Abel Leonardo Morales Remedios
Edelis Noa Pérez
Aimy Morales Céspedes
Centro Universitario Municipal Martha Ramos Mojarrieta, Cuba
abelm@cum.uho.edu.cuRESUMEN
La contribución al fortalecimiento de una Educación Familiar se ha convertido para las instituciones escolares en una misión pedagógica esencial; es por ello, que en el presente artículo los autores han querido brindar como lograr de forma consciente un mejor funcionamiento en la familia, proponiendo actividades para fortalecer la educación en valores que tienen una declaración determinante en los adolescentes para inculcar de una manera amena y consciente en la familia la necesidad de valorar y evaluar el papel educativo y la dirección protagónica de los padres para la formación de sus hijos, con la finalidad de alcanzar en su desempeño en la sociedad cualidades de comportamiento social como son: ser respetuoso, disciplinado, educado, solidario, y con un amplio grado de honradez.
Palabras Clave: educación familiar, educación en valores, dirección protagónica.
Abstract
The contribution to the strenthening of a familiar education has become for the institutions in a pedagogical essencial mission for that in this article the authors have wanted to offer how to get in conscious way to a better behavior in the family, proposing activities to fortify the valves in education that have a clear determination in the tanager to inculcate in a better and conscious way in the family the need to value and evaluate the educative paper and the protagonist direction of the parents to the formation of children with the objective to get in the development in the society qualities of be respetfull, disciplined educated, solidgity and honest.
Key Words: Familiar education, valves education, protagonist direction
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Abel Leonardo Morales Remedios, Edelis Noa Pérez y Aimy Morales Céspedes (2017): “Actividades pedagógicas para fortalecer la educación familiar”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (abril 2017). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2017/04/actividades.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1704actividades
INTRODUCCIÓN
“Tengo fe en el mejoramiento humano”
José Martí.
Para realizar la Investigación se realizó una caracterización de las familias de la escuela en cuanto a:
Ya que conocer la preparación de la familia para favorecer la formación de los hijos, constituye una necesidad actual ante la creciente demanda de la educación. Muchos miembros de la familia que intervienen en esta importante labor, no están debidamente capacitados para asumirla en el hogar, por lo que requieren de ayuda profesional especializada.
De esta manera para muchos investigadores sociales y en especial para los educadores, la problemática de la formación de las nuevas generaciones y cómo en ello influyen los diferentes ámbitos con los que se relaciona el ser educable, serán por siempre un problema a resolver; sobre todo cuando se trata de perfeccionar un modelo educativo que no soslaya ninguno de los factores que intervienen en esta relación.
El papel de la familia como elemento vital de conexión entre la estructura social y la individual, espacio que por excelencia garantiza la adquisición y manifestación de las primeras experiencias humanas, la formación y el desarrollo de la personalidad, el crecimiento como personas y la reproducción de los sujetos; resulta incuestionable en el logro de uno de los objetivos mediatos declarados por el Estado cubano: la formación del hombre nuevo.
En consecuencia, el legado histórico-social en el que han surgido los postulados que guían el devenir y desarrollo del país en todas sus aristas, han dejado claro que toda sociedad con sus instituciones y organizaciones deben trabajar cohesionadas para alcanzar estos fines. Es por eso que no es exclusiva de la familia, pero sí primaria, la educación de sus miembros, máxime al hacer patente que “una ciudad es culpable mientras no es toda ella una escuela”. (Martí, J. 1975).
A nivel mundial varias son las organizaciones que abogan por acciones encaminadas a la investigación, orientación y educación de las familias; dadas las condiciones que globalmente desfavorecen el sano desarrollo de las nacientes generaciones. Por otro lado, gran parte de las políticas estatales subvaloran las potencialidades de la familia como ente educativo y promueven un estatus en el que predomina el egoísmo, la arbitrariedad, el consumismo y la mentalidad burguesa.
