Rubén Pedro Remón Borrás
Metodólogo de la Vicerrectoría Primera
Ginory Tamayo Suárez
Profesora del Centro Universitario de Yara
Universidad de Granma, Cuba
rremonb@udg.co.cuResumen
El objetivo de este trabajo es analizar los diferentes aspectos que garantizan la preparación de la asignatura como importante eslabón del trabajo metodológico en la Universidad de Granma, su importancia y peculiaridades esenciales, a la vez que contribuya como documento de apoyo para los docentes de las universidades que enfrentan la responsabilidad de desarrollarlas en el proceso de integración. Se efectuó la búsqueda automatizada en base de datos, documentos legales, publicaciones, afín con los temas a tratar, los cuales se seleccionaron y sintetizaron para obtener el documento que se propone. La preparación de la asignatura debe ser concebida en sistema en el que todos sus componentes estructurales estén relacionados, para garantizar la efectividad y eficiencia del Proceso Docente Educativo.
Palabras claves: formación, profesional, trabajo metodológico, preparación asignatura.
Abstract
This work is aimed at analyzing the different aspects which guarantee the preparation of the subjects as an important link of the methodological labor in the new Cuban University. Its importance and essential peculiarities were also under study; providing, as a result, a support document for university teachers who are facing the responsibility to develop them within the integration process. An automated search in data base, legal documents, articles, was put into practice, all of them related to the topics to be treated, which were chosen and summarized to obtain the proposed document. The preparation of the subjects must be conceived as a system in which all structural components get related so as to achieve the effectiveness and efficiency within the Teaching Learning Process.
Key words: Professional – training - methodological labor- preparation subject.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Rubén Pedro Remón Borrás y Ginory Tamayo Suárez (2016): “La preparación de la asignatura, importante eslabón del trabajo metodológico en la Universidad de Granma”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (agosto 2016). En línea: http://www.eumed.net/rev/atlante/2016/08/asignatura.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/ATLANTE-2016-08-asignatura
Introducción
Los sistemas educativos y de formación profesional están llamados a responder al desafío que plantea una nueva cultura del trabajo, donde el aprendizaje permanente de valores, capacidades, destrezas, competencias técnicas organizativas, y la capacidad de emprendimiento, se están transformando en el eje articulador de las demandas de la sociedad productiva.
Esta nueva cultura del trabajo en el proceso de integración de la Universidad de Granma, requiere un conjunto de nuevas competencias cognitivas, sociales y tecnológicas. Estos requerimientos han puesto a la formación en los primeros lugares de la agenda de las políticas sociales y de desarrollo en nuestra provincia.
Reconocer el concepto de competencia en el ámbito educacional, significa tener la posibilidad de incorporar al proceso docente educativo una nueva concepción, dirigida a la formación de un profesional con aptitudes y actitudes para que responda a las exigencias que la sociedad le plantea, no sólo en el marco de la profesión sino en lo social, donde de forma consecuente sea un seguidor fiel de su historia y tradiciones, reflexivo y sobre todo capaz de enfrentarse y atemperarse a los nuevos retos y exigencias de la ciencia y la técnica para transformar el medio, desarrollarlo y con ello transformarse a sí mismo.
La educación superior en Cuba está abocada a su perfeccionamiento integral bajo un enfoque de calidad en la gestión integrada de los procesos sustantivos, en tanto garantía para elevar la efectividad de la formación integral del estudiante universitario. Este reto sitúa la necesidad de aplicar consciente y creadoramente los presupuestos que aseguran el fortalecimiento de la actividad en el eslabón de base.
La calidad de la formación en la educación superior y la dirección del proceso de enseñanza aprendizaje dependen en gran medida de la efectividad del trabajo metodológico que se desarrolle. El mismo está encaminado a la identificación de las deficiencias, determinación de los objetivos, desarrollo de actividades metodológicas y científicas encaminadas a la superación de los profesores así como también al desarrollo de investigaciones para la solución de problemas identificados.
