LITERATURA Y REVOLUCIÓN: RELATO DE NACIÓN DESDE EL EXILIO CUBANO

Alejandra Guijo Bermejo


Resumen:

En la presente investigación se analiza cómo se construye la nación cubana en la novela Antes que anochezca escrita por Reinaldo Arenas, cuya vida y obra estuvieron atravesadas por el exilio y la censura durante los años de la Revolución. El abordaje se realiza desde un enfoque hermenéutico soportado en la teoría poscolonial sobre la nación y el nacionalismo, que permite entender esta obra bajo la idea de un relato transgresor, teniendo en cuenta el lugar de enunciación del autor.

Palabras clave: Ostracismo, nación, exilio, censura literaria y Revolución cubana.

Abstract:

This research analizes how the Cuban nation is built in the novel Antes de que anochezca writen by Reinaldo Arenas, whose life and work were traversed by the exile and the censorship during the Revolution. The focusing is made from a hermeneutic approach supported in the post-colonial theories about nation and nationalism, that allows the understanding of the work under the idea of a transgressive discourse, taking into account the author's place of enunciation.

Keywords: Ostracism, nation, exile, literary censorship and the Cuban Revolution.

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Introducción

A partir del triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959, se buscó acabar con el poder que había gobernado por varias décadas el país e iniciar un nuevo modelo político nacionalista que cambiara sus dinámicas. Esto redundó en un cambio drástico en la política exterior cubana y la interacción con las potencias hegemónicas de la época en el contexto de la Guerra Fría. La relación con el gobierno estadunidense se tornó hostil, debido a que los intereses económicos de este país se estaban viendo afectados, mientras que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se convirtió en un gran socio comercial y político, llevando a que el gobierno cubano sufriera una inflexión hacia el socialismo, lo que implicaba acabar con los valores capitalistas. En abril de 1961, Fidel Castro declaró que el país estaba bajo las ideas de una revolución socialista, que se oponía a Estados Unidos y a sus intereses, mientras daba el discurso de honras fúnebres de las víctimas de los diferentes ataques realizados en 1961 por los estadunidenses1 .

El discurso de nación que se construye por parte del Estado cubano a partir de la Revolución puede analizarse en las alocuciones realizadas por Fidel Castro. En éstas se evidencia cómo se construye un relato nacional desde la dicotomía, haciendo alusión a la mencionada fractura de la relación entre Cuba y Estados Unidos y al fortalecimiento de los lazos con la URSS. Por lo tanto, se comenzó a censurar la voz de los intelectuales que se oponían al nuevo gobierno relatando otros discursos de nación, quienes no necesariamente hacían parte de la élite del país, ni respaldaban los intereses estadounidenses, algunos simplemente no estaban de acuerdo con las estrategias que estaba implementando el castrismo.

A partir de ese momento, los intelectuales cubanos que querían permanecer en el país tuvieron que limitarse a publicar lo que el gobierno les permitía, siendo obligados de alguna manera a hablar a favor de la Revolución cubana si querían tener visibilidad. Lo anterior llevó a que muchos de ellos decidieran escoger el exilio como la mejor opción para poder publicar libremente sus ideas. De esta manera, varios artistas y escritores disidentes que permanecieron en la Isla, por su vocación y críticas al gobierno, fueron víctimas de la censura y del ostracismo.

Con base en los elementos anteriores, en este trabajo se analiza cómo se construyó el relato nación, atravesado por la experiencia de la censura y el exilio en la obra Antes que anochezca del escritor Reinaldo Arenas. Para esto se va a tener en cuenta el marco teórico del enfoque poscolonial que explica que los discursos nacionales no son homogéneos. Por el contrario, este enfoque establece que el término nación está en disputa y abre la posibilidad de estudiar las posiciones subalternas de autores que se encuentran en las márgenes del discurso como es el caso de Arenas, quien buscaba desnaturalizar los elementos del relato estatal.

El concepto de nación, al igual que otros términos estudiados desde el enfoque poscolonial, no se puede entender como una realidad inherente, ya que es una idea construida por el hombre a través de ciertas configuraciones de poder y de dominación2 . Por esta razón, la nación cubana es un concepto pensado para perseguir ciertos intereses que se enmarcan dentro de lo político, llevando a que se presenten relaciones de subordinación, en este caso entre el gobierno y los intelectuales disidentes que se encuentran en las márgenes del relato tradicional.

Lugar de enunciación

Reinaldo Arenas, autor de Antes que anochezca, es un escritor cubano nacido en el año 1943 en Aguas Claras. Sus primeros años los vivió en el campo, junto a su numerosa familia, pasando graves necesidades, debido a que contaban con pocos recursos económicos. A pesar de que su familia no era simpatizante de las ideas de izquierda, decidió unirse a las guerrillas revolucionarias de Fidel Castro en su juventud, pero con el paso de los años fue desilusionándose de la Revolución cubana. Arenas empezó a escribir novelas en la década de los sesenta, y en ellas reflejaba su descontento frente al gobierno castrista, mientras vivía en carne propia los cambios que se dieron en las primeras tres décadas de la Revolución, respaldados por la URSS.

Arenas escribió múltiples novelas, cuentos y poemas de resonancia internacional como Celestino antes del alba (1967), El mundo alucinante (1969), El palacio de las blanquísimas mofetas (1980), Otra vez el mar (1982), El portero (1987). Sin embargo, es su autobiografía Antes que anochezca la que mayor impacto y acogida ha tenido en el ámbito literario y político, debido a sus relatos descarnados y a sus experiencias hiperrealistas en las que expone con crudeza muchas críticas a la Revolución cubana, construyendo una idea de nación antagónica al régimen.

