ESTUDIOS PARA LA RECUPERACIÓN DE LA VESTIMENTA TRADICIONAL EN LA COMUNIDAD TOLTE, PARROQUIA PISTISHÍ (ALAUSÍ, CHIMBORAZO, ECUADOR)

Pedro A. Carretero
Jessica Calero
Sandra Miranda
Mónica Malo

Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (Ecuador)


Resumen:
El presente estudio aborda el complejo tema de la recuperación de la vestimenta tradicional en la comunidad Tolte (parroquia Pistishí), una zona de influencia cañari donde se ha perdido el uso de la ropa tradicional, sustituida por las prendas modernas. Uno de los objetivos es, una vez descrita la vestimenta tradicional, intentar su recuperación, reconstrucción y utilización de nuevo por parte de los pobladores de la zona.

Palabras clave: Tolte, Pistishí, Nariz del Diablo, textiles, vestimenta, reconstrucción.

Abstract:
The present research approaches the complex study theme of traditional dress recovery from the Tolte Community (Pistishí parish). This area is strongly influenced by the Cañari culture, where the traditional dress code has been lost: they have been substituted by modern fashion style. A main goal of this project is, once traditional dress has been described, try to recover, regain and wear them by the parish´s people.

Keywords: Tolte, Pistishí, Evil´s Nose, dress, recovery.

Introducción

            Tratar de hacer un trabajo sobre textiles tradicionales y prehispánicos en Ecuador es un tema complejo, por cuanto existen pocos estudios detallados sobre las diferentes manifestaciones culturales textiles en el país. Gran parte de culpa la tiene el clima de las diferentes regiones ecuatorianas, que no ha permitido que existan abundantes restos arqueológicos recuperados. De los pocos elementos recuperados, conocemos la existencia de algún fragmento en el Museo Nacional de Quito del Ministerio de Cultura y Patrimonio de Ecuador, y los conservados en Ingapirca procedentes del ámbito Cañar prehispánico. 1

            En cuanto a los materiales procedentes de Ingapirca, a la espera de que sea publicado un informe detallado, conocemos que se analizaron 17 fragmentos medianos y 8 pequeños, con el objetivo de establecer un diagnóstico sobre el estado de conservación, trama, urdimbre, torsión y motivos decorativos. Aunque sabemos por los diferentes estudios peruanos que el algodón ya estaba siendo utilizado para realizar textiles (sobre todo en la Costa), del informe previo de Ingapirca destaca que de los 17 fragmentos medianos analizados, 16 estaban realizados con fibras de origen animal (muy posiblemente alpaca) y uno con fibra vegetal.

            La falta de datos históricos en suelo ecuatoriano, nos obliga a examinar los numerosos restos prehispánicos recuperados en el área andina de Perú, que nos servirá de base para explicar diferentes procesos que no hemos podido identificar en nuestra región, pero que al formar parte de un todo andino debieron ser similares. Los restos textiles más antiguos en la región andina (8500 a.C., Precerámico) proceden de la cueva del Guitarrero (Callejón de Huaylas, Perú)2 , donde se documentaron una serie de fibras de camélido, y junto a los restos documentados en Huaca Prieta (Perú) en el 25003 , muestran el control del arte textil desde época antigua en la zona.

            Por tanto, para poder interpretar las manifestaciones textiles modernas y contemporáneas en territorio serrano ecuatoriano, no podemos obviar estas primeras producciones, que continuaron realizándose a lo largo de las diferentes culturas autóctonas y hasta la llegada de los españoles a la zona. El estudio de las sociedades actuales nos debe permitir despejar las numerosas carencias que nos ha dejado la casi inexistencia de restos arqueológicos, ayudándonos a entender el papel principal que el tejido tiene en las sociedades ecuatorianas actuales y la relación que tiene el textil con el resto de elementos característicos de la cultura andina.