El trabajo metodológico se debe desarrollar en todos los niveles de dirección y organizativos del proceso docente educativo, basándose en la posición del estudiante como centro del proceso y el papel orientador de los profesores. Debe concebirse en forma sistémica e integradora. La formación sistemática de los docentes ha sido una constante preocupación del Ministerio de Educación Superior en nuestro país, en consideración a que existe hoy un número elevado de profesores universitarios que no se formaron en instituciones pedagógicas, y como resultado de su alta calificación profesional, compromiso con el desarrollo social y consecuente con los principios y convicciones bajo los cuales se formaron, han asumido la tarea de enseñar, por esta razón para cumplir con el encargo social que tienen en la Universidad es necesario que el profesorado se actualice en los nuevos enfoques del quehacer docente a través de su autopreparación constante, de su superación profesional y del trabajo metodológico dentro de los departamentos, carreras y colectivos de disciplinas y asignaturas.
La Resolución No. 210 del 31 de julio de 2007, Reglamento para el Trabajo Docente y Metodológico en la Educación Superior, define:
ARTÍCULO 49: La preparación de la asignatura es el tipo de trabajo docente-metodológico que garantiza, previo a la realización del trabajo docente, la planificación y organización de los elementos principales que aseguran su desarrollo eficiente, teniendo en cuenta las orientaciones metodológicas del colectivo de la disciplina a la que pertenece y los objetivos del año, según corresponda.1
La preparación de la asignatura oficialmente es definida como el tipo de trabajo docente-metodológico que garantiza, previo a la realización del trabajo docente, la planificación y organización de los elementos principales que aseguran su desarrollo eficiente, teniendo en cuenta las orientaciones metodológicas del colectivo de la disciplina a la que pertenece y los objetivos del año, según corresponda.
Deberá trabajarse, por indicación del Departamento Docente Metodológico de la Universidad de Granma en función de alcanzar al menos el 40% de las asignaturas del departamento montadas en la Plataforma Educativa Virtual “Moodle”, por ser un Software Libre (Open Source) y cumplir con lo siguiente:
Aspectos principales que deben estar presentes en la preparación de las asignaturas según lo planteado en el Documento Organizativo del curso 2015-2016:
El programa analítico de la asignatura se elaborará según el Artículo 74 de la Resolución 210/2007.
El profesor, en la preparación de las asignaturas, debe tener en cuenta que cada vez se abre paso a su consideración como un mediador de los aprendizajes de los estudiantes, cuyos rasgos fundamentales son (Pérez, 2011):
ARTÍCULO 27: El profesor es el responsable fundamental de que la asignatura que imparte posea la calidad requerida, desarrollando una labor educativa desde la instrucción. Para ello debe poseer una adecuada preparación pedagógica y dominar los contenidos de la asignatura; así como orientar, controlar y evaluar a los estudiantes para lograr un adecuado dominio de dichos contenidos, en correspondencia con los objetivos generales de la asignatura, contribuyendo así a su formación integral.
El programa analítico de la asignatura se elaborará según el Artículo 74 de la Resolución 210/2007.
ARTÍCULO 74: Los programas analíticos de las asignaturas deben contener, al menos, la información siguiente:
En la preparación metodológica de cada tema, el docente debe tener en cuenta los componentes del Proceso Docente Educativo en su carácter integral como sistema, cuyo elemento rector es el objetivo, y cada uno es inseparable del todo. El contenido de cada uno de estos elementos o categorías de la Didáctica se desarrollará en el presente trabajo siguiendo el orden establecido en el mencionado documento rector.
Integración de los componentes del Proceso Docente educativo
Como resumen de este aspecto, los autores asumen el criterio emitido por el Dr. José Sariol Bonilla: “El objeto puede ser estudiado por varias ciencias, sin embargo, hay una que lo hace atendiendo al problema denominado encargo social: preparar al hombre para la vida. Es decir, la sociedad le plantea a la escuela, como función, la formación de un egresado que reúna determinadas cualidades que le permita enfrentarse a un conjunto de situaciones, que se modifican por la acción del mismo egresado, apoyándose en las ciencias o ramas del saber que haya dominado en dicho proceso.
