LOS CEMENTERIOS DE ASUNCIÓN EN LAVALLE, UNA APROXIMACIÓN A SUS CARACTERÍSTICAS ESTÉTICO - SIMBÓLICAS

Verónica Cremaschi (CV)
Rosana Aguerregaray (CV)

Universidad Nacional de Cuyo
vcremashic@mendoza-conicet.gob.ar
raguerregaray@mendoza-conicet.gob.ar


Resumen:

El presente trabajo busca revalorizar las producciones estéticas locales de la zona del secano norte de la provincia de Mendoza (Argentina). Más específicamente nos centraremos en el caso particular de los cementerios rurales del pueblo de Asunción, ubicado en la mencionada área geográfica.
La metodología fenomenológica que se emplea para el análisis de estas producciones, surge a partir de la necesidad de crear una propia teoría sustentada en la praxis y en el análisis de casos estéticos singulares.
Consideramos los cementerios como espacios físicos que condesan distintas prácticas culturales y estéticas, y que tiene relación estrecha con aspectos históricos sociales de las comunidades que los producen.

Palabras clave: Cementerios de Asunción, popular, estético.

Abstract:

The goal of this paper is to reexamine the local aesthetic products in the dry northern region of the Mendoza province in Argentina. Specifically we focus on rural cemeteries of the town of Asunción, located in this geographical area.
The need to create a theory grounded on the praxis and on the analysis of unique aesthetic cases compelled us to use a phenomenological methodology to analyze these products.
We concluded that cemeteries are physical spaces that condense different cultural and aesthetic practices, and that are closely related to historical and social features of the communities that produce them.

Keywords: Cemeteries of Asunción, popular, aesthetic.

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Introducción

El presente artículo se basa en indagaciones que hemos realizo en el marco de un proyecto financiado por la Universidad Nacional de Cuyo. El equipo multidisciplinario de trabajo que lleva a cabo la investigación está conformado por filósofos, arquitectos, diseñadores, artistas plásticos, historiadores del arte y músicos.

El objetivo primordial que perseguimos es encontrar categorías más adecuadas para comprender los fenómenos estéticos locales. Para ello nos hemos centrado  en el estudio de casos particulares situados geográficamente en el departamento de Lavalle (Mendoza), algunos de estos ejemplos se suceden en los pueblos de San Miguel, Asunción, San José, Lagunas del Rosario y Cavadito. El mencionado estudio de casos tiene una fuerte orientación empírica y descriptiva, en la cual el detalle y la particularidad no pueden ser dejados de lado (Sautu, 2005: 80), por lo que esta metodología de análisis se adecua perfectamente para comprender los fenómenos estéticos cuya característica distintiva es la singularidad.    

De esta manera se han analizado entramados singulares densos que incluyen las fiestas populares, la arquitectura religiosa y los cementerios; con el fin de comprender estas producciones desde lo estético-formal en su contexto de desarrollo histórico.

En las sucesivas etapas del proyecto se han estudiado las capillas, que en muchos casos se remontan a la época colonial, las festividades patronales y los camposantos. Estas producciones estéticas se presentan como un rico conjunto de expresiones culturales populares que deben ser comprendidas orgánicamente, ya que se explican mutuamente a partir de sus estrechas relaciones. Todos los años con la conmemoración de las celebraciones en honor a los santos de cada pueblo se realizan rituales en los que la iglesia y la necrópolis cumplen un rol fundamental. 

Partimos de la firme convicción de que las problemáticas estéticas pueden y deben ser abordadas desde su propia naturaleza, ya que si bien se explican por causas histórico- sociales son expresiones humanas valiosas de ser estudiados por sí mismas. Su estudio es imprescindible debido a que transmiten aspectos culturales de las sociedades que les dan origen que no se manifiestan a través de otras producciones.

Para llevar a cabo su abordaje consideramos pertinente emplear una metodología basada en la fenomenología descriptiva, debido a que los hechos estéticos son casos singulares que deben ser estudiados a partir de su materialidad.  