Las investigaciones que se han desarrollado en los últimos años acerca de la preparación de la familia para el cumplimiento de su gestión educativa, han demostrado cómo persisten insuficiencias en esta institución social sobre todo marcada por los profundos cambios que se dan en el mundo y por tanto en Cuba, en relación con la formación de la personalidad y el sistema de valores que impera tanto en el nivel macro de la sociedad como en la familia: su célula fundamental.
En nuestro país, la familia va alcanzando cada vez niveles más altos de atención, pero que aún resultan insuficientes en tanto el producto que esta ofrece a la sociedad no se corresponde del todo con los ideales humanos que se trazan a partir de las normas y valores del socialismo.
A pesar de lo explicitado en documentos básicos que rigen la vida del país, como la Constitución de la República, el Código de la Familia, y el Código de la Niñez y de la Juventud; no existe una correspondencia absoluta entre lo instituido oficialmente y la práctica cotidiana de la familia, que no alcanza aún los niveles de perfección en cuanto a su preparación para el cumplimiento de su gestión educativa. La escuela es una de las instituciones sociales que de forma planificada y que por su encargo tiene la responsabilidad de preparar a las familias de los estudiantes. “Es por esto que de la coherencia en la dirección de estas dos influencias, de forma tal que se conjuguen armónicamente y una refuerce a la otra (López Hurtado, J.,: 2001) depende el logro de la educación de la personalidad.”
Lo anterior queda declarado en los documentos que norman el trabajo con las enseñanzas cuando enfatiza que “los docentes son los profesionales que tienen las mejores posibilidades para estimular e influir en las relaciones entre el hogar y la escuela, y en la preparación de sus hijos, por las tareas que se le piden en su institución y por su prestigio en la comunidad. De hecho los padres y los vecinos esperan esa labor de los docentes.”
No obstante, investigaciones realizadas al respecto (Arés, P.: 1985, Álvarez, M. Puñales, A. ; Castilla, G. 1982,1985 ; Casañas, A. 1971; Capote, A. 1985; Centro de Estudios de la Juventud, 1982; González y Castilla, 1980; Bergado,s/f; Mesa, 1984; González y otros, s/f; Rodríguez, 1985; Casañas; 1971; Molina y Real, 1980; Rodríguez Becerra, 1999; Álvarez, S.M.; 1994), demuestran que a pesar de los avances alcanzados por la familia en sus condiciones objetivas y subjetivas de vida aún se observan formas tradicionales de funcionamiento expresadas en el desarrollo desigual que se producen en los roles familiares y sociales.
La educación de las nuevas generaciones es reconocida como una de las funciones más importantes de la sociedad, de hecho no es posible concebir el desarrollo de la humanidad, ni su propia historia, si no se hubiera asegurado, de una u otra forma, la transmisión de la experiencia anterior a las nuevas generaciones y encontrado los medios y vías para trasladar, de ancianos a jóvenes, de padres a hijos, la herencia cultural contenida en los instrumentos de trabajo, las técnicas y habilidades, las tradiciones y conocimientos, los hábitos y los modelos educativos. Tal como plantea Antonio Blanco Pérez (Blanco Pérez, Antonio: 2001) la educación es, por tanto, un fenómeno complejo que se manifiesta en múltiples formas, como praxis social y como actividad diversa de todos los miembros de la sociedad, tanto de forma organizada (el sistema escolarizado) como espontánea, tanto directamente (la acción de maestros y educadores) como indirectamente, a todo lo largo de la vida.
Con la aplicación de este concepto asumido y durante el proceso de búsqueda y muestreo a documentos se detectaron las siguientes deficiencias:
Dificultades de comunicación entre padres e hijos.
Dificultades con la vivienda, lo cual ha traído consigo que en un mismo hogar convivan varias generaciones.
Aumento de la práctica del alcoholismo.
Presencia de tabúes, estereotipos y prejuicios asociados a los roles de género.
Necesidades afectivas de los hijos fundamentalmente en etapas como la adolescencia.
