FENÓMENOS ENTÓPTICOS, EXPERIENCIA VISIONARIA Y ARTE CHAMÁNICO

Pedro Ortuño Mengual

Universidad de Murcia (España)


Resumen:
En este artículo se pretende señalar el chamanismo como un conjunto de técnicas que, por medio de la inducción de estados de conciencia alterada, permiten a especialistas rituales experimentar el contacto directo con ciertos imaginarios sobrenaturales. Mediante dicho modelo diversos investigadores han intentado explicar el arte rupestre como el producto (directo o indirecto) de las visiones chamánicas y las prácticas extáticas.

Palabras clave: Fenómenos entópticos, experiencia visionaria, estados alterados de conciencia, chamanismo.

Abstract:
This article seeks to identify shamanism as a set of techniques that , through the induction of altered states of consciousness , allow ritual specialists experience direct contact with certain supernatural imaginary . Through this model several researchers have tried to explain the rock art as the product (direct or indirect) of shamanic visions and ecstatic practices.

Keywords: Entoptics phenomena, visionary experience, altered states of consciousness, shamanism.

1. Introducción

            Para muchos individuos que experimentan con técnicas que activan los órganos sensoriales, éstas les permiten viajar al reino de la mente inconsciente. Estas experiencias son de una naturaleza más o menos abstracta y no tienen ningún significado simbólico personal; pueden ser estéticamente agradables, pero no conducen a una mayor autocomprensión.

            Este tipo de cambios puede ocurrir en cualquier área sensorial. Los cambios en el área acústica pueden manifestarse en forma de zumbido en el oído, el canto de los grillos, silbidos, campaneos u otros sonidos continuos de alta frecuencia. A esto le pueden acompañar diversas sensaciones táctiles inusuales en distintas partes del cuerpo. También es posible que en esta etapa aparezcan olores y gustos, pero son menos comunes.

            Los fenómenos ópticos suelen ser los más frecuentes. El campo visual tras los párpados cerrados adquiere colorido y animación, y el sujeto puede ver una variedad de formas geométricas y arquitectónicas. Algunos aspectos de dichas experiencias sensoriales pueden obedecer a ciertas características anatómicas y fisiológicas de los órganos sensoriales. Por ejemplo, las visiones geométricas parecen reflejar la arquitectura interna de la retina y otras partes del sistema óptico.

2. Fenómenos entópticos y constantes formales.

            Se ha utilizado el término fenómenos entópticos para referirse a estas sensaciones visuales que surgen de alguna parte dentro del sistema óptico:

Los patrones geométricos entópticos deben ser vistos como indicadores de algún otro proceso selectivo en el trayecto fisiológico, una clase de mancha de Golgi funcional mediante el cual ciertas actividades neuronales son elevadas hasta la conciencia, mientras que la mayoría de las descargas posibles permanecen ignoradas. 1

            Así, las imágenes entópticas son consideradas visualizaciones de la geometría neural 2, siendo los alucinógenos los que inducen las imágenes más vívidas. Son comunes visiones de figuras y patrones geométricos coloridos. Henrich Klüver comenzó, en 1926, una serie de investigaciones sobre la imaginería inducida por mescalina y dividió estos fenómenos entópticos en categorías de formas recurrentes llamadas  constantes formales.

            Basándose  en las constantes formales de Klüver, Lewis-Williams y Pearce 3 describen varios tipos de formas recurrentes: puntos brillantes, figuras circulares grandes y pequeñas,  conjuntos de líneas paralelas, espirales, remolinos, rejas y filigranas, líneas sinuosas, o manchas amorfas.
            Estas categorías no son rígidas: pueden aparecer combinadas, girar, contraerse y transformarse unas en otras. Por ejemplo, una espiral puede adquirir la profundidad de un túnel, o multiplicarse e integrarse con otros objetos en la escena.

