Amelia Gutiérrez Cutiño *
Universidad de Las Tunas, Cuba
jlpopa@enet.cuRESUMEN:
Atendiendo a la necesidad de ejecutar acciones encaminadas a una formación integral del individuo y considerando el acontecer histórico devenido entre mediados del Siglo XX y la marcha del XXI, cuando entre otros elementos que evidencian el deterioro significativo de la conducta social, es conveniente estudiar con precisiones el sistema de valores que integra los procederes humanos, donde lo denotativo y lo connotativo del ser y deber ser son significantes, el presente artículo persigue el objetivo de analizar el desarrollo de los valores patriotismo y responsabilidad conjugados con el protagonismo que debe expresarse entre los estudiantes del nivel Pedagógico, considerando que entre ellos se encuentran los futuros profesionales que se encargarán de nutrir a la sociedad de seres nuevos, cuyo desempeño habrá de caracterizarse por una conducta regida por la cultura en una sociedad cada vez más diferente.
En el texto se hace un bosquejo teórico cerca de la axiología, dirigido a definir un acercamiento teórico del concepto mediante la evaluación de criterios de importantes analistas y se exponen criterios propios. A partir de la observación práctica y el diálogo, en el estudio se presentan criterios acerca de la situación que presentan actualmente los valores de un modo general, pero con la el razonamiento concreto en relación de el patriotismo y responsabilidad a la luz del protagonismo práctico del estudiantado, sustentándolo todo en una perspectiva histórica del instante vivido. Se evalúa un actuar mediante el entusiasmo y las consignas, conducente a criterios superficiales y simplistas que minan al protagonismo con la necesaria argumentación para la participación. Sobre la base del presupuesto de que “No es común el ejercicio cotidiano del Patriotismo, de la responsabilidad y del protagonismo necesario para reflejarlos”, se concluye que “Cuando el Patriotismo carece de responsabilidad protagónica, es vacío, falso, irreal”, y se determina además que para algunos jóvenes, ignoran que el patriotismo se cumple siempre; que es una conducta presente en la casa, en la familia, en el barrio, en la escuela: que una conducta docente protagonizada con seriedad y responsabilidad, es indicador de que se está llevando a cabo el valor Patriotismo. Y esa ruta de análisis en el que se deduce que el valor entonces no se produce como debiera ser, conduce también a conocer que la idea del comportamiento se reproduce también en otros ámbitos de la sociedad como el hogar. Se acuden a criterios sobre los diversos valores expresados por Che Guevara, Fidel Castro, reflexiones del investigador cubano Rigoberto Pupo, Alvarez Varcalce, para luego de una serie de consideraciones de propuestas desde el Axiodrama, propiciar las percepciones para el empleo de la pedagogía centrada en la labor del profesional de la educación quien, como paradigma dentro del aula, puedan conducir a la apreciación del momento histórico de la juventud estudiantil, sobre la base de la experiencia de las anteriores generaciones. El artículo considera que para conseguir los objetivos analizados es necesario que la conducta del profesional presente en las aulas resulte, por sus valores, paradigma en valores, y seguir investigando el tema.
PALABRAS CLAVE:
Axiología, patriotismo, protagonismo, historia, José Martí, Fidel Castro, responsabilidad, sentido del momento histórico.
ABSTRAT
Given the need to implement actions aimed at a comprehensive formation of the individual and considering the historical event between the middle of the twentieth century and the march of the XXI, when among other elements that evidence the significant deterioration of social behavior, the value system that integrates human procedures, where the denotative and connotative of being and being are significant, the present article pursues the objective of analyzing the development of values patriotism and responsibility coupled with the protagonism that must be expressed among students of the Pedagogical level, considering that among them are the future professionals who will be in charge of nurturing the society of new beings, whose performance will have to be characterized by conduct ruled by the culture in an increasingly different society. In the text a theoretical outline is made close to the axiology, aimed at defining a theoretical approach of the concept by evaluating the criteria of important analysts and exposing own criteria. From the practical observation and the dialogue, the study presents criteria about the current situation of values in a general way, but with the concrete reasoning in relation of patriotism and responsibility in the light of the practical protagonism of the student, supporting everything in a historical perspective of the lived moment. An action is evaluated through enthusiasm and slogans, leading to superficial and simplistic criteria that undermine protagonism with the necessary argumentation for participation. On the basis of the budget that "The daily exercise of Patriotism, of the responsibility and the necessary protagonism to reflect them, is not common", it is concluded that "When Patriotism lacks main responsibility, it is empty, false, unreal", and further determines that for some young people, they ignore that patriotism is always fulfilled; which is a behavior present in the house, in the family, in the neighborhood, in school: that a teaching behavior carried out with seriousness and responsibility, is an indicator that the value of Patriotism is being carried out. And that route of analysis in which it is deduced that the value then does not occur as it should be, leads also to know that the idea of the behavior reproduces also in other domains of the society like the home. The criteria are based on the various values expressed by Che Guevara, Fidel Castro, reflections of the Cuban researcher Rigoberto Pupo, Alvarez Varcalce, after a series of considerations of proposals from the Axiodrama, to propitiate the perceptions for the use of pedagogy centered on the work of the education professional who, as a paradigm within the classroom, can lead to the appreciation of the historical moment of student youth, based on the experience of previous generations. The article considers that in order to achieve the objectives analyzed it is necessary that the behavior of the professional present in the classrooms is, by its values, paradigm in values, and to continue investigating the subject.
