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Economistas por la Paz y la Seguridad
TEPYS : Textos de economía, paz y seguridad
Economía de la Paz y la Seguridad:
Juan Carlos Martínez Coll
Las guerras tienen relación con la economía. Es lógico, por tanto, que los
economistas estudiemos las guerras. Para qué sirven, cuales son sus beneficios,
cuales son sus costes. Las guerras se han justificado siempre como el medio de
conseguir la paz y la seguridad. Los factores 'armas', 'ejército' y 'guerra', se
piensa, son necesarios para obtener el producto 'paz'.
Muchos economistas tenemos una hipótesis alternativa. Creemos que 'armas',
'ejército' y 'guerra' son muy ineficaces para conseguir la paz y la seguridad.
Creemos que la paz que se consigue mediante la guerra es de muy baja calidad y
muy frágil. Creemos que la producción de paz con la tecnología bélica tiene unos
costes externos muy altos que deben ser evaluados. Creemos que hay formas de
producir paz y seguridad de mayor calidad y con costes más bajos.
En los últimos años, las acciones terroristas para conseguir objetivos
políticos, incluyendo el uso de la guerra para conseguir la seguridad, están
teniendo consecuencias económicas, sociales y éticas muy graves para todo el
mundo.
Un grupo de economistas estamos especialmente interesados en el
análisis económico de la paz y la seguridad. Pensamos que los economistas que
buscamos una nueva ciencia económica más comprometida con principios éticos y
humanos debemos utilizar los instrumentos de la ciencia económica para analizar
las guerras y estudiar otras formas de obtener paz y seguridad. Y no sólo
estudiar, sino difundir esos estudios y tratar de influir sobre políticos y
gobernantes para que adopten formas más eficaces y de menor coste social para
obtener la paz y la seguridad.
Como modelo, sometemos a la discusión esta inicial evaluación de los costes de
la guerra de Irak. Está basada en el informe “Paying the Price: The Mounting
Costs of the Iraq War”, elaborado por el Institute for Policy Studies and
Foreign Policy del Reino Unido.
Presentamos los costes agrupados en tres conceptos: humanos, de seguridad y
cuantificables, una clasificación que puede ser discutible. Hemos intentado de
distinguir entre los costes para los países invasores, para el país invadido y
para el resto del mundo. También consideraremos de forma somera los posibles
beneficios.
La enumeración no pretende ser exhaustiva sino solo una propuesta para el
debate.
A. Costes humanos
1. Han muerto más de 1000 soldados de la coalición invasora. Más de 5000 han
sido heridos. Han muerto también más de cien trabajadores civiles y cooperantes.
A estas cifras hay que añadir la muerte de más de treinta periodistas.
2. Como consecuencia de la invasión y ocupación de Irak han muerto más de 6.000
soldados e insurgentes iraquíes.
3. Las estimaciones sobre civiles muertos oscilan entre 12.000 y 37.000 según
las fuentes. La mitad de esa cifra de fallecimientos se ha producido por
explosiones y bombardeos tras la declaración oficial del final de la invasión.
El número de civiles heridos supera ampliamente los 50.000.
4. En Irak se han usado armas con contenido de uranio empobrecido cuyos efectos
a largo plazo son difíciles de estimar. Algunos científicos consideran que el
uso de estas armas en la Guerra del Golfo de 1991 es la causa directa de muchas
enfermedades de soldados veteranos americanos y de que los nacimientos de niños
con deficiencias innatas en Basora se haya multiplicado por siete desde
entonces. El Pentágono ha hecho público una estimación de que en los bombardeos
de marzo de 2003 las tropas americanas y británicas vertieron entre 1100 y 2200
toneladas de armamento conteniendo este metal radioactivo.
5. Además de las bajas en Irak de civiles y militares, iraquíes o
estadounidenses y de otras fuerzas de ocupación, así como de trabajadores de
todo el mundo participantes en “la reconstrucción”, hay que considerar también
que se ha desviado la atención del mundo y los recursos internacionales
impidiendo o disminuyendo la ayuda a zonas de crisis como Sudan produciéndose en
estas zonas hambrunas y muertes que deben ser en parte también contabilizadas
como consecuencia de la guerra de Irak.
B. Costes de seguridad
1. Fortalecimiento de las organizaciones terroristas: Diversos organismos
internacionales estiman que el número de militantes en organizaciones
terroristas ha aumentado de forma notable como consecuencia de la invasión de
Irak. La agresividad y violencia de estas organizaciones ha aumentado, con
dolorosos ejemplos en España (11 de marzo) y Rusia (Beslán, 3 de septiembre). En
2003 hubo 98 ataques terroristas suicidas.
2. Derecho Internacional: La decisión bélica unilateral de USA ha violado la
Carta de las Naciones Unidas sentando un peligroso precedente. USA está violando
también de forma ostensible la Convención de Ginebra. Otros países (Rusia)
pueden sentirse ahora capacitados para actuar de forma similar.
