabilidad  de gestión  medioambiental bastante completo, que sea lo más coherente posible con otras guías de contabilidad ambiental existentes y ampliamente  utilizadas, con las cuales  la contabilidad  de gestión  medioambiental debe coexistir.
   La GRI (2000, 2002, 2006, 2011 y  2013), ha publicado  una serie de guías para la elaboración de memorias de sostenibilidad; siendo  la más actualizada hasta la fecha,  la publicada  en el  año 2013, conocida como G4. Esta última, consta de un conjunto  de principios que tienen como finalidad,  definir el contenido de la  memoria y garantizar la calidad de  la información  divulgada, también, incluye  los denominados  contenidos básicos, que contienen los indicadores  de desempeño,  así como,  una serie  de pautas sobre aspectos técnicos, relacionados  con la  elaboración de memorias.
   En este sentido, a nivel internacional aún resulta  insuficiente el desarrollo de normas contables que posibiliten la integración  de los aspectos medioambientales en la gestión empresarial de manera  obligatoria, se evidencia una falta  de uniformidad y el predominio del carácter voluntario de la determinación  y clasificación de costos  medioambientales, la cuantificación  de pasivos medioambientales, la determinación de indicadores  de  ecoeficiencia  y  la  emisión  de  informes  medioambientales. 
   En el caso Cuba aún y cuando se desarrolló el proceso  de armonización  de las NIIF en el año 2005, no se consideraron  los aspectos relacionados con la emisión  de informes  medioambientales. 
   Uno de los indicadores fundamentales para el desarrollo de la CGMA lo   constituyen   los   costos  ambientales (Cañizares, 2015) es por ello que en  próximo epígrafe se abordarán los aspectos conceptuales relacionados con el  mismo.
  -  Los costos medioambientales: definición, clasificación e identificación
   El  principal problema de la CGMA según la División de Naciones Unidas para el  desarrollo sostenible (reconocida en inglés como Nations Division for  Sustainable Development- UNDSD, 2001) y Das (2007) es  que se carece de una definición estándar de costo medioambiental, ya que  dependiendo de varios intereses, ellos incluyen una variedad de costos, por  ejemplo, costo de disposición o costos de inversión y algunas veces, también  costos externos por ejemplo costos incurridos fuera de la compañía,  mayoritariamente hacia el  público en general, por supuesto, esto  también es cierto para las ganancias de actividades empresarias  medioambientales (ahorros de costos ambientales). 
   Adicionalmente,  la mayoría de estos costos no se rastrean en forma sistemática ni se atribuyen  a los procesos y productos responsables de los   mismos,  sumándolos,  simplemente,   en  la  estructura   general,  entonces  se   hace imprescindible saber identificarlos y clasificarlos, para esto  aparece otra problemática, pues las clasificaciones  de   los  costos  medioambientales son  muy heterogéneas, existiendo  una variedad de autores que brindan  categorías distintas, pero hay que resaltar que los principios se mantienen, según  el  Documento  No. 13   de  AECA (1990).
   La definición de  costos medioambientales depende del horizonte de   planeación  empresarial  y  de   la  información  requerida  para   el  análisis.  A  continuación  se abordan algunas  definiciones expuestas por diversas instituciones y  autores entendidos en la temática. 
   La AECA (1996) lo considera la medida y la valoración del esfuerzo por la aplicación racional  de  los factores ambientales de cara a la obtención  de un producto, un  trabajo o un servicio. Mientras Fronti de García,  García Fronti (1998)  lo asumen como las actividades llevadas a cabo  voluntariamente,  también las requeridas  por contrato o por leyes  y regulaciones   ambientales,   para prevenir, disminuir  o remediar el daño causado al  medio  ambiente,  relacionado tanto con  la conservación  de recursos renovables como no renovables.
   Por su parte, Bonilla (2000) lo conceptualiza como el costo derivado  de la interacción  de la empresa con el medioambiente producto a las medidas que prevengan el  impacto ambiental de sus actividades o que corrijan los daños generados.
   Scavone  (2000) define los costos medioambientales como los impactos incurridos por la  sociedad, una organización, o “el resultado individual de las actividades que  afectan la calidad ambiental”. Estos   impactos  pueden  ser   expresados  en  términos   monetarios o no  monetarios,  incluyendo  cualquier  tipo   de  costo  directo   o  menos  tangible,   con  consecuencias  para   la empresa a corto o largo plazo.
   Chacón (2009)  los entiende como un parámetro que permite medir el daño medioambiental causado  por un producto, actividad o proceso, es la estimación del costo global que  supone la mitigación de todos los daños medioambientales que este haya podido  ocasionar. 