Inadecuada orientación sexual de padres a hijos.
Altos índices de divorcio, lo cual ha incrementado el número de madres solteras.
Escaso tiempo dedicado por los padres a los hijos.
La manera en que las personas se comportan también está determinada por la educación, tanto desde la colectividad como en la relación social entre los individuos, porque es en ella en la que cada cual va asumiendo alternativamente el papel de educador o educando, pero siempre a partir de una posición concreta del sujeto dentro de la sociedad, o sea, dentro de la estructura de clases, grupos y sectores sociales históricamente establecidos.
Es, a partir de lo expresado anteriormente, que la consolidación de las formas de trabajo con la familia (visitas al hogar, despachos individuales, reuniones de padres y las escuelas de educación familiar), resultan indispensables para el adecuado funcionamiento de la institución escolar y para su relación con otros entes educativos.
Es por ello que se asume la definición de Educación familiar, la planteada por (Rodríguez J 1990):
aldecirqueestaesunsistemadeinfluenciasconscientespedagógicamente dirigidas a los padres y a otros familiares cercanos responsabilizados con la educación de los niños, adolescentes y jóvenes en el hogar, encaminado a elevar su preparación pedagógica y a estimular su participación activa en la formación de su descendencia.
Tal como plantea este autor, resulta importante hacer de las escuelas de educación familiar un espacio vivencial, en el que cada familia mantenga una posición de apertura en relación a la solución, sugerencias o alternativas que favorezca la eliminación de las dificultades que enfrente con respecto a la educación de sus hijos. La educación familiar, por otra parte, no constituye una novedad de la escuela cubana, ya que sus primeras señales se observaron a finales de la década de los ’60 en París y fue a partir de la orientación familiar definida como un proceso que ayuda para la mejora personal de quienes integran la familia y de la sociedad (Casas Fernández. Gerardo: 1988).
Es por esto que a pesar de que los progenitores son los primeros responsables de la educación de sus hijos, pero no los únicos, se deduce la importancia que reviste para los docentes tomar conciencia de su rol de facilitadores de un proceso en que ellos como representantes de la escuela, tienen la misión de valorar su misión como orientadores y no como recitadores de políticas, críticas y slogan que aunque válidos, pueden carecer de sentido para sujetos pertenecientes a este grupo social o institución no formal que tienen sus niveles de funcionamiento particular.
Hoy, las exigencias sociales en las que se produce la educación de las nuevas generaciones hacen indispensable que la escuela y la familia actúen como un engranaje perfecto, de manera tal que se garantice la formación de las nuevas generaciones.
El importante papel de la familia en el desarrollo integral de su descendencia ha revelado cómo determinadas dificultades de los padres afectan a sus hijos. Hay problemas comunes a las familias del presente, situaciones típicas de violencia, maltrato infantil, abandono afectivo, sexismo, incomprensión, desconocimiento de las características psicológicas, intereses y deseos de los hijos, así como imposibilidad de atender sus necesidades afectivas, formativas y académicas que emplazan a la escuela a tomar un papel protagónico en la formación de la personalidad de las nuevas generaciones, ya que este es también en última instancia, su más importante encargo social.
A pesar de los cambios que ocurren en el seno de la sociedad y de cómo estos repercuten en la familia, esta es y seguirá siendo un factor insustituible en la educación y formación de sentimientos, valores y convicciones, así como en la transmisión de la experiencia social; la acción educativa de la familia es imprescindible en la formación física, laboral y social de cada uno de sus hijos, es por esto que el adecuado funcionamiento de ella y de cómo esta se relacione con la escuela, dependen en gran medida tener una sociedad con personalidades más estables y mejor desarrolladas.
Uno de los factores que más inciden en la falta de preparación de las parejas al formar familias es la inmadurez con respecto a la concepción de los hijos; lo cierto es que no existen escuelas para ‘enseñar’ cómo ser mamá o papá, durante el embarazo, el nacimiento y la educación acerca de los cuidados y la forma en que establecen las importantes relaciones afectivas entre los familiares y su nuevo miembro.