La crítica constante al castrismo a través de sus libros llevó a que se prohibiera la publicación de la mayoría de ellos en Cuba. A pesar de lo anterior, Arenas logró de forma clandestina que sus novelas fueran publicadas en el extranjero y le trajeran un gran reconocimiento internacional, mientras que él era víctima de la violación a la libertad de expresión y del maltrato por su condición homosexual durante la década del setenta.

Aunque no contaba con el permiso que exigía el gobierno para viajar fuera del país, Reinaldo Arenas logró exiliarse en Estados Unidos a través del éxodo del Mariel en el año 1980. En un principio llegó a la ciudad de Miami, pero tiempo después se radicó de forma permanente en Nueva York. Allí pasó sus últimos años, terminó de escribir Antes que anochezca, su autobiografíay se suicidó el 7 de diciembre de 1990, cuando estaba en la fase terminal de sida.

Es importante conocer la posición desde la que escribe Reinaldo Arenas, ya que en esta investigación se tiene en cuenta el enfoque del conocimiento situado, que nos permite pensar al escritor desde su experiencia, construyendo un discurso específico de nación cubana en su relato. Este concepto es trabajado por la autora feminista Donna Haraway, quien explica que hay interpretaciones distintas frente a un término, dependiendo del lugar de enunciación, lo que cuestiona la idea de objetividad en el método científico3 . Esto quiere decir que los relatos de nación son heterogéneos porque los sujetos que los construyen no ocupan el mismo en un régimen político, ni en los diferentes contextos en los que se relacionan.

En primer lugar, Arenas nació antes del inicio de la Revolución cubana, conoció el país durante la dictadura de Fulgencio Batista y es consciente de la situación que se vivía en aquel momento. A pesar de esto, al vivir los cambios que se dieron con la llegada del castrismo al poder, reconoce que éste trajo graves consecuencias para el pueblo cubano que se evidencian a lo largo de la obra.

Por otro lado, es un escritor víctima del ostracismo y conoció desde el interior las terribles formas en las que el castrismo atacó la cultura disidente durante las tres primeras décadas de Revolución cubana. Además, fue un cubano que vivió el exilio, incluso antes de salir de la Isla ya que, al ser un escritor censurado y discriminado por su postura política e identidad sexual, estuvo al margen de la sociedad, hasta el punto de haber sido encarcelado en la prisión del Morro por su conducta antirrevolucionaria.

En este caso el término exilio se puede estudiar desde el enfoque poscolonial trabajado en el texto Speaking the language of the Exile: Dissident thought in International Studies de Ashley Richard y R.B.J Walker, que explica que existen distintos tipos de exilios más allá del territorial, debido a que este concepto también puede estar ligado a otros factores como la política, la identidad, el lenguaje y el sexo. El texto se centra en que algunas personas viven en las márgenes por la ambigüedad de los términos modernos, ya que no caben del todo en su clasificación y esto los lleva a sentirse exiliados dentro de los contextos en los que se encuentran, a pesar de compartir el mismo espacio físico4 . De esta manera, las representaciones de los sujetos y sus discursos de nación nacen como forma de resistencia, o línea de fuga, de aquellos poderes que se ejercen sobre ellos y los subyugan.

La experiencia de Reinaldo Arenas permite entender la posición disidente desde la que escribe, mostrando por qué su discurso de nación se opone al que establece el gobierno. Esto se evidencia en Antes que anochezca, ya que, a pesar de que cuenta con elementos tanto ficcionales como reales, es una obra autobiográfica que muestra los momentos de mayor relevancia en su vida, pero también los hechos históricos que marcaron la historia del pueblo cubano hasta finales de la década de los años ochenta. De esta manera, se exponen los rasgos de una nación heterogénea en la que los diferentes relatos se encuentran en disputa por los distintos lugares de enunciación.

Por lo tanto, como plantea Edward Said, no existe un método que permita aislar las experiencias de la persona, su posición social o su condición de miembro de la sociedad de los trabajos que realiza5 . Es decir, que en la producción de conocimiento lo que se estudia no es ajeno al sujeto y lo que se dice sobre un tema específico está mediado por las experiencias de la persona, como sucede en la autobiografía de Arenas, donde se construye un relato de nación atravesado por sus experiencias personales, enfrentándose al discurso oficial de la Revolución cubana.

Transformación del espacio nacional

La construcción del relato de nación que se da en la novela Antes que anochezca propone una ruptura espacial y temporal a partir del inicio de la Revolución castrista en 1959. En un principio, Arenas describe los primeros años de su vida en la zona rural de Cuba, que está marcada por una relación estrecha con la naturaleza; allí se hacen evidentes los rasgos de una nación que históricamente ve la agricultura como un medio de subsistencia. De hecho, plantea que recoger la cosecha era una ceremonia en la que no sólo participaban todos los miembros de la familia, sino incluso de la comunidad.

Otra ceremonia, otra plenitud que marcó mi infancia, fue la recogida de cosecha. Mi abuelo cosechaba, sobre todo maíz… Una noche se invitaba al vecindario para el deshoje y desgrane del maíz; era otra fiesta. Enormes telones cubrían el piso; yo me revolcaba en ellos como si estuviera en la playa, que por entonces aún no había visitado6 .

Además, se hacen evidentes las creencias ancestrales que hay en el campo, es común encontrar prácticas de espiritismo que persisten desde hace varios siglos y que incluso perduran tras los intentos de evangelización colonial. El autor reúne estas características en el personaje de la abuela, quien además de tener una creencia arraigada en Dios, conoce las propiedades curativas de los diferentes productos naturales para hacer curaciones y erradicar enfermedades, lo que muestra los rasgos de una comunidad que está fuertemente marcada por la relación con el medio ambiente.