El objetivo
Los objetivos son el modelo pedagógico del encargo social. El objetivo es el componente de estado que posee el proceso docente-educativo como resultado de la configuración que adopta el mismo sobre la base de la relación proceso contexto social y que se manifiesta en la precisión del estado deseado o aspirado que se debe alcanzar en el desarrollo de dicho proceso para resolver el problema.
Muchos autores coinciden en distinguir tres niveles de derivación de objetivos asociados a: objetivos más generales, relacionados con lo que espera la sociedad sobre las características de la enseñanza, un segundo nivel de acuerdo a su adaptación a determinadas áreas de contenido y ámbitos de actuación de la persona y el tercero de objetivos más concretos y específicos. Relación objetivo, contenido, método.
Requisitos para la elaboración de los objetivos:
El profesor debe tener en cuenta que en la formulación de los objetivos debe expresarse el vínculo con la actividad a realizar en relación con su objeto de asimilación, es decir, que las tareas que se le propongan al estudiante deben guardar estrecha relación con el conocimiento que se aspira lograr. Como primera precisión debe tenerse en cuenta que el objetivo se redacta en términos de aprendizaje pues siempre está en función del estudiante. Los objetivos se definen para que el estudiante pueda lograrlos en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Estas tareas que se le proponen al estudiante, a diferencia de la formulación propuesta por la pedagogía por objetivos, no se expresan en términos particulares para en un proceso lineal de aprendizaje llegar a la realización de tareas generales. Por el contrario, en cada nivel en que se formulen, ellas se expresan en términos generales, vinculadas a la actividad de la cual forman parte y en relación con el contexto sociohistórico en que se producen. Siguiendo el criterio de Homero, los objetivos deben ser:
Comprensibles: que sean claros en su redacción, que el estudiante comprenda el contenido y que se espera de él.
Viables-Alcanzables: que puedan lograrse dentro de las restricciones comunes del proceso docente educativo, es decir, el tiempo en el que se debe impartir la asignatura, el nivel de entrada de los estudiantes y las posibilidades reales de vencer las dificultades en cuanto a requisitos previos, el soporte material para el desarrollo del proceso.
Medibles: que sean susceptibles de ser valorados y que se puedan diseñar instrumentos que permitan su evaluación.
Algunas recomendaciones para que los objetivos cumplan su función y sean operativos:
Contenido
Según Borroto (2002) el término "contenido" aparece en la Didáctica cuando se asume como objeto del proceso de enseñanza – aprendizaje no solo los conocimientos, sino también los hábitos y habilidades, pues como consecuencia de la explosión de información que produce la Revolución Científico-Técnica muchos pedagogos toman conciencia de la imposibilidad de adquirir en la escuela, todo el caudal de conocimientos indispensables para la vida en general y en particular para un buen desempeño profesional, lo que atrajo la atención hacia la importancia de formar hábitos y habilidades tanto para la aplicación de esos conocimientos, como para darle continuidad a la adquisición independiente y sistemática de estos.
Es necesario que el profesor conciba el contenido como el fragmento de la cultura que permite cumplir el objetivo propuesto, pero que este a su vez está formado por la experiencia humana que contiene lo cognitivo, lo instrumental y lo axiológico. La figura 3 sintetiza esta concepción.
El Contenido se refiere al ¿Qué?, comprendido dentro de esa gran categoría que es la cultura. Incluye conceptos, hábitos, habilidades, valores, competencias y actuación profesional, que se reflejan en la sociedad, desde la innegable relación que constituyen la ciencia, el conocimiento y la tecnología.
En el orden dialéctico es aquella parte de la cultura de la profesión que debe ser asimilada por los estudiantes para alcanzar los objetivos propuestos para una determinada carrera. Sus componentes son: sistema de conocimientos (refleja el objeto en movimiento), sistema de habilidades (manifiesta las relaciones del hombre con el objeto), sistema de valores.
