Galo Alejandro Palacios Terán *
Liliana Elizabeth Jínez Tapia **
Universidad Central del Ecuador
gapalacios@uce.edu.ecResumen
El presente artículo, busca valorar la práctica de ética y valores de los docentes de la Facultad de Filosofía y su incidencia en la formación profesional de sus estudiantes, para lo cual se planteó una investigación de nivel exploratorio, con un paradigma cuantitativo, fenomenología de investigación directa con estudio de casos, se partió de variables, perfil por entornos, campos, dimensiones e ítems. Se plantearon hipótesis por cada uno de los campos a ser estudiados. La población considerada fue de: docentes (50), estudiantes (466) de sexto, séptimo y octavos semestre, autoridades de la facultad (2), directores de carrera (9) y representante del gremio docente (1). Las técnicas de investigación utilizadas fueron la encuesta y la entrevista mediante el uso de los instrumentos cuestionario y guion de entrevista semi – estructurado. Se procesó la información con el estadístico chi/ji cuadrada, la práctica de ética y valores de los docentes están sujetas a una actitud positiva en todos los campos investigados. La Facultad de Educación no posee un Código Deontológico afín a sus profesionales. A partir del análisis del currículo y planes de estudios se infiere que dicha Facultad no cuenta, con al menos, una asignatura o un currículo de formación en ética y valores.
Descriptores: Ética – Valores - Formación Profesional - Códigos de Ética - Códigos Deontológicos.
Abstract
This article seeks to assess the practice of ethics and values of teachers of the Faculty of Philosophy and its impact on the professional training of its students, for which an exploratory level research was proposed, with a quantitative paradigm, research phenomenology direct with case studies, we started with variables, profiles by environments, fields, dimensions and items. Hypotheses were proposed for each of the fields to be studied. The population considered was: teachers (50), students (466) of sixth, seventh and eighth semester, authorities of the faculty (2), career directors (9) and representative of the teachers' union (1). The research techniques used were the survey and the interview through the use of the questionnaire tools and semi - structured interview script. The information was processed with the chi / ji square statistic, the practice of ethics and values of the teachers are subject to a positive attitude in all the fields researched. The Faculty of Education does not have a Deontological Code related to its professionals. From the analysis of the curriculum and curricula it is inferred that this faculty does not have, with at least one subject or a curriculum of training in ethics and values.
Descriptors: Ethics - Values - Professional Training - Codes of Ethics - Deontological Codes.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Galo Alejandro Palacios Terán y Liliana Elizabeth Jínez Tapia (2018): “La práctica de ética y valores de los docentes, su incidencia en la formación profesional de los estudiantes de la facultad de filosofía, letras y ciencias de la educación Universidad Central de Ecuador”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (enero 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/01/etica-valores-docentes.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1801etica-valores-docentes
La formación profesional universitaria de tercer nivel, constituye una respuesta a las exigencias sociales, formación que se sustenta en el desarrollo de competencias, que constituyen un conjunto armónico e integral de: conocimientos (el saber), habilidades (el saber hacer) y valores (el saber ser). “Este enfoque de las competencias desde una visión integral permite incorporar acciones éticas y de valores, elementos del desempeño, la necesidad de prácticas reflexivas, la importancia del contexto/cultura y el desarrollo de prácticas competentes” (Escorcia, Gutiérrez & Henríquez, 2007, p.1).
La crisis de valores en todos los niveles sociales, políticos, profesionales y educativos en la actualidad, ha hecho que repensemos en la necesidad imperante de considerar a la ética como eje transversal de la formación educativa profesional. Es por esto que se considera a los valores como un elemento que ha sido relegado del proceso formativo, pasando a un segundo plano, generando problemas en los estilos de relaciones a todo nivel que se observan dentro y fuera de las instituciones: entre docentes, docentes-institución, docentes – estudiantes, estudiantes - institución y entre estudiantes; así como en la práctica profesional y en diferentes niveles jerárquicos profesionales, desde las más altas autoridades hasta el personal de servicio y el diario vivir dentro del ámbito: institucional, familiar y público.