A pesar de los diferentes problemas que impactaron la vida de Arenas durante sus primeros años, cuando vivía en el campo, por el aislamiento y la pobreza, el autor narra que fue en ese espacio -a finales de la década de los cuarenta y comienzos de los cincuenta- donde experimentó los momentos de mayor paz, serenidad y tranquilidad. Con lo anterior, Arenas denuncia la ruptura del tiempo de la nación desde el inicio de la Revolución, suceso simultáneo a su salida del campo y su llegada a Holguín, ciudad cubana a la que arribó dejando atrás la libertad que conoció en el mundo rural.

El autor establece que a partir de este momento se dio una ruptura temporal y espacial en el imaginario de nación frente a la concepción sobre el campo. A raíz de los cambios económicos que se plantearon en el sistema de la producción del país, que buscaban eliminar la propiedad privada, el trabajo de la tierra dejó de ser visto como algo voluntario para empezar a ser controlado por el gobierno y supervisado por técnicos soviéticos. Esto llevó a que el pueblo dejara de pensar la tierra como un espacio mágico que le brindaba los bienes para subsistir y que se conformaran latifundios que podían ser controlados por el poder Estatal.

Además, en el relato de Arenas se evidencia que el trabajo de la tierra, especialmente en las plantaciones de caña, se convirtió en la forma de castigar a quienes tenían comportamientos inadecuados ante los ojos del gobierno. En Cuba se crearon en 1965 los centros de Unidad Ayuda Militar, donde se pretendía reformar a disidentes, homosexuales y criminales. Con la institucionalización de estos centros (que el autor llama campos de concentración) cambió la concepción sobre los espacios rurales nacionales, quedó atrás la idea del campo que Arenas narraba cuando se refería a su niñez, como un lugar de libertad, paz y tranquilidad.

Se acercaba la zafra y aquellos hombres vitales y melenudos, que todavía osaban pasearse por las calles, fueron todos arrastrados, como antaño los indios y los negros esclavos, a las plantaciones azucareras. Era el fin de una época clandestina y perentoria, pero aún cargada de creatividad, erotismo, lucidez y belleza7 .

Por lo tanto, la temporalidad en el discurso de nación de Antes que anochezca describe un sentimiento de nostalgia hacia el pasado de la vida de Arenas, momento en el que el autor tuvo la oportunidad de vivir experiencias sin ser cohibido por un gobierno autoritario. Asimismo, se evoca la época de la esclavitud colonial, atando la historia de la nación a un pasado común en el que se obligaba a la población a trabajar la tierra.

Otros lugares que se encontraban fuera de la zona urbana también sufrieron grandes cambios durante la Revolución cubana. Arenas narra que pueblos como Gíbara, lugar donde el autor había vivido uno de los días más importantes de su vida al conocer el mar en la costa nororiental, quedaron en total abandono y poco a poco la arena fue desapareciendo de sus playas: “Estaba absolutamente destruido y desierto; el mismo puerto había sido invadido por la arena al no ser dragado; ya no había barcos en aquel pueblo, las playas habían perdido la arena y en su lugar sólo se encontraban erizos”8 .

Por el contrario, las transformaciones del espacio nacional que se dieron en la zona urbana tuvieron el objetivo de reterritorializar los lugares y darles un significado diferente acorde con las ideas revolucionarias. Por ejemplo, en la capital del país el gobierno empezó a apropiarse de diferentes lugares que estaban en manos de inversionistas extranjeros, como el hotel Hilton, que se convirtió en el hotel Habana Libre. Este hotel, a pesar de tener la intención de evocar la libertad del pueblo gracias a la Revolución cubana, con el paso de los años dejó de ser un lugar al que las personas del común podían asistir, y únicamente quienes hacían parte de la burocracia estatal o quienes tenían amigos en el gobierno tenían la posibilidad de hacer uso de sus instalaciones.
 

Rasgos de una sociedad patriarcal

Reinaldo Arenas plantea en esta autobiografía que la llegada de la Revolución no sólo implicó que se dieran cambios, también que se profundizaran algunos elementos nacionales como los rasgos patriarcales, que son transversales a distintas dinámicas sociales. En primer lugar, el papel de la mujer en Cuba fue históricamente subordinado, como cuenta el autor al hacer referencia a los años de su niñez, dándole gran importancia a las mujeres que rodeaban su vida en el campo, como su madre y sus tías. Arenas relata cómo estas mujeres fueron víctimas del machismo, del abandono y del abuso, haciendo evidente el papel subordinado que jugaban en la familia y en la sociedad, sin tener la oportunidad de opinar o de decidir sobre sus acciones.

La abuela de Arenas representa a la mujer campesina cubana de antes de la llegada de la Revolución, quien a pesar de ser víctima de los rasgos de la sociedad patriarcal y de la violencia propiciada por su marido, muestra su fortaleza para trabajar en el campo y para ser el eje de la familia que busca siempre su bienestar. De esta manera, a pesar de no saber leer ni escribir, obliga a sus hijos y nietos a asistir a la escuela, mostrando otro rasgo de la nación que se repite constantemente a lo largo de la obra: la esperanza de que haya un cambio positivo que mejore la situación de las futuras generaciones.

A partir de la llegada del castrismo, el discurso nacional oficial buscó fortalecer los elementos masculinos a través de la educación, en la que predominaba los rasgos militares para el adoctrinamiento político del que hizo parte Reinaldo Arenas, cuando fue formado para ser contador agrícola. El autor relata que durante sus años de formación académica tuvo que ser partícipe de uno de los proyectos más fuertes para eliminar la diversidad en Cuba a través de la educación, ya que con ésta se buscaba formar en palabras Arenas “jóvenes comunistas y soldados del ejército9 .