3. Derechos Humanos: A pesar del derrocamiento del dictador Sadam Hussein, los
iraquíes siguen sufriendo graves violaciones de los derechos humanos. Aparte de
las conocidas torturas y abusos de prisioneros, se están investigando las
muertes de varias decenas de detenidos como consecuencia de las técnicas usadas
para interrogarlos.
4. Naciones Unidas: La legitimidad y credibilidad de las Naciones Unidas ha
quedado seriamente perjudicada, debilitando su capacidad de acción en el futuro.
5. La democracia de los aliados: en los países cuyos gobiernos apoyaron la
guerra, a pesar de la explícita oposición de los ciudadanos, la credibilidad de
las instituciones democráticas ha quedado en entredicho.
6. Aumento de la criminalidad en Irak: asesinatos, violaciones y raptos se han
multiplicado en Irak desde la invasión. Las muertes por actividades delictivas
violentas pasaron de 14 mensuales en 2002 a 357 mensuales en 2003. Muchos niños
han dejado de ir al colegio por miedo. Las mujeres no se atreven a salir a la
calle a las horas nocturnas.
7. Impacto psicológico: Una encuesta de la Autoridad Provisional realizada en
mayo 2004 estima que el 80 % de los iraquíes no confían en las autoridades
civiles ni en las fuerzas de la coalición. Según esa encuesta, el 55% de los
iraquíes se sentiría más seguro si las tropas invasoras abandonaran el país
inmediatamente. Por parte americana, se detectó que el 52% de los soldados de
las fuerzas de ocupación estaban desmoralizados, el 75% declararon sentirse mal
dirigidos por los oficiales.
C. Costes cuantificables
1. El Congreso de los Estados Unidos ha aprobado un presupuesto para la guerra
de Irak de 151,1 miles de millones de dólares. Han prometido aumentar el
presupuesto aprobado después de las elecciones.
2. Los precios del petróleo han alcanzado máximos históricos en gran medida
debidos a la guerra de Irak. Esa subida en los precios del petróleo está
provocando en todo el mundo tensiones inflacionistas y disminución en la
producción. Muchas empresas (por ejemplo, las compañías aeronáuticas) han visto
agravados sus problemas, provocándose quiebras.
3. Economía del petróleo Iraquí. Ha habido más de 150 ataques de insurgentes
sobre la infraestructura productiva y distributiva del petróleo. La producción
de petróleo en Irak bajó de 2,04 millones de barriles mensuales en 2002 a 1,33
en 2003. En 2004 la producción está siendo aún menor.
4. Infraestructura iraquí de salud: Tras una década de sanciones económicas y
boicot comercial que impedía los suministros de medicinas y material sanitario,
muchos hospitales fueron dañados durante la invasión. Los helicópteros
americanos siguen atacando y destruyendo habitualmente ambulancias en servicio.
5. Educación: UNICEF estima que más de 200 escuelas iraquíes fueron destruidas
durante la invasión y que miles sufrieron asaltos vandálicos en el caos
posterior. La asistencia a los colegios ha descendido de forma notable en
comparación con la situación anterior a la guerra.
6. Patrimonio de la humanidad: Mesopotamia fue la cuna de la civilización. Irak
guardaba tesoros invaluables en museos y en yacimientos arqueológicos que han
sido esquilmados. Han ardido bibliotecas de universidades y escuelas y miles de
tablillas de escritura cuneiforme han sido destruidas para siempre.
7. Medio ambiente: Los bombardeos americanos dañaron los sistemas hidráulicos de
Irak, un país con frágil ecosistema semidesértico. Pozos petrolíferos
incendiados emiten grandes cantidades de humos tóxicos por todo el país. Minas y
bombas sin explotar causan más de 20 bajas al mes.
8. Desempleo en Irak: la tasa de desempleo iraquí pasó del 30% anterior a la
guerra al 60% en el verano de 2003.
9. Costes de contratos y subcontratos “de reconstrucción”: los suministros a las
tropas de ocupación, incluyendo las comidas, han sido encargadas a empresas
americanas en vez de iraquíes. Halliburton y otros contratantes están siendo
investigados por fraude al cobrar suministros que no se han servido o cobrar
precios desorbitados.
10. Aunque los gastos de guerra tengan inicialmente un efecto expansivo sobre la
economía USA, muchos economistas prevén a largo plazo graves problemas como
consecuencia del efecto sobre la deuda pública, el déficit exterior y las
tensiones inflacionistas.