La temática, gira entonces, sobre la práctica diaria de la docencia y de la administración educativa universitaria. El problema está enraizado en las formas de pensar, sentir y actuar de los entes universitarios ecuatorianos y en general. En este marco de análisis, los conceptos universales como democracia, ciudadanía, derechos humanos, justicia social, entre otros, han ido perdiendo significado debido a la manipulación de los sujetos de poder, especialmente.
El objeto de la educación es la formación integral del ser humano y el papel de la universidad reside en su formación profesional para servir a la sociedad y atender sus problemas, en este caso, su ámbito está en la educación y hacerlo con ética y valores constituye el reto para que se responda eficientemente a las exigencias sociales, enfrentar el reto del cambio y transformación en la actual sociedad caracterizada por antivalores, la politiquería, la demagogia, el mercantilismo y básicamente, la falta de respeto a la naturaleza la casa común.
En las asignaturas que se imparten en la actualidad en la facultad, están las de Administración y Legislación Educativa; en estas materias se abordan temas de ética y valores dada la naturaleza de sus contenidos. Se explica a los estudiantes sobre las normas educativas de su campo de acción técnico, normativa laboral, derechos, obligaciones y prohibiciones en el ámbito profesional. Si bien es cierto, la normativa nos habla de la formación en valores y sobre todo de ética profesional, la carencia de la práctica de éstos en la cotidianidad y en los diferentes campos de interrelación ocasiona una preocupante conducta en la que no se ejercita multilateralmente y con persistencia la ética y valores. Esta insuficiente comprensión y aplicación de ética y valores profesionales repercute directamente en la concepción y entendimiento que se tiene en diversos campos: el profesional, democrático, gerencial educativo, cívico y de ciudadanía.
La crisis de valores en el mundo actual, no permite alcanzar un desarrollo adecuado y más o menos simétrico en los campos de carácter social y económico; campea la injusticia, la desigualdad y la diferenciación social, la ley del más “astuto”, el facilismo, el oportunismo y en sí, el individualismo. Estos problemas inciden de diverso modo en temas económicos y sociales trascendentes como la inequitativa repartición de la riqueza, que limita el crecimiento colectivo debido al egoísmo, la competencia desleal, e incluso la envidia.
Un campo necesario, imprescindible, en el cual está la aplicación de la ética, es el de las ciencias de la educación dado el rol que juegan los educadores o formadores en todas las áreas del conocimiento; el hecho de formar profesores, investigadores, tecnólogos que llevarán a las aulas, a los jóvenes, a los profesionales de otras disciplinas toda la formación académica que recibieron, implica comprender que su formación no considere solo este aspecto sino también una sólida estructura en ética y valores que debe profundizarse constantemente y ser parte consustancial de su gestión educativa.
Desde una visión personal, la motivación por abordar este tema, nace de las vivencias que se produjeron en las aulas universitarias, en la búsqueda de explicar el comportamiento de algunos docentes y sus prácticas inapropiadas desde el punto de vista axiológico.
Esta preocupación es coincidente con algunos autores como, Morales 2012, quien considera que:
La educación en ética, valores y moral ha adquirido en los últimos años una importancia inusitada debido a las grandes transformaciones del mundo en el final del siglo y milenio, y a la magnitud de la crisis personal e institucional en vastas regiones del planeta. (Morales, 2012, p. 22).
Como menciona el autor, es en estas etapas de cambio, en donde se hacen evidentes las carencias en ética y valores, siendo una problemática globalizada que se manifiesta en las actividades cotidianas. Hoy cuando campea el individualismo, el marketing, la privatización y la insolidaridad, se vuelve imperativo su estudio, difusión y práctica desde el hogar hasta las aulas y la comunidad. Es necesario trabajar con ellos para obtener una amplia validación social.
Las facultades de educación en Ecuador, son las encargadas de la formación del profesorado a nivel básico y bachillerato; por esta razón, para el desempeño de las autoridades, la práctica de la ética y los valores debe ser una prioridad, así como el compromiso de su vigencia que deben asumir los docentes.