El fortalecimiento de estos rasgos patriarcales llevó a que la concepción sobre la homosexualidad fuera aún más señalada. Arenas desde su condición homosexual explica que, a pesar de que en el pasado los homosexuales eran discriminados, fue durante la Revolución cuando esto empezó a considerarse un crimen por el que las personas podían ser condenadas a prisión. En un discurso Fidel Castro dijo:

Muchos de esos pepillos vagos, hijos de burgueses, andan por ahí con unos pantaloncitos demasiado estrechos; algunos de ellos con una guitarrita en actitudes “elvispreslianas”, y que han llevado su libertinaje a extremos de querer ir a algunos sitios de concurrencia pública a organizar sus shows feminoides por la libre. Que no confundan la serenidad de la Revolución y la ecuanimidad de la Revolución con debilidades de la Revolución. Porque nuestra sociedad no puede darles cabida a esas degeneraciones (APLAUSOS). La sociedad socialista no puede permitir ese tipo de degeneraciones… Estoy seguro de que independientemente de cualquier teoría y de las investigaciones de la medicina, entiendo que hay mucho de ambiente, mucho de ambiente y de reblandecimiento en ese problema. Pero todos son parientes: el lumpencito, el vago, el elvispresliano, el “pitusa” ... Entonces, consideramos que nuestra agricultura necesita brazos; y que esa gusanera lumpeniana, y la otra gusanera, no confundan La Habana con Miami10 .

Con alocuciones como ésta el gobierno cubano exaltaba el machismo en la sociedad y promovía la discriminación en contra de los homosexuales. Además, se relacionaba la homosexualidad con la cultura estadounidense y se señalaba la necesidad de sacar del país a quienes tenían esta orientación sexual, porque no eran dignos de vivir en Cuba.

Esto muestra la manera en la que el discurso estatal cubano invisibilizaba otros discursos de nación, estableciendo ciertas categorías binarias dentro del relato nacional revolucionario. Por lo tanto, quienes no estaban dentro de las márgenes del discurso del gobierno eran considerados enemigos de la patria y, por consiguiente, aliados estadounidenses que apoyaban el capitalismo. De este modo, se excluía a algunos intelectuales, que por razones ajenas a las que planteaba el Estado cubano no estaban a favor de la Revolución, como era el caso de Arenas, quien a pesar de ser un disidente no estaba a favor de las políticas capitalistas.
           
Algunos autores como Edward Said trabajan la idea de que existen pensadores independientes que crean un punto de vista transgresor frente al discurso oficial 11. En este caso, Arenas se enmarca dentro de la categoría de esos pensadores que no se inscriben dentro del discurso oficial, sino que a través de sus relatos muestran la manera en la que el concepto de nación está en disputa, precisamente porque es una representación desde la experiencia de los sujetos. Lo anterior permite ver que frente a este término existen otros discursos que desestabilizan el relato tradicional y la idea de una nación homogénea.

Los diferentes pronunciamientos realizados por el gobierno llevaban a que la comunidad homosexual se sintiera cada vez más cohibida y escondiera su orientación sexual, ya que el Estado llegaba en algunas ocasiones a encarcelar y violentar al sujeto que manifestara una conducta ajena al discurso revolucionario. Las personas sabían que, de hacer públicas sus preferencias sexuales, no podrían seguir beneficiándose de los proyectos gubernamentales, debido a que a partir de la llegada del castrismo al poder el gobierno comenzó a ser dueño del destino del pueblo, como proveedor de los alimentos, la educación y la vestimenta.

Las mujeres también se veían afectadas por la exaltación de los rasgos patriarcales nacionales durante la Revolución, “De manera que la mujer, como el homosexual, son considerados en el sistema castrista como seres inferiores… De ahí que las mujeres y los homosexuales se unieran, aunque sólo fuera como una manera de protegerse 12. Esto se observa en la manera en la que la sociedad cubana veía a las mujeres que tenían una vida sexual liberal o que eran madres solteras, incluso en el ámbito profesional. Así, Arenas denuncia cómo las escritoras cubanas no lograban tener el mismo reconocimiento que los hombres.

En relación con esto, Homi Bhabha explica que la nación es construida a través de muchas formas de identificación contingentes, arbitrarias e indeterminadas, llevando a que sea definida desde los antagonismos sociales internos13. Por esta razón, a pesar de que se busca crear una unidad a través de distintos discursos nacionales, especialmente desde el que construye el Estado cubano, es posible evidenciar relatos de nación antagónicos en algunas obras literarias como Antes que anochezca y en otras expresiones culturales.

Censura

Antes que anochezca es una obra que se opone al castrismo cubano, criticando las injusticias que el gobierno cometía y denunciando las mentiras que el castrismo construyó frente a la Revolución cubana. Por ejemplo, desmiente que todos los cubanos campesinos que trabajaban la tierra y contaban con pocos recursos económicos estuvieran a favor de la toma del poder por parte del Movimiento 26 de Julio. Arenas cuenta cómo su abuelo era uno de los tantos campesinos que no tenía recursos económicos y que se oponía tajantemente a los gobiernos de izquierda, a pesar de verse perjudicado por los de derecha.