El presente artículo destaca la importancia del estudio de los cementerios de Asunción como un fenómeno en particular, aún cuando se tenga en cuenta que es un caso entre otros con los que comparte ciertos rasgos. La particularización y especificidad del objeto de estudio es el eje del nuestro interés (Sautu, 2005: 80). Es por eso que nuestra labor tiene un alto contenido descriptivo que permite mostrar las complejidades del mismo (Ibíd.). Con estos objetivos implementamos una variedad de estrategias como las entrevistas, la observación y la consulta de documentos.     

El caso de los cementerios de Asunción

El conocer las costumbres funerarias de los pueblos nos permite entender no solo la relación que se establece con la muerte sino una serie de aspectos culturales que tienen que ver con la vida cotidiana del hombre y su entorno social.   

Por este motivo decidimos indagar sobre los hábitos funerarios y la historia del pueblo de Asunción. La localidad cuenta con dos cementerios, ello nos llevó a preguntarnos acerca de las causas de tal singularidad: ¿Por qué se crearon dos cementerios en un poblado tan pequeño?, en el caso de que hubiera una real falta de espacio ¿por qué no expandieron el primero?, entre otras cuestiones.  


Vista área de cementerios y capilla de Asunción

En base de estas primeras preguntas desprendidas del objeto de estudio, nos remitimos a la historia del pueblo de Asunción. El mismo, distante ochenta kilómetros al norte de la capital de Mendoza, se encuentra enclavado en una zona desértica y árida. En 1749 el misionero franciscano fray Marcos de Videla había logrado reunir en las inmediaciones de las Lagunas de Huanacache a distintos grupos aborígenes con el fin de catequizarlos. Para entonces la Junta de Poblaciones de Chile determinó que se formaran los pueblos de Asunción y San Miguel (Maza, 1992: 124).

Actualmente, el pueblo carece de trazado regular, símbolo de lo civilizado, de lo moderno, de lo positivo, de la Mendoza racional y progresista (Ponte, 1999: 84). Aquí la relación con la naturaleza se ha dado de manera espontánea. Se percibe un diálogo sutil del hombre con su entorno inmediato.

Al igual que en el poblado, en ambos cementerios observamos que no se presenta una organización ortogonal o geométrica evidente, al contrario de lo que habitualmente se encuentra en los urbanos, en los que generalmente existe un trazado ordenado y dispuesto a nivel gubernamental. Esta aparente falta de organización se debe a que no hay una intervención municipal en las exhumaciones de los restos de los pobladores, sino que los entierros son administrados por la Iglesia y los familiares. A causa de esta situación, los difuntos son sepultados de acuerdo a los deseos de los deudos, junto a sus seres queridos. Pudimos comprobar esto por medio de las entrevistas realizadas a la casa de velatorios Mangione, que se ocupa de los entierros de la zona, al cura párroco y al personal municipal. 


Cementerio norte

A su vez, no se distinguen claramente diferencias de clases, aparentemente no se busca por medio de las tumbas una distinción social. Dicha diferenciación es muy notoria en los cementerios urbanos y se hace evidente en la riqueza y monumentalidad de algunos mausoleos. Lo que sí puede observarse en estos establecimientos rurales, es que existen diversos tipos de enterratorios, entre los que prevalece el túmulo. También, encontramos bóvedas simples y bóvedas con ermita1 . Estos sepulcros son coronados con  cruces latinas realizadas con diferentes materiales como madera y hierro forjado. Por lo general, en estas últimas hallamos una pequeña construcción para colocar velas al difunto que está realizada en ladrillo y ubicada en la parte posterior de la sepultura.

Podemos apreciar en estos cementerios lo que demarca Martín Barbero como generalidad de las necrópolis populares, una configuración desordenada en la que se destaca el amontonamiento, la multiplicidad de formas y su mezcla compuesta de nichos y de tumbas de todos los tamaños (Martín Barbero, 1981:13).  


Cementerio sur

En cuanto a las ofrendas de las tumbas se destacan las flores de plástico de brillantes y saturados colores como el rojo, azul, amarillo y verde que se encuentran directamente enterradas en los túmulos, en macetas o en botellas con agua. Por lo general, dichas ofrendas se colocan alrededor de la cruz, pero también se disponen a lo largo de la tumba.