11. Costes de transacción por incumplimiento de contratos: Cualquier guerra
implica un aumento de la incertidumbre respecto al futuro por lo que provoca una
tendencia a la disminución de las inversiones, al aumento de los tipos de
interés y, en general, un retraimiento de la actividad emprendedora y la
preparación de contratos. El comercio internacional está fundamentado en una
serie de contratos, acuerdos o convenios cuyo control y aplicación no están
sometidos al poder judicial de un estado sino al arbitraje de organismos
internacionales muy débiles en su capacidad ejecutiva. En los años anteriores a
la invasión de Irak, empresas de varios países (Alemania, Francia, Rusia y
otros) habían firmado contratos comerciales con el gobierno de Irak, respetando
los acuerdos internacionales y las normas del embargo acordado por las Naciones
Unidas. A pesar de que esos contratos debían ser respetados internacionalmente,
la Autoridad Provisional de la Coalición los dejó sin efecto y contrató a otras
empresas exclusivamente de los países invasores. La palabra ‘unilateralismo’ se
ha utilizado como ‘understatement’ para aludir al incumplimiento por la
Administración Bush de acuerdos y convenios internacionales, de la Carta de las
Naciones Unidas. En cualquier caso, en los acuerdos comerciales internacionales
que se adopten en el futuro habrá que valorar la posibilidad de que
‘unilateralmente’ se tomen decisiones que hagan inválidos los contratos.
D) Beneficios
En este texto nos hemos centrado en el estudio de los costes. No hemos prestado
hasta ahora atención a los beneficios. Pero sin duda una guerra genera
beneficios de diversos tipos. Si se producen guerras es porque alguien estima
posible obtener beneficios con ella. Pero los beneficios son más difíciles de
percibir por terceros. A pesar de ello apuntamos aquí los siguientes:
1. Poder. Los gobernantes de los países atacantes consideraban que su decisión
reforzaría su poder a diversos niveles: en sus grupos sociales internos y en su
proyección internacional. Para algunos grupos de individuos de diversos países,
incluyendo Irak, la guerra ha supuesto un aumento de su poder.
2. Seguridad y libertad. Es posible que algunas personas, en USA, en Irak o en
cualquier otra parte del mundo, se sientan más seguras, o más libres.
3. Beneficios económicos cuantificables. Ciertamente hay algunas personas y
empresas han obtenido beneficios, en algunos casos muy cuantiosos. Las empresas
que han proveído de armamento y suministros diversos a las tropas invasoras no
han sido las únicas.
4. Hay que cuantificar también aquí los beneficios producidos por actividades
delictivas (saqueo de obras de arte, robos y secuestros) en el anárquico Irak de
la postguerra. Lo que algunos contabilizan como costes, otros pueden
contabilizarlo como beneficios.
E) Saldos
Sin duda alguna las personas que eran partidarias de iniciar la guerra y la
apoyaron, consideraban que era beneficiosa. Las personas y grupos que tuvieron
poder suficiente como para tomar la decisión y lanzar el ataque estimaban sin
duda alguna que los beneficios que obtendrían para sí serían superiores a sus
costes.
Con la perspectiva que nos da el paso del tiempo podemos sospechar que esas
personas y grupos se equivocaron al hacer sus cálculos. Sus beneficios, en
términos de poder, o seguridad, han sido menores de los previstos o incluso no
se han producido en absoluto. Los costes imprevistos (efectivamente realizados)
han resultado ser superiores a los previstos (o planeados). Varios gobernantes
de la coalición han perdido el apoyo y la capacidad de decisión de que
disfrutaban.
En cualquier caso debemos distinguir claramente entre los costes y beneficios
internos, de aquellos que apoyaron y decidieron la guerra pensando que sería
beneficiosa, y los costes sociales o externos, considerados a nivel global.
Es difícil, además de doloroso y éticamente discutible, pretender cuantificar el
valor de tantas cosas dispares: ¿Cómo podríamos sumar y restar unidades de
poder, de vidas humanas, de seguridad o de arte y cultura? La pretensión
economicista de asignar cantidades, de medir con unidades monetarias el valor de
cosas tan diversas tiene un límite que en este caso queda sin duda ampliamente
desbordado.
Solo podemos hacer una valoración personal, individual e íntima. Un juez puede
considerar que el valor de una vida humana es superior o inferior al aumento de
la seguridad o de la sensación de libertad de otras diez, cien o mil personas
distintas, pero en esto todos somos jueces y no podemos tener un criterio común.
No hay criterios que permitan hacer un balance contable objetivo de una guerra.
Tan solo podemos hacer una estimación personal y manifestarla públicamente. En
este caso, el autor de estas líneas estima un balance muy negativo de la guerra
de Irak.
ECAAR, EConomists Allied for Arms Reduction: http://www.ecaar.org/
Economistas por la Paz y la Seguridad: http://www.eumed.net/paz/
Paying the Price: The Mounting Costs of the Iraq War, Institute for Policy
Studies and Foreign Policy, http://www.ips-dc.org/iraq/costsofwar/
Fernando Báez (2004) Historia Universal de la Destrucción de los Libros. Ed.
Random House Mondadori, Caracas.
los costes de la guerra de Irak
Economistas por la Paz y la Seguridad
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