            El textil, aparte de ser utilizado como vestimenta, está relacionado en el mundo andino con un todo espiritual, es decir, las diferentes sociedades andinas reflejaron su cosmovisión y cosmovivencia a través de la experiencia tecnológica textil. 4 Por tanto, el tejido jugó un papel fundamental en la sociedad andina, cubriendo una necesidad básica como la vestimenta, pero también formando parte fundamental en los rituales y en las relaciones entre los diferentes grupos (estableciendo lazos entre grupos que iban precedidos de intercambio de productos textiles). Esta diferenciación étnica a través de los textiles, es una de las bases de nuestro trabajo de intento de recuperación de los mismos en la comunidad Tolte, parroquia de Pistishí, aún a sabiendas de la dificultad que supone rastrear este elemento en una población tan moderna como la que analizamos.

            La creencia de que el textil sólo sirve para satisfacer una de las necesidades vitales del hombre, la de vestir, se ha quedado en el pasado. Hoy en día la palabra textil implica más que una simple prenda, se trata de connotaciones más significativas que engloban la verdadera esencia e importancia de los textiles a lo largo de los años y como éstos han definido y hasta marcan la identidad de una cultura. La importancia de conservar la memoria viva, así como fomentar su utilización en base a ella, ha motivado la elaboración de la presente investigación, con la finalidad de recuperar las manifestaciones textiles de la comunidad Tolte, parroquia Pistishí, que con el pasar del tiempo se han ido perdiendo debido a las transformaciones sociales.

1. Particularidades de la Parroquia de Pistishí

            La particular creación, situación y traslado de la cabecera parroquial de Pistishí, marcó sin duda el devenir del tipo de vestimenta utilizada y que hemos podido rescatar mediante el presente trabajo.

            El primer asentamiento se estableció como un caserío indígena al pie de la montaña Nariz del Diablo (Cóndor Puñuna) y, por tanto, recibió ese mismo nombre. La línea férrea cruzó por la parroquia en el año 1901, de forma que su población confluyó con la población de los obreros que construían el ferrocarril. Más tarde los pobladores decidieron solicitar, mediante un acta, a las autoridades del Consejo Cantonal de Alausí, que se elevara de categoría a parroquia “Nariz del Diablo”. Una vez aceptada la petición se dio paso a la creación de la parroquia, con 2.000 habitantes distribuidos en dos comunidades Tolte y Achaisi, el 3 de marzo de 1941, bajo el Decreto Ejecutivo N° 334 de 21 de mayo de 1941. Tres años después, mediante Acuerdo Ejecutivo N° 2.465, se agregó al nombre inicial de la parroquia el nombre autóctono de Pistishí, que probablemente está indicando la existencia previa de una población de tradición situma (cañari) y puruhá. Tras el deslave ocurrido en el año 1980, que causó grandes daños en la vía y debido a las enfermedades que se presentaban, la población de la cabecera parroquial abandonó el lugar y en la actualidad se sitúa en la comunidad Tolte, que se compone de una población de 325 habitantes, que abarca el 94% de la población total de la parroquia de Pistishí. 5

2. La vestimenta tradicional recuperada de Pistishí

          Ante la peculiar fundación de la parroquia de Pistishí, es lógico que la recuperación de cualquier tipo de vestimenta textil fuera un arduo trabajo de investigación antropológica y social. A ello se sumó la inexistencia de vestigios contemporáneos de textiles en las viviendas visitadas, ya que es tradición en la zona, tras la muerte de la persona, quemar toda la ropa que utilizaron en vida, a lo que hay que añadir la escasez de fotografías entre los habitantes de más edad del lugar.

            La vestimenta tradicional que pudimos recuperar en la comunidad Tolte con nuestra investigación, ha necesitado de la comparación con la comunidad más cercana, Nizag. Esto, comparado con las evidencias arqueológicas y coloniales de la época dio como resultado la evidencia de importantes continuidades que mezclan el pasado prehispánico y las modas introducidas en la época de la colonia. La supervivencia de ambas tradiciones, evidente en la memoria de las personas mayores de la comunidad (patrimonio vivo), son las que enriquecen nuestro acervo cultural.