El gobierno planteaba que únicamente los grandes inversionistas y la élite del país eran quienes se oponían al castrismo, con el objetivo de legitimar un único relato nacional en el que predominara la idea de que había unión en el pueblo cubano, que apoyaba la desaparición de todos los grandes poderes, incluido el estadounidense. Con esto se dejaba en las márgenes a los cubanos que tenían grandes necesidades económicas, y que sin embargo consideraban que la solución no estaba en manos de un gobierno nacionalista con tintes socialistas o a quienes pensaban que a través de la fuerza militar no se podría alcanzar la justicia.

Otra de las falacias que Arenas denuncia sobre la Revolución fue la manera en la que el Movimiento 26 de Julio llegó al poder el 1 de enero de 1959. Señala que no hubo una guerra en la que se enfrentaran los seguidores de Fidel Castro y el ejército de Batista, sino que fue la unión del pueblo en contra del gobierno batistiano la que permitió que se le diera fin a su presidencia, ya que a pesar de que el pueblo no apoyaba completamente al castrismo, la gran mayoría estaba en contra de la dictadura despótica.

Cuando triunfó la Revolución, Castro habló de veinte mil muertos y esa cifra se convirtió en algo mítico, simbólico; sin embargo, nunca se han publicado los nombres de esos veinte mil muertos, ni nunca se van a publicar, porque no los hubo en esa guerra. En realidad, tampoco hubo una guerra, sino la reacción casi unánime de un pueblo contra un dictador; el pueblo se encargaba de hacer sabotajes y, sobre todo, de difundir la noticia de que los rebeldes eran miles y estaban por todas partes; lo que estaba por todas partes era el desprecio al régimen de Batista y, por eso, dondequiera aparecía una bandera del 26 de Julio, yo mismo una vez puse una de esas banderas14 .

Estas declaraciones en principio pretendían acabar con la idea de nación que había construido el castrismo en torno a ciertos elementos del inicio de la Revolución, como los mártires que se sacrificaron en ella, la fuerza militar del Movimiento 26 de Julio, los crímenes cometidos por el ejército batistiano y, sobre todo, el apoyo del pueblo a los rebeldes. De esta forma, Arenas buscaba demostrar no sólo que no existía un respaldo total del pueblo al Movimiento 26 de Julio, sino que lo que llevó a su victoria fue, por un lado, la esperanza de cambio y, por otro lado, la resistencia nacional frente a un gobierno despótico como el de Batista.

Homi Bhabha estudia las tradiciones de escritura que intentan construir el imaginario social, explicando que no es correcto concebir la nación en un estado de equilibrio entre elementos coordinados, sino que se debe tener en cuenta el hecho de que emerjan relatos minoritarios15. Estos relatos tienen un objetivo distinto al de homogenizar los elementos que hacen parte de la nación, debido a que se enfrentan al discurso magistral desafiando el poder de generalizar a través de un referente contradictorio o negador como realiza constantemente Arenas en su obra.

Desde el principio el gobierno revolucionario buscó invisibilizar a los opositores del castrismo en el relato nacional, estableciendo que había un apoyo total por parte del pueblo a los rebeldes. Arenas narra la forma en la que las personas que públicamente se oponían al régimen eran fusiladas, incluso antes de la entrada de las tropas revolucionarias a la Habana en 1959. El autor plantea que fueron más los muertos que se dieron con el inicio de la Revolución en contra de los disidentes, que los producidos en los enfrentamientos en contra de Batista. Además, señala que las muertes se daban a través de fusilamientos en los que se les imputaba a los acusados el cargo de traidores, palabra que caracteriza a la disidencia en el discurso castrista.

 La dicotomía en el discurso nacional estatal cubano continuó fortaleciéndose, para dividir a la población en términos binarios. Por un lado, se clasificaron a las personas que querían un cambio en el país y que por consiguiente debían estar de acuerdo con el castrismo y, por otro lado, a aquellos que no eran simpatizantes del régimen ni de las estrategias que implementaba. Estos últimos fueron acusados de estar a favor de los intereses estadounidenses y de pensar en el bien individual por encima del bien común.

Reinaldo Arenas fue uno de los intelectuales que elaboró un relato de nación más allá de las dicotomías que ha construido el castrismo, ya que las ideas que expone no se enmarcan en los discursos oficiales de la nación cubana. Por el contrario, se inscriben dentro de lo que algunos teóricos clasifican como posiciones subalternas, que no están en los marcos de las categorías tradicionales, sino que están en una posición marginal y parten desde una concepción excluyente de la historia16 .

En Antes que anochezca se da cuenta de los fusilamientos y actos violentos organizados por el gobierno en contra de las personas que se oponían a la Revolución cubana, como venganza a las injusticias que se habían cometido anteriormente en Cuba, y para reforzar la imagen de una nación militarizada, que respondía a las amenazas a través de la lucha violenta. Por esta razón Arenas y muchos otros escritores decidieron oponerse al castrismo a través de la literatura, expresaron su descontento y denunciaron las injusticias en contra del pueblo cubano, tomando la palabra escrita como una forma de resistencia y de lucha por la libertad.

Dos actitudes, dos personalidades, parecen siempre estar en la contienda de nuestra historia: la de los incesantes rebeldes amantes de la libertad y, por tanto, de la creación y del experimento; y la de los oportunistas y demagogos, amantes siempre del poder y, por lo tanto, practicantes del dogma del crimen y de las ambiciones más mezquinas 17.

El gobierno cubano, por temor a que las personas manifestaran de alguna manera su oposición al régimen y que pudiera generarse inestabilidad para el castrismo en el poder, decidió prohibir la lectura de muchos libros de autores nacionales y extranjeros, por considerarlos “desviacionismo ideológico”. Además, al tener el poder político de manejar las instituciones culturales, empezó a destituir de cargos públicos a excelentes escritores por corrupción ideológica”. De esta manera, condenó a muchos a vivir en el anonimato o a cambiar sus ideales políticos para poder volver a publicar y ejercer como escritores en el país.

