Yaniet Cobas Moeira
Yaimara Gamboa Delgado
Universidad
yanietcm@cug.co.cuResumen
El presente trabajo se desarrolla en el contexto comunitario del municipio Imías. Su objetivo radica en determinar la influencia de las familias monoparentales en el desarrollo psicosocial de los niños en edad escolar. Se realiza un estudio con la metodología triangulada, la cual ofrece la posibilidad de utilizar métodos y técnicas de las dos perspectivas metodológicas: cuantitativa, cualitativa. Se aborda la temática con un enfoque interdisciplinario; haciendo un análisis de coincidencias y divergencias entre las Teorías Especiales de la Sociología: Familia, Educación y Grupos de Edades; así como se toma como referencia el Estructural – Funcionalismo, como teoría general para poder comprender mejor esta problemática.
Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:
Yaniet Cobas Moeira y Yaimara Gamboa Delgado (2015): “Influencia de la monoparentalidad en el desarrollo psicosocial de niños en edad escolar: estudio de casos”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (mayo 2015). En línea: https://www.eumed.net/rev/caribe/2015/05/monoparentalidad.html
INTRODUCCIÓN.
A partir del siglo XIX se produce un viraje en los estudios sociales sobre la familia, pues aumenta la preocupación entre los profesionales de las diferentes ciencias sociales, debido a los cambios que se producen en esta institución social, al extremo de llegar a difundirse la idea de la crisis y desaparición de la familia, inferida de los cambios estructurales y funcionales que se produjeron en la sociedad y en la institución familiar con el advenimiento de la modernidad.
Lo anteriormente expresado tiene su explicación en el impacto que la nueva ley del divorcio producía en la vida familiar como resultado de la ruptura creciente de los múltiples matrimonios, a lo que se le sumaba la disfuncionabilidad o estado anómico, que generaba el divorcio, uno de cuyos indicadores era la aparición de un tipo estructural nuevo: la familia monoparental con predominio de la figura materna.
En los momentos actuales, las ciencias modernas, se interesan por comprender y explicar la relación entre las variables monoparentalidad y disfuncionalidad, las cuales no siempre son dependientes. Sin embargo, en muchas ocasiones, familias compuestas por un solo progenitor, llegan a convertirse en disfuncionales, de ahí que se conviertan en atrayentes para el Trabajo Social, la Sociología, la Psicología y otras ciencias afines.
Dentro de las tipologías de familias disfuncionales se encuentran las madres solas, en ocasiones consideradas como grupo vulnerable y aunque a nivel mundial existe una intención de concientizar a favor de políticas sociales que mejoren su calidad de vida, tal clasificación muestra una visión androcéntrica sobre la mujer y la familia, pues no siempre todos los hogares monoparentales dirigidos por mujeres son disfuncionales, ni las mujeres muestran una situación de vulnerabilidad por el hecho de ser solteras, divorciadas o separadas.
Para comprender mejor el fenómeno de la monoparentalidad es preciso hacer un análisis del entorno social en que ella se organiza, partiendo de sus antecedentes. En el siglo XIX, la mujer era marginada desde el punto de vista jurídico, laboral, educacional y política, lo que hacía posible la disfuncionalidad en la familia dirigidas por mujeres, pues su destino era la pobreza. En los momentos actuales, sigue siendo incluso un problema social en muchas sociedades que no implementan una política social de promoción de la figura materna, al extremo de estar íntimamente ligada, con la monoparentalidad familiar, en algunos contextos sociales.
En nuestros días, la monoparentalidad constituye una forma familiar en auge, sobre todo, en los países occidentales, donde ha dejado de ser un fenómeno de carácter marginal y aunque no se trata de una manifestación reciente, sus problemáticas actuales y sus implicaciones sociales son, en muchos aspectos, básicamente nuevas. En Cuba, esta categoría, se ha convertido en una de las composiciones familiares a las que se somete la sociedad, y con frecuencia, se le resta importancia a la presencia de ambos progenitores a la hora de entender el desarrollo de los hijos, como un elemento que significativo en la formación de su personalidad.
En ocasiones, los padres y otros familiares cometen errores conscientes e inconscientes en el tratamiento a esta situación, las que se materializan, en el enfriamiento afectivo hacia el niño, en la poca estimulación, en la pérdida de la autoridad y responsabilidad de los padres, deterioro de su imagen, entre otros aspectos de interés. Todos estos elementos deben ser tomados en consideración, a la hora de abordar el fenómeno de la monoparentalidad, que repercuten desfavorablemente en los menores, pudiendo ocasionar trastornos conductuales y emocionales.
