ASPECTOS DEL COMERCIO EXTERIOR
Fernando Lafuente
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El comercio exterior abarca diversas configuraciones técnico-económicas, que, resumidas, son:
a) las tres formas básicas denominadas:
- exportación,
- importación,
- comercio de tránsito.
Por exportación se entiende la venta de bienes y servicios comerciales producidos por un país a socios extranjeros, lo cual origina operaciones transfronterizas y créditos. A la exportación viene a sumarse, con frecuencia, la reventa de productos importados en estado inalterado (reexportación).
En cuanto a importación, entiéndese la compra de bienes y servicios extranjeros para el uso y el consumo nacional o para su elaboración ulterior, lo que engendra operaciones económicas de ingreso en la frontera interior y conlleva obligaciones.
Deberá tenerse en cuenta que las ventas efectuadas en el seno del mercado único europeo se califican de “ expediciones”, para distinguirlas de las exportaciones dirigidas a terceros países, y las compras se denominan “ introducciones”, para diferenciarlas de las importaciones procedentes de terceros países (véase Fuente 17)
El comercio de tránsito es, en suma, la realización de servicios económicos, por lo general limitados al comercio mercantil, en la que el transitario ejecutor de la operación no tiene domicilio social en el país importador, ni en el exportador, o sea, está establecido en un tercer país.
b) existen, además, formas especiales que, por su tratamiento, su desenvolvimiento económico, su carácter jurídico, su magnitud u otros aspectos, no pueden ser añadidas o adaptadas a las formas básicas. Trátase de siete formas especiales:
- inversiones internacionales directas,
- operaciones de compensación,
- operaciones de perfeccionamiento,
- fabricación bajo licencia,
- franquicia,
- cooperación,
- compañías de proyectos en el extranjero.
c) los agentes comerciales o intermediarios independientes. Son personas naturales o jurídicas que desempeñan actividades de promoción negocial en la circulación de bienes y servicios por cuenta ajena a cambio de una remuneración pactada con el/los empresario/s. Constituyen una forma específica a tener en cuenta que no puede adecuarse a las básicas, ni a las especiales 46 . Denominémosla promovedora.
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46 Véase al respecto :
- Código de Comercio de 22.08.1885, Libro I, Título VI y Libro II, Título III
- Directiva 86/653/CEE, de 18 de diciembre de 1986
- Ley 12/1992 de 27 de mayo, sobre Contrato de Agencia (B.O.E. núm. 129, de 29 de mayo)
El esquema correspondiente a lo expuesto será:
10.1. Las formas básicas
◄► Comercio exterior directo e indirecto
Los canales de distribución de mercancías en el comercio exterior se concentran en
- la exportación e importación directas.
Se caracteriza por ser la distribución directa entre productor y comprador cuya particularidad esencial es omitir la intervención de un intermediario nacional.
- la exportación e importación indirectas.
Se realizan pasando por una o varias empresas especiales de comercio exterior que actúan de intermediario.
Ha de tenerse en cuenta que los circuitos de distribución en el comercio exterior no son ni rígidos ni uniformes; gozan de una cierta flexibilidad y variabilidad que permiten adaptarse a las circunstancias pertinentes y, según el caso, canalizar la mercancía por la vía adecuada. Por tanto, no ha de extrañar que de los circuitos típicos o clásicos se desprendan apariencias de “irregularidad” o ”anomalía” necesaria. Así, p. ej., para llevar a cabo el comercio exterior indirecto, se suele interponer numerosos interesados (agentes CIF, corredores, etc.) en el mercado interior como exterior, conforme a las exigencias.
A continuación, se exponen ejemplos al respecto al tratar la importación directa y la exportación indirecta.
Veamos a continuación los distintos canales en cuestión:
Exportación directa
Se efectúa ante todo en el marco de negocios europeos, tanto en el ámbito de bienes de inversión (bienes de equipo y construcción) como de consumo y servicios. Su aplicación requiere buenos conocimientos de los mercados exteriores
(economía, población, mentalidad, gustos, poder adquisitivo, etc.), campañas de publicidad, ferias, contacto directo con los clientes potenciales y otras características más. Todo ello conlleva a menudo a crear sucursales de venta y almacenes, hacer intervenir empresas comerciales o mayoristas extranjeros, recurrir a los servicios de agentes comerciales y mismo suministrar al comprador.
Cabe señalar que la exportación directa, por regla general, precisa de un largo plazo de financiación, lo que supone mayor riesgo de crédito, especialmente en la industria de bienes de inversión. El balance entre gastos y ganancias es decisivo para elegir o no el circuito de distribución directo.
Débese tener en cuenta unas necesidades de capital crecientes y largos circuitos de venta. Además de un departamento de exportación indispensable, se requiere un servicio posventa, almacenes de distribución, almacenes de piezas de recambio, stocks, etc.