Reinaldo Arenas da gran importancia en su obra a dos personajes: el primero, Virgilio Piñera, poeta y escritor cubano, víctima de la represión y censura, que era abiertamente homosexual, anticomunista y ejemplificaba a un disidente que no creía en la cultura institucionalizada por un gobierno autoritario. El segundo, José Lezama Lima, uno de los autores cubanos más importantes para la literatura latinoamericana, a quien Arenas reconoce como un hombre tremendamente culto, quien, a pesar de su talento excepcional como escritor y gran reconocimiento, fue censurado en su país y fue víctima del ostracismo. A través de estos personajes Reinaldo Arenas ejemplifica unas de las características más importantes de su imaginario de nación, a saber, la resistencia y la lucha.

En esta obra, Reinaldo Arenas relata que, a pesar de las graves situaciones que vivieron Virgilio Piñera y José Lezama Lima, ambos continuaron resistiendo y luchando por expresarse libremente a lo largo de sus vidas. Además, señala que con estos dos autores se dio fin a un momento glorioso en Cuba, debido a que el tiempo de la nación se dividió en dos a partir de la represión y la censura, que tenían como único objetivo atacar la cultura. A pesar de no ser publicados en el país siguieron creyendo en la literatura como una forma de rebelarse contra la Revolución, sin usar medios violentos.

A raíz de las terribles injusticias cometidas públicamente por el gobierno desde el principio de la Revolución, Arenas expone que el temor empezó a ser uno de los rasgos que caracterizaron a la nación cubana. En sus textos se observa cómo le persigue constantemente el miedo de que sus obras sean descubiertas y lleguen a manos del Estado. Sin embargo, la intención de expresarse a través de su obra continuaba. En Antes que anochezca, quees una prueba de lo anterior, el autor se propuso desde que comenzó a escribir su autobiografía, la necesidad de terminarla sin importar las condiciones en las que se encontrara.

La había titulado Antes que anochezca, pues la tenía que escribir antes de que llegara la noche, ya que vivía prófugo en un bosque. Ahora la noche avanzaba de nuevo en forma más inminente. Era la noche de la muerte. Ahora sí que tenía que terminar mi autobiografía antes de que anocheciera. Lo tomé como un reto. Y seguí así trabajando en mis memorias 18.

Este temor estaba fuertemente ligado a los estigmas impuestos por parte del gobierno cubano a los miembros de la oposición, quienes eran acusados de perseguir los intereses estadounidenses o incluso de ser miembros de la CIA. Lo anterior, con el objetivo de lograr la construcción de un enemigo común en el relato de nación, que exhortara a las personas a considerar a los disidentes como traidores de la patria y como una amenaza para la seguridad del Estado, aprovechando para negar cualquier tipo de ataque violento contra ellos.

Pero lo más importante es que esos principios de no acudir jamás a la tortura, de no utilizar jamás el crimen, esos principios los ha mantenido sin una sola excepción, ¡hasta hoy!, la Revolución Cubana (APLAUSOS), digan lo que digan, escriban lo que escriban; ya sabemos que muchos de esos libelos los escribió gente asalariada de la CIA19 .

El gobierno castrista logró insertar a la población en una dinámica de ataque contra quienes pensaban diferente, para acabar con cualquier tipo de rasgo heterogéneo en la sociedad. Esto sirvió al gobierno para incentivar a las personas a ser agentes de la Seguridad del Estado, para que delataran a quienes hablaban mal del régimen, afectando de manera contundente a los escritores disidentes, que empezaron a dudar sobre las intenciones de quienes los rodeaban.

Por lo tanto, al igual que el temor, la sospecha se establece como otra variable que construye el relato de nación en Antes que anochezca, ya que Arenas asegura que “la delación era algo que la inmensa mayoría de los cubanos practicaba diariamente 20. Esto llevó a que, en vez de generar una unidad nacional que permitiera estrechar los lazos de la comunidad, se creara una incesante desconfianza frente al otro. Y en el caso de los escritores esto se acentuó, ya que la palabra era su línea de fuga y al mismo tiempo la causa por la que podían ser delatados y sometidos a las injusticias del castrismo.

Exilio

La única opción que empezaron a ver los escritores cubanos que escribían en contra del régimen castrista en la década de los setenta fue salir del país, ya que estando dentro de Cuba vivían en una situación de ostracismo muy similar a la de estar exiliados. Esta idea del exilio interior se propone, teniendo en cuenta que el enfoque poscolonial establece que existen distintos tipos de exilio aparte del territorial 21 . Escritores como José Lezama Lima, Virgilio Piñera y Reinaldo Arenas experimentaron esta situación, por sus ideas políticas y su identidad sexual, viviendo en las márgenes de la sociedad cubana gran parte de su vida.

Después de que el gobierno cubano descubriera los textos publicados por Reinaldo Arenas en el exterior y se percatara de su condición homosexual, el autor tuvo que pasar dos años en prisión por considerarse un peligro para la estabilidad del régimen castrista. La experiencia que describe Arenas al estar en prisión, haciendo referencia al exilio, representa una de las más grandes metáforas de Antes que anochezca.

La narración que Arenas brinda sobre los meses en la prisión del Morro permite entender a Cuba como una cárcel, donde se niega a los ciudadanos la posibilidad de salir y donde son sometidos a incesantes injusticias: “Allí no era posible ni quejarse; era la incomunicación y la desesperación absolutas. A los dos días me trajeron algo de comer e hicieron un recuento; esto era absurdo en aquellas celdas completamente seguras; nadie podía, en realidad, escaparse de allí” 22 .

