Sulany Sánchez Curbelo*
Yudith del Cristo Sosa **
Guillermo Aquino Díaz ***
Universidad “José Martí Pérez"
scurbelo@uniss.edu.cuRESUMEN
En la formación y desarrollo del niño influye la familia, especialmente cuando llega el momento de la elección de la carrera. El éxito depende de la unidad y la coordinación de las influencias educativas de la sociedad que se establecen entre las instituciones, la familia y las organizaciones sociales. Sin el diagnóstico de estos factores y de todos los que pueden incidir en su progreso no sería posible la formación integral de los educandos. Es cuestión de la escuela preparar a la familia para el cumplimiento de su intención orientadora hacia la profesión pedagógica, para que, desde su accionar, influyan positivamente en la selección consciente de una carrera pedagógica según sus intereses y aptitudes. El presente artículo tiene como objetivo: sistematizar los fundamentos teórico metodológicos, que sustentan la preparación de la familia, de manera que contribuya al cumplimiento de su intención orientadora hacia la profesión pedagógica en el nivel primario.
Palabras clave: familia - influencias educativas- preparación - pedagógica.
SUMMARY
In the formation and development of the child, the family influences, especially when it comes to the choice of the race. Success depends on the unity and coordination of the educational influences of society that are established between institutions, family and social organizations. Without the diagnosis of these factors and of all those that may influence their progress, it would not be possible to provide comprehensive training for learners. It is a matter of the school to prepare the family for the fulfillment of its guiding intention towards the pedagogical profession, so that, from its action, they influence positively in the conscious selection of a pedagogical race according to their interests and aptitudes. The aim of this article is to systematize the theoretical and methodological foundations that support the preparation of the family, so that it contributes to the fulfillment of its guiding intention towards the pedagogical profession at the primary level.
Key words: family - educational influences - preparation - pedagogical.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Sulany Sánchez Curbelo, Yudith del Cristo Sosa y Guillermo Aquino Díaz (2017): “Preparación de la familia para el cumplimiento de su intención orientadora hacia la profesión pedagógica”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (agosto 2017). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2017/08/familia-profesion-pedagogica.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1708familia-profesion-pedagogica
Solo un pueblo culto puede alcanzar la verdadera libertad. Hacia ese empeño se ha dirigido la Revolución cubana bajo el liderazgo del Comandante Fidel Castro Ruz, quien situó la educación en el centro de una colosal Batalla de Ideas, que dará más frutos en la medida que sea transformado el Sistema Nacional de Educación.
La educación cubana tiene como fin la formación y el desarrollo cultural del hombre en interrelación dialéctica. Es necesario educar a un hombre que responda a su época, que defienda su ideal como cubano, con una posición humanista, antiimperialista, latinoamericanista, y de solidaridad con los procesos que contribuyan al desarrollo humano.
Para alcanzar estos propósitos es imprescindible lograr la cantera de los futuros profesionales de la educación, lo que presupone trabajar de manera coherente con la familia, como célula básica de la sociedad, para que desde su influencia educativa, contribuya al desarrollo de la orientación profesional vocacional pedagógica en sus hijos.
Resulta imprescindible que se le confiera la más alta primacía al proceso de ingreso a la Educación Superior y, específicamente, a la formación de las nuevas generaciones de profesores. Dentro del sistema de influencias educativas que intervienen en este proceso es precisamente la universidad la que tiene el principal encargo social, pues “(…) la educación superior cubana debe acentuar sus rasgos de universidad innovadora (…) científica, humanista y comprometida con el proyecto socialista de la Revolución, del cual se siente parte indisoluble.”(Alarcón, 2016, p. 11).
Por el valor que el Estado Cubano le concede a tan importante función, ha puesto en práctica un basamento legal referido en el Lineamiento 145 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución (2011), aprobado en el Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, el cual establece “(…) jerarquizar la superación permanente (…) y el papel de la familia en la educación de los niños y jóvenes (…)”. (p. 23)”.
Entre los factores que están implicados en el trabajo de orientación profesional se encuentra la familia, pues formar intereses hacia la profesión pedagógica y preparar a los niños para la elección de esta profesión no corresponde únicamente a la escuela sino que debe contar con un serio apoyo de los padres y una influencia positiva de la comunidad. En la actualidad uno de los factores que influyen negativamente para la selección de carreras pedagógicas en los alumnos es la familia que pretende materializar en sus hijos sus frustraciones profesionales manifestando abiertamente rechazos hacia esta profesión.