Esta situación se plantea debido a que en el seno de ciertas instituciones de educación superior, se han presentado casos reñidos con la ética, falta de probidad académica, abuso de poder, mal manejo de recursos, corrupción, acoso sexual, etc., sin que se haya producido una responsable investigación, ni se cumplan las formalidades legales que exigen estos problemas, para que si es necesario, se ejerzan sanciones a quienes hayan cometido actos que lesionan los principios éticos. En otras circunstancias, se han manejado dolosamente los recursos legales y estatutarios para fomentar el nepotismo, la complicidad o el silencio en el caso de faltas o infracciones, perpetuación en cargos directivos y demás transgresiones a la ley, reglamentos y estatutos.
Por lo expuesto, el objetivo del presente artículo consiste en conocer la práctica de los principios éticos y valores en la cotidianidad del quehacer educativo de la facultad de educación y sus nueve carreras formadoras de docentes para el sistema nacional de educación. Legitimar la necesidad de que la institución cuente con los instrumentos y procesos necesarios para que los docentes conozcan, hagan suyos y apliquen dichos principios y valores en todos los actos de su vida personal y profesional, dentro y fuera del aula, en su familia, en la comunidad y en la sociedad en general, a través de la capacitación, actualización y principalmente concienciación, que guíen las buenas prácticas y lograr establecerlas en normativas y protocolos.
El siguiente escrito está organizado de la siguiente manera. En la sección 2 se explicará la metodología utilizada. La sección 3, se describirán los resultados y discusión. Por último se presentarán las conclusiones.
Los procedimientos o caminos que nos permiten alcanzar los objetivos de una investigación de tipo científico es lo que caracteriza a la metodología, en este caso orientada al ámbito de la educación, que como una ciencia social, parte de una posición teórica, epistemológica, con técnicas específicas de investigación que permiten conocer la realidad de una colectividad para llegar a conclusiones valederas y categóricas acerca de un caso o problema determinado.
2.1. Diseño de la investigación.
El presente estudio se enmarca en la modalidad de investigación descriptiva pues se describen y analizan distintas dimensiones del objeto de estudio (UPEL, 2006). Además, se desarrolló a partir del nivel exploratorio, basado en un estudio general, para considerar si en la Facultad de Educación existían problemas relacionados con la ética y los antivalores por parte de algunos integrantes de la comunidad educativa, sean estos docentes, estudiantes o autoridades.
Con estos elementos de la primera exploración, se encontraron casos, comentarios y valoraciones de autoridades y docentes que evidenciaron la necesidad de realizar un estudio de carácter científico para comprobar estas experiencias.
Este conjunto de elementos obtenidos de la exploración, permitió afinar el problema de estudio y se concluyó con la necesidad de diseñar una investigación descriptiva y de relación entre variables, apoyada en un paradigma cuantitativo, reforzado con estudio de casos. Las razones que motivaron adoptar este diseño de investigación, entre otras son las siguientes:
De esta manera, se evidencia que el objetivo de la fenomenología es la investigación directa y la descripción de los fenómenos que desenvuelve y practica conscientemente, sin teorías sobre sus explicaciones causales o su realidad objetiva. Por lo tanto, trata de comprender cómo las personas construyen el significado; observable entre otras técnicas a través del estudio de casos, considerado por algunos autores como una clase de diseños, a la par de los experimentales, no experimentales y cualitativos (Williams, Tutty y Grinnell 2005).
En esta investigación el estudio de casos, se define como: “estudios que al utilizar los procesos de investigación cuantitativa, cualitativa o mixta; analizan profundamente una unidad para responder al planteamiento del problema, probar hipótesis y desarrollar alguna teoría” (Hernández Sampieri y Mendoza, 2009, p.79).
En concordancia con lo anotado, se ha tratado de diseñar y establecer algunos indicadores, sobre todo aquellos relacionados con la práctica cotidiana de la docencia en la facultad y su perfil. Dicho diseño en síntesis establece un esquema, cuya estructura comprende la acción del perfil del docente por entornos, concretado en función de variables, campos, dimensiones e indicadores.
