Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155

ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA FAVORECER LA LABOR EDUCATIVA DEL TUTOR EN LA CARRERA DE LICENCIATURA EN CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN
ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA FAVORECER LA LABOR EDUCATIVA DEL TUTOR

INTRODUCCIÓN
La Educación Superior en Cuba está en un momento muy importante de su devenir pedagógico. Se encuentra en una etapa de perfeccionamiento de la enseñanza universitaria que ha estado caracterizada por profundos cambios en los métodos y procedimientos para la conducción del proceso de formación de los futuros profesionales. Estos cambios en la educación superior son parte sustancial del accionar, en su decisión de alcanzar una cultura general integral y de encontrar soluciones concretas para lograr mayor equidad y justicia social.
En el acto de inauguración del curso escolar 2002-2003 Fidel planteó: “hoy se trata de perfeccionar la obra realizada y partiendo de ideas y conceptos enteramente nuevos. Hoy buscamos lo que a nuestro juicio debe ser y será un sistema educacional que se corresponda cada vez más con la igualdad, la justicia plena, la autoestima y las necesidades morales y sociales de los ciudadanos en el modelo de sociedad que el pueblo de Cuba se ha propuesto crear” (Castro, 2002).
Es por ello que en la Educación Superior Cubana  la formación integral de las nuevas generaciones ha estado respaldada por la labor educativa y la influencia que ejercen los agentes socializadores desde sus inicios. Esto ha sido expresión de los propósitos que han reflejado los modelos y planes de estudios, condicionados por la evolución alcanzada en el sistema educacional cubano.
Estos retos exigen la figura esencial del tutor, quien dirigirá la atención personalizada  de los estudiantes para alcanzar resultados superiores en su proceso de formación y brindar respuestas a las nuevas demandas del desarrollo económico, social y político de la sociedad.
En este contexto le corresponde al tutor, con una concepción práctica renovadora basada en la autoeducación, potenciar su trabajo de formación, el sistema de relaciones e intercambio permanente, la respuesta educativa individualizada en función de las necesidades y posibilidades de cada estudiante y la responsabilidad de la educación directamente compartida con la familia, los profesores, la institución y la comunidad en general.
El tutor debe ser habilidoso y lograr una comunicación efectiva y afectiva con sus estudiantes que garantice la calidad del proceso y la atención de cada educando, lo cual constituye un gran reto para la educación superior. Todavía persisten dificultades en el trabajo personalizado de algunos tutores, lo que ocasiona disgusto y rechazo hacia este creándose un ambiente psicológico que atenta contra la calidad del proceso.
Se ha podido constatar que la vinculación entre el tutor y el estudiante aún carece de coherencia y solidez acorde con las exigencias actuales, con énfasis en la integración de lo curricular y lo educativo para lograr  la formación integral del  profesional.
La efectividad en el desempeño del tutor requiere una preparación científica metodológica y la creación de  un ambiente de permanente motivación para los futuros profesionales. Se exige una transformación constante en la concepción del trabajo a partir de la búsqueda de acciones integradoras que potencien la unidad de lo instructivo y lo educativo.
La experiencia acumulada en la formación de los profesionales de la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Información  y los problemas detectados en las clases visitadas y en los contactos establecidos con estudiantes y profesores, determinan la necesidad de delimitar pautas que propicien la preparación del tutor y la contribución a una mejor efectividad en la formación integral de los profesionales.
Entre las dificultades que se derivan del desempeño del tutor se encuentran:

El análisis de estas insuficiencias reveló la contradicción, en su manifestación externa, entre las limitaciones que evidencian los tutores para llevar a cabo la labor educativa y las exigencias del proceso de tutoría para la formación de los profesionales de la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Información. 
Lo anterior indujo a una búsqueda teórica en torno al desarrollo de investigaciones en el campo de la tutoría, la cual se concentró en el análisis de diferentes experiencias que, en esta temática, existen en diversos trabajos que abordan la labor del tutor y la tutoría en la educación superior como por ejemplo: (Alcántara, 1990), (Vecino, 2004), (Balceiro,  2005), (Pichs, 2006), (Horrutinier, 2006), (Boronat, 2007). Estos autores han aportado, al proceso formativo del profesional, elementos valiosos; sin embargo las dificultades que hoy se observan demandan continuar investigando.
