José Luis Montes de Oca Montano
Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, Cuba
ocamd730715@minsap.cfg.sld.cuResumen:
Las poblaciones de las actuales y modernas sociedades están familiarizadas con el término “pirámide”, pero la pirámide socio-económica invertida que sufre la mayoría de los cubanos de a pié, aunque monumental, no hereda la hermosura de sus antecesoras egipcias y se ha convertido en una figura tristemente célebre por sus múltiples afectaciones a la dinámica social, laboral y económica del país, muy a pesar de los comprometidos esfuerzos que realiza la nación por revertirla. El presente trabajo pretende describir el fenómeno, desde la óptica de sus actores históricamente beneficiados o perjudicados, así como de sus efectos sociales nocivos y procesos que se localizan en la periferia de este complejo entramado social.
Palabras claves: Cuba, pirámide socio, económica invertida, actores beneficiados, actores perjudicados, sociedad cubana, entramado social, economía
Abstracts
The populations of current and modern societies are familiar with the term "pyramid", but the inverted socioeconomic pyramid that most Cubans suffer, though monumental, do not inherit the beauty of their Egyptian predecessors and it has become a sadly notorious figure for its multiple impacts to the social, labor and economic dynamics of the country, in spite of the committed efforts of the nation to reverse it. This paper aims to describe the phenomenon from the perspective of the actors historically benefited or harmed, and its harmful social effects and processes that are located on the periphery of this complex social network.
Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:
José Luis Montes de Oca Montano (2015): “Cuba: compleja amalgama de factores involucrados en el fenómeno de pirámide socio-económica invertida”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (diciembre 2015). En línea: https://www.eumed.net/rev/caribe/2015/12/piramide.html
Introducción:
Las poblaciones de las actuales y modernas sociedades están familiarizadas con el término “pirámide”, este es un vocablo que se utiliza con regularidad y en muy disímiles ámbitos. La imagen mental que un individuo se construye al escuchar esta palabra debería guardar alguna correspondencia con aquella construcción de tres dimensiones y forma de triángulo, provista de una base cuadrangular y que puede o no ser escalonada a medida que remonta altura. A menudo se invocan a las pirámides egipcias como a un ejemplo archiconocido de estas figuras geométricas construidas por el ser humano, lo cual pudiera atribuirse a su monumentalidad, belleza e imponente imagen. (DefiniciónABC, n.d.)
A pesar de lo aquí referido, la imagen que el presente artículo pretende perfilar no hereda la hermosura de sus antecesoras egipcias; aunque en esta también se aprecia cierto grado de imponente monumentalidad y resistencia al paso del tiempo, esto sólo sirve para convertirla en una figura tristemente célebre entre los cubanos que intentan ganarse el pan con el sudor de su frente, me refiero a la pirámide socio-económica invertida de que padece este pueblo cubano desde hace ya algunos años.
Como autor me encantaría poder aportar aquí una definición de “pirámide socio-económica invertida” enunciada a tenor de la realidad cubana actual, en su lugar los artículos del patio sólo ofrecen un análisis parcial de las manifestaciones fenoménicas del problema, el presente trabajo pretende describir el fenómeno, desde la óptica de sus actores históricamente beneficiados o perjudicados, así como de sus efectos sociales nocivos y procesos que se localizan en la periferia de este complejo entramado social.
Desarrollo:
El estado actual de los salarios en Cuba comparte, en conjunción con otros factores económicos y sociales, un alto grado de responsabilidad sobre la aparición y permanencia del fenómeno de pirámide socio – ecnómica invertida, incumpliéndose así principios que son esenciales para la buena salud de cualquier sociedad socialista, algunos autores se han referido a esta problemática, al parecer estrechamente relacionada con la aparición del período especial en la isla, a continuación ofrezco una síntesis de sus criterios.