Otro de los aspectos, que a juicio, de las autoras de este trabajo, incide en la monoparentalidad, es el incremento de madres solteras, en su mayoría adolescentes, con escasos recursos económicos, de vivienda y de educación para mantener a sus hijos, lo que da lugar a altas tasas de mortalidad y morbilidad. Estos hijos tienden a repetir el ciclo monoparental, siendo éste un tema que ha suscitado gran interés en los países industriales occidentales y que comienza a preocupar en el contexto municipal comunitario de Imías.
Las familias monoparentales también preocupan a políticos y gobernantes a nivel mundial, quienes centran sus análisis en dos aspectos fundamentales. Por un lado, los gobiernos conservadores de los países más desarrollados están preocupados por el coste creciente que supone para el Estado una política de vivienda y de ayudas de todo tipo, dígase guarderías, desgravaciones fiscales, entre otras, en la que el contribuyente sustituye a los progenitores. Por otro lado, existe una preocupación profunda por el aumento de la violencia en hijos de familias monoparentales.
Es meritorio destacar la presencia significativa de un nuevo tipo de monoparentalidad derivada del marco legal: la adopción por parte de un solo adulto. Esta diversidad de circunstancias origina familias muy heterogéneas en cuanto a su naturaleza, composición, funcionabilidad y desarrollo cotidiano.
El municipio de Imías está marcado por el número creciente de familias monoparentales, asociado a las separaciones conyugales y al aumento progresivo del divorcio en primera opción, además de otras situaciones que vienen de antiguo como la procreación fuera del matrimonio, la viudedad o la separación de la pareja por motivos laborales, de enfermedad o privación de libertad.
Un estudio realizado en el territorio por la Dirección de Trabajo Social y el Grupo de Prevención en el período comprendido entre junio –septiembre de 2014 arrojó que en la circunscripción número 23, perteneciente al Consejo Popular de Jesús Lores esta problemática se evidencia con mayor números de casos, lo que provoca consecuencias negativas para las familias, con énfasis en los niños en edad escolar, los cuales manifiestan desmotivación hacia el estudio, bajo rendimiento escolar, dificultad para establecer relaciones sociales, conductas inadecuadas en la escuela y en la comunidad.
Tomando como punto de partida los resultados de este estudio nos proponemos emprender esta investigación, con el objetivo de determinar la influencia de las familias monoparentales en el desarrollo psicosocial de los niños en edad escolar pertenecientes a la comunidad de referencia.
Se trata de un estudio novedoso, partiendo de que en el territorio esta problemática ha sido poco abordada. Encararla desde la Sociología nos ofrece la posibilidad de describir su influencia en el desarrollo psicosocial del niño, con énfasis en el aprendizaje y en el comportamiento social de estos. Con la investigación se aportan un conjunto de conceptos y definiciones que deben ser tomados en consideración a la hora de emprender estudios posteriores y más profundos relacionados con la temática.
I. Fundamentos teóricos actuales que sustentan la influencia de la monoparentalidad en el desarrollo psicosocial de los niños en edad escolar.
Estudiar la monoparentalidad y su influencia en el desarrollo psicosocial del niño en edad escolar resulta una tarea compleja, por lo que se considera oportuno analizar esta problemática desde las Teorías Especiales de la Sociología, pues ofrecen una amplia visión para el análisis y comprensión de la realidad social que se investiga. El tema en cuestión se relacionan directamente con:
Para adentrarnos en el análisis se plantea que la familia desempeña un rol significativo en la sociedad, pues tiene como encargo social el cuidado y protección de los hijos, a la vez que constituye la primera institución prestadora de servicios sociales, al responder a las necesidades sociales, educacionales, de salud y protección hacia sus miembros.
Es precisamente en el seno familiar donde se adquieren los primeros hábitos, conductas, costumbres y modos de vida que van fomentando la personalidad del individuo, además en ella se adquieren las primeras experiencias sociales que están vinculadas de modo intenso y durante largo tiempo.
