MANU MARZÁN. EL ARTISTA Y LOS DESEOS UNIVERSALES
RESUMEN:
Manuel Marzán Hernández es un artista, pintor y diseñador que ha desarrollado su carrera creativa en la isla de La Palma (España). Formado en la Facultad de Bellas Artes de La Laguna, su obra pictórica es principalmente figurativa y varía entre temáticas populares y escenas de una realidad idealizada. La revista ASRI entrevista a este prolífico artista, quien atesora una gran y dilatada trayectoria. Y asumiendo que el arte es con frecuencia algo inefable, una expresión de lo que no se puede formular con palabras, nos adentramos en la filosofía y el espíritu que hay detrás de sus populares imágenes.
Palabras clave:
Pintura, valores, conciencia, exposiciones, mercado.
ABSTRACT:
Manuel Marzán Hernández is an artist, painter and designer who has developed his career in La Palma Island (Spain). Educated in the Faculty of Fine Arts of La Laguna, his pictorial work is mostly figurative and it varies between popular themes and scenes from an idealized reality. The journal ASRI interviews this prolific artist who has developed an important and extensive career. Assuming that art is frequently something ineffable, an expression of what it is not possible to articulate with words, we go into the philosophy and spirit behind the popular pictures by Manu Marzán.
Keywords:
Painting, values, consciousness, exhibitions, art market.
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Para empezar la pregunta clásica, que no por ello deja de ser muy reveladora: ¿Cuándo empezaste a desarrollar tu obra plástica?
Desde pequeño me veía en un futuro tras una mesa de dibujo, rodeado de lápices, rotuladores y papeles donde crear algo. Desde las primeras caricaturas a los profesores a matricularme en Bellas Artes, hacía dibujos con “Rotring” (estilógrafo de tinta) y lápices de colores. Mi familia también me motivaba, pues tanto mi padre, que me traía planos en papel vegetal para que los trazara a tinta, como mi madre o hermanos, siempre estuvieron próximos a la creación plástica y compartíamos esa afición.
Bellas Artes me dio una base técnica, pero también tuvo un aspecto preocupante en el sentido de dejarme sin una cierta inocencia o ingenuidad al enfrentarme a un nuevo tema, ya que la autocrítica academicista siempre es muy dura. Eso me creaba tensiones e incertidumbre. Hubo de pasar tiempo para volver a crear sin miedo a la propia autocrítica "oficial" y volver a la libertad interior, pero habiendo asimilado también unas técnicas esenciales, por lo que agradezco mucho el aprendizaje de la Facultad.
En Madrid empecé profesionalmente a trabajar con 22 años, como diseñador gráfico y realizando algunas ilustraciones cuando se daba la ocasión Fueron años de mucho trabajo y experiencias y me dieron cierta soltura y atrevimiento ante el papel en blanco.
Muchos consideran que arte tiene un fuerte componente de espiritualidad, que se trata de una actividad que esconde misterios trascendentes. ¿Cuál es tu visión subjetiva del arte?
En mi opinión, el arte es algo muy difícil de explicar pero muy fácil de comprender. Todos nos relacionamos con el exterior de alguna manera. El arte es la manera más o menos acertada de producir una respuesta en el espíritu de otros. A veces la respuesta es debido a su sensibilidad estética, pero no siempre tiene que ser así. No creo que sea patrimonio de unos pocos, sino todo lo contrario. Todos llevamos un creador que busca expresarse desde nuestro interior. Mucha gente dice: "yo es que no entiendo de arte" o "Es que nunca se me ha dado bien el dibujo, o la pintura, o la música" Estos prejuicios son los que nos alejan de algo que es innato en todos los seres humanos, y es la capacidad de crear, de transformar elementos para crear algo nuevo, ya sean colores, textos o notas musicales para producir emociones o sensaciones. Una alfombra puede ser un objeto de arte, aunque su fin último sea permanecer en el suelo para ser pisada. No hay límites en la creación. Hay un pensamiento generalizado de que el arte sólo es comprendido o generado por pocas personas "sensibles y poco comunes", y por eso aparecen la vanidad y el deseo de ser especiales con respecto al resto de mortales que a veces ha caracterizado a algunos artistas, que necesitan del excentricismo y la extravagancia, pero en definitiva nadie debe ser ajeno al arte, pues es una expresión innata en el ser humano que debe surgir de la sencillez, la humildad y la sorpresa por todo lo que nos ofrece el mundo que habitamos. El estudio de las disciplinas artísticas debería ser una asignatura obligatoria desde la infancia, ya que sería muy enriquecedora, pues enseña a vivir y a ver el mundo desde otros ojos, a jugar con la realidad establecida, a cuestionar y valorar nuestros sentidos otorgando la capacidad de hacer grande nuestro espíritu.
En tus piezas se aprecia un contraste entre temas costumbristas y otros de espíritu crítico, como aquellos de la serie Sinsentido común. ¿A la hora de pintar cuál es tu preferencia temática?