2.1.1 Caracterización del perfil por entornos
Para diseñar el perfil del docente universitario, existen muchas metodologías y modelos, de acuerdo a los intereses que tengan las autoridades universitarias, en el caso de buscar un perfil por competencias para un docente formador, se tienen los trabajos de: (Ayala, 2008; Pérez, 2005; Perenoud, 2004; Sarramona, 2002), por otro lado para un perfil investigador sirven de referencia los trabajos de: (Pirela y Prieto, 2006; Carreras y Perrenaud, 2005). Para el presente artículo se considera más apropiado es el denominado perfil por entornos, que se traduce en el estudio de las necesidades que demanda el medio en el que va a ejercer su profesión, en este caso la docencia.
En definitiva es el conjunto de competencias y cualidades personales que es capaz de demostrar un profesional docente experto cuando realiza un trabajo y que puede ser evaluado. Su accionar profesional se ubica en un entorno determinado, el mismo que está interrelacionado, interdependiente e interactuante y cumplen el objetivo común de educar.
Cada entorno constituye un escenario en donde se desarrollan un conjunto de objetivos, características, conocimientos, capacidades y valores que identifican al profesional, bajo la óptica de los requerimientos sociales, profesionales, y los adelantos científicos, tecnológicos; basados en el criterio de especialistas, empleadores y egresados, así como las exigencias y políticas de la propia universidad.
El perfil descrito, está conformado por cuatro entornos: el personal, conocido comúnmente como el del (yo) o interno, referido a las condiciones y características de su personalidad, en donde se encuentran las diferencias individuales, es decir autoestima, actitudes y valores personales éticos y morales que lo caracterizan.
El entorno inmediato, constituido por su trabajo como profesional docente dentro del aula, en donde trasluce su actitud como facilitador de los aprendizajes, con conocimientos, metodologías, actitudes, valores, principios, que le optimizan en competencia y cualidades personales, capaz de demostrar como profesional capacitado su actitud y aptitud como docente, cuando realiza su trabajo de aula. Se caracteriza por su eficiente accionar en los saberes: (saber, saber hacer y saber ser.)
El entorno mediato, expresado en el dominio de las responsabilidades y funciones que como docente debe desarrollar frente a la planificación, programación, organización, seguimiento, control y evaluación del diseño curricular, pasando por el conocimiento y previsión de la logística educativa, son parte de este entorno también las relaciones interpersonales con docentes, estudiantes, directivos y personal administrativo.
Por último, el entorno externo o medio ambiental denominado también ecológico, fundamental en las relaciones con la comunidad educativa y la comunidad nacional e internacional, las relaciones con otros docentes, Ministerio de Educación, Consejo Nacional de Educación Superior y centros de documentación e información del mundo, entre otros, sin descuidar la relación con otras universidades y sus pares, así como con la empresa pública y privada.
Para este diseño de investigación, en el desarrollo de la ética y valores del docente, se han sintetizado en cada entorno un conjunto de campos, dimensiones e indicadores; según la tabla que se detalla a continuación, esta desagregación se traduce en ítems para la investigación y cada dimensión constituye a la vez una hipótesis de este estudio, de manera que la investigación refleje la práctica real del desarrollo de estos indicadores.
En esta perspectiva, la matriz de campos y dimensiones está conformada canteadamente en una estrecha relación de cinco campos que comprenden a su vez cinco dimensiones y cada dimensión se operacionaliza en cinco indicadores, aspectos que tienen su fundamento en el marco teórico. En conjunto se define una estructura orientada a establecer el diagnóstico de la práctica de la ética y valores de los Docentes en la Facultad.
Los cinco campos sintetizan todo el desarrollo de la ética y valores, motivo de esta investigación basada en un modelo cuantitativo, para que el informante analice mejor y comprenda el alcance de estos campos, se desagregaron en dimensiones relacionadas con su ejercicio profesional:
El problema de la investigación se refiere a la “Incidencia de la práctica de ética y valores de los docentes en la formación profesional de los estudiantes de la Facultad de Educación de la Universidad Central”. En la lógica de la investigación del problema se desprenden las variables que en este caso se identifican como independientes y dependientes, pudiendo existir algunas variables intervinientes que no son motivo de este estudio.