Es destacable el importante uso de las botellas de plástico como complemento a las flores. Este ornamento tiene características simbólicas y funcionales simultáneamente. Para definir el mencionado tipo de expresiones estéticas, el equipo de investigación, basándose en estudios de la Dra. Vicente adoptó la categoría de lo sacro- usual. Entendemos por “sacro-usual”, algunas manifestaciones que condensan lo sobre-natural y lo natural, lo sagrado y lo cotidiano. Esta categoría resulta adecuada para analizar producciones estéticas locales, en las que forma y función están íntimamente relacionadas (Vicente, 2011:5).

Ejemplo de objetos que encarnan esta categoría son las botellas antes mencionadas, son productos de origen industrial que fueron fabricadas con fines específicos utilitarios, pero en los cementerios de Asunción, los pobladores las han reutilizado con objetivos distintos para los que fueron creados. Su sentido industrial y de consumo ha sido resignificado debido que se les ha otorgado valor estético y simbólico, por su ubicación: insertada boca abajo en la tierra, y su uso: con flores de plástico en su interior lleno de agua.

Ofrenda: flores de plástico en botellas con agua

 

En este tipo de ofrenda se observa una gran carga simbólica, ya que el agua, en el contexto del secano, tiene connotaciones de un bien preciado debido a su escasez. Además, esto permite que las flores se conserven mejor al ser resguardadas de las inclemencias climáticas. Esta preferencia por el agua también se evidencia en la actitud de los pobladores de regar frecuentemente las tumbas.

El alto grado simbólico que se observa en las prácticas funerarias antes citadas se manifiesta en una tumba en particular, ubicada en el cementerio norte. Esta pertenece a un poblador de Asunción llamado Tiófilo Lucero, fallecido en el año 1986. El sepulcro consiste en una bóveda simple, en la que los particulares depositan sus agradecimientos y ofrendas que en su mayoría son vino y cigarrillos. En forma alegórica se le da de beber al difunto por medio de distintas cavidades que se han practicado en la superficie de la tumba que permiten colocar botellas de vino invertidas cuyo contenido es derramado en el interior. Estos cumplidos nos remiten a las costumbres que el difunto tenía en vida, según los testimonios de los pobladores que lo conocieron.


Bóveda de Tiófilo Lucero

Su fama de milagrero se relaciona con las actividades que Tiófilo desempeñaba en el pueblo, debido a que antes de su muerte era curandero. Las demostraciones que se observan en torno a esta tumba se relacionan con otras prácticas rituales en los que los cultos extraoficiales se vinculan con las necesidades cotidianas de las personas, quienes no acuden a la tumba privada familiar, sino a la de aquellos difuntos que tienen algún poder (Martín Barbero, 1981:14).    

Su tumba presenta la particularidad de estar profusamente decorada con mosaicos realizados con fragmento de cerámicos. La iconografía refiere a los hábitos populares de la región, se identifica un mate, una pava en el fuego, una damajuana y, finalmente, un chivo en el asador y los utensilios para su cocción. 

En la placa puede observarse, realizado con la misma técnica, un hombre a caballo. En ella también existe un retrato del difunto.   

El sepulcro de Tiófilo y su ajuar pueden ser analizados según la categoría de lo mambí- forme. La mencionada categoría, pensada también por la Dra Vicente, conjuga dos palabras: mambí, que hace referencia a los campesinos de Santo Domingo y otras zonas del Caribe que lucharon en la época de la conquista. Mientras que forme nos remite al campo de la plástica (Vicente, 2011: 6).

Los mambises batallaron en contra de los españoles con las herramientas de trabajo que les habían brindado para cultivar la zafra. Estos hechos acontecidos en la época colonial, remiten a la resistencia de los pueblos latinoamericanos frente a los patrones provenientes de Europa, su particularidad reside en que se tomaron elementos del modelo impuesto y los resignificaron (Vicente, 2011: 6).