Es por todo lo anterior que los retos de la educación familiar para la escuela cubana, están marcados por ocupar cada vez un lugar más protagónico en la educación de las familias, para que ellas sean capaces de corresponder junto a los educadores institucionalizados a las expectativas sociales en cuanto a la formación de las nuevas generaciones.
Son varias las alternativas que existen para la educación a la familia, ellas van desde las visitas al hogar hasta la realización de las escuelas de educación familiar, esta influencia educacional, no puede relegarse, porque ella debe darse en un contexto de atención afectiva a los hijos, por ello es importante que la vida emocional de los niños, adolescentes y jóvenes en el hogar y en la escuela, así como la adquisición de los conocimientos que los prepara para la vida, influyan positivamente en la formación de su autoestima.
DESARROLLO
Para Martí, era necesario la educación para la vida y con sentido práctico, lo que se pone de manifiesto cuando al referirse a esto escribió: "Puesto que a vivir viene el hombre, la educación ha de prepararlo para la vida. En la escuela se ha de aprender el manejo de las fuerzas con que en la vida se ha de luchar” (Martí Pérez José OC. 1960) pero, de conjunto con la familia, además de saber cómo emplearlas.
Al enfocar al hombre en el plano educativo es importante comprender que esta acción no se realiza en un vacío social, tiene un condicionamiento macro y micro sociológico acorde a las características propias de la sociedad en la que el individuo vive. Lo que refleja además, un efecto socializador en el que intervienen los tres agentes educativos de mayor alcance social para la pedagogía cubana: la escuela, la familia y la comunidad.
Hoy en la sociedad cubana, la educación familiar es una demanda impostergable, es efecto de la política social que reclama de la familia, en especial, de los padres, como sujetos activos del cambio socio-educativo, una mayor contribución en la dirección y formación de sus hijos en el proceso socializador, lo que significa, considerar, como necesario el adecuado funcionamiento de esta relación; en el sistema de preparación de todos los implicados en el proceso de educación y haciendo realidad el concepto de que la escuela es un centro abierto a la comunidad, que cuenta con recursos y personal calificado facilitados por el Estado con el fin de perfeccionar el sistema de educación en todas sus instancias.
Una de las formas utilizadas es la educación de padres la que se realiza en dos direcciones: la acción orientadora directa de la escuela con los familiares de los estudiantes (vía formal) y, la acción orientadora divulgativa a través de los medios de difusión y orientación comunitaria (vía no formal). (Acosta Pérez, Betty y Neryda Cruz Tejas: 2001).
Para el interés de esta investigación se hará referencia, en esta ocasión, a la vía formal, aunque se mencionen experiencias no formales.
Las vías formales más utilizadas en el sistema de enseñanza cubano, según lo planteado por Betty Acosta Pérez y Neryda Cruz Tejas, (Acosta Pérez, Betty y Nereyda Cruz Tejas: 2001) en su artículo “Escuela y familia: complementos educacionales”, son las que se exponen a continuación:
1- Reuniones de padres
2- Escuelas populares de padres.
3- Movimiento de madres combatientes en centros educativos
4- Escuelas de padres
Los centros educativos en la sociedad cubana actual, son los principales gestores de la educación familiar; pues poseen, la tradición educativa institucionalizada, los recursos metodológicos, el potencial humano con el conocimiento psicopedagógico de la actividad educativa; aunque no siempre dichos recursos humanos y cognoscitivos favorecen el buen desenvolvimiento de la acción educativa de la escuela en el sistema de educación familiar. De ahí, la necesidad de que esta continúe perfeccionando y profundizando su acción educativa, no sólo sobre la familia, sino sobre niños y jóvenes.