El análisis realizado como resultado del diagnóstico, de visitas de  control, de ayuda metodológica y del intercambio con los implicados en dicha problemática, reveló  las causas siguientes:

La intención de esta investigación es aportar una estrategia pedagógica para favorecer la labor educativa del tutor en la formación integral del profesional de la carrera Licenciatura en Ciencias de la Información del Instituto Superior Minero Metalúrgico de Moa. Esta estrategia favorece un cambio en el modo de actuación de los tutores en función de la atención integral al proceso de formación delos futuros profesionales y a partir de las relaciones que con carácter de regularidad se da regularmente entre cada uno de los sujetos implicados.
DESARROLLO
En Cuba la formación integral de las nuevas generaciones ha estado respaldada por la labor educativa y la influencia que ejercen los agentes socializadores desde sus inicios. Esto ha sido expresión de los propósitos que han reflejado los modelos y planes de estudio, condicionados por la evolución alcanzada en el sistema.
Desde la realidad actual es importante, conocer el tratamiento que ha recibido la labor educativa y a partir de esta perspectiva, asumir de manera consciente, responsable y comprometida la propuesta de su integración en la tutoría.
En la literatura consultada aparecen los términos de trabajo educativo y labor educativa, utilizados indistintamente para hacer alusión al fenómeno. La autora emplea el segundo término al considerarlo más holístico con relación a las pretensiones de este trabajo. Este concepto está íntimamente relacionado con la categoría educación y con la naturaleza y fin de esta en cada etapa histórico-social concreta.
La labor educativa en la escuela “…ha de entenderse como el conjunto de todas las actividades, sin excepción, que en ella se realizan, tanto docentes como de continuidad de ese proceso, dirigidas a alcanzar los objetivos educativos que, de modo integral, confluyen en la formación multilateral y armónica de la personalidad” (MINED, 1977).
En esencia, la labor educativa se resume en “Preparar, en definitiva, a las nuevas generaciones para que actúen como hombres plenos”. (Pisarienko, 1987).
Para los autores la teoría educativa cubana a lo largo de la historia revolucionaria se ha caracterizado por responder a un proyecto político-social determinado y poseer una sólida fundamentación filosófica, sociológica y psicológica. Sin embargo este último aspecto no haya tenido un desarrollo sistemático y homogéneo.
El fin de la educación ha sido la formación del hombre en el sentido más amplio, un hombre integral que piense, sienta, valore, haga, actúe y sobre todo ame. Por ello, la educación cubana ha estado dirigida a la esfera moral y en especial a la formación y consolidación de la cubanía en enfrentamiento directo a todo intento de pérdida de la nacionalidad.
En esta investigación se parte de la concepción de que el proceso docente-educativo es un todo complejo, pero que ambos aspectos poseen características peculiares.
Los principios, medios y métodos empleados para realizar la labor educativa se diferencian de aquellos que se utilizan en el proceso de la enseñanza. Se adopta el principio de que todo proceso de enseñanza es en esencia educativo, pero que el proceso educativo no se puede reducir al de la enseñanza. Debe haber una interpenetración dialéctica entre ambos.
La educación superior tiene el encargo de perfeccionar cada vez más su labor educativa, su quehacer pedagógico, su integración con la comunidad educativa para el logro de una mayor calidad del aprendizaje y la formación integral de los estudiantes con una marcada orientación de sus valores de acuerdo con los principios que defiende la sociedad cubana.
Según (Horrutinier, 2006) ¨Se trata de incorporar coherente y orgánicamente la formación de valores a los procesos fundamentales desarrollados en la educación superior. Por su complejidad, el mismo supone atender no sólo aquellos aspectos esenciales, por cierto- directamente vinculados a la actividad curricular, sino también integrar a esa labor, con un enfoque de sistema, el conjunto de acciones extracurriculares que con el mismo fin se desarrollan".