Sistema de conocimientos
El sistema de conocimientos le permite a cada hombre ir conformando su cultura sobre la naturaleza, la sociedad, el pensamiento, la ética y métodos de acción, asimilando lo esencial, una parte de modo que llegue a poseer una concepción científica del mundo.
En la figura 4 se expresa el contenido de las categorías del nivel del conocimiento que el profesor debe tener en cuenta en la preparación de la asignatura.
El profesor tiene que concebir el modo de actuación a que conduce el contenido que imparte conduce a los estudiantes lo que conlleva al cabal cumplimiento de los objetivos. El contenido debe conducir al desarrollo de acciones materializadas en habilidades y en operaciones que conducen a la formación de hábitos según se sintetizan en la figura 5.
Sistema de habilidades
Las habilidades son estructuras psicológicas del pensamiento que permiten asimilar, conservar, utilizar y exponer los conocimientos. Se forman y desarrollan a través de la ejercitación de las acciones mentales y se convierten en modos de actuación que dan solución a tareas teóricas y prácticas. El proceso de formación de las habilidades consiste en apropiarse de la estructura del objeto y convertirlo en un modo de actuar, en un método para el estudio del objeto.
La habilidad constituye un sistema complejo de operaciones necesarias para la regulación de la actividad. Se debe garantizar que los alumnos asimilen las formas de elaboración, los modos de actuar, las técnicas para aprender, las formas de razonar, de modo que con el conocimiento se logre también la formación y desarrollo de las habilidades.
Las habilidades generales son las que poseen todos los “objetos” de la clase de “objetos” de que se trate. Dada la diversidad de Carreras solo se ofrecerán en este trabajo un acercamiento a las habilidades generales, las que los profesores deben adecuar a los objetivos específicos del encargo social de sus respectivas carreras. Estas se explican siguiendo de los criterios ofrecidos por Silvestre y Zilberstein, (2000).
El concepto debe responder a la pregunta qué es esto y cuál es su esencia” y la habilidad expresar qué rasgos en general, son los inherentes al objeto, qué aspectos, propiedades y caracteres le distinguen.
Al explicar, las alumnas y alumnos establecen relaciones entre los objetos, descubren los nexos, revelan las contradicciones, las consecuencias, el por qué (causas), el para qué (importancia) o el origen de los objetos, fenómenos o procesos. Para poder llegar a las causas, es necesario que se conozcan las características esenciales del objeto de estudio.
En la argumentación se deben dar razones que permitan reafirmar o refutar un planteamiento dado. Implica que se interprete un juicio y posteriormente se demuestre con razones su veracidad o falsedad.
La valoración, implica crítica, es decir, que se emitan juicios a partir de la confrontación del objeto de estudio con puntos de vista a partir de un criterio teórico. Para valorar, es necesario estudiar los objetos, los nexos, las relaciones; no se valora científicamente algo que no se conoce.
El análisis histórico lógico permite comprender el desarrollo del objeto, su génesis, su formación y las leyes que lo rigen. Conlleva a que el pensamiento de las alumnas y alumnos pueda reproducir mentalmente el proceso histórico, su complejidad y contradicciones.
La habilidad de modelación permite representar en dibujos, esquemas, gráficos, maquetas, las relaciones esenciales entre los contenidos objeto de estudio.
La habilidad solución y planteamiento de problemas es esencial si se desea desarrollar en los estudiantes un tipo de pensamiento reflexivo, creativo. Para lograrla se debe enseñar a
analizar el problema, lo que le exige leer o escuchar atentamente lo planteado y diferenciar sus componentes: contenido de que se trata, datos que expresa, condiciones que se sitúan y sus características. Lo que se ofrece al estudiante en la tarea docente o ejercicio, llegará a convertirse en verdadero problema para él, cuando encuentre contradicciones en el mismo, entre lo que conoce y le falta por conocer, cuando se motive por encontrarle una solución, sólo se puede despertar el interés de los alumnos por un aspecto del conocimiento, demostrándoles su importancia, motivándolos legítimamente a investigar. Determinar a partir de un análisis la o las vías de solución o nuevos problemas a partir del inicial.