   Blanco Richart  (2006); Lamorú (2011); Ortíz (2012) y Salas (2015) coinciden en su definición  al considerar que el costo económicamente es un sacrificio de recursos que es  necesario realizar para poder elaborar un producto o servicio de cara a  incrementar el valor añadido del mismo. Cuando el sacrificio que se realiza  afecta a los recursos naturales y a la calidad de vida, se está en presencia de  un costo medioambiental, por lo tanto  estos son un elemento más del costo de producción y tienen impacto en la  fijación de los precios de venta.
   En resumen, los  autores de este aetículo al considerar los elementos comunes y diferenciadores  de las definiciones analizadas afirma que los “costos medioambientales son los costos de las medidas emprendidas por  una empresa; para prevenir, reducir y/o mitigar el deterioro ambiental como  resultado de las actividades que realiza la empresa o para contribuir a la  conservación de los recursos renovables y no renovables”.
   Becerra et al., 2011 son de la opinión  que la inclusión de los costos medioambientales internos ayuda a una empresa a  trabajar para aumentar  al  máximo su rentabilidad actual.  Una entidad puede ir  más allá tomando en cuenta los costos  medioambientales externos, sobre todo a la magnitud que pueden llegar a ser,  requiriendo internalizar  estos costos en  el futuro. La extensión de esta ventaja dependerá de qué tan abarcador y  creativo se usen estos métodos en su toma de decisiones. 
   La  identificación de los costos  medioambientales constituye una necesidad dentro del horizonte de planeación estratégica del sistema empresarial, sin embargo, es  una realidad que los datos cuantitativos referidos al valor económico y social  de la información de los mismos es escasa. 
   Como  se plantea anteriormente uno de los mayores problemas en la actualidad es la  forma  o   la  vía  para   poder  identificar  los   costos  medioambientales,  producto de que la contabilidad financiera no  registra los costos medioambientales estando estos incluidos dentro de algunas  cuentas financieras. Además las diferentes categorías que se utilizan  dificultan el trabajo de los contadores, fundamentalmente por la superposición  de conceptos (Becerra et al.,  2011 y Cañizares, 2015). 
   Según  Scavone (2000a) existen tres posibilidades   ante la identificación de los costos medioambientales y que son las que  se utilizan para reflejar la información medioambiental: 
Una  clasificación otorgada a los costos medioambientales es la que brinda Fronti de  García (1999), la cual plantea que pueden ser divididos en cuatro grandes  áreas: gastos de capital, costos operativos, remediación, e investigación y desarrollo.  Otra clasificación interesante es la realizada por el Whistler Centre for  Business and the Arts (2006), que distingue los costos  ambientales según sean internos o  externos a   la empresa. 
Algunos  ejemplos de costos medioambientales, así como un marco utilizado para  identificar y para clasificarlos se puede observar a continuación. Existen  diversas maneras de categorizar costos Bailey (1991); Polimeni (2004) y Kaplan  (2005) los planes contables clasifican típicamente costos como: materiales y trabajo  directo, fabricación  o  gastos   indirectos  de  la   fábrica  (es  decir,   gastos  de  explotación   con excepción de los materiales directos y de la labor), ventas, general  y administrativo e investigación y desarrollo. 
Una  compañía define un costo medioambiental según como se propone utilizar la  información (asignación de coste, presupuesto de capital, diseño de procesos /  productos, otras decisiones de gerencia) así como la escala y el alcance del  ejercicio. Por otra parte, puede no estar claro si un costo es medioambiental o  no; algunos costos bajan en una zona gris o se pueden clasificar como en parte  medioambiental y en parte no. El  hecho  es  que como plantea la EPA (2000), si un  coste es ambiental o no, no es crítico; la meta es asegurarse de que los costes  relevantes reciben la atención apropiada.
En  sentido   general  los  costos   medioambientales  pueden  ser   agrupados  en  cuatro grandes categorías que se definen a  continuación: 
Costos  de prevención: Es el costo de las actividades que se llevan a cabo para evitar  la producción de contaminantes y/o desechos que pueden dañar el medioambiente. 
La  clasificación anterior constituye un elemento fundamental para el registro y  control del costo medioambiental, según Rodríguez y Carrillo (2006), en  comparación con los sistemas de gestión de la calidad.  Aunque como puede observarse más adelante se usan  las listas de chequeo definidas por Jasch (2002), esta nomenclatura puede  utilizarse para su clasificación y registro. 
   Según (Bart  van, Monroy y Saer, 2008),  las  empresas  identifican  sus  costos   medioambientales  por  los   siguientes  objetivos: 
A  modo de resumen se aprecia que en la  actualidad no existe un concenso en cuanto a   la forma más adecuada de identificar los costos medioambientales, pero  la revisión efectuada confirma que constituye una necesidad el reconocimiento y  evaluación de los mismos para perfeccionar el sistema de información contable,  la evaluación del desempeño empresarial y el proceso de toma de decisiones.