Reinaldo Arenas, a lo largo de su relato, ve en el exilio la posibilidad de conseguir la libertad, ya que según él la calidad de su obra radica en la libertad para plasmar sus ideas. Por esta razón critica a los intelectuales que aceptaron las imposiciones del régimen, haciendo en sus obras una oda al castrismo. Además relata cómo algunos cubanos ponen en riesgo su vida, intentando escapar a través de medios extremadamente peligrosos y cómo a pesar de ser atrapados continúan con la esperanza de lograrlo, mostrando los rasgos de una nación esperanzada en conseguir la libertad.

El espacio nacional juega un papel clave en la búsqueda por conseguir la libertad a través del exilio, debido a que las características geográficas insulares del país le dan un valor particular al mar, ya que es lo que encierra a los cubanos, pero también lo que les da esperanza y los comunica con otros pueblos. Para el autor, el mar era visto como un lugar ajeno a la represión que se vivía en el resto del país.

Con el paso del tiempo, a raíz de las prohibiciones impuestas por parte del gobierno para acceder al mar, éste se convierte en la posibilidad para alcanzar la libertad “Quizás, inconscientemente, amábamos el agua como una forma de escapar de la tierra donde éramos reprimidos; quizás al flotar en el mar escapábamos a aquella maldita circunstancia insular”23.

Por otro lado, respecto a la experiencia del exilio es clave tener en cuenta la relación conflictiva de Cuba y Estados Unidos, que beneficia a los disidentes gracias a la Ley de Ajuste Cubano que tiene como objetivo confrontar al gobierno de la Isla, mientras recibe ciudadanos que guardan la esperanza de que el enemigo construido por la Revolución pueda brindarles la libertad que les ha sido arrebatada en su país.

A pesar las terribles injusticias que Arenas describe, la lucha por una nación realmente libre y la esperanza de encontrar la manera de irse de Cuba, le permitieron salir de la Isla en el año 1980 a través del éxodo del Mariel. A partir de su llegada a Estados Unidos el tiempo nacional en su relato empieza a cargarse de un sentimiento de nostalgia por la tierra abandonada. A pesar de que Cuba representaba el espacio donde más había sufrido, desde el exilio es concebido como el paraíso, en el que no pudo encontrar la libertad a causa del despotismo y autoritarismo del régimen castrista.

La vida en el exilio le mostró a Arenas la posibilidad de decir lo que quería sin miedo a ser silenciado. A pesar de que era consciente de que la vida en Estados Unidos no iba a ser fácil y de que el sistema estadounidense tenía terribles fallas, sabía que esa era la única manera de escribir, publicar y expresarse libremente. Además, el exilio le permitió conocer a otros intelectuales que representaban esa nación rebelde, resistente, esperanzada y luchadora que confiaba en que algún día Cuba alcanzara la libertad.

Las últimas palabras de Arenas en la carta escrita antes de suicidarse en 1990 reflejan la forma en la que el castrismo convirtió a Cuba en una nación víctima de incesantes injusticias y temores. No obstante, muestran la esperanza de que gracias a la lucha de una comunidad rebelde que resiste, en el futuro el país sea un territorio libre:

Queridos amigos: debido al estado precario de mi salud y a la terrible depresión sentimental que siento al no poder seguir escribiendo y luchando por la libertad de Cuba, pongo fin a mi vida. En los últimos años, aunque me sentía muy enfermo, he podido terminar mi obra literaria, en la cual he trabajado por casi treinta años. Les dejo pues como legado todos mis terrores, pero también la esperanza de que pronto Cuba será libre. Me siento satisfecho con haber podido contribuir aunque modestamente al triunfo de esa libertad. Pongo fin a mi vida voluntariamente porque no puedo seguir trabajando. Ninguna de las personas que me rodean están comprometidas en esta decisión.
Solo hay un responsable: Fidel Castro. Los sufrimientos del exilio, las penas del destierro, la soledad y las enfermedades que haya podido contraer en el destierro seguramente no las hubiera sufrido de haber vivido libre en mi país.
Al pueblo cubano tanto en el exilio como en la Isla los exhorto a que sigan luchando por la libertad. Mi mensaje no es un mensaje de derrota, sino de lucha y esperanza.
Cuba será libre. Yo ya lo soy24 .

Conclusiones

Para concluir, el relato que construye Reinaldo Arenas en Antes que anochezca evidencia que no existe una sola manera de construir la nación cubana, sino que ésta depende de la posición desde la que se escribe como lo establece el enfoque poscolonial. Por esta razón, las experiencias que narra el autor a lo largo de la obra configuran la idea de nación que construye en su relato y permiten entender los cambios políticos y sociales en el país.

Por otro lado, se observa cómo los relatos de nación están en constante disputa, especialmente entre el de gobierno y los escritores disidentes de la Revolución, enmarcando esta obra autobiográfica en un discurso transgresor. Por esta razón, se observantérminos y espacios comunes en ambos relatos, pero son las experiencias de Arenas las que permiten desnaturalizar los elementos del discurso estatal y construir una nación desde las márgenes.

De esta manera, la obra muestra constantemente las características de una nación que sufrió una ruptura temporal y que cambió la relación con el espacio a partir del inicio de la Revolución cubana. Esto se evidencia porque el relato no está en el registro de la tradición, sino en las márgenes del discurso del gobierno, por esta razón el imaginario de nación que Arenas muestra está marcado por la experiencia del exilio, no sólo físico sino también de las ideas, debido al ostracismo del que autor fue víctima.