Retamar Fernández también alude al término mambí para destacar que un vocablo con intenciones ofensivas, designado por el opresor, puede ser resignificado por el oprimido y su valor negativo puede ser transformado en valor positivo:

Nos llaman mambí, nos llaman negro para ofendernos, pero nosotros reclamamos          con un timbre de gloria el honor de considerarnos hijos de mambí, descendientes de   negro alzado, cimarrón independentista […]” (Retamar Fernández, 2004:37)

Es así que lo “mambí-forme” alude a las formas estéticas de resistencia, que no siguen los ejemplos externos de forma pasiva, sino que, si bien utilizan el lenguaje (entendemos el formal como un tipo de lenguaje) impuesto, este es resignificado, reorientado voluntariamente con fines específicos.

Por lo tanto, dicha categoría es utilizada para revalorizar los productos que adoptan los patrones impuestos pero que a su vez, los desvían, lo que lleva a una resolución de la forma diferente de lo establecido. Ejemplo de ello es el sepulcro de Tiófilo, en el que se ve claramente la impronta de lo popular, ya que se tomó un modelo de tumba europeo pero fue resignificado a partir del empleo de elementos que son propios del lugar. Una evidencia de lo citado sería la utilización de cerámicos, que si bien son de origen industrial, son usados con fines expresivos con fuerte sello popular. Con la iconografía sucede lo mismo, si bien el mosaico es una técnica foránea, se han representado elementos locales.
  
Otra de las costumbres populares que se diferencia del modelo Europeo, son las prácticas relacionadas con la celebración de la misa en honor al difunto. La misma se realiza un mes después del fallecimiento debido a cuestiones pragmáticas: la distancia que separa el pueblo de la Capital no permite que el cura llegue a tiempo para el velorio. Luego de la celebración, los familiares realizan una comida en el puesto. Es parte de la tradición otorgarle al fallecido en forma de ofrenda un plato de chivo, comida que se sirve para la ocasión. El alimento es colocado en un pequeño altar construido por los deudos el día del acontecimiento.     

Conclusiones

A partir de los indicios que presentan los casos de los cementerios de Asunción y en base a las entrevistas realizadas, pudimos comprobar que en la comunidad se ha mantenido un fuerte arraigo religioso. Esta afirmación la realizamos luego de la observación y análisis de distintos elementos que se relacionan con las prácticas funerarias, como es el caso de la ubicación de los cementerios, del vínculo de los familiares con las tumbas, y por último, de las celebraciones mortuorias que afloran en conmemoración de los difuntos.

Si bien Foucault define que los cementerios modernos son lugares heterotópicos debido a que constituyen “la otra ciudad, donde cada familia posee su negra morada” (Foucault, 1984: 4), observamos en Asunción una relación que une estrechamente a la ciudad y al cementerio, a la vida con la muerte.

Dicho vínculo es destacado por Ariès durante el periodo que abarca desde el siglo V al XVIII, en el que se observa la penetración de los cementerios en las ciudades y pueblos europeos (Ariès, 2011: 41). Esto sucede en Asunción ya que fue fundada como una reducción del secano en la época de la conquista, en la que pueblo, cementerio e iglesia funcionaban como una unidad orgánica. Este rasgo unitario ha perdurado hasta la actualidad debido a la lentitud en la introducción de políticas “progresistas” y “higienistas” en sentido “moderno”. La relación orgánica entre pueblo, cementerio e iglesia se vislumbra a partir de la historia de Asunción, ejemplo de ello es que en el espacio que ocupa el cementerio sur existía una capilla que fue destruida por una crecida del río Mendoza. Por lo que los pobladores del lugar ocuparon el predio que poseía una fuerte carga simbólica y religiosa para habilitar el segundo cementerio.