La ética y los valores de los docentes universitarios de la Facultad de educación
Formación Profesional de los estudiantes de la Facultad de Educación
Modelo lógico y matemático
2.2.1 Modelo lógico:
Para rechazar la hipótesis nula, el valor de Ji cuadrada calculada tiene que ser igual o mayor al valor de Ji cuadrada tabular.
En la investigación se consultó a todos los informantes la prioridad e importancia que se da en la Facultad a estos campos y su operacionalización en dimensiones cuyos resultados se muestran en el siguiente cuadro en orden de prioridad.
El total de los informantes investigados es de doscientos cincuenta y seis, de ellos cerca de cinco de cada diez, indican que el desarrollo de la ética y valores en la práctica de la Facultad, se orientan prioritariamente al ejercicio de la docencia, este fenómeno es muy notorio pues los docentes se concentran en mayor proporción en los valores de desarrollo profesional, es decir en sus actividades dentro y fuera del aula.
Por otra parte los informantes expresan que siete de cada diez docentes se alinean en el campo del ejercicio de la docencia y de la gestión educativa, este resultado, de alguna manera es comprensible aunque no justificable, porque su pensamiento está dirigido en proporciones muy altas a los valores de formación académica, pensando siempre solo en el desarrollo científico y tecnológico, sino también en los otros campos que tienen tanta importancia como los primeros, como la cívica, la ciudadanía responsable, la autoestima, la solidaridad, la democracia, entre otros. En la información obtenida, el porcentaje de docentes que se dirigen hacia esta parte cualitativa es de 4%.
Es importante hacer notar que según la información de los directivos este fenómeno se produce porque para la acreditación de las carreras, fundamentalmente se evalúan los conocimientos técnicos y científicos, sin considerar la formación integral.
En lo que corresponde a las sugerencias orientadas a mejorar la formación y la práctica de ética y valores en los docentes y en la comunidad educativa en general manifiesta que hay necesidad de ir implementando en forma sistemática las siguientes variables:
• Código de ética
• Capacitación y diferentes eventos
• Impresos, boletines, cuadernos, etc.
• Encuentros multidisciplinarios, análisis de casos, generación de proyectos.
• Generación de una cultura de moral y ética.
• Generar ambientes de confianza y respeto dentro del aula y fuera de ella.
La ética y los valores que desarrolla el docente en la Facultad de Educación al cumplir con su cometido de formar profesionales calificados para la docencia, expresa la siguiente tendencia.
El ejercicio de la docencia, el 73% dice practicar siempre y frecuentemente la ética y los valores, este aspecto es positivo y afirmado en cada una de las dimensiones. Sin embargo el 27% debe modificar su comportamiento ya que la formación profesional esencialmente es en valores.
Las interrelaciones personales se aplican positivamente en un 72%, mientras que un 28% refleja una débil práctica, lo que determina la necesidad de tomar acciones de mejoramiento, en otras palabras es obligación de los directivos y de los mismos docente buscar estrategias para llegar a la excelencia en la formación de formadores.
La dimensión más alta se ubica en gestión educativa con el 78% de su cumplimiento es decir que según los indicadores existe un alto nivel de manifestaciones positivas frente a la identidad institucional, al cumplimiento de la base legal, así como al desarrollo de una cultura de planificación y cumplimiento de los objetivos institucionales a pesar de que cerca de dos de cada diez docentes no practican debidamente estas actividades; por lo que la propuesta debe referirse al desarrollo de acciones para su recuperación efectiva.
De la misma manera el porcentaje más alto de desarrollo relativo o no desarrollo de estos valores se ubica en la dimensión referida al ejercicio de la docencia y de las internaciones personales con el 27 y 28% respectivamente, aspecto que resulta crítico sobre todo cuando se trata de educación.