            Los inicios de la industria textil ecuatoriana se remontan a la época de la colonia, cuando la lana de oveja era utilizada en los obrajes donde se fabricaban los tejidos. Posteriormente, las primeras industrias que aparecieron se dedicaron al procesado de la lana, hasta que a inicios del siglo XX se introduce el algodón, siendo la década de 1950 cuando se consolida la utilización de esta fibra. Hoy por hoy, la industria textil ecuatoriana fabrica productos provenientes de todo tipo de fibras, siendo las más utilizadas el ya mencionado algodón, el poliéster, el nylon, los acrílicos y la lana.6

            Gracias a las entrevistas realizadas a los habitantes de la comunidad, con el trabajo de campo se evidenció que hay dos tipos de vestimenta: la primera es la más antigua y tradicional, y la segunda es consecuencia de la primera pero con cambios debidos a las modas, economía, migración, tradiciones e intromisión de otras culturas. Por tanto, las características históricas de esta comunidad, fueron las que determinaron su vestimenta tradicional. A inicios del siglo XX, cuando la comunidad se situaba a los 1836 m.s.n.m, aún a los pies de la montaña Cóndor Puñuna (Nariz del Diablo), la vestimenta que usaban era ropa ligera, debido al clima de ese territorio y al trabajo que realizaban. En el traslado de la cabecera parroquial a la comunidad Tolte (2200 m.s.n.m), pasan a utilizar vestimenta más abrigada por el clima que presenta esta zona más elevada.

          De lo que indican los informadores, se sabe que las primeras prendas elaboradas en la comunidad de Tolte fueron realizadas con una base de lana de borrego, que con el tiempo fueron cambiando por otros materiales: “las mismas personas de la parroquia tejían con máquina (telar) de cintura e hilaban a mano”.7

            Vestimenta tradicional de las mujeres: usaban un anaco8 de bayeta 9, largo y grueso, que lo sujetaban a la cintura de la mujer con una faja multicolor, acomodando el anaco para que tuviera pliegues, la camisa de algodón blanca con bordados en el cuello y puños, como reboso10 una bayeta doblada y sujeta con un tupo11 , sombrero blanco de lana apelmazada y oshotas12 de tabla o caucho. Como accesorios utilizaban collares y pulseras hechos de cuentas de colores, aretes de acero pesados con cuentas de color blanco, anillos de acero (dos o tres en cada mano). Los anillos los usaban para evitar las malas energías, pero como eran incómodos para el trabajo agrícola se dejaron de usar. En el cabello se hacían dos trenzas que luego unían por detrás con cordones o cintas de colores (no solían cortarse el cabello).

Vestimenta tradicional de los hombres: la base de la prendas, tal como en el caso de las mujeres, era la bayeta y con esto confeccionaban los pantalones, con bastas en forma de tubo que mandaban teñir de color café o negro; la camisa era de algodón en color blanco sin bordados; el poncho de color azul, rojo o el llamado por los habitantes “caramelo”, este último con franjas de colores blanco, crema, verde y amarillo; el sombrero blanco de lana apelmazada y zapatos de tabla o caucho.

            Al reconstruir esta vestimenta, según los informantes de la comunidad, la vestimenta tradicional de Tolte-Pistishí es bastante parecida a la de la comunidad vecina de Nizag. M. Guamán13 lo describe de la siguiente manera:

“se define por poseer rasgos y características auténticas del pueblo Puruhá... La mujer se vestía con uno o dos anacos de bayeta de color negro, se sujetaba a la cintura con la faja de aproximadamente dos metros de largo; camisa bordada en el cuello y las mangas con imágenes de flores, hojas, aves, etc., que representaba la relación estrecha del hombre y la Pachamama; la bayeta elaborada de lana de borrego y teñido de varios colores, la misma que era sujetada con un tupo metálico o de hueso; aretes de piedra y el cuello con collares de varios colores que demostraba la belleza de la mujer; sombrero de lana de borrego blanco; la mayor parte de la población caminaban descalzos y algunos con alpargatas elaboradas de cabuya y caucho que servía para protegerse los pies y poder realizar con mayor facilidad diferentes actividades. La vestimenta del varón era más sencilla. Utilizaban un pantalón blanco de algodón; el poncho característico del hombre era de color rojo elaborado de lana de borrego; camisa blanca sin bordar que mandaban a confeccionar en Alausí; para cubrirse la cabeza se ponían sombrero blando de lana de borrego; al igual que las mujeres la mayor parte de los hombres caminaban descalzos y algunos utilizaban alpargatas de cabuya o caucho, estas alpargatas eran similares a las sandalias actuales. La lana de borrego y algunas plantas como la cabuya se convirtió en la materia prima principal para la elaboración de los atuendos, fueron un aporte valioso para elaborar sus prendas de vestir.”