La Sociología y Política Social de la Familia aporta conocimientos necesarios para comprender mejor la realidad social en que se vive, la misma se preocupa de forma individual de las situaciones de esta con otros factores sociales, lo que le permite un mejor funcionamiento al sistema familiar que está determinado por una multiplicidad de fenómenos éticos, psíquicos, jurídicos, económicos, políticos y culturales que se condicionan mutuamente para dar lugar al producto social, la familia y a las identidades individuales que en su interior se socializan. 1
Para la Sociología la familia se define como: “grupo social básico creado por vínculos de parentesco o matrimonio presente en todas las sociedades. Idealmente, la familia proporciona a sus miembros protección, compañía, seguridad y socialización”. 2
Como bien se plantea en este concepto, para que un grupo social se considere familia, debe predominar entre sus miembros seguridad, compañía, afecto, satisfacción de necesidades materiales y espirituales; sin embargo, en las familias monoparentales estudiadas ocurre todo lo contrario: no cumplen debidamente sus funciones, partiendo de la insatisfacción que manifiestan los hijos respecto a las necesidades afectivas y materiales, es decir, carencia de afecto, distanciamiento, problemas con la manutención, peleas continuas con/y entre los padres y hasta con los hijos.
La familia es el marco fundamental donde se forma y desarrolla la personalidad del individuo y como ya se ha señalado, es el principal agente socializador, lo que no descarta la posibilidad de que en ese proceso, no solo se trasmitan normas y valores correctos. Con este estudio se comprobó que los menores viven en un núcleo familiar permeado de conflictos, lo que ha deteriorado tanto la imagen paterna, como la materna, esto a su vez incide, en el comportamiento de sus hijos en la escuela y en la comunidad, en sentido general.
La Sociología y Política Social de la Educación: se encarga del estudio sistemático de las relaciones existentes entre el sistema educativo y la sociedad; su objeto de estudio no se limita a las relaciones e influencias recíprocas sociedad –educación en el proceso de socialización del individuo, sino que abarca también lo que constituye su contrapartida, la individualización del sujeto a la necesidad de profundizar en el estudio de los factores sociales que influyen en la educación; además esta debe atender el estudio de los mecanismos de control social, de la identificación de valores a nivel social e individual, de la reproducción de normas y valores en el marco escolar, extraescolar y de movilidad social. 3
La escuela es considerada, al igual que la familia, un importante agente socializador, además de ser una de las instituciones básicas donde continúa la formación y el perfeccionamiento de la personalidad del niño, por eso cada docente debe tener caracterizado a sus estudiantes, conocer el tipo de familia en que viven, cómo son las relaciones interpersonales, cómo es el desarrollo intelectual y los procesos motivacionales -afectivo-morales, íntimamente relacionados entre sí; estas cuestiones inciden en el rendimiento escolar y por consiguiente en el aprendizaje del menor.
Por tanto, estudiar la monoparentalidad desde la Sociología de la Educación en el contexto municipal de Imías, permite entender la influencia que ejerce esta en el aprendizaje del menor en edad escolar, pues los casos investigados tienen bajas calificaciones, el proceso de aprendizaje y de adquisición de las destrezas y conocimientos se vuelven difíciles y complejos, presentan dificultades para establecer relaciones interpersonales, sobre todo con los maestros y compañeros de aula.
La unidad de observación del estudio lo constituyen los niños en edad escolar, de ahí que sea vital abordar la problemática desde la Sociología y Política Social con Grupos de Edades, tomando como premisa que las adquisiciones más importantes de un niño se producen en los primeros años de su vida; donde se descubren valores, se aprende a apreciar y distinguir lo bueno de lo malo, se comienza a tener una estima por sí mismo y por los demás, a tener un auto concepto de sí y de lo que va siendo capaz.
Las particularidades psicológicas de los menores en edad escolar no se pueden considerar como definitivas e invariables. Es característico que el niño en esta etapa se someta a las nuevas exigencias del maestro, que regulan su conducta en clase y en casa, y que asimismo empiece a interesarse por el contenido de las mismas asignaturas. 4 El paso sin dificultad de dicha etapa por parte del niño, evidencia su buena disposición para los estudios. Pero no todos los niños de dicha edad la poseen. Muchos de ellos presentan dificultades, y no se adaptan inmediatamente a la vida escolar.
En el contexto en que se realiza la investigación se pudo apreciar que existen algunos menores con manifestaciones llamativas en su conducta, que comienzan a ser una preocupación para los educadores y familiares. Se evidencian con más frecuencia: la timidez, retraimiento, agresividad, intranquilidad o hiperactividad, los celos y algunas conductas o manifestaciones de inadaptación a las reglas y normas de convivencia social en la familia e instituciones educacionales.
Auxiliarnos de esta teoría especial de la sociología, nos permite la comprensión de las características de determinado grupo social, en este caso, de los niños. Elementos que son vitales a la hora de medir su aprendizaje y su comportamiento social para poder llevar a cabo la acción transformadora.
