BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

PROYECTO DE PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO PARA LA REHABILITACIÓN DEL CENTRO HISTÓRICO DE SAGUA LA GRANDE

Arelys Fernández Alonso




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1.2.2. La rehabilitación de los Centros Históricos en Cuba.

Los Centros Históricos en América Latina se han caracterizado por un acelerado crecimiento del deterioro urbano, según se puede analizar en las intervenciones de especialistas en el Seminario Sobre la Rehabilitación de la Vivienda en las Zonas Históricas celebrada en México y Cuba en 1987; en el período actual se han acrecentado los problemas económicos, por lo que esta situación se mantiene en la mayor parte de los mismos, también en Cuba. La política de nuestro país está encaminada a salvaguardar los valores patrimoniales de sus conjuntos históricos, con el objetivo de preservar nuestra identidad y utilizarlos con fines económicos y sociales y hacer, entre otras cosas, sustentable el proceso de recuperación. Vincular el trabajo de rescate de monumentos y sitios históricos a la obtención de beneficios concretos de orden económico y social es una necesidad apremiante donde ya se aprecian algunos resultados.

1.2.3. La experiencia de intervención de La Habana Vieja.

La recuperación de los Centros Históricos varía de acuerdo a las características del mismo. En la Habana la delimitación del Centro Histórico esta en función de la zona mas antigua, pero los valores de la misma están por encima de esta delimitación, estos alcanzan extensas áreas de la ciudad que también están afectadas por el deterioro. Por el núcleo de la Habana Vieja se comenzaron a realizar los trabajos de recuperación, por ser este el más paradigmático y donde se concentraban gran cantidad de problemas sociales unidos, fundamentalmente, a la vivienda y los vínculos laborales.

La zona posee una superficie de 214ha, hay 242 manzanas con 4000 edificios, de ellos 900 de alto valor patrimonial.

A inicios del Triunfo de la Revolución se comenzaron a realizar trabajos de restauración de edificaciones muy significativas con el objetivo de no perder estas edificaciones y mejorar la imagen de la zona. En 1975 el Departamento de Monumentos de la dirección de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Planificación Física se dan a la tarea de reconfeccionar el anteproyecto del Plan Director de la Habana Vieja.

A partir de aquí se realizaron varios trabajos de recuperación de inmuebles que habían sido grandes mansiones coloniales y ocupaban numerosas familias con el objetivo de ir solucionando el problema de al vivienda (Plaza Vieja).

La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidades 1882 por la UNESCO. Los trabajos de recuperación actual se rigen por un programa único desde 1995. Hasta 1994 constó con varios planes pero los trabajos encaminados al desarrollo de una zona de alta significación turística llevaron a realizar planes encaminados para este fin.

El Plan Maestro de Revitalización de la Habana Vieja, realizado por la Oficina del Historiador y la Agencia Española de Cooperación Iberoamericana define las acciones más convenientes para la recuperación del Centro Histórico. Se trata de lograr un desarrollo integral autofinanciado que haga recuperable y productiva la inversión, estrategia que este año aportará más de 40 millones de dólares.

El programa persigue cuatro objetivos clave: la conservación del Patrimonio, la permanencia de la población local, el mejoramiento de la infraestructura de la ciudad, y el desarrollo autofinanciado. ”Nuestra primera intención es preservar un centro histórico vivo, no una ciudad museo, sino una Habana viva, donde el visitante pueda tener un intercambio con el habitante, y viceversa” así plantea el arquitecto cubano Orestes del Castillo que ha trabajado en este programa.

Los beneficios económicos de la explotación del Patrimonio Cultural permiten orientar una parte del mismo a la atención de los problemas sociales y la solución del problema del hábitat. ”Recrear la ciudad no solo para verla, sino para vivirla. He ahí el desafío”, dice Eusebio Leal Spengler, historiador de la ciudad de La Habana desde 1967.

1.2.4. Otras experiencias de intervención en Centros Históricos en Cuba.

Trinidad:

El 28 de Febrero de1997 el Comité ejecutivo del Consejo de Ministros estableció la necesidad de crear la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios; institución subordinada al Consejo de la Administración de Trinidad.

Dentro de las principales funciones y facultades que posee podemos citar las siguientes:

• Preservar la memoria material y espiritual de Trinidad y el Valle de las Ingenios, como expresión de Historia Nacional, divulgándola y llevándola por todos los medios de difusión natural y técnicos-científicos y por su acción continua sobre esos bienes de la nación inscriptos además por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

• Formular, proponer y ejecutar los planes de restauración en las zonas priorizadas y velar por la conservación y restauración de los valores históricos en el resto de la ciudad de Trinidad y su Valle de loa Ingenios.

• Fiscalizar las actividades que con relación a los bienes que integran la zona Priorizada realizan otras entidades.

• Formalizar convenios con los organismos y entidades situadas en la Zona Priorizada para la conservación.

• Recibir y utilizar donaciones.

• Para el cumplimiento de estas funciones el estado le otorga a esta Oficina las facultades siguientes:

• Fomentar fuentes propias de financiamiento destinadas a la restauración y conservación de la Zona Priorizada, al mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes, al sostenimiento de las funciones de la Oficina del Conservador y a los ingresos del país.

• Concertar contratos con organismos, entidades, organizaciones no gubernamentales y otras personas naturales o jurídicas debidamente acreditadas.

• Abrir y operar cuentas bancarias en moneda nacional y en divisa.

• Conceder o denegar autorizaciones para obras en la Zona Priorizada.

• Realizar cuantas operaciones mercantiles resulten convenientes.

“Hoy en el cálido verano con que se despide el milenio, al hacer un balance de los primeros diecinueve meses de funcionamiento de la Oficina del Conservador de la ciudad, lo mismo transeúntes y viajeros que recorren la centenaria villa, como los propios ”nacidos y criados” por acá, podemos observar inobjetables resultados positivos en cuanto al mejoramiento de la imagen urbana, a los procesos de rehabilitación que se llevan a cabo en algunas zonas de viviendas, además de otras obras y acciones comunitarias y promocionales, que en general permiten evaluar el modelo como válido para la conservación de nuestro patrimonio.”(1)

Según esta cita del que ha sido Director de la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad, a poco tiempo de fundada la misma ya se veían resultados positivos, no obstante menciona más adelante en su artículo que aun no es suficiente por determinadas causas de origen subjetivo.

Experiencias similares a la de Trinidad se han llevado a cabo en la ciudad de Santiago de Cuba y Camagüey donde también se pueden observar resultados. Estas experiencias no han sido extendidas al resto de las Ciudades Históricas del país, le corresponde a todas las instituciones que se dedican a la protección del Patrimonio edificado crear sus propias estrategias, que dentro de los marcos legales establecidos puedan realizar acciones de restauración y conservación de sus Centros Históricos.


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