Con respecto a la preparación de la familia y a la orientación profesional vocacional pedagógica existen valiosos aportes, aunque aún se manifiestan carencias en este sentido, que demandan la continuidad de investigaciones donde se potencie desde el seno familiar, acciones encaminadas a la elección de la profesión pedagógica en sus hijos.
Es en el seno familiar donde comienza y se mantienen de forma sistemática el desarrollo de acciones dirigidas a este fin, sin embargo para que esta labor pueda transitar exitosamente, se exige de una preparación de la familia que posibilite un accionar conscientemente organizado y dirigido a la formación de un proceso en armonía con los objetivos que para esta meta están trazados.
En Cuba, es una realidad cada vez más necesaria, que la escuela perfeccione todo lo relacionado con el trabajo de formación vocacional y de orientación profesional desde una concepción integral del desarrollo de la personalidad y dirigir toda la atención a lograr que los mejores estudiantes con aptitudes y preferencias hacia esta digna profesión seleccionen las carreras pedagógicas como opción necesaria para continuar estudios superiores.
Aunque es necesario implementar el trabajo con la familia en este aspecto, según una concepción filosófica materialista histórica y dialéctica, la sociedad es la que determina la vida familiar y a su vez la familia condiciona en sus descendientes importantes cualidades de personalidad. Entonces, las familias son las encargadas en el desarrollo de sus descendientes, de plantar la semilla, de regarla y ayudarla a crecer. Su función esencial es: brindar el sustento necesario, que es tanto físico como espiritual, además de aportar agua, el abono y la tierra fértil que necesita toda planta para elevarse fuerte y sana, las familias deben procurar el afecto necesario para que sus sucesores crezcan con una buena base de autoestima y seguridad de sí mismo. Desde que el niño nace, las familias principalmente los padres están pendientes de todas las acciones de sus hijos para enseñarlos, guiarlos, prepararlos y acompañarlos en su largo camino tanto personal como profesional.
Teniendo en cuenta la realidad educativa actual en nuestro país y la demanda de profesionales en el ámbito pedagógico, es requerimiento indispensable que desde la familia se lleve a cabo un proceso de orientación profesional pedagógica, el cual debe ser concebido con carácter intencional y que favorezca la formación de aptitudes en los sujetos dirigidas hacia esta profesión.
Lo anterior apunta hacia la necesidad de concebir las intenciones como una categoría que expresa la autodeterminación hacia un propósito, impulsado por la motivación como tendencia orientadora de la personalidad; constituyendo formaciones motivacionales complejas que dirigen y regulan la conducta, configuradas a partir de la estrecha unidad que se establece entre los componentes afectivos y cognitivos, donde se forman las ideas, creencias, valoraciones y concepciones por parte de los sujetos, alcanzando esta última su consolidación en la edad juvenil.
Por tal motivo, si desde la familia se desarrolla un proceso conscientemente intencionado dirigido a resaltar los aspectos más relevantes de la profesión pedagógica, se estaría ofreciendo a los sujetos herramientas necesarias para la formación de concepciones sobre las carreras pedagógicas, las cuales pudieran devenir en tendencias para el funcionamiento de este importante grupo social.
A partir de los elementos antes descritos, se declara como objetivo del presente artículo: sistematizar los fundamentos teórico metodológicos que sustentan la preparación de la familia, de manera que contribuya al cumplimiento de su intención orientadora hacia la profesión pedagógica en el nivel primario.
DESARROLLO
En el afán de satisfacer las expectativas que la sociedad demanda de la escuela, como institución educativa, es que, esta debe convertirse en el centro a partir del cual emanen las mejores influencias para los niños y adolescentes, en su radio de acción a la que pertenece la escuela.
Sin embargo resulta un hecho que las influencias educativas de la escuela deben trascender los marcos de sus aulas porque el proceso de formación de la personalidad es multifactorial y por tanto, la escuela debe atender las necesidades educativas de otros entes que intervienen en este proceso. Uno de ellos es la familia, institución a la que se le ha brindado especial atención debido a que es en esta donde se reciben las primeras influencias y además comienza el proceso de educación de la personalidad de los futuros escolares.