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Key words: Axiology, patriotism, protagonism, history, José Martí, Fidel Castro, responsibility, sense of the historical moment.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Amelia Gutiérrez Cutiño (2017): “La historia de Cuba: ejemplo de protagonismo en la formación de la responsabilidad y el patriotismo”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (diciembre 2017). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2017/12/historia-cuba.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1712historia-cuba
INTRODUCCION
Protagonismo, Patriotismo, Responsabilidad en la formación de nuevos profesores.
En la formación del individuo ejercen influencia que caracterizan sus rasgos particulares los sentimientos, la voluntad, el temperamento, el carácter, que entre otros elementos constitutivos de la sicología personal, tienen a su vez fuerza ejecutiva en el comportamiento humano. Todos ellos se expresan en el ejercicio de los valores humanos.
Desde la antigüedad más remota el hombre se evalúa en su conducta, y ese hábito condujo al surgimiento del valor moral y al término valores, procedente del griego (axio, que quiere decir valor y logos, estudio, por lo que la palabra que los designa AXIOLOGIA, indica estudio de los valores).
Cuando se habla de valor moral, se está refiriendo al establecimiento de conductas en que se corresponden la actitud y la moralidad, pero cuando se habla de valores se está refiriendo al desempeño del individuo con relación a su entorno, a lo que le rodea, los fenómenos circundantes, como define el diccionario filosófico de la Editorial Progreso de Moscú.
Carlos Marx consideraba una relación económica entre el modo en que se aprecia al hombre en su valía, y lo sitúa así en sus definiciones sobre el término valor en ‘El Capital’: significa que no es el trabajo el que tiene un valor, sino es el individuo el que lo expresa con su actividad creadora, de ahí, surge su criterio materialista de valor humano, el que está relacionado con el conjunto de acciones para crear valores tangibles e intangibles, según la sinergia actual.
Los valores han sido objeto de constante análisis y definiciones, por ejemplo la destacada filósofa cubana Zaira Rodríguez Ugidez, (1989), considera a los valores como un tanto objetivo o determinación espiritual, expresión concentrada en las relaciones sociales e indica que fuera de las relaciones activas del sujeto con el objeto es imposible concebir el valor y la relación valorativa que consiste en uno de los modos en que el hombre asimila la realidad
Otro importante estudioso cubano de la axiología, el filósofo José Ramón Fabelo, (1987) expresa una definición que tiene alcance de aceptación general entre los entendidos, y constituye una aproximación de alcance máximo en su uso en las aulas, las investigaciones y en la cotidianidad. Para él, ‘valor es la significación socialmente positiva que poseen los fenómenos de la realidad; no cualquier significación, sino aquella que juega un papel positivo en el desarrollo de la sociedad’
‘Podemos denominar valores a los sentimientos que mueven la emoción, la voluntad, la conciencia del individuo, en su actuar de principios vinculados a una conducta integral que se expresa en todos los momentos de la vida. Los valores son una unidad dialéctica. Cada valor se refleja en el otro y en la conducta y la cultura del individuo. Ellos actúan como parte de la ética y de los principios del sujeto’, según exposición del profesor Joel Lachataignerais Popa en conferencia sobre el tema ante estudiantes del Instituto Superior Pedagógico ‘Pepito Tey’, de Las Tunas (1998)
Un documento del Partido Comunista de Cuba y del Estado Cubanos, emitido en junio de 2007, ofrece el siguiente concepto de valores: ‘Los valores son determinaciones espirituales que designan la significación positiva de las cosas, hechos fenómenos, relaciones, sujetos, para un individuo, un grupo o clase social, o la sociedad en su conjunto.