Las diferencias entre el discurso oficial y el relato de Arenas se pueden evidenciar cuando el autor aborda temas relacionados con el trabajo de la tierra y la agricultura, ya que muestra estos elementos no sólo como medios de subsistencia, si no como rituales que se realizaban en comunidad antes del inicio de la Revolución. Además, se aborda el tema de la militarización social como la manera en la que se exaltaron características patriarcales y se agudizaron las injusticias en contra de una comunidad diversa (homosexuales, mujeres, pobres y campesinos): un enfoque contrario a lo que pensaba el gobierno, que veía dicha militarización como la herramienta para implementar un nuevo modelo político y social.

Antes que anochezca evidencia cómo Arenas resiste al discurso tradicional, sin pertenecer a ninguna élite económica, sino por estar inscrito en el mundo campesino, en la homosexualidad, el ostracismo, la pobreza y la lucha por la libertad a través de medios no violentos. Por esta razón, se considera un relato minoritario ubicado en las márgenes, como establece Homi Bhabha, ya que busca desafiar el poder del discurso tradicional desde una posición subalterna, utilizando la literatura y la cultura como medio de resistencia.

Finalmente, con esta obra es posible observar los antagonismos sociales internos que evidencian que la nación no se encuentra en un estado de equilibrio, sino que por el contrario emergen distintos relatos que buscan desafiar el discurso hegemónico. Arenas construye la idea de una nación cubana caracterizada por los elementos de resistencia y rebeldía, más allá del significado que da la Revolución cubana a estos términos. Para Arenas, Cuba es una nación que comparte un pasado común de incesantes injusticias, cohibida de la libertad históricamente, antes y durante la Revolución cubana, pero esperanzada en construir un proyecto futuro que permita al pueblo acabar con la condena de la que ha sido víctima a lo largo de la historia.

Bibliografía

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Cómo citar este artículo:
Guijo Bermejo, A. (2019). Literatura y Revolución: Relato de Nación desde el exilio cubano. ASRI. Arte y Sociedad. Revista de Investigación, (16), 65-79.


1 CASTRO, Fidel. “Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, presidente de Dobla República de Cuba, en las honras fúnebres de las víctimas del bombardeo a distintos puntos de la República, efectuado en 23 y 12, frente al Cementerio de Colón, el día 16 de abril de 1961”.
En: <http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1961/esp/f160461e.html> (Fecha de consulta: 20-agosto-2017).

2 SAID, Edward, Orientalismo, Barcelona, Debolsillo, 2008, pp. 19-81.

3 HARAWAY, Donna, “Situated Knowledges: the Science Question in Feminism and the Privilege of Partical Perspective”, Feminist Studies, vol. 14, 1988, pp. 575-599.

4 RICHARD, Ashley; WALKER, R.B.J., “Speaking the Language of Exile: Dissident thought in the International Studies”, ISA, 1990, pp. 259-268.

5 SAID, Edward, Orientalismo, Barcelona, Debolsillo, 2008, pp. 19-81.

6 ARENAS, Reinaldo, Antes que anochezca, México, Fábula Tusquets Editores, 1992, p. 34.

7 Ibid., p. 153.

8 Ibid., p. 146.

9 Ibid., p. 72.

10 CASTRO, Fidel, “Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Ministro del gobierno revolucionario de Cuba, en la clausura del acto para conmemorar el VI aniversario del asalto al Palacio Presidencial, celebrado en la escalinata de la Universidad de la Habana, el 13 de marzo de 1963”.
En: < http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1963/esp/f130363e.html> (Fecha de consulta: 20-agosto-2017).

11 SAID, Edward, Orientalismo, Barcelona, Debolsillo, 2008, pp. 19-81.

12 ARENAS, Reinaldo, Antes que anochezca, México, Fábula Tusquets Editores, 1992, p. 177.

13 FERNÁNDEZ BRAVO, Álvaro, “Entrevista con Homi K. Bhabha, Álvaro Fernández Bravo
y Florencia Garramuño”, en FERNÁNDEZ BRAVO, Álvaro (comp.), La invención de la Nación, Buenos Aires, Ediciones Manantial SRL, 2000, pp. 223-229.

14 ARENAS, Reinaldo, Antes que anochezca, México, Fábula Tusquets Editores, 1992, p. 62.

15 BHABHA, Homi, “Diseminación, El tiempo, el relato y los márgenes de la nación moderna”, en BHABHA, Homi, El lugar de la cultura, Buenos Aires, Ediciones Manantial, 1994, pp. 175-210.

16 ARREAZA, Catalina; TICKNER, Arlene, “Postmodernismo, poscolonialismo y feminismo: Manual para (in)expertos”, Colombia Internacional, vol. 54, 2002, pp. 14 - 38.

17 ARENAS, Reinaldo, Antes que anochezca, México, Fábula Tusquets Editores, 1992, p. 116.

18 Ibid., p. 11.

19 CASTRO, Fidel, “Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de los Consejos de Estado y de ministros, en la clausura del encuentro mundial de solidaridad con Cuba, efectuado en el teatro “Carlos Marx”, el 25 de noviembre de 1994”. En: < http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1994/esp/f251194e.html > (Fecha de consulta: 20-agosto-2017).

20 ARENAS, Reinaldo, Antes que anochezca, México, Fábula Tusquets Editores, 1992, p. 228.

21 RICHARD, Ashley; & WALKER, R.B.J. “Speaking the Language of Exile: Dissident thought in the International Studies”, ISA, 1990, pp. 259-268.

22 ARENAS, Reinaldo, Antes que anochezca, México, Fábula Tusquets Editores, 1992, p. 222.

23 Ibid., p. 139.

24 Ibid., p. 352.


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