Lo anterior se ha convertido en algo más que una prioridad, si se tiene en cuenta que a pesar de los altos niveles de escolaridad de la población cubana y de los importantes logros que a nivel de desarrollo social y de calidad de vida se han obtenido como parte de la voluntad estatal de perfeccionar cada vez más el sistema social, todavía la familia no llega a satisfacer las expectativas sociales en cuanto al cumplimiento de su gestión educativa.
La manera en que las personas se comportan también está determinada por la educación, tanto desde la colectividad como en la relación social entre los individuos, porque es en ella en la que cada cual va asumiendo alternativamente el papel de educador o educando, pero siempre a partir de una posición concreta del sujeto dentro de la sociedad.
Como explica el sociólogo mexicano F. Gómez Jara, el maestro, “junto con los padres, constituyen lo que él denomina “educadores primarios”, no sólo porque sean los iniciadores del proceso de socialización del niño, sino fundamentalmente, porque sus influencias resultan dominantes”. (Gómez Jara, 1992: 37)
Pero el mismo Gómez Jara diferencia el rol del maestro por el hecho de que posee una preparación profesional y una obligación social que le resultan inherentes al lugar que ocupa dentro del sistema de división social del trabajo, que no puede ser sustituido por ninguno de los otros “educadores secundarios”, o sea, los comunicadores sociales, líderes políticos y religiosos, artistas de cine, radio o televisión y deportistas famosos. (Ibidem: 38)
Tampoco los padres pueden cubrir el rol profesional del maestro; si en alguna época anterior la familia pudo resolver las necesidades educativas de los hijos, hoy esto resulta completamente impensable, con independencia del nivel cultural que posean los padres.
En los años 70 los temas y el contenido de esas escuelas de padres se elaboraban a nivel central, para impartirse de forma homogénea por todo el país. Para ello se realizaba una serie de seminarios escalonados hasta la escuela. Sólo al finalizar esa década es que comienzan a existir las condiciones para que los temas se generaran a nivel municipal, tomando en cuenta las experiencias de las escuelas; pero se mantuvo el criterio de que fueran temas preparados por el docente, y no por los padres de forma participativa, sin embargo todavía se estaba muy lejos de satisfacer las necesidades de preparación a la familia.
Gracias al trabajo científico práctico en las escuelas de padres de los centros de estudio y la conducción de los espacios de orientación, a mediados de los años 80 se había elaborado un enfoque específico sobre el accionar educativo de la familia, así como de las vías para la educación a los padres.
A partir de entonces muchos de los programas a los padres, dirigidos por el MINED que se realizaron para los medios de difusión tenían el estilo de “castigar simbólicamente” o recompensar a los pasivos espectadores. Lo que no resultaba efectivo al no ser incorporado a los modos de actuación de las familias a las que estaban dirigidas los programas, y por otra parte estos no partían de las necesidades particulares de cada comunidad en su integración con la escuela, ni mucho menos con el diagnóstico de cada familia.
Así, fue necesario dar el vital salto cualitativo para lograr, desde aquel entonces, la implicación de las escuelas en la educación familiar, es por eso que al surgir ellas, el cambio de nombre reflejaba una transformación del enfoque que poco a poco se gestaba. Sin embargo, vale señalar que en el trabajo con los padres, los paradigmas cubanos no son universales; es decir, no son reconocidos conscientemente por todos los implicados en esta labor. Tampoco su expresión y empleo son homogéneos, y su desarrollo en el tiempo les introduce cambios al integrar estas valoraciones sobre la educación a la familia.
Por lo que se asume que la educación familiar es "...un sistema de influencias conscientes pedagógicamente dirigidas a los padres y otros familiares cercanos responsabilizados con la educación de los niños y adolescentes en el hogar, encaminado a elevar su preparación pedagógica y a estimular su participación activa en la formación de su descendencia..." (Rodríguez, J, 1990: 7), sin dejar de mencionar la orientación familiar como otro aspecto esencial para lograr "...un proceso de ayuda para la mejora personal de quienes integran la familia y para la mejora de la sociedad en y desde la familia, fundamentalmente en todo aquello que hace referencia a la educación familiar". (Casas, G, 1988: 25).