En tal sentido los autores defienden la posición de que el docente puede y debe acometer acciones de orientación con los estudiantes como parte de su rol profesional, por lo que necesita estar debidamente preparado para concebir e integrar estas acciones como labor educativa, orientadora y personalizada.
Es por ello, que la presente investigación aborda el desempeño del tutor para la labor educativa en la formación integral de los profesionales donde se identifican las acciones necesarias para el diagnóstico de necesidades, diseños de formas de intervención, seguimiento y evaluación, necesidades de capacitación y actualización, a fin de que puedan cumplir con las funciones que le corresponden.
Se aboga por la creación de espacios que eleven el nivel de preparación de los tutores al entenderse que gran parte de las tareas de estos son de orientación, que esta labor pudiera considerarse como la integración de las dimensiones instructivas, educativas y desarrolladoras de la educación.
Con el propósito de potenciar el desempeño del tutor para la labor educativa en la formación integral del profesional, se procede a elaborar la estrategia que permitirá elevar la calidad del proceso formativo.
En la literatura científica es posible encontrar una amplia variedad en la tipología de estrategias. Los autores consultados convergen en las siguientes: estrategia pedagógica, estrategia escolar, estrategia de dirección, estrategia educativa, estrategia de intervención, estrategia didáctica.
Los autores de la investigación, por los intereses declarados en el objetivo de la esta, consideran necesario hacer referencia a la concepción de Estrategia Pedagógica que ofrece (Sierra, S., 2003).
En esa propuesta conceptual, se define Estrategia Pedagógica como “Dirección pedagógica de la transformación del estado real al estado deseado en la formación y desarrollo de la personalidad de los sujetos de la educación, que condiciona el sistema de acciones para alcanzar los objetivos de máximo nivel, tanto en lo personal como en la institución escolar”.
La elección de esta definición está fundamentada en que se ubica en el entorno pedagógico y se interesa por el desarrollo armónico del individuo y de la institución.
Para la elaboración de la estrategia pedagógica se asumen las etapas a tener en cuenta para la elaboración de una estrategia de comunicación propuesta por (Reinoso, 2002) la cual se estructura en cinco etapas:
1. Familiarización
2. Diagnóstico
3. Preparatoria
4. Ejecución
5. Control
Es imprescindible señalar que si bien se delimitan las etapas, en la práctica se produce una estrecha relación entre ellas. También se tiene en cuenta los presupuestos relacionados con la comunicación pedagógica de (Fernández, A., 2002) y los asumidos por (Gamboa, R., 2008)
Etapa de familiarización: En este momento inicial se traza el rumbo que tomará la estrategia, se define su razón de ser. En ella se aplican instrumentos a los tutores que los lleve a reconocer la importancia de su desempeño para la labor educativa en la formación del profesional, se identifican las insuficiencias en el proceso de tutoría.
Como resultado del trabajo de esta etapa se recomienda abrir espacios para la reflexión colectiva de los tutores, se facilita la interpretación por parte de estos de conocer de qué depende la efectividad de su desempeño, cómo lograr los resultados deseados; de ahí la importancia de esta etapa, pues todo lo que se realice estará en consonancia con lo que se defina en ella.
Se toma como punto de partida la RM 210/2007, el Reglamento para el Trabajo Docente Metodológico que en su capítulo I, señala que el proceso de formación de los profesionales de nivel superior para garantizar la preparación integral de los estudiantes universitarios, se concreta en una sólida formación científico técnica, humanística y de altos valores ideológicos, políticos, éticos y estéticos, con el fin de lograr profesionales revolucionarios, cultos y competentes mediante dos ideas rectoras:
1. La unidad entre la educación y la instrucción, que expresa la necesidad de educar al hombre a la vez que se instruye.
2. El vínculo del estudio con el trabajo, que consiste en asegurar desde el currículo el dominio de los modos de actuación del profesional, en vínculo directo con su actividad profesional.