Importación directa
En este circuito se trata de la compra directa a un productor / proveedor en el país exportador; para ello se puede recurrir también a la intervención de un agente comercial o de una casa distribuidora independiente para concluir el negocio en el extranjero.
Se suele aplicar esencialmente en la compra de materias primas y productos inacabados procedentes de países en desarrollo u otras regiones. Abarca una serie de ventajas, entre ellas, la disposición de grandes cantidades a largo plazo y el flujo continuo del material. Asimismo, el contacto directo con el productor / proveedor determina a menudo la buena marcha de los negocios.
No obstante, en ciertos casos, las operaciones obligan a prever una sucursal de compras y almacenes en el país exportador con el fin de garantizar un abastecimiento continuo de mercancías, cuidar los contactos establecidos o adquirir nuevos y atender de cerca los cambios del mercado.
Es sabido que operaciones de importación de materias primas están sujetas al riesgo de considerables fluctuaciones de precios (recuérdese la subida de precios del petróleo en los años 1993, 2000 y 2005); también, a menudo, tienen carácter especulativo en las bolsas de mercancías. Las subastas realizadas en varias plazas internacionales ofrecen, por lo contrario, mejores compras, rápidas y favorables en costos y tiempo. Otros riesgos a considerar son la fiabilidad de entrega del exportador y el transporte a cargo del importador. Análogo a la exportación directa, este tipo de circuito requiere altas necesidades de capital.
En muchos casos, las casas importadoras se ven obligadas a tomar medidas para asegurar y establilizar sus necesidades de materias primas a largo plazo. Para tales fines erigen almacenes de importación y forman una cooperación de compras.
Veamos el caso concreto de una empresa importadora de bauxita, principal fuente del aluminio:
Debido a perturbaciones de diversa índole en el pasado, los abastecedores de bauxita, con los cuales existen contratos a largo plazo, no cumplen con lo estipulado. La casa productora de aluminio, para salir de la situación precaria y salvarse de futuros estrangulamientos o deficiencias, se dirige a otros vendedores de bauxita en el extranjero y crea almacenes de bauxita en esos países de extracción.
Para mayor seguridad, prevé un almacén intermedio en otro país neutral, abastecido por los almacenes de importación en los países de extracción / vendedores.
Tanto los almacenes de importación como el intermedio o ambos pueden estar gestionados por varios importadores de bauxita en forma de cooperación de compras, lo que lleva a considerables reducciones de los gastos de almacenaje, transporte y otros para las partes. A pesar de los gastos, la ventaja reside en la creación de reservas y en los suministros directos y regulares desde dichos almacenes, sin tener que impedir o interrumpir el ritmo de producción y la venta del aluminio.
Exportación indirecta
Se realiza cuando el productor de un país vende sus géneros a un intermediario nacional especializado en comercio exterior. El fabricante limita su actividad exportadora sólo en “facilitar” la mercancía, dejando a cargo del intermediario todos los riesgos y gastos de la distribución ulterior, incluidos la adquisición de clientela, almacenaje y transportes. El productor, en este caso, vende su mercancía destinada a la exportación en el mercado interior; no necesita poner a disposición el capital requerido para cumplir la función de mayorista y la gestión de stocks, que ahora le incumbe a la empresa de comercio exterior como intermediario.
Mientras que la exportación directa, por lo general, interesa más bien a grandes y potentes compañías, la exportación indirecta conviene, en especial, al mediano comercio, ya que este sector, por cuestiones técnicas, no se puede permitir organizar y financiar una red de distribución en el extranjero ni suministrar regularmente enormes cantidades. El tipo de género del mediano comercio tampoco se presta a la exportación directa puesto que trata o atiende bienes fabricados en serie sin alto grado o nivel técnico o similar.
Las empresas de comercio exterior mediadoras son empresas especializadas en los mercados extranjeros que disponen de los conocimientos indispensables tanto sobre las mejores vías de transporte como de las redes de distribución específicas en los distintos países; además de largas experiencias de mercado, dichas empresas gozan de otra ventaja: se destacan por su especialización en los productos.
Veamos un ejemplo al respecto:
Una mediana empresa francesa, especializada en la fabricación de aparatos y equipos marinos de medición, tras ciertos éxitos de venta en Europa, quiere extender su exportación a Australia, prometedor continente marítimo. Para tal fin recurre a una empresa de comercio exterior ubicada en Marsella, especializada en materia oceanográfica, por no estar en condiciones de asumir la debida función exportadora. Le vende sus productos en Francia, y la empresa mediadora se encarga de la transacción negociadora, por lo que resulta la posible distribución ulterior:
Otro ejemplo semejante:
Debido a extensos y profundos estudios de mercado y a contactos directos con casas importadoras en la región sudeste asiática, una empresa de comercio exterior radicada en Génova se dirige a varios fabricantes italianos de sistemas radar de navegación para informar de la demanda extranjera, despertar el interés de venta y pedir ofertas favorables. La elección recae en una empresa milanesa por sus ventajosas opciones técnicas y de precio. La región asiática en cuestión abarca Indonesia, Las Filipinas, Papúa–Nueva Guinea, con posible expansión hacia Singapur, Hong Kong y demás países de la región. La empresa milanesa vende sus productos en distribución exclusiva a la empresa comercial genovesa que, a su vez, se responsabiliza de la función exportadora. A base de los estudios de mercado y de los contactos existentes, se obtiene el organigrama del siguiente circuito de distribución:
Importación indirecta
Se lleva a cabo al realizar la compra a un productor extranjero por intermediario de una empresa de comercio exterior nacional. La intervención de la empresa especializada en el país importador genera la compra indirecta.