No obstante, es necesario señalar que en los últimos años, se han desarrollado numerosos proyectos e investigaciones, con el objetivo de perfeccionar las relaciones de la escuela con la familia; de forma tal que desde la institución educativa, se creen las condiciones que provoquen una preparación desde la familia y para ella, ya no solamente con el objetivo de diagnosticarla, sino también con el fin de lograr su autodiagnóstico y autoeducación a partir de la concientización de sus carencias en cuanto al cumplimiento de sus funciones, y muy especial para que cumpla con calidad su gestión educativa, sin la cual sería imposible lograr un desarrollo armónico de la personalidad de los niños.
La familia es esencial en su condición de punto focal del ser social, tanto para el desarrollo del individuo como para el de la sociedad a la cual pertenece. Es por ello la necesidad de preparar a esta en la orientación profesional pedagógica de sus hijos.
La importancia que tiene la vida laboral y sus implicaciones para el desarrollo pleno de las potencialidades del hombre determina la significación que tiene una educación adecuada de la personalidad, desde edades tempranas, puesto que los aspectos referentes a la orientación profesional no son innatos ni hereditarios, sino que se forman y desarrollan en un complejo sistema de actividades, influencias e interacciones a través de las cuales transcurre la vida del individuo. En este sentido Fernando González Rey plantea: “La familia desempeña un papel esencial en la orientación profesional de la personalidad de sus miembros, especialmente en el desarrollo de intereses y de características importantes en esta esfera”. (Gonzáles Rey, 1983: 97).
Partiendo de las propias palabras de Fernando González Rey es importante destacar que la familia constituye la primera institución educativa reconocida como el agente de mayor influencia en el proceso de orientación profesional vocacional. Sin embargo, también requiere de orientación y preparación previa para ejercer este rol con eficiencia y calidad pues, como otras instituciones sociales, se ve sometida a cambios tan rápidos y complejos que difícilmente puede asimilarlos, razón que justifica la necesidad de realizar acciones que le permitan prepararse mejor.
Las investigaciones que se han desarrollado en los últimos años acerca de la preparación de la familia para el cumplimiento de su gestión educativa, han demostrado cómo persisten insuficiencias en esta institución social sobre todo marcadas por los profundos cambios que se dan en el mundo y por tanto en Cuba, en relación con la formación de la personalidad y el sistema de valores que impera tanto en el nivel macro de la sociedad como en la familia: su célula fundamental.
A pesar, de los múltiples logros educativos alcanzados en el sistema de educación familiar en las tres últimas décadas en aspectos trascendentales como: transmisión y educación de valores, formación de actitudes cívicas y políticas, ideales de vida, orientación profesional y los procesos de socialización, hoy en los albores del siglo XXI, se precisa de una acción educativa-formadora de mayor alcance social, como expresión de la relación dialéctica individuo-sociedad que el Che la abordó en un doble proceso: el individuo como miembro de la sociedad y como ser único. (Guevara, E, 1965).
La necesidad social de la escuela de convertirse en un referente en cuanto a la educación de la familia y de poner a disposición de ella todos los recursos estatales en función de perfeccionar la forma en que se vinculan estas dos instituciones sociales, así como garantizar la satisfacción de las expectativas que tanto la sociedad como la propia familia esperan de ella, es uno de los retos a los que se debe enfrentar la educación familiar, de ahí la importancia de elevar la calidad del funcionamiento escolar en pos de hacer de la familia un ente cuyo camino se enlace al de la escuela con un objetivo común: la formación plena e integral de la joven generación.
La familia transmite y protege los valores de la vida y es promotora de modelos y normas de comportamiento que preparan a sus integrantes para su ingreso a la sociedad; siendo, por tanto, su cimiento y elemento fundamental. La sociedad debe velar porque la familia pueda cumplir sus roles esenciales fundados en la autoridad y responsabilidad de los padres, como un proceso de integración global en la sociedad.
A Cuba, país en vías de desarrollo y bloqueado durante más de 50 años por una de las potencias más grande del mundo, le es imprescindible el trabajo incesante en la búsqueda de soluciones que posibiliten conservar las conquistas del socialismo que han estado afectados según José Ramón Fabelo (2003), como la perplejidad e inseguridad de los jóvenes acerca de cuál es el verdadero sistema de valores (qué considerar valioso y antivalioso), sentimiento de pérdida de validez de aquello que se consideraba valioso y atribución de valor a lo que hasta ese momento se consideraba antivalioso, cambio de lugar de los valores en el sistema jerárquico subjetivo, entre otros aspectos.