Tomando como punto de partida que las teorías sociológicas nos aportan una metodología en el análisis de los fenómenos sociales, orientan y permiten conocer la esencia de los mismos, se toma como referencia el estructural funcionalismo para una mejor comprensión de la influencia que ejerce la monoparentalidad en el desarrollo psicosocial del menor.
Se trata de un estudio de caso, no obstante a eso, se considera que es un problema presente en múltiples hogares y que tiene que ver con el funcionamiento del sistema familiar. Desde esta perspectiva, la familia, entendida como sistema social, se funda en la coordinación de las funciones que le corresponden a cada uno de los subsistemas que la conforman.
Según Talcott Parsons, el sistema social se refiriere a la pluralidad de actores individuales que interactúan entre sí en una situación que tiene, al menos, un aspecto físico o de medio ambiente, motivados a obtener un óptimo de gratificación y cuya relación con los subsistemas están mediadas y definidas por un sistema de símbolos culturales, estructurales y compartidos. En la sociedad existe un conjunto de elementos o de sistemas estructurales que la componen: las clases, las comunidades, los colectivos laborales, la familia y por último la personalidad. Los sistemas sociales se agrupan entre sí, las personas mismas pueden ser elementos de distintas estructuras o sistemas. 5
Uno de los principios del estructural funcionalismo es el análisis de cada fenómeno y procesos sociales como un todo estructurado, en el cual cada elemento de la estructura tiene determinados fines funcionales. Visto desde esta perspectiva la familia, que constituye el sistema social de referencia, está compuesta por determinadas estructuras: mamá, papá, hijos. Cada estructura, a su vez, está integrada por elementos; de la integración funcional de dichos elementos depende la estabilidad del sistema, el mantenimiento del orden en su seno; así como su capacidad para alcanzar metas y adaptación al entorno.
Para la puesta en marcha de cualquier proyecto social resulta válida la valoración de la posible influencia de los diversos sistemas en las estructuras sociales, considerando ya a un nivel micro los subsistemas y sus interrelaciones. De la forma en que esta se produzca traerá como resultado una adopción o no, a la estrategia de cambio a nivel de las estructuras.
Por tanto se considera que las estructuras también pueden generar funciones no esperadas, no del todo positivas de acuerdo a las proyecciones. Es aquí donde desempeña un rol importante el estudio de los componentes de los subsistemas en su engrane con los proyectos sociales, ya que los padres, como subsistema rector, elaboran paulatinamente su representación del modelo social de familia, es decir, de los valores sociales históricamente formados en la conciencia social acerca del matrimonio, la familia, sus funciones, la educación de los hijos, entre otros elementos. Basados en esta representación, que no es estática, trazan sus aspiraciones y tratan de regular las actividades intrafamiliares de acuerdo con sus concepciones y proyecciones.
No obstante a eso, en los casos estudiados, se evidencia un debilitamiento de las funciones de la familia, lo que repercute en el comportamiento social y en el aprendizaje de los hijos, manifestándose de forma marcada la agresividad, carencia afectiva, dificultades en la comunicación intrafamiliar, falta de orientación hacia los menores y sobreprotección. Todos estos elementos demuestran, sin lugar a dudas, que en las familias monoparentales algunas de sus estructuras (el padre o la madre) no cumplen con sus funciones, lo que provoca desequilibrio en el sistema familiar y por consiguiente un mal funcionamiento del mismo.
II. La monoparentalidad: su influencia en el aprendizaje y en el comportamiento social del menor.
Desde la Filosofía Marxista se sientan las bases para comprender la razón social de la familia, su determinación y funciones más generales. Además se plantea la necesidad de estudiarla como institución social al elaborar su concepción materialista de la historia, sin dejar pasar por alto que se revelan los determinantes sociales fundamentales sobre la familia, como institución y el rol que desempeña esta, en la reproducción social.
En 1844, Marx aporta un primer elemento para entender a la familia como relación social, al expresar que: “…la relación directa, natural y necesaria de persona a persona es la relación del hombre y la mujer. Esta relación natural de los sexos, la relación del hombre con la naturaleza, es de inmediato su relación con el hombre…” 6
Tanto Marx como Engels dejaron establecido, desde una época temprana, que la familia no es una relación primordialmente biológica, sino que tiene un doble carácter, natural y a la vez social, constituyendo las relaciones de cooperación entre sus miembros, su esencia social.