   - Fundamentos  del procedimiento para el reconocimiento y evaluación de los costos  medioambientales
   El procedimiento está encaminado al reconocimiento y evaluación de los  costos medioambientales que robustezca el proceso de toma de decisiones, el  mismo debe llevarse a cabo mediante la realización de una serie de acciones necesarias, integradas y  sistematizadas. Los  elementos abordados en los epígrafes anteriores constituyen la base teórica para  la propuesta realizada por los autores de la presente investigación, basada en  un procedimiento que tiene como propósitos principales:  
El reconocimiento y evaluación de los costos medioambientales que robustezca el proceso de toma de decisiones se sustenta en un procedimiento conformado por tres pasos, como se aprecia en la Figura 1; además de declararse los objetivos específicos, técnicas y las salidas que se prevén obtener. Constituye una premisa para su aplicación conveniente, pero no excluyente, tener implementado el Sistema de Gestión Ambiental, para que aquellas empresas que no lo poseen puedan incorporarlo en la misma medida en que avancen en la implementación del sistema.
Paso I.-  Diagnóstico de los aspectos e impactos ambientales 
   Objetivo: identificar  los aspectos e impactos ambientales que se producen en las diferentes áreas de  la empresa.
   Técnicas: revisión  documental, observación, entrevista y dinámica grupal.
   Un aspecto ambiental es “un elemento de las actividades, productos  o   servicios  de  una organización que puede interactuar con el  medio ambiente” (NC ISO 14004:2004). Por ende para la identificación de un  aspecto ambiental se tendrán en cuenta los siguientes elementos:
En cada  proceso se determinarán las características de los equipos e instalaciones, las  materias primas utilizadas, las etapas por las cuales transita el proceso y el  uso de recursos naturales tales como el agua. Igualmente se determinarán los  productos resultantes de la realización del proceso y los residuos que se  generan del mismo, tales como efluentes líquidos, emisiones al aire, derrames,  etc. 
   Para la  identificación de los aspectos ambientales en las áreas se podrán utilizar  técnicas tales como observación de los procesos, análisis de contenido y  entrevistas. Igualmente se harán estudios sobre los niveles de ruidos,  iluminación, temperatura, humedad relativa, etc., presentes en cada puesto de  trabajo. Luego  de determinar los aspectos ambientales de cada área, estos serán plasmados en  el Listado de aspectos e impactos  ambientales como se muestra a continuación:
Este  listado debe brindar información detallada sobre los aspectos ambientales  presentes en cada área que se genera, y así como el proceso del sistema  asociado. Culminado el proceso de identificación de aspectos ambientales se  procederá a determinar los impactos ambientales, que constituyen  cualquier cambio en el  medio ambiente, sea adverso o beneficioso, total o parcialmente resultante de las actividades, productos o servicios de una organización” (NC ISO 14004:2004)  los cuales se plasmarán en el Listado de  aspectos e impactos ambientales. 
   Para cada aspecto e impacto ambiental se procederá a determinar su  Nivel de significancia (S). El  (S) se calcula multiplicando las puntuaciones  obtenidas para la frecuencia con que ocurra  el aspecto, la probabilidad de ocurrencia del    impacto y la  gravedad del mismo.
  
Donde: 
   S (nivel de significancia)
   F (frecuencia con que ocurre el aspecto)
   P (probabilidad  de  que  ocurra el impacto)
   G (posible gravedad del impacto producido). 
   Para obtener dichas puntuaciones  se establecen las premisas que se  describen a continuación: 
Se considera un aspecto ambiental significativo si: S > 100, así todos los aspectos ambientales que obtengan un nivel de significancia mayor que 100, serán significativos y serán prioritarios a la  hora de establecer objetivos, metas y programas  ambientales. 
   La  identificación y valoración de los aspectos  ambientales e impactos significativos posee una importancia de primer orden, se considera  una de las bases decisivas  sobre la cual se debe implementar el Sistema de Gestión Ambiental (SGA). Los problemas que no se detecten en esta etapa quedarían fuera de cualquier análisis posterior y consecuentemente fuera del alcance del SGA que se proyecta  y pueden poner en peligro los efectos  deseados del mismo.
  Salida  parcial: identificados los aspectos e impactos ambientales generados en las diferentes  áreas de la empresa.
  Paso II.-  Identificación de los costos medioambientales
  Objetivo: establecer los  criterios de reconocimiento para la identificación de los costos medioambientales.
  Técnicas: revisión  documental y dinámica grupal.