Etapa de diagnóstico: Se realiza con el propósito de obtener información objetiva sobre el estado actual de la problemática que se investiga, la cual se va enriqueciendo en la medida en que se desarrolla el proceso de elaboración de la estrategia.
Este diagnóstico comienza por organizar órganos científicos, técnicos y metodológicos para conciliar las ideas emanadas de la etapa anterior y se realiza de forma colectiva. En estos intercambios aparecen acciones concretas dirigidas a la superación y al trabajo metodológico y científico de estos profesionales así como aquellas dirigidas al proceso de tutoría.
El diagnóstico se va enriqueciendo en la medida en que se desarrolla el proceso de elaboración de la estrategia.
Acciones:
1. Entrevistar a especialistas en la temática para determinar los principales indicadores de evaluación del proceso de tutoría.
2. Intercambiar criterios con estudiantes y tutores con el propósito de conocer las dificultades que se presentan en el proceso tutoría.
Es necesario conocer las condiciones objetivas y subjetivas que influirán en la realización y puesta en práctica de la estrategia, aquellos factores internos y externos que posibilitan o perjudican su ejecución, para potenciar los primeros y contrarrestar los segundos.
En esta etapa se procede a la utilización de diferentes instrumentos de investigación, estos resultados brindarán información sobre el estado del desempeño del tutor.
En un contexto verdaderamente complejo resulta de interés conocer con qué fortalezas se cuenta, por lo que se exponen a continuación las más significativas.
1. Los tutores reconocen la necesidad de aplicar la estrategia para favorecer su desempeño en el proceso de formación del profesional.
2. Los sujetos implicados en el proceso formativo constituyen un potencial humano, que permite enriquecer la estrategia a partir de la práctica.
Es de interés además identificar las oportunidades que ofrece el medio en el cual se ha de desarrollar la estrategia, las fundamentales son:
1. Apoyo a la investigación por parte de los diferentes directivos que han incidido directamente en la dirección del proceso de cambios y transformaciones que se están llevando a cabo en la educación superior en el instituto.
2. Creación de nuevos espacios para la superación del docente en su condición de miembro de los colectivos de año y de asignatura.
3. Implementación de los documentos normativos sobre la educación superior.
Las principales debilidades encontradas son las siguientes:
1. Dificultades para desempeñar su labor por el desconocimiento que poseen acerca de este trabajo.
2. No todos los estudiantes se sienten identificados con sus tutores.
3. El trabajo debe desarrollarse a pesar de los aspectos negativos que inciden en él y de los retos que hay que enfrentar para poder cumplir los objetivos propuestos.
Etapa preparatoria: Se dedica a la preparación psicológica y metodológica favorable de quienes serán actores fundamentales en el proyecto. Es donde los tutores de forma individual comienzan a explorar sobre cómo mejorar su desempeño; este proceso de interiorización trae consigo la necesidad de comunicarse con el resto de los tutores para intercambiar sus presupuestos sobre la labor educativa. Esta etapa es de gran importancia, pues contribuye a eliminar barreras que entorpecen el cambio deseado.
Acciones:
1. Realizar encuentros con los implicados en los que se les planteen las características del proyecto a realizar.
2. Exponer la importancia de la estrategia para el proceso de formación del profesional.
3. Se determinan las sesiones de trabajo en las que participan la Jefa de carrera y los profesores principales de los colectivos de año, profesores guías y tutores.
4. Lograr el compromiso de los actores fundamentales en la materialización de la estrategia.
Aunque se hace énfasis en la motivación inicial para emprender la tarea, hay que tener en cuenta que esta no se restringe sólo al momento preparatorio. Es vital mantener interesados a aquellos que participan en la ejecución de la estrategia.
En función de esta remodelación aparece la necesidad de dirigir la superación de los tutores a partir de las carencias individuales, en correspondencia con las necesidades e intereses del colectivo, creando una actitud ético cooperadora entre los sujetos que permite seleccionar quiénes participarán en las distintas formas de superación. En esta etapa se proyecta lo que se debe alcanzar en el futuro.