            El artículo Geometric Visual Hallucinations. Euclidean symmetry and the functional arquitectura of striate cortex ( Bressloff, Cowan, Golubitsky, Thomas y Wiener) refiere que los patrones de conexión entre retina y córtex visual, o vía retino-cortical, así como dos circuitos neuronales en córtex visual, local y lateral, son los que determinan estas geometrías visuales. Así, los diversos patrones de actividad que emergen espontáneamente cuando el estado de reposo espacialmente uniforme del córtex visual se desestabiliza corresponden a las constantes formales al trasladarlos al campo visual utilizando un mapa retino-cortical4 .

3. Etapas de conciencia intensificada según Lewis-Willians

            Según Lewis-Williams, podríamos diferenciar una etapa 1, donde comienza el estado no ordinario de conciencia mediante el paso de un estado de tipo hipnagógico al inicio de la experimentación de fenómenos entópticos, que tienen lugar dentro del sistema óptico, al margen de estímulos luminosos externos, y producen la percepción de formas geométricas que se alargan y cambian.

            En la etapa 2, el individuo intenta racionalizar, dar sentido a las formas entópticas geométricas, transformándolas en objetos cargados de significado espiritual o emocional, a veces en elementos del estado de ánimo del individuo. Así, imágenes indefinidas como manchas, formaciones de nubes, pliegues de tejidos, follaje de arbustos, pueden convertirse en figuras conocidas, como animales, personas, caras, de acuerdo con la predisposición personal, los aspectos culturales y su influencia en el momento de la experiencia.

            Finalmente, al aproximarse a la etapa 3, la experiencia común es el remolino o  túnel rotativo, que engulle como un torbellino, con luz brillante en el fondo: Al salir del túnel se producen visiones espectaculares en las que todos los sentidos participan y, a veces, se entremezclan. En esta fase, los fenómenos entópticos permanecen a menudo en un segundo plano5 , las formas alcanzan ahora volúmenes de animales, personas y monstruos. Los dos tipos de visiones (geométricas e icónicas) se combinan, se fragmentan y giran, y a mezcla de varias imágenes puede engendrar seres zooantropomórficos (p.ej. cuerpo humano y cabeza de animal)6 . Este tipo de imágenes se han venido repitiendo en culturas de todas las épocas y de todo el mundo.

            Desde tiempos remotos, el ser  humano ha tenido la necesidad de  expresar  el mundo sobrenatural, como  por ejemplo los primeros grabados del chamán en las paredes de las cavernas o las espirales talladas en piedras megalíticas. El ser humano siempre ha tenido la necesidad de expresar tanto su mundo exterior como el interior.

            Lewis-Williams habla de las representaciones visuales desde la antigüedad, como por ejemplo en el arte prehistórico, donde podemos encontrar muchos de los elementos visuales descritos. Así, la interpretación de estas tres etapas que conducen a estados visionarios profundos estaría en el origen de muchas de las pinturas rupestres, explicando la presencia de formas y trazos propios de la primera etapa (fenómenos entópticos) junto a figuras animales e híbridas entre animal y humanas, propias de las tercera etapa.

            Así, en la cueva de Trois Frères en la región del Ariege (Francia), Henri Breuil y Henri Bégouën descubrieron un excepcional conjunto de arte rupestre donde localizaron tres pequeños personajes mitad hombre, mitad animal, pintados o grabados, o en ambas técnicas. Figuras que denominaron como “le sorcier”, o sea, el “hechicero” o “brujo” 7, pero “un hechicero dotado de los más altos poderes mágicos (…) La figuración más completa y esmerada de cuantas se conocen” 8 .

               En la descripción de la figura, Breuil y Berger-Kitchner añaden:

Encontramos también la más curiosa de las representaciones animalístico-antropomórficas de la época glaciar: el mago de Trois Frères que desde una pared del Santuario, a 4 metros de altura sobre el suelo, parece mirar y presidir el número casi infinito de figuras de animales así como las de esos seres medio hombre y medio animal [...] del rostro de un ciervo con barba hasta el pecho destacan unos ojos pequeños y redondos, sus extremidades superiores están levantadas, las piernas ejecutan un paso de danza, se ve claramente el miembro masculino y la cabeza está coronada por una enorme cornamenta de ciervo. Unos trazos negros subrayan las distintas partes del cuerpo, pero el contorno de la figura está grabado. Parece como si para el pintor magdaleniense esta figura hubiese representado el centro de toda su actividad artística. ¿Se trataba del gran espíritu, del rey de los animales, que reinaba sobre la caza y la fecundidad? 9