En el campo de los valores cívicos y de ciudadanía, encontramos que en la práctica los docentes cumple en un 73%, podría decirse que, en esta dimensión de los valores personales y sociales es buena la respuesta en la facultad, sin embargo en la formación profesional, especialmente de docentes debe superarse en mucho este nivel de práctica de valores, siendo necesaria la vigencia de un código de ética de la facultad y particularmente de la deontología del docente universitario.
Al desagregar la información obtenida por los estratos se encuentra que en mucho se ratifica lo analizado anteriormente, encontramos que en cumplen estos valores: en responsabilidad el 76%; en respeto el 75%; en servicio y confianza el 74% y el 73 % en empatía, lealtad y equidad; y en un límite crítico los valores personales y sociales de honestidad, solidaridad, con el 72% y la tolerancia el 70%.
Al analizar los resultados de los criterios de los docentes sobre el desarrollo de la ética y los valores se confirma lo expuesto anteriormente en lo referente a gerencia educativa y a ética, que alcanzan el 82% y 80% respectivamente. Llegando a un límite crítico en lo que corresponde al campo profesional en su dimensión ejercicio de la docencia, que alcanza el 67% y el 33%, en que los docente sin exprésalo, reclaman tácitamente capacitación y actualización en los campos de la evaluación, en el manejo de recursos de aprendizaje, particularmente en la aplicación de las tics en procesos de aprendizaje y en la investigación, como el principal medio de desarrollo de su profesión.
En la dimensión práctica de valores personales y sociales, los docentes reconocen que todos ellos se practican en un porcentaje mayor al 70%, sin embargo como ciudadano común y más aún como docente no podría la universidad, y especialmente la Facultad encontrare satisfecha con un porcentaje que en este caso es bajo ya que la institución y especialmente los profesores constituyen un referente para el comportamiento de todos e incluso del Estado, ya que así se evitar uno de los peores azotes del mundo moderno que es la corrupción a todo nivel.
A fin de cumplir con los objetivos de la investigación, es necesario analizar detalladamente cada uno de los campos, con sus respectivos indicadores que permitan cruzar lo señalado en la teoría con los resultados obtenidos en la investigación de campo y llegar así a conclusiones y recomendaciones de manera objetiva y valedera para mejorar su misión institucional.
Es de destacar que en el ejercicio de la docencia, el 67% de los encestados manifiestan que se practica y forma a los futuros docentes con valores profesionales, así se manifiesta en el indicador de evaluación el 74% consideran que existe imparcialidad al momento de la evaluación. El segundo indicador correspondiente a gestión en el aula, el 70 % manejan adecuadamente los recursos didácticos en los procesos de enseñanza aprendizaje; lo que se ratifica en el siguiente indicador, referido a la utilización de recursos didácticos que refleja un porcentaje similar. El último indicador sobre la investigación, 52%, el de menor porcentaje, es el de mayor preocupación, no sólo para la facultad, sino para la universidad que no aprovecha este recurso como debería, como un eje de aprendizaje y generación de conocimiento en el proceso de formación académica universitaria y en la vida profesional y generación de innovación y creación y desarrollo profesional.
La conclusión del análisis en este campo, permite inferir que se requiere establecer acciones de actualización pedagógica y de capacitación, especialmente en los métodos de la investigación científica.
En lo referente al campo de las interrelaciones personales, se presenta una tendencia defina, el 72% señala que se desarrolla una adecuada interrelación entre los actores educativos.
Respecto a los dos primeros indicadores y el último referido a las relaciones docentes y estudiante; entre docentes y con las autoridades consideran que son permanentemente apropiadas en un 74% y el 78% respectivamente. Evidenciándose la necesidad de mejorar estas relaciones, para alcanzar un clima de trabajo estimulante.
El tercer indicador referido a las relaciones con la comunidad educativa se consideran adecuadas; el cuarto indicador sobre la participación acción del docente en los procesos de vinculación, con apenas un 64% de práctica, expresa preocupación por parte de los mismos actores educativos, por lo que es necesario que esta función universitaria se dinamice a través de equipos de trabajo interaccionados entre directivos, docentes estudiantes y comunidad.
El primer indicador referente al ejercicio de liderazgo, alcanza el 72% entre siempre y frecuentemente, porcentaje insuficiente para el verdadero papel de líder que debe ejercer el docente dentro y fuera del aula.