Tomando como referencia estos autores y haciendo un análisis sociológico, se define a la familia como:
“la más universal de las instituciones sociales, pero sus formas históricas han sido demasiadas diversas para poder subsumirlas en un único concepto. Designa a un grupo social constituidos por personas vinculadas por la sangre, el matrimonio o la adopción, caracterizada por una residencia común, cooperación económica, reproducción y cuidado de la descendencia.” 7
Durante un prolongado período la sociedad estuvo formada por un conjunto de familias que cumplían con la mayoría de las funciones sociales, e incluso, las políticas, las religiosas y las económicas. Actualmente, la familia sigue cumpliendo funciones sociales 8 importantes, tales como:
Función educativa-formativa: encaminada a garantizar la formación ciudadana de sus miembros acorde a las normas de comportamiento social y según los principios revolucionarios de nuestro país. A través de ella la familia logra la transmisión de valores, la formación de sentimientos y motivaciones, por eso la familia, constituye un contexto de actuación significativo para el niño.
Función biológica-social: se manifiesta por medio de la reproducción de la población y de la propia familia, la sexualidad y la fecundidad. Se expresa en el orden sociológico en el cuadro demográfico de la población. Si bien la reproducción y todo el conjunto de factores en torno a la sexualidad constituyen una necesidad biológica, la forma en que se satisface esa necesidad está regida por leyes sociales. De suprimirse esta función, la familia como ente social se extinguiría.
Función económica: garantiza la integridad de sus miembros por medio de la satisfacción de las necesidades de consumo. Esta necesidad ha sido satisfecha con la asunción de determinadas tareas como el empleo del presupuesto familiar y las actividades cotidianas del hogar.
La familia no logra mantener su unidad a lo largo del ciclo vital sin cierta armonía entre las funciones familiares. Una disfunción o un fallo, en algunos de ellos, altera el sistema familiar. El estudio de las disfunciones familiares cobra auge en la actualidad, ya que a medida que hemos revolucionado en el tiempo han existido distintos tipos de familias, por eso resulta significativo hacer alusión a los diferentes tipos de familia 9 , tal es el caso:
Como se expresó con anterioridad, el objeto de estudio de esta investigación son precisamente las familias monoparentales, por eso se definen a continuación:
La familia monoparental es definida como: “la familia nuclear que está compuesta por un solo miembro de la pareja progenitora (varón o mujer) y en la que los hijos, de forma prolongada, pierden el contacto con uno de los padres.” 10
“Se denomina familia monoparental a un núcleo familiar de padres con hijos dependientes, en donde uno de los progenitores no vive con ellos.” 11
Hay que destacar que aunque la crianza de un niño puede ser llevada a cabo tanto por hombres como por las mujeres, según demuestran las estadísticas, no ha habido grandes cambios y entre un 80 y un 90% de los hogares monoparentales en la actualidad, están formados por madres e hijos.
Sin lugar a dudas, la madre es una extraordinaria fuente de seguridad para sus hijos, pues desde que nacen reciben la alimentación, calor, seguridad, ternura y amor; necesidades afectivas que son significativas en el desarrollo emocional del recién nacido. La figura paterna, también es vital para el desarrollo psicosocial del niño y la niña, la cual debe brindar amor, cuidados y seguridad, que juntos a los hermanos, abuelos y tíos constituyen la familia. Por eso se defiende la idea de que los niños que viven en familias monoparentales están más propensos a presentar problemas en el aprendizaje y en su comportamiento.
Un ambiente estable, armonioso y tranquilo en condiciones de monoparentalidad es difícil de proporcionar al menor, ya que se produce un cambio en su vida familiar que genera angustia, ansiedad, incluso cuando el cambio es bueno. Muchos de estos problemas que llegan a presentar los menores en edad escolar están asociados a dificultades de funcionamiento familiar, ausencia de figuras parentales, influencia familiar inadecuada.
Los problemas más frecuentes en los hogares de familias monoparentales se refieren a la falta de confianza y comunicación en el interior de la familia; la desatención afectiva a los hijos; la falta de socialización, el alejamiento de los padres. Estas problemáticas interesan con prioridad a la Sociología, sobre todo cuando afectan el comportamiento y el aprendizaje de los niños.