Esto se favorece mediante el apoyo de preguntas tales como: ¿de qué forma voy a encontrar la solución?, ¿qué elementos tener en cuenta?, ¿con qué condiciones?, ¿qué aspectos son necesarios introducir o utilizar?.
Controlar el resultado obtenido, supone controlar todo el proceso y no solo el resultado final. Valorar su aplicación práctica, su utilidad e importancia para uno mismo y para los demás y la sociedad en general.
Sistema de valores
La filosofía materialista dialéctica establece la necesidad del análisis objetivo de los valores, a partir del principio del determinismo aplicado a la vida social. Es cierto que es posible diferenciar formas del pensamiento científico y formas del pensamiento valorativo, pero también se establece un nexo interno, tránsitos recíprocos e interacciones entre ciencia y valor. En este sentido, el enfoque marxista permite transformar el valor en conocimiento, con lo que se amplían las posibilidades cognoscitivas del hombre y el valor de la ciencia reside en que en la medida en que el conocimiento penetra en la vida se hacen más amplias y plenas la libertad y la creación humanas como valores permanentes del hombre.
La formación de valores en el estudiante universitario no comienza en la universidad, sino desde su primera escuela, que es el hogar. Una vez iniciados sus estudios superiores continúa esta formación en un contexto donde se fortalecen los valores adquiridos en edades tempranas y se incorporan otros muy relacionados a su formación profesional. Es por ello que la motivación profesional constituye un factor importante en la educación de valores del estudiante universitario.
En nuestra universidad existen un grupo de valores compartidos que truncan a la formación profesional de los estudiantes universitarios. Estos valores son dignidad, patriotismo, humanismo, solidaridad, responsabilidad, laboriosidad, honradez, honestidad, justicia, sentido de pertenencia, trabajo en equipo y compromiso con el desarrollo sustentable. Estos valores son imprescindibles para formar un profesional a la altura de las exigencias de la sociedad cubana, competente y comprometido con su encargo social.
a) Orientaciones metodológicas del tema
El Dr. José Sariol Bonilla propone que la preparación metodológica por temas debe contener:
Orientaciones metodológicas para el desarrollo del PDE del tema, precisan los aspectos teóricos claves y la referencia hacia su localización en la bibliografía, alertas sobre las insuficiencias del sistema bibliográfico, así como las posibilidades del contenido para la formación de valores.
En las orientaciones metodológicas se pueden precisar aquellos elementos que se consideren necesarios y que contribuyan a estimular, desde cada tema, la participación activa de los estudiantes en el proceso de enseñanza aprendizaje, la creatividad e independencia cognoscitiva en la solución problemas profesionales y vinculados a la práctica cotidiana de los estudiantes.
Se harán precisiones sobre la vinculación de las estrategias curriculares con el contenido a tratar. Se indicará el uso de los documentos para el desarrollo de las actividades docentes, trabajo y estudio independientes, incluidos aquellos que se consultarán a través de la red (moodle y ftp).
Asimismo se podrá hacer referencia al empleo de métodos, medios y formas organizativas, que tengan desde su concepción, el necesario vínculo con el correcto uso de la lengua materna (de forma oral y escrita) y con las herramientas informacionales que nos ofrecen las TICs.
En la preparación de los temas se debe abordar el contenido de manera que abarque el sistema de conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad, el pensamiento, la técnica y los modos de actuación, cuya asimilación o apropiación garantiza la formación de una imagen del mundo correcta, y de un enfoque metodológico adecuado de la actividad cognoscitiva y práctica; el sistema de hábitos y habilidades generales, intelectuales y prácticas, que son la base de múltiples actividades concretas; la experiencia de la actividad creadora, que gradualmente fue acumulando la humanidad durante el proceso de desarrollo de la actividad social práctica; el sistema de normas de relaciones con el mundo, de unos con otros, que son la base de las convicciones e ideales.