Sin subestimar la importancia de la importación directa, la convenencia de la indirecta reside en varios aspectos favorables, en particular, al mediano comercio. Entre ellos se destaca la posibilidad de cubrir las necesidades de importación temporalmente – sin continuidad obligatoria – o/y en cantidades pequeñas. Mismo, efectuando una operación de importación muy dispersa, de varios países, cercanos o lejanos, ésta resultará, por regla general, menos costosa que el mantenimiento de sucursales en el extranjero o la intervención de agentes de compra.
Las ventajas que ofrece una empresa comercial nacional se resumen en
• los precios favorables debido a las compras al por mayor y las concesiones de rebajas,
• la especialización en los productos y las largas experiencias adquiridas en los mercados,
• la permanente disponibilidad de entrega,
• el control de la mercancía en el lugar de compra o en los propios almacenes,
• el tratamiento y preparación de la mercancía, en caso necesario, p. ej., en cuanto a calidad, gustos o costumbres nacionales, etc.
◄► Comercio de tránsito
Es la mediación de bienes entre la oferta de un país exportador y la demanda de un país importador ejecutada por un transitario afincado en un tercer país. Se le considera como parte del comercio intermediario, siendo obligatorio que la mercancía pase por el país de tránsito.
Tradicionalmente, las mercancías típicas de dicho comercio eran, ante todo, el tabaco, cereales, algodón, etc., traidas de ultramar. De nuestros días, abarca los productos más variados y la compra al por mayor de mercancías a granel o artículos fabricados en serie, almacenados en focos centrales de trasbordo, por regla general, en centros comerciales internacionales como los grandes puertos marítimos
(puertos de tránsito o puertos franco), y vendidos a continuación por los transitarios en el mundo entero.
Los transitarios suelen tener sus sedes en dichos emporios internacionales, especializados en los distintos géneros. Según donde esté ubicado el transitario, se distingue entre el comercio de tránsito activo o pasivo:
- se denomina activo cuando la operación es realizada por un transitario residente en la esfera económica nacional y la mercancía, hallada fuera de ese ámbito, es vendida en mercados exteriores:
- se califica de pasivo cuando un transitario ubicado en el extranjero vende la mercancía proveniente de tercer país a empresas nacionales o también, cuando éste vende la mercancía fabricada en el ámbito nacional a clientes de terceros países:
Se habla de comercio de tránsito directo cuando la mercancía << pasa >> del vendedor al comprador sin que ésta sea retocada o manipulada por el transitario, o sea, conserve su justificación de origen. En caso de que el transitario, por el motivo que fuere, proceda a un simple arreglo, transformación o sólo a una selección, clasificación o mismo nuevo embalaje de la mercancía en un almacén de aduana o puerto franco (zona franca), dejará de ser tránsito directo para convertirse en comercio de tránsito indirecto en el sentido de quebrado o interrumpido. Ambos procesos se pueden esquematizar como sigue:
A menudo, las empresas de comercio exterior actúan de transitarios al realizar operaciones de tránsito en conexión con las exportaciones o importaciones indirectas. Asimismo, se llevan a cabo operaciones de tránsito cuando un comercio directo con un país determinado resulta imposible por razones políticas, lo impiden las medidas arancelarias u otros motivos restrictivos.
Es un hecho que durante la época del “ Telón de acero “ – término introducido en política por W. Churchill en 1946 – el comercio de tránsito era practicado frecuentemente en negocios con bienes de compensación entre los bloques de ambos sistemas antagonistas.
Tras los cambios ulteriores en los países de reformas del Este, a partir de 1991 – 92, ese tipo de comercio ya no tenía sentido preponderante; la nueva política comercial fue la de establecer relaciones comerciales normales, orientadas a aprovechar el amplio abanico económico, hasta que se llegó a la ampliación de la UE.
Aunque hoy en día se llevan a cabo operaciones de tránsito en el mundo entero con más o menos envergadura, el comercio de tránsito se realiza ante todo con países en desarrollo, conectado a negocios cuando sólo las exportaciones son factibles al vender simultáneamente bienes del país importador a terceros países.