En todas las culturas, la familia se encarga de la socialización primaria de los nuevos miembros, de la satisfacción de las necesidades básicas de sus integrantes. Entre ellas está la comunicación y el diálogo que representan un carácter importante para el buen funcionamiento de esta. En las familias monoparentales estudiadas, las relaciones interpersonales y la comunicación también se ven dañadas. Estos son dos indicadores vistos, a la manera de la autora de este trabajo, como fundamentales y, que si no son manejados de una forma correcta, pueden incidir de forma negativa en el desarrollo psicosocial del menor.
Se debe fomentar la comunicación en los niños que conviven en familias monoparentales, tomando como punto de partida que la misma desempeña un rol protagónico en la formación de la personalidad del individuo. En la medida en que la comunicación sea efectiva se lograrán los propósitos trazados con el menor, se desarrollarán las habilidades cognoscitivas, se trasmitirán los modales de educación formal, en fin se preparará mejor el niño para la vida.
Se considera que en el contexto estudiado la monoparentalidad influye en el aprendizaje del menor, por lo que se define esta categoría como: “el proceso de adquisición de conocimientos, habilidades, valores y actitudes, posibilitado mediante el estudio, la enseñanza o la experiencia.” 12
La institución escolar desempeña un papel decisivo en el aprendizaje del niño, pero en ello no sólo incide la escuela, sino la familia, los grupos de amigos, los medios de comunicación. En el aprendizaje, el proceso fundamental es la imitación, es decir,la repetición de los actos observados, que implica tiempo, espacio, habilidades y otros recursos. Por eso es importante que los padres y demás miembros del núcleo familiar sean ejemplos.
Para la Pedagogía existen distintos tipos de aprendizaje 13 , tales como:
Los menores estudiados muestran bajo rendimiento académico, demostrado en el poco aprendizaje adquirido a lo largo del proceso formativo. En esta problemática inciden múltiples factores; sin embargo, los más significativos están directamente relacionadas al factor psicológico, como la poca motivación, el desinterés o las distracciones en clase, que pueden estar condicionadas, en gran medida, por factores sociales, asociados a problemas de disfuncionabilidad familiar, poca comunicación, violencia, insatisfacción de necesidades afectivas, todas propias de las familias monoparentales.
En el contexto en que se realiza la investigación se evidencian dificultades a la hora de asumir los estilos educativos adecuados, predominando el sobre protector, que es considerado, además, como una manifestación de violencia. Esto, a su vez, está incidiendo en el comportamiento social de los hijos, por lo que se define esta categoría.
Para la Sociología el comportamiento social es: “el comportamiento o conducta dirigida hacia la sociedad que tiene lugar entre miembros de la misma especie” 14 . En este caso se hace referencia a los menores en edad escolar, los que carecen de buenos modales de educación formal, no cumplen con los deberes escolares, presentan dificultades para establecer relaciones interpersonales, uso inadecuado del uniforme escolar, ausencias y llegadas tardes, uso irracional de la base material de estudio y otros medios. Todas estas manifestaciones trascienden al seno familiar y social, pues no se establece una relación adecuada entre familia-escuela-factores de la comunidad.
En una jerarquía sociológica, el comportamiento social es seguido por la acción social, que se dirige a otras personas y se diseña para inducir una respuesta. Weber define la acción social como: “cualquier tipo de proceder humano, que significativamente se orienta por las acciones de otros; las cuales pueden ser presentes o esperadas, como futuras” 15 . A través del análisis del concepto de acción social de Weber, se analiza el por qué los menores estudiados se comportan de una forma y no de otra, a pesar de estar influenciados por los conceptos o principios mediadores de la realidad social, que son capaces de guiar u orientar a los demás individuos. Además se explica por qué estos menores asumen actitudes negativas, que van marcando su comportamiento en la escuela, el hogar y la comunidad.
III. Estrategia Metodológica.
Para estudiar la influencia que ejercen las familias monoparentales en el desarrollo psicosocial de los niños en edad escolar en la circunscripción 23 del Consejo Popular Jesús Lores, la metodología empleada tiene sus fundamentos en la estrategia integradora a partir del proceso de triangulación metodológica, ya que para describir y comprobar la influencia que ejercen las familias monoparentales en el desarrollo psicosocial de los niños en edad escolar, se aplican distintos métodos y técnicas pertenecientes a las dos perspectivas metodológicas: cuantitativa y cualitativa, tal es el caso de la observación participante, la entrevista estructurada a los familiares implicados y a especialistas; así como el método biográfico, específicamente la historia de vida.
La utilización de este proceso permite una mejor confiabilidad de la información y ampliar el espectro en lo que respecta a los criterios emitidos; así como verificar los resultados, realizando un análisis entre coincidencias y divergencias, a la vez que posibilita comparar el mismo fenómeno desde diferentes perspectivas metodológicas.
