Leticia Sesento García
Colegio Primitivo y Nacional de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México
leticiasesentogarcia@yahoo.com.mxResumen
En los últimos años en México se ha mencionado la calidad educativa; como una meta en el país, no obstante debe ser considerada en el campo pedagógico con una visión holística, para de esta manera incorporar la equidad y los valores en el país. Para lograr este objetivo es necesario trabajar en tres contextos: institucional –organizativo, sociocultural y didáctico-pedagógico. Un elemento importante es el tema de la evaluación educativa en nuestro país hasta antes de 1980 prácticamente no había evaluación educativa en México.
Sin lugar a duda cada profesor evaluaba a sus estudiantes y comunicaba sus calificaciones, pero no había instrumentos estandarizados de uso generalizado para evaluar el desempeño de grandes poblaciones de estudiantes. Es importante señalar que en nuestro país contamos con cuatro instrumentos de evaluación que permiten conocer el nivel de calidad educativa en el nivel medio superior: ENLACE, Exani, Excale y PISA. El concepto de “calidad educativa” se encuentra presente en casi cualquier discurso en el campo educativo. Sin embargo con los resultados que cada una de las instancias antes señaladas no se brinda una propuesta para las distintas regiones que existen en nuestro país, es decir se evalúa pero no se llega a una planeación que posibilite la mejora.
El uso de la calidad educativa sea generalizó ante la preocupación del deterioro de los sistemas educativos; desde el ámbito académico las reflexiones teóricas para de explicar la situación y la aplicación de experiencias de evaluación del rendimiento académico, cuenta no experiencia sistematizadas adecuadamente han tenido poco sustento teórico, ya que la calidad que depende de múltiples factores que debe ser considerada.
Palabras clave: Estado, política, equidad, evaluación y educación
Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:
Leticia Sesento García (2016): “La calidad educativa, en México aspiración permanente en Educación Media Superior”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (mayo 2016). En línea: http://www.eumed.net/rev/atlante/2016/05/equidad.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/ATLANTE-2016-05-equidad
Introducción:
La sociedad actual despliega continuaos cambios transformaciones en relación a nuestro contexto, por lo que el proceso de adquisición del conocimiento se encuentra a la par, pues este inmerso en una serie de apreciaciones que la colectividad considera como necesarias como en este caso sería la educación, misma que corresponde sentar las bases para seguir aprendiendo durante toda la vida y sobre dotar de conocimientos necesarios para hacer frente a los retos que se le presentan. Un componente primordial para que se dé tal situación es lograr la calidad educativa, misma que debe sustentarse en un proceso formación constante de cada docente y de elementos con infraestructura y adecuada para el desarrollo de las labores de una institución educativa.
Revalorar así como fortalecer la labor del docente presume un progreso en su formación y preparación, situar al docente en un papel fundamental ante una sociedad que le necesita y demanda de su profesionalismo, reclama también una transformación personal para ser un mejor docente. Donde debe existir una estrecha relación entre el docente y sus alumnos/as, una relación en la que la confianza, el afecto y el respeto mutuo y las condiciones laborales favorables para su desarrollo, sea sus elementos fundamentales.
Desarrollo
El tema de la calidad educativa en los últimos años ha tomado un gran interés en amplios sectores de la población, sobre todo en aquellos que de manera directa están involucrados en el proceso educativo, padres de familia, maestros, autoridades educativas y en general trabajadoras de la educación. El concepto calidad en el contexto educativo, requiere abordarse con una visión holística, para de esta manera incorporar la equidad y los valores en el país. Para lograr este objetivo es necesario trabajar en tres contextos: institucional –organizativo, sociocultural y didáctico-pedagógico. Mismas que representan un gran desafío para las exigencias sociales.
En la declaración Mundial sobre Educación para Todos de Jomtien (1990) .Se planteó la necesidad de mejorar la calidad de la educación, ya que era insuficiente. Se recomendó ofrecer una educación más pertinente y accesible a todo. No se trató de definirla pero era evidente la perspectiva de una educación que nos realice como humanos y que haya acceso de igualdad y oportunidad para todos y todas. Bajo este concepto podemos visualizar a la educación como una oportunidad para brindar igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos, sin embargo podemos ver en los últimos años el aumento de la matricula en instituciones educativas privadas bajo el logo “excelencia educativa”.