Esta situación ha estado motivada por varios factores sociales externos e internos relacionados, fundamentalmente, con la caída del campo socialista, la unipolaridad política que sucedió a la debacle del socialismo y las manifestaciones ideológicas que la acompañan, en lo que respecta a los factores externos.
Entre los factores internos se destacan: la crisis económica; pues las carencias materiales con el consiguiente bajo nivel de satisfacción de las necesidades ha provocado la disminución del valor que se le asignaba a los fenómenos sociales y espirituales y que se le dé mayor valor a todo lo que se relacione con la satisfacción de las necesidades materiales, individuales y familiares. Los problemas económicos también han traído como consecuencia cierto escepticismo sobre el futuro de la Revolución, su capacidad para enfrentarlos y una vuelta en muchos hacia sus deseos de una sociedad de consumo como un escape a la difícil situación.
Teniendo presente cada uno de estas implicaciones en la sociedad cubana actual, merita destacar que la familia también ha tenido un gran giro en las formas de tomar partido en la educación y formación de sus progenitores, demostrado en la aceptación de que sus hijos seleccionen carreras que tenga un buen ingreso económico sin importar sus preferencias, ni aptitudes y mucho menos el gusto de estos por la labor que realizarán durante toda su vida.
En estudios realizados con respecto a las familias en la provincia Sancti Spíritus se pudo apreciar dificultades en el cumplimiento de las funciones familiares en cuanto a la orientación reproductiva, la presencia de ayuda mutua, la participación en la formación del presupuesto familiar, el carácter familiar del tiempo libre y el clima psicológico, hay disminución de la edad en que las parejas contraen matrimonio, pobre independencia económica, altas tasas de divorcialidad, maternidad precoz y poca preparación psicológica para enfrentar la vida matrimonial. (Duque Robaina: 1993), (Cueto Marín: 1998).
En la tesis doctoral, Elena Sobrino (2003) considera que uno de los ideales morales que deben convertirse en valor a formar por parte de la escuela en estrecha comunión con la familia, es el de ser revolucionario, sin embargo sus estudios arrojan que ¨…aunque el enfoque político-ideológico es un elemento esencial en la concepción de todo el proceso docente-educativo, las constataciones realizadas, a partir de los instrumentos aplicados, demuestran que este no es un aspecto que se considera de importancia en el trabajo educativo con la familia, cómo debe comportarse en las distintas etapas de su vida para lograrlo; por qué esta actitud es la que conviene a todos y a cada uno de los integrantes de la familia y a la sociedad cubana en su conjunto, y por qué un modo de ser contrario a este sería indigno de un patriota cubano (Sobrino Pontigo, E, 2003: 33).
Para abordar la preparación de la familia en el cumplimiento de su intención orientadora hacia la profesión pedagógica desde el nivel primario, se hace necesario analizar los elementos que devienen en supuestos teóricos y metodológicos. A continuación se exponen las ideas que a consideración de los autores resultan de gran importancia relacionadas con el tema.
Existen numerosas definiciones con relación a la orientación profesional como proceso. Es significativo, en tal sentido, el aporte de González (1999, 2011, 2013), quien enmarca la orientación profesional como un proceso que transcurre a lo largo de la vida de la persona, que comienza desde las primeras edades y no culmina con el egreso del estudiante de un centro profesional, sino que se extiende hasta los primeros años de su vida profesional.
Destaca que “la orientación profesional que se sustenta en el enfoque histórico-cultural del desarrollo humano es entendida como un proceso de educación de la personalidad para el desempeño profesional responsable que tiene lugar a partir del reconocimiento de la necesaria unidad entre las condiciones internas (intereses, conocimientos, aptitudes, valores) del sujeto y externas (contexto histórico social)” (González, V., 2011:109).
En el texto Psicología para Educadores de la Dra. Viviana González Maura y compiladores se explicita que las intenciones constituyen formaciones motivacionales complejas que expresan la orientación de la personalidad hacia objetivos futuros a través de planes y proyectos elaborados conscientemente que regulan la conducta del sujeto hacia la consecución de dichos objetivos. (González, V, 1995: 268).
Las intenciones son tendencias orientadoras de la personalidad en la medida en que caractericen la forma superior de regulación de la conducta, la autorregulación y determinan las principales direcciones hacia las cuales se orienta el sujeto en su autodeterminación.