   Una vez identificados los aspectos e  impactos ambientales de las diferentes áreas de la empresa, se procede a  establecer los criterios de reconocimiento de los costos medioambientales que se  originan en las mismas con el propósito de cumplir con los objetivos y las  metas planificados en la política ambiental de la entidad.
   Vale destacar que si bien pueden estar  cuantificados los costos asociados al medio ambiente, generalmente estos se  encuentran ocultos en otras cuentas, lo cual imposibilita obtener el verdadero  valor invertido en este sentido.
   Para la clasificación de los costos medioambientales, los autores asumen el criterio dado por la  Asociación Española de Contabilidad y Administración (AECA, 1996), sobre  recurrencia o no de costos, partiendo  de la incorporación del recurso al proceso de que se trate. Este criterio de  clasificación permite analizar los costos derivados de la gestión del producto,  además se manifiesta su aplicación en diferentes investigaciones como las  desarrolladas por (Pelegrín, 2011; Carrillo, 2010, Becerra, 2013).
   Los costos  recurrentes, son aquellos que son repetitivos y tienen lugar cuando una  organización produce bienes o servicios similares sobre una base continua. Los  costos variables también son costos recurrentes, pues se repiten con cada  unidad de producción. Un costo fijo que se paga sobre una base repetible es un  costo recurrente. En esta categoría se pueden agrupar de la forma siguiente:
Los costos no recurrentes, son todos aquellos que no son repetitivos, aunque la erogación total pueda ser acumulativa en un período relativamente corto. Típicamente los costos no recurrentes implican desarrollar o establecer una aptitud o capacidad para operar. Por ejemplo, el costo de adquisición del bien inmueble en el que se construirá una planta es un costo no recurrente, como lo es el costo mismo de construcción de la planta.
El establecimiento de estos criterios está encaminado a diferenciar entre los costos  de las actividades normales de los que se relacionan con la conservación y  cuidado del medio ambiente, los cuales son utilizados como variables  esenciales en el diseño de los indicadores económicos  y ambientales. De esta  forma se contribuye al  control y uso eficiente de los recursos  naturales y se  robustece el proceso  de toma de decisiones.
   Salida  parcial: identificados los costos medioambientales mediante la aplicación  de los criterios de reconocimiento.
   Paso III.-  Evaluación de los costos medioambientales
   Objetivo: proponer  indicadores para la evaluación de la incidencia de los costos medioambientales  en el desempeño de la empresa.
   Técnicas: dinámica  grupal.
   Para  realizar la evaluación de los costos medioambientales de la empresa, la  mejor forma es saber cómo se comportan  estos en relación a otros parámetros  de importancia en los análisis económicos financieros de la organización.  Lo ideal es que este tipo de estudio  se realice periódicamente. 
   El  diseño de los indicadores se realizó mediante una dinámica grupal con un  conjunto de especialistas con vasta experiencia en la actividad económica y  ambiental. Los indicadores resultantes de la técnica aplicada se detallan a continuación: 
  1.- Peso  específico de los Costos Medioambientales Recurrentes (PeCMAR)
Donde:
   CMAp:  Costos Medioambientales Recurrentes
   CMAt:  Costos Medioambientales total 
   Interpretación: expresa la correlación existente entre los costos  medioambientales recurrentes por cada  peso del costo medioambiental total o  el porciento que representan los CMAR del CMAt. 
   2.- Peso  específico de los Costos Medioambientales no Recurrentes (PeCMAnR)
Donde:
   CMAnp: Costos Medioambientales no Recurrentes
   CMAt:  Costos Medioambientales total 
   Interpretación: expresa la correlación existente entre los costos  medioambientales no planificados por  cada peso del costo  medioambiental total o el porciento que representan los CMAnR del CMAt. 
   3.- Peso  específico de los Costos Medioambientales totales (PeCMAt)
Donde: 
   CMAt: Costos Medioambientales total
   CT: Costos totales 
   Interpretación: expresa la correlación existente entre los costos  medioambientales totales por cada  peso del costo total o el porciento  que representan los CMAt del CT.
   4.- Costos Medioambientales totales por peso de ventas (PeCMAtxV) 
Donde: 
   CMAt: Costos Medioambientales totales
   Vn: Ventas netas 
   Interpretación: expresa la correlación existente entre los costos medioambientales totales por cada  peso  de  ventas  netas.  Representa   cuanto  es sufragado de los CMAt por cada peso de venta.
   Salida parcial: evaluada la  incidencia de los costos medioambientales a través de los indicadores  propuestos.
   Salida final: reconocidos y  evaluados los costos  medioambientales para el robustecimiento del proceso de toma de decisiones.
   Conclusiones
Bibliografía