‘Están condicionados por las relaciones sociales predominantes, constituyen componentes esenciales de la ideología, expresión de la cultura y la historia de una sociedad en una época determinada, y de los intereses, puntos de vista, necesidades y contradicciones de los diferentes sujetos.
‘Se forman en el proceso de interacción entre los hombres y reproducción de su vida material y espiritual. Se convierten en formaciones internas del sujeto, acorde al nivel de desarrollo alcanzado, la experiencia histórico – social e individual y el impacto de los factores de influencia educativa.
‘Como orientadores y reguladores de la conducta, constituyen un sistema, pues guardan relación dinámica unos con otros, y conforman una jerarquía entre ellos, que es decisiva en los momentos de elección moral.
‘Su educación es un proceso activo, complejo y contradictorio como parte de la formación de la personalidad, que se desarrolla en condiciones históricas sociales determinadas y en la que intervienen diversos factores socializadores, como la familia, la escuela, la comunidad, los medios de comunicación masiva, las organizaciones políticas y de masa, entre otros’.
Se precisa una labor de reafirmación de todos los valores que caracterizan a nuestro pueblo, aquellos que surgieron desde la eternidad de los primeros pobladores y se heredaron por vocación oral y de mutua relación de una generación a otra.
En busca de ello, el Estado Cubano, bajo la guía del Partido Comunista de Cuba y con la presencia de todas las organizaciones e instituciones, llevan a cabo un programa de acciones, que vinculan los valores y la ética, con el objeto de reforzar y reafirmar aquellos que requieran de este tratamiento, rescatar los que figuren en deterioro y enseñar aquellos que como desprendimiento de los anteriores, tengan que ser significados.
Para los valores se precisa llevar a cabo determinada carga de protagonismo: el sujeto que realiza las acciones, habrá de ser partícipe objetivo, real, concreto, tal como el grupo al que pertenece, así será considerado como protagonista, al desempeñar partes esenciales de la misión en la cual aparece registrado: pieza importante en cualquier hecho o acción, tarea, misión.
En el presente estudio se aprecia el valor Patriotismo entrelazado con el de la Responsabilidad, y con un acercamiento o fusión al Protagonismo necesario para su ejercicio, que como se ha dicho anteriormente, establece nexos con los demás valores, en lo que es fácil advertir el concepto de que los valores son unidades dialécticas del comportamiento humano, como exponía un profesor en su conferencia con futuros profesores tuneros.
DESARROLLO
Patriotismo, responsabilidad y protagonismo: simplificar el actuar y promover soluciones.
Existe, en un importante sector de los jovenes, particularmente estudiantes - que es el que interesa en el presente análisis -, una tendencia generalizada a un protagonismo que se mueve mediante el entusiasmo y las consignas para promover las acciones en que ellos han de participar.
Se expresa en asumir las tareas de modo superficial, con un análisis muchas veces simplistas, carente de una fundamentación argumental profunda, como por ejemplo se da en las visitas que se realizan por especialistas a las aulas, quienes se contentan con que el alumnado levante las manos, diga un criterio y ya participó; o se determina en que los alumnos digan en el aula un modo sencillo de raiz y motivación espontánea, la razón sobre un suceso, acontecimiento o idea en la cual él ha de tener incidencia o presencia física.
Se va haciendo común apreciar estudiantes que dejan de ir a clases, y no resultar significativo para la familia, las organizaciones juveniles y a veces hasta la escuela, se ve en dificultades de poder realizar acciones para enmendar los errores, a causa de que ellos interpretan el protagonismo de ese modo y consideran el patriotismo estrictamente ligado a sucesos militares
José Martí expone en uno de sus artículos emblemáticos una idea que debe ser portada como blasón por los jovenes cubanos, de modo especial los estudiantes: ‘el hombre joven se debe a su Patria’.
Orlando Licea Díaz, (2006) investigador de los problemas relacionados con el actuar y el pensar humanos, profesor de Psicología de la Universidad de La Habana, en su libro ‘Ecología Interior’, dice que ‘La historia de todo los pueblos, en su proceso de cambio permanente, debe a los jovenes una parte importante de su devenir, ellos son los principales agentes de cambio. La relación de héroes y mártires está compuesta, principalmente, por jóvenes y adolescentes. En cualquier movimiento renovador, ellos ocupan la primera línea de combate.’