“En Cuba, fruto de las deformaciones surgidas durante el “Período Especial”, hoy no se cumple el principio socialista de “de cada cual según su capacidad y a cada cual según su trabajo”. Hay una pirámide social invertida que hace que quien menos aporta sea quien mejor viva…”(Sánchez, 2013)
“Durante los años del Período Especial, la distribución de los ingresos monetarios entre la población cubana sufrió un deterioro producto de la crisis. A partir de las medidas que hubo que adoptar en la década de los ´90, comenzó a darse el fenómeno de la “pirámide invertida” en los ingresos, al desvincularse de un mayor poder de compra la actividad laboral de alta calificación y ganar preponderancia la tenencia de divisas” (Rodríguez, 2013)
“…los elementos que determinaron la distribución de los ingresos monetarios por habitante en los años 2005-2006 se centraron en el acceso a la divisa, el tipo de cambio del CUC, la cantidad de trabajadores asalariados en la familia, la existencia de niños y amas de casa en el hogar y la escolaridad media del núcleo familiar.” (Rodríguez, 2013)
“De este modo, el factor relacionado con la calificación, que había sido determinante en la diferenciación de los ingresos hasta el Período Especial, pasó a ocupar un lugar secundario, mientras que la posibilidad de acceder a las divisas devino el aspecto de mayor importancia a partir de 1993.” (Rodríguez, 2013)
“Simultáneamente, en la misma medida en que los ingresos reales elevados no estuvieron al alcance de todos, ocurrió una distribución regresiva de los ingresos monetarios…”(Rodríguez, 2013)
A la luz de las reflexiones realizadas por los autores aquí citados puede inferirse la presencia de otros efectos igualmente nocivos, atribuibles al efecto de pirámide invertida y de algún modo relacionados con la disminución en la solvencia económica de la mayoría de los profesionales cubanos, se puede hablar por consiguiente, de un decrecimiento de su presencia e impacto positivo en la vida social cubana, pues como expresaría Acosta (2013) “… más allá de dañar el bolsillo del cubano profesional y trabajador, repercute de forma introspectiva y retrógrada en la formación de verdaderos valores artísticos. ¿Quiénes frecuentan los centros nocturnos cubanos? ¿Acaso médicos, periodistas, poetas, ingenieros, profesores, ejecutivos? Sabemos que no.”
En añadidura, el referido autor hace alusión a la huella compuesta por patrones culturales decadentes y de bajo nivel que en la actualidad imponen los que tienen el dinero para convertirse en clientes habituales de estos centros, toda vez que: “¿Hacia quiénes van dirigidos los chistes de sub-mal gusto de muchos de estos lugares? No hay que dedicar cinco o seis largos años de carrera para darse cuenta del fenómeno en cuestión, como tampoco de una lamentable regla entre la oferta y la demanda: el que paga, manda. Y aquí radica uno de los puntos neurálgicos del problema, pues desde esos malos chistes, la decoración y hasta la mala música ofertada en disímiles lugares, estos están diseñados para satisfacer a aquel cliente de bajo nivel, que quiere verse reflejado en cada una de esas propuestas y, donde, por desgracia, es mayoría la que asiste. Paradójicamente hay una minoría que asiste pero como grupo minoritario, no dicta sus patrones culturales y de gusto; es la misma que levanta día a día el sueño de país que queremos mantener. Es por ello que la marginalidad, la “guapería”, las malas palabras y demás, repletan la inmensa mayoría de los centros nocturnos de La Habana.”