            Como se aprecia en la descripción anterior, la vestimenta tradicional de la comunidad Tolte tiene similitudes con la comunidad de Nizag, la diferencia se da en la forma de acomodar el anaco en las mujeres, que en el caso de Tolte, el anaco iba plisado o con pliegues y en Nizag iba recto.  En el caso de los hombres, la diferencia se da en el color del pantalón, en el caso de Tolte era de color negro y en Nizag era blanco.

            Son muchos los factores por los que se pudo perder la tradición de la vestimenta tradicional en la comunidad de Tolte, entre los más destacados está la tradición local de quemar la ropa de la persona que fallece o enviar todas sus pertenecías en el ataúd, para no tener ningún recuerdo del difunto. Otro factor que se evidencia es la influencia de los migrantes en la comunidad.

            En la actualidad, la vestimenta de la comunidad muestra el cambio que se ha dado en el tiempo, la mujer ha reemplazado el anaco de bayeta por la pollera de franela, los colores son variados sin definición alguna, sobre esta pieza usan un guardapolvo de color negro o azul sencillo, el mismo que lo amarran a la cintura con un cordón de la misma tela de la pollera; continúa en uso la camisa blanca bordada a mano con diferentes figuras (flores, hojas) pero se ha introducido un camisón de manga corta sencilla; la bayeta fue cambiada por una chalina 14, sujetándola con un imperdible en vez del tupo o simplemente se lo amarran de las puntas.  El sombrero blanco de lana apelmazada se reemplazó por el sombrero de paño negro que se usa en Alausí, cantón al que pertenece la parroquia Pistishí y zapatos de caucho.  Estos cambios se han dado principalmente por razones económicas, las nuevas prendas son más baratas que las tradicionales.

            En el caso de los hombres, actualmente usan pantalón de tela, un poncho que lo utilizan escasamente y que ha sido reemplazado por una chompa15 , conservan la camisa blanca e incorporaron un chaleco o suéter de manga larga cuello en V de material sintético.  Al igual que las mujeres, zapatos de caucho y empezaron a utilizar el sombrero de paño negro, siendo más común, el uso de gorras de colores indistintos.

3. Conclusiones y recomendaciones

            La riqueza cultural y patrimonial que presenta cada rincón de nuestro país requiere de un proceso sistémico para su respectivo registro e inventario; este proceso secuencial del registro y la respectiva actualización del inventario de bienes de patrimonio cultural nos permitió conocer cualitativa y cuantitativamente la vestimenta tradicional de la comunidad Tolte, que se ubica en la parroquia Pistishí, pero que sin duda presenta influencias tanto del entorno como de asentamientos anteriores.

            El análisis de la vestimenta en Tolte requiere de un compromiso conjunto con la comunidad, el Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial de Pistishí Naríz del Diablo, el INPC y el Ministerio de Turismo, para que aquellos bienes culturales textiles (vestimenta) puedan ser reconocidos, conservados, protegidos y difundidos para que las futuras generaciones decidan si es o no, parte de su identidad cultural.

            Para la valoración patrimonial de los bienes textiles, con la ayuda de trabajo de campo basado en entrevistas personales, pudimos establecer el patrimonio cultural textil referente a la vestimenta, el cual fue registrado y está dispuesto para formar parte del inventario de bienes culturales materiales e inmateriales del Ecuador.

            De nada serviría nuestro trabajo etnográfico si, una vez revisada la información de cada ficha de registro, esta no sirve como base para procesos de reafirmación cultural, para la construcción de políticas públicas centradas en la conservación, preservación de la vestimenta y la tradición textil, así como para el fortalecimiento de los planes de la gestión y manejo del patrimonio cultural de la comunidad de Tolte, perteneciente a la parroquia Pistishí. Se hace necesario, por tanto, trabajar en comunidad para establecer una serie de estrategias diseñadas para rescatar, conservar y difundir el patrimonio cultural textil de la comuna, como una fuente de recuperación de la memoria colectiva y generadora de riqueza.