Sin embargo, la UNESCO en el año 1992 nos dice que la calidad educativa implica: El logro de la calidad de la educación supone garantizar desde el Estado la formulación de políticas que posibiliten, la igualdad de acceso, permanencia y egreso de la población a los sistemas educativos en el marco de la equidad social otra propuesta humana y de orden internacional y que con mayor precisión le recomienda a los estados ser garante del tesoro social más preciado para el Desarrollo Humano(Dávila,1999). Este otro concepto muestra aspectos importantes como son el visualizar el nivel de egreso de los alumnos. Si definirla es complejo, lo es más evaluarla.
El tema de la evaluación educativa en nuestro país es reciente, hasta antes de 1980 es que prácticamente no había evaluación educativa en México. Sin lugar a duda cada profesor evaluaba a sus estudiantes y comunicaba sus calificaciones, pero no había instrumentos estandarizados de uso generalizado para evaluar el desempeño de grandes poblaciones de estudiantes; mucho menos era pensable utilizar los resultados agregados de las evaluaciones para conocer la situación del sistema educativo nacional o la eficacia de algún programa. Tampoco había evaluación externa de instituciones ni programas de incentivos para docentes o investigadores ligados a evaluaciones.
En la educación nacional se habían realizado algunas acciones aisladas de evaluación, pero no de forma sistemática. Sin embargo, a partir de los años ochenta se comenzó a ver la necesidad de contar con la evaluación como una herramienta clave para el mejoramiento de la educación, ya en los noventa se desarrollo y establecieron varios programas e instrumentos de evaluación educativa. Ahora, cuando la primera década del siglo XXI, está en su etapa final, hay quien se queja de que son muchas las evaluaciones y que, incluso, nos abruman, que son redundantes y que no queda claro para qué sirve cada una. Un ejemplo de ello son los cuatro instrumentos más importantes que se utilizan actualmente en la educación media superior de nuestro país: ENLACE, Exani, Excale y PISA.
No obstante las grandes preocupaciones actuales de los gobiernos y de las instituciones educativas se encuentran en la calidad. Durante mucho tiempo en México, una de las políticas educativas prioritarias fue el incremento de la cobertura. Se buscó el que todos los mexicanos tuvieran acceso a la educación, y para tal efecto se construyeron escuelas a lo largo de todo el país .Desde el punto de vista cuantitativo, estos programas fueron todo un éxito: México registra una cifras más altas en América Latina en cuanto al porcentaje de población que atiende el sistema educativo; pero, desde el punto de vista cualitativo, los datos no son nada alentadores: diversas investigaciones sobre el rendimiento académico de los alumnos apuntan a considerar a México como un país de reprobados. Aún en nuestros días, 4 de cada 10 alumnos que ingresan a la primaria, no la terminarán .Los exámenes de admisión a la preparatoria o a la universidad, elaborados sobre la base de los perfiles de ingreso y egreso correspondientes, también confirman lo dicho; la mayoría de los aspirantes los reprueban o bien obtienen pobres calificaciones. El problema no es tanto de cobertura, sino de calidad.
El concepto de “ calidad educativa” se encuentra presente en casi cualquier discusión. Su uso se generalizó ante la preocupación del deterioro de los sistemas educativos, generando, por un lado, desde el ámbito académico reflexiones teóricas de explicar la situación imperante, y por otro lado, la aplicación de experiencias de evaluación del rendimiento académico. Desde nuestra perspectiva la calidad no es un concepto estático, es una características de las cosas que índica perfeccionamiento, mejora, logro de metas .Calidad no es igual a perfección, si puede y debe aspirar a mejorar. Sin olvidar otro elemento relacionado con la calidad que es el nivel de la escuela el cual nos lleva al estudio de cuestiones como disponibilidad de material didáctico, existencia de una biblioteca escolar, la administración escolar, el papel del director, las dinámicas de trabajo de grupo entre los profesores; y por supuesto lo que tiene que ver con el entorno sociocultural, la cual implica consideraciones de factores como el origen socioeconómico de alumnos y maestros, el lenguaje, la religión, la distancia de la escuela respecto al lugar de residencia, el grupo étnico de pertenencia, el nivel de ingreso familiar, el nivel educativo de los padres; y en general factores que expresan problemas sociales como desempleo, pobreza, desnutrición, problemas de salud y políticas educativas locales. Y desde luego concibo que la calidad no pueden reducirse sólo a algunos de los elementos de lo que anteriormente es mencionado. La calidad que depende de múltiples factores. Esto significa también que la responsabilidad por la calidad educativa no recae sólo en los directivos de una institución educativa, sino en todos sus participantes y por su función en el proceso educativo, principalmente en el profesor. Por lo tanto se considera imprescindible mencionar algunas propuestas o sugerencias útiles servirán al profesor para a nivel de su práctica educativa promover la calidad:
1.-Conocer claramente cuál es su función dentro de la institución educativa y el currículum. Si el maestro sabe cuál es su misión como docente y qué espera de él su escuela, estará en condiciones de cumplir mejor su tarea. Si además, tiene bien claro cuál es el perfil de egreso del estudiante que está formado y cómo contribuye respecto a él, con las asignaturas que tiene a su cargo, podrá más eficientemente realizar su función.