En la observación practicada se significa que cuando se les pregunta manifiestan abierta y claramente que aman a la Patria, la defienden y están dispuestos a defenderla y pelear por ella, pero en muchas misiones ese sector de muchachas y muchachos, piensan y actúan olvidando que el joven de hoy, como el de ayer, - sobre todo los estudiantes -, tienen múltiples probabilidades de expresar su protagonismo dentro del concepto de Patriotismo, y pueden reflejarlo con seriedad a traves de la responsabilidad, como valor que refuerza todos los demás valores.
No se hace ejercicio cotidiano del Patriotismo, de la responsabilidad y del protagonismo necesario para reflejarlos. Cuando el Patriotismo carece de responsabilidad protagónica, es vacío, falso, irreal.
Una parte de ellos ignora que el patriotismo se cumple siempre. Que es una conducta presente en la casa, en la familia, en el barrio, en la escuela: que una conducta docente protagonizada con seriedad y responsabilidad, es indicador de que se está llevando a cabo el valor Patriotismo.
Por eso cuando falla el Patriotismo, falla la responsabilidad, y se pueden alterar los demás valores, y sobre todo, las conductas privadas con que el sujeto responde ante toda la sociedad, y esta – la sociedad- va a sufrir un deterioro significante.
Si eso sucede, entonces también es débil, superfluo, falso, el grado de responsabilidad en el protagonismo de acciones, y por tanto, el valor, no se da, no ocurre.
Los jovenes a quienes refiere el análisis son aquellos para quienes el protagonismo es una idea sólo de acciones específicas en el aula, y esta se atiene por realizaciones pobres: alzar la mano para responder, decirle algo a un profesor por una determinada pregunta, aunque sea incompleta, acudir a la pizarra, hacer una tarea. Es lógico imaginar que este muchacho o muchacha, tendrán similar idea del concepto responsabilidad, protagonismo y de los valores, en el hogar.
El protagonismo en su razón más amplia posible, es tomar partido de modo integral en la misión, la tarea, el propósito; es hacerse sentir como parte de lo que se ha propuesto el colectivo, el barrio, el hogar, el aula, la escuela, la sociedad, el individuo.
Los valores no pueden estar sujetos a interpretaciones mediocres, a conceptos estrechos y a la observación simplista de un quehacer. Como tampoco pueden detenerse en sus estudios y valoraciones que –como se conoce- son de por vida.
Los jóvenes asisten en los momentos actuales a una forma de expresión de propagandas que se vacían mediante consignas, lemas, una promoción distinguida por propagandas poco argumentadas, sustentadas en provocaciones de actuaciones entusiastas.
No se logran valores con pancartas, consignas, y aplausos solamente. Tampoco con conferencias, charlas o volantes. Todo ello ayuda, porque forja la conciencia, la cultura necesaria para comprender las intenciones, el ideal, la filosofía, la conducta que debe seguir el estudiante, el joven, la muchacha, el muchacho.
Se necesitan iconos paradigmáticos, con alto proceder protagónico en el hogar, en el aula, en la sociedad misma, todos avalados por el ejemplo a seguir.
Cuando el Che hablaba a los jovenes exponiéndoles que son la ‘arcilla fundamental de nuestra obra’, o se refiere al trabajo voluntario, a la necesidad de análisis con juicio crítico, lo hace siempre sobre la base de que la primera trinchera la estarán ocupando siempre los jóvenes. Y es su ejemplo el que lo hace revivir, no sólo en pooll overs, sino en la marcha perenne de los combates actuales.
José Martí (1894) consideró que ‘lo que nace del fuego patriótico perdura’ y en otra de sus tantas reflexiones sobre el término puntualiza que ‘El patriotismo es, de cuantas se conocen hasta hoy, (ha sido hasta ahora) la levadura mejor, (entre todas las conocidas), de todas las virtudes humanas’: Pero para que perdure, para que sea esa levadura mejor de las virtudes humanas, tiene que hacerse conciencia, a partir de la cultura, del protagonismo, que irradia desde el ejemplo de los iconos de la sociedad, en particular la familia y la escuela.