Para abordar el estudio se propone el siguiente Diseño Teórico Metodológico:
Objetivo General: Valorar la influencia que ejerce la familia monoparental en el desarrollo psicosocial de los menores en edad escolar de la circunscripción 23 del Consejo Popular Jesús Lores.
Problema: ¿Cómo influye la familia monoparental en el desarrollo psicosocial de los menores en edad escolar de la circunscripción 23 del Consejo Popular Jesús Lores?
Premisa: La monoparentalidad influye en el aprendizaje y en el comportamiento social de los menores en edad escolar de la circunscripción 23 del Consejo Popular Jesús Lores.
Métodos y técnicas aplicadas:
Se propone un estudio de caso como estrategia de diseño de la investigación cualitativa, ya que el mismo permite realizar un examen completo de las características que manifiestan las familias monoparentales y su influencia en el desarrollo psicosocial del niño en edad escolar. La tipología escogida es el diseño de casos múltiples, por lo que se considera oportuno trabajar con 5 casos.
IV. La monoparentalidad desde la perspectiva del Trabajo Social.
Históricamente la familia ha constituido una prioridad para el Estado Cubano. En los momentos actuales aumenta progresivamente el interés hacia esta institución social, debido a los cambios y transformaciones a que está siendo sometida. Muchas son las políticas sociales que se han dictado para proteger a la familia cubana, específicamente a la mujer, a los niños y las niñas, dentro de las que podemos citar: el programa Educa a tu hijo, el Programa Materno Infantil (PAMI); así como una serie de programas encaminados a la satisfacción de necesidades vitales como la educación, la salud y el bienestar social.
En este contexto y para dar respuesta a los disímiles problemas sociales que venía presentando la sociedad cubana actual, surge el Programa de Trabajadores Sociales, a través del cual se le presta especial atención a la familia, como institución social primaria. Desde esta perspectiva, se pretenden ofrecer algunas recomendaciones para que el trabajador social pueda adentrarse en el complejo mundo de la monoparentalidad, pues aunque es una problemática tan antigua como la propia humanidad, ahora se presenta con peculiaridades y matices diferentes.
Para profundizar en el análisis se considera necesario, en primer lugar, definir el objeto de estudio del trabajo social:
“Actividad profesional, que tiende a favorecer una mejor adaptación de las personas, familias y grupos en el medio social en que viven, desarrollando el sentido de dignidad y de responsabilidad de los individuos, haciendo un llamado a la capacidad de las personas, a las relaciones interpersonales y a los recursos de la comunidad.” 16
El trabajo social surge como una acción organizada, regulada e institucionalizada con participación del estado y desarrollado por personas que reciben una preparación determinada para dar respuesta a los múltiples problemas sociales que venían dándose en la sociedad tanto a nivel macro como microsocietal. La monoparentalidad es uno de estos problemas sobre los cuales el trabajador social debe interactuar.
La monoparentalidad constituye una prioridad para el trabajo social y no es por el simple hecho de que la familia esté compuesta por un solo progenitor, sino por la influencia negativa que ejerce la misma en el desarrollo psicosocial de los menores, traducida en los problemas de comunicación que existen en el interior de estos hogares, en el incremento de conflictos familiares, en la falta de autoridad paterna, que a la vez, generan trastornos en el aprendizaje y en el comportamiento social de los menores estudiados.
El trabajo social tiene como fin educar la conducta de los individuos a través de la acción transformadora, por lo que debe despertar (tanto en los padres como en los hijos) una motivación constante por su proceso de formación, fomentar la relación entre los diferentes agentes socializadores como son: la familia y la escuela, los medios de comunicación, los factores de la comunidad que intervienen el proceso educativo de los menores, inculcando valores y normas de comportamiento.
Los trabajadores sociales deben suplir, en algunas medidas, aquellas deficiencias educativas que presentan estos menores, sirviendo de mediadores en la influencia educativa de la familia, la escuela, los factores de la comunidad en la socialización del individuo, auto regulando el comportamiento de estos a través de normas y valores necesarios en nuestra sociedad.
Para darle un tratamiento adecuado a la monoparentalidad, desde el trabajo social, primeramente se deben identificar las instituciones sociales que intervienen en el problema objeto de estudio. Las mismas son:
La familia: es la que presenta el problema. La misma debe estar concientizada de su realidad social y en este sentido, el trabajador social debe ejercer un rol protagónico, pues por lo general, las familias se centran en cómo resolver los conflictos entre los padres y no miden el efecto que provocan en los hijos.