En Cuba se han desarrollado investigaciones acerca de las intenciones profesionales orientadas por Fernando González Rey a las que denomina como “la elaboración personal del proyecto profesional asumido, la que integra los conocimientos del joven sobre la profesión y las principales emociones vinculadas con las necesidades y motivos que se expresan en la tendencia orientadora hacia la profesión”. (González, F. 1989 p: 217). Además de enmarcarla como una forma superior de expresión de la motivación profesional, que se manifiesta cuando esta ha alcanzado el nivel de tendencia orientadora de la personalidad.
Las intenciones profesionales, como nivel superior de la motivación profesional, condicionan la existencia en el sujeto de una implicación personal elevada en la profesión, cuyos contenidos son elaborados de forma personalizada y esto se refleja en valoraciones propias, con grandes matices emocionales, una activa búsqueda y elaboración sobre la profesión.
Las investigaciones de Fernando González Rey pusieron de manifiesto muchos indicadores funcionales para evaluar y diagnosticar la dinámica del desarrollo profesional de la personalidad y demostraron el papel decisivo de la actividad intencional y comprometida del sujeto. Estos factores son de gran importancia para la planificación de una estrategia orientacional con ellos.
En el artículo titulado “Motivación y orientación profesional en el ámbito educativo” del Dr. Jorge Luís Del Pino Calderón se enfatiza que la Doctora Viviana González Maura hace un aporte significativo, al constatar la existencia de una formación motivacional específica que expresa la orientación de la personalidad hacia el contenido de la profesión: el interés profesional, el cual estudia valorando su aspecto funcional, a partir de sus potencialidades reguladoras. Sus estudios le permiten distinguir con claridad diferentes niveles de integración funcional de la motivación profesional, cuyo diagnóstico nos ofrece la posibilidad de una estrategia con el estudiante universitario desde el primer año, dirigida sobre bases científicas.
A juicio de los autores se asume la intención orientadora de la familia hacia la vocación por la profesión pedagógica de sus hijos como un proceso conscientemente intencionado dirigido a resaltar los aspectos más relevantes de la profesión pedagógica, en el cual se estaría ofreciendo a los sujetos herramientas necesarias para la configuración de concepciones relativas a esta carrera, las cuales pudieran devenir tendencias en el funcionamiento de este importante grupo social.
En los estudios realizados se pudo constatar la existencia de una estrategia priorizada, con la intención de fortalecer la orientación profesional pedagógica en los educandos y asegurar el relevo de tan humana profesión, amparadas legalmente por la política educacional (Decreto No. 63 del 4 de marzo de 1980, la Resolución del Ministerio de Educación No.170/00).
De igual manera se confirmó que en los planes de estudio no se reflejan los intereses profesionales pedagógicos a los cuáles debe aspirar el joven que ingresa en la carrera Licenciatura en Educación Primaria, de manera que originen la significación social y el sentido personal de la labor que desempeñará en el futuro.
Por otra parte en las investigaciones consultadas el desarrollo de los intereses profesionales pedagógicos se circunscribe solo al proceso de enseñanza aprendizaje y se le brinda mayor atención en los años terminales de la carrera, además se hace alusión a la familia y la comunidad como agentes educativos importantes en el desarrollo de los intereses profesionales pedagógicos en la carrera, sin embargo no se diseñan acciones para que estos sean partícipes activos en la formación de los jóvenes que ingresan en esta carrera.
Al respecto resulta valiosa, pero no suficiente, la propuesta de Daudinot (2012, 2013). Dicha autora involucra esencialmente a la familia en para contribuir al desarrollo de los intereses profesionales. Lo logra a partir de una metodología de reafirmación profesional pedagógica del estudiante de primer año de la Licenciatura de Educación Primaria, desde el trabajo con la familia en el contexto universitario de la provincia de Guantánamo.
En la tesis de Isdarey Hernández González (2014) se hace referencia a los diferentes autores que abordan sobre la motivación, orientación educativa y profesional, dirigidos incluso a la profesión pedagógica, entre ellos se destacan: Basilia Collazo Delgado (1992), Viviana González Maura (1993, 1994, 1998, 2004), González Rey (1997), Gustavo Torroella González (1998), Jorge Del Pino (1998, 2005), Nerelys de Armas Ramírez (2002), Recarey, S (2005), , Kenia González González (2005), entre otros. Estos investigadores reflexionan sobre el papel activo de los sujetos en el proceso de selección de la profesión y defienden la idea de desarrollar proyectos profesionales pedagógicos y que este proceso sea dirigido fundamentalmente por directivos y que sea efectuado por etapas.