Las reflexiones en este particular, develan bases importantes sobre las que descansa la realización de la Escuela de Educación Familiar, entre ellas, de forma notoria están: La base cognitiva, permite a los padres apropiarse de una cultura psicopedagógica para producir cambios en el sistema intrafamiliar, decisiva para el ulterior desarrollo del hijo-educando.
Su base de aprendizaje está en el intercambio entre los padres, lo que conduce a un aprendizaje de experiencias, formas nuevas de enfocar problemas y soluciones a los mismos. También se intercambian expresiones, ideas, modelos educativos, sentimientos, actitudes, sistema de valores, que objetivizan estados afectivos, emocionales y normas de convivencia social.
La base democrática, es expresión sustentada del propio carácter democrático del sistema educacional cubano, que favorece la reflexión, discusión y determinación social libertaria que caracteriza el proceso de socialización educativa.
La base socializadora contribuye a determinar como asimila el individuo su medio social y, cómo proyecta su comportamiento individual socialmente. Esto ayuda a comprender mejor por parte de los padres, qué hacer y cómo hacer a favor de la socialización de los hijos educandos en su inserción en la vida social. (Núñez, Elsa, 1989).
Constituye la Escuela de Educación Familiar, una institución de diverso carácter, en relación con los centros educativos y, según criterio de Ríos González (Ríos González, J. A. 1992), el carácter específico de esta vía reside eminentemente en su aspecto “formativo” (Ríos González, J. A.:1972) que en nuestra realidad concreta, enfrenta entre otros aspectos
1. La formación psicopedagógica de la familia.
2. La preparación para resolver problemas de especial agudeza de niños adolescentes y jóvenes.
3. Preparación para la interacción en el seno de la familia y producir en sus hijos un adecuado equilibrio decisorio para su ulterior comportamiento social.
A pesar, de los múltiples logros educativos alcanzados en el sistema de educación familiar en las tres últimas décadas en aspectos trascendentales como: transmisión y educación de valores, formación de actitudes cívicas y políticas, ideales de vida, orientación profesional y los procesos de socialización personalizadora, hoy en los albores del Siglo XXI, se precisa de una acción educativa-formadora de mayor alcance social, como expresión de la relación dialéctica individuo-sociedad que el Che la abordó en un doble proceso: el individuo como miembro de la sociedad y como ser único. (Guevara, Ernesto. 1965).
En la sociedad cubana actual esta relación ocupa un espacio central en la educación familiar, el hogar favorece la primera socialización del individuo, que luego trasciende a la escuela, siendo este factor preponderante en la socialización en las instituciones, este proceso socializador, origina determinados efectos en el hijo-educando: enculturación (como dimensión esencial de la socialización, es interiorización de las expresiones socio-culturales que reafirman la identidad cultural de un pueblo o nación), la personalización (como reafirmación de la identidad personal, vincula a escala de valores, tradiciones, etc., y la proyección creadora y transformadora del sujeto con la cual reproduce, modifica o crea nuevas expectativas a través de la práctica social.
La familia y la escuela como complementarios educacionales convergen, entre otros, en un punto común la función educativa, que entre otras cuestiones comprende, la satisfacción de necesidades culturales de sus miembros, la superación y esparcimiento cultural, así como la educación de los hijos. Esta función es analizada por algunos autores como formadora o espiritual-cultural.
La Escuela de Educación Familiar, debe convertirse en una fuente diagnóstica, no sólo descriptiva, sino con fuerza causal, que permita la orientación educativa de la familia y le sirva de referente para auto educarse, diagnosticar y evaluar el cumplimiento de sus funciones y de la calidad de su gestión educativa, elementos estos que han sido objeto de investigación, (Rodríguez Becerra, F.: 2005) por otra parte, la comprensión de ésta, de que existe una relación sociedad-familia-hijos, como base necesaria a observar en la educación familiar en el desarrollo de los alumnos.