Respecto a los otros indicadores, autoestima elevada y comunicación fluida, cubren del 80% al 84% de práctica entre siempre y frecuente, referidos a la autoestima, niveles de comunicación, a la actitud y al compromiso. Frente a esta realidad las autoridades y gremios respectivos, deben buscar estrategias y recursos para fortalecer el cumplimiento de los roles del docente en su compromiso con el futuro de sus estudiantes y la Facultad, para alcanzar la calidad total que merece la institución.
En el campo de la gerencia educativa los docentes de la facultad declaran que tienen una práctica muy buena ya que el 82% cumplen a cabalidad esta responsabilidad.
En lo referente a cada uno de los indicadores tenemos que en el cumplimiento de la base legal el 82% se rige a la misma.
En las manifestaciones de identidad institucional el 88% realmente tiene un orgullo de pertenecer a la Facultad de Educación, lo que se confirma en sus tareas de planificación y se fortalece en el cumplimiento de los objetivos institucionales con el 90%.
En lo que se necesita realmente fortalecer en el campo anterior es en la participación decidida por los docentes en las actividades extracurriculares ya que el porcentaje que ellos mismos señalan es el 72% valiendo en este caso las recomendaciones de trabajar en equipo en estas actividades que son fuera del aula.
En este campo, se encontró, de acuerdo a los encuestados, que los docentes si practican y desarrollan los valores cívicos y de ciudadanía en un 57% siempre y 16 frecuentemente, en un total el 73%.
El valor de polaridad es el que más sobresale con un 78% y el valor de la tolerancia es el de menor porcentaje con el 70%. Los estudiantes estiman que en todos estos valores cívicos y de ciudadanía, los profesores deben alcanzar porcentajes mayores ya que es obligación de la universidad trabajar en valores, para lo cual es necesario que la facultad cuente con un código de ética y los docentes con el código deontológico, el mismo que no debe ser una letra muerta sino una práctica diaria de las autoridades, directivos, docentes, estudiantes, empleados y de todos los actores universitarios.
Los siguientes supuestos serán considerados para todos los modelos lógicos subsecuentes:
En la práctica de la ética y valores de los docentes en el ejercicio profesional dentro y fuera del aula y determinar su incidencia en la formación de talentos humanos de la Facultad, la proporción de docentes que desarrollan una adecuada esta práctica en el proceso de aprendizaje, es mayor estadísticamente a la proporción de los que ejercitan un inadecuado comportamiento en el aula.
Hipótesis nula Ho.- No hay diferencia significativa entre del desempeño del docente que práctica la ética y valores, en su gestión dentro y fuera del aula y los que no lo cumplen.
Conclusión:
Existe una diferencia significativa entre las prácticas de la ética y los valores de los formadores de formadores y los que no se preocupan de en su gestión educativa de desarrollar la ética y valores en los futuros docentes.
En el ejercicio de la docencia, la proporción de docentes que desarrollan una adecuada práctica de ética y valores en el proceso de aprendizaje, es mayor estadísticamente a la proporción de los que ejercitan un inadecuado comportamiento en el aula, según el criterio de los estudiantes.
Hipótesis nula Ho.- No hay diferencia significativa entre del desempeño del docente que práctica la ética y valores, en su gestión dentro y fuera del aula y los que no lo cumplen.
Conclusión:
Existe una diferencia significativa entre el desempeño profesional, las prácticas de la ética y los valores de los formadores de docentes y los que no se preocupan en su gestión educativa de desarrollar la ética y valores en los futuros docentes.
En el ejercicio de la docencia, el criterio de los estudiantes es fundamental, así ellos consideran que la proporción de docentes que desarrollan una adecuada práctica de ética y valores en el proceso de aprendizaje, es mayor estadísticamente a la proporción de los que ejercitan un inadecuado comportamiento en el aula.
Conclusión:
Desde la visión de los estudiantes, existe una diferencia significativa entre el desempeño profesional, las prácticas de la ética y los valores de los formadores de docentes y los que no se preocupan en su gestión educativa de desarrollar la ética y valores en los futuros docentes, dentro del aula.