            Llegados a este punto, es la comunidad la que debe recoger el testigo y, con el asesoramiento adecuado de profesionales en la gestión y dinamización cultural y patrimonial, para difundir el patrimonio cultural textil referente a la vestimenta, creando espacios de diálogo intergeneracional donde los habitantes, poco a poco, se empoderen de sus tradiciones que a través de los siglos formaron parte de la cultura textil de la zona.

Bibliografía:

ADOVASIO J.M. y T. LYNCH, Preceramic textiles and cordage from Guitarrero cave, Peru. American Antiquity (Salt Lake City), 38, 1, 1973.
AITE, Asociación de Industrias Textiles del Ecuador, 2016. http://www.aite.com.ec/industria-textil.html (consultado el 20 de Febrero de 2016).
ARNOLD, D.Y., ‘Convertirse en persona’ el tejido: la terminología aymara de un cuerpo textil. En Victòria Solanilla (ed.) Actas de la I Jornada Internacional sobre Textiles Precolombinos, Barcelona, 2000.
BIRD, J., Preceramic art from Huaca Prieta, Chicama Valley, Peru. Ñawpa Pacha, (Berkeley), 1, 1963.
ESPINOZA, W., Los Incas. Economía sociedad y estado en la era del Tahuantisuyo. Amaru, La Victoria, 1987.
LECHTMAN, H., The Andean World. En: Elizabeth Boone (ed.). Andean Art at Dumbarton Oaks, Vol. 1. Washington, D.C., 1996.
MANRIQUE, A., Tejidos milenarios del Perú, AFP Integra, Perú. 2012.
MOYA, R., Los tejidos y el poder... y el poder de los tejidos. CEDIME. Quito. 1988.
PDOT, Pistishí, 2015.

1 http://www.elcomercio.com/tendencias/textiles-arqueologicos-investigacion-canar-ecuador.html (consultado el 25 de febrero de 2016).

2 J.M. ADOVASIO y T. LYNCH, Preceramic textiles and cordage from Guitarrero cave, Peru. American Antiquity (Salt Lake City), 38, 1, 1973, pp.84-90.

3 J. BIRD, Preceramic art from Huaca Prieta, Chicama Valley, Peru. Ñawpa Pacha, Berkeley, 1, 1963, pp. 29-33.

4 H. LECHTMAN, The Andean World. En: Elizabeth Boone (ed.). Andean Art at Dumbarton Oaks, Vol. 1. Washington D.C., 1996, pp.15-32.
D. Y. ARNOLD “Convertirse en persona’ el tejido: la terminología aymara de un cuerpo textil”. En Victoria Solanilla (ed.) Actas de la I Jornada Internacional sobre Textiles Precolombinos, Barcelona, 2000, pp.9-28.

5 PDOT Pistishí 2015, p. 25

6 AITE: Asociación de Industrias Textiles del Ecuador, 2016. http://www.aite.com.ec/industria-textil.html (consultado el 20 de Febrero de 2016).

7 Informante Dª Rosa Robla (76 años).

8 El anaco en Tolte es la falda de las mujeres

9 Según la RAE y conocimiento local, la bayeta es una tela de lana, floja y poco tupida

10 El reboso a nivel local se lo conoce directamente como bayeta, utilizando el mismo nombre de la tela del que está confeccionado

11 Nombre local que se usa para el prendedor, viene del quechua tupu: prendedor

12 Calzado tipo alpargata. Del Quichua ushuta: sandalia.

13 M. GUAMÁN, Elaboración de un plan de desarrollo cultural para mejorar la oferta del turismo cultural en la comunidad Nizag, filial de la CORDTUCH, cantón Alausí, provincia de Chimborazo, Tesis de Grado, Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, Riobamba, 2001, pp. 74-75.

14 Según la RAE, la chalina se deriva del chal que lo define como un paño de lana, mucho más largo que ancho, y que, puesto en los hombros, sirve a las mujeres como abrigo o adorno.

15 Esta palabra es local para los países de Ecuador, Panamá y Colombia, se refiere a las chaquetas cortas hasta la cintura.

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