2.-Conocer bien su disciplina y mantenerse actualizado. Esto es una condición sin la cual no se puede dar una buena clase. Sin no se tienen los conocimientos suficientes no se puede enseñar o orientar al alumno en su aprendizaje
3.-Mejorar la práctica docente. La preparación es necesaria para mejorar la práctica docente, aún aquellos profesores que pueden ser “ de vocación “ o “natos”. Aunque el profesor suele estar muy ocupado, es necesario que dedique el tiempo necesario a capacitarse, a planear adecuadamente su clase, a mejorar sus habilidades docentes y a reflexionar sobre cómo está haciendo las cosas y cómo puede mejorarlas.
4.-Transmitir una disciplina. La mayoría de los profesores estamos de acuerdo en que una de las partes más importantes de la educación es la formación de actitudes, valores y virtudes. Sin embargo, en nuestra clase prácticamente lo ignoramos, y nos dedicamos a cubrir el programa. El maestro puede contribuir a descubrir en el alumno una disciplina de superación si busca la transmisión de estándares de excelencia y atuexigencia que formen en los alumnos deseos de superación y actitudes razonables de autoexigencia.
4.-El trabajo colegiado. Un solo profesor poco puede hacer por incrementar la calidad educativa, pero varios profesores, planeando, programando, asumiendo responsabilidades y evaluando sus acciones, más fácilmente logrará su cometido.
5.-Mejorar la relación con sus alumnos. Mucho se habla del “servicio al cliente” cuando se aborda el tema calidad. En el aspecto educativo el alumno es mucho más que un cliente. Es una persona en formación que requiere guía y apoyo, y sólo se le podrá brindar esta ayuda si el profesor logra establecer un clima cordial de confianza mutua. En condiciones adversas es muy difícil que se logre esa orientación. La función de nosotros los maestros no es vigilar y castigar, sino estar al pendiente de las necesidades del alumno, es prestarnos en todos aquellos principios universales para ayudar y ayudarme a nosotros mismos. Es tener siempre presente la importancia de servir a los demás, apuntar hacia un trabajo ético donde ayudemos a forjar el carácter y los propios hábitos de vida que nos permiten desarrollarnos en la sociedad. Por ello considero que el mejorar la calidad educativa depende de que todos entendamos que es necesaria nuestra participación decidida y entusiasta y que no se requiere un cambio radical en nuestros sistemas de trabajo, sino más bien de un proceso de mejora continua, pero con un conocimiento y conciencia plena de lo que quiere lograr, a través de nuestro propio quehacer educativo. Finalmente hacemos un llamado de favor de una nueva comprensión del papel de maestro, sosteniendo que la enseñanza es esencialmente una vocación que requiere una mezcla artística y de una práctica científicamente basada. Muchos de los educadores de hoy se han dejado atrapar por la competición del profesionalismo; credenciales, certificaciones controladas en forma rígida, jerga, morales, y emocionales que están inevitablemente conectados al desarrollo humano. Por nuestra parte sostenemos que los educadores debemos facilitar el aprendizaje, que es un proceso natural, y no un producto que se pueda crear según la demanda. Los maestros necesitamos autonomía para diseñar y establecer ambientes educativos apropiados a las necesidades de nuestros alumnos en particular.
CONCLUSIÓN.
Las organizaciones educativas se vuelven cada vez más complejas y los actores involucrados en el proceso enseñanza aprendizaje su formación debe brindar referentes para abordar las problemática de la institución entorno a la calidad. Misma que debe sustentarse en la continua incorporar nuevas, tecnologías y procedimientos organizacionales.
A los docentes nos corresponde proponer en foros de intercambio de experiencias la implementación, diseño, ejecución y evaluación de programas de formación, capacitación y actualización del personal directivo encargados de la conducción y dirección de las instituciones educativas, así como favorecer la opinión donde el director sea seleccionado por su experiencia educacional y por su formación administrativa.
Es indispensable en el interior de las instituciones implementar evaluaciones de una forma sistemática en el ámbito académico y administrativo que permitan a quien a ocupa el cargo de director contar con los escenarios reales para realizar su gestión pedagógica-administrativa.
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