Por su parte Viamontes (2013) reconoce la influencia de la orientación profesional pedagógica, del desarrollo de la motivación, de los intereses e intenciones profesionales, en la formación de la actividad cognoscitiva en los educandos para su futuro desempeño profesional.
De igual manera sucede con la orientación profesional, destacando a González Rey, F. (1983), González Maura, V (1993, 1994, 1998, 2001), Del Pino J. L (1998, 2005), Zulema Matos Columbié, (2001,2003, 2006), Cueto y otros (2010) (Hernández González, I. citado en la tesis de doctorado, 2014).
Para nadie es un secreto que cada día se hace más necesario implementar el trabajo con la familia en este aspecto, según una concepción filosófica materialista histórica y dialéctica, la sociedad es la que determina la vida familiar y a su vez la familia condiciona en sus descendientes importantes cualidades de personalidad.
La familia es esencial en su condición de punto focal del ser social, tanto para el desarrollo del individuo como para el de la sociedad a la cual pertenece. Por tales razones surge la necesidad de preparar a esta en la orientación profesional vocacional pedagógica de sus hijos.
La importancia que el Estado Cubano otorga a la familia como célula básica aparece expresada en diversos documentos estatales y partidistas como La Constitución de la República en el artículo 38 refiriéndose a que “los padres tienen el deber de dar alimentos a sus hijos y asistirlos en la defensa de sus legítimos intereses y en la realización de sus justas aspiraciones, así como contribuir activamente a su educación y formación integral como ciudadanos útiles y preparados para la vida en la sociedad socialista”
En correspondencia con lo planteado anteriormente el Código de la Niñez y la Juventud (1984), las tesis y Resoluciones del Partido (1988) y El Código de la Familia (1978) expresan literalmente: “La familia constituye una entidad en que están presentes e íntimamente entrelazados el interés social y el interés personal puesto que, en tanto célula elemental de la sociedad contribuye a su desarrollo y cumple importantes funciones en la formación de nuevas generaciones, y en cuanto centro de relaciones de la vida en común de mujer y hombre, entre estos y sus hijos y de todos con sus parientes, satisfacen interese humanos afectivos y sociales de la persona”.
Con respecto al tema de la preparación de la familia y la orientación profesional vocacional pedagógica existen valiosos aportes desde el referente pedagógico contenidos en numerosas tesis y estudios abordados por diferentes autores, tales como los de González Maura, V. (2002) quien hace referencia a una estrategia educativa para la elección y desarrollo profesional responsable del estudiante, aborda sobre el enfoque Histórico-Cultural en la concepción de orientación profesional;
En este sentido Jorge Luis Del Pino Calderón (2003) también se refiere a la motivación y orientación profesional en el ámbito educativo; Matos Columbié, (2001, 2003, 2006) enfatiza sobre la orientación y educación profesional-vocacional hacia la carrera de Educación Primaria en el preuniversitario, vista como una tarea ideopolítica del profesor y proporciona una opción metodológica que facilita una comunicación eficiente, efectiva, asertiva y desarrolladora con estos educandos y llega a elaborar un cuaderno de ejercicios de reflexión para la autoayuda en la orientación profesional-vocacional en estudiantes de este nivel.
Por su parte Pedro Luis Castro (1997) hace mención a un sistema familiar en el proceso de formación de la vocación de los hijos; Ursula Pomares Ortega (2005) hace referencia a una metodología para la preparación de la familia en la formación del patriotismo de los escolares en la Educación Primaria; Cueto Marín (2006) propone un modelo para la superación de los profesores generales integrales (PGI) de secundaria básica desarrolla el componente axiológico de la educación familiar; Alfonso Nasco (2007) presenta una estrategia pedagógica dirigida a la preparación de la familia de escolares de la Educación Primaria, con alteraciones de conducta y Hernández Alba (2007) hace mención al perfeccionamiento del vínculo escuela familia y comunidad para el desarrollo de un proceso educativo de calidad en la escuela primaria.
A pesar de los estudios realizados, aún existen carencias en este campo que demandan la continuidad de investigaciones que potencien en la familia intenciones marcadas de dirigir acciones encaminadas a que sus descendientes elijan la profesión pedagógica.