Fidel Castro, desde el primer momento, su actuar ha estado presidido por una conducta ejemplar, que se expresa desde el compromiso particular con la Patria, enrolando los demás, pero condicionándolo todo al laboreo de ejemplar conducta con las masas. Es por ello un paradigma, como lo es José Martí y tal vez ambos constituyan el más amplio icono social que los cubanos puedan mostrar al mundo axiológicamente, y que los propios cubanos debamos tener presente para desempeñar las conductas.
Un artículo del doctor Rigoberto Pupo, expone las siguientes ideas al respecto a Martí, que se pueden asumir en Fidel Castro también, aunque con la correspondiente contextualización de tiempo vivido y a vivir:
‘Es indudable la importancia de un paradigma, en tanto modelo que oriente racionalmente el pensamiento y acción del quehacer social, político y cultural en su connotación más integradora posible. El paradigma martiano, marcado por su visión del mundo y del hombre, por la experiencia americana y sobre todo por su sabiduría política, como grande hombre fundador, traza caminos, crea confianza, cultiva razón y sentimiento y prepara conciencia para realizar el ideal de la nación. En fin, funda una cultura con alma política y un carácter nacional henchido de patriotismo y amor desinteresado, capaz de estructurar un programa de liberación nacional, sobre bases nuevas’. (Pupo: monografías.com)
Los esfuerzos que se realizan a escala universal en términos de cultura de valores, encuentran eco en valoraciones de especialistas de diversas ramas, un artículo publicado en INTERNET, por integrantes de un grupo de investigaciones axiológicas de Madrid, denominado Grupo de Estudios de Psicodrama, realiza las siguientes valoraciones, válidas en el propósito del presente escrito:
‘Todo rol bien desarrollado se sustenta en un valor positivo puro. Pero esta aparente circunstancialidad de los valores, al realizarse en seres y circunstancias concretas, no nos impide describir por una parte el existente actual y por otra la esencia del valor. El valor, como el rol, es una potencialidad que puede concretarse en un sujeto, en un momento "sui generis”. Por otra parte todo valor es normativo, pues demanda realización según reglas de método concretas”. Según este texto lo patológico en valores surge no tanto de la acción ‘sino del esfuerzo compensatorio que el organismo realiza para acercarse a una normalidad relativa. Y eso constituye también un valor’ (Alvarez Valcarce: mongrafías.com)
El estudio realiza un análisis sobre un método para contribuir a por diversas vías, incorporar o reincorporar en los hábitos, las costumbres, los valores necesarios o desaparecidos de los individuos, cuya metodología denominan axiodrama y, de modo sintético lo explica del modo siguiente:
‘El Axiodrama pretende desentrañar los sistemas de valores inherentes al individuo y a los roles que puede jugar en el grupo social, sean estos roles patológicos disfunciones o roles funcionales de mantenimiento o de tarea, psicogrupales o sociogrupales’ (Alvarez Varcalce: monografias.com)
En el citado artículo se estudia pacientemente el método de axiodrama, y es por ello que sus conclusiones se reproducen seguidamente, considerando su importancia:
‘Las teorías del valor como actividad participante parecen mas cercanas al método axiodramático como ayuda a la actualización de valores en los protagonistas.
‘La física y la bioquímica modernas nos muestran una realidad como procesos de formación activa y en ello la ciencia se aproxima a la axiología’.
En el axiodrama vemos como los nuevos valores emergen a cada instante en una invención continua. El método anima a la participación activa. Los organismos en desenvolvimiento se convierten en agentes en participación.
El axiodrama nos muestra los diferentes modos de realización del valor y las diferentes envergaduras de los Ideales. Las formas se renuevan en cada ontogénesis, al tiempo que actualizan un tipo determinado.
Los valores se muestran eficaces en contra de los hechos, las causas, los funcionamientos y la inercia de la materia.
En el Axiodrama las fuerzas axiológicas nacen de la integración en relevos de fuerzas hechas convergentes por fusión de individualidades.
El Axiodrama pretende ayudar a los grupos humanos a encontrar y actualizar los valores al fomentar una actividad participante. Para ello se vale de diferentes instrumentaciones técnicas, que aunque específicamente orientadas al campo axiológico, provienen del tronco general del método psicodramático.