La preparación metodológica del tema debe evidenciar la aplicación de las Estrategias Curriculares. Lo cualsuponeacciones diseñadas para lograr aquellos objetivos generales que no es posible alcanzar con el nivel de profundidad y dominio requerido desde una sola disciplina, y requiere el concurso adicional de las restantes. Las EC establecen los objetivos a alcanzar por año en relación con dicho rasgo, así como el papel que le corresponde desarrollar a cada asignatura en ese año.
Las estrategias curriculares incorporan un nuevo aspecto a la visión de las características del proceso de formación, expresa una cualidad igualmente necesaria al concebir el plan de estudio de la carrera universitaria. Se trata de una idea integradora, de una estrategia a nivel de todo el currículo, que va precisando año a año cuáles son las acciones a cumplir por cada disciplina, para al final de los estudios lograr un estudiante profesionalmente apto en el empleo de estas herramientas.
Estrategias curriculares que desarrolla la Universidad de Granma
El control del Proceso Docente Educativo es parte del contenido del Trabajo Metodológico y una de sus funciones. Es el medio fundamental para conocer la calidad de dicho proceso, evaluar sus resultados y dirigirlo hacia el cumplimiento de sus objetivos. Este abarca, además el control del desarrollo del Proceso en el centro de educación superior, el del diseño del Plan de estudio, el del proceso de planificación y organización de la actividad docente, y el de la preparación adquirida por los egresados.
El objeto de evaluación, se encierra en la pregunta ¿qué se evalúa?, su respuesta es obvia y parece sencilla: el aprendizaje de los estudiantes, su resultado y proceso. Pero, el aprendizaje no se refiere solo a conocimientos, habilidades, destrezas del sujeto en un campo del saber, vistos de modo parcial o seccionado, sino a formaciones psicológicas que suponen también actitudes, valores, afectos, convicciones. Más aún, incluye los modos en que se produce el aprendizaje, las estrategias que se utilizan, en tanto son objeto de aprendizaje y objetivo de enseñanza.
Objetivo de la evaluación:
Entre las funciones de la evaluación se pueden encontrar la retroalimentación, comprobación y control, educativa, instructiva e ideológica. La función de comprobación es posiblemente la más conocida y utilizada de las funciones de la evaluación y está ligada a la constatación del aprendizaje logrado y su acreditación para diversos fines (promoción, egreso).
Algunos principios que orientan la evaluación del aprendizaje, el profesor en la preparación de la asignatura debe tener en cuenta que para la correcta aplicación del sistema de evaluación se debe atender un conjunto de premisas básicas que debe satisfacer y que están óptimamente relacionadas entre sí. Entre estos principios se destacan:
La validez, entendida como la correspondencia entre la evaluación y los objetivos y contenidos de la enseñanza que se desean verificar. Se refiere tanto a las exigencias del control como a la determinación de los índices valorativos que permiten la calificación.
La confiabilidad, entendida como la estabilidad de los resultados obtenidos, al repetir la evaluación o al ser calificada por distintos profesores.
La función fundamental de la literatura docente es la transmisión de información a los educandos de forma organizada y con un enfoque sistémico, según la lógica de la asignatura y las etapas del proceso de aprendizaje. Además, tiene funciones instructivas y educativas, ya que permite a los estudiantes adquirir los conocimientos esenciales, desarrollar las habilidades intelectuales y prácticas necesarias, así como ampliar y profundizar los conocimientos propuestos en los objetivos de enseñanza. Sirve para organizar y sistematizar el conocimiento de cada asignatura, dirigir la actividad cognoscitiva de los estudiantes, a quienes orienta en el trabajo independiente y los estimula en el proceso de estudio.
Es la literatura docente un medio fundamental conformada por documentos básicos (orientados por cada Comisión Nacional de Carrera) y documentos complementarios (orientados por cada Comisión Nacional de Carrera y/o cada disciplina del Centro de Educación Superior). Los primeros materializados en uno o varios libros en formato impreso o digital, y los segundos conformados por diferentes tipos de documentos (artículos de publicaciones periódicas y seriadas, obras de referencia, guías de estudio u otros documentos) en diferentes soportes que complementan los primeros.