La necesidad social de la escuela de convertirse en un referente en cuanto a la educación de la familia y de poner a disposición de ella todos los recursos estatales en función de perfeccionar la forma en que se vinculan estas dos instituciones sociales, así como garantizar la satisfacción de las expectativas que tanto la sociedad como la propia familia esperan de ella, es uno de los retos a los que se debe enfrentar la educación familiar, de ahí la importancia de elevar la calidad del funcionamiento escolar en post de hacer de la familia un ente cuyo camino se enlace al de la escuela con un objetivo común: la formación plena e integral de los hijos.
Resulta interesante observar como en el caso cubano se produce un acercamiento cada vez más estrecho entre lo que sucede en las aulas, escuelas, todo lo que tenga que ver con el accionar pedagógico; y la preparación de la familia y docentes para solucionar a través de la ciencia, las disímiles problemáticas que se le presentan.
Es por lo tanto que en la historia y el desarrollo de la vida se ha demostrado que existen carencias de afectos familiares en el hogar, de relaciones humanas y permanentes.
Por ello es una gran verdad que “La Familia” es la célula fundamental en la sociedad.
Para desarrollar el trabajo y dar solución a las insuficiencias, realizamos una caracterización y diagnóstico de cada familia, aplicamos encuestas, entrevistas, test y técnicas a los padres y estudiantes.
Con el objetivo de orientar e influir en la familia, la comunidad y en los estudiantes, elaboramos actividades pedagógicas que tengan en cuenta una estructura para el trabajo con la Educación Familiar:
Los componentes estructurales son:
1- Diagnóstico de las necesidades de preparación de las familias para el cumplimiento de su gestión educativa.
2- Formas de trabajo con la familia.
3- Desarrollo de temas en el contexto de las reuniones de
Educación Familiar.
4- Evaluación de la calidad del cumplimiento de la gestión educativa de las familias.
La Familia
Objetivo
Capacitar al la familia en las diferentes acciones que permita elevar su preparación
Actividades
1- Aplicar instrumentos para conocer el estado actual de las familias
2- Desarrollar talleres sobre:
+ Los adolescentes: Atenderlos para entenderlos
+ La comunicación de la familia con el escolar
+Algunas consideraciones acerca de la familia cubana actual
+ La educación como preparación para la familia
+ El desarrollo y la formación de la personalidad.
3-Desarrollar escuelas de padres con la participación de los miembros de la familia.
4- Desarrollar actividades culturales, deportivas y recreativas.
5- Aplicar técnicas participativas.
*Invitación a la armonía.
* Preparados para ser padres.
En la Comunidad
Objetivo
Contribuir en la preparación de las familias que conforman la comunidad en la formación instructiva y educativa de los hijos.
Responde las siguientes preguntas:
¿Es realmente la Comunidad un espacio democrático, de carácter social comunitario, participativo, cooperativo, protagónico y solidario? Argumente.
Seleccione las funciones que correspondan a la formación del adolescente y el joven, y a partir de ellas elabore actividades que permitan lograr una planificación estratégica y articulada de la comunidad con los factores que la integran.
Los Estudiantes
Objetivo
Contribuir en la preparación de los estudiantes en su formación instructiva y educativa.
Actividades
1-Desarrollar los concursos:
*Un mensaje a mis padres.
*Más que nunca unidos.
*Cómo es y como quiero que sea mi familia.
2- Vincular las clases con actividades para el fortalecimiento de la educación en valores.
3- Elaborar y enviar cartas a familiares y personalidades destacadas de la comunidad.
4- Elaborar medios de enseñanza para utilizarlos en las clases.
CONCLUSIONES
-Con los resultados del trabajo se pudo constatar que no existe sistematicidad en la comunicación de los padres con sus hijos, no se logra llegar a espacios de intercambios donde los adolescentes encuentran satisfacciones en sus motivaciones.
-A través de las actividades aplicadas se pudo apreciar que tanto los escolares como sus padres, desean estabilidad y armonía familiar, ya que en la familia hay que fortalecer su labor e influir en todos sus integrantes para dar
muestras de afecto.
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