Se considera que la proporción de docentes que desarrollan una adecuada práctica de ética y valores en la administración educativa es significativamente mayor estadísticamente a la proporción de los que ejercitan un inadecuado comportamiento en la gestión de trámites educativos.
Conclusión:
Se concluye, que en el campo de la administración educativa, existe una diferencia significativa entre el desempeño profesional. Los docentes que
Discusión
En el campo profesional hay que destacar como el docente, en su autoevaluación sin expresarlo de manera explícita, deja en el ambiente la necesidad de mejorar en el dominio de nuevas técnicas y recursos pedagógicos, buscando el espacio y el apoyo para asistir a todo tipo de evento que incida en su actualización y formación profesional.
Los docentes conscientes de su rol de líderes, actúan siempre pensando que son un referente, que se constituyen en el espejo en el que sus estudiantes se mirar y proyectan, no solamente en ser iguales, sino en superarlos para ser orgullo de su familia, de la institución y de la patria para así cumplir con la misión de la Universidad.
Cada uno de los estratos investigados considera la necesidad de fomentar un clima organizacional de paz, solidaridad, justicia equidad, a nivel de aula, a nivel de carrera, de facultad, de universidad y porque no decirlo a nivel de país, para que solo ahí se alcance las metas propuestas en cada proyecto de vida de los ciudadanos.
De acuerdo a los resultados de la investigación, encontramos que la principal debilidad del docente de la facultad es el uso y manejo de la investigación tanto en el proceso de aprendizaje como en los trabajos que en esta área debe cumplir la institución, por lo que es necesario incrementar verdaderos cursos no solo de actualización, sino de preparación en el área correspondiente a la investigación; estimular la producción de científica como resultados de sus investigaciones a través de la publicación en revistas indexadas.
Otra de las debilidades detectadas en la mayoría de los docentes es su participación acción en los procesos de vinculación debido, no solo a la falta de voluntad de ellos, sino a la carencia de políticas de articulación en equipos de trabajo interdisciplinarios que permitan la aplicación de los conocimientos desarrollados en clase.
En el comportamiento de interrelaciones docente – estudiante, es necesario mejorar sus estrategias de comunicación, elevación del autoestima, que recae directamente en el rol de líder que es el docente, para los estudiantes y para la comunidad, por lo que es necesario una preparación no teórico, sino vivencial, práctico en dirección de grupos y de actividades científicas, artísticas, culturales, deportivas, etc.
En relación al compromiso cívico y ciudadano, todos los valores, de solidaridad, equidad, responsabilidad, servicio, confianza, tolerancia, existe la necesidad de ir fomentando, creando conciencia en los docentes, pues su profesión requiere de una mística de servicio, ya que de ellos depende la felicidad de los futuros ciudadanos y consecuentemente del progreso del país. Cabe resaltar que todo constituye una verdadera unidad, consecuentemente si se mejora en los campos señalados anteriormente, se alcanzará mejores resultados en el campo cívico ciudadano.
Las prácticas profesionales en ética y valores de los docentes de la Facultad de Educción de la Universidad Central, están esencialmente sujetas a una actitud positiva en cada uno de los campos y dimensiones investigados, decimos esto porque tanto en la apreciación de autoridades docentes y estudiantes, se manifiesta que en la mayoría de docentes en su desempeño dentro del aula como en sus relaciones institucionales y en las de vinculación con la comunidad; sin embargo al ser la facultad formadora de docentes ahí la necesidad de la mejora permanente para alcanzar la calidad total que en este tipo de instituciones demanda la sociedad.
Sin embargo, del análisis de los currículos de formación, planes y programas de estudio, no contemplan explícitamente la formación en valores, sin embargo es necesario considerar que no se requiere un texto escrito teórico, sino la vivencia de los mismos, la práctica diaria de cada uno de ellos, la interiorización en los niños, adolescentes y jóvenes a través del ejemplo de autoridades, docentes, padres de familia y especialmente de los gobernantes locales y nacionales.
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