El abismos que en la actualidad persiste entre el valor nominal del salario y su valor real, genera trastornos de importancia capital que impactan, no solo el ámbito social en general, sino la dinámica laboral, la producción y los servicios, allí donde aún no se han establecido o consolidado estrategias de pago por resultados o donde tales mecanismos son difíciles de aplicar, al respecto nuestro actual Presidente Raúl Castro Ruz (2014) declara lo siguiente “… también es cierto que el salario no satisface todas las necesidades del trabajador y su familia, lo que genera desmotivación y apatía hacia el trabajo, influye negativamente en la disciplina e incentiva el éxodo de personal calificado hacia actividades mejor remuneradas con independencia del nivel profesional requerido. Asimismo, desestimula la promoción de los más capaces y abnegados hacia cargos superiores, a consecuencia del dañino fenómeno de la “pirámide invertida”, que se traduce en que, generalmente, a mayor responsabilidad menor ingreso personal.”
Por otra parte no es menos cierto que un aumento generalizado de los salarios en el sector estatal sólo causaría una espiral inflacionaria en los precios, al no estar debidamente respaldado por un incremento suficiente de la oferta de bienes y servicios. Pero si no se estimulan debidamente a los trabajadores, el crecimiento de la producción pudiera no alcanzar los niveles requeridos y por ende decrecería ostensiblemente la calidad, esto sería especialmente peligroso en aquellos sectores que garantizan un adecuado nivel de vida del cubano y sustentan, directa o indirectamente, el desarrollo científico—técnico, industrial, institucional y estatal de toda una nación, como es el caso de la Salud y la Educación.
Es necesario romper este círculo vicioso articulando estrategias creativas especialmente dirigidas a los sectores más afectados; a los trabajadores que deberían ubicarse en estratos más elevados de la pirámide, pero que han sido confinados a las estrecheces económicas de su base, a los especialistas de las más diversas ramas del saber, toda vez que su trabajo presenta un mayor grado de complejidad, asume mayores responsabilidades sobre los procesos productivos y fabriles y en ocasiones sostienen además determinadas funciones docentes.
La importancia que reviste la disponibilidad de profesionales de todas las ramas posibles del saber humano para sus sociedades, está estrechamente vinculada a su función en tales conglomerados humanos. Aquí los catedráticos, profesores, ingenieros, médicos y enfermeras, gestores y difusores del conocimiento, entre tantos otros más, constituyen el combustible intelectual que energiza a las locomotoras de la innovación, el desarrollo, la investigación científica y el quehacer social más especializado. Especialmente peligroso resultaría relegar a estos hombres y mujeres a un lugar de “poca monta” en la pirámide socio – económica cubana, convertirlos en voz minoritaria en el ámbito cultural o lo que es peor: comprometer de manera creciente y permanente el valor monetario real que tiene el trabajo honrado en cualquiera de sus formas. Consciente de todos estos peligros potenciales tanto el estado como la sociedad cubana cobra consciencia, adopta medidas y pelea con denuedo para hacer de nuestra Cuba de hoy y de mañana, una sociedad más justa.
De cualquier modo habrá también que hacer algo con cierta pequeña franja de la pirámide que, a expensas de artimañas y “magias seudolegales”, se erige en la actualidad como “estrato de nuevos ricos”; porque justifica los más altos ingresos a partir de remesas procedentes del exterior o coloca a sus integrantes sobre un pedestal de cuentapropista de éxitos sin precedentes, en una economía donde aún no existe mercado mayorista y donde los precios al menudeo no resultan nada amables. ¿A qué esotéricos hechizos estarán recurriendo estos exitosos “empresarios” para adquirir materias primas a costos envidiables? Para nada estos “magos” de las nuevas oportunidades deben confundirse con los honrados y esforzados trabajadores por cuenta propia que constituyen la inmensa mayoría de los que hacen suya esta variante de empleo.