            Leroi-Gourhan,al referirse a esta figura señala que la “representación híbrida, encontrada y calcada por H. Breuil en la caverna de Trois-Frères, Ariege, Francia, conocida como “Le Sorcier” puede significar, ya un chamán, ya un “señor de los animales”, ya una deidad desconocida.”10 Clottes y Lewis- Williams concuerdan: “La mayor parte de investigadores han interpretado este tipo de figuras como hechiceros disfrazados o vestidos. Algunos los han comparado al dibujo realizado por Wistein de un chamán siberiano.” 11Dibujo que aparece en un raro libro de viajes del siglo XVIII, representando a un chamán siberiano con astas de ciervo, orejas de animal, pies de oso y un vestido de piel 12.

            Clottes y Williams, en su trabajo Los chamanes de la prehistoria, amplían estas opiniones diciendo:

Las imágenes que parecen representar criaturas medio humanas y medio animales, si bien comparativamente escasas, estaban sin lugar a dudas cargadas de sentido. La localización del que se denomina el “hechicero” de Trois-Frères en una posición dominante, en la parte superior del santuario, es especialmente importante […] El contexto general chamánico del arte sugiere otras posibilidades. Se podría tratar de imágenes de chamanes parcialmente transformados en animales, en el transcurso de sus alucinaciones. Podría ser también la representación de un Dios de los animales. Muchas sociedades chamánicas creen en un “Dios de los animales que controla la fauna, vela por su preservación y, bajo ciertas condiciones que implican a menudo ritos propiciatorios, permite a los cazadores matar a los animales. En ambos casos, las imágenes de personajes transformados, que claramente forman parte de un sistema de creencias chamánicas, pertenecen al tercer estadio alucinatorio y al estrato inferior del cosmos chamánico.13
 
               Según Clottes y Lewis-Williams, las cuevas eran los lugares de tránsito que conducían al estrato inferior del cosmos chamánico:

              Las personas que por ellas se arrastraban y caminaban se encontraban rodeadas por este mundo del más allá, de forma que todo –paredes, bóvedas y suelo– significaba alguna cosa. En numerosas sociedades de este tipo, los chamanes visitan el mundo inferior en el transcurso de sus alucinaciones. Durante el Paleolítico superior se trasladaban a él, no sólo durante sus visiones, sino también físicamente, explorando los pasos, las galerías y las salas de las cuevas. 14

            En general para las sociedades ágrafas, la antropología denomina como chamanes a los expertos que se enfrentan directamente con lo sobrenatural 15. Asimismo los antropólogos han preferido ocupar el vocablo chamán para distinguirlo de otros términos como “brujo” o “curandero”, por poseer éstos, tradicionalmente, connotaciones muchas veces peyorativas; “el término está sacado del idioma de la tribu tungus de Siberia”.

            Según Fericgla, “existen procesos cognitivos universales y muy complejos relacionados con los estados modificados de conciencia, esenciales para el desarrollo y comprensión de la vida humana (…) el chamanismo, cualquiera que sea su forma cultural, debería ser entendido como uno de los recursos más universales para acceder a estos espacios que subyacen en nuestra vida psíquica” 16 Y refiere también que “el mundo visionario es usado como recurso adaptativo en el 89% de las sociedades humanas estudiadas”.

4. A modo de conclusión

            En este artículo se pretende señalar el chamanismo como un conjunto de técnicas que, por medio de la inducción de estados de conciencia alterada, permiten a especialistas experimentar el contacto directo con ciertos imaginarios sobrenaturales. Aunque desde una perspectiva chamánica no ha sido mi propósito explicar el arte Paleolítico, la mayoría de las creaciones simbólicas se realizaron según un sistema chamánico de creencias. Hoy en día no podemos conocer los detalles de dichas creencias, lo que proponemos es avanzar hacia la comprensión de su actitud ante lo sobrenatural y sus modos de acercarse al arte.