Me fascinan todas las temáticas posibles y me gustaría enfrentarlas con el tiempo a cada una: El desnudo, bodegones, paisaje, el mar… pero los detalles de la arquitectura tradicional y la luz de la isla me han hecho fijar mi atención en temas costumbristas de la ciudad de Santa Cruz de La Palma, por mi proximidad y mi pasada residencia allí. Sin embargo, hay emociones que me han empujado a nuevas obras como son: la conciencia de un mundo más amable con el entorno, la búsqueda del amor, el sentimiento de la soledad, la frialdad de las grandes ciudades, el hostigamiento de las grandes industrias, la nostalgia hacia el entorno rural que se perdió buscando nuevas oportunidades en la ciudad, etc.… Por todo ello surgieron como sin querer, a través de pequeñas ensoñaciones, las series "Sinsentido Común" y "Un Mundo Maravilloso" ilustraciones imaginarias de un mundo que poco a poco se va separando de la pureza y la inocencia innata en cada uno, pero con un cierto toque de humor o ironía que nos recuerdan que siempre hay esperanza.
En cualquier caso, ya se trate de parajes bucólicos o escenas del post-Armagedón, tu estilo resulta realmente definible. Es probable que muchos sepamos reconocer fácilmente sin ver la firma un cuadro de Manu Marzán. ¿Cómo has ido definiéndolo? ¿Has probado diferentes improntas hasta llegar a encontrar tu estilo natural?
He intentado cultivar siempre una parte autodidacta. Reflejar el mundo tal como surge de mi interior. La perspectiva aparece como subjetiva. Hay espacios imposibles, edificios absurdos, etc. En todo momento busco la forma de resolverlo buscando en lo que considero paisajes interiores, que por supuesto, son también aprendidos y están en el subconsciente. En este sentido hay algo de surrealismo y hasta de ingenuismo. Quizás no se pueda hablar de haber conseguido un estilo, sino que ese “estilo” es de la única forma que sé hacerlo, al menos de momento, no busco otras formas o improntas, como tú bien las denominas. El trabajo figurativo ha sido constante. No he llegado nunca a desarrollar la abstracción, salvo algunos juegos con espátula, de forma aleatoria, llamados divertimentos. Hago lo que puedo con mi bagaje personal y avanzo con la esperanza de seguir evolucionando pues es mucho lo que queda por aprender.
En oposición a las escenas de rincones de la isla, que obviamente parten de la realidad cotidiana, por su carga de imaginación resulta muy sugestiva la serie Un mundo maravilloso ¿Qué procesos sigues para idear estas obras?
Parto de unos primeros bocetos que posteriormente voy ampliando y perfilando hasta un trabajo a línea final. En segundo lugar digitalizo la imagen para ser coloreada con el ordenador. Este tipo de trabajo me ofrece la posibilidad de hacer cambios inmediatos, buscando tonos, etc. Pero el trabajo de ordenador puede resultar muy frío, por lo que intento emular el trabajo tal como lo haría con pinceles reales. De esta manera, elijo “pinceles virtuales”, con formas planas, de distintos tamaños, cambio las direcciones de los trazos, evito duplicar elementos o rellenar amplias zonas sin que haya matices, tal como podría hacerse en un trabajo convencional de pintura. De esta forma tengo un original electrónico que puedo reproducir, para posteriormente firmar y numerar, facilitando la compra más asequible para el público en general y evitar la posibilidad de limitar la obra a un solo original muy difícil de vender, dada la cantidad de horas y trabajo que supone.
Las series Sin sentido común y Un mundo maravilloso dan la impresión de ser un llamado a la conciencia global, en defensa de la naturaleza, el pacifismo, valores humanos y deseos universales. A la vez, parecen manifestar una crítica hacia esta sociedad cada vez más tecnificada. ¿Podrías hablarnos sobre la filosofía detrás de estas series?
Somos una sociedad con muchas preocupaciones pero con pocos problemas. Utilizamos el mundo como si nos perteneciera, sin pensar en lo que quedará para nuestros hijos o nietos. Explotamos los recursos naturales para satisfacer caprichos que desechamos al poco tiempo, generando desechos y residuos que harán mucho daño durante mucho tiempo. Utilizamos tecnologías muy caras para nuestro ocio, sólo para “matar el tiempo” (y desgraciadamente podemos llegar a conseguirlo) enviando fotos de nuestro plato de macarrones o un chiste viejísimo, sin pensar en las causas y consecuencias de la utilización de tanto dispositivo electrónico, fabricado en países que no respetan derechos laborales, niños que buscan en vertederos lo que para nosotros fue sólo un juguete temporal.
Es un mundo loco, es un mundo “Sin Sentido Común”. Pero no se puede transmitir un mensaje sin dejar una puerta abierta a la esperanza y a la sonrisa. Podemos cambiarlo. La filosofía de este trabajo es que podamos ver que podemos cambiar de actitud y utilizar con sensatez estos recursos que nos da el planeta, dañándolo lo menos posible. Lo intento decir con imágenes, porque no me sale de otra forma.