La influencia del dinero fácil en una sociedad, cualquiera que esta sea, genera una influencia negativa sobre la misma y otorga poder económico a quienes menos lo merecen, no en balde en el propio Periódico Granma (Órgano Oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba) Pedro de la Hoz nos refiere: “Y como lo ético (o mejor dicho, su falta) se revela también en lo estético, a no pocos nuevorricos los vemos vestir marcas y no vestidos; consumir ruido y no música; el sandwich de pierna y la lata de Coca Cola para los hijitos por encima de la merienda escolar; el último grito del videojuego exterminador preferible a la mejor enciclopedia digital. Gnomos de las leyendas nórdicas y muñequitos de Disney adornan casas con chimeneas en el trópico. Los quince cambios de traje en los quince valiendo más que la excursión familiar con las amigas de la escuela.”(Sánchez, I. 2013)
El Estado Cubano asume, además, la sagrada misión de velar por la sustentación económica de más de un millón de ciudadanos que dedicaron decenas de años al trabajo y hoy disfrutan del derecho a su merecida jubilación, pero sus pensiones en raros casos pueden enfrentar el costo actual de la canasta de bienes y servicios. A este sector poblacional le afecta especialmente el fenómeno de pirámide socio-económica invertida, en especial si carecen de descendientes que garanticen esa ayuda extra que necesita el anciano para cubrir sus innumerables gastos.
A nadie asombra los beneficios que otorga a un abuelo o abuela el hecho de disponer de una familia funcional donde se respeten sus derechos y se vele por su bienestar económico y social, pero la incapacidad de un anciano para solventar sus necesidades más elementales por medio de sus propios ingresos coloca al mismo en una situación de dependencia económica, lo cual sería negativo para su autoestima y su supervivencia por medios propios.
Deben tenerse en cuenta las necesidades crecientes de este estrato en el presente escenario nacional, influenciado por un franco envejecimiento poblacional. Según expresan los autores Acosta y Hernández (2015 b): “En una estructura económica de un país como Cuba, tener una población cada vez más envejecida significa más necesidades en el orden asistencial, de servicios de salud, de calidad y confort de vida. Pero también mayor consumo, y aumento en la demanda de transporte; y la necesidad de eliminar barreras arquitectónicas, por ejemplo. De ahí que el envejecimiento en este aspecto será un fenómeno más o menos problemático”.
Asimismo, sobre la decisión de tener hijos inciden otros factores como las carencias económicas, el limitado acceso a la vivienda y el elevado costo para la atención de los pequeños, a lo que se adiciona en muchos hogares la falta de servicios de apoyo a la familia y la coexistencia con adultos mayores que requieren cuidados. (Acosta y Hernández, 2015 a)
Conclusiones:
Extensos son los efectos que hacia el interior de la sociedad cubana se extienden procedentes del fenómeno de pirámide socio-económica invertida, estos van desde la distribución de los ingresos monetarios entre la población cubana, pasando por el tema de la suficiencia o no de los salarios, la tenencia o no de la divisa, el cuentapropismo y su policromía de efectos, la aparición de patrones culturales decadentes sustentados en la ley de oferta y demanda y la mezcla combinada de efectos procedentes del envejecimiento poblacional; la inversión de la consabida pirámide y muchos otros elementos y actores diferentes y muchas veces contrapuestos confluyen para concretar un escenario heterogéneo y complejo, todo un entramado económico, político y social de difícil descripción, donde incluso los pronósticos se tornan azarosos. El artículo aquí presentado no pretende constituir, ni por asomo, la última palabra en esta materia sino esbozar algunos elementos y mecanismos de importancia inmersos en esta intrincada amalgama de factores e incentivar en el lector el interés por estos temas que en los próximos años, darán mucho de que hablar.
Referencias Bibliográficas:
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Sánchez, I. (2013, November 16). Contra Cuba se cumplen las reglas de la propaganda goebeliana. In Cubadebate. Retrieved November 20, 2015, from http://www.cubadebate.cu/noticias/2013/11/16/iroel-sanchez-contra-cuba-se-cumplen-las-reglas-de-la-propaganda-goebeliana/
Sánchez, I. (2013, July 23). Hurgar en las causas. In Cubadebate. Retrieved November 20, 2015, from http://www.cubadebate.cu/opinion/2013/07/23/hurgar-en-las-causas/
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