Entre las técnicas mas comúnmente utilizadas están los Juegos Dramáticos de Conflicto Dramático, de Confrontación de Valores, de Creencia y Duda; Juegos del "Debería", de Descomposición de la Escena en Unidades de acción mientras se mantiene el sentido general; Juegos Dramáticos de Niveles
Sociogenéticos, de Roles de Tarea y Mantenimiento; Escenas sobre el sentido total de un proyecto; Juegos de Estructuración Sociométrica Situacional; Juegos de Integración Grupal y conciliación de valores; Juegos de Improvisación en un contexto dado, etc. etc.
Pueden reinventarse muchos procedimientos técnicos. Lo importante es que el Director de Axiodrama está inmerso en el campo axiológico y por tanto su intención le lleva a actualizar un valor de ayuda a encontrar, desarrollar y crear valores con el grupo con el que trabaja. (Alvarez Varcalce: monografias.com)
Es válido que se consideren estas ideas, que no demeritan o restan dimensiones a las propuestas anteriores, sino en que contribuyen - en un sentido dialéctico - a darle continuidad a los estudios que se realizan para poder obtener un significado mayor en la actividad de valores.
Es también positivo penetrar a fondo en las pertinencias pedagógicas. Aunque, realmente, cuando se adentra en el análisis, la axiología no constituye una asignatura que puede abrir como la matemática, o como la literatura, y examinar al alumno para que este demuestre lo que sabe y finalmente calificar un aprobado o un excelente por esa vía. De esta manera es posible que un excelente resulte en la práctica a un desaprobado, como un aprobado pueda recibir el título de correspondencia.
La Pedagogía Cubana ha tomado parte en este actividad educativa dirigida la axiología y lo ha realizado convincentemente desde punto objetivos que se centran en la dinámica de los valores, y por eso (Olivé Iglesias:2004), tiene razón en considerar a la educación como un macro valor, aunque - como queda dicho antes - no se enseña en las aulas, la axiología pende de la vida, y como lo es así, está en la cotidianidad, en que los individuos mismos se eduquen, y en que el grupo social primario - la familia - contribuya por sí sola con este macro valor, que pudiera definirse allí, en el seno familiar, como una parte de ese gran valor que es la educación, como dice el autor del articulo, en cuya conclusión aparecen estos términos:
‘La Revolución cubana ha sido capaz de asimilar y materializar las más caras y mejores aspiraciones de los pensadores cubanos, cristalizando estas en una pedagogía que se nutre de lo universal, lo latinoamericano, lo propio y se dirige al hombre como centro de su proceso, asumiendo un paradigma dialéctico que le permite transformar ese hombre, que este transforme el mundo en el que se mueve y se auto transforme, desde posiciones éticas.
En segundo lugar, y como resultante lógica de los análisis en el acápite anterior, se presenta la concepción de la educación como macro valor. Dada su función y su fin, es posible plantear que esta lo es, no solo por su esencia conceptual sino por ser instrumento pujante de transformación y auto transformación del ser humano en un contexto social propiciador.
Los criterios que se manejan por el autor distan mucho de ser conclusivos o dogmáticos. Se busca el debate y el intercambio teóricos para enriquecer las nociones y valoraciones realizadas’.
Los valores son conductas, innatas, que se enriquecen con el actuar del individuo. Pueden escribirse con alto rango de Academia, valoraciones, análisis, estudios, incorporarle a cada uno nuevas significaciones profundas, y de seguro así será con el devenir que aguarda a las sociedades con un macro desarrollo de la cultura que está pendiente aún de formalizar. Un valor humano no puede definirse por un documento, pues la forma en que este se constituye en la práctica, cuenta con un peso específico, superior a las categorías materiales medibles en cualquier sistema de medidas, porque están en la conducta, en la actividad, en los sentimientos humanos.
Los individuos los forman históricamente, ellos mismos se encargan de constuirlos y darles una estructura teórica, sus dimensiones cosmológicas, que están presentes en todas las entidades del saber humano, en todas las disciplinas científicas, por lo cual cada día se van haciendo más complicadas.
En cuanto a poderlas redefinir y condicionar a una revalidación, para suplir deficiencias o perdidas, no bastarán nunca las voluntades, la decisión, las leyes, porque todo en conjunto ha de hacer el esfuerzo por indicar el rumbo para alcanzarlos.
En torno a los que este artículo procede, patriotismo, responsabilidad y protagonismo, las consideraciones que se hacen, están dirigidas a buscar dialécticamente, en la realidad como base, no como lema o consigna, una propuesta común destinada a simplificar el actuar y promover soluciones que no serán suficientes todos los días, sino fórmulas de avanzar cada etapa indefinidamente.