Una idea interesante es la de las reproducciones sobre lienzo. Realizas una serie limitada y numerada de impresiones, del mismo modo que una edición de grabado. En realidad se trata de imágenes digitales elaboradas con Photoshop. ¿Se trata de un proceso muy laborioso? ¿Tienen entre el público tanta aceptación como una obra original?
Sobre cuadros originales al óleo o acrílico, realizo una fotografía para después encargar en impresión de gran formato las reproducciones (25 copias por cada original) Este sistema ofrece la posibilidad al público en general poder disponer de una obra que desea poseer, pero que no resulta tan cara como un original, pero al estar numerada limita en cierta forma la posibilidad de masificar esta imagen, estimulándome a crear nuevas imágenes.
La otra vertiente es crear la propia imagen desde el ordenador, como las series de ilustraciones “Sinsentido Común” y “Un Mundo Maravilloso” que hemos mencionado, utilizando PhotoShop para obtenerlas. Este proceso es mucho más laborioso. En este caso, al no tratarse de una fotografía, me permite poder reproducirlas a un tamaño mucho mayor, al trabajar con resoluciones muy altas, que no permite una fotografía convencional.
De la serie Sinsentido común y Un Mundo Maravilloso
Resulta muy llamativa la utilización que haces de las redes sociales para dar a conocer tus trabajos. Llama la atención la promoción en Facebook del sorteo de un cuadro acorde a la lotería de la ONCE. ¿De dónde surge y qué tal ha resultado esta iniciativa?
Las redes sociales son una buena forma de establecer contacto con mucha gente y recibir comentarios, críticas y apreciaciones distintas sobre mi trabajo, dándome a conocer. El sorteo es un regalo que ofrezco a todos aquellos que desean agregarse a mi lista de contactos y mantener activo este perfil. Se realiza el último día laborable de cada mes. Es muy divertido este evento, pues hay interacción con personas desconocidas a nivel personal, pero que terminan siendo entrañables. El último premio le correspondió a un trabajador de una carpintería. Le acerqué personalmente la reproducción en tela a su lugar de trabajo, y fue muy positivo conocer en persona a un contacto virtual del Facebook y compartir este momento.
¿Qué funciona mejor? ¿La comercialización en exposiciones, en mercados o la venta a través de tu página web?
Las exposiciones a mi me han funcionado mejor, pues el público que asiste entra en la Sala con cierta actitud receptiva, de manera muy diferente que en un mercadillo, al que se suele asistir con la idea de comprar artículos de consumo más económico. Es una lástima que en La Palma no haya muchos espacios expositivos para los artistas en general, pues hay un buen número de creadores de gran calidad deseando poder exponer su obra y encuentran muchas dificultades para ello. La página web también ha dado buenos resultados de forma puntual y me parece una estupenda manera de dar a conocer el trabajo.
Por otra parte, eres un artista comprometido con movimientos de conciencia social, por ejemplo el 15M. ¿Podrías comentarnos tus ideas al respecto y las acciones que has ido desarrollando? ¿Cómo el arte puede cambiar el mundo?
El 15M -con sus propios errores y aspectos que corregir, desde mi punto de vista- es el aspecto más visible de una sociedad que ya no desea que el dinero y la riqueza sean los fines últimos para los que haya que sacrificar derechos que se han conseguido después de mucho esfuerzo. Cuando ves que la codicia financiera ha creado una crisis que deben pagar las familias, culpándolas de vivir por encima de sus posibilidades, habiendo sido los bancos los encargados de crear esta falsa realidad, especulando irresponsablemente con el dinero que se les dio. Cuando ves que se recortan los sueldos, se eliminan pagas extras, se suben impuestos para satisfacer “a los mercados” como si fueran estos mercados unos “dioses” a los que tenemos que sacrificar nuestros propios alimentos. Mercados constituidos por muy pocas personas sumamente ricas que desean seguir engrosando sus millonarias cuentas, cuando ves todo esto, sigues comprobando el “Sinsentido” de este mundo nuestro y como es normal, sales también a la calle, junto con centenares de personas a gritar “Yo no soy anti-sistema, es el sistema que es “anti-yo”
El arte puede cambiar el mundo si el mundo desea cambiar. Cada vez son más las personas que desean otro paradigma, otras prioridades en el vivir de cada día. Creo que los artistas deben tomar nota y ser la expresión de una nueva conciencia en la medida que puedan expresarlo, y si no lo hacen, tampoco importa demasiado. Lo que tenga que ser, será. Si el arte ayuda para este cambio de la conciencia social, que sea bienvenido.
Muchas gracias por la entrevista y mucha suerte con los proyectos.
La Palma – Lisboa, 25 de noviembre de 2012
Contacto:
www.manumarzan.com
manu@manumarzan.com