El uso adecuado de la literatura docente en cada asignatura es determinante para el trabajo del profesor y el estudiante. No se puede hacer referencia en la actualidad a un eficiente desarrollo del proceso docente educativo sin un trabajo consciente con la literatura docente y la gestión del conocimiento que se evidencia a partir de este. Su implicación es directa no solo en el desarrollo de la clase sino en la realización del trabajo independiente que profundiza y sistematiza los conocimientos trasmitidos por el profesor en el aula. A través del empleo adecuado de documentos básicos y complementarios se ponen de manifiesto un grupo de funciones como la transmisión de la información, adquisición de conocimientos esenciales.
Las guías de clases prácticas, seminarios y talleres constituyen la materialización de la preparación de la asignatura pues ellas deben manifestar la concepción didáctica con que el docente conduce a los estudiantes al logro de los objetivos. A pesar de la diversidad de asignaturas, cada una con sus peculiaridades, los autores consideran que estas deben contener:
La evaluación final de la práctica laboral comprueba el grado de cumplimiento de los objetivos propuestos para esta forma organizativa del proceso docente educativo y se realizará de acuerdo con las características de cada carrera, en correspondencia con lo establecido en el plan de estudios. La tendencia que debe predominar en la evaluación final debe ser su carácter integrador, de modo que respondan a objetivos del año o del período lectivo que corresponda.
Las guías responden a las necesidades formativas de cada año académico, por lo que su estructura responderá a las características de cada año. Estas deben ser discutidas con los estudiantes antes de comenzar en período de las prácticas, de forma tal que se incorporen a las entidades con el documento en el cual se apoyarán para el desarrollo de sus actividades. Como regularidad las guías deben preciar:
Los profesores de la universidad deberán mantener una atención permanente a los estudiantes durante el período de las prácticas y propiciar el intercambio en función de las orientaciones dadas previamente en la guía.
Existen diferentes razones que desde el punto de vista filosófico apoyan y explican el papel de los medios en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Una de las más importantes es que el proceso del conocimiento humano sigue una trayectoria que va, de la imagen concreto sensible al pensamiento abstracto y de ahí a la imagen más profunda e íntegra y multilateral del objeto, como imagen pensada. Los medios permiten materializar el objeto del conocimiento actuando sobre el sistema senso-racional del sujeto que aprende, mediando el proceso ascendente del conocimiento en el aprendizaje, en este caso dirigido por la labor orientadora del profesor.
Es necesario que el profesor en la preparación de su asignatura tenga en cuenta la naturaleza y características de los métodos para su adecuada selección en busca de la eficiencia en el cumplimiento de los objetivos.
Tomando como referencia el criterio de clasificación que asuma el docente, no debe existir ningún tipo de contradicción entre los objetivos planteados, el contenido abordado y los métodos empleados para transmitir los conocimientos.
El profesor debe tener en cuenta que el objetivo en cierta medida determina el método a emplear, no obstante, en la enseñanza universitaria estos deben conducir a la aplicación creadora.
Para concluir con los métodos los autores consideran pertinente mencionar algunas exigencias que a consideración particular resume los elementos a tener en cuenta para la selección de los métodos a trabajar desde la asignatura:
Hoy en día el papel de los formadores no es tanto "enseñar" (explicar-examinar) unos conocimientos que tendrán una vigencia limitada y estarán siempre accesibles, como ayudar a los estudiantes a "aprender a aprender" de manera autónoma en esta cultura del cambio y promover su desarrollo cognitivo y personal mediante actividades críticas y aplicativas que, aprovechando la inmensa información disponible y las potentes herramientas TIC, tengan en cuenta sus características (formación centrada en el alumno) y les exijan un procesamiento activo e interdisciplinariode la información para que construyan su propio conocimiento y no se limiten a realizar una simple recepción pasiva-memorización de la información.
Conclusiones
Bibliografía
1 Resolución No. 210. Reglamento para el Trabajo Docente y Metodológico en la educación superior; 2007. p.9
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