La escuela: debe estar pendiente de los problemas que tienen estos menores, pues por lo general, son el resultado de una deficiente comunicación. La autora de este trabajo considera que si se establece una adecuada relación interinstitucional se pueden mejorar los problemas que presentan los menores estudiados, asociados a la monoparentalidad. La escuela no debe ver la monoparentalidad como un problema de familia, sino que es interés de ella, como institución educadora, pues esta situación está incidiendo en dos indicadores fundamentales del Proceso Docente Educativo: el aprendizaje y el comportamiento social. En este sentido, los trabajadores sociales ubicados en las escuelas deben poner interés en lograr una fusión entre estos dos agentes socializadores.
Existen algunas organizaciones como la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), específicamente, a través de la Casa de Orientación a la Mujer y a la Familia (COMF) que dan tratamiento a estas familias de tipo monoparental, que a su vez, son disfuncionales. En el territorio, la (COMF) lleva un trabajo sostenido en este sentido, pues tienen identificados los casos de familias monoparentales, a los casos que presentan mayores problemas de funcionalidad le ofrecen orientación individual en el hogar directamente con la madre, el padre o el encargado de la custodia del menor, que en muchos de los casos son los abuelos paternos; realizan dinámicas familiares para determinar la influencia que ejerce la familia con respecto al menor; la trabajadora social voluntaria se mantiene vinculada en la atención a estas familias; se vincula la representante del Consejo de Escuela a la comunidad; se realizan talleres de formación de valores, educación familiar con el especialista de la Casa; además hay que destacar que está creado el Tribunal de Familia para casos de litigio.
Para el profesional del trabajo social la problemática se presenta como un caso complejo, ya que se trata de la realidad de muchas familias de nuestro país, algo susceptible a afectar a todo el entorno cercano de la persona (principalmente hijos y esposa), por lo cual no se debe tratar solo con quien sufre el problema directamente si no con todas las personas que conviven en ese núcleo familiar.
Para trabajar con familias monoparentales, el trabajador social debe:
Conclusiones.
Bibliografias.
1 Fleitas Ruiz, Reina: Selección de Lecturas de Sociología y Política Social de la Familia: Ed: Félix Varela, La Habana, 2005.-3p.
2 Castellano Cabrera, Roxanne. Psicología. Selección de Textos. Félix Varela. Ciudad Habana, 2003.
3 Colectivo de autores. Selección de Lectura de Sociología y Política Social de la Educación. Ed: Félix Varela, La Habana, 2005.-13p.
4Arés, Muzio Patricia. Edición especial para la familia cubana, ¿En qué tiempo puede cambiarse la mente de un niño? Mesa Redonda, Casa Editora Abril, 1999.
5 Rirzer George. Teoría Sociológica Contemporánea. Edición Félix Varela, La Habana, 1993, pág 119.
6 Colectivo de autores. Familia y escuela. El trabajo con la familia en el sistema educativo. Ed: Pueblo y Educación. La Habana. 2005,-97p.
7 Diccionario de Sociología. Impreso y hecho en México. Fondo de cultura económica. México, Buenos Aires,
1949. Pág. 2
8 De la Cruz. Florencia. Definición de familia. disponible en: http://www.definicionabc.com/social/familia.php consultado 8 de enero 2015.
9 José G. Saavedra. Familia: tipos y modos. Disponible en http://html.rincondelvago.com/tipos-de-familia.html consultado: 16 de noviembre 2014.
10Colectivo de autores. Familia monoparental. Wikipedia Enciclopedia libre, disponible en http://es.wikipedia.org/wiki/Familia_monoparental consultado: 20 de enero 2015.
11 Luengo Rodríguez, Tomasa. Un análisis del concepto de familia monoparental a partir de una investigación sobre núcleos familiares monoparentales. Universidad de Valladolid. Departamento de Sociología y Trabajo Social. Internet. Consultado: enero 2015.
12 Baquero, R. y Terigi, F. (1996), "En búsqueda de una unidad de análisis del aprendizaje escolar", disponible en:1http://educacion.idoneos.com/index.php/2830931 consultado: 8 de diciembre de 2010
13 IDEM
15 Weber, Max: “Economía y Sociedad”. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1961. pág. 5.
16 Colectivo de autores. Curso de Formación de Trabajadores Sociales/. Selección de lectura sobre Sociología y Trabajo Social.
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