Patriotismo, responsabilidad, protagonismo y sentido del momento histórico del deber.
Los años del Siglo XX siguieron entre la juventud cubana – los estudiantes sobre todo- al ejemplo vertido sobre las generaciones de nacionales que acudieron al combate contra España y se expresaron luego contra Estados Unidos y sus lacayos gobernantes hasta de 1959: los jovenes en las aulas fueron ejemplo a seguir por y para las actuales generaciones.
Entre 1959 y 1979, toda movilización se cumplía con el empuje de una conciencia sembrada por la familia, la sociedad, el hogar, la vida misma, la revolución triunfante y el entusiasmo de aquellos instantes.
Las grandes movilizaciones estudiantiles al campo para el trabajo voluntario en la caña, plantaciones arroceras, recogidas de algodón, café, verduras, tenían detrás el conocimiento con causa directa del oprobioso capitalismo.
Jovenes y adolescentes vieron morir en las calles, en los campos, a otros jovenes, adolescentes y adultos; o supieron de algunos que fueron torturados y marcharon a la Sierra Maestra y los vieron regresar vestidos del uniforme guerrillero, con barbas tupidas unas y ralas otras, pero barbas al fin.
Y fueron testigos de la presencia de Camilo Cienfuegos Gorriarán, Ernesto Guevara de la Serna, el Che, de los primeros momentos junto a Fidel Castro Ruz, a Raúl Castro Ruz a Vilma Espín Guilloys, y a Luis Alfonso Zayas Ochoa, el que con otros tuneros fueron el primer grupo en llegarle a Fidel con las armas que ellos mismos tomaron por asalto en Puerto padre, o conocieron al asaltante del Palacio Presidencial, Faure Chomón Mediavilla, estando todos en la batalla por el socialismo.
Los que luego maduraron en la hora del nuevo combate, fueron combatientes en Playa Girón, movilizados cada año en que el Gobierno de Estados Unidos iba a recibir un nuevo Presidente, o en la Crisis de Octubre, y luego participaron en las misiones internacionalistas de Africa y otras regiones del mundo; o acuden ahora como médicos, maestros, profesores de deportes...
Pero también fueron testigos del socialismo que llevó al país a un status nunca alcanzado por la Patria, con el apoyo de la Unión Soviética y los demás países del Este Europeo, con una etapa provechosa en alto nivel de vida, centrada en el período de los años ochenta y siguieron siendo presencia viva en los noventa del Periodo Especial hasta la fecha.
Es decir, hubo una juventud estudiantil que siguió los caminos de Julio Antonio Mella y los demás caídos, quienes formados en las aulas, en el hogar, tuvieron conciencia, responsabilidad y protagonismo para desempeñarse en el Patriotismo, algo que, en el Concepto de Revolución expresado en el 2000 por Fidel Castro, se alude como “…sentido del momento histórico…”.
Revertir el protagonismo, con Responsabilidad en el Patriotismo.
Son válidas y concluyentes para revertir la situación de los valores en general y particularmente en la responsabilidad y el patriotismo para alcanzar un protagonismo que responsa al sentido del momento histórico, las siguientes ideas:
A los profesores en las aulas, les corresponde la misión de profesar cada día el papel de paradigma, que deben conjugar con el de la familia, para hacer de la escuela, la institución que en grado acabado, forje la conciencia necesaria, que regule la Responsabilidad como valor que se ejercerá entre los jóvenes de ahora y de mañana en pos del Patriotismo, que siendo el mismo del Siglo XIX, del XX, ha de proyectarse sobre el futuro que es hoy y el de mañana, trabajar conforme el sentido del omento histórico del deber.
Se imponen análisis sociales dirigidos a emplear los resortes propagandísticos – lemas, consignas, promociones estimulantes del entusiasmo- en los lugares en que según el momento, correspondan, para alcanzar el protagonismo con Responsabilidad y Patriotismo, para profundizar en la conciencia y en la cultura, pórticos de la conducta protagónica que estos valores requieren.
Se necesitan investigaciones sociales sistemáticas entre los colectivos de estudiantes, para acceder con dinamismo a cada momento de la cotidianidad estudiantíl, y revertir el protagonismo, con Responsabilidad en el Patriotismo. Y, de hecho, eliminar las superficialidades en el cumplimiento del deber, asumiéndolo todo según aconseje, científicamente, la realidad de cada momento.
BIBLIOGRAFÍA