A partir de los elementos anteriores se determinan los restantes constitutivos de la estrategia que permitirán alcanzar los objetivos futuros.
Acciones:
1. Determinar los restantes componentes de la estrategia:

El proceso desarrollado orienta la proyección de los objetivos, a partir de los factores que caracterizan la situación interna y externa que se ha determinado, además de los criterios de los ejecutores del proyecto, quienes teniendo en cuenta los siguientes elementos proceden a su formulación.
La formación integral del estudiante es el objetivo central de la  educación superior cubana. Ello supone no sólo garantizar determinados conocimientos y habilidades.
Conjuntamente con ello, y de manera esencial, es necesario incorporar a este proceso la formación de convicciones en los estudiantes, a partir de la determinación de un sistema de principios y valores dirigidos a asegurar su pleno desempeño como profesional en la sociedad.
El fin de la labor educativa tiene su concreción en los objetivos formativos de la educación superior. La elaboración de la estrategia, por su carácter sistémico, permite incidir en la generalidad de ellos, pero en particular en los siguientes:

Atendiendo a todos los factores señalados, en el trabajo grupal se determina como objetivo estratégico:
Preparar a los tutores para enfrentar la labor educativa en el nuevo contexto que se desarrolla la educación superior cubana en la formación integral del profesional.
Objetivos a mediano plazo:
1. Valorar las potencialidades de los tutores de la carrera de Licenciatura en  Ciencias de la Información para llevar a cabo la formación del profesional.
2. Aplicar a la práctica de la labor educativa la estrategia pedagógica que contribuirá al mejoramiento del desempeño del tutor en la formación integral del profesional de la carrera Licenciatura en  Ciencias de la Información.
La información ofrecida por el diagnóstico permite establecer la siguiente dirección estratégica:
I. Preparación científico-metodológica de los tutores de la carrera Licenciatura en Ciencias de la Información, lo que propicia que estos reconozcan la necesidad de perfeccionar el trabajo tutoral.
Objetivos a corto plazo:
1. Analizar las particularidades del proceso de tutoría en el contexto de la nueva universidad cubana.
2. Valorar la importancia que tiene la labor educativa del tutor en el proceso de formación del profesional.
Una vez creadas las condiciones necesarias se procede a la planificación de las acciones que se deben ejecutar en la dirección estratégica que permiten favorecer la preparación de los tutores para ejercer la labor educativa, estas se realizarán a través de conferencias y talleres.
Etapa de implementación de la estrategia: Después de la preparación de las condiciones necesarias se pasa a la aplicación de la estrategia la cual se lleva a cabo en la práctica pedagógica. Se ejecutan las acciones educativas y metodológicas para el logro de la formación integral de los profesionales.
Etapa de evaluación de la estrategia:
Esta etapa es de suma importancia pues ella será el termómetro que permitirá analizar cómo se comportan las regularidades que dieron origen a la estrategia, si existe algún cambio en cuanto a los resultados esperados; así como valorar el cumplimiento de las actividades.
La evaluación se hará de forma sistemática y al final de la aplicación de la estrategia.
Para la evaluación se proponen los indicadores propuestos por (Gamboa, 2008), los cuales han sido ajustados a las particularidades de esta estrategia.
Indicadores asumidos:

CONCLUSIONES
Los sustentos teóricos, relacionados con el proceso de tutoría, abordados en el marco del presente trabajo permiten dar un tratamiento consecuente al desempeño del tutor para la labor educativa en la formación integral del estudiante   a partir de asumir la tutoría como un proceso continuo, integral y contextualizado.
El estudio diagnóstico realizado a los tutores demostró que los estos presentan insuficiencias en la labor orientadora, provocado fundamentalmente por la falta de preparación psicopedagógica y metodológica para llevar a cabo la labor educativa en la formación integral de los estudiantes.
Los resultados obtenidos durante la constatación de la pertinencia de la estrategia pedagógica diseñada permiten y revelan la factibilidad de esta para favorecer la labor educativa de los tutores de la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Información en correspondencia con  las exigencias de la Universidad Cubana.
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