En un estudio exploratorio realizado por la autora se pudo constatar que la orientación hacia la profesión pedagógica no está en el centro de atención de una gran parte de las familias, y los estudios se han dirigido hacia la esfera motivacional de los niños, adolescentes y jóvenes, sin tener en cuenta la posibilidad de despertar en la familia una actitud consciente a la hora de orientar a sus miembros en la elección de una u otra profesión.
También se detectó poca divulgación en actividades del trabajo de orientación profesional pedagógica con énfasis en la familia; falta de organización, seguimiento y control de la orientación profesional pedagógica como proceso pedagógico que involucra los diferentes contextos de socialización; falta de rigor en la elaboración y ejecución de acciones de orientación profesional pedagógica hacia la familia y poca preparación de cuadros y docentes para organizar el trabajo metodológico en función de esta tarea.
Cuando la familia llega a adquirir conocimientos y a desarrollar determinadas habilidades, pueden ser capaces de autorregular la educación familiar; es decir, pueden lograr esta función educativa de manera consciente. La familia desempeña un papel formativo fundamental porque son los encargados de educar a sus hijos según sus propios patrones morales. Los estímulos que los hijos reciban, así como los ejemplos que observen en el seno familiar tendrán una influencia muy importante en la formación de hábitos, actitudes y conducta en el hogar.
Por lo que se puede concluir que la orientación en el ámbito familiar, específicamente hacia la profesión, supone un proceso permanente que puede ser direccionado, pero solo a partir de la autodeterminación de los individuos y en función de su crecimiento y desarrollo personal. Ello favorece que para la elección de la futura profesión el sujeto se haya preparado desde etapas anteriores.
Es un reto preparar e implementar mecanismos eficientes para implicar en el trabajo de orientación profesional a la familia, pues formar intereses hacia la profesión pedagógica y preparar a los niños para la elección de esta profesión no corresponde únicamente a la escuela, sino que debe contar con un serio apoyo de los padres y una influencia positiva de la comunidad. En la actualidad uno de los factores que influyen negativamente para la selección de carreras pedagógicas en los alumnos es la familia, que pretende materializar en sus hijos sus frustraciones profesionales, manifestando abiertamente rechazos hacia esta profesión.
Para llevar a cabo lo anterior, es importante tener en cuenta, por parte de la familia, las habilidades y aptitudes de sus hijos y apoyar al maestro primario en el inicio de la complejidad que caracteriza la formación de los mismos para integrar las nuevas generaciones del futuro. Solo así se contribuirá a que los estudiantes cuenten con los recursos personológicos necesarios que favorezcan su autodeterminación y autorregulación en este sentido y, por lo tanto, el sector educacional contará con docentes altamente preparados y capacitados para el desempeño de sus funciones.
CONCLUSIONES
La familia como institución social no institucionalizada juega un determinante papel en la formación de intereses profesionales en los hijos, una de las principales herramientas para el desarrollo de los referidos intereses es la intención orientadora que pueda ejercer sobre la base de una adecuada preparación.
La práctica pedagógica ha demostrado que aún existen insuficiencias respecto a la preparación de la familia para el cumplimiento de su intención orientadora hacia la profesión vocacional pedagógica de sus hijos, por lo que es necesario invertir recursos y esfuerzos en este sentido. BIBLIOGRAFÍAS
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** Licenciada en Educación, Especialidad Preescolar. Máster en Ciencias de la Educación, Mención Educación Preescolar Departamento Educación Infantil. Facultad de Ciencias Pedagógicas. Proyecto “El Perfeccionamiento de la Teoría Pedagógica en función de la solución de problemas educacionales priorizados en la provincia Sancti Spíritus”; Tarea: La Orientación Profesional Pedagógica con enfoque multifactorial. Doctorado en Ciencias Pedagógicas, modalidad curricular.
*** Licenciada en Educación, Especialidad Primaria. Máster en Ciencias Pedagógicas. Departamento Formación Pedagógica General. Facultad de Ciencias Pedagógicas. Proyecto “El Perfeccionamiento de la Teoría Pedagógica en función de la solución de problemas educacionales priorizados en la provincia Sancti Spíritus”; Tarea: La Orientación Profesional Pedagógica con enfoque multifactorial.
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