Referencias bibliográficas

Libros:

H. BÉGOUEN, Quelques nouvelles figurations humaines préhistoriques des grotes de        l'Ariège. Revue antropologique, XXXVI, París, 1926.
H. BREUIL, Quatre cents siècles d’art pariétal, Les cavernes ornées de l’Age du Renne,     Editions Max Forny, París ,1974.
H. BREUIL,  Arte rupestre francocantábrico, Editorial Praxis y Seix y Barral, Barcelona,   1962.
J. CLOTTES y D. LEWIS-WILLIAMS,  Los chamanes de la prehistoria. Ariel, Barcelona, 2001.
J.M. FERICGLA, Los chamanismos a revisión. Editorial Kairós, Barcelona, 2000.
M.J.HARNER, Alucinógenos y chamanismo. Editorial  Labor, Madrid, 1976.
C. LEMAIRE, Rêves éveillés. L´âme sous le scalpel. Ed. Les empêcheurs de penser en rond,         París, 1993.
A. LEROI-GOURHAN, Los cazadores de la prehistoria. Ed.  Orbis, Barcelona, 1986.
D. LEWIS-WILLIAMS, Inside The neolithic mind: Consciousness, cosmos and the realm of the gods. Thames & Hudson, New York, 2005.
J.L. SANCHINDRIÁN, Manual de arte prehistórico. Editorial Ariel, Madrid, 2001.
N.C.WITSEN, Noord en Oost Tartayen,Amsterdam, 1705.

Revistas:

P.C. BRESSLOFF, "What geometric visual hallucinations tell us about the visual cortex".   Neural Computation v.14 n.3, New York, 2002.
Y. FREGNAC, "Neurogeometry and entoptic visions of the functional architecture of the brain".  Journal of Physiology, Paris 97, 2003.
C.W. TYLER, "Some new entoptic phenomena". Vision Res, 1978:18

1 C.W. TYLER, "Some new entoptic phenomena". Vision Research, 18, 1978, pp. 1633-1639.

2 Y. FREGNAC, "Neurogeometry and entoptic visions of the functional architecture of the brain".  Journal of Physiology, 97, 2003, pp. 87-92.

3 D. LEWIS-WILLIAMS, Inside The neolithic mind: Consciousness, cosmos and the realm of the gods. Thames & Hudson, New York, 2005, p. 48.

4   P.C. BRESSLOFF, "What geometric visual hallucinations tell us about the visual cortex". Neural Computation 14, New York, 2002, pp. 473-491.

5 C. LEMAIRE, Rêves éveillés. L´âme sous le scalpel. Ed. Les empêcheurs de penser en rond, París, 1993.

6 J.L. SANCHINDRIÁN, Manual de arte prehistórico. Editorial Ariel, Barcelona, p.348.

7 H. BREUIL, Quatre cents siècles d’art pariétal, Les cavernes ornées de l’Age du Renne, Editions Max Forny, París ,1974, p. 170.

8 H. BÉGOUEN, "Quelques nouvelles figurations humaines préhistoriques des grotes de lÁriège". Revue antropologique, XXXVI, París, 1926, p. 187.

9 H. BREUIL, Arte rupestre francocantábrico, Editorial Praxis y Seix y Barral, Barcelona, 1962, p. 41.

10 A. LEROI-GOURHAN, Los cazadores de la prehistoria" Ed.  Orbis, Barcelona, 1986.

11 J. CLOTTES y D. LEWIS-WILLIAMS,  Los chamanes de la prehistoria. Ariel, Barcelona, 2001, p.88.

12 N.C.WITSEN, Noord en Oost Tartayen,Amsterdam, 1705, p.664.

13 J. CLOTTES y D. LEWIS-WILLIAMS,  Los chamanes de la prehistoria. Ariel, Barcelona, 2001, p.89.

14 Ob. cit., p. 92.

15 M.J.HARNER, Alucinógenos y chamanismo. Editorial  Labor, Madrid, 1976, p. 7.

16   J.M. FERICGLA, Los chamanismos a revisión. Editorial Kairós, Barcelona, 2000, p 190.

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