Si comprendemos que el espacio habitado es una simbolización espontanea del espacio social (Bourdieu, 2000: 120), podremos observar que la relación cercana de la vida con la muerte queda representada en el territorio del pueblo, debido a que los camposantos no se encuentran alejados de los centros habitados, sino que éstos están integrados a la trama. Dicha proximidad también queda de manifiesto en la actitud de los deudos. A diferencia de lo que sucede en los cementerios de las ciudades, en los que las demostraciones al difunto tiene un carácter más solemne, se percibe una actitud más familiar y cotidiana, que se demuestra a través del cuidado y de las fiestas en conmemoración del difunto. Martín Barbero ha observado esta relación cotidiana en un ejemplo colombiano, en que al igual que los cementerios de Asunción no hay compartimentos ni separaciones entre la vida y la “otra vida”, sino que existe juntura y atravesamiento de ambas dimensiones (Martín Barbero, 1981: 16).

Esta actitud familiar y afectiva se materializa a través de las distintas ofrendas, que a diferencia de los exvotos de las ciudades, están más relacionadas con objetos que forman parte de la vida diaria. Es por esta situación que predomina entre los elementos mencionados la categoría de lo mambí- forme y de lo sacro- usual que se han descripto anteriormente y que responden al gusto popular.   

Por lo expuesto hasta aquí, es de suma importancia el estudio de los cementerios debido a que forman parte del tramado cultural y son  exponentes de las diversas idiosincrasias de las sociedades. Se agrega a su importancia cultural su trascendencia a nivel estético debido a que suceden dentro de sus fronteras distintos fenómenos estético- formales que expresan el gusto popular y que no tiene lugar en otros ámbitos. En este sentido, Martín Barbero, destaca las necrópolis como espacios propicios para crear discursos propios de lo subalterno, debido a que en ellos se condesan prácticas trascedentes que remiten al imaginario y a la memoria colectiva (Martín Barbero, 1981: 3).  

Consideramos importante destacar que las producciones estéticas analizadas son valiosas por la trascendencia que tienen en el plano simbólico y cultural. Es por ellos que es inviable la aplicación de parámetros estéticos europeos para interpretarlas, debido a que las categorías del viejo mundo se centran mayormente en los aspectos materiales perdurables y formales de las obras artísticas descuidando, en muchos casos, su impacto cultural.

Por ello y para concluir, consideramos imprescindible analizar las producciones estéticas locales en sus contextos de producción, circulación y consumo, debido a que comprenderlas en situación les restituye la importancia cultural que está implicada en su  naturaleza. Así mismo hemos pretendido demostrar que es necesaria y factible la aplicación de nuevas categorías que se ajusten a la problemáticas estéticas propias.

Bibliografía

Ariès, P. (2011). El hombre ante la muerte. Bs. As.: Taurus.
Bourdieu, P. (2000). Efectos de lugar. En Bourdieu, La miseria del mundo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Fernández Retamar, R. (2004) Todo Calibán. Buenos Aires, CLACSO.
Foucault, M. (1984). De los espacio otros "Des espaces autres". Architecture, Mouvement, Continuité (5). En: http://yoochel.org/wp-content/uploads/2011/03/foucalt_de-los-espacios-otros.pdf. (s.f.).
Martín Barbero, Jesús (1981). “Prácticas de comunicación en la cultura popular: mercados, plazas, cementerios y espacios de ocio”. En: Simpson M.: Comunicación alternativa y cambio social. UNAM. México. Disponible en: www.mediaciones.net
Maza, J. (1992). Toponimia, tradiciones y leyendas mendocinas. Buenos Aires: Fundación Banco de Boston.
Ponte, J. (1999). La fragilidad de la memoria. Representaciones, prensa y poder de una ciudad latinoamericana en tiempos del modernismo. Mendoza 1885/1910. Mendoza: Fundación CRYCIT.
Vicente, S. (2011). El valor estético de las mal llamadas artesanías en América Latina. En: http://congresobicentenario.webuda.com/files/mesa14_vicente.pdf.

1  Bóveda con ermita: el término fue acuñado por el grupo de investigación, debido a que no encontramos una categoría que pudiéramos utilizar para definir este tipo de tumba. Por ello planteamos este nombre que conjuga dos términos: bóveda y ermita. La bóveda se define como el  “lugar en que está enterrado un cadáver”. Mientras que por  ermita entendemos: “Capilla o santuario, generalmente pequeño, situado por lo común en un despoblado y que no suele tener culto permanente”.

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